Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tú, mi única opción por Gilbo

[Reviews - 50]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Para este capitulo me inspire en la cancion Hate to see your heart break de paramore, porque creo que Derek eligio a Stiles no porque fuera un hombre, que en su opinion, es mucho más facil de manejar, sino porque de alguna manera le recordo a si mosmo. 

Bueno, espero que les guste.

 

----------------------------------------------------------------------------------------------

 

"Cuando una puerta que nos llevaba a la felicidad se cierra, otra se abre. El problema es que nos quedamos mirando la puerta cerrada" – Paulo Coelho –

 

 

-Te daré tiempo para que lo consideres, pero ten en cuenta una sola cosa.

 

-¿Qué?

 

-Que aún sin Nemeton yo soy muy rico, y puedo ayudarte a no perder tú casa. ¿Imagina siquiera las cosas que tendrías si te casaras conmigo?...

 

-Como si eso me importara.

 

-Pero te importa tu padre y por lo que veo, eres un buen chico y sé que vas hacer lo más "correcto". Así que tienes solo dos días para considerar mi propuesta.

 

*******************

 

Derek Hale miraba atentamente al joven frente a él. Su rostro pálido lleno de lunares, que parecían haber sido salpicados con tinta negra sobre su cara, mantenía una expresión de cansancio, dolor y tristeza. Seguramente el chico aun estaría sufriendo por haber perdido a la persona que le gustaba, aunque eso resultaba bueno para él, porque de ese dolor podría sacar algo de ventaja. No es que fuera una mala persona, solo que no se dejaría vencer por los Argent. El jamás dejaría que esa familia le arrebatase de las manos algo que su madre atesoraba tanto, y por ello estaba dispuesto a sacrificarse a sí mismo con tal de lograr su objetivo.

 

Miró nuevamente al joven Stilinski. Realmente no podía negar lo atractivo que era. Stiles tenía un rostro pequeño, mejillas suaves, labios definidos y unas pestañas ridículamente largas para ser un chico; pero aun así, él no era el tipo de persona del que pudiera enamorase jamás en su vida. Empezando por el hecho de que era hombre. No es que fuera homofóbico ni nada de eso, simplemente era que le gustaban las mujeres, aunque su suerte con ellas fuera pésima.

 

-Bien, debo irme ahora. Descansa un poco, te ves agotado. –Hale se dirigió a la puerta, siendo detenido por una de las frías manos del castaño –

 

-Espera – dijo con la voz temblorosa – Antes, me gustaría saber una sola cosa. –Derek le miro levantando graciosamente una ceja-

 

-¿Solo una cosa?

 

-Bueno, tal vez más – admitió – Antes dijiste que pedirme hacer esto no te hacia feliz, y dudo mucho que sea porque consideres mis sentimientos o lo que estoy sintiendo en este momento, sobre todo siendo consciente que he perdido de muchas formas a la persona que amo. También dijiste que recuperar Nemeton es lo más importante para ti, así que...

 

-¿Así que tu pregunta es?...

 

-¿Realmente estás dispuesto a todo incluso a no ser feliz, con tal de recuperar Nemeton? ¿De verdad es tan importante? – El mayor giro lentamente llevando su mano derecha a la tierna y sonrosada mejilla de Stiles, antes de sonreírle -

 

-¿Tú no estarías dispuesto hacer lo mismo? – Stiles apretó los puños con fuerza, inclinando a su vez un poco la cabeza, sin poder responder. Hale suspiró – Para mí el ser feliz no es algo importante, y prefiero ser yo el que tenga que hacer esto, que mi hermana Cora. En cuanto a tus sentimientos; no es que no los esté tomando en cuenta, de hecho, soy totalmente consciente por lo que estas pasando.- hizo una leve pausa - Yo ya estuve en tú lugar una vez, y se de sobra lo doloroso que puede ser perder a la persona que amas, pero te diré una cosa que es muy cierta. El amor pasa todo el tiempo, y tú eres muy joven aun. Seguramente volverás a enamorarte de otra persona, solo necesitas antes sanar un poco.

