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Tú, mi única opción por Gilbo

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Notas del capitulo:

N/T. Por fin aquí les traigo el cuarto capítulo de este fic. No lo he puesto antes, pero bueno, los personajes pertenecen a sus respectivos creadores, etc. Espero que les guste y por favor comenten. Por cierto, ¿alguien sabe cuándo es el cumpleaños de Stiles? Dejando esa pregunta de lado, seguramente han notado que las personalidades de los personajes no se ajustan a como son en la serie, pero más adelante explicare el porqué, por el momento eso es todo. Lean, comenten y compartan. 

Una vez que todos se fueron, el castaño no paraba de abanicarse la cara sintiendo mucha vergüenza. Esta avergonzado, preocupado y confundido. ¿Se suponía que debía gustarle besar a una persona que ni siquiera le atraía?... Seguramente no, pero el hecho es que aquellos besos que Hale y él se habían dado – Mejor dicho, él había dado –  los había disfrutado y mucho. Derek miraba el cielo nocturno con una enorme sonrisa en sus labios. No había vuelta atrás. Lo hecho, hecho estaba y que pasara lo que tuviera que pasar.

 

***********************

 

“Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser” – William Shakespeare –

 

 

Las mejillas de Stiles jamás habían estado tan rojas en toda su vida, ni siquiera cuando había tenido fiebre, o al menos eso creía. Derek podría opinar exactamente lo mismo al respecto, pues el normalmente pálido rostro del chico, se encontraba tan rojo y brillante como la luz de un semáforo. Ver la vergüenza en ese tierno rostro, provoco una sincera sonrisa en los labios del mayor. Derek no paraba de sonreír, y Stiles no paraba de balbucear tonterías. A los ojos del resto del mundo, ellos  no eran más que un par de chicos enamorados que disfrutaban de su compañía aquella hermosa noche sin estrellas. Aunque lo cierto era, que nada más allá de un compromiso arreglado existía entre ellos dos.

Su futuro podría ser tal vez triste y muy solitario a la vista de aquellos que lo supieran; pero lo cierto era que había cierta conformidad entre ambos. El amor podría ser lo más hermoso que existía en el mundo, pero nadie podía negar que también fuera triste y muy doloroso. Y buscar a esa persona que estaba destinada a ser su alma gemela podría tomar incluso toda la vida, y aun así, nadie les garantizaba que podrían llegar a encontrarla. Por lo menos con ese matrimonio por conveniencia, ambos estaban seguros que si bien jamás habría amor entre ellos, al menos si tendrían su mutua compañía. Y para los dos en ese momento, eso les bastaba para tratar de vivir en paz.

 

Derek entrelazo sus dedos con los de Stiles. Le miro atentamente y luego tiro suavemente de él hacia la salida de aquel enorme jardín. La noche comenzaba a enfriar más de la cuenta, y  Derek no pensaba arriesgarse a que su futuro compañero se enfermara nuevamente. Stiles soltó un suspiro al recordar la expresión confusa y molesta de su mejor amigo. Al día siguiente tendría que dar muchas explicaciones, pero lo  que más le preocupaba en ese momento  era aquello que iba a decirle a su padre. El ojiverde noto la tensión que había en sus hombros, intuyendo acertadamente, que aquello se debía a las explicaciones que tendría que darles tanto a su padre, como a sus amigos sobre su supuesta relación.

 

-¿Estas preocupado por lo que vas a decirle a tu padre sobre nosotros?  - pregunto, apretando la mano del menor –

-Si. La verdad es que no sé qué decirle. – Sonrió – Jamás he sido bueno para mentirle ni ocultarle las cosas. Supongo que es debido a su trabajo, que siempre descubre cuando intento encubrir todos los hechos. – Hizo una pausa – No sé si me creerá que esta vez he logrado hacerlo bien.

