"Decir que en la vida no se puede amar más que una sola vez, es pronunciar una de las tantas y de las mayores necedades, de las cuales se hace cada día culpable al amor" – Paolo Mantegazza –
Residencia Argent.
Después de que Liam y Scott llevaran de regreso a Chris a su casa, ambos menores se habían quedado a su lado, temiendo que su saludo empeorara repentinamente de nuevo. Christopher no podía ser capaz ni de levantar su vista hacia Scott, sin sentirse en su interior muy mal por él, y por las cosas que su hija había hecho a sus espaldas; mientras se preguntaba así mismo el cómo había sido posible que no hubiera notado que Allison mantenía una relación de tiempo atrás con otra persona. Pero eso no era lo único que mantenía la mente del rubio preocupada en ese momento, sino también el descubrir que su padre se había atrevido a meterse en la vida de su hija, llegando incluso a amenazarla simplemente para no perder de las manos a Nemeton.
Pensando en eso, le hizo darse cuenta que no podía dejar que las cosas continuaran así. El tenía que hacer algo para solucionar de una buena vez ese problema, pero sin levantar sospechas a su padre, para que este no se atreviera hacer algo para evitarlo.
Para su mala suerte le había revelado su postura precipitadamente a su hermana Kate, y no dudaba que esta iría a contárselo todo a su padre, logrando que este pensara en una forma de poder evitar sus futuras acciones con Nemeton. El rubio arrugo su frente sintiéndose muy enojado por dentro. Amaba mucho a su familia; a su padre y a su hermana e incluso a su esposa Victoria, pero sobre todos ellos amaba mucho más a sus dos hijos, y por ello jamás les perdonaría que les utilizaran como peones en su absurdo juego de poder. Por eso lo que más le decepcionaba en ese momento, no era que su hija le hubiera ocultado cosas y mentido acerca de sus verdaderos sentimientos, provocando dolor a otras personas, sino que su propia esposa hubiera permitido que Gerard amenazara y utilizara a su propia hija para sus fines egoístas. Por esa razón no les iba a permitir a ninguno de los dos que hicieran o trataran de hacer lo mismo con Liam. Eso jamás.
-Papá, ¿Ya te sientes mejor? -Pregunto Liam arrugando la frente poniendo una expresión similar a la suya. Christopher sonrió de medio lado sintiendo una sensación cálida al ver a su hijo, y una vergüenza inmensa al ver también la preocupación en Scott. A pesar de que lo que menos quería era dañar la amistad de ambos jóvenes, tenía que ser honesto y hablar con el moreno, pues este merecía saber la verdad y no vivir siendo desdichado por tener que estar al lado de una persona que realmente no lo amaba. Scott merecía saber la verdad. –
-Sí, ya me siento mucho mejor. Por favor Liam, ¿Puedes dejarnos un momento? Tengo que hablar de algunas cosas a solas con Scott. –Pidió el hombre mayor, apoyando su mano sobre el hombro de su hijo. Liam asintió en silencio, echando una rápida mirada al pelinegro antes de salir y dejarlo a solas con su padre. Al momento en el que el rubio salió de la habitación, el corazón de Scott comenzó a latir con fuerza, sintiendo algo de temor al creer que Chris había descubierto que se había enredado con Liam en la cama, y que en ese instante iba a reprocharle sus desvergonzados actos, sin embargo pasados unos segundos logro tranquilizarse completamente. Pues si ese era el caso, daría la cara como hombre que era y afrentaría las consecuencias de sus actos. Sin embargo antes de que pensara en pronunciar una sola palabra, el rubio interrumpió en ese momento sus acciones tomando primero la palabra –Scott, no hay forma simple de como decir lo siguiente, así que lo diré directamente. Allison, mi hija se ha estado viendo en secreto con otro hombre.
Al escuchar aquello el pelinegro dejo escapar todo su aliento, sintiendo que de alguna forma le quitaban todo el peso de encima y al mismo tiempo que una fuerza invisible y poderosa apretaba con fuerza su pecho, oprimiéndole de manera dolorosa también el corazón. En ese momento en lo único que podía pensar era en Liam, y en lo malditamente destrozado que sería si no pudiera estar más junto a él.
