Residencia Argent.
Christopher Argent se encontraba bastante preocupado por la relación tan tensa que mantenían su hija y Scott de un tiempo a la fecha, pues había notado como recientemente entre ellos dos lentamente había cierto distanciamiento, que cada día se podía hacer más que evidente. El rubio frunció el entrecejo; ahí estaba pasando algo de lo que él no estaba enterado, se dijo poniendo en su rostro una expresión de preocupación, pues no se le había pasado por alto que su hija se había marchado a Francia con su hermana Kate, cuando no tenía ni una semana de casada, alegando que la extrañaba mucho y que estaba preocupada por ella porque no había asistido a su boda.
Chris pensó en su momento de manera comprensible y por ello no dijo nada al respecto, porque conocía de antemano la relación tan cercana que ambas tenían, pero al estar de regreso no pudo evitar darse cuenta que Allison estaba actuando de una manera indiferente aunque sutil, con Scott, y que este a su vez también parecía ignorarle e incluso hasta actuar de una forma incomoda estando con ella, mostrando incluso algo de recelo y molestia de estar a su lado. Sin embargo hasta el momento ni Scott ni ella habían hablado con él para decirles nada al respecto de su situación.
Chris soltó lentamente un fuerte suspiro lleno de cansancio, al tiempo que se masajeaba el puente de la nariz, y se asomaba por la ventana. Scott se encontraba en ese momento sentado en uno de los bancos de madera que se encontraban el jardín trasero, mientras leía tranquilamente un libro teniendo a su lado a Liam, quien al parecer se encontraba hablándole de algo muy gracioso, porque el moreno sonreía ante sus palabras de manera relajada. Últimamente le parecía que Scott era mucho más feliz al estar junto a su hijo menor, que junto Allison; y ella a su vez parecía también disfrutar más salir con sus amigas, que pasar tiempo con su esposo.
Tal vez se estaba adelantando a los hechos. Tal vez solamente ellos habían tenido una simple pelea y por ello se habían distanciado un poco, aunque no creía que solamente se tratara de eso, porque el distanciamiento cada vez se estaba haciendo más prolongado y más fácil de notar. Pero lo que le preocupaba a Chris en ese momento no era que su hija le dijese que ya no pensaba continuar con su matrimonio con Scott, pues siendo honesto consigo mismo, jamás creyó que el matrimonio tan apresurado que habían decidido tener los dos menores, fuera a funcionar realmente a largo plazo; lo que realmente si le preocupaba en ese momento, era que tanto su hija como Scott terminaran en muy malos términos y que de alguna forma, eso afectara a la relación de amistad que mantenían Liam y Scott, pues sabía que los sentimientos de su hijo eran tan frágiles que podían ser fácilmente lastimados, y eso es lo que menos quería.
Tal vez estaba siendo un poco cruel y egoísta al no pensar en los sentimientos de Allison, con respecto a lo que estaba sucediendo con su relación, pero sabía de antemano que ella podía manejar muy bien las cosas por sí misma, porque ella siempre había sido una chica fuerte como su hermana y su esposa Victoria, pero Liam en cambio era más sentimental y sensible, además de que siempre fue un chico inseguro y con poca autoestima, que siempre había tenido problemas para hacer amigos; por ello si de un día para otro su amistad con Scott se veía perdida por culpa de Allison, seguramente su hijo sufriría mucho por ello.
El rubio soltó un largo suspiro llevando ambas manos hacia su cabello despeinando un poco. A pesar de que a sus dos hijos los amaba mucho, no podía negarse a sí mismo que tenía mayor preferencia por Liam, y que casi siempre a todas horas estaba más preocupado por él, que por Allison. Eso lo hacía sentirse como un mal padre, pero no podía evitarlo.
-¿Qué se supone que debo hacer al respecto? - Se preguntó el hombre rubio a sí mismo, antes de escuchar como alguien llamaba a la puerta. Segundos después y sin esperar siquiera a obtener una respuesta, Kate entro hecha una furia a su estudio privado, mostrándole a la cara la invitación de compromiso que les habían hecho llegar esa misma mañana Derek Hale, tal y como le había prometido hacer. Kate tenía el entrecejo fruncido y los labios apretados, mientras blandía en el aire aquella invitación, tratando inútilmente de contener su enojo. Christopher se llevó una mano a la cara, al tiempo que tomaba asiento en una de las sillas que estaban en el estudio –
-¿Me quieres decir que significa exactamente esto? - Exigió saber la mujer rubia sin poder contenerse, agitando repetidas veces el pequeño sobre blanco con letras color esmeralda que tenía sujetada fuertemente en su mano. El mayor arrugo su frente inclinando un poco su cara hacia el lado izquierdo, poniendo una expresión seria –
-¿Acaso no puedes notarlo con solo leerlo? - Cuestiono a su vez de forma tranquila - Derek Hale se comprometerá en matrimonio en menos de un mes y él me prometió enviarme una invitación para su fiesta de compromiso, y como has visto, esta llego hoy por la mañana. -Kate coloco en sus labios una sonrisa cínica, mientras se acercaba un poco más hacia donde se encontraba su hermano sentado. –
-¿Acaso me quieres decir que realmente creíste esta tontería? - Dijo señalando el sobre - ¿Realmente le creíste a Derek Hale, cuando este te dijo que se casaría con un hombre? - Pregunto totalmente incrédula al igual que enfadada, rechinando los dientes sin poder contenerse, sin embargo pese a esto, Chris no se dejó amilanar manteniendo su semblante serio pero relajado - ¿Cómo es posible que hayas sido tan ingenuo y te hayas dejado engañar tan fácilmente por ese Hale? ¿Acaso no vez que solo lo está haciendo para recuperar Nemeton? ¡Por dios, Chris! ¡Cualquiera podría darse cuenta de eso si es tan evidente que incluso me enferma! Yo siempre supe que un día los Hale iban hacer algo realmente estúpido en su intento por recuperar Nemeton, pero nunca creí que llegarían hacer algo tan evidente, ni que caerían tan bajo al hacer algo como esto -Señalo Kate, sonriéndole con maldad - ¡Pero claro, que se puede esperar de los Hale!