 

-Y cuando eso pase, ¿Qué se supone que voy hacer yo?... Tal vez no te importe esto en absoluto, pero yo soy un hombre de palabra. Y si aceptara ser parte de esta locura, yo jamás en mi vida pensaría siquiera en traicionarte ni una sola vez. Porque así fue como me educaron; a ser fiel a mi palabra y a mi corazón. Tal vez para ti amar no sea algo ni remotamente importante, pero para mí sí lo es, y un matrimonio sin amor no tendría sentido.

 

-Piensas eso porque eres aun muy joven, pero los matrimonios son casi todos iguales. Una persona puede casarse pensando que lo hace por amor, o para ser feliz por el resto de su vida al lado de la persona que ama, pero luego más tarde descubre que simplemente lo hizo para no estar solo. Para quedar bien con la sociedad o por miles de razones más. – Sonrió de medio lado cínicamente – Todos los matrimonios no son más que lo mismo; sutiles contratos entre dos personas por conveniencia, que buscan el mismo fin. Los motivos pueden ser diferentes, y variar según cada persona, pero el resultado siempre es el mismo. – Stiles miro al hombre de pie frente suyo, y sintió una profunda tristeza al ver en sus ojos oscuridad. Pero no esa clase de oscuridad que hay en los ojos de una persona malvada, sino la clase de oscuridad que hay detrás de ese sentimiento tan amargo y tan doloroso, como lo es el desamor y la soledad. Stiles se preguntó entonces, ¿Quién habría sido la persona que había herido tanto y tan profundo a Derek Hale, como para volverlo en aquella persona tan cínica que en ese momento le hablaba?  Derek sonrió nuevamente, pero esta vez su sonrisa parecía ser sincera y llena de gracia. Le acaricio la mejilla y miro directamente a sus ojos, acercando sus labios a los suyos – Pero me hace muy feliz el saber que de aceptar, serias fiel a mí hasta el día de mi muerte. – Stiles giro su rostro, provocando una risita traviesa en el mayor – Si un día tú corazón llega a sanar, y encuentras a una persona que te haga más feliz y te de algo que yo no, entonces ese día no tendrás que preocuparte. Porque te doy mi palabra ahora mismo; cuando eso pase podrás irte y hacer lo que quieras. Yo no voy a detenerte, ni a tratar de impedirlo.

 

-Estoy seguro de ello. – Derek acaricio sus cabellos tiernamente como si se tratase de un niño -

 

-Descansa y no pienses en esas cosas que aun no suceden y que no estás seguro si sucederán. Concéntrate mejor en pensar en lo que vas a responderme en dos días. Por el momento, duerme un poco más. Tus mejillas se están poniendo más rojas; seguramente debes tener fiebre. ¿No querrás que tu padre se preocupe por ti, o si? – Stiles no respondió, solo asintió con la cabeza, como lo haría un niño bueno – Ve a la cama y duerme, más tarde volveré a ver como estas.

 

-No es necesario que lo hagas. -Derek apretó su hombro y le miro ceñudo -

 

-Lo es. No puedo permitir que algo te pase antes de conocer tu respuesta. – El menor frunció el seño y aparto al otro de un manotazo –

 

-No moriré, así que hasta darte tu respuesta, no tienes por qué preocuparte por mí. No necesito que vengas más tarde, así que si es todo, por favor, ya vete. Necesito pensar muchas cosas y verte aquí con tu cara amarga, no lo hace más fácil. – El mayor gruño por lo bajo, antes de salir de la habitación bastante molesto. ¿Se había ofrecido a cuidar más tarde de ese chico, y así le respondía? Eso no podía tolerarlo. –

 

Stiles bufo molesto una vez que escucho la puerta principal cerrarse con fuerza, dejando segundos después que sus piernas se doblasen y cedieran ante su peso. Realmente se sentía muy mal, y no solo por la fiebre, sino por todo lo demás. Estaba confundido y sin saber qué hacer. Aquella inesperada propuesta lo había dividido entre lo que era aceptable hacer por la familia, y lo que era correcto hacer moralmente hablando. De cualquier forma, sin importar que opción eligiera, al final de ese plazo de dos días él estaría perdiendo algo muy importante.

