Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tú, mi única opción por Gilbo

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

N/T: Hola, aquí les dejo el catorceavo capitulo que espero les guste. Ya nos estamos acercando más a la fiesta de compromiso de Derek y Stiles, y aún no dejan de pasar tantas cosas. En el capítulo anterior vimos que Melissa tuvo una plática con John y que se dio cuenta de donde había sacado su hijo esa incapacidad de notar las cosas hasta que las tenían de lleno en la cara. También descubrimos que hay otra persona interesada en Stiles, y que pondría poner muy celosos a Derek. Por otra parte, Peter – Como amo a ese hombre – no es tan frio e insensible como parece, pues está muy enamorado aun de cierta personita. – ¿Descubrieron a quien se refería? – Chris Argent fue a verlo hasta su casa para hablar sobre Nemeton. ¿Qué sucederá ahora?

 

El resumen para él día de hoy: Chris va a la casa de los Hale, para hablar con Peter acerca de los planes que ha hecho con Alison para detener a Gerard, para regresar a Nemeton a sus manos, pero las cosas por alguna extraña razón –El amor o que se yo – cambian totalmente de curso, cuando ambos se dan cuenta que no pueden seguir dejando de lado lo que realmente sienten el uno por el otro. Por otro lado, Scott, Derek y Stiles tendrán que planear una salida grupal para ayudar a Kira con su español y de esa manera evitar que Liam sea seducido y devorado por la astuta Kitsune.

 

¿Cómo demonios va a terminar todo esto? ¿Qué consecuencias habrá?... Bueno, eso ni yo misma lo sé y eso que yo escribo esta historia...

 

No sé, como que comienzo a pensar que al final voy a tener que planear cuatro bodas y un funeral. – Mal chiste, lo sé. –

 

 

Para este capítulo me he inspirado en la canción Someone New de Hozier, muy buena canción por cierto. 

"Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado, es la clave de la vida" - Arthur Schnitzler -

 

 

El amor nace de forma inesperada, es verdad, aunque para su desgracia y desdicha, su amor por esa persona que surgió de la nada, en nada se convirtió gracias a esa familia...

 

El castaño negó con su cabeza, alejando aquel pensamiento que aún le causaba daño, mirando hacia el cielo azul y limpio de aquella hermosa mañana de febrero.

 

-Así que aquí estas -Escucho decir de esa voz tan familiar que algunas veces le sacaba uno que otro suspiro. Chris sonrió al verlo junto a los miles de alelíes y Baby breath's que se encontraban a su alrededor, mientras caminaba en su dirección. -

 

-¡Vaya!, ¿A qué se debe tu visita tan temprano? - Cuestiono Peter sonriendo al sentir el cálido abrazo que el otro le dio como saludo. -

 

Mirando al cielo, la luminosidad del día, contemplando las hojas cambiantes y saboreando la dulce y fragante esencia de primavera, uno puede llegar a cuestionarse tantas cosas al mismo tiempo, acerca de la vida y también del amor. De lo injusto que son algunas veces las cosas y la crueldad que habita en el corazón de la gente. Del rencor hacia el pasado, el presente y algunas veces hasta del recelo hacia los días que aún están por llegar. ¿Por qué la vida algunas veces es tan injusta? Se preguntó con melancolía Peter, sintiendo aquel cálido abrazo de esa persona que tanto amaba, le quemaba como el fuego. Si la primavera es la estación en la que las cosas cambian y se renuevan, ¿Sus sentimientos guardados también podrían hacerlo? Se preguntó Peter, negando lentamente con su cabeza. -

 

Si pudiera haber la posibilidad, por muy pequeña que fuera, ¿Lucharía por volver su ilusión realidad o la dejaría marchitarse y morir nuevamente?

 

-Necesito hablar contigo de algo importante y no podía esperar más tiempo. - Peter Hale le miro intrigado, enarcando elegantemente una de sus cejas - Se trata de Nemeton. - El castaño resoplo con cansancio frunciendo ligeramente el entrecejo, no necesitaba escuchar más para prestarle toda su atención al rubio. Chris se separó lentamente del cuerpo del otro, notando la falta de calor, estremeciéndose del frío. -

 

-Te escucho. -Christopher froto sus brazos sintiendo la falta de calor, frunciendo el entrecejo por aquella sensación tan extraña que tenía en ese momento. Miro después al frente y sonrió nuevamente a Peter, quien enarco otra vez su ceja de una forma elegante y aristocrática, que algunas veces le hacía sonreír como tonto. Era extraño. A pesar de que su familia odiaba por alguna extraña razón a los Hale, él no podía hacerlo. No podía ni siquiera imaginar tratar algún día de forma descortés a Peter, por quien sentía un profundo respeto y un gran cariño. - ¿Y bien? -Cuestiono impaciente el de ojos verdes, haciendo un puchero encantador. -

