Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tú, mi única opción por Gilbo

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

N/T: Hola, aquí les traigo el decimosexto capítulo de este fic, y cada vez nos vamos acercando más al final de esta historia. ¿No les da felicidad?... Bueno, seguramente no tanto, pero en fin, todo lo que comienza inevitablemente en algún momento tiene que terminar, por fortuna aún faltan nueve capítulos y una especial para que esto termine. Así que aún tenemos para un rato. ¿Les gusto el especial anterior? ¿Se aclararon sus dudas o aún tienen más? Bueno, si es así, ¿Por qué no comentan?... TT v TT – Me matan de tristeza –

En fin, prosigamos con… ¡Esperen, hoy no hay resumen! Hoy tenemos preparada la fiesta de compromiso de Stiles y Derek, y hoy – Música dramática y de misterio por favor – todo puede llegar a pasar. Como adelanto únicamente les diré que la adorable de Braeden hará por fin su aparición. Para este capítulo y como es ya costumbre me he inspirado en un par de canciones, las cuales son “Foolin” y “Leave me alone” de Alexander Rybak, que les recomiendo mucho que escuchen y obviamente también que lean la traducción, porque la verdad combina casi perfecto con este capítulo.  

 

------------------------------------------------------------------------

"Creemos que somos capaces de ver las cosas que no existen, mientras permanecemos ciegos a las grandes realidades que tenemos justo frente a los ojos." – Paulo Coelho –

 

 

 

La vida es algo que sucede cuando menos te lo esperas, igual que el amor, el destino o también como la buena o la mala suerte, y siempre después de su llegada tan intempestiva y muchas veces no deseada, las cosas inevitablemente cambian, ya sea para bien o para mal, y muchas veces siempre creemos o llegamos a suponer, que las cosas antes eran mucho mejor, pero no es así. Al menos no siempre. Pero como comúnmente dicen, las cosas siempre pasan por una buena razón.

 

 

Chris observo a través de la ventana de aquella espaciosa habitación un nuevo amanecer, y por primera vez en toda su vida se sintió libre como nunca antes. Peter dormía a su lado aferrado con fuerza de su cintura. En su teléfono móvil tenia miles de llamadas perdidas de su esposa, al igual que miles de mensajes que no había respondido aun, y que por supuesto no pensaba responder nunca. ¿Para qué? Se dijo sonriendo, agachándose después a besar el hombro desnudo de su amante con infinita ternura y amor. Amor que sentía y que ya no pensaba nunca más ocultar a nadie, ni a sí mismo. Peter despertó al poco rato después, regalándole esa sonrisa enigmática como sugerente que tanto amaba de él, antes de unir sus labios en un suave beso.

 

 

-Buenos días, veo que has despertado de muy buen humor. – Peter apretó más su cintura, ocultando después su cara en el pecho del rubio – ¿Qué ocurre? – Pregunto un tanto preocupado –

 

-Nada, solo que estaba pensando que si no te das prisa, los demás despertaran y si te ven por aquí a estas horas, seguramente comenzaran a hacer preguntas. Además tú esposa seguramente debe estar muy preocupada en este momento por ti. Seguro y ya ha llamado a John Stilinski para reportar tu desaparición – Sonrió burlonamente tratando de ocultar con esa sonrisa su tristeza – y aunque ahora mismo no me gustaría tener que dejarte ir fuera de mi cama, tengo que hacerlo. – Christopher Argent acaricio aquellos brazos que rodeaban su cintura y después deposito un beso en la frente del castaño, para después negar un par de veces con su cabeza. –

 

-Dime una cosa Peter, ¿A ti realmente te preocupa que tu familia se entere de esto? Me refiero que si te molestaría tener que decir a los demás lo que nosotros sentimos el uno por el otro, o si en realidad preferirías seguir manteniéndolo como algo secreto. –Peter le miró fijamente negando poco después. Depositando otro beso más en sus labios –

 