-Siento una vergüenza y una pena muy grande de tener que ser yo quien te lo diga. Y sé que tal vez estoy metiéndome en sus asuntos cuando no debería, pero del mismo modo pienso que lo mejor es que sepas la verdad. El día de hoy lo he descubierto todo y ha sido una pena tan grande el enterarme lo que realmente ocurre a mis espaladas, y también el no darme cuenta de los verdaderos sentimientos que mi hija a estado guardando en secreto todos estos años. –Al escuchar aquello, Scott no pudo evitar preguntarse cómo se había enterado Chris de todo eso. Entonces se dio cuenta tan rápidamente, que incluso sintió un ligero mareo que lo descompuso por un momento, haciéndolo tomar asiento en una silla que estaba junto a la cama del mayor, tratando de mantener la compostura y no gritar de la frustración y del coraje que en ese momento sentía –
-Así que también la vio con su amante –Dijo el pelinegro apretando los dientes, tratando de mantenerse tranquilo, mientras que Chris le veía todavía aun más sorprendido e incrédulo de lo que se estaba enterando. ¿Así que Scott también lo sabía? Se pregunto parpadeando un par de veces, intentando comprender que era lo que estaba sucediendo. – Siento tener que decirlo también, pero eso yo ya lo sabía. La descubrí hace un mes, antes de que se fuera a Francia con su tía Kate.
-¿Y porque no me lo dijiste entonces? –Cuestiono el mayor totalmente impresionado y molesto. El de ojos marrón bajo la cabeza mordiéndose el labio inferior, haciéndole pensar en ese momento a Christopher, que Scott sabia de alguna manera también de la amenaza que había impuesto Gerard a su hija, lo cual le causaba una mayor conmoción y le hacía cuestionarse al mismo tiempo, a quien de sus dos hijos realmente amaba más Scott.– Entiendo. – Dijo después de unos minutos. – Así que también sabes sobre lo que amenazo hacer mi padre, si Allison no hacia lo que él le pidiera –Al escuchar esto, el menor levanto rápidamente la cara mirando con sorpresa al rubio pero sin decir nada al respecto, dejando que el mayor siguiera hablando – No me mires así – Pidió con un gesto cansado - yo no lo sabía hasta el día de hoy y no sabes la molestia que me causa eso. Jamás pensé que mi padre estuviera dispuesto hacer tales cosas por culpa de su ambición de poder, y por su odio hacia los Hale. Y lo que más me sorprende, aparte de descubrir que mi esposa Victoria no se hubiera opuesto a semejantes actos, es darme cuenta de lo que tú estás dispuesto a sacrificar por mi hija. ¿De verdad es tanto el amor que sientes por Allison?
El pelinegro frunció el entrecejo mientras negaba lentamente. –
-No estoy haciendo nada de esto por ella. Lo siento mucho señor Argent, por tener que decirle esto, pero comienzo a odiar tanto a su hija, que ahora incluso no soporto su presencia. Me molesta al mismo tiempo que me lástima, porque a pesar de todo lo que ella pueda decir al respecto, creo que si hubiera sido honesta conmigo desde un principio, entre los dos hubiéramos llegado a un buen acuerdo para proteger juntos a Liam de Gerard, pero ella prefirió actuar de este modo jugando con mis sentimientos, lastimándome no solo a mi o a usted, sino también a esa persona que dice amar.
-Entiendo tu molestia y créeme que te comprendo. Yo mismo estoy ahora demasiado dolido por lo que hizo también mi esposa y mi padre, y realmente no sé si algún día pueda perdonarles esto. Pero también estoy profundamente agradecido por haberte quedado después de enterarte del engaño de mi hija, y por cuidar a Liam a pesar de la rabia y del sufrimiento que ahora mismo debes sentir contra nosotros. De verdad Scott, te lo agradezco mucho. No sé ni cómo pagarte el que hayas hecho esto por mi hijo; se que de verdad lo aprecias mucho, pero jamás pensé que hasta este grado.