 

-Sí, perdona, me distraje un momento. -Se disculpó enseguida el rubio, poniendo una mirada seria, centrándose nuevamente en el asunto que lo había llevado esa mañana a visitar a Peter, o mejor dicho, a los Hale. - Pero antes, ¿Podemos hablar en un sitio más privado? -Peter dibujo en sus labios una sonrisa de medio lado, antes de responder de forma burlona y divertida -

 

-¿Un sitio más privado? ¿Acaso quieres ir a mi habitación para estar más tranquilo? Porque si es así, te aseguro que ahí nadie podría atreverse a molestarnos. - El rubio le miro fijo a los ojos, imaginándose vertiginosamente tantas cosas sin sentido, haciéndole sentir un ligero mareo y un calor interno tan abrazador, que si no fuera por su entrenamiento casi militar para poder controlar sus sentimientos y emociones, se hubiera ruborizado hasta las orejas como un niño, después de haber escuchado semejante respuesta por parte del Hale. Por fortuna ninguna expresión apareció en su cara, lo cual no sorprendió para nada al otro, lo que si le asombro fue escuchar la respuesta a sus insinuaciones. -

 

"No malinterpretes esto, pero sabías quién era yo y cada paso que di hasta tropezar contigo"

 

-Me parece bien entonces. - Dijo apenas audible, haciendo pestañear varias veces al otro. - Esto es importante y no quiero que nadie más se entere.

 

 

...***...***¨*...

 

Flash Back

 

 

Hace veinte años.

 

 

Peter Hale no podía despegar su vista de aquellos impresionantes ojos color cielo, que habían captado totalmente su atención aquella tarde; del mismo modo que Christopher Argent no podía dejar de ver con curiosidad al muchacho que tenía enfrente, quien le regalaba en ese momento una impresionante sonrisa traviesa, que podría decir o sugerir tantas cosas a la vez. Y es que, ¿Cómo no hacerlo? ¿Cómo no dejar ver a Peter Hale, si él era la persona más impresionante que había conocido hasta ese momento en su vida?

 

Porque si, debía admitirlo. Peter Hale era alguien sencillamente impresiónate.

 

"Solo días tristes o negros, seleccionando extrañas perfecciones en cada extraño que elijo"

 

El castaño arqueo elegantemente una de sus cejas, casi de forma aristocrática, para luego dibujar una mueca retorcida y algo sarcástica en sus labios, antes de retomar su camino de vuelta a casa. Chris no pudo evitar soltar un suspiro ahogado, cuando lo vio marcharse lentamente y por alguna razón desconocida, sintió que su corazón era estrujado con fuerza de manera dolorosa. El chico rubio agacho por un momento la cabeza, antes de sujetarse mejor su mochila al hombro y caminar también en dirección hacia su casa. Para él no le era desconocida la enemistad que había entre su familia y los Hale, aunque siempre se había preguntado cuando y como nació dicha enemistad, y que hacer para para acabar con ella.

 

"¿Serían las cosas más fáciles si hubiera una manera de hacer las cosas bien?"

 

 

El rubio mordió sus labios, cuando se dio cuenta que la única forma de acabar con ello, era que un miembro de su familia y uno de la familia Hale se unieran en matrimonio, uniendo así ambas familias, acabando así de una vez con aquella ridícula disputa. Suspiró. El problema era que lograr hacer eso, era mucho más difícil que pensar en la solución, pues sinceramente él no creía que su hermana aceptara casarse con Peter, así como tampoco quería en el fondo que ella lo hiciera. De solo imaginar a Peter Hale al lado de su hermana le daba escalofríos, y no por que le desagradara aquel muchacho, sino porque creía que Peter se merecía estar con alguien mucho mejor que Kate.