-¡Basta Kate! Deja de decir aquellas cosas, de las cuales no tienes ninguna prueba como para decir realmente si sabes si son ciertas o no. -Kate abrió la boca para decir algo al respecto, pero el mayor la interrumpió, retomando la palabra justo cuando ella iba hacerlo -Entre ustedes dos hubo en su tiempo algo, y puedo comprender que por ello sea tu inconformidad y molestia al enterarte de esta noticia, pero yo dudo sinceramente que lo que has dicho tenga algo de verdad. Yo personalmente conozco al chico con el que Derek se piensa casar, e incluso conozco a su padre, pues es un buen amigo mío, además de que es el alguacil de Beacon Hills y dudo mucho que el pudiera aceptar tal cosa como tú dices. -Al decir todo aquello, Kate se quedó por un momento sin palabras, al descubrir la identidad de la persona con la que el menor de los Hale pensaba contraer matrimonio, creyéndolo todavía mucho menos posible –
-¿Hablas del hijo del alguacil Stilinski? ¿Lo dices enserio? ¿Derek piensa casarse realmente con ese niño? -Ante la incredulidad latente de su hermana, Chris no pudo hacer otra cosa más que suspirar y fruncir el ceño. Para él también había sido una gran sorpresa el enterarse de ello de la propia boca del Hale, pero conocía a John Stilinski, quien era como había dicho un buen amigo suyo, y por ello no dudaba entonces que aquello que le había dicho fuera verdad. Además también conocía un poco a Stiles, pues era uno de los amigos de Allison y Liam, y casi el hermano de Scott, y sinceramente dudaba que ese chico aceptara ser parte de algo tan sucio y retorcido como su hermana decía. –
-Sí, hablo de él. Tú también conoces a los Stilinski y sabes perfectamente de la honestidad y de la honradez de ambos, así que debes saber mejor que nadie que ellos jamás se prestarían para realizar tales cosas como aseguras. Además si fuera ese el caso, los Hale estarían ahora mismo enviándonos una invitación de bodas, en lugar de una para celebrar una simple fiesta de compromiso. Sin contar con el hecho de que si fuera tal y como dices, Derek Hale estaría más que apurado tratando de casarse cuanto antes con Stiles, y sin embargo resulta que el otro día vino a decirme que pensaba casarse con él hasta finales de julio. Creo que si realmente estuviera solamente interesado en casarse solo para recuperar Nemeton, no habría venido hasta aquí para pedirme que extendiera el plazo hasta esa fecha. -Kate enarco una ceja con indignación, pero antes que esta dijese algo, él continuo. - Derek realmente se veía enamorado de ese chico, al igual que Stiles se veía realmente feliz de estar con él. Ahora bien, no niego que todo esto me sorprendió tanto como a ti, porque aunque yo no conozco bien a Derek, sé que antes de salir contigo salió con una chica y que después de ti salió con otras más, pero no puedo negarme a lo que vieron realmente mis ojos, del mismo modo que no puedo negar lo realmente feliz que estaba Stiles de estar junto a él. Ambos se aman y sabes perfectamente que pienso que para el amor, no hay ninguna diferencia entre si tu pareja sea un hombre o una mujer. Porque el amor es amor.
Kate escucho todo sintiéndose totalmente furiosa, del mismo modo que indignada, por el hecho de que su hermano fuera tan tonto e ingenuo como para haberse creído semejante estupidez. Ahora entendía perfectamente a quien había salido su sobrino Liam, y el por qué su hermano lo prefería sobre Allison, quien era obviamente una chica más fuerte y decidida hacer lo correcto, a diferencia del menor, quien siempre titubeaba y se pensaba demasiado las cosas con un sentimentalismo absurdo que nunca le llevaría a la grandeza, ni le ayudaría a sacar nada bueno. La rubia hizo un gesto mordaz, mientras se cruzaba de brazos sin despegar su vista de su hermano de forma hostil y desafiante.
-Realmente no sé qué pensar ahora de ti, hermano. Creí que eras mucho más inteligente que esto, como para haber caído tan fácilmente en las mentiras y la manipulación de un Hale. No dudo que John Stilinski sea una persona confiable y honrada, pero todas las personas tienen un precio, y no dudo que el alguacil también tenga el suyo. Después de todo, ellos no son como nosotros - Dijo con desdén - Los Stilinski son una familia inferior que fácilmente pueden ser disuadidas de hacer lo que sea, con tal de tener un poco más de estatus y también de dinero. ¡Solo imagina cuanto poder puede llegar a tener el alguacil, cuando su hijo se haya casado con Derek! Después de todo, ellos son una de las familias más ricas e influyentes de todos Beacon Hills, incluso mucho más que la nuestra.
Chris medito por un momento lo dicho por su hermana, sin embargo aun así lo creía imposible, por lo que se apresuró a negar con su cabeza, cruzándose también de brazos mientras fruncía el entrecejo totalmente molesto con su hermana, por pensar de tal forma de su amigo, además por ver a los Stilinski inferiores solo por no tener un estatus social tan alto como el suyo. No podía negar que era cierto que en llegado momento, todas las personas podían llegar a tener un precio, pero eso jamás lo creería de su amigo, ni mucho menos de Stiles.
