Eliot no se había comunicado con él en toda la tarde, ese día sábado había acabado y el domingo ya era dueño del tiempo pero Eliot seguía sin comunicarse, fuera la forma o medio que fuera, Logan seguía notando que no tenía noticias por parte del joven psiquiatra y aquello solo le hacía pensar que habían sido sus palabras las que habían terminado acorralando la situación al presente momento.
“No soy gay”
Eso había dicho con toda la cólera la seriedad que podía cargar mientras a unos cuantos centímetros suyos se encontraba el hombre que hacía unos momentos antes había tenido una sesión de sexo de lo más placentera y que había besado hasta que sus propios labios pidieron por piedad para que se calmara de robar el aliento del otro.
Había pronunciado esas palabras cuando hacía muy poco tiempo lo había humillado en su fiesta de cumpleaños y le había hecho ya pasar en más de una oportunidad una seria vergüenza por sus malos tratos y su discriminación. Sabía por lo que estaba pasando y lo que había provocado, mas no estaba aún acostumbrado a que ahora fuera considerado como “Logan el que se volvió Gay” seguido de una sonrisa de burla, de desprecio, de malos tratos… nunca quiso nada de eso ni lo quería ahora para él, ni para su reputación, ni para todos los logros que había cosechado después de tantos años de esfuerzo de hacerse de una carrera que llevara no solo su nombre sino, el de su familia a lo más alto del negocio de las inmobiliarias y un espacio en el mercado de las propiedades.
No quería eso para él, ni para nadie de su familia, pero no dimensionaba que lo que no quería para sí mismo, se lo estaba haciendo al que lo único que había hecho por el desde siempre, había sido quererlo.
Consideró todo, ya siendo muy de madrugada y después de que Alioska se había retirado de su propiedad no sin antes comentar de la invitación a la fiesta que sus abuelos iban a organizar por el aniversario de matrimonio de estos, esos eventos familiares que Logan acostumbraba a no asistir hasta que a abuela era quien le llamaba a los días siguientes para reclamarle su poco cariño a ellos, y que un regalo curara su inasistencia.
Observó la puerta una vez que la chica se fue, se quedó pensando hasta cuando la sala se tornó oscura y supo que la noche ya era lo único que afuera vivía, que se había pasado todo el día conversando con su prima menor y que, Eliot no se había comunicado de ninguna forma.
Observó como Cid estaba durmiendo en el sofá, miró nuevamente la hora en su celular y consideró que no había nada que le indujera al sueño después de lo que había dicho. Tomó su celular y así sin más salió de su propiedad en un caminar sin rumbo final, en una constante búsqueda de perder el tiempo un sábado por la noche donde hacía un año atrás, más de alguna amante le proporcionaba un buen acostòn de esos que le recordaban las sonrisas en su rostro al otro día
¿Hacía un año que conocía a Eliot?...
El cálculo fue demasiado ambiguo, pero sabía que llevaba un mes juntos, antes habían pasado 4 meses en que no se habían visto, antes peleados estuvieron un par de semanas y anterior a eso, la amistad que habían formado entre ambos se había desarrollado en un par de meses…
Bueno, podía decir sin problema alguno que a Eliot lo conocía hacía unos 8 a 9 meses…
Tomó su celular, simplemente tenía demasiadas cosas en la cabeza y necesitaba de forma urgente comenzar a sacarlas de allí, canalizándolas como fuera.
“¿Te veré hoy?” fue el mensaje que envió a Eliot, mas no llegaba la respuesta, sacó un cigarro y lo encendió, hacía muchísimo que no fumaba y no era por nervios, sino que era la falta de tiempo a banalidades como esas “Te llamo más tarde si estas ocupado” fue el segundo mensaje pero no pasaba nada, no sabía si debatirse entre las molestias o la intriga de que…
No… Eliot no se estaba haciendo el interesante, eso lo había pensado hacía mucho, y sabía que el médico no era esa clase de personas, Eliot era todo lo contrario y era ese pensamiento, el que le hacía sentirse peor.
“Voy camino a tu casa, debo ir por Cid”
La respuesta de Eliot le hizo pagar el cigarrillo y regresar sobre sus pasos hasta su propiedad, de forma inmediata.
Allí fue que lo encontró en la entrada de su departamento, Eliot no tenía llaves como para poder acceder, y más cuando había sido el mismo quien había dejado en claro que no entregaba copias de esta a ninguna amante no importando quien fuera, ni siquiera su familia podía tener una copia, mucho menos los que pasaban de forma esporádica por su cama.
-Lamento lo que dije – su boca reaccionó de forma automática al verle, su conciencia parecía ser mucho más rápida y ese malestar comenzaba a desaparecer de alguna forma si así lograba reparar lo que había hecho. Se acercó hasta el medico quien se mantenía en silencio, a centímetros de él lo observo notando que, el otro parecía no querer responder, por esa forma infantil en que se mordía el labio, como si en ello hiciera una llave que detuviera sus palabras – Solo que, no puedo acostumbrarme..
-Lo entiendo – fue su respuesta, no enojada, no molesta, más bien resignada – y sé que te molestó también que viniera mi hermano… siento si ahora saben la dirección de tu casa, prometo que no volverá a venir.