 

 

¨*... ¿Cómo quién? ¿Cómo tú, acaso?... *¨

 

 

"Cariño, no hay manera de hacerlo bien"

 

 

-Esto es ridículo, ¿Por qué estoy pensando esto? - Se preguntó sintiendo sus mejillas arder de vergüenza. ¿Cómo se le ocurría pensar en esa tontería, cuando Peter y él eran ambos hombres? Eso simplemente no tenía sentido -

 

"Así que me enamoro solo un poco, o un poquito más cada día, de alguien diferente"

 

Pero pasa entonces, que un buen día descubres que la mayoría de las cosas en la vida no tienen sentido, porque si así lo fuera, ¿Por qué termino siendo el mejor amigo de Peter Hale?... A pesar de la oposición y obvia desaprobación de su padre, madre, hermana e incluso de su novia Victoria, ambos terminaron siendo incluso muy buenos amigos. Amigos que pasaban mucho tiempo estando juntos, disfrutando de la mutua compañía sin hacer nada más que estar uno al lado del otro.

 

"Hay todo un arte en llegar al paroxismo, de alguna manera, escapar de la ardiente espera"

 

"El arte de no aprobar"

 

Y aquello era bueno y muy divertido a pesar de lo que los otros pudieran pensar al respecto. Y Chris era feliz y pensaba que Peter también lo era, hasta que un día de pronto él le dijo que iba a casarse y que ya no podía perder más su tiempo estando con él. Y no iba a mentir, aquello le dolió de muchas maneras diferentes, pero lo comprendió. - Tenía que hacerlo - Ambos eran ya adultos y tenían que tomar responsabilidades, así que simplemente sonrió y acepto que ya no podía ver a Peter Hale tanto como antes. -O como él mismo quisiera - Sin embargo debía admitir que aquel pequeño distanciamiento le causaba mucho frío y pesar en su corazón.

 

"A algunos les gusta imaginarse la oscura caricia de algún otro, supongo que cualquier emoción serviría"

 

Pesar que se hizo cada vez más grande conforme el tiempo iba trascurriendo, aunque pensó ilusamente que con la llegada de sus hijos, aquel sentimiento de vacío que había en su pecho desaparecería, pero la llegada de Malia en la vida de Peter no hizo más que acentuar el hecho, de que había algo más que se estaba negado a sí mismo a ver claramente. Pero no fue sino hasta que vio un día a Peter y su pequeña hija en brazos, que lo comprendió todo. Y se sintió mal por ello, pero no podía desaparecer de su corazón aquel oscuro y terrible sentimiento que crecía cada vez que los veía juntos. La odiaba a ella, tanto como jamás había odiado nunca a otra persona, porque Peter, su mejor amigo, la persona a la que tanto amaba, le entregaba todo su amor, tiempo y cuidados a esa pequeña niña que tenía tanto parecido físico con su madre. Y aquello era estúpido e ilógico y sucio y perverso, sin razón incluso, pero no podía dejar de sentir "eso" cada vez que la veía.

 

"¿Serían las cosas más fáciles si hubiera una manera de hacer las cosas bien?"

 

Era increíble, pero sentía celos de una pequeña niña que no tenía culpa de nada. Y así, de ese modo, la distancia entre ellos dos creció una vez más, pues aquel dolor que sentía en su corazón podía volverse odio, y el solo hecho de pensar siquiera en odiar algún día a esa persona que tanto amaba le daba miedo. Porque hacerlo, odiarlo, sería el fin para él. Por eso aunque no verlo le causara dolor, prefería distanciarse de su amigo, para que aquel sentimiento no muriera.

 

¿No es irónica la vida algunas veces?

 

"Cariño, no hay manera de hacerlo bien"

 

No,... lo irónico aquí, es la muerte.

 

 

...***...***¨*...

 

 

-Subamos entonces. -Peter le extendió la mano, regalándole una sonrisa traviesa que podría decir o sugerir tantas cosas a la vez y Chris Argent lo pensó un momento, antes de sujetar con fuerza aquella mano. Y es que, ¿Cómo no hacerlo? ¿Cómo no pensarlo un poco antes de dejarse llevar por Peter Hale, si él era la persona más impresionante que había conocido hasta ese momento en su vida? ... Porque si, debía admitirlo. Peter Hale era alguien sencillamente impresiónate y por ello, era el dueño indiscutible de su corazón... Aunque por supuesto, aquello fuera también un secreto. -

 

"Así que me enamoro solo un poco, o un poquito más cada día, de alguien diferente"

 

 

***********************

 

 

Derek pasó despreocupadamente su brazo por los hombros de Stiles, sin ser del todo consiente de lo que provocaba en el cuerpo del chico, quien se estremeció ante aquel contacto, pintando de rojo sus pálidas mejillas. El mayor llevo a un lugar apartado de Scott a Stiles, para contarle lo que este le había dicho con respecto a sus sentimientos por Liam, preocupado porque su novio se sintiera herido; pues a pesar de que el castaño le había asegurado anteriormente, que ya no sentía nada por su mejor amigo, él seguía sin creerlo del todo. Stiles dibujo una enorme sonrisa en sus labios, mientras que sus ojos brillaban de emoción, aun así Derek no creía aún posible que el menor hubiera dejado totalmente atrás sus sentimientos de un día para otro por Scott, cuando a él le había tomado bastantes años el hacerlo lo mismo con Paige.

