Ambos jóvenes llegaron a la casa de la familia Hoenheim, Edward y Alphonse no habían llegado a casa, solo estaban Van y Trisha que fueron sorprendidos en muestras de cariño muy ardientes por su hija mayor y futuro yerno, a pesar de que ya habían transcurrido 2 horas desde el suceso a Trisha no se le quitaba el sonrojo ni a Van, pero era el padre, debía ser fuerte, aja.
-¿Y cuanto tiempo llevan saliendo juntos?-pregunto el rubio mayor, conocía al padre de Roy, un hombre honorable, a pesar de ser empresario, jamás olvido sus orígenes y que mejor unión que, ¡ser consuegros!-
-Ocho meses, vi a su hija y quede maravillado de que tanta belleza viniera junta-sonrio coqueto mirando a la rubia quien se volteo sonrojada-
-Ay pero que galante-rio la madre-
Sin tacto la puerta fue abierta, dejando entrar a tres adolescentes un oriental de cabello largo amarrado en una coleta baja, un rubio igual de cabello largo pero este lo traía trenzado y un rubio castaño el si, de cabello corto
-¡Edward, Ling eso es trampa!-refuto el menor de los tres, al menos en edad-
-Mentira-soltaron los dos mayores-
-¡Nee-san!-dijeron los dos rubios y el pelinegro al verse desplazado alzo los brazos al igual que sus mejores amigos-
-Ay mis dulzuras de hermanitos-soltó melosa la rubia de color claro y abrió los brazos para que la abrazaran, que claro sin dudarlo, sus hermanos corrieron a ella-
Ling Yao es hijo único y se sentía incómodo hasta que una suave mano ligeramente más grande que la suya lo jalo hacia en medio del abrazo entre los 3 hermanos, Riza lo miro y sonrio
-Eres mi hermanito oriental Ling-le sonrio la de ojos rojizos-
Ling solo se limito a asentir y sonrojarse
-¡A Ling le gusta Riza Nee-san!-soltó admirado Al-
-¡N-no es cierto! ¡Es como mi hermana!-se separo del abrazo-
-¡No! ¡Ling como pudiste!-dramatizo Ed-
-¡¿Edward tu también?!-se puso azul el pelinegro-
Los rubios molestaban a su amigo pelinegro y Roy junto con los padres de los chicos reían ante la dulce escena
-¡Vamos a jugar Fullmetal Alchemist!-dijo Edward-
-¡Si!-solto feliz Al-
-¡El último es un homúnculo!-salió corriendo Ling-
Las risas de los más jóvenes se escuchaban hasta perderse después de que el cuarto de los rubios fue cerrada
-Que lindos y animados hermanos tienes Riza-le dijo el pelinegro-
-Son mi vida-sonrio Riza-
-Voy a preparar la cena mientras, ¿me ayudas Riza?-le pregunto su madre-
-Claro mamá-la siguió hasta la cocina-
-Roy…-le hablo el padre al chico después de que las mujeres se hubiesen ido-
-¿Si Sr. Hoenheim?-lo miro dudoso el de ojos negros-
-Cuida a mi hija, te confío uno de mis 4 tesoros-le sonrio al chico-
-Confie en mi Sr. Hoenheim-le sonrio el pelinegro-
Después de 1 hora la cena estuvo lista y con el pesar de sus almas tuvieron que dejar de jugar los 3 jóvenes y bajar a cenar, la cena fue sencilla pero incómoda para cierto pelinegro que 2 pares de ojos dorados, unos más oscuros que otros no dejaron de observarlo en ningún momento, pero los ojos dorados del mayor de los rubios no le incomodaban, más bien, sentía como si lo llamaran, una dulce voz llamándole “Roy, Roy, Roy” esa comida le hizo daño, incluso su cuerpo reacciono solo, ¡¡le lanzó una sonrisa coqueta al hermano de su novia!! Y lo peor… ¡el chico se sonrojo! Demonios no volvería a ir a su casa, ¡asi Riza le dijera que estaba sola y con babydoll de color negro puesto y el cabello suelto! Bueno se lo pensaría unas 2 veces, pero no permitiría que el chico se ilusionara, no, el haría todo por controlarse, más Roy no era el único que estaba confundido
-“¿Pero que mierda te pasa Hoemhein Elric Edwar? ¡Es el novio de tu hermana!-se miraba al espejo lavándose la cara mientras su cabello cubría sus hombros-lo mejor será buscarme un novio-le dijo a su reflejo-Envy-la imagen del peliverde de ojos lila llegó a su mente-
Al día siguiente ambos rubios junto con su hermano oriental se fueron caminando al colegio, a pesar de tener dinero disfrutaban el placer que les brindaba caminar entre los 3 y como todas las mañanas ahí estaba Envy esperando a Ed con un nuevo regalo en las manos, Al le había dicho que le hiciera caso a Envy, era un chico bueno e inteligente y guapo a pesar de su color de cabello tan extravagante, Edward se adelanto y camino hacia Envy, este estaba por hablar cuando Edward alzo la mano para callarlo
-Acepto-fue simplemente lo que dijo y le sonrio con un leve rubor en las mejillas-
Envy estaba que no cabía de la emoción, dejo el regalo a un lado y tomo las mejillas al rubio y lo beso como tanto había anhelado en todo el año de cortejar al de ojos dorados, Ed solo cerro los ojos dejándose llevar.
Alphonse y Ling estaban asombrados y con la boca abierta, luego de la impresión ambos se sintieron feliz por Edward, el pelinegro volteo hacia el rubio castaño y le sonrio
-Deberíamos besarnos para no vernos como unos mirones-sonrio coquetamente el oriental abriendo un poco los ojos-
-Idiota-se rio el de ojos dorado oscuro y se adentro al colegio-
-¿Eso es un no?-le siguió el oriental-
Las clases terminaron tanto en la universidad como en la secundaria, Riza le pidió a Roy que la acompañara a buscar a sus hermanitos y Roy tragó grueso, diría que no, no iría… Y ahí estaba frente a la gran reja de la secundaria Resembool, Riza abrió grande los ojos al ver a su hermanito rubio mayor tomado de la mano de un peliverde de cabellos largos que tenía una banda en la frente ayudando a que no le cayera todo el cabello en la frente
-¡Nee-san!-sonrio Ed y jaló a Envy con el hasta llegar con ella-te presento a mi novio Envy, Envy ella es mi hermana mayor y su novio Roy-sonrio mirándolos-
-Hola Envy, mucho gusto, más vale que no dañes a mi hermanito-sonrio amenazante y el chico sudo frio-
“Mi novio” esa palabra resonó en la mente de Roy y por extraño que parezca, no le gusto como sono saliendo de los labios del rubio y menos si no iba dirigido para el
Siento que me estoy metiendo con un demonio vestido de ángel y este tiene un dulce elixir el cual es sumamente embriagante y adictivo
Ya no te dejare ir… Edward