Scott no pudo evitar sonreír al pensar en Liam. ¿Cómo no quedarse cuando sabia que podían hacerle algo al chico si él se marchaba? De tan solo pensar que Gerard pudiera obligarlo a casarse con una desconocida sin sentir amor, le revolver el estomago y le hacía hervir la sangre del puro enojo.
-Liam es un chico maravilloso, a pesar de sus pequeños defectos. –Dijo con una sonrisa sincera. – por eso no podía irme de aquí a sabiendas que podían herirlo de alguna forma. Sé que Liam no es el tipo de persona que se dejaría manipular fácilmente, y menos por una razón tan absurda y meramente egoísta, pero también sé que Gerard causa en él un profundo temor, y sé que si él le pidiera hacer lo mismo que con Allison, seguramente Liam aceptaría simplemente para no desobedecerlo y causarle más decepción. Por eso si yo me quedaba con Allison, él lograría al menos estar a salvo por un tiempo. Pero ahora que lo sabe, ¿Qué es lo que piensa hacer al respecto? –Pregunto titubeante el menor. El rubio soltó pesadamente el aire que tenia retenido en sus pulmones, y relajo su semblante por un momento, sin alejar de su rostro una expresión seria. –
-Primero que nada, debo hablar también con Allison sobre todo este asunto y luego ya veré que hacer al respecto. Lo que sí puedo decirte ahora mismo es que obviamente su relación puede darse ya por terminada. – Le miro fijamente –Supongo que tendré que hablar también con Melisa de este tema y pedirle disculpas en nombre de mi familia. - Hizo una breve pausa y luego continuo - Ahora te daré algo de tiempo para que puedas despedirte de Liam y espero, no, más bien ruego porque esto no afecte la amistad que hay entre ambos.
Scott apretó los puños y arrugo su frente, hundiendo lentamente sus hombros mientras asentía lentamente con la cabeza.
-Eso jamás pasará, se lo aseguro.
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-Por favor, Stiles, te lo suplico. No puedes decirle a nadie más sobre esto.
-¿Me estas pidiendo que guarde este secreto a mi mejor amigo? – Expresó incrédulo el castaño –
-No Stiles, porque eso él ya lo sabe –Hablo entonces Isaac desviando la mirada hacia otro lado, dejando todavía mucho más sorprendido al Stiles – Scott sabe todo acerca de la situación tan complicada de su familia y la nuestra, y lo que le pasará a Liam y si él se divorcia de Allison.
-No puedo creer que Scott sepa de todo esto, y aun así haya aceptado seguir contigo – Dijo incrédulo bajando la mirada –
-Pero es verdad. Scott ha aceptado hacerlo por Liam... Scott ama tanto a mi hermano, que por él está dispuesto también a seguir fingiendo, solamente para no verlo sufrir con alguien que pudiera lastimarlo. Stiles… la verdad es que Scott está enamorado de Liam.
-Scott... ¿Eso es verdad? – pregunto incrédulo, pestañeando en repetidas ocasiones como si no pudiera creer nada de lo que había escuchado. Stiles se vio tentado por un segundo de sujetarse fuertemente de Isaac o incluso de Malia, cuando sintió como el suelo bajo sus pies se desmoronaba, pero entonces en medio de toda esa oscuridad absorbente vio por fin la Luz, sintiendo por fin tranquilidad en su corazón – Entiendo. Así que Scott y Liam están juntos. –Allison negó con la cabeza mientras llevaba su vista al suelo poniendo una expresión de preocupación y tristeza. –
-No Stiles. Scott ama profundamente a mi hermano, pero es tan tonto y despistado que ni siquiera se da cuenta de ello. No, posiblemente lo sabe pero aun así debe creer que su amor por Liam es similar al que siente por ti.