 

"Me despierto con la primera vergüenza de la mañana y mi corazón ya ha pecado"

 

El pelinegro resopló con tristeza al verlo, apretando con fuerzas sus puños. En realidad se había prometido no herir de ningún modo al chico - su chico - pero era una persona egoísta y no pensaba compartir ni la mente, ni el espacio, ni mucho menos el cuerpo de Stiles con nadie, por ello aunque en ese momento le estuviera haciendo daño, tenía que hacer que el castaño se diera cuenta de alguna forma, que no tendría ni ahora ni nunca una oportunidad con su mejor amigo, aunque aquello le doliera. Lo peor de todo, es que su tío Peter tenia nuevamente la razón y aquello le molestaba. Ahora comprendía perfectamente sus palabras, que podría tomarlas como verdad absoluta, a pesar de su propia molestia. Cuando amamos a una persona, es inevitable que nos volvamos cada día un poco más egoístas.

 

"¿Qué tan puro o que tan dulce ha de ser un amor, Stiles, para que tú suplicarías por él?"

 

-Así que al final tenía razón. -Menciono el castaño, sacando a Derek de sus propios pensamientos, haciendo que este fijara su vista en él. El menor bajo un poco su cabeza negando varias veces, poniendo una expresión de superioridad segundos después, mientras se sujetaba el mentón de forma pensativa, y encaminaba sus pasos en dirección a su mejor amigo, que los veía desde el marco de la puerta de la cocina con nervios. Por qué si, estaba terriblemente nervioso y un poco asustado y Stiles lo sabía. ¡Pero qué digo un poco! Estaba que se moría de miedo, pero intentaba mantener la situación bajo control, como siempre lo hacía, cosa que provocaba un poco de gracia en Stiles. -

 

-Stiles...

 

"Porque dios sabe que me enamoro solo un poco, o un poquito más cada día, de alguien diferente"

 

-Ya sabía que no podías vivir sin mí. -Musito arrogante Stiles, antes de abrazar con fuerza a Scott, ante la mirada atónita de Derek, quien solo pudo apretar con fuerza sus puños, para no decir en ese momento lo que pensaba de aquello, porque simplemente no tenía razón para hacerlo. Bueno, en realidad si la tenía, pero si hacía mención de sus sentimientos a Stiles en ese momento, este le miraría de una forma indiferente, y el mayor no estaba seguro si podía soportar aquello en ese instante. Por eso se tragó el coraje y los celos que sentía y trato de mantenerse tranquilo. - ¡Mira nada más, dejo de prestarte atención un mes y te enamoras de Liam! Pero hermano, realmente me da mucho gusto por ti. - Dijo sincero, haciendo una pausa - Estaba preocupado después de que... bueno, después de que supe lo que pasaba entre Allison y tú. Pero sinceramente, Liam está mucho mejor que su hermana.

 

Ante tal comentario, tanto Scott como Derek, no pudieron evitar fruncir el ceño y gruñir en desaprobación a lo dicho.

 

-Stiles...

 

-Stiles...

 

-¿Qué?

 

 

***********************

 

 

Y así todo pasó tan de repente y sin planearlo siquiera, porque después de todo, el amor siempre sucedía así: De una manera rápida e imprecisa, pero siempre certera. Christopher no podía dar crédito a lo que estaba pasando, aunque en aquel instante estuviera totalmente consiente de las consecuencias y fuera también participe de aquello. Peter por su parte simplemente estaba disfrutando, y en realidad ninguno se detuvo a pensar en ese momento si estaba bien o mal hacer lo que estaban haciendo, porque en realidad a los dos les daba lo mismo.

 

Porque después de todo el amor es así, y no puede evitarse, del mismo modo que no se puede evitar ser egoísta cuando se ama. Del mismo modo que no se puede evitar también dañar a quien amamos. Del mismo modo que no se puede evitar sentir pasión, por aquella persona que con una simple y sutil caricia puede llegar a incendiar toda nuestra piel, y hacer explotar todas nuestras emociones. Peter y Chris sabían de las consecuencias que podrían venir más adelante, y de todas formas no se detuvieron, porque el amor y la pasión que ambos sentían el uno por el otro, no podía esperar ni un día más en consumarse. Lo cierto es que no hubo falta de decir ni una sola excusa, porque cuando ambos se vieron a los ojos y sus manos se tocaron, aquel abrazador sentimiento que por largos años ambos trataron de ocultar de sí mismos, despertó de una forma avasalladora.

