Mientras Stiles caminaba al lado de Scott, porque este lo tenía bien sujeto del brazo, Derek le hacía señas al castaño para saber cómo le había ido al teléfono con la chica. Stiles entre gestos y muecas extrañas, le hizo saber de alguna forma que le había ido bien y que Kira y él tenían ya listo un plan. Scott entonces se giró hacia su amigo viendo a su vez de soslayo a Derek. Esos dos podían comunicarse y entenderse entre sí, sin necesidad de usar palabras, y de pronto se sintió un poco más envidioso de ellos, mientras deseaba que algún día Liam y él pudieran hacer lo mismo.
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"Al ser amado no se le alecciona, se le observa; no se le trasforma, se le ve crecer; no se le conduce, se le acompaña" - Valerié Tasso -
Liam terminaba de ponerse encima un suéter ligero color azul marino, que Scott le había regalado en su cumpleaños pasado, cuando este llego acompañado de Stiles y Derek Hale. Scott le miro a los ojos, y por un segundo le pareció ver al pequeño un brillo bastante especial y único que desapareció a los segundos después de señalarlo y fruncirle el ceño. Scott miro a Liam y no pudo evitar sentir a su corazón agitarse con fuerza dentro de su pecho, para después sentirlo siendo estrujado por una fuerza invisible pero muy poderosa y así como desagradable, llamada celos. Porque exactamente eso es lo que sentía en ese momento, pues Liam lucía tan hermoso y perfecto como siempre, con ese aire de inocencia refrescante como el de la primavera, y el solo recordar que aquella imagen tan blanca y pura no era para él, aquel sentimiento tan oscuro ataco a su corazón y le hizo actuar de aquella manera; frunciendo el entrecejo y señalando su ropa.
-Scott…
-Veo que buscas impresionar a Kira. ¿Porque no mejor te pones la ropa que te regalo tú tía Kate?, creo que esa te quedaría mucho mejor - Dijo apenas conteniendo la rabia que sentía mientras apretaba con fuerza los dientes. Derek miro al chico moreno conteniendo apenas la vergüenza, pues algunas veces, aunque jamás lo admitiría en público, actuaba de esa manera cuando sentía celos de él o de cualquier otro que posara sus ojos más tiempo del que era debido en Stiles. Stiles se golpeó la frente sintiendo una increíble frustración, mientras se preguntaba en qué diablos estaba pensando su torpe amigo, y Liam simplemente no supo que decir ante eso. ¿Acaso Scott estaba actuando celosos? -
-Scott - Stiles entonces decidió intervenir en ese momento, regalándole un nada sutil golpe en las costillas al moreno, para después apretarle del brazo y susurrarle apenas audible. "Sigamos con el plan" - ammh, no ibas a recordarle a Liam, aquí presente, que yo también soy muy bueno en español. - El mencionado reacciono entonces señalando a Stiles, luego a Liam y también a Derek, recobrado entonces la compostura. -
-Claro, eso es lo que pesaba decir antes pero... como sea. Derek también es muy bueno hablando ese idioma, ya que su hermana Cora estuvo viviendo un tiempo en México, y pues creo que ellos dos pueden ayudarte con Kira. -Otro golpe por parte de Stiles en las costillas - Para que ella aprenda más rápido el idioma, quiero decir. Ya sabes, uno no siempre aprende hacer todo con el primer maestro, y algunas veces se requiere aprender lo que hace falta con más de uno. - Liam entonces entrecerró los ojos y apretó sus labios con fuerza, sintiéndose de pronto bastante ofendido por aquella insinuación. Stiles se dio otro golpe en la frente y Derek estaba que se moría de risa. Ahora entendía porque Scott hasta hace relativamente muy poco, se había dado cuenta de su amor por Stiles. -
-Lo que mi torpe amigo quiso decir - Intervino nuevamente Stiles - es que con nosotros tres - señalo a Derek y a él mismo - podremos ayudar mucho mejor a Kira - Tomo aire y miro fijamente al pequeño, pasándole uno de sus brazos por el cuello - porque ella es mi amiga al igual que de mi novio, y ya que Derek y yo la estimamos mucho, no te importara que nosotros te acompañemos, ¿verdad? - Liam estaba a punto de objetar algo en contra, pero recordó que lo que menos quería en ese momento era pasar por un momento incómodo con la chica, así que asintió afirmativamente en respuesta -
-Está bien, si es para ayudar a Kira no veo el problema, pero Scott también va.
-¿Qué? - Pregunto el mencionado entre sorprendido y contento - ¿Por qué tendría que hacerlo?