 

-No solo yo estaría perdiendo, también él. – Se dijo apretando con fuerza sus puños. Derek Hale había salido con miles de chicas, – según le había dicho antes Malia – pero aun así estaba dispuesto a realizar semejante sacrificio, como lo era casarse con otro hombre y sin amor, si con ello podría recuperar la empresa que había sido antes de sus padres. Pensando ahora con claridad, entendía mejor el porqué lo había preferido en lugar de alguna mujer con la que estuviera saliendo. El no representaba ningún peligro, como le había dicho, porque Derek Hale, hetero como seguramente lo era, no se dejaría de él de ninguna manera. Su cuerpo jamás sería motivo de distracción para él, diferente a como seria si fuese mujer, y de ese modo tanto su empresa como su fortuna jamás estarían en peligro. ¡Vaya astuto!  - aún así... ¿Sería capaz yo de hacer lo mismo?

 

*******************

 

Derek caminaba deprisa. El día era un caos como todos sus pensamientos: Primero un poco soleado y cálido, y ahora estaba tan frio y oscuro que incluso parecía que iba a comenzar a nevar en cualquier instante. Inmediatamente vino a su cabeza la imagen de Stiles temblando de frio, envuelto de pies a cabeza debido a fiebre, o negándose a ir al hospital porque ni su padre ni él, tenían dinero ni para pagar por la consulta. Mucho menos para comprar el medicamento que necesitaba para bajar su temperatura. Pensar en eso último le hizo detenerse abruptamente, cuando ya solo faltaban un par de pasos para llegar a la entrada de su casa.

 

El pelinegro pestañeo un par de veces al ser consciente de lo mucho que había caminado esa mañana, y también al notar que se había olvidado el automóvil frente a la casa de Stilinski. ¿En qué tanto había estado pensando como para distraerse de semejante manera?... ¡Ah, claro!, recordó. Pensaba en lo mucho que le había hecho enojar ese niño. Frustrado, dio media vuelta y regreso sobre sus propios pasos. Era increíble la torpeza que había hecho y ahora por ello tenía que volver a ver la cara de ese chico. Y eso no le hacía nada de gracia.

 

Después de quince minutos de larga caminata, por fin llego nuevamente a la casa de Stiles, pero antes de tocar a su puerta, se decidió comprar algunos medicamentos en una farmacia que se encontraba cerca, que seguramente le serian muy útiles.

 

La mano del Hale se detuvo antes de tocar el timbre: ¿Por qué estaba haciendo eso? ¿No se suponía que solamente había regresado por su auto? El pelinegro negó con la cabeza un par de veces. Si algo le llegaba a pasar a ese terco chico, tendría que verse en la necesidad de buscar a alguien más, y hacer eso no le apetecía de ninguna manera. La otra opción era pedirle a Braeden ser su esposa, y eso jamás lo haría por nada del mundo. Ni su fortuna, ni la de su familia estarían a salvo a manos de esa mercenaria. Por eso es era tan importante para él que Stiles aceptara.

 

El único motivo por el cual este aceptaría casarse, sería para ayudar a su padre y no porque le interesase su dinero o él mismo. Por eso es que se sentía seguro en hacerle semejante propuesta. Como el menor le había dicho, jamás lo traicionaría y estaba seguro que era cierto.

 

Dejando aquellos razonamientos de lado, Derek toco la puerta, siendo nuevamente atendido por el señor Stilinski, quien al igual que la primera vez, parpadeo un par de veces al verlo. Seguramente incrédulo.

 

-Buenos días nuevamente, señor Stilinski. Regrese porque me quede un poco preocupado por Stiles. No se veía muy bien en la mañana, y por eso fui a comprar algunos medicamentos para él. – John se hizo a un lado dejándole pasar, agradecido por la preocupación del Hale para con su único hijo, pero también un poco molesto por lo dicho ultimo. –

 

-Te agradezco tu preocupación – dijo, soltando un suspiro – pero no era necesario que trajeras contigo ningún medicamento. Yo soy el padre de Stiles, y si alguien tiene que ver por su salud, ese soy yo. –Derek no quería contrariar al hombre mayor. Entendía que para John Stilinski, el no era más que un extraño que se estaba tomando atrevimientos que no le correspondían, ya que no era ningún familiar o amigo cercano a la familia. Pero no había modo de que el dejara la salud de Stiles a la suerte, cuando bien podía hacer algo para ayudar. –