-Un simple amor de hermanos – Musito el castaño bajando aun más la mirada –
-Por eso lo que más temo es que Liam resulte terriblemente lastimado por culpa de su estupidez. –El castaño resoplo cansado, haciendo un gracioso puchero mientras se cruzaba de brazos y fruncía el entrecejo, asintiendo lentamente con la cabeza. ¿Cómo podía ser tan ciego Scott?–
-Scott realmente es un idiota. – Murmuro bajito, esperando que nadie lo escuchara – Siempre he sabido que es algo miope, pero jamás creí que tanto. Supongo que realmente creía que estaba enamorado de ti, y fue por eso se casó contigo, pero inconscientemente de alguna forma lo que en realidad quería era estar cerca de Liam, ¿No es así? – Pregunto de lo más relajado, sorprendiendo a Malia, quien pensaba que el chico estaría triste o desanimado después de escuchar que la persona que él amaba, siempre resultaba estar enamorado de otra persona que jamás seria él, pero Stiles estaba demasiado tranquilo como si realmente todo aquello no le afectara para nada. Allison asintió con una sonrisa sincera en sus labios. Siempre había odiado a Stiles, pero en ese momento comenzaba agradarle un poco. –
-Sí, eso mismo pienso. Scott es un buen hombre, solo que algunas veces se niega a sí mismo a ver la realidad, simplemente para no hacerse daño, sin darse cuenta que de esa forma lástima a las demás personas que se encuentran a su alrededor. –Stiles asintió a lo dicho, pensando en la tristeza que había visto en los ojos de Liam anteriormente. El chico realmente parecía estar de igual forma enamorado de su amigo, pero este era tan idiota que ni siquiera se daba cuenta que podría ser correspondido, y en lugar de luchar por sus sentimientos se negaba a aceptarlos. –
-Definitivamente Scott es un idiota, pero es mi amigo y de alguna forma me gustaría ayudarlo a que él también sea feliz. –Expreso tan decidido, que Isaac y Malia no pudieron evitar poner una expresión genuina de asombro en sus rostros. Allison por su parte se sintió aliviada después de escucharlo, sujetando sus manos y mirándolo con esperanzas – Allison, antes dijiste que no había opción, pero te equivocas. Siempre la hay, solo que algunas veces el miedo nos impide ver que hay muchas puertas a nuestro alrededor para elegir, que nos llevan a diferentes salidas. Cuando una puerta se cierra, otra se abre. Así que he pensado en una solución a sus problemas – Dijo mirando también a Isaac. Malia escuchó atentamente totalmente sorprendida, sonriendo de medio lado feliz – ¿Qué dicen, no es acaso un buen plan?
-¡Por supuesto que lo es!
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Stiles subió de uno en uno los escalones hasta detenerse frente a la puerta de la habitación que pertenecía a Derek. El castaño se quedo un rato ahí mirándola atentamente; la madera era de un tono oscuro muy parecido al color del chocolate amargo, sin embargo pese a eso, Stiles sonrió al notar la ironía de las cosas, o mejor dicho, de la vida.
"El chocolate amargo, de todas formas es dulce"
Derek era así, como el chocolate amargo; por eso tal vez le gustaba mucho más que Scott. Derek no era todo el tiempo dulce con él, y algunas veces incluso ni por asomo tenía algo de tacto al decirle lo que pensaba o quería realmente. Tampoco ocultaba su verdadera naturaleza, gritaba y gruñía cuando se le daba en gana, y del mismo modo reía cuando estaba feliz, y fruncía el entrecejo cuando estaba triste. Derek no se detenía a pensar si estaba del todo bien o era si era acaso correcto cuando hacia alguna cosa, como cuando lo besaba o lo acariciaba sobre la ropa; ni tampoco actuaba como si todo estuviera bien, cuando realmente no lo estaba. Pero así era él, y así lo quería. Porque aunque fuera la mayoría de las veces un poco amargo, también podía ser un poco dulce y con eso le bastaba para ser feliz.
El amor suele ser muy engañoso; casi siempre nos parece que es el sentimiento más fuerte y puro que existe en el mundo, pero al mismo tiempo nos demuestra que en realidad es el más frágil y caprichoso, así como cambiante. Llega sin razón y se van sin tener motivos, por eso era que en ese momento Stiles estaba en paz con su corazón de cierta manera. Aquel sentimiento que había tenido por Scott se estaba yendo para siempre, y él lo despedía con una sincera sonrisa, dándole paso al amor que comenzaba a nacer dentro de su corazón por Derek Hale.
Stiles sonrió para sí mismo, mientras tocaba la puerta antes de entrar. Tal vez su relación con el de ojos verdes fuera una mentira, pero no tenía que serlo por siempre, ¿verdad? Si había logrado cambiar su corazón y sus sentimientos, ¿Podrían cambiar también los de Derek?