A pesar de que en ese momento John estaba pasando por un mal momento, él no era el tipo de hombre que estuviera dispuesto a hacer algo tan sucio como casar a su único hijo solo por poder o riquezas, siendo que el alguacil amaba mucho a Stiles y su único y mayor interés desde que su esposa había muerto, siempre había sido que el menor fuera feliz. Por ello a pesar de los problemas económicos por los que estaba atravesando, se había negado a informarle de aquello a su hijo, para que este no se preocupara o dejara de lado sus estudios para ayudarle. Por eso había preferido hablar con él y pedirle un préstamo, antes que hacer algo semejante a lo que su hermana decía.
-No vuelvas a decir algo así de John -Pidió muy seriamente el rubio poniéndose en pie para encarar a su hermana, que ya le estaba hartando con toda su palabrería e intentos de hacerle desconfiar de los motivos de Derek para con Stiles, y también de su amigo el alguacil. - Tú no lo conoces, así que no vuelvas a expresarte de esa manera de él, porque no pienso tolerarlo nuevamente en el futuro. Tú al igual que nuestro padre, en lo único que piensan es en la forma de lograr hacer caer a los Hale. Sinceramente no entiendo de donde proviene toda esa enemistad, y esos deseos de apoderarse completamente de Nemeton, siendo que en primer lugar no nos pertenece a nosotros, sino a los Hale, por ser ellos los socios mayoritarios. - Christopher hizo una breve pausa inhalando pesadamente antes de continuar, relajando un poco el semblante tan serio que tenía - Quería ser comprensivo contigo con respecto a esto, porque tú tuviste una relación anterior con Derek, pero viendo esta actitud, no pienso dejarte pasar nada de ahora en adelante. No cuando empiezas actuar como nuestro padre. Y siendo que Peter Hale y yo somos quienes realmente están actualmente al mando de Nemeton, puedo fácilmente cederle completamente el control sobre la empresa a Peter Hale si se me da la gana, y nada de lo que ustedes digan o hagan podrá evitarlo.
Kate contuvo la expresión de sorpresa en su rostro, totalmente incrédula de lo que acaba de escuchar.
-¡No lo dirás enserio!
-¡Por supuesto que lo hago! Ya estoy totalmente cansado de todo este asunto, y de esta estúpida enemistad que no sé de dónde es que viene, pero no pienso permitir que esto se prolongue al grado que en un futuro llegue a afectar directa o indirectamente a mis hijos. Stiles es amigo no solamente de Allison y Liam, sino también de Scott y cuando se case con Derek pasará a formar parte de esa familia, y no pienso permitir que mis hijos sientan en un futuro una enemistad similar a la que padre y tú tienen hacia ellos. Eso jamás permitiré que suceda, ¿Me oíste? Y si en mis manos está el poder evitarles eso, entonces eso haré. Cederé el control absoluto a Peter Hale, y terminare de una buena vez con todo esto. –Dijo totalmente decidió el mayor, mirando nuevamente por la ventana. – Fin de la discusión. Y si no tienes nada más ni mejor que decirme, por favor retírate, que tengo otras cosas más importantes de las cueles debo ocuparme ahora mismo.
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"Se ama sin razón y se olvida sin motivo" - Alphonse Karr -
Mansión Hale
Derek Hale aún guardaba con mucho cariño en su memoria el recuerdo de su primer amor, Paige. Ella había sido la primera persona que lo había aceptado sinceramente y de forma desinteresada, por ser simplemente él. A pesar de tener un sinfín de defectos y muy pocas - por no decir escasas - virtudes. Ella había sido su primera amiga, y la primera persona a parte de su familia, en la que había podido confiar completamente. Ella había sido la persona que más había amado y también la primera que había perdido para siempre. Y a pesar de que aún no quería tener que dejarla ir, sabía que había llegado el momento de tener que hacerlo, porque había alguien más que lentamente estaba ocupando un lugar en su vida, por mucho que se negara a sí mismo a aceptarlo, y por ello tenía que darle su propio espacio en su mundo para no hacerlo sufrir. Pues el tan solo recordar la cara llena de tristeza que había puesto Stiles, le entumecía el corazón; y aunque tal vez no sintiera lo mismo que había sentido por Paige, sentía que debía hacer al menos eso por él.
...***...... *Flashback*.......***...
-El otro día sin querer vi una foto de una de tus anteriores novias, y no pude dejar de pensar que comparado con ellas, no tengo mucho por lo cual tú te puedas sentir atraído por mí. Aparte de que también está el hecho de que yo soy hombre. - Suspiro - yo sé que tal vez no tenga mucha importancia para ti, ya que no es porque realmente estés enamorado de mí por lo cual precisamente vamos a casarnos, pero al menos quiero verme un poco mejor en nuestro compromiso, y el día de nuestra boda.
-Stiles, no vuelvas a decir algo como eso. Y tampoco quiero que vuelvas a mirar ninguna de esas viejas fotografías. - El mayor le acaricio dulcemente la mejilla y le miro a los ojos - Es verdad que no puedes compararte con ninguna de mis anteriores novias, porque tú sin duda eres mejor que ellas.¿Sabes?, Hubo alguien a quien de verdad quise mucho, pero esa persona ya no está aquí, y tu si lo estas. Escucha Stiles, tú vas a ser mi esposo y eso es lo más importante.