-Claro que no. A mí no me preocupa para nada lo que otros puedan decir al respecto, porque al final de cuentas es mi vida, y solo yo sé lo que hago o dejo de hacer con ella. – Hizo una pausa en la que soltó la cintura del rubio, para llevar una de sus manos al cabello del Argent y la otra a su mejilla – lo que realmente me preocupa en este mundo aparte de Malia, eres tú. Por eso, no, por ti y por el inmenso amor que te tengo, lo que menos quiero es verte herido nunca. Porque pienso siempre en ti y en tú felicidad, es que sé que tengo que dejarte ir ahora, aunque yo ahora mismo no lo quiera. – Christopher soltó un largo suspiro, le sonrió y después apretó su cuerpo aún más junto al suyo, sintiéndose inmensamente feliz como jamás antes creyó alguna vez serlo. –

 

-Peter, ¿Fue por eso que en primer lugar dejamos de vernos? – Pregunto un poco sorprendido por haber escuchado aquello, sintiendo en su interior miles de sentimientos burbujeantes en su estómago. Peter asintió con pesar –

 

-Sí, fue por esa razón que yo decidí alejarme de ti. Desde la primera vez que nos vimos supe que te había causado un gran impacto, aunque claro, es no podía evitarse, ya que yo soy alguien realmente muy sorprendente – Dijo arrogante, haciendo sonreír al otro – y aunque trate por mucho tiempo de ignorar la forma en que siempre me veías, al final nunca pude hacerlo del todo. Nada más bastaba con ver tus ojos y verme reflejado en ellos, para saber entonces que lo que tú sentías por mí era real. A pesar de ello, muchas veces trate de convencerme de que tú realmente estabas enamorado de Victoria.

 

-¿Por qué? ¿Por qué hacías eso si sabias que yo realmente te amaba?, ¿Por qué nunca me dijiste que tú también sentías lo mismo por mí? – Quiso saber el rubio. Peter le miro entonces con mucha tristeza, apretando los dientes. –

 

-Tal vez porque entonces... al principio tenía mucho miedo. A pesar de saber tus sentimientos, tenía miedo de que al final nada de eso fuera cierto. Tenía miedo de que me hicieras daño e hicieras añicos mi corazón. Después simplemente no pude decirlo, porque entonces tú te comprometiste con victoria, y mi hermana murió poco después. Luego tú te casaste y yo tenía que hacer lo mismo. Y así fue pasando lentamente el tiempo, y la oportunidad para hablarte acerca de mis sentimientos por ti fue desapareciendo lentamente. Luego llegaron tus hijos  y te vi tan feliz que creí que sería muy egoísta de mi parte el arruinar tu felicidad de esa manera, confesándote mi amor por ti. Luego llego a mi vida Malia  y comprendí entonces que nuestra oportunidad de estar juntos ya había pasado. ¿No es irónico? Tenía miedo de que me hicieras daño, pero al final el único que termino hiriendo mi corazón, fui yo mismo.

 

-Pero ahora todo es diferente. – Musito Chris, entrelazando sus manos – Porque ahora que se lo que sientes tú por mí, no pienso permitirte que me dejes irme de tu lado nunca más. Ya pasamos por esto una vez y fue realmente demasiado doloroso como para repetirlo de nuevo.

 

-¿Qué hay entonces con Victoria y tus hijos?

 

-Jamás ame a victoria tanto como te amo yo a ti, y mis hijos están ya grandes y sabrán comprender, y si no lo hacen... bueno – Hizo una pausa – entonces supongo que me dolerá mucho, pero definitivamente no pienso perder nuevamente esta oportunidad de estar juntos. Si ambos hubiéramos sido lo suficientemente honestos, hubiéramos evitado todo este dolor que sufrimos por todos estos años, y también el que causaremos inevitablemente a las demás personas a nuestro alrededor. Pero amar es casi tan inevitable como el sufrir. Y no se puede evitar aunque así lo queramos. – Peter asintió abrazándolo nuevamente –

 

-Entonces... – Ambos hombres se giraron hacia la puerta al escuchar esa voz – Supongo que si las cosas terminan bien, Allison y Liam serán mis nuevos hermanos. – Malia les sonrió un tanto divertida al ver el sonrojo que de pronto cubría sus mejillas, antes de entregarle al hombre rubio una muda de ropa que había logrado conseguirle justo a tiempo. – por cierto, yo creo que será mejor que ambos se apuren antes de que comiencen a llegar los demás invitados, que seguro y si harán muchas preguntas si ven salir al señor Argent de tú habitación. Supongo que ambos ya saben cómo puede ser de curioso Stiles, cuando se interesa por descubrir algo. Bueno, ya me retiro. – Y dicho eso último, la chica rubia salió de la habitación, dejando sumidos en el silencio a los dos adultos.

