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Cuando dos almas se reencuentran por kurerublume

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Notas del capitulo:

Último capítulo. Quiero agradecer a Mariela y a la otra personita por comentar, amé sus reviews ^^ en serio ¡muchísimas gracias! igual a los que lo leyeron hasta el final, se los agradezco. Me he divertido muchísimo escribiendo este fic y bueno, espero leer sus reviews (así hayan pasado años jaja) :'D tercer fic que termino.

NOTA: ¿Qué es un final sin lemon? jajaja 

Aquel sueño liberó la verdad, logró sacar a la luz aquel misterio detrás del amor que estas dos personas se tuvieron prácticamente desde el primer momento en que se vieron. Aquella atracción inexplicable de la cual ninguna de los dos pudo resistirse por completo. Y fue esa noche el detonante para que el rubio fuera a buscar a su amor.

 

Y no es que no lo intentara desde el principio, obviamente en todos esos meses había estado trabajando y estudiando, reuniendo dinero para poder viajar y hospedarse durante las vacaciones en Japón, pasaría el invierno ahí hasta encontrar a cierto azabache. Sabía dónde estudiaba, le costó bastante puesto que muy pocos lo sabían. Pero el lugar exacto donde vivía aún le era desconocido, no importaba, encontraría a Mizuki.

 

Y así, el primer semestre de la carrera terminó, el viaje apenas iba a comenzar. Estaba muy ansioso. En el avión volvió a tener ese sueño, la nostalgia invadía todo su cuerpo, lograba hacer que su corazón temblara, quería llegar a su destino lo más pronto posible, pero eso no quitaba el cansancio generado por tantos meses de esfuerzo. Una sonrisa se dibujó en rostro, suplicando por poder lograr su cometido.

 

Llegó, por fin, la sonrisa que esbozaba creció aún más, suspiró profundamente listo para empezar con su misión. Recogió su maleta y se dirigió hasta donde se iba quedar los próximos dos meses, desempacó y comió un poco. Esperó a que dieran las 5 para salir, comenzó a caminar para ver qué lugares eran buenos para comer, pasear, visitar en unos días y así le dieron las 8. Regresó a su casa sin ninguna prisa para cenar e irse a la cama para poder descansar, el viaje le había agotado de cierta manera que su cuerpo tuvo que pagar.

 

Su rutina fue básicamente la misma durante 3 semanas, comenzaba a desesperarse, no podía encontrar a Mizuki por ninguna parte. Era como buscar una aguja en un pajar, parecía imposible tal encuentro, por las noches no dejaba de soñar lo mismo, ansiaba que llegara el momento de volver a estrechar entre sus brazos a su hermoso ojigris, de volver a besarle, tocarle y estar en él, quería escuchar su voz, ver el brillo en sus ojos. Era sábado, por lo que salió para despejarse un poco, así que fue a un río que estaba cerca de ahí, comenzó a caminar en la orilla durante horas hasta que el atardecer pintaba el cielo en una tonalidad anaranjada. Decidió que era suficiente y cuando estaba ya en el camino pavimentado, logró ver una silueta sentada a unos centímetros del río, era Mizuki. Sus ojos se abrieron ante tal sorpresa y su corazón comenzó a latir como desde hacía tiempo no lo hacía.

 

-Mizuki-susurró, no podía creer que a unos metros de él estuviera su amado, parecía una visión, comenzó a acercarse lentamente hacia él, procurando no hacer ruido alguno. –Te encontré- susurró esta vez en el oído del azabache, lo cual logró que diera un brinco por el susto.

 

-¡Kazuno! ¿Qué…? – ni siquiera terminó de preguntar cuando el rubio unió sus labios en un demandante beso, el menor no se resistió, sino que profundizó ese beso, entrelazando sus lenguas apasionadamente mientras su respiración comenzaba a agitarse más- Kazuno, yo…-de nuevo fue callado por un beso, el ojimiel recorrió su mejilla con los nudillos de sus dedos de una manera muy delicada, contraria a la manera en la que el beso se estaba dando. Un nuevo cosquilleo comenzó a recorrer la espalda de Mizuki cuando sintió los dedos ajenos recorrer su cuello para bajarle tiernamente su ropa, hasta que aquel toque se vio interrumpido. El rubio comenzó a mirarle, recorriendo la figura que tenía frente a él.

 

-Mizuki ¿por qué estás vestido así?- cuestionó al percatarse de que su amado vestía una especie de yukata, una tela muy suave y seductora de color azul.

 

-Hoy fui a un festival, me pareció apropiado para la ocasión. Y, bueno… decidí venir aquí para pensar y calmarme, me gusta sentarme en este lugar, la Universidad ya estaba consumiendo todo de mí. Bueno, por eso estoy vestido así.