...***...... *End of flashback*....... ***...
El ojiverde dejo escapar lentamente un suspiro ahogado, sintiendo un nudo apretando fuertemente su garganta al recordar todos los momentos felices, y también todos aquellos que habían sido tristes y dolorosos, antes de meter dentro de una pequeña caja de madera, todas las cosas que habían pertenecido a esa persona. Fotos, cartas, algunos regalos y muchos recuerdos; todos ellos los guardo para no volver a verlos nunca más.
Para que no volvieran hacer daño nunca a su futuro esposo. A Stiles, la persona que ahora tenía en su mente, y aunque aún no lo quisiera aceptar, también en su corazón.
...***...... *
A pesar de que el amor sea la fuerza más poderosa que existe en el mundo, el amor paradójicamente es extremamente frágil. Tal vez por eso nos sorprendamos de modo admirable al descubrir que un día nuestro sentimiento por alguien cambió de forma repentina, y hasta algunas veces drástica
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Derek observo a su alrededor constatando que eso que había leído en alguna parte hace mucho tiempo, tenía algo de cierto o mejor dicho mucho. Su habitación lentamente se estaba llenando de muchos recuerdos que le serían muy difíciles de olvidar en un futuro, por más increíble que le pareciera en ese momento, pero tenía que admitirlo. Aunque el sentimiento que tenía por Stiles no llegaba a tener aún la magnitud que tenía su amor por Paige, era ya lo suficientemente grande como para hacerle pensar en darle su propio espacio no solamente en su vida, sino también en su corazón, y solo le bastaba con mirar a su alrededor para darse cuenta de ello.
Suspiró al ver muchas de sus viejas y recientes fotografías ocupando algunas de sus repisas, sintiendo un calorcito agradable en su pecho. En su closet tenia guardadas algunas de las bufandas del castaño, que este le había prestado en algunas de sus anteriores visitas a su casa, y que sinceramente no pensaba devolvérselas nunca. En una de sus sillas favoritas se encontraba un enorme peluche de un lobo negro que Stiles había ganado en una feria, a la que habían ido en su primera cita unos días atrás y que por supuesto le había regalado. Sobre su cama estaba el aroma que el castaño había dejado impregnado cuando había dormido sobre ella, y en sus manos estaban algunas de las cartas que su novio había escrito para él; mientras que en su corazón estaban guardadas las sensaciones que había tenido a acariciarle, y en su boca tenía guardado su sabor.
Comparada con la pequeña caja de madera que tenía frente a él en ese momento, cuando llegara el día en que tuviera que olvidar a Stiles para siempre, no habría un espacio lo suficientemente grande como para guardar todos aquellos recuerdos que ya habían creado juntos en tan poco tiempo. Ni siquiera quería imaginar en todos los momentos que crearían en el futuro, cuando estuvieran por fin casados. El ojiverde suspiro. Incluso aun cuando no sentía tanto cariño ni amor como cuando estuvo enamorado de Paige, sabía que le sería difícil olvidarlo.
¿Cómo sería entonces cuando sus sentimientos por el pálido chico crecieran mucho más?
Pensar en ello le daba miedo, porque le había prometido dejarlo ir si algún día él llegaba a encontrar a una persona con la que se sintiera realmente feliz, pero en ese momento ya no se sentía con las suficientes ganas como para cumplir con aquella promesa.
A pesar de que en un principio se había dicho que jamás llegaría a sentir nada por el menor, al parecer se había llegado a equivocar de tal manera, que ahora simplemente no podía dar marcha atrás. Porque aunque fuera más fácil el negarlo, lo cierto es que en muy poco tiempo su corazón había tenido la necesidad de sentirse amado, y por ello había decidido que el calor que le proporciona Stiles todos los días, es el que necesita para latir con fuerza. Por eso es que ahora se encontraba enamorado de Stiles, por culpa de su corazón; y hacerle entender a su al terco corazón que eso no podía ser, era mucho más difícil que mantener en silencio por más de un solo minuto al inquieto de su falso novio.
¿Acaso la vida no podría ser menos irónica?
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Para un observador, de Stiles Stilinski:
Querido observador, a su pregunta sobre si podríamos llegar a conocernos mejor algún día, quisiera responder que sí, que si me gustaría poder conocernos mejor, pero tengo que confesarle también que me asusta un poco la idea de conocer más sobre usted. Es que verá, es mucho más difícil olvidar cuando hay demasiados recuerdos de por medio, y cuando las cosas se terminan, los recuerdos son los que más pesan, más duelen y más perduran, y yo querido observador, debo de confesar además que mi corazón está ahora mismo demasiado lastimado y muy confuso, y no quiero hacerme ideas ni ilusiones falsas por el momento. Parece ser que ahora temo a todos los finales. Pero aunque es contradictorio, en lugar de querer mi corazón soledad, lo que más ansia es tener compañía.
Ahora ya sabe un poco de más de mí, y sabe de mis confusiones y de mis líos.
Espero que ahora que sabe más de sobre mis miedos, espero que estos le ayuden a pensar si realmente quiere conocerme un poco más o quizás no.
Me despido ahora de usted, esperando en el fondo de mi corazón volver a obtener una carta suya, pero si no es así, le agradezco de antemano su interés en una persona tan complicada como yo.
