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Tú, mi única opción por Gilbo

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Notas del capitulo:

N/T: Bueno, aquí les traigo la segunda parte del capítulo dos. Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice, al escribirlo. ¡Dios!, aún no comienza del todo la historia, y ya se está poniendo la situación un poco tensa. Como dije anteriormente, este capìtulo esta inspirado en la cancion hate to see your hearybreak de paramore, espero lo disfruten.

“Cuando una puerta que nos llevaba a la felicidad se cierra, otra se abre. El problema es que nos quedamos mirando la puerta cerrada” – Paulo Coelho –

 

 

 

-Ese chico y tú van a sufrir mucho por culpa de tu terquedad, Derek. Solo ten eso en cuenta. -Y diciendo esto último, abandono el comedor, dejando sumido en sus pensamientos al menor. –

 

¿Por qué todo el mundo se empeñaba en decir que aquello era una locura? ¿Qué había de malo en su plan?...  Si bien era cierto que casarse sin sentir amor, era triste, estaba seguro que tanto Stiles como él, podían soportarlo. Tenían que.

 

*******************

 

Stiles observaba el cielo claro y limpio, teniendo miles de pensamientos revoloteando al mismo tiempo dentro de su cabeza, impidiéndole prestar realmente atención a las clases, haciendo que el tiempo pasara deprisa sin que él lo notara. El chico no podía hacer nada más que pensar en todos los pros y contras que había detrás de aquella propuesta que Derek le había hecho. Y por mucho que se negase a aceptarlo, aquella propuesta cada vez se volvía más y más tentadora. Stiles estaba consciente de la situación financiera por la que estaba pasando su pequeña familia, por mucho que su padre se esforzara en ocultarle la verdad para no preocuparle. Pero el hecho era que estaban en serios problemas. El quería ayudar a su padre de alguna forma, pero sabía que este jamás le permitiría buscar un trabajo parcial que pudiera reducir sus horas de estudio, así como tampoco le permitirá abandonarlos. Por ello la única forma de ayudarle sería aceptando hacer semejante locura.

 

 

El pálido chico suspiró con resignación apretando su pecho. Aún le dolía el corazón; olvidarse de la pena de perder a la persona que uno ama era difícil, pero tenía muchas cosas más de las que ocuparse en ese momento como para estar pensando en Scott, quien seguramente en ese instante no estaría pensando para nada en él.  El chico frunció el seño y mordió su labio inferior  con fuerza.  Había mejores cosas en que pensar.

 

 

-¿Te preocupa algo? – La voz de Lydia, su compañera y mejor amiga desde la secundaria le saco de sus pensamientos, haciéndole pegar un ligero brinco en su lugar. La pelirroja se rió de su acción mirándole entre curiosa y divertida. - ¿Qué te pasa Stiles? Has estado todo el día con la cabeza metida en las nubes y ni siquiera me escuchaste cuando te hable hace unos segundos. ¿Te pasa algo? – El castaño negó con la cabeza, aunque por supuesto  Lydia no le creyó para nada, no por nada era su mejor amiga. –

-Déjalo Lydia. Seguramente debe estar así, porque su mejor amigo no está ahora con él – Hablo Jackson, quien era algo así como su “amigo” desde la secundaria. La actitud del chico era tan bipolar, que algunas veces actuaba como si quisiera matarlo y otras como si fuesen amigos de toda la vida. –

-Allison es también mi amiga, y yo no estoy así como pérdida en las nubes porque no está.

-Es diferente la situación Lydia. Allison es tu amiga desde hace unos años, a diferencia de Stiles y Scott, que se conocen desde bebes. Ellos son casi como hermanos. ¿Imagina como se debe sentir ahora Stiles?  - suspiró – Siempre es difícil para cualquier hombre el perder a un amigo de esa manera. Por muy fuerte que sea su amistad, el matrimonio lo cambia todo. – Stiles frunció el seño y resopló con cansancio viendo como ese par no dejaba de hablar sobre él, como si no pudiera escucharlos o no estuviera presente, cosa que le molestaba mucho, aunque agradecía la preocupación de sus dos amigos. –

-Así que está deprimido, bueno, tengo la solución perfecta para eso. –Hablo Lydia, acomodando un mechón pelirrojo detrás de su oreja. - ¿Qué te parece ir de fiesta esta noche?  - Stiles rodó los ojos con cansancio. No estaba en esos momentos como para ir a una fiesta, con los problemas que tenían metidos en la cabeza era más que suficiente. - 