 

-Lo sé perfectamente. Pero así como su hijo es importante para usted, también lo es para mí. – John lo miro fijamente, con una expresión muy parecía a la que ponía su único hijo cuando se sentía curioso. El hombre mayor frunció el seño, y le apunto directamente –

 

-En la mañana dijiste que eras amigo de mi hijo, pero ahora que lo pienso, ¿Cómo es que eso es posible? ¿Exactamente cómo es que conoces a mi hijo, Derek? Porque si no mal lo recuerdo, tú estuviste fuera de Beacon Hills por muchos años. – Hale inhalo profundo antes de responder –

 

-Malia.

 

-¿Qué?

 

-Lo conozco por Malia. Ya sabe, mi prima. – John lo miro atentamente esperando por su explicación, cruzándose de brazos – Ella y Stiles han ido juntos desde la secundaria, y hace unos años en un evento deportivo de la escuela, en el que ella me invito por supuesto, fue que lo conocí y así es como con el tiempo nos hemos hecho amigos. – John Stilinski lo miro con incredulidad, dudando entre sí creerlo o no. Aquello parecía raro, puesto que su hijo jamás le había mencionado nada al respecto, sin contar con el hecho de que la chica Hale y su hijo no era amigos. ¿Cómo es que si podrían serlo Derek y Stiles? –

 

Unos ligeros pasos acercándose detuvo la intensa mirada que John Stilinski le dirigía al otro, para prestar mayor atención a su pálido hijo, que en ese momento se encontraba observándoles aturdido desde el rellano de las escaleras.

 

-Derek... has vuelto. – El pelinegro sonrió al verlo. Stiles tenía el cabello totalmente revuelto y la ropa desarreglada. Sus mejillas ya no estaban tan rojas como cuando se había ido, sino de un agradable color rosa claro. Aunque seguía increíblemente pálido, ya no parecía estar tan enfermo. Inconscientemente Derek Hale soltó un suspiro de alivio. John volvió a prestar atención al ojiverde para después poner atención a la reacción de su hijo, sintiendo nuevamente la sensación de que ahí pasaba algo raro, y él, como buen alguacil que era, no descansaría hasta saber que estaba pasando. – creí... Te pedí que no volvieras más tarde.

 

-Cierra la boca Stiles. Si piensas que yo voy a obedecer cualquier cosa que tú me pidas, estas muy equivocado. – Derek subió de uno en uno los escalones sin pedir permiso a nadie, hasta llegar junto al menor, a quien encamino de regreso a su habitación – Y ahora a la cama. Aun no me parece que te hayas repuesto del todo. Y tienes que estar bien. – Hale se dio vuelta para mirar a John Stilinski que parecía mucho más sorprendido y curioso. –

 

-¿Realmente mi hijo y tú son amigos? – cuestiono el mayor frunciendo el entrecejo –

 

-No estaría ahora mismo aquí si no lo fuera – Respondió el otro, sin dejar del todo convencido al alguacil. Stilinski asintió -

 

-De acuerdo, entonces puedo estar seguro dejando a mi hijo contigo.

 

-¿Tiene que regresar ahora al trabajo?

 

-Sí. – Respondió con pesar en su rostro – Me gustaría estar aquí y cuidar de Stiles, pero tengo trabajo que hacer – El mayor soltó un fuerte suspiro, antes de volver a su trabajo, sintiéndose solo un poco menos preocupado y mucho más curioso. Derek por su parte, una vez que el alguacil se había ido, se dirigió a la habitación del menor. –

 

Stiles temblaba de frio bajo las mantas que cubrían su delgado cuerpo. Luciendo ante los ojos de Derek Hale tan frágil, tan pálido y tan pequeño, que sin poder evitarlo, el ojiverde se sintió mal por el pensar en utilizarlo.