-Si no lo cree ahora, lo creerá cuando los dos nos comprometamos oficialmente. – El castaño se detuvo un momento para ver a los ojos a Derek. –

-¿Nos comprometeremos en serio? – Cuestiono incrédulo –

-Por supuesto. – Respondió él otro en tono serio - También nos casaremos, aunque descuida – le acaricio suavemente la mejilla – todo se hará a su debido tiempo. Sin nada de prisas. ¡En fin!, Este fin de semana iré a hablar con Christopher Argent al respecto.

-¿Iras a hablar con él?, ¿Por qué necesitas hacerlo?

-Para pedir tiempo. – Hizo una pausa para respirar profundo -  Gerard estipuló en una cláusula, que una vez que se haya efectuado un matrimonio dentro de alguna de las dos familias, en este caso, como el de Allison y tu amigo Scott, solo se tiene un plazo de un mes para efectuar el siguiente, o de lo contrario, Nemeton pasa a ser parte de una sola familia. Aun así, yo no pienso apresurar las cosas. Tal vez esto no sea lo que tú hubieras deseado realmente, pero no por eso tienes que tener una boda cien por cierto falsa. Después de todo, solo se casa una sola vez… Bueno, en mi caso, así será. – Stiles sujeto la enorme mano del ojiverde con fuerza, un tanto sorprendido por aquella confesión tan inesperada. El creía que después de un tiempo, cuando Nemeton estuviera más segura en las manos de Derek, este le pediría el divorcio para casarse nuevamente con alguna mujer hermosa y así tener hijos, los cuales serían sus herederos, como debía de ser. Pero aquello dicho le sorprendía de igual forma que le aliviaba.  –

-También lo será para mí.  Ya te lo he dicho antes, yo seré fiel a mi promesa al igual que a ti, por el resto de mi vida. Te lo he jurado incluso, así que tienes que creerlo. Soy un hombre de palabra. –Derek le creía, pero veía en los ojos del chico que algo más le molestaba.-

-¿Temes que tu padre desapruebe esto? – Cuestiono volviendo a encaminarse hacia la salida -

-¿Te refieres a lo de casarnos o lo de mentir?

-Supongo que ambas cosas.

-Lo de mentir, por supuesto que sí. ¿A qué padre crees que le guste que su hijo se case sin amor? Yo creo que a ninguno. Él siempre ha deseado que yo viva bien y sea feliz. Aún con esta situación, él se ha negado a decirme nada al respecto.  Se lo ha guardado todo para él, y no me ha permitido ayudarle. –Derek noto que había tristeza en su mirada al decirlo. – Se que si él piensa que contigo yo seré feliz, jamás se opondrá a esto. Aunque seguramente siempre sospechara que me case contigo por otra razón.

-Él no sabe que a ti…

-No. Jamás se lo dije, porque no había necesidad de hacerlo. No es que pensara guardarlo para siempre como un secreto, es solo que Scott fue la primera persona de la que me enamore. – Sonrió con nostalgia – Siempre supe en el fondo que amar a Scott era una tontería, pues estaba seguro que jamás iba a ser correspondido, pero mi corazón nunca quiso escucharme cuando le pedí que dejara de amarlo. Aunque pensé que tal vez algún día olvidaría este sentimiento, no he llegado a enamorarme de otra persona. Por eso yo creía que no había necesidad de decirle nada al respecto. Creí que viviría toda mi vida amando a Scott. 

 

Derek se guardo un gruñido para él. Sujeto con más fuerza la tibia mano de Stiles y miro al cielo. Entendía perfectamente lo que el chico le decía. Después de Paige, no había vuelto a entregar su corazón de la misma manera, y aunque hubiera pasado el tiempo y otras mujeres por su cama, jamás había borrado aquel sentimiento de su pecho. El amor que aun sentía por Paige seguía pesando con tanta fuerza, que no se veía a si mismo amando nuevamente. Aun así, miro el rostro cansado de Stiles y se atrevió a decirle:

 

-Niño tonto. El primer amor no dura para toda la vida. – Sonrió cínicamente y miro a otro lado. ¿Desde cuándo se le daba tan fácil el mentir? –

-Si, tal vez tengas razón como siempre. Pero… ¡Hey!... ¡No me llames niño! – se quejó el castaño haciendo un puchero –

-Pero lo eres. Aunque tienes razón, debería llamarte “novio” o mejor aún, prometido.