-Porque tus notas en español son muy malas, y creo que te vendría muy bien también acompañarnos, para que así no te quede duda de nada; con tantos maestros para escoger, seguro aprendes algo. - Musito el menor frunciendo el entrecejo con bastante molestia, que apenas si pudo ser capaz de disimular un poco. Scott apretó los puños y trato de tranquilizarse un poco, mientras que Stiles sonrió sutilmente -
-¡Claro que si le vendría muy bien el hacerlo! - Intervino una tercera vez Stiles, antes de que su amigo se negase a la idea. Eso funcionaria perfecto para el plan que habían hecho Kira y él, para probar los verdaderos sentimientos de ambos. El castaño miro a Derek a los ojos haciéndole una seña, este entendió al instante lo que el otro estaba pensando, por lo que se apresuró a sujetar a Scott del brazo y arrastrarlo consigo dentro del auto. Scott miro a ambos y entendió que algo muy extraño estaban planeando esos dos, pero antes de pudiera decir o hacer algo, ya se encontraba en parte trasera del auto de Derek Hale, sentado al lado de Liam rumbo a casa de Kira. -
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Melissa se encontraba arreglando algunas cosas en su casa, cuando de pronto alguien llamó a la puerta. La pelinegra dejo lo que estaba haciendo en ese momento y se dispuso a ir atender, recibiendo un pequeño paquete de parte de Stiles. Ella extrañada abrió la pequeña caja, que contenía en su interior un frasco mediano de un perfume que olía realmente muy bien, al igual que una carta dirigida para ella escrita también por Stiles. Melissa miro más que curiosa aquellas cosas, por lo que también se dispuso abrir el sobre y leer aquella carta.
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Para Melissa:
Hola Melissa, seguramente te estarás preguntando ahora mismo por qué te he mandado este paquete, pero créeme si te digo, que hay una buena razón para todo esto.
Antes que nada, me gustaría el poder confesarte lo mucho que me ha costado el escribirte esta carta, porque de esta forma quiero que entiendas lo difícil que es para mí dejar atrás los viejos recuerdos, y también te des cuenta lo mucho que amo a mi padre, y que por él y su felicidad, es que estoy haciendo esto. Admito que espiar a las personas no es algo educado de mi parte, ni de lo que yo pueda sentirme demasiado orgulloso, pero gracias ello siempre he sido consciente de lo que tú sientes por él; y aunque seguramente no lo hayas notado hasta hace una noche, no me cabe ninguna duda de que seguramente lucharas por lo que sientes con toda tus fuerzas, pues en ese aspecto Scott es igual a ti. Pues bien, te digo de una vez que aunque me duela de cierta forma el tener que admitirlo, creo que mi padre merece ser feliz y amado por alguien más que yo. Y qué mejor si ese alguien eres tú.
Hasta hace algún tiempo yo era quien siempre cuidaba de él, aunque mi padre siempre me insistiera que él tenía que hacerlo y no yo; pero lo hacía porque yo creía ocupaba el lugar de mi madre, o al menos eso me decía, y por ello mi deber era vigilar siempre de él y cuidarlo y darle todo mi amor, pero mi amor no es, ni será nunca suficiente para que él pueda ser realmente feliz. Lo he comprendido y lo he aceptado, y sé que si tú le dieras tu amor, él podría sanar su corazón herido y lograr ser realmente muy dichoso.
Advierto que lograr aquello no será tarea fácil, porque por desgracia mi padre es una persona bastante terca, pero confió en que podrás lograrlo. Por favor no te rindas, y lucha por lograr también tu felicidad junto a él, porque aunque mi padre no lo admita del todo, yo sé que en lo más profundo de su corazón él también siente algo por ti. Por eso te entrego este perfume que estoy muy seguro te servirá de mucha ayuda. Úsalo siempre que tengas el presentimiento de que lo vas a ver, porque seguramente lo encontraras; ya sea en la calle, en el trabajo o incluso de visita en tu casa. Úsalo siempre hasta que su corazón cambie, y te deseo mientras tanto mucha suerte.
Se despide de ti, deseando logres conquistar el terco corazón de un buen hombre, Stiles Stilinski.
Espero muy pronto, tu hijo.
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Al terminar de leer aquella carta, inevitablemente la mujer no pudo hacer otra cosa más que llevarse una mano a la boca, y llorar en silencio por algunos cuantos minutos. Ella mejor que nadie conocía el dolor y el sufrimiento que siempre estuvo presente en el corazón de Stiles, después de la repentina y dolorosa muerte de su madre; y aunque el chico siempre tratara de oculta toda esa tristeza detrás de una enorme sonrisa, simplemente para no hacer sufrir más a su padre que era un hombre bueno, ella sabía de antemano que el chico tenía también el corazón lastimado por perder a la mujer que también amaba mucho. Desde entonces Stiles no había dejado que ninguna mujer se le acercara a su padre, para que ninguna otra persona borrara jamás el recuerdo de su madre del corazón de John, por ello el que Stiles estuviera haciendo eso significaba mucho para ella. Y por eso es que estaba tan conmovida y feliz.