 

-Supongo que se lo tomo muy bien – Dijo de pronto Peter –

 

-Creo que pensándolo bien... Ella es realmente igual a ti.

 

 

 

****************************

 

 

 

John se despertó esa mañana mucho más temprano de lo habitual, teniendo el vago presentimiento de que aquel día que pintaba para ser uno perfecto, terminaría siendo un desastre total, y aquel pensamiento le entristeció de sobremanera, porque obviamente lo que quería para su hijo ese día, era que todo fuera perfecto, pero solo necesitaba ver su dedo anular y mirar a Jordan Parrish fingiendo una forzada sonrisa de felicidad, para darse cuenta que las cosas tal vez no terminarían de ese modo. El hombre mayor dio un rápido sorbo a su taza de café, para luego observar por un momento aquel frasco y pensar – "Porque rayos sigo tomando esto" – y la respuesta a esa pregunta era demasiado simple a decir verdad. Estaba ya demasiado acostumbrado a tomar siempre esa misma marca de café, que desde hace ya mucho tiempo no le parecía para nada agradable.

 

Entonces sin poder ignorar por más tiempo ese hecho, acepto de buena manera que algunas veces las personas se aferran tanto a la rutina, a lo que es conocido, estable y seguro, que simplemente no se animan a realizar cosas nuevas, como comprar otra marca de café – por ejemplo – porque resulta siempre ser más simple y más fácil aferrarse a las cosas conocidas, aunque algunas veces ya nos agraden o nos causen satisfacción alguna, porque es más simple y sencillo vivir de ese modo. Aunque claro, eso además de ser demasiado triste y estúpido, era patético.

 

 

John miro por un momento a Jordan Parrish, y sin poder evitarlo sintió mucha pena por él. Algunas veces – Por no decir muchas – las personas a pesar de sus sentimientos, no se atreven a confesar lo que hay en sus corazones, por miedo a no ser correspondidos y perder a la persona que aman en cuestión; lo irónico de la vida es que de esa forma terminan perdiendo para siempre a la persona amada, sin posibilidad alguna de poder estar a su lado nunca más. Como en el caso de su ayudante, porque aunque viera en sus ojos determinación, estaba seguro que para ese momento ya no había nada más que pudiera hacer o intentar. Pues Derek amaba a su hijo y del mismo modo Stiles lo amaba a él, y aunque Jordan intentara dar todo de sí para ganar el corazón de su hijo, lo único que lograría en su vago intento no sería otra cosa más que lastimarse a sí mismo.

 

El hombre mayor dejo a un lado la taza que se encontraba prácticamente llena, para volver a mirar su mano derecha y observar con detenimiento su dedo anular. Y después de pensar las cosas unos cuantos segundos más, se dijo que no podía seguir haciendo lo mismo y que debía en ese momento aventurarse a probar cosas nuevas, y ser el hombre valiente que alguna vez había sido antes de terminar del mismo modo que Jordan Parrish. Por el momento no tenía que hacer cosas tan osadas ni peligrosas, como enfrentar a un terrible enemigo o saltar sin paracaídas de un avión. No, no necesitaba hacer nada de eso. Comenzar comprando una marca diferente de café sería un buen inicio, al igual que lo fue quitarse el anillo de bodas, que había llevado a modo de luto por muchos años. Después inventaría alguna tonta excusa para visitar a Melissa al trabajo, y después de tomar unas cuantas tazas de café juntos, se animaría a invitarla a salir y después a cenar, y si las cosas se daban bien, tal vez entonces se atrevería a dar el siguiente paso y proponerle tener una relación más cercana e informal.