-No lo creo Lydia, la verdad es que no me siento con ánimos de salir. Además, como falte el día de ayer, tengo muchos más  trabajo que hacer  y ya sabes que profesora de literatura me tiene algo de manía, no sé por qué. – La pelirroja ignorando su patética escusa, hizo un movimiento con su mano, negando cualquier palabra que su amigo dijera –

-Oye, no me engañas. Yo se que tú eres muy inteligente, y sé que seguramente ya debes haber terminado con el trabajo anterior, porque lo dejaron desde hace una semana. Y si no, seguro que lo terminaras en unas cuantas horas. ¡No es tan difícil! – Hizo una pausa para mirar a los ojos a su amigo – Yo se que debes sentirte un poco triste porque la relación que había entre Scott y tú va a ser un poco diferente, pero tú conoces a Allison. Ella es también tú amiga y sabe que Scott es como un hermano para ti. Así que no te preocupes, te apuesto que su relación no será tan diferente a como lo era antes de la boda. – El pálido chico asintió  formando una sutil sonrisa que pareciera convincente, o por lo menos lo fue para Lydia. Jackson no podía decir lo mismo al respecto.  –

-Entonces… ¿A dónde van a salir esta noche? – Pregunto Malia,  tomando asiento junto a los tres. Jackson y Lydia miraron a la recién llegada extrañados, o más bien sorprendidos de que la chica rubia les hablara y se sentara junto a ellos, pues eso no era para nada común. Stiles por su parte al ver a los ojos de Malia, supo que había oculta detrás de  ellos otra intención muy diferente a la de salir de fiesta esa noche. –

 

*******************

 

 

Eran las cuatro de la tarde cuando Malia llego a la mansión Hale, vociferando un montón de insultos y malas palabras  tan rápido, y tan fuerte, que tanto Derek como Peter se le quedaron mirando con la mandíbula desencajada. La rubia parecía estar tan furiosa, que ni siquiera había reparado en la presencia de los dos adultos que la miraban totalmente atónitos. Aunque de haberlo hecho, de igual forma no se hubiera callado. Peter soltó un pesado suspiro y se despeino los castaños cabellos con resignación, cuando por fin descubrió cual era el motivo por el cual Malia  estaba tan enojada como lo estaba.

 

-Derek – La menor le señalo y frunció el seño, como signo de reprobación - ¿Cómo no has podido hacer que Stiles te aceptara a la primera? –Cuestiono impaciente, suprimiendo las ganas de gritarle - ¿Eres consciente de lo fácil que puede ser perderlo? 

-¿De qué estás hablando?... Le di un plazo de dos días, y este se cumplirá el día de mañana – respondió simple – Además, sinceramente el chico no está en posición como para negarse.

-Pues tú tampoco estas en posición como para darle tiempo. No a Stiles. –Derek entrecerró los ojos –

-¿Qué quieres decir con eso?

-Tal vez pienses que Stiles es un chico torpe y debilucho que no hace nada bien, y en eso tal vez estés en lo cierto, pero también es alguien muy inteligente y capaz, así como también ingenuo y sensible. Y por supuesto, aunque seguramente no lo hayas notado, es alguien atractivo, y te aseguro que más de una persona anda detrás de él, y pueden arrebatártelo si te descuidas. Por eso debes actuar rápido. 

-¿Y qué quieres que haga? ¿Qué lo obligue a aceptarme?

-Si es posible, si.

-¿Acaso tú también te has vuelto loca? – Cuestiono de pronto Peter, metiéndose en la conversación que estaban manteniendo ambos menores. Malia llevo su vista hacia su padre, soltando después un gruñido. - ¿Me quieres decir que toda esta loca idea que mi sobrino tiene en la cabeza es tuya? ¡No puedo creerlo! – Espeto el mayor sorprendido - ¡Que les pasa a los dos! ¡Por dios, niños, el matrimonio no es un juego!

-¿De verdad no lo es?  -Interrogo – Porque a mí me parece que el matrimonio que hubo entre mi madre y tú  si lo fue. –Peter suspiró -

-Malia, tal vez sea verdad que las cosas entre tú madre y yo no funcionaron como ambos hubiéramos querido en un principio, pero nuestro matrimonio no fue para nada un juego. Ambos nos amábamos aunque no suficiente, pero en ningún momento tomamos nuestra relación a la ligera. Tratamos por todos los medios de que lo nuestro funcionara, pero no fue el caso. El amor es así. Pero esto, esto es diferente. Malia, Derek, no pueden aprovecharse de la desesperación y del sufrimiento de una persona, para lograr un objetivo como el que ambos planean. Eso está mal.