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Había trascurrido casi un mes, y dentro de un par de días por fin se haría público su compromiso oficialmente; y por supuesto que su familia no podía estar menos atareada con todos los preparativos que al parecer aún quedaban pendientes. Derek miraba todo a su alrededor con una expresión de cansancio en su rostro, mientras se servía una deliciosa taza de café bien cargado, para tratar de despertarse aunque fuera un poco. Aquella noche igual que las dos anteriores, no había podido dormir prácticamente nada, pues toda la mansión Hale estaba llena de miles de macetas con baby breath, alelíes y algunas cuantas ramas con hojas cecas, que su hermana y Malia ocuparían para decorar las mesas para la fiesta de compromiso, y el dulce aroma que despedía dichas flores, al igual que el de las hojas cecas de las ramas, no hacían más que recordarle a Stiles; y pensar en Stiles y lo atractivo que se vería con su traje azul marino, era lo que le impedía dormir por las noches. El ojiverde suspiro cansadamente viendo el montón de cosas amontonadas, que aún había en el patio trasero por acomodar en su sitio, según el gusto y la exigencia de Lydia, Allison, su hermana y Malia.
Honestamente Derek no quería ni imaginarse como se pondrían las cosas el día de su boda, si para su fiesta de compromiso, aquellas cuatro mujeres ya se habían hecho con todo el control haciendo y deshaciendo a su voluntad, no permitiéndoles incluso dar su opinión al respecto. Y eso que se suponía que era su fiesta de compromiso. El pelinegro suspiro pesadamente asomando su cabeza por la puerta que daba al jardín trasero, donde ya estaban colocando en ese momento algunas mesas su tío Peter, Isaac, Stiles al igual que Liam, y para su desgracia y descontento, también Scott había decidido ayudarles, lo cual lo tenía de mucho peor humor del que ya de por si se cargaba esos días. Por fortuna nada más al verlo asomarse, Stiles le regalo una enorme y deslumbrante sonrisa, que de alguna forma, había hecho desaparecer casi todas sus inquietudes con ese simple gesto.
-Veo que por fin has despertado -Señalo Peter al verlo parado junto a la puerta, sonriéndole de forma burlona - Luces realmente terrible ¿Tuviste un mal sueño? -Pregunto sonriendo de medio lado irritando al menor que en ese momento, que sin poderlo evitar frunció el entrecejo gruñendo un par de insultos dirigidos hacia el mayor, por arruinarle nuevamente el buen humor que había ganado nada más al ver la sonrisa de Stiles. Por su parte al escuchar aquella pregunta, el castaño no pudo evitar fijar su vista en Derek, notando que debajo de sus ojos verdes, el pelinegro tenía unas muy marcadas ojeras, y que su rostro se encontraba un poco pálido, por lo que de inmediato eso hizo preocupar a Stiles, quien prácticamente corrió hacia su dirección dejando lo que estaba haciendo en ese momento de lado. Mientras que Scott veía aquella escena sintiéndose un poco dolido. –
-¿Derek, te encuentras bien? - cuestiono el menor nada más llegar junto al ojiverde, colocando una de sus manos sobre su frente para medir su temperatura, percatándose de inmediato que el Hale tenía algo de fiebre, y que además de estar completamente pálido, comenzaba a sudar frío - ¡Dios, estas ardiendo en fiebre! - Peter se acerco entonces hacia ellos luego de escuchar eso salir de la boca de Stiles, preocupándose también por la salud de su sobrino. Derek por su parte pestañeo un par de veces sorprendido, pues si bien era cierto que al despertar no se había sentido del todo bien, no se había dado cuenta que estuviera con fiebre alta, hasta que lo había mencionado su pequeño novio - ¿Cómo se te ocurre salir así, cuando aquí afuera hace frío? - Reprendió el menor, frunciendo el entrecejo –
-N-No me había dado cuenta hasta este momento - Dijo colocando su mano sobre la de Stiles –
-Típico de ti, Derek. - Mencionó Peter cruzándose de brazos, ganándose otro gruñido por parte del ojiverde - Lo mejor será que regreses ahora mismo a la cama y descanses un poco. La fiesta de compromiso es en un par de días y si tú no estás bien para entonces, tendremos que retrasarla unos días más y lo peor es que ya enviamos las invitaciones a todos. -Peter se detuvo un momento fingiendo estremecerse - De solo imaginar lo que dirán las mujeres al respecto, me causa escalofríos –
-Como si de verdad te causara algún conflicto lo que mi hermana o Malia pudieran decir - Respondió Derek, temblando de frío cuando una brisa helada le acaricio los brazos. Al darse cuenta de esto, el castaño le dio un abrazo apegándolo un poco más a su cuerpo, haciendo sonreír nuevamente a Peter. –
-Derek, estás enfermo, deja ya de hablar y regresa a tu habitación ahora mismo. Por favor - Pidió Stiles, haciéndole imposible para el pelinegro el poder negarse. Peter le dio una ligera palmadita en el hombro al castaño, animando a que acompañara al ojiverde hasta su habitación para que descansara –
-Sera mejor que tú lo acompañes, de lo contrario no creo que realmente descanse nada. - Peter le sonrió amistoso, antes de girarse hacia el pelinegro y señalarle con su índice - Y tú, más vale obedezcas a tu futuro esposo desde ahora y hagas todo lo que él te dice. ¿Entendido?... Vaya chico inconsciente que no se pone a pensar en nada más que en él, como si no conociera lo peligrosas que se ponen las mujeres cuando no se hace lo que ellas dicen y cuando ellas dicen - Murmuro el mayor cuando ya se alejaba de ellos dos, para ir de nuevo donde se encontraban Liam, Isaac y Scott, para seguir dándole indicaciones. –
-Ya lo escuchaste, a la cama ahora.