-Por supuesto que luchare por lo que siento Stiles. Te lo prometo... yo haré muy feliz a tu padre.
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Kira se colocaba un poco de perfume, cuando su teléfono móvil comenzó a sonar por segunda vez en ese día. La pelinegra atendió la llamada sonriendo misteriosa al ver el nombre de Brett Talbot en la pantalla de su teléfono. El chico se encontraba esperando en su puerta con una media sonrisa en sus labios, y una mirada un poco tímida para un chico con la reputación que tenía a cuestas. Kira lo observo por algunos minutos antes de hacerlo pasar a su casa, preguntándose cómo alguien como él podía ser menor a ella, cuando claramente no lucía tan chico a diferencia de Liam, quien aún tenía cara de bebe. Ella hizo una mueca en sus labios y movió su cabeza de lado a lado, para después alzarse de hombros e invitarlo a pasar.
-Adelante, pasa - Índico la chica haciéndose a un lado para que el otro pudiera entrar. Brett Talbot la miro entre curioso y un poco preocupado, teniendo miles de preguntas en su cabeza en ese momento, que se moría de ganas de hacerle a esa chica, pero decidió ser paciente y esperar a que ella misma las respondiera. - supongo que te estarás preguntando el motivo de mi llamada. - Cuestiono ella sentándose en uno de los sofás que habían en la sala, invitándolo a él a sentarse en frente -
-Sí, pero antes me gustaría saber cómo es que tienes mi número - El chico castaño entrecerró los ojos y le miro con curiosidad - Que yo recuerde jamás te lo he dado, y ya que los dos no somos amigos, ni mucho menos compañeros, pues me gustaría mucho saber cómo es que lo obtuviste. - Kira tomo una gran bocanada de aire antes de comenzar con las explicaciones -
-Bueno, se lo pedí a otra persona que me debía un favor. - Dijo de forma simple y relajada como si eso no tuviera la menor importancia, porque de hecho para ella así era, pero para Brett era otra historia. - pero eso no es importante en este momento. La razón por la que te pedí que vinieras es porque necesito preguntarte una cosa muy importante y necesito que me digas la verdad.
-Espera un momento. ¿Cómo que eso no es importante? - Hizo una pausa pidiendo tiempo muerto - ¿Quién fue la persona que te dio mi número de teléfono, y para que me pediste que viniera aquí? Y lo más importante, ¿Qué tiene que ver Liam en todo esto?
-Bueno, si dejaras de hablar y me permitieras explicarte las cosas, ya lo sabrías. - Suspiro - La persona que me dio tu número móvil fue tu hermana, ya que me debía un gran favor, como sea, eso no importa. - Brett levanto sus manos para pedir otro tiempo muerto, pero ella lo interrumpió - ¿Quieres dejar de hacer eso? No estamos en un partido de baloncesto. La razón de todo esto es porque me interesa saber qué es lo que sientes por Liam. - Brett pestañeo dos veces al escuchar la pregunta, mirando aún más curioso y también sorprendido a Kira. -
-¿Por qué te interesa saber eso? ¿Acaso estas interesada en Liam? - El chico movió su cabeza y se apresuró a negar con sus manos - dejemos eso por un momento. ¿Acaso piensas que yo estoy interesado en Liam de esa manera? ¡Por dios mujer, Liam es solamente un amigo! De hecho es casi como un hermanito menor para mí. - La pelinegra enarco una ceja y se cruzó de brazos no muy convencida, porque claro que ella no creía en esas excusas, sobre todo si tomaba en cuenta que Scott y Stiles decían exactamente lo mismo y al final de cuentas, ambos tontos estaban enamorados el uno del otro sin ni siquiera saberlo. - No me crees, ¿verdad?
-Sinceramente ya no me creo esa historia. Uno puede mentir fácilmente según nos convenga, pero la verdad siempre sale a la luz en algún momento, causando dolor y heridas que tal vez nunca sanen en el corazón de las personas. - Brett asintió a lo dicho comprendiendo lo que decía -
-Sí, lo sé. Pero es verdad. Liam es solamente mi amigo y nada más. Y si de verdad te interesa, podría ayudarte a que estés con él. Liam es un buen chico, seguro será un buen novio - Dijo sonriendo. Kira asintió y arrugo su frente mientras fruncía el entrecejo. - ¿Qué pasa?