 

Ambos se besaron atropelladamente sin dejar espacio ni siquiera para poder respirar, mientras sus cuerpos se encontraban ardiendo por la pasión que ambos sentían. ¿Cómo habían llegado a la cama? Se preguntaron, cuando ya estaban tendidos sobre esta, desnudos y disfrutando de aquel cálido contacto de sus pieles. Y todo era perfecto, porque de alguna manera en lo más profundo de sus mentes así lo habían imaginado un día. Ambos sonrieron antes de unir nuevamente sus bocas, pero esta vez mucho más despacio disfrutando lentamente del sabor del otro. Peter sonrió travieso mientras se sentada a horacadas sobre el miembro de Chris, besando y mordiendo suavemente el cuello del rubio, pero sin dejar ni una sola marca que pudiera delatar nada de lo que estaban haciendo, aunque al otro si le hubiera gustado tener sobre su cuerpo la marca de los dientes de su amante.

 

El rubio sujeto entonces las caderas de Peter moviendo su cuerpo de lado a lado, creando una deliciosa fricción que les saco algunos cuantos jadeos de satisfacción, encendiendo aún más si se podía, el deseo de pertenecerse y probarse el uno al otro. Chris no lo pensó más, no podía ser capaz de contenerse a las ganas de penetrar al castaño, que no puso ninguna clase de objeción en recibirlo en su interior. El rubio se introdujo muy lentamente para no causarle ningún daño al más bajo, sin embargo Peter no tenía el mismo pensamiento en mente, por lo que impulsándose con algo de fuerza, logro introducir de un solo golpe la virilidad del otro dentro de su cuerpo, de un solo sentón. Y aunque no le gustara tener que reconocerlo ante sí mismo, tenía que aceptar que Derek e Isaac tenían cierta razón al sugerir que era un tanto masoquista.

 

Christopher gruño al sentir su cálido interior estrechando su miembro, mientras que el castaño emitió un fuerte gemido aferrándose de su cuello, para luego devorarle prácticamente la boca, comenzando a moverse despacio sobre su centro. Poco a poco Chris fue aumentando el ritmo, el rubio le sujetó con más fuerza por la cadera a Peter, moviéndolo de atrás a adelante al compás de sus estocadas, notando en el rostro de su amante la satisfacción que le ocasionaba al golpear cierto punto sensible una y otra vez. Una sensación de cosquilleó recorrió la espalda baja del castaño hasta llegar a su vientre, abriéndose paso hasta su miembro, donde se liberó en el orgasmo espléndido que robó todo el aire que tenía guardado en sus pulmones, sin importarle siquiera en ese momento si alguien podía escucharles o no. El rubio por su parte se deleitó al sentir el cuerpo del otro desplomarse, sintiendo las paredes del Peter comprimiendo su miembro una vez más, sintiendo venir también su propio orgasmo, por lo que se apresuró a dar unas cuantas estocadas más, e inevitablemente descargó su esencia en el interior del otro provocándole espasmos a todo su cuerpo.

 

Después de algunos minutos de descansar sobre el pecho de Chris, Peter se enderezo un poco sobre el cuerpo de su amante para sonreírle de esa forma que tanto le encantaba al otro. Christopher argent conocía demasiado bien a Peter Hale, como saber perfectamente lo que el castaño le decía con aquella mueca burlona y traviesa que se había dibujado en sus labios, por lo que colocando ambas manos sobre sus caderas, comenzó nuevamente con aquel divertido juego del que no se cansarían nunca los dos.

 

Porque si, debía admitirlo, si algún día se quemaba en el infierno no le importaría en absoluto, siempre y cuando Peter Hale, la persona más interesante en su vida hasta el momento y a quien más amaba con locura se encontraba a su lado.

 

"Así que me enamoro solo un poco, o un poquito más cada día, de alguien diferente"

Notas finales:

PD: No se olvide de comentar, por favor. Y si hay por ahí alguna falta de ortografía o algo se me paso por alto, luego lo corrijo. Descansen y nos leemos hasta la próxima. Bye, Bye!!!

 

 

--------------------------------------------------------------------------


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).