 

-Si aun no estás dormido, toma los medicamentos que he traído para ti – pidió lo más amablemente que pudo. El más joven se enderezo lentamente sobre la cama, estirando su mano en dirección al otro. Hale le paso dos pastillas blancas y una botella de agua para tomara el medicamento. Después arropo al castaño acostándose justo a espaldas de este, en medio de la cama. Cosa que sorprendió a Stiles. –

 

-¿Qué haces? – pregunto sorprendido -

 

-Ayudándote a dormir. – Respondió el otro, sin ninguna clase de pudor. Las mejillas del más joven se volvieron nuevamente a teñir de un tono rojo, cosa que no paso desapercibida para el ojiverde, que simplemente sonrió divertido. Después de algunos minutos de permanecer así abrazados, el sueño les invadió por completo a los dos.-

 

A la mañana siguiente, cuando Stiles despertó, Derek Hale no estaba a su lado en la cama. La verdad aquello no le sorprendió, lo que sí lo hizo, fue darse cuenta que el día anterior se la había pasado prácticamente durmiendo, y aun así se sentía terriblemente cansado. Aunque al parecer, la fiebre había parado y ya no se sentía tan enfermo.

 

El chico castaño se levanto sin prisas dirigiéndose al baño, para hachearse un poco antes de ir a la universidad. Minutos más tarde bajo a la cocina, donde su padre ya lo esperaba con el desayuno recién hecho, y una expresión de "tenemos que hablar" pintada en su cara. El chico suspiro. Suponía que con la visita inesperada de "su amigo" Derek, su padre estaría ansioso por hacerle miles de preguntas al respecto. El problema era que no sabía ni que decirle a su padre con respecto a Derek, porque seguramente sus excusas del porque de su visita, sonarían muy extrañas y confusas, y eso no haría más que despertar sospecha en su padre.

 

El mayor aclaro su garganta llamando atención, al tiempo que tomaba asiento frente a él, y lo mirada fijamente.

 

-¿Y bien? – Pregunto - ¿Me puedes decir, porque jamás me habías mencionado que Derek Hale y tu eran amigos? – Stiles tomo deprisa un sorbo a su taza de café, mientras pensaba en alguna excusa factible, pero no se le ocurría nada. Su cabeza estaba en blanco, mientras que la voz de Derek no dejaba de repetir lo mismo "Me necesitas, así como yo también te necesito" El castaño soltó un pesado suspiro. –

 

-Lo siento papá. No es que haya querido ocultártelo, es solo que no sabía cómo decírtelo. – John enarco una ceja, pero antes de decir nada, su teléfono sonó en ese momento –

 

-Disculpa, tengo que contestar, es del trabajo. – El menor suspiro aliviado de ahorrarse por ese día las escusas. Apenas estaba comenzando el día y ya tenía que pensar que iba a decirle a su padre, y que respuesta le daría a Derek Hale, aunque aun tenía que pasar otro largo día para eso. -

 

 

 

*******************

 

Mansión Hale.

 

Aquella mañana el ambiente dentro de la mansión Hale, era tan pesado que podría cortarse incluso con un cuchillo. Después de que el día anterior, Derek les había dicho que pensaba casarse con Stiles Stilinski para recuperar Nemeton, Peter Hale estaba prácticamente seguro que aquella loca idea que se le había metido en la cabeza a su terco sobrino, no haría más que causarle serios dolores de cabeza tanto a él, como a Cora, quien era la menos feliz por aquella noticia.

 

 Desde que sus padres habían fallecido en aquel trágico accidente hace algunos años, Derek no hacía más que comportarse como el adulto, evitando causarle problemas y sacrificándose constantemente a sí mismo, con tal de que ella fuera feliz y estuviera bien. Pero hacer algo como el decidir casarse con un chico al que seguramente ni siquiera quería, solo para recuperar la empresa que había sido en el pasado de sus padres, era ya demasiado. Pero llevarle la contra a alguien como su hermano y hacerle entrar en razón, no era ninguna tarea fácil.

 

-Deja de verme de ese modo, Cora. Haces que mi desayuno pierda el buen sabor. –La nombrada resoplo con cansancio, sin apartar la vista de su hermano, que ya comienza a incomodarse – Cora...

 

-¿Realmente piensas casarte con un chico? – Pregunta un joven de cabello rizado y rubio, que en ese momento entro al comedor. –

 

-Sí, Isaac. De verdad pienso casarme con un chico. Bueno, si es que acepta – El rubio enarca una ceja interrogativo. -

 

-¿Piensas que no lo hará?