-Eso puedo imaginarlo, pero la razón por la que te pregunto todo esto, no es porque yo sienta algo por él, sino porque alguien más está enamorado de Liam, y yo solo quería saber si esa persona no tendría ningún problema en conquistar el corazón del chico. - Brett curveó sus labios haciendo un gesto gracioso, mientras se cruzaba de brazos y ladeaba un poco su cara poniendo una expresión divertida -
-Así que alguien más está interesado en mi amigo. - Expreso pensativo - ¿Alguien mayor? -La chica asintió afirmativamente - ¿Y seguramente ese alguien es una persona que tú conoces, no es así?
-Sí, así es.
-¿Y esa persona es?... - Kira rodó los ojos mientras que Brett sonrió aún más divertido, sobre todo al estar completamente consiente que ese jueguito estaba fastidiando a la chica. La pelinegra estaba a punto de responder, cuando pudo escuchar como un auto se estacionaba frente a su casa, por lo que apresurada se puso en pie, tomando de la mano al chico para que hiciera lo mismo. -
-Escucha Brett, no hay tiempo para entrar en detalles. Así que escucha atentamente y por favor no te desmayes. La persona que esta interesada en Liam Argent, es Scott. Y al parecer Liam también está interesado en él, el problema es averiguar si lo que sienten el uno por el otro es verdadero o no. - Kira hizo una rápida pausa, y lo miro fijamente a los ojos - Si de verdad eres amigo de Liam, y quieres lo mejor para él, tendrás que ayudarme. - Brett miro a Kira con la boca abierta y una gran expresión de sorpresa e incredulidad en su rostro, aún así asintió en respuesta -
-E-Está bien. ¿Cómo hago eso? -La chica le miro por escasos algunos segundos, antes de levantar sus brazos y expresar -
-¡No lo sé, improvisa algo!
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Y ahí estaban los seis chicos mirándose unos a los otros, con una obvia y marcada incomodidad que no podían borrar de sus caras, mientras fingían explicar y poner atención respectivamente. Brett noto como Kira se acercaba más a Liam, cuando la chica fingía tener alguna duda, y el cómo Scott apretaba "disimuladamente" su bolígrafo como si tratara de alguna forma de estrangularlo o algo parecido. Stiles fingía bien una sonrisa de medio lado que hacía creer que era de burla para su amigo, pero Brett intuía que era de diversión, mientras que Derek Hale, el tan famoso novio de Stiles, simplemente se concentraba en su tarea de enseñar y nada más. Bueno, casi. Porque cuando Stiles no se daba cuenta, se le quedaba viendo disimuladamente con una expresión de amor, que haría suspirar a las chicas.
Entonces... ¿Cuál era su papel en ese juego? Se preguntó Brett concentrándose el papel que jugaban todos los demás, hasta que por fin se dio cuenta que la única base que aún no estaba cubierta, era precisamente Scott. ¡Genial! Pensó, llevándose una mano a la cara, mirando después con incomodidad a Kira, quien le sonreía enigmáticamente y de forma un tanto divertida, como cómplice. El chico se puso en pie para sentarse después a un lado de Scott, pasando al lado de Kira, a quien le susurro rápidamente "Me vas a deber una, y muy grande" para después comenzar también a jugar ese juego.
-Ammh... Scott. Me gustaría saber si de casualidad podrías ayudarme con mi entrenamiento de lacrosse. Ya sabes que pronto comenzaran los partidos de las semifinales y pues... creo que necesito algo de ayuda. - Scott se dio vuelta para mirarlo recordando que el chico era compañero de Liam, y que además era un buen jugador, por lo que sin ver ningún problema a su petición, termino aceptando de buena manera. -
-De acuerdo, por mí no hay problema. - Liam arrugo su nariz y apretó con fuerza sus puños, al darse cuenta de cómo Brett, su mejor amigo, miraba con ojos de cachorro enamorado a Scott. Su, Scott. Remarcaba, porque aunque en realidad estuviera casado con su hermana, y técnicamente no fuera suyo, eso no quería decir que pensara en compartirlo con nadie más. De hecho, ni siquiera quería seguir compartiéndolo con su hermana. Derek que estaba a su lado, soltó un largo y pesado suspiro. Lo que hacía por estar con Stiles, pensó, mientras que este no paraba de mirar a todos los demás con diversión. -
-Estoy seguro que esto no terminara nada bien. - Susurro el ojiverde a su novio, mientras que este le sujetaba de la mano -
-Al contrario - Rebatió divertido - Esto terminara mejor que bien. Ya lo verás.