 

-Te ves precioso- dijo rozando sus labios

 

-No digas eso, sólo…

 

-Parece que me estás seduciendo, Mizuki.

 

-¿Qué? No, para nada. Te dije que sólo…

 

-Quiero hacerte el amor, Mizuki- lo dijo cerca de su oído, rozando sus labios en este, quería poseerlo en ese momento, así que besó su mejilla, la lamió, y ese mismo proceso se dio en los labios del ojigris.

 

-¡Ghmn! E-Espera, Kazuno, aquí no- intentó apartar al mayor

 

-¿Por qué no? Casi nadie viene por aquí y… sería hermoso. Te sonará raro, pero soñé que te tenía en un lugar parecido a este.

 

-¿En serio? Yo… igual, algo parecido.- después de unos momentos y de soltar un suspiro habló- Kazuno, por favor, hazme el amor- sus mejillas se tomaron un color carmín.

 

Sin esperar más, el rubio llevó a su amante cerca de un árbol para poder arrinconarlo ahí. Los besos fueron tan intensos que tenían que dar pequeños descansos para tomar aire. Kazuno comenzó a bajarle esa delicada prenda al ojigris, besando su cuello y pecho, jugando con sus pezones, estrujándolos en su boca, decidió morder uno.

 

-¡Ahh! Duele

 

-Y apenas estoy empezando

 

El jugueteo siguió, la erección de ambos comenzó a ser más prominente, sobretodo la del azabache, esa prenda brindaba una suculenta vista de su excitación. El rubio comenzó a masajearlo, marcando el perímetro con su dedo índice, deleitándose con los gemidos ahogados del otro. Pero Mizuki no dejaría hacerse tan fácilmente, esta vez no, quería compensar a su rubio, y sabía cómo hacerlo. Así que lentamente logró ponerse de rodillas frente a él, con sus manos algo temblorosas bajó el cierre, los pantalones y ropa interior de su pareja, dejando ver ese venoso miembro pidiendo atención.

 

-¡Hmmm!- gimió Kazuno al sentir la lengua recorrer sólo la punta, trazando círculos con ella. Los dedos ajenos comenzaron a masajear sus testículos, como si jugara con ellos. Y de pronto, el calor de su miembro aumentó al sentir el cálido aliento del azabache, quien sin pensarlo más, engulló lo más que pudo de aquel erecto falo, siguió trazando círculos con su lengua y empezó a succionar con fuerza. El vaivén comenzó, el rubio sujetó los cabellos negros del otro para poder soportar un poco más, sin querer marcarle un ritmo, quería que el otro lo hiciera a su manera, y vaya que lo estaba haciendo de maravilla. Ambos se corrieron, pero todavía querían más.

 

-¡Ghaaaa!- jadeó el ojigris cuando Kazuno lo estampó contra el árbol, esta vez cargándolo, eso generó que ambos volvieran a excitarse demasiado, aquella yukata dejaba ver el bulto del menor.

 

-¿Quieres?

 

-S-Sí, Kazuno. Hazme tuyo otra vez

 

Con esa exquisita orden, el rubio se ensalivó los dedos y dirigió su mano libre al ano de su amante, marcando sólo el exterior, eso generó que el pasivo cerrara sus ojos, suspirando y esperando por el placer que llevaría el dolor previo. Ante tal expresión, un primer dedo se introdujo en su interior cálido. Con sumo cuidado metió un segundo dedo, moviéndolos más desesperadamente y fingiendo embestidas mientras se volvían a besar y el ojigris masturbaba a su pareja a un ritmo tortuosamente preciso. Un tercer dedo se infiltró en el interior húmedo del menor, quien no dejaba de jadear y gemir ahogadamente. Le avergonzaba tener que escucharse de esa manera. Pero es que había extrañado a Kazuno, todo de él, su calidez y caricias que ninguna otra persona lograría suplantar.

 

-¿Puedo, Mizuki?

 

-Sí, por favor- le dijo mirándolo directo a los ojos, y un beso más delicado se dio entre ellos para después dar paso a lo que ambos ansiaban.- ¡Ahhh!- soltó en una especie de suspiro cuando todo el miembro del ojimiel estuvo dentro de él- Kazuno, te quiero. Perdóname- comenzó a sollozar, y el rubio lamió cada lágrima que brotaba de sus ojos.

 

-Mizuki, ¿no te das cuenta? Siempre te he estado buscando. He esperado por ti más de lo que me hubiera gustado, no te ibas a alejar de mí otra vez, no otra vez.

 

-Kusaka

 

-Akizuki

 

-Te amo, no permitiré que el frío de tu ausencia vuelva a invadir mi ser.