-Eso ya lo sé – hablo el pelinegro –

-¿Entonces porque estás haciendo esta locura?

-Sabes porque lo hago.

-No me parece que sea motivo suficiente.

-Es por un favor que yo le pedí  - Hablo Malia, llevandosu mirada al suelo –

-¿Qué quieres decir?

-El padre de Stiles está atravesando por una situación complicada, y podrían perder hasta su casa. Sabes que le estoy muy agradecida al alguacil Stilinski. Si no hubiera sido por su ayuda, yo jamás te habría conocido. Por eso yo pensé, que si Derek hacia un matrimonio por conveniencia con Stiles, el podría ayudarle.

-Y también podría sacar ventaja.

-Así es.

-Ya decía yo que era bastante extraño que de un día para otro mostraras interés por ese chico, al que ni siquiera conoces. Aun así, no creo que esto vaya a terminar como ustedes lo planearon. Y si el alguacil se llega a enterar un día de estos, no quiero ni imaginar de lo que sería capaz de hacerle a los dos.

-El no se va a enterar nunca de nada. – Hablo muy segura la chica rubia – Stiles jamás se lo diría.-

-Estoy seguro que él no lo haría. ¿Pero qué me dices de sus amigos?

-Bueno, Derek tendrá que ser muy convincente con ellos. Por suerte para él, hay la oportunidad de comenzar hoy mismo. – la chica hizo una pausa y miro a los ojos a su primo. – Lydia planeo una fiesta para Stiles esta noche, así que alístate, porque iremos. 

 

 

*******************

 

 

La música se escuchaba muy fuerte a través de los altavoces. Eran ya casi las once y cuarto de de la noche, y todo el mundo ya parecía andar prendido disfrutando de la fiesta, ya fuera bailando, bebiendo o ligándose a cualquiera al amparo de la noche. Parecía ser divertido, pero aun así Stiles no lucía animado, sino todo lo contrario. Su semblante era triste y sus labios formaban una mueca.

 

Quería irse y cuanto más rápido fuera, mucho mejor; el problema era que Lydia no le permitiría hacerlo hasta después de la media noche, pues se suponía que la fiesta era para él, aunque no la hubiese pedido. Por eso estaba allí, sentado detrás de unos arbustos escondiéndose de todo el mundo, y también de un chico que no había parado de seguirlo desde que había llegado. ¡Genial! –Pensó – Él con tantas cosas en la cabeza en que pensar, y ese tipo buscando llamar su atención, cuando se sentía demasiado triste.

 

El castaño resoplo con cansancio. Era verdad, aunque el ahora mismo no se encontraba del  todo dispuesto a abrir su corazón a nadie más, eso no significaba que alguien más no estuviera dispuesto a convencerlo de lo contrario. “El amor es algo que pasa todo el tiempo” - Recordó -… Derek tenía razón. El estaba dolido, pero tarde o temprano su corazón sanaría y volvería a enamorase de otra persona, pero la oportunidad de ayudar a su padre ahora que tenían problemas jamás volvería.  El chico levanto la vista y miro al cielo desprovisto de nubes; observo las estrellas y sintió la fuerza necesaria para decir a dios a ese amor que jamás podría echar raíz en el corazón de Scott. El ya había tomado una elección, amaba a Allison, se había casado con ella y ahora aunque él lo deseara ya no había vuelta atrás. Esa puerta ya estaba cerrada, entonces, ¿Por qué seguía parado frente a ella?...

 

Era momento de tomar una decisión.

 

-¡Así que aquí estabas! – Al escuchar esa voz, su corazón latió deprisa dentro de su pecho. La reconocía perfectamente, aunque solo la había escuchado muy pocas veces. Estaba seguro, era Derek quien estaba inclinado sobre el arbusto donde él se escondía. Al mirarlo vio en él una expresión  de preocupación en su rostro – Comenzaba a creer que algo te había pasado.

-¿Por qué razón creíste eso? Y… ¿Qué haces aquí?