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Muchas horas después, ya cansados de ver como Scott miraba con cara de odio a Kira por insinuársele constantemente a Liam, y de que Liam a su vez quisiera matar, revivir y volver a matar a su mejor amigo, ambos decidieron que ya era hora de escapar cuanto antes de aquel lugar, o de lo contrario terminarían siendo parte de aquella masacre. Derek y Stiles ni siquiera pensaron en despedirse, simplemente tomaron sus cosas y disimuladamente salieron corriendo hacia el auto del mayor. Ya dentro ambos se miraron y después sonrieron, antes de unir sus labios en un suave y cálido beso. Stiles suspiro después, recargando su cabeza sobre el hombro de Derek. Derek sonrió de manera sutil mientras ponía en marcha su auto rumbo a la casa de su novio para ir a dejarlo, antes de que llegara su padre y se preguntara donde se encontraba, pero antes pasaron a una pequeña cafetería del centro para comprar algo de comer, pues ya era demasiado tarde y en todo ese día no habían comido casi nada en casa de Kira.
Llegando a la casa, ambos se dirigieron a la cocina para comer lo que habían comprado. Stiles coloco las hamburguesas sobre un plato, y Derek limpio la mesa y coloco un par de vasos con soda de limón. Ambos tomaron asiento y comieron tranquilamente en silencio, y aquello repentinamente se volvió en algo único y hasta cierto punto mágico para los dos, pues esa era la primera vez que estando solos comían juntos, y si ponían un poco de imaginación, podrían simular que se encontraban en una cita. Derek entonces se dio cuenta que hasta la fecha no habían tenido ninguna cita, por lo que en ese momento deseo repentinamente golpearse la frente por ser tan despistado en ese aspecto. Stiles le miro dibujando una sonrisa en sus labios, colocando sus manos sobre las suyas.
-Esto parece como si estuviéramos en una cita. ¿No te parece? - Cuestiono adivinando sus pensamientos. El ojiverde asintió en silencio, frunciendo ligeramente el entrecejo después, apretando sus manos. - ¿Qué te preocupa? - Stiles también frunció sus cejas y le miro preocupado haciendo un puchero - ¿Dije algo que te molestara?
-No, ¿Cómo podrías hacerlo?, lo que sucede es que hasta ahora me estoy dando cuenta que he sido muy torpe, y no te he invitado a salir en todo este mes que llevamos siendo novios. - Stiles suspiro de alivio después de escucharle decir eso, llevando una mano hasta su pecho y relajando su semblante. Después sonrió feliz porque el ojiverde no dijo: "no te he invitado a salir en todo este mes que fingimos siendo novios" lo cual le dio de cierta manera mucho más ánimo para conquistar su corazón. -
-No te preocupes por eso, tenemos mucho tiempo para salir y tener montones de citas por todo Beacon Hills, además todo este mes hemos estado ocupados preparando nuestra fiesta de compromiso, pero a partir de mañana podremos relajarnos un poco y después comenzar a salir. ¿A dónde te gustaría ir primero? - Pregunto de lo más animado - A mí me gustaría ir al cine a ver esa nueva película de terror que se estrenara la próxima semana, pero antes podemos ir a comer helado a la nueva heladería que acaban de abrir cerca de la universidad, o podemos ir a la pista de patinaje que está cerca de la casa de Kira o donde tú quieras. Lo importante es que disfrutemos de poder salir juntos. - Derek asintió en silencio sonriéndole después -
-Creo que ya sé dónde pienso llevarte primero. - Menciono sonriéndole de forma encantadora. Stiles elevo una ceja y le miro intrigado y bastante curioso -
-¿Y dónde es eso? - Pregunto rápidamente haciendo sonreír aún más al mayor. Derek contemplo aquel rostro pálido que en ese momento expresaba tanta curiosidad, sintiendo en su interior una burbujeante y cálida sensación de felicidad, que seguramente si no fuera por su increíble auto control, lo haría suspirar a cada momento como un adolescente enamorado. Claro que él si estaba enamorado, pero ya no era un adolescente. Repentinamente sintió el impulso de querer besar a Stiles y morder sus labios, y después hacerle miles de caricias más, pero se contuvo nuevamente. - Derek... ¿Me estas escuchando?
-Sí, perdón, estaba distraído pensando en ese lugar en que vamos a tener nuestra primera cita. Y antes de que lo preguntes de nuevo, no pienso decirte donde es. - El castaño hizo un mohín de disgusto, y torció sus labios en una mueca de inconformidad. -
-¿Pero porque no me lo vas a decir?
-Porque es una sorpresa.
Derek se puso de pie y recogió su plato y luego el de Stiles, y cuando estuvo a su lado le dio un rápido beso en la mejilla, para después dejar los trastos sucios en el lavabo de la cocina, y comenzar a lavarlos ante la atenta mirada del menor, que no quería despegar su vista de él ni por un segundo, porque de alguna manera todo para Stiles era mágico y único. Ver a Derek Hale haciendo simples tareas domésticas, le hacía imaginarse su futura vida de casados. De pronto se imaginó a si mismo cocinando un monto de comida para su pequeña familia, y a Derek correteando por toda la casa detrás de un par de pequeños traviesos para poder darles un baño, y a su padre feliz en la sala leyendo el periódico con una enorme sonrisa. Y ese futuro que se estaba imaginando era tan brillante y tan feliz que de pronto lo vio tan lejano e imposible, que le hizo daño.