-¿Paso algo grave? –observo a Eliot dudar un momento para después asentir, le dejó pasar a su casa como cada que se veían y como si acá no hubiera pasado nada. Su mirada seguía puesta en el psiquiatra a la espera de que le detallara los hechos, no quería profundizar en la situación que alguien más sabia donde vivía. - ¿Y bien?... que pasó…
-Petrov…. Mi sobrino… Se enteró que me separé de Robert y con él se enteró Louis y mientras mi sobrino se negaba a creer lo que Robert hizo, mi hermano quería saber si me había hecho algo, si había pasado algo más... cuando llegué entre ambos se pusieron a interrogarme y querían saber lo sucedido, tuve que contarle a ambos toda la verdad y Leonard me ayudo a que trataran de entender.
-¿Leonard?... –¿De dónde había escuchado ese nombre antes?... Leonard Leonard...
-El hermano de la difunta madre de Petrov, es tío de mi sobrino, el me ayudó a que tanto el como Louis comprendieran la situación, entre los 4 conversamos todo esto y ahora uno no quiere que regrese jamás a España y el otro dice que debe ser ideas mías…- Logan observo como Eliot seguía en la misma postura - para Petrov, Robert fue una gran persona y Louis cree que en verdad pudo haberle hecho algo a su hijo… Leonard se quedó con ellos, me dijo que me viniera… -le observo- que me fuera a mi casa – lo vio mirar a otro lado- así que vengo por Cid, últimamente no ha pasado en mi casa y creo que eso de dejarte a mi perro para que algo mío esté acá debería ya de cambiarlo.
-…. Me hubieras llamado para acompañarte
-Ya bastante tenías con la chica que vino… - y allí lo notó, allí estaba eso que le hacía secar la garganta y en verdad se reconsideraba que estaba poniendo las cosas de mal en peor -… mejor me llevo a Cid
-Es mi prima menor…- le habló metiéndose en su camino en dirección al perro – Es igual a mí y en parte se parece a mi abuelo, no notaste por lo directa que es y cómo es que no le importa si el momento es algo incómodo… -sonrió buscando confianza, con algo que coquetería se acercó al otro para abrazarlo por la cintura, con algo de arrogancia le observo mientras lo poco que se alumbraba por la ventana era gracias a los focos de la avenida. Besó su oído y suspiró contra él, sintiendo el cuerpo contrario tensarse - he descubierto lo erótico que es excitarte con las palabras
-.. Hablamos... de tu prima – Logan sonrió
-Es verdad eso de que, a las personas inteligentes se les hace el amor primero a palabras
-… Tu prima Logan…- lo sintió temblar, y el arquitecto supo que estaba ganando una batalla sin ni siquiera levantarse en armas, era conocer al enemigo y ganarle sin alzarse en violencia
-... Tiemblas cuando…- mordió su oído – mis dientes son más rápidos que mis manos…
Y un sonido de celular entre ellos sonó, las manos de Eliot fueron más rápidas y sacó su celular, alejándose un poco del arquitecto.
“Alo?.. Si si, estoy bien… ¿Cómo sigue el?... ¿Y Louis?... muchas gracias Leo, en serio”
… a Logan eso de “Leo” no le gustaba en nada
“Sé que no tiene que ver contigo pero te agradezco la ayuda, de todas formas tengo que conversar con ellos esto, pero cuando se estén más tranquilos, no es algo fácil”
…. Cálmate Logan…
“No, ¿Nos podemos ver mañana?, necesito que esto lo puedan tratar de la mejor manera, y bueno… conoces más a Petrov que yo, creo que contigo y con Scarlett podrá tener una conversación más tranquila, yo conversaré con Louis y calmarlo…”
…Dio unos cuantos pasos hasta llegar a la espalda de Eliot… lo abrazó
“… lo siento… no no es que…. He…. No… no, no, todo bien, es que… Estoy con Logan, en su casa, pero tranquilo, puedo hablar”
…. Una sonrisa en los labios del arquitecto… una pequeña gran victoria
“No te preocupes, en verdad que es mejor que nos juntemos mañana y así me puedas ayudar, y Leo, nuevamente muchas gracias... yo también… “
… que puede significar un “Yo también” entre dos hombres?...
“Ok, hasta luego y buenas noches”
Para cuando colgó, sonrió de medio lado de forma engreída, y fue cuando se le borro dicha sonrisa de la cara en el momento en que, Eliot le observo –Leonard dice que te manda saludos, que no quiere moléstame más mientras esté con mi novio… creo que ya dejó más tranquilo a mi hermano y mi sobrino.
Lo observo y se quedó pensando en aquello, en que un… un lo que sea de Eliot lo veía a él como el novio, que él, Logan Barket era “novio” de Eliot, y quizás, el que Louis llegara hasta su departamento era porque para Eliot, él lo estaba presentando ante sus cercanos como su pareja.
El estómago se le alborotó y no fue por las mariposas que Eliot sentía, se le puso la cara roja y no era por la vergüenza o la excitación que Eliot sentía, sintió la espalda sudar y no por el calor de otro cuerpo como le pasaba a Eliot
“Así que te volviste Gay he Logan?, lastima, en la fiesta de tu abuela adivina quién iba a ir… tu ex novia, esa que amaste tanto y que querías casarte con ella, la que se tuvo que ir al extranjero con sus papas… vino y pensamos en que se podrían poner en buenos términos ahora… al final, nadie en casa se extrañaría después de todos estos años en que no tengas una pareja estable porque la estás esperando a ella… ