“El encuentro entre dos personas, es como el contacto entre dos sustancias químicas; si se produce alguna reacción, las dos sustancias se trasforman”
Trasformación; a Liam le encantaba esa palabra y su significado. Desde que era pequeño siempre esperaba impacientemente el momento en que dejara de ser un niño, para transformarse, crecer y ser alguien completamente distinto. Ser alguien mejor. Lo irónico del asunto era que al crecer realmente no había cambiado mucho; en el fondo seguía siendo la misma persona temerosa e insegura que temía siempre ser rechazado por los demás, aunque de alguna forma que ni el mismo podía ni entender ni a llegar a explicarse, se había trasformado en una persona completamente distinta. ¿Cómo era posible que una persona pudiera ser la misma y al mismo tiempo no? Tal vez eso se debiera a que sus sentimientos y su forma de pensar y ver la vida estaban cambiando lentamente, sin embargo sus demonios seguían ahí, para detener completamente el proceso de su evolución.
Evolución; recientemente aquella palabra estaba siendo de sus favoritas.
Scott había amanecido de nuevo ese día junto a él en su cama; el mayor le había observando detenidamente, con una expresión que podía decirlo todo y nada a la vez. Liam algunas veces se preguntaba si Scott en el fondo realmente lo odiaba. Cuando estaban juntos por las noches todo era perfecto y maravillosos, pero al llegar la mañana, las cosas cambiaban sutilmente de una forma muy dolorosa. Scott siempre lo observaba largo rato sin decir ni una sola palabra, luego le besaba la mejilla, le revolvía los cabellos, y volvía a tratarlo como si nada hubiera pasado en realidad. Jamás hablaba de cómo se sentía. Jamás hablaba sobre su hermana. Jamás hablaba de nada en realidad. Y algunas veces era incomodo. Y en realidad algunas veces lo agradecía. Y algunas veces le molestaba, y otras más le hacían sentirse miserable.
-“Selecciona los pedazos de tú corazón y déjeme mirar adentro. Déjame entrar donde sólo sus pensamientos han estado.”-
El quería saber que pasaba por su cabeza, en que pensaba y que sentía en su corazón. ¿Cómo habían llegado a eso? Se preguntaba a sí mismo. Si se detenía por un segundo para mirar un poco más a tras, no encontraba ninguna respuesta para algo que realmente que cada vez no llegaba a tener ningún sentido. ¿Cómo habían llegado hasta ese punto? No había ni una pizca de sentimiento en aquello que los dos hacían cada noche, sin embargo dejaba una sensación grata de satisfacción el tenerlo sobre su cuerpo amándolo incontables veces.
– “Amando” –
Aquella palabra era otra de las muchas que no tenían sentido para él, porque al final solo se trataba de deseo, de un acto carnal y nada más. Simplemente sexo. Y lo peor es que parecía ya ni importarle el hecho de que había tenido relaciones antes del matrimonio, pero sobre todo, había dejado de pesar sobre su cabeza el simple hecho de que había realizado un acto tan íntimo, con un hombre que ni siquiera le pertenecía.
-“Déjame ocupar tu mente, a medida que tú ocupas la mía”-
Tal vez si hubiera una estrecha relación de tiempo atrás, como de amigos o novios, tal vez lo entendería y pudiera ser más comprensible. Sería mucho más congruente de esa forma que el deseo o la pasión pesara sobre sus acciones y nublaran su buen juicio; pero para empezar, los dos no tenían ningún tipo de relación afectiva ni nada de eso.
- Y jamás la tendrían–
Eso que habían hecho, solamente era algo meramente físico y aun así lo había disfrutado como nunca. ¿En qué momento se había convertido en una persona tan inmoral? Se preguntó mientras miraba por la ventana.
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Scott toco la puerta de su habitación antes de entrar. A pesar de las cosas que hacían, el seguía comportándose de esa forma tan correcta, incluso cuando estaban solos.
¿Debería molestarle que en realidad no significara nada para él?
-Liam, tú padre me ha hablado hace un momento a mi móvil. Al parecer su vuelo se ha adelantado y quiere que vaya por ellos al aeropuerto. – Explicó el mayor, suspirando después con algo de pesar – Allison también viene con ellos. –
-¿Puedo preguntar por qué esa reacción? – Sonrió incomodo. Scott entro a su habitación y se sentó sobre su cama, sin quitarle la vista de encima – No te lo había dicho antes, pero Allison sabe sobre esto. –El mayor se rasco la nuca con un sentimiento de incomodidad -Bueno, sabe que lo hemos hecho una vez –El menor casi enseguida sintió su corazón palpitar con fuerza del miedo y la impresión -
-¿Qué? ¿Cómo que lo sabe? ¿Por qué se lo dijiste?
-Yo no se lo dije, ella lo vio todo. - Aclaró - Aquella noche cuando la descubrí con su amante, ella vio cuando te bese y de todas formas le dio igual. Al otro día cuando regrese, discutimos y ella se fue. Me dijo que se iría a Nueva York por un tiempo con su amante – sonrió sarcástico – Estudiaría artes escénicas, como si no fuera suficiente con lo que sabe ya. –Liam estuvo tentado a tocarlo para reconfortarlo un poco, pero se abstuvo de hacerlocuando vio la expresión que había en su rostro, sintiendo un fuerte pinchazo en su pecho. –
-Parece que te mintió, y en realidad fue a parís con la tía Kate.
-“Tú corazón es un desastre, pero no vas a admitir que no tiene ningún sentido”-
-Pues para variar, al parecer así lo hizo. –El rubio bajo la mirada mordiéndose los labios. El hizo un pausa, acariciándole lentamente el contorno de su rostro con la yemas de sus dedos –Liam, yo no puedo soportar más el estar cerca de ella. No la odio, tampoco la amo, pero no puedo irme – dijo mirándole intensamente a los ojos – al menos no sabiendo que aquí dejo algo muy importante. –Liam cerró los ojos abrazando fuertemente al mayor. ¿Qué era aquello importante que dejaba? ¿Era acaso él? No… No podía ser él, porque él no le importaba en realidad. No lo amaba. No había nada más allá de lo físico entre ambos. ¿Entonces qué? -
-Se te hará tarde, mejor vete ya – Liam se separo lentamente del mayor, alejándose algunos cuantos pasos de él –
-Liam…
-Lo entiendo – dijo - Aunque no ames ni odies a mi hermana, estás casado con ella; no hace mucho a decir verdad. Sería muy vergonzoso el divorciarse cuando no hace ni más de un mes que ambos se casaron, ¿verdad?
-Liam, no es por eso. En realidad es por algo más importante.
-Está bien, no hace falta que me des explicaciones de eso. Supongo que esto que hacemos, no podemos continuarlo ahora. – Sonrió lentamente dándole la espalda –
-Sí. Sería lo mejor. A partir de ahora, solo seremos amigos.
Liam sonrió de medio lado, aunque en el fondo de su ser quería reír y luego tirarse a llorar como un niño pequeño. Existen muchos términos para definir la amistad, de hecho si ahora mismo lo pensaba, encontraba divertido descubrir que lo que eran ellos en realidad.
-“Amigos con derechos”–
¿Con derecho a que, exactamente? Bueno eso no importaba ya.
¿Porque no continuar entonces con aquel juego y con las innumerables mentiras que cada vez más se iban sumando a su extraña relación?
-Si, por mi está bien. Amigos entonces.
-“Pero estoy desesperado para conectar. Y tú… No puedes vivir así.”-
En una situación ideal al final de todo camino, nuestro corazón seguiría intacto y sin ninguna herida, pero los ideales no son más que vagas ilusiones que tratan de evadir la realidad. Era más normal entonces que ante aquella situación, su corazón resultara con una pequeña cicatriz. Pero no tenia porque preocuparse, las cicatrices de cada persona pueden llegar a sanarse con algo de tiempo.
¿Pero cuánto tiempo era necesario?
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Peter no dejaba de dar vueltas por el living impacientando a Derek, que lo miraba alzando una ceja, en espera de aquello que fuera a decirle el mayor, lo dijera ya, para poder ir a su primera cita con Stiles, antes de que se hiciera tarde y llegara impuntual. Pero el mayor no decía nada, simplemente balbuceaban algunas cosas que no entendía y seguía con su andar de un lado a otro, poniéndolo de nervios.
-¿Peter, quieres decirme lo que está pasando? – pregunto impaciente Cora, cruzándose de brazos. El mayor se detuvo al fin, girando hacia ella –
-Es Kate – dijo poniéndose muy serio – Kate Argent acaba de regresar a Beacon Hills. – Suspiro – Chris me acaba de hablar para informarme de ello, y no solo ella. - Isaac que se encontraba también ahí, bajo la cabeza y soltó un suspiro con pesadez –
-Braeden me mando un mensaje hace un momento. Ella dice que piensa pasar unos días de descanso contigo, Derek. Y dudo realmente que sea para descansar precisamente –El mencionado chasqueo con la lengua, antes de fruncir más el entrecejo –
-Parece entonces que tendremos algunos problemas.
-No en realidad – Hablo el ojiverde – Debí haber hecho esto antes, pero en realidad el que regrese ahora Braeden, no cambiará nada. Stiles y yo vamos a comprometernos, y sucesivamente nos casaremos como lo hemos planeado, y nada ni nadie va impedirlo. – Dijo muy seguro –
-Espero que así sea –Musito Peter, sin perder la seriedad en su semblante -
-No siento ya nada por ella.
-Lo sé, no hace falta que lo digas. – Suspiro - Desde el principio siempre supe que no sentías nada en especial por ella. – Alzo sus manos – solo era algo físico. ¿No es así?
-¡De verdad Derek, algunas veces eres bastante trasparente! ¿Cómo es que tú mismo no te das cuenta de lo que sientes? –Pregunto esta vez Cora. Isaac a su lado asintió lentamente con la cabeza –
-Espera un momento… ¿Acaso ustedes?
-El problema que encuentro con el que tanto Braeden, como Kate Argent estén de regreso, es que las dos pongan a sus cerebros a pensar y se topen con los verdaderos motivos por los cuales piensas casarte con Stiles.- Dijo interrumpiendo a propósito lo que el menor iba a preguntarles -Ciertamente no les será muy difícil llegar a la misma conclusión; ambas son muy listas y demasiado astutas como para no descubrirlo. Además de que los motivos son demasiado evidentes. Tendrás que ser muy convincente con ambas, si no quieres que echen a bajo todos tus planes. –Derek resoplo mientras veía el reloj que colgaba de la pared de la sala, poniéndose de pie, tomando su chaqueta de piel y encaminándose hacia afuera –
-¿A dónde vas a hora?
-Si tengo que ser convincente – dijo con una media sonrisa – Debo comenzar no llegando tarde a mi cita con mi novio. Eso no sería muy cortes de mi parte.
-Me parece convincente – Expreso Peter sonriendo divertido – ¡Ah, este chico por fin está haciendo las cosas correctamente! Ahora solo debemos ocuparnos de los asuntos que aún están pendientes. Como por ejemplo encargarnos de que Braeden y Kate Argent no lo arruinen de nuevo. Eso no nos dejaría en muy buenos términos con el alguacil.
-Parece que ya está empezando a descubrir sus sentimientos. –Cora puso mal semblante, arrugando su frente –
-Por favor Cora, ten un poco mas de confianza. Ya hablamos sobre esto. ¿No es así, Isaac? –El mencionado se alzo de hombros, desviando la mirada hacia otra parte –
-Supongo que yo también tendré que esforzarme más.
-Siempre hay algunos inconvenientes, pero aun eres demasiado joven, seguramente con un poco más de esfuerzo lo lograras esta vez. –Malia que acaba de entrar a la sala, se recargo en el marco de madera de la puerta, sonriendo de medio lado al escuchar lo último que había dicho su padre, moviendo la cabeza de un lado a otro. –
-¿Así que a final de cuentas no pudiste hacerle un hijo a Allison Argent? – Pregunto mordaz – Te dije que no era buena idea beber demasiado. ¿Ahora qué piensas hacer? –Isaac le sonrió de vuelta, despeinando un poco sus cabellos –
-Lo que sea necesario. – Respondió poniéndose serio - Sacando a la perfecta Allison de la jugada, tendremos espacio suficiente para poder movernos nosotros sin preocupaciones.
-Solo restaría hacer algo con respecto a Liam – Menciono Cora –
-¿Algo como qué? – Pregunto Peter – Liam aun es muy joven. Christopher jamás permitiría que su hijo se casara a temprana edad, y mucho menos para retener Nemeton. El no es así.
-No. El no es como el resto de su familia, pero no podría decir lo mismo de Victoria. Ella al igual que el resto de los Argent, estaría dispuesta a hacer lo que fuera por no perder, igual que nosotros. Aunque nuestros motivos son más personales.
-Bueno, supongo que tendremos que hacer que el despechado de Scott McCall se enrede con él, y asunto arreglado. –Hablo tranquilamente Malia – Afortunadamente los Lahey son una familia de renombre a diferencia de los McCall. – Menciono viendo de soslayo al ojiverde – Si llegara a tener un hijo contigo, no habría forma de negarse a darle tu apellido. Y ya que Liam es hombre y jamás podrá tener por su propia cuenta un bebe, creo que sería buena idea que de pronto terminara enamorándose de Scott.
-¿Crees que eso pueda ser posible? –Cuestiono Cora cruzándose de brazos –
-Por supuesto – dijo muy segura - Scott siempre es demasiado blando con Liam.
-¿A qué te refieres?
-Scott tiene una extraña manera de demostrar su cariño hacia las personas que le importan, como con Stiles, con el que casi siempre se la pasa jugando y haciendo insinuaciones que no pasan de ser solo un juego, pero con Liam es diferente. A él siempre parece estarlo cuidando y protegiendo de todos a cada momento, incluso desde mucho antes de comenzar a salir con Allison. Realmente no me extrañaría si inconscientemente sintiera algo especial por el chico. En cuanto a Liam, el sería mucho más fácil de manipular que Scott; solo tendría que insinuarle sutilmente ciertas cosas y caería. Sobre todo teniendo en cuenta lo que Stiles me menciono el otro día. Al parecer el chico Argent está interesado en Scott, así que las cosas podrían darse fácilmente entre ellos dos.
-Pues entonces tenemos que comenzar a actuar cuanto antes, o si no perderemos la ventaja en este juego.
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“Ponemos más interés en hacer creer a los demás que somos felices, que en tratar de serlo.”
Para M. Stilinski de parte de un observador:
Recuerdo perfectamente la primera vez en que te vi, y créeme que no miento ni exagero, cuando te digo que eres de las pocas personas que se ven realmente lindas cuando están llorando. Aunque por supuesto, el verte llorar no es de mis cosas favoritas. Seguramente ahora mismo te estarás preguntando cómo se eso, mientras elevas tus cejas y haces una extraña mueca con tus labios. Pero descuida, te daré una pequeña pista para que busques en tu memoria y encuentres así la respuesta que buscas.
¿Recuerdas aquella vez cuando te sorprendió repentinamente la lluvia a finales de octubre?
Aquella tarde fue la primera vez que ti, aunque por supuesto tú no lo notaste, porque la fría lluvia que empañaba tus ojos mientras enjuagaba tus lágrimas, y ocultaba con ello parte del sufrimiento que había en tu ser, no te permitía ver nada más allá que el dolor que había en tu corazón. Aunque para serte honesto, por alguna razón que ni yo mismo me puedo llegar a explicar hasta este momento, deseaba poder haber sido yo quien lo hiciera, y que con un abrazo te trasmitiera todo el calor que seguramente tú necesitabas en aquel momento. Quería poder acercarme a ti y decirte que todo estaría bien, y que sin importar cuánto sufrieras, y que sin importar que tan grande fuera la herida que había en tu corazón,está algún día sanaría y que volverías a sonreír otra vez. Pero entonces tú no me conocías, no yo tampoco. Aunque decir eso, es en parte una mentira, porque aún ni tú me conoces, ni yo lo hago.
Pero, ¿Crees que algún día podremos llegar a conocernos?
La verdad es que es bastante extraño el sentimiento que despiertas en mi cuando te veo. Siento repentinamente una necesidad de saber más, y al mismo tiempo me rehúso a mí mismo a querer saberlo. ¿Por qué los motivos que hay en el corazón son tan caprichosos?
Quisiera poder descubrir eso, y lo que hay en tu cabeza cuando callas.
¿En qué piensas cuando miras distraídamente por la ventana?
Como seguramente te has dado cuenta, no soy muy bueno con las palabras, pero tratare de esforzarme un poco más todos los días, teniendo en mente que al menos con mis aburridas cartas puedo distraerte un poco, y adornar tus labios con una pequeña sonrisa. No lo tomes como una amenaza, pero asegúrate de checar mejor tus cosas de ahora en adelante, porque cada vez que te sientas triste, te llegara una carta que te alegre aunque sea un poco el día.
¿Qué cómo lo sabré?
Bueno, ese es un pequeño secreto que no pienso revelarte…
Al menos no por ahora.
Se despide de ti, un humilde observador.
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Stiles sonreía felizmente al terminar de leer aquella carta, que misteriosamente había aparecido dentro de su mochila. Aunque no había que esforzarse mucho pensando, para saber quién la había escrito.
-Pareces muy feliz el día de hoy, Stiles –Scott tomo asiento frente de él, por lo que se apresuró a guardar rápidamente aquella carta dentro del bolsillo de sus pantalones. Enseguida el pelinegro enarco una ceja y frunció el ceño, recostándose después sobre su escritorio sin despegar la vista de él. Stiles de pronto se sintió un poco abrumado por aquella intensa mirada que parecía poder atravesarlo. –
-Scott, ¿Quieres dejar de verme de esa manera? Me siento de pronto un poco intimidado – El moreno enarco un ceja ante lo dicho, abriendo la boca con sorpresa –
-¿Intimidado? ¿Por mí? – pregunto sorprendido –
-Sí. No sé si te hayas dado cuenta amigo, pero últimamente la expresión que tienes todo el tiempo en tu rostro es bastante aterradora e intimidante. ¿Sabes? Comienzas a preocuparme un poco, porque que yo recuerde, antes no eras así. Recuerdo que antes te la pasabas todo el tiempo con tu cara de enamorado y ahora luces bastante diferente – Scott soltó un bufido de indignación –
-Las personas cambian Stiles.
-¡Y que lo digas hermano! Comienzo a creer que eso del matrimonio no es nada fácil, porque no llevas ni un mes de casado y ya andas con un humor insoportable todo el día. ¿Acaso tienes problemas con Allison o algo así?
-Sí, algo así, pero ya no importa – Stiles hizo una mueca volviendo a lo suyo, cosa que por alguna razón molesto al pelinegro, quien casi enseguida frunció el entrecejo -
-Stiles, si supieras que el matrimonio no es lo mejor que te puede pasar en la vida, ¿Aun así te casarías con Derek? – El castaño termino de meter sus cosas dentro de su mochila, antes de responderle –
-Por supuesto.
-Lo dices sin siquiera pensarlo Stiles.
-No Scott, lo he pensado ya muchas veces, y aun así me casaría con Derek.
-¿Tanto así lo amas, que te casarías con él sin importar si al final resulta no ser lo mejor? – Stiles ladeo un poco su cabeza sonriendo de medio lado, con una expresión tranquila –
-Eso no lo sabré hasta que me case, Scott. Y aunque resulte ser, que no todo sea bueno, deberé ser fuerte y sobrellevarlo, porque el matrimonio no solo se trata solamente de ser feliz en los buenos momentos, sino de estar juntos también en los malos. –Scott sonrió irónico, mientras le acariciaba la mejilla –
-Has cambiado mucho Stiles. De alguna forma te has hecho más fuerte, y ya ni siquiera tienes que hacer uso del sarcasmo para lograrlo.
-No había notado eso, pero ya que lo mencionas, tienes razón. Ahora me siento más fuerte para afrontar cualquier cosa, porque tengo a Derek a mi lado. Él es mi fortaleza.
-Ya veo. –El moreno bajo la mirada ocultando la tristeza que había en sus ojos. Stiles cada vez era menos suyo y más de Derek. Y cada día que pasaba parecía ser mucho más feliz que antes, mientras que él no podía ser más desdichado -
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-“Tú has perdido” (Demasiado amor) Por el miedo, la duda y la desconfianza”-
Scott no podía ser capaz de ocultar el desagrado que sentía por su esposa al estar a solas con ella, del mismo modo que Allison no podía ocultar de su rostro la inconformidad que sentía de estar casada con alguien que no la amaba, y que además ella tampoco quería. Los días pasaban y aquella brecha que había entre los dos crecía a pasos agigantados, sin que hubiera alguna forma de poderlo evitar. Scott simplemente había decidido no hacerlo, a pesar de que lo que había hablado con Stiles. Ya ni siquiera había entre ellos un saludo cordial, ni un frío beso de buenas noches antes de ir a dormir; y cada vez aumentaban más los días en que Scott deseaba que Allison se fugara con su amante y no regresara nunca. Era demasiado duro vivir de esa manera, deseando que de alguna forma u otra terminara de una vez su relación, para no estar más juntos.
-“No es suficiente”-
¿Cómo habían llegado a eso? ¿En qué momento habían cambiado tanto las cosas?
Recientemente Scott no dejaba de preguntarse cada que se miraba al espejo, a donde había quedado su sonrisa, su alegría y su amor por su esposa. Otras veces sin embargo, se preguntaba si realmente alguna vez la amó, o si solo sintió por Allison algún otro sentimiento que en algún momento se maquillo de amor para engañarlo.
-No, para engañarte –
¿Cómo no se había dado cuenta que Allison realmente no la amaba? ¿Cómo es que jamás había notado realmente sus sentimientos por Stiles? ¿Cómo es que había llegado hasta ese punto, donde simplemente le daba ya igual ver a su esposa en brazos de otro hombre? El moreno resoplo aburrido. Ahora entendía porque Allison no había hecho nada cuando lo vio besándose con su hermano. Lo único que los dos tenían en común aparte de ser unos egoístas, era la mutua indiferencia que ambos sentían el uno por el otro.
-“Tú has tirado lejos la llave”- (De tu corazón)
Scott llego aparentemente calmado a la residencia Argent, aunque por dentro sentía un mar de emociones distintas destruyéndolo lentamente; Liam al verlo en ese estado de tan mal humor, simplemente resoplo mientras se hacía a un lado, para que su buen amigo se sentara junto a él en un cómodo sofá color marrón. El rubio lo miro de soslayo sin decir ni una sola palabra, mientras pretendía que prestaba atención a la insulsa programación de la televisión, mientras que Scott sonría apenas visiblemente, agradecido por el gesto tan amble del pequeño. Los minutos siguieron pasando envolviendo a ambos en un incomodo silencio, que se acentuaba aun más con forme el tiempo seguía trascurriendo, y el reducido espacio entre los dos se llenaba con cada segundo, con los molestos e incesantes sonidos del tic tac del reloj que colgaba de la pared.
Liam apago el televisor y se giro lentamente hacia el mayor, rascándose con incomodidad y nerviosismo la nuca. Trago duro y humedeció con la punta de su lengua sus labios resecos. Se sentía tan nervioso, como si fuera la primera vez que estuvieran los dos solos, lo cual le resultaba demasiado extraño –
-“Tú no te quemas (Porque nada se interpone a través) Esto hace que sea más fácil”-
-¿Necesitas un abrazo ahora? – Pregunto repentinamente el menor haciendo que Scott alzara la vista para observarlo unos segundos, antes de asentir y negar con la cabeza, confundiendo un poco al menor. Scott sonrió por un momento, mientras recargaba su cabeza sobre el hombro del rubio. Suspiro y jugó un momento con los cabellos dorados de Liam antes de comenzar hablar; perdiéndose por un momento entre los patrones complejos del papel tapiz de aquella casa tan antigua –
-“Más fácil para ti”-
- Liam, como tú amigo me gustaría mucho ahora mismo que pudieras darme abrazo que pudiera reconfortarme un poco; y tal vez también recibir algunas palabras de aliento de tu parte me serian muy útiles, aunque fueran mentiras. – dijo inclinando un poco la cabeza - pero como hombre, necesito algo más que solo eso para cubrir aunque sea solo por un momento esta horrible soledad que siento aquí dentro de mi corazón – Scott mordió su mano, antes de comenzar a sollozar en silencio por algunos minutos, mientras que el menor veía aquella escena sin poder evitar sentirse un poco impotente, por no poder hacer nada para aliviar la tristeza y soledad de su amigo –Stiles… Stiles mi mejor amigo, mi hermano, la persona de la que siempre estuve enamorado sin darme cuenta, esta vez… esta vez no sé si realmente pueda hacer algo para que él venga a mí como lo hacía antes. El va a casarse con alguien que lo alejara de mí para siempre, mientras que yo estoy aquí atado a un mujer a la que al parecer jamás he amado, ni ella me ama realmente. Liam, estoy destrozado y no sé qué hacer para calmar todo el dolor que siento aquí dentro – Sollozo el pelinegro mientras se aferraba con fuerza de la playera a rayas del rubio. Liam abrazo a Scott recargando su barbilla en la cabeza del otro, mientras temblaba imperceptiblemente en silencio. Aquella confesión le había tomado completamente por sorpresa, y no sabía que decir. –
-Scott… Tú… ¿Tú siempre has estado enamorado de Stiles y jamás te diste cuenta de ello?
-“Pero mucho más difícil para mí, para hacerte ver...
-Sí, es lo que más me entristece - Dijo entre sollozos – siempre confundí mi amor por Stiles con amistad, y más tarde camuflaje lo que sentía con hermandad, y jamás me di cuenta de lo que realmente sentía por él. Aunque algunas veces decía cosas al respecto, era todo siempre en broma, sin darme cuenta que inconscientemente era lo que en realidad yo quería decir. Y ahora que ya es tarde, no puedo dejarlo ir con otra persona – sonrió entre lagrimas - ¿Demasiado egoísta verdad? Pero ya sabes cómo soy yo, debes sentirte muy decepcionado de mi, ¿Verdad Liam? – El rubio sonrió mientras lo abrazaba más fuerte –
-“El amor no es justo. Así que ahí lo tienes mi amor.”
-No me decepcionas Scott. Al contrario, creo que estoy agradecido porque me hayas mostrado esta parte de ti. De verdad gracias por confiar en mí, como para decirme lo que sientes en realidad en tu corazón. – sonrió de medio lado – De alguna manera, se lo que sientes ahora mismo. –Scott soltó una risa que sonó un poco forzada, mientras rodeaba con sus brazos el cuello del menor, dejando caer todo su peso sobre él, quedando ambos recostados sobre el reducido sofá. –
-“Tu corazón es un desastre, pero no vas a admitir que no tiene ningún sentido. Pero estoy desesperado para conectar. Y tú, tú no puedes vivir así.”-
Ambos se miraron a los ojos, y al instante ambos supieron sin necesidad de palabras lo que vendría a continuación. Había pasado tantas veces antes, pero esta vez había algo que era distinto. Los besos eran más cortos y menos hambrientos, pero aun así necesitados de afecto. Las caricias suaves, cálidas y electrizantes, y los latidos de sus corazones eran cada vez más erráticos. Sin lugar a dudas ambos amantes podían sentir la pasión del otro, pero también había algo más que ninguno de los dos podía llegar a identificar en ese momento. O tal vez si –
-“El amor es seguro que no te duela si te quedas casto"-
-"Así que tú puedes esperar" -
-"Pero no voy a perder mi amor” -
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Los días pasaban demasiado deprisa últimamente sin que él lo notara, y del mismo modo sin ser del todo consiente, el dolor que había en su corazón iba desapareciendo, siendo remplazado poco a poco por una dulce y agradable calidez, que le hacía sonreír a todas horas como un tonto. Stiles miraba por la ventana a su padre, que de un tiempo a la fecha le había dado por plantar alelíes blancos y de color amarillo en su tiempo libre, y que los cuidaba con una infinita paciencia y amor. El castaño suspiro con tristeza, su padre seguramente debía sentirse muy solo a pesar de que recientemente no borraba bajo ninguna circunstancia, la enorme sonrisa que había en sus labios.
Stiles se sentía algunas veces como el peor hijo y el mayor mentiroso del mundo, y otras simplemente se olvidaba que estaba viviendo una completa mentira.
Una mentira que últimamente lo hacía muy feliz.
-Pronto anunciaremos oficialmente nuestro compromiso ante la sociedad – Hablo casualmente Derek, hojeando distraídamente un libro que tenía sobre su regazo – y sé que debes estar muy nervioso, porque últimamente he notado que comes un poco más de la cuenta – El castaño afilo sus ojos color miel, girándose lentamente hacia el ojiverde – y no es que no me haría sentirme menos preocupado si ganaras algo más de peso, pero la fiesta de compromiso es a finales de mes, y si engordas mucho, no creo que tengamos tiempo para comprar otro traje. –Stiles soltó otro suspiro, mientras negaba lentamente con su cabeza. Algunas veces las cosas que hacía o decía Derek sin nada de tacto, le molestaban mucho, al grado de querer gritarle o decirle algo sarcástico, pero no podía. Recientemente había notado que había dejado de ser sarcástico todo el tiempo, incluso Scott se lo había mencionado. Anteriormente, usaba el sarcasmo como la única arma que tenía para defenderse de las demás personas y para también, de algún modo no sentirse tan indefenso y desprotegido. Pero teniendo a Derek de su lado, sentía que ya no hacía falta que fuera el chico sarcástico y contestón de siempre. Mientras Derek estuviera ahí con él, estaba seguro. ¿Pero qué pasaría cuando ya no lo estuviera? ¿Podría soportar ser débil nuevamente? –Stiles, ¿Te pasa algo?
El castaño sonrió antes de ir a abrazar con todas sus fuerzas al ojiverde, que simplemente se dejó hacer sin ningún problema. Sucedía que recientemente su día comenzaba con un fuerte abrazo de su chico, y terminaba con otro en la noche cuando ambos se despedían. Sonrió repentinamente cuando sintió la nariz del menor rozar su cuello, apegándose más hacia él. Las ganas de tocarlo no habían disminuido a pesar de los besos y las caricias, muy al contrario, cada día aumentaban más. Y cada vez sentía la necesidad de tocarlo y sentirlo más que antes. A pesar de que jamás se había sentido atraído por ningún otro hombre, no sentía ninguna aversión hacia el pálido chico, y de hecho ni siquiera notaba la diferencia que había entre Stiles y sus anteriores parejas, y no es que ignorara que había muchas diferencias físicas en realidad. Pero su forma física, es decir, su cuerpo, en ningún momento le parecía un problema a pesar de tratarse de un hombre. Al besarlo y tocarlo simplemente sentía y no pensaba en nada más, que en las gratas sensaciones que le hacía sentir a su corazón. Lo demás simplemente no le interesaba, lo cual parecía algo curioso.
-¿Realmente piensas que me estoy poniendo gordo? – Pregunto infantilmente el menor haciéndole sonreír. Le gustaba cuando Stiles se comportaba de esa manera con él, como si todavía fuese un niño. Aunque ciertamente el castaño ya era mayor de edad, seguía siendo algo ingenuo, torpe y también un poco despistado. Pero lo que más le gustaba de esa actitud, era que solamente la mostraba frente a él, porque ante los demás, Stiles demostraba siempre ser alguien inteligente y decidido, que sonreía a toda costa, mostrando de esa manera su fortaleza; pero jamás les mostraba a otros esa parte insegura de sí mismo. Lo cual apreciaba mucho, porque aquello quería decir que confiaba plenamente en él, y eso le hacía sentir importante y orgulloso –
-¿No me escuchaste, verdad? Dije que no me molestaría que ganaras algo más de peso. Eres muy delgado y eso me preocupa un poco, pero si subes mucho de peso y al final termina no quedándote bien el traje que compramos, seguramente tu amiga Lydia no dudara en decir bastante al respecto. –Stiles sonrió divertido imaginando la cara que pondría Lydia si eso pasara. Ya podía imaginarse también las cosas que le diría; incluso hasta podría imaginar a Jackson dando su opinión al respecto. –
-Tienes razón. Lydia y Jackson seguramente se pondrían a regañarme si eso pasara.
-¿Estas muy nervioso? –Pregunto amablemente el mayor –
-Por supuesto que lo estoy, pero también estoy bastante preocupado por mi padre. – Bajo la cabeza – Soy su única familia, y cuando nos casemos el seguramente se sentirá muy solo. –Derek tomo su mano derecha, proporcionándole una sutil caricia en el dorso –
-Sobre eso – aclaro su garganta y desvió un poco su mirada, llevándola hacia su escritorio – Hable con Cora sobre este asunto, y ella al igual que Peter, están de acuerdo en que yo, quiero decir, que nosotros vivamos aquí en esta casa.- Hizo una pausa – No es lo más común, ya que se supone que una pareja casada busca hacer su vida lejos de la familia, pero John es tu única familia y sé que es muy importante para ti, por eso… -Stiles tomo entre sus manos el rostro del ojiverde, parándose de puntitas para darle un fugaz beso en los labios, antes de sonreírle y abrazarle con más fuerza -
-¡Gracias Derek!, ¡No sabes lo importante que es para mí que hayas pensado en eso! –El mayor contuvo apenas la sonrisa, antes de abrazarle también –
-Espero que eso te tranquilice un poco.
-En realidad me ha tranquilizado mucho. Y descuida, ahora que ya has quitado la mayor parte de mis preocupaciones de mis delgados y frágiles hombros, puedes estar seguro que no engordare mucho antes de nuestro compromiso formal. Es más, creo que iré nuevamente a los entrenamientos de lacrosse del entrenador Finstock. – Ante lo dicho, Derek no pudo evitar emitir un gruñido –
-Creí que ya no jugabas lacrosse desde la secundaria.
-Sí, es verdad, pero Scott me dijo que esta temporada hay muchas bajas por lesión, y que eso podría perjudicar al equipo. Además, ¡No podrás negar que hacer un poco de ejercicio me vendría bien! – Dijo mientras palpaba graciosamente su estómago –
-No creo que te haga falta, te repito que yo creo que estas muy bien así. Pero si eso te hace feliz a ti, entonces supongo que está bien. –Stiles asintió, hablando después tímidamente -
-El otro día sin querer vi una foto de una de tus anteriores novias, y no pude dejar de pensar que comparado con ellas, no tengo mucho por lo cual tú te puedas sentir atraído por mí. Aparte de que también está el hecho de que yo soy hombre. – Suspiro - yo sé que tal vez no tenga mucha importancia para ti, ya que no es precisamente porque realmente estés enamorado de mí, por lo cual vamos a casarnos, pero al menos quiero verme un poco mejor en nuestro compromiso, y el día de nuestra boda.- Al terminar de decir eso, el menor bajo la cara sintiéndose bastante apenado por tener que haber hecho aquella confesión, mientras que Derek sentía una mezcla de emociones distintas danzar en su estómago -
-Stiles, no vuelvas a decir algo como eso. Y tampoco quiero que vuelvas a mirar ninguna de esas viejas fotografías. – El mayor le acaricio dulcemente la mejilla y le miro a los ojos - Es verdad que no puedes compararte con ninguna de mis anteriores novias, porque tú sin duda eres mejor que ellas. Que la mayoría al menos. -Hizo una pausa - ¿Sabes?, Hubo alguien a quien de verdad quise mucho, pero esa persona ya no está aquí, y tu si lo estas. – hizo otra breve pausa para apegarlo a su pecho, haciendo que escuchara su palpitar - Escucha Stiles, tú vas a ser mi esposo y eso es lo más importante. No importa quien fue primero, lo importante es que tú vas a ser el último. Y en cuanto a tu físico, yo creo que es perfecto para mí. Ambos combinamos bien de ese modo. – Sonrió – pero como dije, si ir a los entrenamientos con Scott te hace feliz... –El castaño alzo una ceja sonriendo poco después divertido –
-Por favor, no es como si solamente estuviéramos solo los dos. - Dijo interrumpiéndolo - Te aseguro que aparte del entrenador, hay muchas más personas. Además – bajo la voz - sabes perfectamente que Scott está casado y vive muy feliz con Allison, y yo te tengo a ti. Jamás te traicionaría, no ahora.
– “No sabiendo lo que hay en mi corazón” –