-Bueno, primero que nada, Malia fue quien me invito. Y segundo, cuando llegue a la fiesta, tus amigos ya te estaban buscando. Parecían estar preocupados, así que decidí ayudarles. – Hale le extendió su mano para ayudarlo a ponerse en pie – ¿Qué hacías aquí escondido? – pregunto curioso –

-Escapaba de un tipo que no dejaba de seguirme a todas partes. Comenzaba a darme un poco de miedo, creí que iba hacerme algo. –El ojiverde inclino su cabeza hacia la izquierda y  fijo su penetrante mirada en la suya – pero no me hizo nada, porque me escondí detrás de estos arbustos. – Aclaró rápidamente, bajando un poco la cabeza –

-Bueno, ahora que ya te encontré, lo mejor es que volvamos antes de que tus amigos decidan llamar a la policía. – Derek tiró de su mano fría, para llevarlo de vuelta con los demás, pero el menor lo detuvo –

-Espera Derek. Hay algo que quiero decirte antes. – El mayor soltó su mano, y Stiles inmediatamente sintió frio. Él le estaba mirando fijamente con esos penetrantes ojos verdes que buscaban una explicación. El joven tomo un poco de aire, divisando de repente otra puerta frente a él, pero esta era mucho más grande y luminosa, mientras que la que se encontraba al lado de está, estaba opaca. Stiles miraba la puerta serrada con nostalgia, despidiéndose para siempre de aquel sentimiento cálido y dulce que había reservado para Scott, confinándolo para siempre en fondo de su corazón. La otra puerta se abría, y con ella las oportunidades llegaban. Tal vez lo que pensaba aceptar estuviera mal, y tal vez algún día se arrepentiría de lo que estaba a punto de hacer, pero su decisión ya estaba tomada y  no había vuelta atrás.  – Sobre tu propuesta… yo… yo acepto.

 

Derek Hale sonrió, y su sonrisa era amplia y hermosa. Stiles aguanto la respiración inconscientemente  por un momento, pensando en muchas cosas y en nada a la vez.  Hay un plan para cada persona – se dijo – Bueno o malo, o lleno de sabores agridulces.

 

¿Cuál sería el que el destino tenía preparado para él? Se pregunto.

 

-Me alegra escuchar eso. –Respondió el mayor, acariciándole lentamente la mejilla -  ¿Deberíamos cerrar nuestro trato de alguna manera? –Pregunto Hale más para sí mismo, que para el otro chico, que solo atino a pestañear un par de veces –

-¿Cerrar el trato? ¿Cómo? – Y antes de que el menor hiciera alguna otra pregunta, los labios de Derek Hale ya se encontraban sobre los suyos. Ese había sido su primer beso de toda la vida, aunque Derek no lo supiera. Y pese a que el no sentía nada por el heredero de los Hale, aquel beso no le había parecido para nada desagradable. Sino más bien, cálido. El ojiverde se separo de sus labios lentamente, sonriéndole después divertido. –

-Tus mejillas se han puesto rojas – comento – No me dirás que… - Y sus palabras callaron cuando se dio cuenta de que aquel había sido el primer beso de aquel muchacho pálido. – No puede ser, ¿Es en serio? – Stiles asintió con un ligero movimiento de su cabeza, poniéndose mucho más rojo.

-S-Sí. Lo había reservado para una persona especial –Derek sintió un escalofrió recorrerle el cuerpo entero. ¿Una persona especial? ¿Acaso el chico también era virgen? Cuestionarse eso, le hizo sentir una sensación extraña desde el fondo de su estomago, mientras que una corriente eléctrica recorría su espina dorsal. –

-¿Lamentas que te haya besado? – pregunto –

-En realidad no, porque no habrá más personas especiales para mí.- dijo entre susurros - Ahora solo estás tú.- Stiles le sujeto una mano al otro, quien parecía estar un poco perplejo por lo anterior dicho. Las manos de Stiles ya no estaban tan frías como minutos antes. El castaño paso saliva, después humedeció sus labios y los dejó entre abiertos. Su corazón latía deprisa. – No sé si quieras una boda o simplemente un acuerdo formal, pero te prometo que siempre, siempre, seré fiel a ti. – Y dicho esto, volvió a unir sus labios con los otros.

 

 

Scott no podía creer lo que sus ojos estaban viendo, mucho menos lo que había escuchado. Una sensación extraña estrujaba con fuerza su corazón. Su cuerpo se sentía ligero y pesado a la vez.  Su cabeza daba vueltas y se sentía mareado. ¿Por qué razón se sentía así?... ¿Acaso era por la sorpresa? ¿Era por la decepción?... ¿Era enojo o tal vez ira?...¿Que estaba sintiendo y porque?

 

Antes de que pudiera buscar una respuesta, sintió los pasos de Malia acercarse más y más. Después escucho una exclamación de felicidad y alivio por parte de la rubia. Y unas palabras que lo dejaron más sorprendido.

