Al fin era hora de ir a la escuela, pasar un poco de tiempo con sus amigas, intercambiar opiniones de futuros argumentos que saldrían en el manga con Nozaki y quizá hablar con sus otros compañeros de algún tema que saliera conforme el día pasara.
Si, toda su rutina estaba en segundo plano, pues Sakura tenía como objetivo primordial el poder hablar con cierto pelirrojo. Mismo que no tardo en encontrar apenas las clases empezaron.
—¡M-Mikorin! — A pesar de que intento sonar calmada, el solo tener la imagen de ambos chicos tan cerca, provoco que Sakura se sintiera algo avergonzada —Buenos días ¿c-cómo te fue este fin de semana?— Probaría un poco su suerte primero, además era un punto a su favor que ese lado de las escaleras no estaba tan lleno de gente a como solía ponerse cuando era el final de la jornada escolar.
—¿cómo? Normal— volteó a verla un poco fastidiado de que interrumpiera su camino a su salón. Estaba a pocos pasos de llegar y ver si su mejor amiga y eterna rival Kashima, no había sido golpeada la última vez que ambos se encontraron.
—Si— Sakura pensó rápido en que otra pregunta podía revelar un poco más de información o le permitiera desviarse a ese tema que quería tocar.
Porque preguntar <<Hey ¿desde cuándo te besas con el hermano menor de tu mejor amigo?>> sonaba muy, muy mal.
—y….¿Resolviste el problema que tenías pendiente?
—¿Cuál problema? Sakura, tengo que irme a clases. No estés perdiendo mi valioso tiempo
La menor tuvo problemas en contener el mal humor que le provoco el ver que su amigo había olvidado por completo la excusa que les había dado para faltar ese fin de semana a ayudarles con el manga.
—El problema por el cual no fuiste con Nozaki-kun.
El pelirrojo seguía sin mostrar ninguna reacción.
—Mikoshiba-kun ¿Dónde estuviste este fin de semana?
—¿Por qué? — se quedaron callados por unos segundos, cada uno perdido un poco en sus propios pensamientos. Sakura aguantando las ganas de no preguntarle directamente y Mikoshiba repasando su horario de ambos días libres que tuvo en la semana. Fue solo cuestión de minutos para que el rostro del mayor se tornara de un color tan rojo como su cabello y desviara la atención que tenía en su amiga a otro lado —N-Nada en especial, solo lo que hacemos normalmente. C-Cosas como t-tarea o t-trabajos.
—Hm. Ya veo— pero obviamente ella no le creía, no cuando él estaba mirando para todos lados excepto a ella —Mikoshiba-kun ¿por qué me estas mintiendo?
—¡¿P-Por qué de pronto me preguntas todo eso?! ¡¿Eres mi madre o qué?!
—¡No me levantes el tono de esa manera, jovencito!
—¡TU NO ME DICES QUE HACER!
—¡LIMITATE A RESPONDER LO QUE SE TE PREGUNTA!
—¿Chicos? — Ambos estudiantes voltearon a donde estaba un profesor subiendo por las escaleras —Les recomiendo que si tienen un problema de pareja, lo resuelven después de clases. Están molestando a los demás.
¡¿Problemas de pareja?! ¿Ella pareja con Mikoshiba?
Volteo a ver al pelirrojo con irritación, de la misma forma que lo haría una universitaria queriendo concentrarse en su tesis a la mosca que no para de fastidiarla y distraerla.
—¡No tienes que verme así! ¡Maldición! — Mikoshiba frunció el ceño al ver que a Sakura parecía fastidiarle mucho la sola idea de que alguien los juntara en el mismo grupo. —Primero me gritas y ahora me ves con asco, ya entendí.
Se dio la vuelta para caminar a su salón, sintiéndose algo deprimido pero sintiendo la mano de Sakura sujetándolo de su camisa por la espalda.
—No es eso Mikorin, lo siento— se disculpo arrepentida y algo culpable, después de todo no era culpa de Mikoshiba ser tan irritante para su paciencia. —Es que me desespere porque no sabía cómo preguntarte por Mayu…
Y de nuevo el silencio reino en el pasillo, aunque esta vez de una forma más fría y tensa que la anterior.
El pelirrojo tardo en voltear a donde su amiga palidecía por lo impulsiva que fue su confesión y le hablo igual de pálido que ella.
—…¿De….mayu?