 

-Siénteme, muy profundo dentro de ti- comenzó a embestir y a sujetar la cadera del otro para moverlo de arriba hacia abajo, al principio siendo delicado.

 

-Te siento, lléname. No quiero estar con otro… ¡ahhh! Que no seas tú. Te amo ¡ahh! ¡ahhh!- el rubio había comenzado a embestir con más potencia, la velocidad se había acelerado demasiado, parecía que rugía de placer por sentir su miembro en el interior de la persona que amaba. Cuando levantó un poco la cabeza, el azabache gemía, estaba lloroso y sonrojado, sólo logró encenderlo más generando que las embestidas fueran más rudas, logró tocar el punto sensible del menor.-¡Ahhhhh! ¡Ahí, Kazuno! Se siente….mmmm, muy bien. Me gusta.

 

-Así que es aquí, Mizuki…me gusta estar dentro de ti- sentía que todo el amor que había reservado durante meses ahora sólo podía satisfacerse mediante el cuerpo de Mizuki, lo amaba demasiado. El clímax estaba cerca, en ningún momento hubo estimulación en el miembro del ojigris, no quería que terminara. Tomó bastantes minutos, al final ambos se corrieron llevando sus cabezas hacia atrás.

 

-K-Kazuno- le llamó jadeando, recuperando el ritmo habitual de su respiración- Te amo- besó su mejilla, seguía sonrojado y sudado, el frío de la noche comenzaba a invadir ese aperlado cuerpo

 

-Y yo a ti, no te dejaré- le dijo mientras le cubría, sin evitar darle un beso suave y lleno de ternura, quería seguir así con él, pero estaba consciente del frío, pues el cuerpo del otro comenzaba a temblar un poco- Ven, vamos a mi departamento. ¿Quieres que te lleve cargando?- preguntó juguetón

 

-Serás…estoy bien ¡ghaa!- su espalda baja le estaba pasando factura, y también se había hecho algunos raspones por haberse restregado contra el árbol.

 

-¡Mizuki! Perdóname, sólo no podía esperar. Te curaré pronto, te ayudo.

 

Y ese camino fue vergonzoso para ambos, pero Mizuki se apoyó sin problemas de su leal amigo. Comenzaron a platicar, el azabache se disculpó varias veces con el otro, reiterándole que lo amaba y que no volvería a suceder tal cosa.

 

-Lo sé, Mizuki. Sólo se me ocurre una manera correcta de cerrar esto

 

-¿Cuál?

 

-Sé mi novio, Mizuki. Es lo que más deseo en el mundo

 

-Yo…Kazuno, Kazuno…- dijo con una enorme sonrisa- Sí, sólo quiero hacer esto con mi novio, y quiero que seas tú y sólo tú. Te amo.

 

-Te amo infinitamente, Mizuki.

 

Una vez en el departamento del rubio, las atenciones y mimos no se hicieron esperar. Mizuki se levantó y se sentó en el regazo de su ahora novio, quedando de frente. Volvieron a besarse con suma dulzura, sin dejar de acariciar la piel ajena. Aprovecharían lo más posible esas vacaciones.

 

                                                                                  ***

 

Lo que pasó después, consistió en que Kazuno se mudó a Japón, a petición de su novio viviría con él, aunque no estaba del todo seguro sobre eso, pero accedió porque después de todo, amaba a su azabache. A partir de ahora, no dejaría que nada ni nadie lo apartaran de su lado. Estaba consciente de todo lo que les faltaba por vivir, y lo haría encantado a su lado, cualquier dificultad la enfrentarían juntos, y si era algún asunto personal, le apoyaría como su amigo, como su novio. Los sueños no volvieron en ninguna otra noche, sólo cuando sujetaba la mano del ojigris es que veía la felicidad que tanto les había costado conseguir.

 

Los siguientes años estuvieron llenos de felicidad, besos, algunas discusiones y reconciliaciones, nuevos amigos, trabajos, aniversarios. Aniversarios que juntaban más de las tres décadas. Lograron crecer y envejecer juntos. Después de varias vidas, años, problemas, por fin…por fin se habían reencontrado. Tal vez volverían a hacerlo, pues a veces una vida no es suficiente, y quizás en otros sueños y circunstancias, sus almas volverían a estar juntas para amarse como lo habían hecho siempre.

Notas finales:

Y esto es todo. Pueden leer mis otros fics, los que están arrasando xD son:

1. El ser que habita el lago

2. La razón de mi odio

Y una vez más. ¡GRACIAS! Les mando un saludo y espero que tengan un hermoso día o apacible noche ¬w¬ ^^)/


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