Stiles abandono la cocina en silencio, sintiendo como unas cuantas lágrimas escapaban de sus ojos y recorrían traviesas sus mejillas. Derek lo vio salir con una mirada triste, por lo que se apresuró a terminar con lo que estaba haciendo para seguirle a la sala, donde lo encontró sollozando en silencio. El ojiverde se acercó hasta él, para después besarlo y abrazarlo con toda sus fuerzas, mientras que Stiles se dejó hacer sin dejar de sollozar.
-¿Qué es lo que te ha pasado? ¿Por qué lloras? ¿Qué pasa?- Pregunto el pelinegro preocupado sin dejar besarlo, sosteniéndolo con más fuerza de su cintura. Stiles le abrazo por el cuello parándose de puntitas, disfrutando de aquellos suaves y dulces besos que el otro le daba antes de responder. - Stiles...
-Soñé con un futuro tan hermoso y tan brillante, que fue tan efímero, tan dulce y tan doloroso, que por eso no pude contener mi emoción. Por un breve instante soñé conmigo preparando deliciosa comida para nosotros, nuestra familia; y también soñé contigo correteando detrás de un par de pequeños que reían felices de poder escapar de ti, y al mismo tiempo tan esperanzados de poder ser atrapados y recibir alguna caricia tuya. Soñé con mi padre sonriendo feliz mientras leía el periódico en la sala, y aquel sueño tan maravilloso me hizo darme cuenta de lo lejano que es en realidad. Por eso es que no pude reprimir mis lágrimas ni lo que siento.
Derek le miro por algunos segundos sin saber que decir, antes de unir nuevamente sus labios en un beso mucho más profundo y pasional, sintiendo una emoción mayor haciendo palpitar con mucha más fuerza a su corazón. ¡Qué hermoso sueño! Pensó lleno de felicidad al saber que de cierta manera podía tener alguna clase de oportunidad de poder conquistar el corazón de aquel encantador chico tan pálido. Stiles estaba sorprendido, pues no se esperaba tal respuesta de su parte.
-Stiles, cariño, ¿Por qué piensas que ese sueño es un imposible, si los dos estamos juntos y hemos prometido estarlo siempre? No pienses nunca más en eso - Dijo acariciándole la mejilla - porque nosotros tendremos una familia, y haremos sonreír a tu padre todos los días. Corretearemos por todos los rincones detrás de nuestros hijos y trataremos de vivir feliz y dichosos todo el tiempo. - Stiles beso sus labios y le miro con una mirada triste. -
-Pero nosotros no nos casaremos porque realmente sintamos verdadero amor, sino porque...
-Lo sé - Interrumpió el de ojos verdes - pero eso no significa que nuestros sentimientos no puedan cambiar. ¿Quién asegura que ni tú ni yo podamos enamorarnos el uno del otro? Si Scott puede enamorase de Liam cuando creyó que amaba a Allison, y tú pudiste ser amigo de Kira después de mucho tiempo, con más razón tú y yo podremos algún día amarnos y ser muy felices si estamos juntos todos los días.
****************
Jordan llego a las siete con treinta de la tarde a Beacon Hills. El ayudante del alguacil respiro muy hondo antes de bajarse de su auto, y caminar hacia la casa donde vivía con los Stilinski desde hacía más de un año y medio. El joven puso su mejor semblante y abrió la puerta, imaginando la cara de sorpresa y felicidad que seguramente pondría Stiles al verlo; y efectivamente cuando Stiles lo vio llegar, el menor le sonrió feliz de verlo. Lo que no se imaginó jamás Jordan, era que al llegar se encontraría a Stiles abrazando y besando a un hombre de ojos verdes. Y aquello aunque tratarse de ocultarlo lo más posible, no solo le había herido sino también molestado. Pero su molestia no era contra Stiles, su amor platónico, sino contra ese sujeto que aún mantenía abrazado al castaño de su pequeña cintura sin quererlo soltar siquiera.
-¡Jordan, llegaste!... Derek, él es Jordan Parrish. Él es el ayudante de mi padre y vive desde hace como más de un año con nosotros. Ya te había hablado de él, ¿Recuerdas?... Esta mañana hable con él.
-Mucho gusto. ¿Tu debe ser entonces el novio?