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Derek mientras tanto ya se encontraba despierto, teniendo la mitad de su cuerpo recargado en el respaldo de su cama; el pelinegro tenía entre sus manos algunas de las cartas que había escrito Stiles para él, las cuales hablaban sobre sus sentimientos tan abiertamente, que incluso podía sentirlos atreves del papel como si los estuviera viviendo en carne propia. Aquella sensación era difícil de describir. Era como si al leer sus cartas pudiera vivir todas sus emociones, sus dudas, su tristeza, su dolor, sus ganas de amar y también su terrible miedo a no ser correspondido. Podía entenderlo perfectamente, porque de algún modo él podía sentirse completamente identificado con aquellas palabras. A pesar de las enormes diferencias que había entre ambos, también había ciertas similitudes que lograban complementarlos a cada uno; como el invierno a la primavera.
Stiles llamo minutos después a la puerta, trayendo consigo una bandeja con algo de comida y también una jarra con jugo de naranja; al parecer recién hecho. El castaño tenía una enorme sonrisa en sus labios, pero en su mirada podía ver perfectamente la tristeza que trataba de ocultar. Comenzaba a conocer tan bien a Stiles, que incluso podía ver atreves de él. El menor dejo la bandeja sobre su buro antes de sentarse junto a él en la cama, recargando su cabeza sobre su hombro izquierdo sin decir ni una sola palabra; pues parecía que en ese momento estaba meditando bien lo que iba a decir, y sea lo que fuera a decirle, parecía que iba ser realmente importante, pues la expresión que había puesto en su rostro era lo bastante seria.
-¿Ocurrió algo malo?, pareces algo preocupado – Dijo el pelinegro mirando de soslayo al castaño, atrayendo su atención. El menor soltó un largo suspiro mientras se enderezaba un poco, y comenzaba a jugar con sus manos. Stiles comenzaba a sentirse bastante ansioso por lo que iba a decirle a continuación al mayor, pues no quería que este tomara sus palabras como una confesión, aunque de hecho eso era exactamente lo que iba hacer en ese momento. – Stiles, estas comenzando a preocuparme, ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿Te sientes mal? –Pregunto enderezándose completamente para mirar bien la cara al menor, que repentinamente se había puesto más pálido de lo normal – Tu cara está más pálida, creo que te he contagiado de gripe. Será mejor que tomes algo de medicamento y...
-No es necesario –Interrumpió el castaño alzando por fin su rostro – no estoy enfermo, solo que... solo que me pone un poco nervioso hablar contigo sobre algo que he descubierto, y que creo es muy importante que sepas. –Derek levanto una ceja mirándolo atentamente – Sabes, hace un momento descubrí que Allison y Isaac son amantes, y que en realidad ellos habían tenido una relación oculta desde hace años que tuvieron que romper, por culpa de la enemistad que existe entre los Argent y los Hale – Al escuchar esto, Derek no pudo evitar exteriorizar su sorpresa, pues él no estaba enterado que Isaac tuviera un amorío con la Argent. Stiles lo noto, por lo que se apresuro a decir: – Veo que tú tampoco lo sabías.
-No. Por supuesto que yo no estaba enterado de ello. Lo digo en serio. –El ojiverde arrugó entonces la frente al comprender enseguida lo que aquello significaba. Si Scott McCall llegaba a enterarse de esto, seguramente no lo pensaría dos veces para pedirle a la pelinegra el divorcio, y si eso ocurrirá, significaba entonces también que en corazón de Stiles permanecería la esperanza de estar algún día a su lado. Derek apretó los dientes, frunciendo aun más el entrecejo – ¡Vaya, entonces al parecer te has llevado una gran sorpresa! ¿Eso es lo que te tiene así? –Pregunto un poco dolido, pero sin demostrar sus emociones. Stiles negó enseguida con su cabeza, tomando después un poco de aire – ¿Acaso es algo más?