-Aun no somos prometidos

-Pero pronto lo seremos.

 

Ambos caminaban tomados de las manos, cuando John Stilinski apareció al final de aquel inmenso jardín lleno de arbustos, y la expresión de sorpresa que había en su rostro jamás había sido tan grande después de escuchar aquello último. Scott, quien estaba a su lado, ya no sabía ni que sentir.  Su amigo le había ocultado cosas, y por ello debía sentirse tal vez muy enojado y triste, pero, ¿Por qué su corazón no dejaba de latir con tanta fuerza?...  y ¿por qué razón no podía dejar de sentir que Derek Hale, le estaba arrebatando algo muy importante para él?

 

-Supongo – Comenzó a hablar el señor Stilinski, frotando su frente  - que tenemos que hablar de muchas cosas. ¿No es verdad?

 

************************

 

Derek había regresado pasada la media noche a su casa; afuera hacía un frío atroz, mientras que pequeños copos de nieve descendían lentamente del cielo. Aquella noche parecía que no nevaría, pero el clima que era tan impredecible que como siempre estaba haciendo ya de la suyas, y sin poder evitarlo, Derek pensó en Stiles y en como seguramente en ese momento estaría pasando frió, mientras se hacía bolita entre sus frazadas, intentando entrar en calor. El pelinegro gruño. No conocía realmente a ese chico, y no lo había visto dormir más que una sola vez, pero en ese momento sentía que ya lo conocía de toda la vida. Lo cual sobraba decir que era muy extraño, y hasta cierto punto, perturbador.

 

-Así que por fin llegaste – Escucho decir a su espalda. Peter se encontraba semirecostado sobre el sofá, mirando como la madera se  iba consumiendo lentamente dentro de la chimenea. El hombre mayor se encontraba bebiendo un vaso de whisky, con la vista perdida en las llamas, esperando por una respuesta obvia. Derek le miro por un segundo, antes de sentarse frente a él. –

-Si. – Respondió secamente, mirando también hacia la chimenea encendida. Peter soltó un suspiro, antes de fijar su penetrante mirada en la de él. Por alguna razón parecía molesto, y Derek intuía el por qué. -

-Besaste a ese chico. – Fue lo primero que dijo el hombre mayor, antes de depositar con absoluta clama el vaso que tenía aún en la mano, sobre la oscura mesa de centro. El ojiverde rodó los ojos elevando ambas cejas; resoplo con cansancio y replico. –

-“Eso” ni siquiera debería ser llamado como tal. –Peter aún seguía aparentando calma que la verdad ya no sentía. Inclino un poco la cabeza llevando su vista al suelo, tratando de pensar un poco con calma todo ese asunto. –

¿Desde cuándo Derek había cambiado tanto?

¿Cuándo sucedió, que ni siquiera se había dado cuenta?

Entonces recordó a esa chica.

Paige.

 

Desde que ella había muerto, su sobrino no había vuelto a ser el mismo. Suspiro nuevamente, mientras las llamas danzaban sobre la madera, recordando aquel terrible incidente que prácticamente lo había vuelto loco del dolor y la desesperación. Tras aquel terrible incidente que cambio por siempre sus vidas, debió haber sido más cercano a Derek; el chico apenas si era un niño y ya lo había perdido casi todo. No solamente había perdido a sus padres y hermanos para siempre, sino que también a la persona que juraba era el amor de su vida. Peter frunció el entrecejo. Si en ese momento no se hubiera centrado solamente en su propio sufrimiento, tal vez las cosas hubieran sido ese día muy diferentes, pero él hubiera no existe.