-Así es. Derek Hale
-Vaya, esto se siente un poco extraño. Stiles jamás hablo de ti, y ahora... bueno, no voy a negar que todo esto me parece un poco irreal.
-Sí, debe ser difícil creerlo. Lo nuestro era algo secreto por así decirlo, pero Stiles y yo nos amamos tanto que decidimos que ya habíamos esperado lo suficiente, así que... bueno, los dos pensamos que ya era tiempo de dar el siguiente paso para realizar nuestro sueño de vivir felices juntos.
-Pero Stiles aun asiste a la universidad. ¿No cree usted que lo mejor es esperar un poco más?
-Si, tal vez pudimos esperar un poco más de tiempo, pero la verdad es que yo no quería tener que esperar ni un solo día más. Yo lo amo tanto y no soporto la idea de no estar juntos. Por eso es que amenace a Derek de irme lejos si no hablaba con mi padre y pedía mi mano en matrimonio.
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John se estaciono frente a su casa, notando que tanto el auto de Derek Hale como el de Jordan Parrish, su ayudante e inquilino, desde hacía poco más de un año y medio, se encontraban aparcados fuera de su modesta residencia. Entonces recordó de pronto algo que había estado pasando por alto hasta ese momento. Jordan, su compañero, ayudante e inquilino, estaba enamorado de su torpe, despistado, parlanchín y algo desesperante hijo, desde hacía ya mucho tiempo. John Stilinski arrugo su frente frunciendo el entrecejo, mientras que Melissa quien se encontraba a su lado le miraba curiosa y preocupada.
-¿Pasa algo malo? -Pregunto colocando una de sus manos sobre su hombro causándole cierto escalofrío, sobre todo al reconocer aquel perfume que envolvía a la pelinegra. -
-Sí, es solo que Jordan ha regresado. -Musito apretando los dientes conteniendo un doloroso suspiro lleno de añoranza y tristeza. Ella enarco una ceja de forma elegante, que por alguna razón le recordó a su hijo. -
-¿Y eso es acaso algo malo?
-No, solo que si no nos apuramos a entrar, tal vez nos encontremos con una horrible escena de homicidio allá adentro. -John se apuró a bajar del auto aspirando fuertemente el aroma de la calle, para borrar de su memoria el perfume de Melissa, que era igual al de su difunta y querida esposa. Melissa tomo las dos cajas de pizza que descansaban en sus piernas, y se dispuso a seguir adentro al alguacil. -
****************
De pronto se escuchó en la sala el estruendoso sonido de unas llaves cayendo al piso, que hizo que los tres voltearan en dirección hacia la puerta, donde se encontraban Melissa y John.
-Oh, papá, has llegado. -Al ver la expresión en la cara de su padre, Stiles se arrepintió casi al instante de haber dicho eso. Jordan miro sorprendido a Stiles, sin poder creer lo que había escuchado, y Derek simplemente saludo con un ligero movimiento de su cabeza a los recién llegados, antes de besar la frente del menor de manera cariñosa.
-Por favor no piense que me he comprometido con Stiles debido aquella amenaza de su parte. Porque le aseguro que no fue así.
-De verdad agradezco enormemente la paciencia y el inmenso amor que tienes por mi torpe hijo. Por favor, no te arrepientas de querer casarte con él ahora que solo falta un día para su compromiso. -Derek sonrió negando después con su cabeza -
-Yo jamás haría tal cosa. Porque yo realmente amo mucho a Stiles. - El menor le hizo un puchero a su padre, abrazando más fuerte al pelinegro -
-Bueno - Hablo entonces Melissa - Ya que dejaron en claro eso, ¿Alguien quiere cenar pizza? - Musito haciendo notar las dos cajas que ella llevaba. Stiles le sonrió y corrió hacia ella para abrazarla con fuerza, reconociendo el aroma de aquel perfume que le había regalado. -
-Veo que me has hecho caso - Murmuro el menor a su oído, haciendo que ella asintiera con una enorme sonrisa -
-Por supuesto.
-¡Melissa, Melissa, luces tan bien esta noche, que no puedo dejar de abrazarte!
-Basta Stiles, harás que me caiga con todo y las cajas de pizza, y ya no sabrán buenas después - Sonrió la mujer divertida, al igual que Stiles y John, quien en cuanto se dio cuenta de lo que estaba haciendo, desdibujo su sonrisa y se puso hacer otra cosa. -
-Vamos Stiles, me muero de hambre. Deja en paz a - "Tú madre" - Melissa y cenemos. -John se contuvo a penas de decir lo que había pensado, sintiendo a su corazón latir dolorosamente con fuerza. -
-Ok. Derek también puede cenar con nosotros, ¿verdad?
-Por supuesto.
