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SIN NOMBRE por 691396

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Notas del capitulo:

En este capituo aparece el desencadenante la tragedia ¿Quién será?

 

 

 

Cap. 08

 

 

 

El Bermejo

 

-Mi…Mikoto Uchiha…

Al escuchar esto el azabache sintió rabia y un desgarre increíble en su corazón, casi no pudiéndolo disimular.

-¿Seguro?

Preguntó queriendo que la respuesta fuera “No”.

-Si, se lo escuche decir a Sai, cuando hablaba por teléfono unas veces, decía algo como: “yo acepte no decir nada, así que no se preocupe, nunca nadie sabrá que Mikoto Uchiha, digo su esposa, le fue infiel y me tuvo y si, tranquilícese, aun me ocupare de las empresa de mi “madre” adiós” y eso fue todo lo que escuche, es una lástima, no la conocí; pero me alegra, no quisiera conocer a una persona que engaña a su esposo teniendo a bastardos, pero de todas maneras es mi madre, al menos me hubiera gustado verla, además de conocer más familia, solo conozco a Sai.

Ante lo escuchado el pelinegro quedo perplejo por unos segundos, su expresión se volvió sumamente seria, casi igual a la de su padre.

-Sal de la tina y cámbiate, te esperare en la sala.

Ordenó para irse.

-Está bien.

Respondió el rubio un poco confundido.

Después de que Sasuke saliera de la habitación del menor, se dirigió a la suya, se le veía un poco desesperado.

-¡No puede ser! –Trataba de contener su voz, no quería gritar, pero la rabia se le veía en la cara, esta furibundo -¡¿esa basura es mi hermano?! No, espera un momento, es un medio hermano, no tenemos tanta cercanía, él aun puede ser mi juguete –sonrió –además, fue su culpa que yo me interesara en él –se sentó tratando de calmarse –sí, fue su culpa, por él nuestra madre nos abandonó, le hare pagar –comenzó a reírse –si, le hará pagar, todo es por su culpa, por eso él será mío y no tendrá escapatoria –calló por un momento, tranquilizándose –será todo mío.

-Sasuke! ¿Donde estas?

Llamaba Naruto, después de haberse cambiado.

-Estoy en mi habitación –trato de que su voz sonara lo mas normal posible –ya salgo.

-¿Para qué me necesitabas?

Preguntó el rubio ya habiéndose encontrado con el de cabello azabache, quien le dedico una sonrisa de lado.

-Te llevare a la universidad.

-¿Para qué?

-¿Sai no te dijo? –Recibió una negativa –bueno yo te lo diré, cuando te accidentaste, solo te faltaban dos años para salir de la universidad y antes de que protestes, si podrás, tus recuerdos de… cómo decirlo, “información académica” aun están en tu cabeza, así que no tendrás problemas respecto a eso, así que para comprobarlo, toma –le entrega una hoja de papel –resuelve las preguntas.

-E… Está bien.

Respondió no muy seguro.

 

Poco tiempo después…

 

-Aquí están.

-Vaya, fue rápido, debo admitirlo –tomo la hoja – ¿y qué te pareció? ¿Fácil o difícil?

-Es raro, pero estaba fácil, apenas lo leí mi cabeza comenzó a decir, algo como “esta es así, esta es la respuesta”.

-Me alegro entonces, mi teoría no estaba mal después de todo –se levanta -Ven, revisare esto en el camino.

-Si.

 

Ya llegando a la universidad…

-Hmmm, sorprendente, la mayoría de la respuestas son correctas, si sigues así, te será muy fácil entrar.

-Ya veo –respondió sin mucho animo, comenzando a mirar por la ventana –Sasuke, ¡Mira! ¡Mira! Ese edificio es enorme –se emocionó señalándolo-.

El pelinegro solo soltó una risilla.

-¿De que te ríes?

Pregunto haciendo un puchero.

-Esa es tu universidad.

-¡¡EH!! ¡Es inmensa!

 -Claro –obvió –es la mejor universidad del país ¿que creías? allí solo califican los estudiantes que son realmente buenos.

-¿Enserio yo estudiaré aquí?

-No solo estudiaras, te quedaras aquí, este también es un internado y antes de que preguntes, yo estaré a tu pendiente, ya que yo enseño aquí.

-No lo iba a preguntar; pero ¿acaso ya tienes todo listo?

-Si, solo falta que te presentes con el decano, así que baja del auto y entra al edificio, yo te guiaré.

-Sí.

 

Momentos después…

 

-Esta es la puerta del decano, espero que hayas memorizado el camino, espérame un momento en esas sillas mientras yo hablo con ella.

 

Adentro de la oficina…

-Buenos días directora.

Saludó con una sonrisa reluciente.

-¡Hola Sasuke-kun! ¿Ya trajiste al muchacho?

-Si, ¿Ya está todo listo?

-¡Claro que sí! pero dime, ¿él lo resolvió?

-Si, no demoro casi nada haciéndolo.

-Me parece bien, pero sabes que solo lo puedo poner en tercer semestre ¿no?

-Si, lo sé, así se desarrollara mejor académica y socialmente.

-Respeto tus decisiones, así que ¿qué esperas? hazlo pasar.

-Si, Cachi-chan.

Sonrió para llamar a su rubio.

-Naruto, ya puedes entrar –ordenó viendo como el blondo obedecía –saluda a la directora –volvió a ordenar.

-Buenos días señora.

-Cof, Cof, Cof Señorita.

-Lo lamento –se sonrojó –y un gusto conocerla –sonrió-.

-No te preocupes, el gusto es mío, por favor siéntate, mi nombre es Cachi, Sabaku no cachi.

-Cachi-san.

-Que niño tan simpático –Sonrió, para leer unos documentos en su escritorio –pero bueno –habló después de leer un poco –Según este reporte, ya tienes 18, dime ¿cuando los cumpliste?

-hace algunos meses –hizo memoria –el diez de octubre, pero no lo recuerdo, estaba en coma, para ese momento –soltó como la cosa mas normal del mundo.

-Sí, ya me había enterado, eso explica tu apariencia –le miró examinándole –pero bueno –continuo hablando – ¿sabes lo que vas a estudiar?

-Según las hojas que resolví y lo que me dijeron, algo relacionado con el cuerpo humano.

-Es medicina, en la actualidad ¿Es lo que quieres estudiar?

-Sí, me emociona mucho el hecho de poder salvar vidas.

-Entonces –sonrió mientras se levantaba –Uzumaki Naruto, bienvenido a la universidad de Konoha, es un gusto recibirte de nuevo.

-El gusto es mío.

-Muy bien, las clases empiezan mañana, mandé a llamar a un estudiante, debo decir, el mejor de la clase de dónde vas a estar y mi hijo, su nombre es Sabaku no Gaara, él te mostrara los dormitorios ¡ah! se me olvidaba decirte, el será tú compañero de cuarto.

-Está bien, pero en ¿donde lo encuentro?

-Ha estado esperando fuera de la oficina todo este tiempo ¿no lo viste mientras estabas afuera?

-No lo note –se sonrojó –que vergüenza –Entonces me voy.

-Oye –llamó Sasuke –dile a él, que te diga donde esta mi oficina, por si necesitas algo y no se te olvide tomarte el medicamento, recuerda, es solamente dos días a la semana, preferiblemente los fines de semana.

-Sí, tranquilo –calmó mientras salía –adiós.

Ya estando fuera de la oficina, el rubio miró alrededor, viendo un pelirrojo sentado escuchando música con audífonos y ojos cerrados, Naruto se le acercó un poco para hablarle, pero este ni se inmuto, intentó de nuevo sin ningún resultado por lo que una venita se formó en su frente, el rubio se estaba enojando, así que se le puso enfrente y le lamio la mejilla, el pelirrojo al sentir esto abrió los ojos algo asustado, mostrando unos hermosos ojos aguamarina.

-¡Hasta que al fin! –Exclamó sonriente –enserio que ya me estabas enojando –habló en tono juguetón.

-Eres un… -varias venitas se formaron en el rostro del bermejo, mientras observaba a quien osaba molestarle, para sorprenderse –“es él” –pensó –el de el ascensor ¿pero, cómo? esto es imposible, de todos los lugares en que me lo podía encontrar ¿porque aquí? – seguía perplejo.

-Oye, ¿te sientes bien? –Preguntó el ojiazul, viendo con preocupación las expresiones del otro – Oye –volvió a llamar -.

-¡Ah! Sí, tú eres ¿Uzumaki Naruto?

-Sí.

-Entonces sígueme, te mostraré el campus.

El menor asintió.

Después de decir esto, los chicos recorrieron todo el campus, a Gaara se le notaba algo nervioso, mientras que a naruto se le veía demasiado feliz, era una sonrisa que desde hace 4 años y dos meses no se le veía; maravillando a quien le veía, incluido el bermejo aunque prácticamente este lo ignoraba, solo mostrándole el campus con voz monótona hasta que se hizo tarde.

-Ya es hora de que te lleve al dormitorio –hizo saber el mayor al mirar su reloj.

-Está bien.

 

Ya en el dormitorio…

 

-La cama de la derecha es la tuya, la otra es la mía, y como puedes ver, tus cosas ya están aquí, esa puerta de allí es la del baño.

-Sí respondía distraído, sin dejar de mirar a Gaara, este se le hacia conocido, se sumergió en sus pensamientos, ¿De donde le conocía? Perdido en identificar ese rostro el tiempo se pasó volando, se hizo de noche.

-Por cierto –habló el galeno de nuevo, tratando de evitar la mirada del otro –a mí me toca el primer turno en la ducha, que no se te olvide.

-No te preocupes –desistió de la idea, no era posible conocerlo de antes, después de todo el otro no le dijo nada tampoco -¡Ah! es cierto –recordó ruidosamente –casi se me olvida tomarme el medicamento, sasuke dijo que me lo tomara toda la semana excepto los fines de semana –Habló para si mismo –Gaara me disculpas un momento, tengo que ir al baño –se excusó para dirigirse al nombrado.

-Ve, no importa –dijo en tono hastiado para ahora el perderse en sus pensamientos – ¿no me recuerda? –Pensaba –no lo creo, pero su aptitud… -se mordió el pulgar –además el me lamio la mejilla, cualquier persona no hace eso –susurró –un momento –frunció el ceño –todo este tiempo me ha estado llamando por mi nombre de pila ¿que se cree? cuando salga le reclamaré.

Pasó un momento, cuando al fin Naruto salió del baño, ya se había puesto su pijama, aunque “alguien” había cambiado todo el guardarropas del rubio, dándole un pijama más grande, haciéndolo ver demasiado apetitoso a los ojos de Gaara, que al verlo se le olvido todo lo que estaba pensando.

-¡Uaa! –Bostezó –Buenas noches –saludo para acostarse.

-Oe ¡no te duermas! Oe –suspiró –bueno, yo también tengo que dormir, mañana es día de clases.

 

Momentos después Gaara ya estaba en su cama.

 

-Buenas noches Naruto.

Saludo para cerrar los ojos.

Pasaron algunas horas, cuando un bulto se deslizaba por debajo de las sabanas del bermejo despertándolo.

-¿Pero qué? –Se alarmo viendo algo en su cama -¿qué es esto? –Levantó las sabanas -¡¡NARUTO!! –Gritó, viendo al blondo acostado en sus piernas -¿Qué haces? –Interrogó, no comprendiendo la situación-. 

Por otra parte el rubio no respondía, solo seguía avanzando mientras levantaba la camisa al otro, intentándole quitar la ropa.

-E… Entonces si lo recuerdas –habló Gaara con tono molesto -¡Eres un maldito! –Alzó la voz –bueno, claro que yo no pregunté, pero te todas maneras, yo… -El bermejo estaba confundido, de sus labios solo salían incoherencias, pero pronto estas dejaron de salir, obstaculizadas por los besos del menor, el cual se veía impaciente por comenzar una noche de pasión con su antiguo amante.

Notas finales:

jejeje

Ahora Sasuke ¿Qué harás?


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