 

Pero por el momento, comprar café le parecía ser un buen inicio.

 

 

El hombre mayor sonrió con tristeza a su ayudante cuando este se sentó junto a él. Hay una tonta y difícil verdad en este mundo, y esa es que aunque nos forcemos siempre, en proteger a las personas que amamos del dolor, la tristeza o el peligro que hay en este mundo, lo cierto es que además de impráctico es bastante imposible lograrlo. Algunas veces el dolor, la tristeza e incluso el peligro nos enseñan muchas cosas de las cuales podemos aprender. Por eso aunque le causara pena su ayudante, tenía que dejarlo experimentar del fracaso, para que aprendería en el futuro a ser más honesto con respecto a sus propios sentimientos y ser feliz. Stiles bajo las escaleras minutos después, con el cabello totalmente desordenado y una boba sonrisa llena de felicidad en sus labios. Sus ojos estaban algo rojizos seguramente por haber dormido poco, o haber llorado mucho. Jordan al verlo forzó nuevamente a sus labios a poner una sonrisa, pero en sus ojos se veía tanta desesperación y tristeza, que John ya no podía ser capaz de seguir viéndolo.

 

 

-Buenos días Stiles, ¿Qué tal amaneciste?, ¿Nervioso o muy feliz? – Stiles se sirvió un vaso de leche, tomo una pieza de pan y se sentó frente a ellos – Pereces un poco cansado – El menor asintió mientras le daba una enorme mordida a su pan –

 

-Algo, pero más que nada, estoy bastante ansioso. Tengo un presentimiento que no me gusta para nada – Dijo respondiendo a las preguntas de Parrish, frunciendo poco después sus cejas. John enarco una ceja y le miro preocupado –

 

-¿Tienes un mal presentimiento con respecto a que, exactamente? – Cuestiono poniendo una expresión bastante seria –

 

-No lo sé, creo que una terrible tormenta se avecina. Tal vez no sea nada, pero tengo esta extraña sensación que me da algo de miedo. –John suspiro mientras apretaba la mano de su hijo. – y ni siquiera sé porque es que tengo tanto miedo. –Stiles comenzó a morderse las uñas, y a poner una expresión de preocupación, al mismo tiempo que comenzaba alterarse. –

 

-Tranquilo Stiles, es normal que hoy te sientas así. Vas a comprometerte con la persona que amas, y hacer eso es algo muy importante y trascendental en la vida de cualquier persona. Este es el primer paso para muchas cosas seguramente muy felices que vendrán después. Como lo será casarte y comenzar a formar tú propia familia.

 

-Es verdad – sonrió nervioso – pero aun así, no puedo dejar de lado este presentimiento.

 

 

 

****************************

 

 

 

Derek caminaba de lado a lado por el salón, incrédulo y bastante sorprendido con la impactante noticia que les había dado esa mañana Peter y Christopher Argent. Isaac se había dejado caer en el primer lugar estable que encontró, mientras que Cora se debatía entre si felicitar primero a la pareja o antes cerrar primero la boca. Malia quien parecía ser la menos impactada, miraba a todos con una media sonrisa bastante enigmática, similar a la que algunas veces ponía el propio Peter, y una expresión de felicidad que al parecer no quería ocultar. Derek soltó un largo suspiro, para después abrazar muy fuerte a su tío y felicitar después a Chris Argent. Ambos mayores agradecieron tal gesto, colocando en sus labios una sonrisa nerviosa. Isaac decidió hacer lo mismo, estando consiente que aquello podía resultar para él, tanto beneficioso como contraproducente, aunque esperaba en el fondo que Allison pudiera entender la decisión que habían tomado su padre y su tío Peter, antes de decidirse hacer algo y tomar partido entre su madre y su padre. Cora les sonrió a ambos, abrazando fuertemente a los dos, mientras que Malia sin moverse del lugar donde se encontraba sentada, hizo una señal con pulgar arriba en aprobación a su relación.