 

-No lo sé, tal vez lo haga – El rubio hizo una mueca, asintiendo lentamente con la cabeza –

 

-¿Y es guapo? – pregunto nuevamente, crispando los nervios del de ojos verdes. ¿Qué clase de pregunta era esa? Se dijo algo molesto –

 

-Es verdad – Dijo de pronto Cora, captando la atención de su hermano – No nos has dicho como es. Salvo que es un chico. ¿Cuántos años tiene? -Pregunto de pronto curiosa. El ojiverde suspiro dejando a un lado su plato prácticamente intacto, frunciendo el ceño poco después - ¿Qué?... Yo no conozco a ese tal Stiles, del que tanto Malia y tú hablan. Así que cuéntanos un poco de él. – Isaac tomo un trago de jugo de naranja, prestando total atención a lo que fuera a decir Derek, pues él estaba tan curioso por saber, que no se perdería ni un solo detalle del asunto. –

 

-¡Sí, cuéntanos! Yo también estoy bastante curioso. Sobre todo porque es extraño. Digo, por el hecho de que hayas preferido buscarte a un chico que a una chica. Cuando pudiste pedirle matrimonio a Braeden. Hubiera sido más sencillo, ¿no?

 

-Sencillo, si – dijo Peter, metiéndose también en la conversación – Pero si tomamos en cuenta que la querida Braeden es una mercenaria a la que solo le interesa el dinero, la cosas se ponen complicadas. ¿No lo crees?

 

-Sí. No había tomado eso en cuenta. Pero entonces, ¿Qué tiene de especial ese chico, como para que pensaras en él como una opción? – Con tres pares de ojos observándole atentamente, Derek se sintió de pronto un poco tenso. ¿Qué le había hecho elegir a ese chico, cuando no sabía prácticamente nada de él?... Si se lo preguntaba, la verdad era que no había una respuesta clara en su mente ni para él mismo, y eso era extraño. ¿Por qué había elegido a Stiles sobre cualquier otra persona? -

 

-No tiene realmente nada de especial. El chico es realmente un torpe, bastante terco y boca floja. Lo único resaltable que él tiene, es su increíble lealtad.

 

-¿Solo vas a decirnos eso? – Cuestiono impaciente Cora –

 

-¿Qué más quieren saber?

 

-No lo sé, ¿cómo es físicamente? ¿Es tan siquiera un poco atractivo? – Derek soltó una especie de gruñido, recordando nítidamente el rostro pálido y lleno de lunares de Stiles. Su mirada triste y las muecas extrañas que hacia mientras estaba dormido. También recordó sus largas pestañas y sus sonrosadas mejillas. Realmente Stiles tenía su atractivo, pero para él, eso no era suficiente como para que le gustase. –

 

-El es bastante delgado y pálido. Su rostro y su cuello están llenos de miles de lunares y sus pestañas son más largas de lo normal.

 

-¿Eso es todo?

 

-Sí. Realmente no puedo decir mucho, porque la verdad no sé si eso puede ser atractivo o no. –Cora miro con tristeza a su hermano, negando lentamente con la cabeza –

 

-Derek, no tienes que hacer esto.

 

-Tengo que.

 

-¡Claro que no!  ¿No lo entiendes? Se lo importante que era Nemeton para nuestra madre, pero hacer esto no te devolverá nada de lo que hemos perdido - La castaña soltó un largo y pesado suspiro antes de ponerse en pie. - ese chico y tu van a sufrir mucho por culpa de tu terquedad, Derek. Solo ten eso en cuenta.

 

Y diciendo esto último, abandono el comedor, dejando sumido en sus pensamientos al menor.

 

¿Por qué todo el mundo se empeñaba en decir que aquello era una locura? ¿Qué había de malo en su plan?

 

Si bien era cierto que casarse sin sentir amor era triste, estaba seguro que tanto Stiles como él, podía soportarlo.

 

 

Tenían que. 

Notas finales:

Bueno, espero que les haya gustado. Mañana subo capítulo nuevo, así que no se lo pierdan. Y por favor, no se olviden de dejarme sus comentarios. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).