-Sí. Es algo más. – Hizo una pausa – La verdad es que ciertamente me sorprendí mucho cuando vi lo que Isaac y Allison estaban haciendo, e incluso confieso que me sentí muy molesto con los dos, pero luego de que ambos me explicaran todo, sentí un poco de pena y tristeza y no solo por ellos, sino por todos en general. No sé qué clase de enemistad es la que existe entre sus familias, pero es doloroso descubrir que gracias a eso han ocurrido y seguirán corriendo este tipo de cosas. Pero creo que de algún modo todo esto tiene que parar, no solo por el bien de Isaac y de Malia, sino igual también por el bien de Liam y Scott.
Derek asintió con su cabeza sintiendo una fuerte opresión en el pecho, que le estaba impidiendo el poder respirar sin sentir una fuerte punzada de dolor en su corazón.
-Sé que esto es difícil de ver, sobre todo para una persona como tú, que tenía hasta hace muy poco tiempo una idea romántica del mundo, pero así son las cosas. No siempre se puede tener todo en la vida, aunque así lo queramos –Stiles sonrió mientras se abrazaba con fuerza al pelinegro, ocultando su rostro en el hueco que había entre su hombro y su cuello, sorprendiendo con esta acción a Derek, quien se esperaba en ese momento cualquier otra cosa del castaño menos eso. –Stiles...
-Lo sé. Mi antigua visión del mundo al igual que del amor era infantil y romántica, pero ahora ha cambiado, por eso estoy ahora un poco más tranquilo. Me he dado cuenta de tantas cosas que ya no puedo seguir ignorando. Allison me ha hablado de los verdaderos sentimientos de Scott, y por ello ya no puedo seguir albergando en mi corazón ningún afecto por él, más cuando ya no tiene ningún sentido el hacerlo. Scott y yo siempre hemos sido buenos amigos y siempre lo seguiremos siendo, pero a pesar de ello no me siento mal; de hecho estoy tranquilo de poder conocer la verdad y también de poder aceptarla como una persona madura. Eso significa que he cambiado mucho en tan poco tiempo, y que seguiré cambiando, lo cual habla muy bien de mí.
Derek apretó con fuerza el delgado cuerpo del menor hacia el suyo, cuando sintió sus tibias lágrimas resbalar por sus mejillas empapando su ropa. El ojiverde no podía negar que Stiles podía ser un chico realmente muy maduro, que podía aceptar fácilmente las cosas por muy difíciles que fueran con una sonrisa, pero aquellas lágrimas que caían de sus ojos le hacían saber que sin importar la madurez que tuviera el castaño para aceptar los hechos, eso no le impedía a su corazón sufrir de la manera en que lo estaba haciendo, y eso de algún modo le dolía a él también. Porque su felicidad y su tristeza se estaba convirtiendo paulatinamente también en la suya.
-Stiles, yo... yo no sé qué decirte. Siento que por mi culpa tengas que ver como todo el mundo a tu alrededor se desmorone y te muestre su verdadera cara. Siento arruinar tú forma de ver la vida y a las personas, pero te pido que entiendas que el mundo no es un lugar fácil, y que la vida de las personas es mucho más complicada y menos feliz de lo que algunas veces aparentan. –Stiles asintió lentamente mientras se separaba un poco del pelinegro, limpiando con la manga de su camisa a cuadros, el resto de lágrimas que quedaban en sus mejillas. –
-No tienes por qué sentirlo, Derek. Lo cierto es que a pesar de ello, estoy sinceramente muy agradecido de poder conocerte. Gracias a ti no solo he logrado abrir mis ojos a la realidad, sino que también he podido dejar atrás mi amor por Scott y aceptar mis sentimientos. Derek, yo realmente agradezco el que estés ahora mismo a mi lado. Gracias a ti ahora me siento más fuerte como para enfrentarme a todo.
Derek no dijo nada más después de escuchar aquello, simplemente se limito a volver abrazar con fuerza a Stiles, temiendo que este pudiera desaparecer de su lado en cualquier segundo. Bien, ya podía dejar de lado eso de que su amor por Stiles no se comparaba aun con el que tenía por Paige. Ahora ya podía estar completamente seguro que le superaba por mucho, pues el temor que había en su pecho al pensar en perderlo le aterraba más que cualquier otra cosa que hubiera vivido hasta el momento.