 

 

-Bueno, creo que por hoy han sido suficientes sorpresas. ¿Qué les parece a todos si nos apuramos a desayunar, antes de que todo el mundo comience a llegar a la fiesta? – Hablo Cora después de un rato. Derek asintió a lo dicho, teniendo un presentimiento extraño que no lo dejaba tranquilo desde la noche anterior. –

 

-Por supuesto. –Peter dio un rápido beso a su amante en los labios, para incomodidad de casi todos los demás presentes, antes de despedirse de Christopher. – Por favor, ve con cuidado. No sé porque, pero el día de hoy tengo un extraño presentimiento.

 

-Lo haré. No te preocupes. – El hombre rubio asintió despidiéndose de la misma forma, antes de caminar hacia la puerta. Cora se acercó a Peter, dándole un ligero golpe en el brazo. –

 

-No digas tales cosas tío, Derek se compromete el día de hoy, y decir algo como eso puede ser un augurio de mala suerte. –El pelinegro frunció ambas cejas, mientras se cruzaba de brazos. –

 

-No pensemos en esas cosas, y mejor démonos prisa en desayunar para después comenzar alistarnos para la fiesta de compromiso. Aún hay muchas cosas que terminar, y Lydia amenazo con venir muy temprano con la excusa de ayudarnos con los detalles – Dijo Malia mientras iba hacia el comedor. El resto le siguieron excepto por Derek, quien se quedó en el salón contemplando una foto de Stiles que la rubia había colocado sobre la repisa de la chimenea. –

 

 

Él también tenía un mal presentimiento con respecto a ese día, aunque por supuesto que él no iba a permitir que nada ni nadie le arruinara su fiesta de compromiso con Stiles. Porque ellos dos tenían que casarse, y sus motivos ahora para lograr hacer eso iban más allá de recuperar Nemeton o vengar a su familia. La noche anterior se había dado cuenta que los sentimientos de Stiles estaban cambiando, lo cual significaba que había una posibilidad de ambos pudieran llevar una vida realmente feliz. A pesar de las circunstancias que los habían unido, y que por supuesto al principio no habían sido del todo agradables para ninguno de los dos, eso no significaba que realmente no pudieran enamorase ahora el uno del otro, tal y como se lo había dicho la otra noche. Solo esperaba que esa mujer no apareciera ese día para arruinarles el momento, pero aun si Braeden llegaba inesperadamente tal y como había amenazado hacer semanas antes, nada cambiaría porque para él, Stiles era la única persona que habitaría en su corazón de ahora en delante.

 

 

 

****************************

 

 

Había comenzado hace bastante tiempo. Ellos dos se conocieron una noche en un bar y después de unos cuantos tragos terminaron juntos en la cama, y aquello fue el inicio de su extraña relación de tira y afloja. Ambos eran tan iguales como distintos, y aunque ella siempre supo que él no la amaba tanto como aseguraba, para ella el tenerlo todas las noches a su lado le era suficiente para estar bien. Pero eso fue cambiando poco a poco. Ella jamás quiso hablarle de sus sentimientos por él, porque estaba completamente segura que jamás seria correspondida, y no se equivocó. Su familia jamás le tuvo en estima, por esa misma razón no le sorprendió para nada enterarse unos días después de su separación, que él ya se encontraba saliendo con otra persona y que su familia apoyaba esa relación, aunque su nueva pareja se tratara de un chico, pero cuando después se enteró que Derek y ese niño iban a comprometerse en matrimonio, ella no pudo evitar sentir una increíble ira creciendo en su pecho. ¿Cómo era posible que Derek prefiriera a ese chico, a un hombre, antes que a ella? Se preguntó mientras sujetaba con fuerza la invitación de aquella fiesta de compromiso.

 

-Nadie me va a quitar jamás a Derek Hale, mucho menos un simple niño.