 

 

-¡Al fin le ha dicho Stiles que si!  -Casi grito Malia, totalmente llena de felicidad-

-¿Le ha dicho que si, a quien? – Pregunto a sus espaldas Lydia, quien venía tomada de la mano de Jackson –

-¡Pues a Derek!, mi primo. – Derek y Stiles se separaron rápidamente al escuchar la ruidosa voz de Malia y Lydia detrás de ellos. Al girarse y percatar que Scott estaba ahí, Stiles casi cae al suelo de la impresión; de no ser porque Hale le tenía bien sujeto por la cintura, seguramente en ese instante estaría en el suelo. Casi de inmediato Stiles enrojeció completamente –

-Malia… ¿Se puede saber que hacen espiándonos? – Cuestiono el ojiverde frunciendo el seño –

-Nosotros no espiábamos nada – Respondió rápidamente Lydia – Solo estábamos buscando a Stiles, y recordé que no habíamos buscado en este lugar. Y bueno…

-¿Encontraron a Stiles? – Allison había llegado última, por lo que no sabía lo que estaba pasado. Scott estaba como hecho de piedra. Ni siquiera había reparado en la presencia de su esposa, pues aun no salía de la impresión de lo que acababa de ocurrir ante sus ojos. –

-Sí, bueno – Musito Jackson un poco incomodo - A él y a su…  

-Derek – Interrumpió el ojiverde – Mi nombre es Derek

-Derek. ¿Y el es…?

-Mi novio – Stiles trago saliva y miro a todos nervioso. – Derek y yo somos novios desde hace algún tiempo, solo que… no sabía cómo decírselos.  

-¿Y porque nos lo dices hasta ahora, Stiles?  - Pregunto Scott, saliendo por fin de su mutismo. Para nadie paso desapercibido el tono molesto que estaba usando en ese momento con Stiles, del mismo modo que para nadie paso desapercibida la mirada que Derek Hale le dirigió en respuesta. Ambos pelinegros estaban que echaban chispas, y para disipar un poco la tensión,  Lydia pensó que lo mejor era que todo el mundo volviera a la fiesta, por lo que decidió intervenir. –

-Bueno, ya chicos. Ya nos dimos cuenta que Stiles está bien  y en buena compañía, así que ¿Por qué no mejor volvemos a la fiesta? ¿mmh? Mañana seguramente Stiles nos dará una buena explicación del porque no había mantenido oculta esta noticia, pero por ahora regresemos con los demás invitados. 

 

 

Allison entrecerró los ojos, y apretó la mandíbula. Derek le miro retadoramente para después sonreírle cínico, apegando más el delgado cuerpo de su “novio” al suyo, notando como las venas del cuello de Scott saltaban a la vista. Ese chico estaba furioso, pero ¿Por qué?... Una idea vino a su cabeza. ¿Sería posible que inconscientemente Scott estuviera enamorado de Stiles? Pensar en que aquello pudiera ser posible, no hizo más que instalar en su cabeza la idea de recalcar ante todo ese grupo de chicos, que el pálido y flacucho de Stiles era suyo y de nadie más, pero por supuesto que este se le adelanto a la idea.

 

Stilinski había sujetado su rostro con aquellas pálidas y delicadas manos, atrayendo sus labios a los suyos. El contacto fue casi efímero, pero había sido lo suficiente convincente como para que Scott diera media vuelta y saliera prácticamente corriendo. Mientras que los demás volteaban a todas partes visiblemente incómodos, a excepción de Malia, quien parecía que estaba a punto de gritar de pura felicidad.

 

 

-¡Por favor!, ¡Al menos esperen a que nos hayamos ido, para que comiencen a besarse! ¡Esto es realmente incomodo! – Exclamo Jackson sujetando de la mano a su novia, para comenzar a alejarse, llevándose consigo también a Malia, quien quiera seguir siendo parte de aquella escena. Allison por supuesto no se quedo atrás, ella también dio media vuelta para ir en busca de su esposo, dejando sumidos en un profundo silencio a Derek y Stiles. –

 

 

Una vez que todos se fueron, el castaño no paraba de abanicarse la cara sintiendo mucha vergüenza. Esta avergonzado, preocupado y confundido. ¿Se suponía que debía gustarle besar a una persona que ni siquiera le atraía?... Seguramente no, pero el hecho es que aquellos besos que Hale y él se habían dado- Mejor dicho, el había dado -  los había disfrutado y mucho. Derek miraba el cielo nocturno con una enorme sonrisa en sus labios. No había vuelta atrás. Lo hecho, hecho estaba, y que pasara lo que tuviera que pasar.

 

Notas finales:

¿Les gusto? ¿Quieren màs? Bueno, dejenme sus comentarios y continuo. 


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