-Stiles... por favor, quédate así un momento.
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Para Stiles Stilinski de un observador:
Querido Stiles, de algún modo comprendo lo que sientes. Es verdad lo que me has escrito en tu carta anterior; los recuerdos que guardamos de todos aquellos momentos que vivimos junto a ciertas personas, que para nosotros son y fueron lo más importante de nuestras vidas, son los más bellos, pero al mismo tiempo los más dolorosos que podamos tener. Se que con el tiempo pesan y lastiman más de la cuenta. Entiendo perfectamente eso, porque yo también lo he vivido, y del mismo modo comprendo además tus inquietudes, así como tu temor a las frases de despedida. Pero créeme cuando te digo, que yo jamás te diré adiós.
Stiles, no tienes por agradarme nunca mi interés por ti, al contrario, soy yo quien debo estar siempre agradecido por obtener tu respuesta. Así que ahora que conoces un poco más mis sentimientos, espero poder recibir muchas más cartas de tu parte, que hablen más y más sobre ti.
Porque querido mío, yo lo que más deseo ahora mismo es llegar a conocerte completamente.
Se despide ahora de ti, esperando por una pronta respuesta de tú parte, Derek Hale.
Un simple observador.
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Residencia Argent
Cuando Allison entro a su habitación, se encontró con una escena que de pronto se le hizo muy familiar. Scott se encontraba dándole la espalda mientras iba de un lugar a otro, poniendo dentro de su maleta todas sus cosas, mientras gruñía y soltaba algunos cuantos improperios en su contra al aire. Allison no necesitaba verlo a la cara, para saber que su aun esposo estaba completamente furioso con ella; con tan solo ver sus gestos y escuchar sus expresiones sobraba, pero la pregunta que se hacía en ese momento era: ¿Por qué Scott estaba haciendo sus maletas?
-¿A dónde se supone que vas a ir, Scott? –Cuestiono cruzándose de brazos, recargándose en el marco de la puerta. Scott al escucharla dejo lo que estaba haciendo en ese momento, para girar lentamente en dirección hacia ella, apretando con fuerza los dientes y también sus puños, contiendo en su boca un insulto todavía mucho mayor a los que había dicho ya en contra de su esposa. El de ojos marrones ensombreció su semblante con un gesto demasiado hostil; enarco una ceja y sonrió de medio lado sarcástico ante su pregunta –
-¿A dónde, preguntas? –Hizo una pausa para sonreír sin una pizca de gracia - Pues te respondo, querida – dijo entonces sarcástico – que muy lejos de donde pueda verte, donde pueda gritar libremente lo mucho que te odio; lejos de donde pueda proteger de tu abuelo, tu madre y quizás también de tu tía o de ti, a Liam, porque tú no pudiste resistir de hacer quien sabe que cosas obscenas y desvergonzadas con tu amante, en casa de los Hale, a la vista de tu padre. – Allison contuvo una exclamación de horror al escuchar eso, lo cual encolerizo aún más al moreno, que sin poderse contenerse más, avanzo dando dos o tres grandes zancadas hasta donde se encontraba la pelinegra, a quien tomo bruscamente del brazo para comenzar a sacudirla – ¿Por qué tuviste que hacer eso, Allison? ¿Eh? ¡Dime porque! ¿No te bastó con herirme ya lo suficiente? ¿Necesitabas hacerme más daño? ¿Necesitabas también herir a Liam para estar satisfecha? ¿Eh? ¡Vamos, dime!
-¡Suéltame Scott, me hace daño! –Pidió desesperadamente tratando de zafarse del fuerte agarre. Allison estaba tan impresionada con aquella actitud que jamás había visto en el moreno, que no podía dar crédito de lo que estaba sucediendo, por lo cual su cerebro aun no podía procesar correctamente lo que estaba pasando. – ¡Scott, que me sueltes! –De un fuerte empujón la morena consiguió quitarse de encima a su esposo, haciendo que este tropezara con algunas cosas que estaban regadas por el suelo, y cayera inevitablemente golpeándose muy fuerte en la cabeza, lo que sumado con la fuerte conmoción que estaba sintiendo, provocara que Scott perdiera el conocimiento al instante. – Scott... ¡Scott! ¡Scott, despierta!