 

Derek aclaro su garganta captando enseguida la atención del mayor. Le incomodaba verlo así, tan sumido en sus propios pensamientos, tratando de buscar las palabras exactas para decirle que estaba mal lo que estaba haciendo, sin importar cuanto tratara de justificarse. Él ya lo sabía y con eso era suficiente. No necesitaba que nadie más se lo dijera. Con sentirse culpable le bastaba, pero sin importar que dijeran u opinarán los demás, no había vuelta atrás para su plan. Lo hecho, hecho estaba.

 

-Apenas si nos acercamos. Fue demasiado sutil... Stiles… ese chico es demasiado inocente.

-Siento pena por él – Murmuro de pronto Peter, sin dejar de ver al suelo. – Pobre niño virgen. No imagino siquiera lo doloroso que será vivir toda su vida, sin saber lo que es ser tocado con amor, o pasión o cualquier otro sentimiento o por alguna otra razón, que no sea por aparentar ante los demás, que lo que hay entre ustedes no es una mentira. – El pelinegro emitió un gruñido. –

-¿Intentas hacerme sentir culpable? Porque aun así, nada de esto cambiara. Él ha aceptado. Además...

-¿Además?... Además  ¿Qué? –Interrumpió Peter, frunciendo el entrecejo. -

-El chico apenas si tiene veinte años y esta es la primera vez que sufre una decepción amorosa. El idiota se enamoró de su mejor amigo, aunque sabía perfectamente que este jamás le iba a corresponder. Lo que siente ahora es normal, pero con el tiempo el dolor  y volverá a enamorase; y aunque me haya jurado ahora que jamás me abandonara, eso cambiara algún día. – Sonrió de medio lado, cínico. El mayor elevo entonces la vista, con una expresión de preocupación en su rostro. Peter pensaba rebatir diciendo: “¿Tal y como tú lo has hecho?”, pero ya era demasiado tarde y no quería discutir más el asunto, por lo que se abstuvo de hacer el comentario.  –

-Derek, Entiendo porque tu pensamiento sobre el amor es tan cínico. Pero no todas las personas son Kate Argent. Tienes que entender eso.

-Lo sé. – Gruño – Stiles no es como ella, ni siquiera se le compara. Ambos son como la noche y la mañana. – Peter sonrió. –

-Derek, ¿Recuerdas lo que tu madre te decía? – Pregunto sonriente – “Hay tres cosas que no pueden ocultarse por mucho tiempo”

-El sol, la luna y la verdad. – Termino la frase el menor. – ¿Qué tiene que ver eso, con este asunto? – cuestiono impaciente, poniéndose de pie. –

-Todo. – Respondió Peter, sonriéndole de medio lado enigmáticamente. – No sé por qué, pero  tengo la sensación de que tarde o temprano terminaras por perder el control de esta situación, y por mucho que te esfuerces, ese día no podrás ocultar la verdad. Solo espero que cuando eso suceda, tú no seas el que resulte más herido. Porque si algo me ha enseñado con el tiempo la vida, es que la mentira se pone en contra de quien la inventa. Así que por favor, no lo tomes tan a la ligera. No deseo verte sufrir más de lo que ya lo haces.

-¿Crees que yo me podría enamorar de un chico como Stiles? No sé si te hayas dado cuenta, pero a mi gustan las mujeres. ¿Cómo puedes siquiera pensar eso?– Hablo casi escandalizado el menor, haciendo un gesto dramático. Peter sonrió nuevamente. –

-Pero lo has besado, y más de una sola vez. Lo cual me da a entender que hacer “eso” con ese chico, no te fue para nada desagradable.- Sonrió haciendo una breve pausa. - Derek, las personas pueden mentir con la boca, pero lo que sentimos no puede ocultarse. Nuestro cuerpo es mucho más honesto algunas veces, que nosotros mismos.

 

Dicho esto, el mayor también se puso en pie, para ir a descansar a su habitación. Derek se quedó un rato más ahí, viendo consumirse las llamas lentamente, pensando en aquello que su tío le había dicho.