John sonrió y ayudo a los demás a poner la mesa, y por esa vez - Solo por esa - Stiles no dijo nada acerca de que tenía que comer menos comida chatarra y más comida saludable. Y de ese modo los cinco comieron tranquilos y haciendo de vez en cuando alguna broma o comentario, aunque en ningún momento ni Jordan hablo acerca del compromiso entre Derek Y Stiles, ni John comento nada sobre el perfume que estaba usando esa noche Melissa. Pero cuando la cena hubo terminado, y la mujer estaba por marcharse ya a su casa, el alguacil corrió rápidamente hacia su habitación donde tomo una pequeña botella de un perfume diferente, que había estado pensando regalarle a Melissa en su cumpleaños, y que nunca se lo dio por algún motivo que ya no recordaba.
-¡Espera Melissa! - La mencionada se detuvo girando a ver al hombre que parecía un poco agitado. -
-¿Qué ocurre?
-Esto - John le entrego un frasco con un perfume mucho más pequeño al que le había regalado Stiles, pero que olía igualmente delicioso - Pensé en regalártelo en tu cumpleaños, pero al final no lo hice. - Confeso un poco avergonzado -
-¿Y porque razón lo haces ahora?
-Bueno, es que pienso que es muy tonto conservar un regalo, y no entregarlo a la persona por quien fue comprado en primer lugar. -Melissa le sonrió y tomo la pequeña botella roseando un poco sobre su cuello. -
-Huele delicioso, ¿Qué clase de perfume es? - Pregunto curiosa -
-Es perfume de tulipanes. No es muy común, pero su aroma es dulce sin llegar a ser empalagoso como el de las rosas.
-Muchas gracias por este regalo John, de verdad lo aprecio mucho.
-No tienes nada de que agradecerme. Por cierto, ammh... que tengas buenas noches. Y hasta mañana. -Ella le sonrió divertida y esperanzada. John dejo entonces que Melissa se marchara sin contarle antes lo que significaban los tulipanes, pero lo creyó mejor así, porque seguramente si lo se lo hubiera dicho sería muy incómodo para ellos dos el tan siquiera verse. Porque después de todo, en el lenguaje de las flores, el tulipán simboliza una declaración de amor sincera. - Fue mejor así...
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-Scott, también hay algo que tengo que decirte.
-¿Sobre qué?
-Sobre lo que siento. - La mujer apretó sus manos y le miró fijamente sintiendo como su corazón comenzaba a latir con mucha fuerza dentro de su pecho. - Yo... yo estoy enamorada de una persona, y al igual que tú, y también pienso luchar para logar que mi amor sea correspondido algún día por él. Y sin pensar lo que los demás puedan decir al respecto, no pienso rendirme. Pero si me gustaría mucho que estuvieras de mi parte.
-¡Por supuesto mamá! - Scott abrazo a su madre y la miro con alegría - ¿Y quién es esa persona de la que estas enamorada? ¿De casualidad es John Stilinski? - Pregunto divertido, sin esperar que la respuesta fuera afirmativa. -
-A-Así es. La persona a la que amo, es John, el padre de Stiles. - Scott miro sorprendido a su madre pestañeando un par de veces, hasta que después de unos minutos por fin pudo reaccionar ante sus palabras. -
-B-Bueno, no sé qué decirte... supongo que... si tu felicidad esta con él, mamá... yo...- Scott abrazo a su madre y beso su mejilla - Sabes que yo siempre te apoyare en todo lo que tú hagas, y que siempre voy a querer, pero... ¿Estás segura de esto? John Stilinski aun ama a su esposa a pesar de que ella... bueno, a pesar de que ella lleva muchos años de haber fallecido.
-Lo sé, y sé que hacer que su corazón cambie no será tarea fácil, pero voy a intentarlo y no pienso rendirme hasta lograrlo aunque me lleve toda la vida, porque lo amo y quiero que también me ame. -Scott sonrió y abrazo nuevamente a su madre. -
-En ese caso, te ayudare. -Melissa le sonrió agradecida, mientras que el moreno se sentía un poco preocupado por ella, porque sabía perfectamente que lo que se había propuesto su madre no será para nada fácil de lograr - tenemos un largo camino que recorrer, pero juntos lo lograremos.
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John miro al cielo aquella noche fría de primavera, mientras dejaba ir por fin aquel sentimiento que aun guardaba en su corazón para su amada esposa, soltando un largo y doloroso suspiro al tiempo que dejaba caer algunas cuantas lágrimas por sus mejillas, y retiraba de su dedo anular su anillo de bodas. Stiles observo en silencio aquella escena mientras derramaba también unas cuantas lágrimas de dolor. Pero ya era tiempo de avanzar y buscar los dos la felicidad con otras personas.
-Adiós y hasta siempre mi amada Claudia.