—…Nozaki dejo unas hojas del manga el fin de semana…— no sabía cómo preguntar por su duda o explicarle lo que vio, así que tomo la vía más fácil de explicar el porqué sacaba al menor a tema —y…y-yo fui por ellas…y tú estabas…en su casa— termino la oración en voz baja, mirando sus manos y sin atreverse a ver a la cara a su amigo.
Dudaba en que reflejarían los ojos de Mikoshiba. ¿Vergüenza? ¿Odio? ¿Irritación? No había pensado en la idea de que se fuera a enojar por no respetar su privacidad y meterse en temas ajenos.
—¿M-Mikorin? — al fin pudo alzar la mirada, encontrándose con el estupefacto, avergonzado y consternado rubio que parecía más shockeado que avergonzado —N-No le dije nada a Nozaki-kun— se apresuro a aclarar cuando paso por su mente que eso lo podía tener preocupado y acertó, pues su amigo volvió a la tierra para voltearla a ver.
—S-Sakura…Exactamente…no, vamos a otro lugar. No quiero hablar de esto aquí.
—….— y ella se limito a asentir con la cabeza, sin sacar a flote que iban a faltar a la primera clase y solo guiándolo a una de las jardineras traseras, aprovechando que todos iniciaban la jornada y en ese lugar no podían escucharlos. Quizá había metido la pata, no creyó verlo tan tenso y callado en todo el camino.
Al llegar, no hablo. Se detuvo a sentarse en el suelo y esperar a que Mikoshiba hablara primero, aunque tuvo que aguantar que el murmurara rápido para sí mismo y caminara en círculos antes de sentarse frente a ella y encararla con la mayor duda que parecía estar en las prioridades a hablar por él.
—Exactamente…¿Q-Qué y cuanto viste?
— ¿Qué? — tardo un poco en poder procesar lo que le pregunto para responder rápido —a m-mayu-kun besándote…
—¿y…— mikoshiba tardo en seguir con su pregunta —…q-qué….qué más…viste?...
—…Nada más.
—No me mientas Sakura— la acuso casi al borde del colapso.
—Es en serio, Mikorin. Luego de eso me fui corriendo para dejarle las cosas a Nozaki. Solo vi eso.
<<”Solo” ¿Eso quería decir que pasaron más cosas cuando se fue?>>
Opto por no decir nada y más cuando a Mikoshiba casi se le salía el alma en un suspiro que le desinflo toda la angustia.
—Dios…¡No vuelvas a hacer eso! Si escuchas un ruido huye, esa es la reacción normal— la regaño como si él fuera un hermano mayor —y…n-no le digas nada a Nozaki…por favor.
—Está bien— Sakura no pudo evitar sonreír al ver que ya se veía más calmado y le dio lugar a un lado de ella. Dejando que se hiciera ovillo y hablara a su ritmo. —Pero ¿por qué no quieres que se entere?
—Es que…le queremos decir nosotros.
—…Bien— espero a que siguiera hablando.
—Estamos saliendo— casi se ahogo en sus propias palabras de tanto que se hundía en sus brazos, cruzados frente a él y apoyados en sus rodillas para hacer una pequeña fortaleza para el mismo.
—Oh…eso es.. — Si, no sabía que decir. —Creo que hacen una bonita pareja. N-No lo digo por decirlo, lo digo en serio— le intento explicar al ver que estaba totalmente rojo.
—Sakura ¿no te parece raro?
—¿Qué cosa?
—…qué dos hombres…estén saliendo.
—No— ni siquiera tardo en contestar a su duda existencial —Lo que se me hace raro es…— y miro al pelirrojo como si le fuera a dar el insulto más grande de su vida —Se me hace raro ver a Mamiko con alguien que no es Susuki.
—¡¿ESO ES LO QUE SE TE HACE RARO?!
—¡PUES CLARO! — Le reclamo aunque solo fue en parte para que se relajara y notara que no tenía por qué avergonzarse
—Como sea…Mira…en realidad necesito de tu…ayuda— comenzó a hablar en voz baja aunque no parecía arrepentido. —Sakura…necesito tu ayuda. Necesito imponer mi lugar como el mayor…quiero que me respete.
Lentamente las piezas iban tomando su lugar, pero para ese momento. Sakura no se podía imaginar que tenía tan avergonzado a su amigo.
—Bueno…no sé cómo te puedo ayudar, pero lo intentare.
Y así empezaba el entrenamiento de Mikoshiba.
“Respeto y confianza en uno mismo”
…..Iba a ser un largo camino.