Atraídos por los fuertes gritos, segundos después entraron Chris y Liam a su habitación, quedándose perplejos al ver a Scott completamente tendido sobre el suelo, mientras que Allison trataba de reanimarlo, dándole unas ligeras palmaditas en la cara.
-¡Scott! –Liam al ver al mayor tendido en el suelo, fue rápidamente hasta donde estaba, colocando su cabeza sobre su regazo, mientras le acariciaba lentamente el rostro con sus pulgares. –Despierta Scott, despierta...
-¿Qué fue lo que paso aquí? –Pregunto Chris, sin hacerse mucho lío por la actitud que estaba teniendo su hijo hacia el moreno –
-Papá, yo... lo siento. –El rubio mayor entendiendo todo, frunció el ceño desviando por un momento su vista de ella – siento mucho que te hayas tenido que enterar de la forma en que lo hiciste. De verdad estoy muy avergonzada de mis actos, pero por favor te pido que me entiendas y me perdones. –Sollozo bajando la mirada sintiendo mucha vergüenza de sí misma, así como también culpa por lo que le había pasado a Scott. –
-Lo sé, tú y yo tenemos que hablar largamente sobre este asunto, pero por el momento hay cosas más importantes que atender.
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Una vez que dejaran a Scott descansando en su cama, al cuidado de Liam, Chris y Allison se dirigieron hacia el estudio del mayor, donde Allison le confesó a su padre todo lo que había ocurrido hasta el momento. La pelinegra le hablo de su amor por Isaac y como tuvo que dejar de lado su relación cuando Gerard los descubrió. Le hablo de su sufrimiento al verse separada de la persona que amaba, y como trato de olvidarlo estando al lado de Scott sin conseguirlo.
Le dijo con mucha vergüenza que la razón por la que se había casado apresuradamente, había sido porque sospechaba que estaba esperando un bebe, y no estaba segura de quien era la pequeña criatura, aunque al final todo había resultado en una falsa alarma, sin embargo por eso Gerard y su madre la habían prácticamente obligado a casarse con Scott, o de lo contrario que tendría que hacerlo sería Liam. También le dijo que a pesar de las diferencias entre ambos, ella estaba dispuesta a sacrificarse y dañar a otras personas para que su pequeño hermano menor no sufriera, aunque por supuesto no estaba orgullosa de ello.
Christopher la escucho en silencio, sin hacer ningún comentario, sin interrumpir en ningún momento sus palabras, sin quitar de su rostro una expresión de horror, decepción y de asombro, hasta que por fin dejo de hablar.
-A pesar de todo, debiste hablar conmigo y decirme las cosas desde un principio. ¿Te das cuenta que todo esto pudo haberse evitado, si tan solo hubieras confiado un poco más en mí?
-Lo siento.
-De cualquier forma, ahora mismo estoy enterado de todo aquello que ocurría a mis espaldas. –La pelinegra bajo la cabeza, asintiendo en silencio – ¿Te has dado cuenta de todo el daño que has causado, por no ser honesta y hablar sobre tus sentimientos conmigo? Allison, sé que he hecho algunas diferencias entre tu hermano y tú, pero también eres mi hija y te amo mucho. Solo tenías que confiar en mí, yo jamás hubiera permitido que Gerard te hiciera pasar por todo esto. Has lastimado a Scott con tus acciones y eso no puede solucionarse. Lo demás si podemos, aunque aún no estoy muy seguro de cómo lograrlo.
-Sobre eso – Bajo un poco la cabeza – también quería hablarte. Isaac y yo hablamos sobre esto con Stiles y Malia; no quiero entrar en detalles de cómo es que ellos dos resultaron involucrados, porque supongo que tú puedes deducirlo fácilmente – Chris enarco una ceja y endureció nuevamente su semblante – El punto es que a Stiles se le ocurrió una forma de parar la ambición de Gerard; acabar de una vez con esta tonta disputa entre nuestras familias y de alguna manera, pagar el daño que le ocasionado a Scott con mi comportamiento y mis acciones.
-Te escucho.