 

El ojiverde presiono su pecho con fuerza, y negó dos veces lentamente con su cabeza. No había podido olvidar todavía a Paige, y ese chico no haría que eso cambiara. Era humano y tenía emociones así como necesidades también. Debía ser por eso que se comportaba así, y nada más. Él no podía sentir nada por Stiles, eso jamás pasaría.

 

-Jamás…

 

 

************************

 

Stiles no había conseguido dormir prácticamente nada esa noche.  Por su mente se arremolinaban las ideas, pero no sabía cómo comenzar con la mentira, y no es que jamás hubiera mentido antes, solo era que nunca había tenido la necesidad de hacer que el engaño fuera tan creíble.

 

El joven castaño no paraba de ver cada dos o tres minutos hacia el reloj que colgaba de la pared de la sala, esperando a que por fin apareciera Derek Hale, y le ayudara con esa situación que le estaba poniendo los nervios de punta. Pues en ese momento no solo su padre estaba esperando a que comenzara con las explicaciones, sino también Scott, quien se mantenía sentado frente a él con los brazos cruzados, observándole atentamente, como si quisiera leer su mente con su mirada.

 

 

Scott aun no podía creer nada de lo que había visto y escuchado la noche anterior. Aún seguía sin poder entender, cómo es que nunca se había dado cuenta que su mejor amigo era gay, y que además, había mantenido oculta una relación por tanto tiempo, con alguien como Derek Hale, quien ni siquiera vivía en Beacon Hills. El moreno se había pasado toda la noche pensando y analizando, y por más que trato, no conseguía darle sentido a todo ello, que cada vez parecía ser más una absurda broma de muy mal gusto, que una realidad tangible. Pero el hecho era que Stiles estaba ahí, sentado frente a él, con esa boba expresión de tonto enamorado, mientras esperaba a que el sujeto ese llegara por fin y diera la cara.

 

 

John Stilinski soltó un largo y pesado suspiro, mientras pasaba por su cabeza la idea, de que todo eso iba a terminar en un desastre. Y solo bastaba con echarles una rápida mirada a su hijo y a Scott, para saberlo. En el fondo, él siempre supo que su hijo era diferente y que no gustaba mucho de las chicas, aunque este se aferrara a la idea de que estaba enamorado de Lydia, quien al final de cuentas resulto ser su mejor amiga; pero nunca imagino que su despistado e inocente hijo, estuviera manteniendo una relación en secreto con el menor de los Hale. Pensando en eso último, tal vez en el fondo, Stiles no era tan inocente como había estado creyendo.

El mayor frunció el entrecejo cuando escucho como los dientes del joven Scott rechinaban. John movió la cabeza de un lado a otro. Siempre fue consiente de la cercanía que había entre su hijo y su mejor amigo no era del todo muy normal, y en algún momento se imaginó incluso que un día Stiles y Scott le darían la noticia de que en realidad ambos se atraían, y que por ello habían dejado de ser tan ciegos y tan tontos, y que en realidad querían ser más que amigos. Pero eso nunca sucedió, pues  Scott había terminado casándose de un día para otro con su novia Allison y ahora Stiles le salía con semejante sorpresa. La pregunta que se formulaba en su cabeza en ese momento era: ¿Había sido Scott quien se había casado por despecho? o ¿Era su hijo quien pensaba hacerlo por esa razón?

 

El reloj marcaba exactamente las cinco de la tarde, cuando Derek Hale por fin apareció. Y el rostro pálido de Stiles, jamás antes había estado tan reluciente, ni sus mejillas tan sonrojadas, y sus ojos color miel, tan brillantes. El chico castaño se paró tan rápidamente que parecía que había tomado incluso algo de impulso, antes de salir prácticamente corriendo en dirección del recién llegado, al que abrazo tan efusivamente y tan feliz, que si aún había dudas dentro de la cabeza de Scott McCall y John Stiliski, estas se esfumaron prácticamente al instante.