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Momentos después las dos mujeres de la familia Hale, junto con Lydia y Allison habían regresado a la mansión con algunas cosas más, que se les había ocurrido se verían bien como decoración para la fiesta de compromiso. Allison por supuesto pensaba que todos estaban exagerando mucho con respecto a esa fiesta, cuando ella no había organizado algo tan grande cuando se comprometió con Scott, es más, ni siquiera había invitado a sus amigos más que a Stiles, Lydia y Jackson y solo por petición de Scott y no tanto porque ella hubiera deseado hacerlo.
La peligra se detuvo por un memento sintiendo una profunda tristeza en su corazón. Al momento de su compromiso con Scott, ella ya se encontraba enamorada de otra persona, por eso no le había hecho ninguna ilusión el hacer una fiesta para celebrar, pero si hubiera sido con Isaac con quien se hubiera estado comprometiendo, tal vez si hubiera organizado algo como lo que estaban haciendo ahora mismo para Derek y Stiles.
Isaac se había quedado observándola desde el marco de la puerta de la cocina, sonriendo sutilmente con algo de diversión. Era momento de continuar con su misión. El rubio coloco su mejor cara de afligido mientras se acercaba lentamente hacia la pelinegra, quien al verlo entrar a la cocina sintió como su corazón repentinamente palpitaba con mucha fuerza dentro de su pecho, y sus mejillas se coloreaban de rojo carmín. Isaac no pudo evitar darse cuenta de esto, sintiendo también una sensación agradable que desechó de inmediato.
No podía sentir nada por ella, eso era algo que se había prohibido a sí mismo, pues aunque ciertamente Allison provocaran en él un sentimiento cálido de afecto, no podría perdonar jamás lo que había hecho su familia en contra de la suya, ni que había sido por culpa de Kate Argent que él hubiera quedado huérfano, al haber perdido a su madre en el incendio que esta había provocado, y del cual había salido impune hasta la fecha. El rubio bajo la vista al suelo tratando de contener las ganas de gritar y destruir a la mujer que tenía enfrente en ese momento, de lo contrario terminaría por arruinarlo todo y eso jamás se lo perdonaría.
-Isaac - Allison sintió un repentino impulso de ir hacia el rubio para abrazarlo y besarlo, pero se mantuvo en su sitio apretando los puños, buscando fuerzas para no rendirse por completo a sus ansias de sentirse al lado de la persona que realmente amaba, pues Scott en ese momento estaba afuera hablando con los Hale, y si los llegaba a ver, seguramente haría una escena desagradable que los expondría a los dos. Por eso prefirió apretar con más fuerza sus puños y bajar la cabeza, mordiéndose los labios para no llorar –
El rubio por su parte sujeto el mentón de la morena alzando un poco su cara, antes de besar sus labios con parsimonia, sin importarle o no si alguien más entraba en ese momento y los veía, pues al contrario de Allison, el si quería que su relación secreta se viera expuesta ante todos y cuanto antes mucho mejor, para de esa forma ayudar a su familia sacando del juego a la pelinegra, dejándole el resto a su prima Malia.
-I-Isaac... Q-Que ¿Qué estás haciendo? - Pregunto asustada Allison, tratando inútilmente de alejar de sí al rubio de su cuerpo, púes para ese momento Isaac ya se encontraba sujetándola de sus caderas atrayéndola hacia él de forma insinuante sin despegarse mucho de sus labios. –
-¿Qué crees que estoy haciendo? - Cuestiono a su vez el joven alto, poniendo una expresión de tristeza en su rostro - Jamás pensé que volvería a verte cuando dijiste que lo nuestro no podría continuar, y decidiste que lo mejor era marcharte a Francia con tu tía Kate. ¿Sabes lo feliz que me sentí cuando te vi de nuevo hace unos días aquí mismo? Por un momento pensé que habías venido por mí, y no sabes lo mucho que me desilusiono el saber que no era así. Que la razón por la que habías venido era simplemente para ayudar a Stiles.
-Así es, solo he venido ayudar a Stiles porque Malia y él me lo pidieron, no porque yo sintiera aun algo por ti - mintió la morena - así que por favor entiéndelo de una vez, y controla tus sentimientos. ¿Qué no ves que alguien podría entrar ahora mismo y vernos así? -Isaac sonrió internamente cuando escucho como unos pasos se acercaban lentamente y se detenían cerca de la puerta. Por un momento, el rubio lleno de curiosidad quiso darse vuelta para saber de quién se trataba, pero prefirió no hacerlo para disfrutarlo después mucho mejor. –
-Eso trate de hacer, pero yo no puedo Allison. Mi corazón no es tan frío ni tan fuerte como el tuyo, como para ocultar o negar lo que realmente siento. Yo realmente te amo y quiero estar contigo. ¿Acaso no puedes sentir la tristeza ni el dolor que hay en mi corazón en este momento? -Hizo una pausa para alejarse un poco de ella y bajar la mirada, cubriendo con su cuerpo la presencia de aquel espectador que les miraba en silencio - No sabes la ilusión que me hizo cuando dijiste que estabas esperando un bebe, y a pesar de que no podías estar completamente segura si era mío o de Scott, yo de todas formas estaba feliz de saber que tendrías un hijo. Me daba igual si realmente no era mío, o si gracias a eso no podrías estar junto a mí, yo de igual forma lo amaría como te amo a ti, pero entonces me diste esa horrible noticia. No estabas realmente esperando un bebe, solo había sido una falsa alarma y por ello ahora estabas casada con alguien que no amas, y de todas formas aun sigues con él. ¿Sabes el dolor que eso me causa?