 

 

 

****************************

 

 

 

Cuando Christopher llego a su casa, Victoria lo estaba esperando en su estudio privado cruzada de brazos, y con una mirada llena de molestia, indignación y reproche. El hombre rubio sobo su cien y soltó un largo y pesado suspiro lleno de cansancio, mientras que ella se limitaba a mirarle intensamente y cruzar sus piernas. Su porte era el mismo de siempre; el que alguna vez llego a impresionarle y a gustar un poco, pero que desde hace mucho tiempo ya no le parecía cautivador. No hacía falta que se mintiera a sí mismo, ni que intentara justificarse o justificarla a ella, cuando lo cierto era que las cosas que habían sucedido eran culpa de los dos. Victoria apretó sus puños y señalo con la cabeza el teléfono móvil que tenía a un lado, antes de comenzar con aquella amarga y difícil conversación. Ella tamborileo sus dedos sobre la superficie de la mesa, y espero buscar las palabras correctas que pudieran afectarle, aunque fuera un poco en su conciencia.

 

 

-Si no pensabas venir a dormir anoche, al menos pudiste haberme llamado antes, para que no me preocupara por ti. –Espeto ella con esa actitud tan regia que tanto le molestaba. Victoria había optado por darse a sí misma la posición de víctima, que tanto caracterizaba a los Argent, cuando las cosas no eran del todo así. Chris contuvo una risita en sus labios, y negó con su cabeza, mientras tomaba asiento frente a ella –

 

-Por favor, no finjas. No vine aquí a discutir contigo, sobre algo que dejo de existir entre nosotros desde hace mucho tiempo. Al menos permite que esto termine en buenos términos. ¿Harías eso por mí, Victoria? –Ella endureció su expresión, apretó entonces los dientes y dibujo una sutil mueca de disgusto en sus labios pintados de rojo – Tanto tú como yo sabemos que desde hace mucho, la única razón por la que seguimos viviendo juntos, es porque tú no quieres tener que separarte de él, y ser la responsable de que aquello que tanto se ha esforzado en mantener a su lado, se vaya para siempre; pero cometiste un gran error y no pienso perdonártelo nunca. Ni a ti, ni mucho menos a él. –Chris hizo una pausa que aprovecho para tomar entre sus manos una fotografía en la que salían posando sus dos hijos, cuando ambos eran más pequeños – siempre estuve consiente que jamás los amaste tanto como yo los amo a ellos, pero jamás imagine que fueras capaz de planear junto a mi padre, el hacerles pasar por lo mismo que pasamos tanto tú como yo.

 

-¿Así que todo esto es por eso? – Cuestiono ella, haciendo un gesto amargo en su boca –

 

-Sí, es por esto que no pienso perdonarte. Porque a pesar de todo, son nuestros hijos, tuyos y míos, y yo siempre creí o más bien quise creer, que este simple hecho bastaría para que tú nunca les hicieras daño, pero veo que me equivoque. A pesar de lo que tú puedas decir sobre de mí, a pesar de que mi pensamiento y mi amor nunca fuera para ti, yo jamás te engañe físicamente antes de este día, a diferencia de lo que tú hiciste conmigo. – Suspiro – Así es querida, siempre he sabido de tu "secreta" relación adúltera con mi padre, y si jamás antes había hecho mención sobre esto, fue porque siempre estuve del mismo modo consciente, que yo también te era infiel en el pensamiento. Admito que el que tú me fueras infiel la primera vez fue mi culpa, pero no soy responsable de las demás veces en las que tú me engañaste. Como sea, eso no es algo que a mí me importe ahora.

 

-Por supuesto que no – Objeto ella manteniendo aún su papel de víctima – ¿Cómo puede siquiera importarte cuando estas con él? – El hombre se armó de paciencia e intento no discutir con su esposa, aunque de antemano sabía que Victoria no tenía más bases sólidas – por no decir que en realidad no tenía ninguna – para seguir manteniendo esa fachada que no le quedaba para nada. Además sin contar con el hecho de que él, fácilmente podía cerrarle la boca con argumentos claros y precisos, pero como bien había dicho desde el principio de aquella conversación, no quería tener que discutir con ella a esas horas de la mañana. –

 

-Por favor, sabes que no te queda usar ese argumento en mi contra. Y si tenemos que culpar a alguien por este triste destino, los únicos culpables que deberían ser señalado aquí mismo, somos nosotros dos; tanto yo por no haberte dicho que no te amaba, como tú por no haberte ido cuando lo descubriste. Los demás son los menos culpables. Así que por favor terminemos esto de buena manera, y si al final no logramos ser amigos, al menos mantengamos un trato cordial por el bien de nuestros hijos.