 

Derek Hale parecía también aliviado de ver nuevamente al chico. Sus labios se curvearon formando una sonrisa de felicidad, y sus brazos recibieron con ansias aquel cálido cuerpo. El ojiverde susurro algunas cosas al oído del menor, para después besar tiernamente su frente. Todo parecía tan perfecto, aunque en realidad no lo era. Stiles sujeto la mano de Hale, llevándolo consigo hacia el interior de la sala de estar. ¿Desde cuándo les era tan fácil mentir? Se preguntaron ambos, teniendo la sensación de que algún día pagarían muy caro por ello.

 

Ambos tomaron asiento frente a sus dos espectadores, comenzando así a crear juntos, un mundo lleno de mentiras.

 

*****

 

Después de haber dado una extensa explicación, que al parecer había resultado ser lo suficiente satisfactoria para su padre y para Scott, Stiles sujeto muy fuerte de la mano a Derek, cuando este menciono su intención de llevar su “relación” al siguiente paso. Stiles noto como la frente de su padre se arrugaba, mientras  que en su boca se formaba una mueca. Lo cual le preocupo.

 

 

-Entiendo que ambos se amen, y que quieran llevar su relación al siguiente nivel, pero Stiles aún no termina la universidad.- Objeto Stilinski seriamente - Ambos son demasiado jóvenes y me parece que todavía pueden esperar para ese momento. –Derek asintió en aprobación a lo dicho. Si no fuera porque realmente no tenían tiempo para las buenas formas, a él le hubiera gustado aguardar un poco más; al menos hasta que Stiles hubiera terminado la carrera. Pero no era el caso. –

-Lo entiendo pero…

-¡Papá!,  ¡Yo amo a Derek y quiero casarme con él! – expreso de pronto el menor, poniéndose  rápidamentede pie – Sé que soy joven aún  y que me queda una larga vida por delante, pero no quiero esperar por más tiempo. – Stiles sujeto su pecho y bajo de pronto la mirada con algunas lágrimas asomando entre sus ojos. – Y-Yo realmente amo tanto a Derek… no sabes lo terriblemente doloroso que ha sido para mí todos estos años, en los que he aguardado el momento en el que por fin fuera mayor para poder estar con él para siempre. Papá, no pensaba decírtelo antes, pero la verdad es que desde que entre a la universidad yo tenía planeado mudarme con él, pero Derek insistió en que teníamos que hacer lo correcto. – Stiles giro su sonrojado rostro hacia la izquierda totalmente avergonzado de sus propias palabras, sin soltar la mano de su “novio”, mientras que este aguantaba las ganas de ponerse en pie y aplaudir, por la excelente actuación que el chico estaba dando. Ajenos a lo demás, no pudieron ver como se arrugaba la frente de John y sus ojos se llenaban de tristeza. Ni como el ceño de Scott se fruncía de tal forma, que parecía que ambas cejas se unirían en una sola. Stiles continúo con su teatro. – Él siempre ha querido aguardar hasta que nos dieras tú aprobación para estar juntos. Y-Ya sabes… í-íntimamente. Pero si no lo haces, yo no pienso esperar más.

 

Derek aclaro su garganta y tiró con algo de fuerza de la mano del castaño, para que este se sentara y dejara de decir tonterías. Una cosa es que dijera que quería estar con él – como su pareja - y otra muy distinta que anunciara en frente de su padre, que estaban aguardando el momento oportuno para tener sexo. El menor de los Hale sintió de pronto como sus mejillas se calentaban, cuando John fijo su vista en él.

 

-Y-Yo – El ojiverde tartamudeo sin saber que decir, pero John le interrumpió en el momento. -  

-Agradezco que le haya insistido a mi hijo que esperara a que tuviera más edad y razonara sobre este asunto. – Suspiro – pero como seguramente debe saberlo, por desgracia Stiles no es una persona muy paciente. Ese es un rasgo que heredó de su madre, y que yo adoraba mucho. Así que por favor le pido que trate de ser comprensivo con él. Le aseguro que mi hijo no es un mal muchacho, aunque algunas veces pueda ser un poco desesperante.

-Por supuesto que así será. 