Allison le miro por un momento perdiéndose completamente el fulgor de sus increíbles ojos verdes, dejando salir así todos aquellos sentimientos que tenía por el rubio, a quien había amado desde el primer instante en que lo conoció, y por el cual estaba dispuesta a dejarlo todo.
-¿Acaso tu no conoces también el dolor y el sufrimiento que llevo conmigo, por no poder estar junto a ti? -Pregunto también a punto de las lágrimas - ¿Sabes lo difícil que es estar junto a una persona que aunque me ame, no me hace realmente feliz? Scott es una buena persona y no se merece tampoco que le haga esto.
-¿Acaso es que nosotros si tenemos que sufrir todo esto, para que el no sufra?
-¡No, yo sé que no debemos sufrir tampoco nosotros, pero no se qué hacer Isaac! Mi abuelo me ha amenazado con casar a Liam con cualquier persona, solo para no perder contra tu familia. Pero yo no puedo soportar más con esto. No puedo estar ni un solo día más sin ti - Allison llevo sus brazos hacia el cuello del rubio, abrazándolo con fuerza antes de unir nuevamente sus labios robándole un beso desesperado y hambriento, mientras que el silente observador no daba crédito a lo que había escuchado ni visto. –
Con pasos rápidos igual que silenciosos, Christopher se alejo cuanto antes de la cocina, para interceptar a Liam y Scott, que ahora mismo se dirigían hacia ese mismo lugar. El hombre mayor respiro trabajosamente tratando de controlar el enojo y la decepción que en ese momento sentía hacia su hija, y también hacia su padre. Ahora entendía porque Allison se estaba alejando de Scott y también el porqué de su repentina decisión de casarse rápidamente. El menor le observo preocupado porque repentinamente su rostro había palidecido y se encontraba sin palabras que decir. Obviamente tendría que hablar con su hija, pero ese no era el lugar ni el momento para hacer una escena, que obviamente iba a afectar gravemente un más la relación que había entre ella y Scott, y esto terminaría afectando a su vez la relación amistosa que había entre el moreno y su hijo, y eso era lo que menos podría permitir en ese momento.
-¿Señor Argent, se encuentra usted bien? - Pregunto Scott preocupado al ver la palidez en su rostro, y más aún cuando noto como de manera casi imperceptible comenzaba a temblar. El mayor reacciono entonces, notando también la cara de preocupación que ya había puesto Liam en su rostro. –
-S-Si, lo siento. Creo que no me siento del todo bien en este momento. ¿Les importaría a los dos acompañarme a casa? -Pidió amablemente tratando de mantenerse lo más tranquilo y normal que podía –
-Por supuesto señor Argent, no se preocupe. Enseguida le acompañaremos, solo permítame avisarle a Allison, para que - Chris se llevara una mano a la cara, fingiendo tener un fuerte dolor de cabeza, interrumpiendo al menor - ¡Señor Argent!
-¡Papá!... Scott, será mejor que llevemos a mi padre primero a la casa, los Hale pueden avisarle a mi hermana después.
-Tienes razón. -Malia que se encontraba cerca, sonrió divertida mientras se acercaba hacia ellos –
-¿Ocurre algo? -Pregunto aparentando estar preocupada. Liam arrugo su frente sosteniendo fuertemente a su padre, mientras asentía con la cabeza –
-Sí, mi padre no se siente bien, por ello lo llevaremos ahora mismo a casa.
-Malia, por favor avísale a Allison para que no se preocupe.
-No se apuren, yo le digo en cuanto la vea.
Malia se dirigió entonces a la cocina descubriendo entonces lo que estaba pasando, sonriendo sintiéndose satisfecha del buen trabajo que había hecho esa vez su primo. Al parecer Christopher Argent los había descubierto y por ello había enfermado repentinamente, seguramente debido a la increíble decepción que se había llevado al ver a su perfecta hija besando y acariciando descaradamente a otro hombre que no era su esposo, aunque había tenido cierta prudencia para no hacer un escándalo en una casa ajena, lo cual si le causaba cierta insatisfacción. Le hubiera gustado más el que el mayor hubiera dicho algo al respecto, pero por lo menos no todo estaba perdido. Si Isaac lograba encaprichar más a Allison con él, seguramente conseguiría que ella hiciera todo cuanto le fuera posible para estar con él, sin importar lo que su familia dijera u opinara al respecto.
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Stiles había bajado a la cocina por un vaso de agua para Derek, cuando se dio cuenta que Malia se encontraba totalmente petrificada de pie frente a la puerta de la cocina, con una expresión de asombro e incredulidad que no podía con ella. Lleno de curiosidad, el castaño se asomo sobre su hombro para ver qué era lo que la tenía en ese estado tan grande de sorpresa, descubriendo a Isaac y Allison basándose y acariciándose descontroladamente totalmente fuera de sí, sin importarles siquiera que alguien pudiera verlos o escucharlos, pues Allison quien se encontraba en ese momento sobre la mesa con el rubio prácticamente entre sus piernas, comenzaba a gemir audiblemente existida, sin un rastro de pudor o vergüenza. Stiles parpadeo un par de veces sintiendo su boca totalmente reseca, antes de soltar una exclamación que hizo saltar del susto a la pelinegra, separándose inmediatamente de Isaac.
-¡Qué demonios es todo esto! -Expreso el castaño totalmente sorprendido e indignado, sin poderse creer aun lo que sus ojos habían visto. Al escucharlo, Allison inmediatamente aventó a Isaac hacia un lado para bajarse de la mesa de un salto, acomodándose rápidamente la ropa, notando hasta ese momento también la presencia de Malia. - ¡Como has podido hacerle esto a Scott, cuando no solo él están aquí!