 

 

..*......*......*......*..

 

¿Saben que es lo predecible de la vida?... Lo predecible es que es impredecible. Lo cual si me permiten decirlo, es bastante irónico y hasta cierto punto, cruel. Pero como dicen, las cosas siempre pasan por alguna buena razón.

 

 

  ..*......* ......* ......*..

 

 

 

-Lo siento querido, pero yo no creo que esto pueda terminar de buena manera entre nosotros. Porque no será por culpa mía que Gerard pierda Nemeton este día. ¿Y sabes qué?, Porque Nemeton jamás volverá a pertenecer ni a Peter ni a ningún otro Hale, porque de eso tanto Kate como yo nos aremos cargo. –Christopher se puso de pie al escuchar eso, viendo como lentamente Victoria sacaba un arma que había mantenido culta dentro de bolso, que hasta ese momento se percataba que siempre estuvo sobre sus piernas. – Allison y Scott están juntos y eso no cambiara en el futuro y en cuanto a Derek Hale... bueno, él – sonrió malévolamente – él perderá el día de hoy a su joven prometido. ¿Acaso eso no es algo triste?, Me pregunto cuanto tiempo necesitara esta vez para que pueda reponerse de su lamentable perdida. Claro, si es que algún día consigue reponerse de esto.

 

 

Victoria apuntó entonces con aquella arma de fuego a su esposo justo en el pecho, Christopher sin saber cómo reaccionar ante aquella situación se quedó estático, sin poder procesar adecuadamente lo que estaba sucediendo, entonces todo lo demás sucedió tan rápido y fue tan borroso, que no logro comprender exactamente qué era lo que había pasado, hasta que sintió el cuerpo de su hijo caer junto al suyo. Victoria le había disparado a él, pero al parecer Liam se había interpuesto entre el proyectil y su cuerpo, haciendo que la bala le atravesara su hombro izquierdo. Allison entro en la habitación segundos después, para apuntar a su madre con una ballesta que le había regalado Scott en su cumpleaños. Viéndose en desventaja, Victoria entonces opto por actuar lo más cobarde que pudo, como antes  jamás lo había hecho hasta el momento. Y así fue como ella simplemente se quitó la vida.

 

-¡Por dios Allison, llama a una ambulancia!

 

 

 

****************************

 

 

 

Derek se paró frente a la puerta de la casa de los Stilinski, y lo pensó unos cuantos segundos antes de llamar a la puerta, y mientras que John, Stiles, o incluso el detestable inquilino y ayudante del alguacil le abrían, se preguntó rápidamente así mismo si no estaba exagerando ese día, pero aunque lo hiciera no podía evitarlo. Tenía un mal presentimiento que le decía que no podía dejar solo a Stiles, que tenía que estar en ese preciso momento a su lado o de lo contrario lo lamentaría por el resto de su vida, por eso es que se encontraba a esas horas ahí, esperando que alguien, quien sea, le abriera esa maldita puerta para que él, con sus propios ojos pudiera asegurarse que todo estaba bien, que Stiles estaba bien, y que él estaba teniendo un horrible caso de paranoia, que tendría que tratarse después con la ayuda de un buen psiquiatra. Y mientras esperaba de pie en ese lugar, los segundos se volvían días y los minutos años, hasta que por fin Stiles atendió, haciendo que su corazón volviera a latir normalmente.