-Eso quiere decir… –  Comenzó Stiles –

-Si. Ambos tienen mi permiso, pero tengo algunas condiciones para ello. Primero que nada, quiero que tú – señalo al menor – termines la universidad y concluyas una carrera, además de que la ejerzas.

-De eso no tiene por qué preocuparse señor Stilinski, yo mismo estoy de acuerdo con eso. Aunque como sabrá, mi familia goza de una buena posición económica, por lo que no será necesario que Stiles tenga que ejercer, porque yo me hare cargo de él. –John negó rotundo –

-Estoy perfectamente conscientede la familia a la que perteneces, Derek. Por eso es que para mí es importante que Stiles concluya sus estudios con buenas notas y ejerza su carrera, para que siempre estés orgulloso del hombre con el que te casaste. Tal vez mi hijo no pertenezca a una buena familia, ni tengamos tantas cosas, pero quiero que siempre estés orgulloso de él.

-Papá…

-No se preocupe por eso. Le aseguro que yo siempre estaré agradecido con Stiles por haber aceptado estar conmigo. – Dijo besando tiernamente la mano del ojimiel – Y siempre estaré orgullo de estar con él. Eso jamás lo dude.

-Está bien. Continuando, lo segundo y lo más importante que les pido a los dos, es que formen una familia. Sé que ambos son hombres, pero en estos tiempos, estoy seguro que no les será demasiado difícil el adoptar. – sonrió triste. – Siempre supe que  este día llegaría y que vería partir a mi único hijo al lado de la persona que él amara, pero siempre supuse que… bueno. Había imaginado un futuro donde yo sería un hombre viejo y retirado, que disfrutaría de pasar mis días de retiro a lado de un par de nietos; por eso es que les pido egoístamente que puedan cumplir con esta petición. – Derek asintió nuevamente en acuerdo, mientras que los ojos de Stiles se llenaban de lágrimas. Pero estas no eran falsas como las anteriores. –

-Si eso es todo, me gustaría decirle que ambos pensamos comprometernos para el próximo mes.

-Imagino que ya tienen planeada la fecha para la boda. –Inquirió John -

-Por supuesto. – Respondió el ojiverde – Necesito consultarlo aun con Stiles, pero  creo que sería buena idea el casarnos al inicio del verano. Antes pensaba en casarnos al inicio de la primavera, pero no quiero que las personas lo malinterpreten; además de que haciendo cuentas, necesitamos de  más tiempo para llevar acabo correctamente los preparativos.

-Me parece bien. – John suspiro casi de alivio con aquella respuesta, pues así tendría un poco más de tiempo para llegar a un acuerdo con el banco, y así poder pagar las cuentas antes de la boda de su hijo. –

 

Scott bajo la cabeza sintiéndose de pronto tan fuera de lugar ahí. Aquel lugar donde prácticamente había crecido al lado de su mejor amigo, ahora mismo le parecía tan lejano y tan distante, que sintió de pronto ganas de llorar. Stiles, su mejor amigo y casi hermano, quien siempre creyó egoístamente que siempre seria suyo, se lo estaba arrebatando de las manos un completo extraño que jamás había visto en su vida. Lo estaba perdiendo a manos de un desconocido, y aquel sentimiento que brotaba de su pecho le ahogaba.

¿Stiles habrá sentido lo mismo? Se preguntó sonriendo amargamente. ¿Debía sentirse así?... ¿Aquello era normal?... El moreno apretó los puños y observo directamente a Derek Hale, sintiendo una increíble rabia quemarle por dentro. Si Derek Hale pensaba que podría quitarle para siempre a Stiles, estaba totalmente equivocado. Porque él no se iba a dejar vencer nunca por nadie y mucho menos por ese tipo.

 

No. El jamás se dejaría vencer sin antes luchar.

 

 

-O dejo de llamarme Scott McCall. 

Notas finales:

¿Les ha gustado? 

Entonces no se pierdan mañana el siguiente capitulo. 

Bye, Bye!!!~


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