-Por favor Stiles, puedo explicarlo -Isaac sujeto por los hombros al pálido chico, poniendo una mirada de cachorro abandonado, que logro apaciguar un poco el enojo de Stiles - Allison y yo ya nos conocíamos, de hecho ella y yo teníamos una relación mucho antes de que conociera a Scott.
-¿Qué?
-Lo que escuchaste Stiles. -Hablo la pelinegra poniéndose al lado del rubio - El y yo salimos antes de que me mudara a vivir con mi familia a Beacon Hills. Nosotros salimos a escondidas de mi nuestras familias por un tiempo, pero cuando mi abuelo lo descubrió me obligo a venir aquí, del mismo modo que después me obligo a casarme con Scott. -Stiles escuchaba todo eso sorprendido sin tener la más mínima idea de qué decir - Stiles, por favor créeme, yo no quiero lastimar a Scott, pero tampoco puedo suprimir lo que siento. Yo en realidad amo a Isaac y quiero estar con él.
-Si es eso cierto, ¿Porque te casaste entonces con Scott? ¡Sabes muy bien que él te ama! ¿Cómo sabiendo todo eso puedes hacerle algo así?
-Eso no es verdad Stiles. Él tampoco me ama, no realmente.
-Eso no es cierto. Aun así...
-No tenía otra opción Stiles. - Dijo interrumpiéndole - Tú no lo entiendes por qué no sabes de la terrible enemistad que hay en nuestra familia.
-¡Allison, como puedes decirle eso a Stiles! - Hablo entonces Malia, quien hasta el momento se había quedado callada. Isaac sujeto entonces a la pelinegra por los hombros, logrando que esta le viera a los ojos. –
-Allison, él no sabe nada de las cosas que han pasado en tu familia y la nuestra desde a hace años, y tampoco tiene por que saberlo.
-¿De qué están hablando? - Pregunto Stiles un poco confundido –
-Nuestra familia y los Argent no tiene una buena relación desde hace tiempo, por algún motivo que no conocemos nosotros hasta la fecha. Aunque bueno, eso era antes, porque a decir verdad mi padre y Christopher Argent se llevan muy bien. De hecho tengo entendido que algunas ocasiones han ido a comer juntos. -Explico Malia, mirando fijamente a la otra –
-Eso es verdad. Pero no podría decir lo mimo de mi abuelo, quien aun sigue aborreciéndolos. Yo tampoco se a que se deba la aversión que tenga mi abuelo hacia su familia, pero es precisamente por esta enemistad que ni Isaac ni yo hemos podido segur juntos, ni ser felices.
-¿A qué te refieres?
-Yo realmente nunca he tenido la intención de lastimar a Scott, lo juro Stiles, pero no tenía otra opción más que casarme con él, de lo contrario mi hermano pagaría con las consecuencias. -La Argent hizo una pausa mirando de soslayo al rubio - Si no me casaba con Scott, mi hermano hubiera sido comprometido con alguien a la fuerza, del mismo modo que mi abuelo lo hizo conmigo. Sé que ahora mismo Scott debe estarme odiando mucho, y no lo culpo por ello, pero pese a todo lo que puedan pensar de mí, incluso si no pueden creerme que lo que digo sea cierto, yo amo mucho a Liam, y por ello estoy dispuesta a sacrificarme a mi misma con tal de que él no sufra nunca. Aunque en el camino tenga que herir y lastimar a un inocente.
En ese momento Stiles entendió todo completamente. Todo aquello se trataba de lo mismo que había hecho Derek con él, todo era para no perder Nemeton de las manos. Sinceramente en ese momento Stiles dejo de lado el resentimiento y la antipatía que sentía por la pelinegra, al darse cuenta que sin importar su estatus social ni el dinero que tenían, ni los Argent ni los Hale eran realmente felices.
Aquello era demasiado triste como para ver de frente.
-¿Tú padre sabe de esto? -Pregunto nuevamente un poco más relajado –
-No, no sabe de esto. Sé que si lo supiera no lo hubiera permitido nunca. Sé que si el supiera de mis verdaderos sentimientos, no se opondría nunca a que me casara con Isaac, pero también sé que eso lo distanciaría para siempre de mi madre y mi abuelo, y lo que menos quiero tampoco es destruir a mi familia. Por favor, Stiles, te lo suplico. No puedes decirle a nadie más sobre esto.
-¿Me estas pidiendo que guarde este secreto a mi mejor amigo? - Expresó incrédulo el castaño –
-No Stiles, porque eso él ya lo sabe -Hablo entonces Isaac desviando la mirada hacia otro lado, dejando todavía mucho más sorprendido al Stiles - Sabe perfectamente de todo esto, bueno, no sabe que Allison y yo tuvimos algo o que nos conocemos, pero si sabe todo acerca de la situación tan complicada de su familia y la nuestra, y lo que le pasará a Liam y si él se divorcia de Allison.
-No puedo creer que Scott sepa de todo esto, y aun así haya aceptado seguir contigo - Dijo incrédulo bajando la mirada –
-Pero es verdad. Scott ha aceptado hacerlo por Liam. -Al escuchar el nombre del menor, el castaño enseguida levanto la cabeza. Malia se recargo en el marco de la puerta para poner mejor atención - Scott ama tanto a mi hermano, que por él está dispuesto también a seguir fingiendo. Solamente para no verlo sufrir, ni estar con alguien que pudiera lastimarlo. Stiles, la verdad es que Scott está enamorado de Liam.
…***…… * - Autora Elisabeth Cavalcante -*…… ***…