 

-¡Por dios Stiles, tardaste tanto! – Derek abrazo con fuerza al chico castaño que se le quedo mirando desconcertado, pero feliz. –

 

-¿Qué ocurre?, ¿Por qué estás aquí?, ¿Paso algo?, ¿No deberías estar en tu casa ahora mismo arreglándote para la fiesta de esta tarde? – Derek sonrió feliz de sentir entre sus brazo a ese chico tan hiperactivo y hablador, que algunas veces le sacaba de quicio pero al que igualmente amaba mucho. –

 

-Stiles, cierra la boca. –Stiles le dio un rápido beso en los labios, y después le sonrió, y aquella sonrisa era tan hermosa y tan brillante, pero lamentablemente no duro mucho. –

 

-Aléjate de él – Al instante Derek reconoció aquella voz. El pelinegro sintió un escalofrió recorrerle por la espina dorsal, y al darse vuelta pudo darse cuenta que ella, que Braeden se encontraba apuntando a Stiles con una arma en la cabeza. El ojiverde perdió el aliento cuando ella le sonrió de esa forma tan desquiciada, que le recordaba un poco a la que alguna vez vio en los labios de Kate Argent. –

 

-Braeden, ¿Qué estás haciendo?... Baja esa arma.

 

-No voy hacerlo, aléjate de él ahora mismo, y ven conmigo nuevamente. – Pidió la mujer extendiéndole su mano –

 

-¿Quién es ella? ¿Por qué esta aquí, y por qué nos apunta con esa arma? – Pregunto Stiles, poniéndose bastante agitado. Derek índico con su mano que retrocediera y se metiera la casa, pero Stiles no le hizo caso –

 

-Stiles, por favor, entra a la casa ahora mismo. – Pidió desesperadamente, sin embargo mientras se daba vuelta para mirar a la cara a su novio y tratar de infundirle un poco de calma, se escuchó un terrible disparo y a los segundos después el cuerpo de Stiles caía sobre sus brazos, manchando su ropa de sangre. Y por un solo minuto, el tiempo se congelo para él – S-Stiles... ¡Stiles!... ¿Qué demonios has hecho, Braeden? – Stiles le miro a los ojos y susurro algunas palabras que no fueron del todo audibles para él, antes de llevar su mano hasta su rostro y sonreírle antes de perder el conocimiento. John y Parrish salieron de la casa rápidamente en cuanto escucharon el disparo. Derek no fue del todo consciente de lo que sucedió después, pero pudo escuchar dos disparos más y a una persona llamar desesperadamente a la ambulancia. Después aunque John al parecer le insistió que dejara en manos de los paramédicos a Stiles, el no permitió que le arrebataran de las manos a su chico, hasta que por fin llegaron al hospital y tuvo que dejar que los doctores se hicieran cargo del asunto.

 

 

 

 

 

Aquel día no hubo una fiesta de compromiso. Aquel día él tuvo que pasar demasiadas horas en espera llorando y suplicando a todas las deidades habidas y por haber en el mundo, para que Stiles se quedara a su lado. Aquel día sintió que su vida sin Stiles no tendría ningún sentido. Aquel día supo que sin importar el tiempo, uno puede llegar a amar con todas sus fuerzas a una persona aunque realmente no se conocieran mucho, ni supieran relativamente nada el uno del otro. Aquel día Derek se dijo que Stiles era su vida y su destino, y por ello él no podía dejarlo ir nunca.

 

Aquel día... aquel día Stiles no murió, pero perdió algo más que unos cuantos “litros” de sangre. Aquel día Stiles perdió la memoria, pero a pesar de lo que esto podría significar, Derek comprendió que después de todo el rezar si había dado resultados. Porque eso era solo una oportunidad más, dada por los dioses del cielo, para comenzar de nuevo y hacer las cosas bien, sin ninguna otra razón de por medio más que lograr una vez más, ganar el corazón de esa persona a la que él ya amaba con todas sus fuerzas.

 

Aquel día, el día en que Stiles por fin despertó, Derek con el corazón latiéndole a mil por hora y con un nerviosismo imposible de ocultar, le dio la bienvenida a esa persona que jamás dejaría ir de su vida nunca más.

 

 

-Bienvenido nuevamente a casa, Stiles.

 

a33;a33;a33;a33;a33;

Notas finales:

coomo notas finales debo preguntar, ¿Les ha gustado? 

 

Dejene sus comentarios y no me odien tanto, nos vemos en el proximo capitulo. Bye, bye!!!~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).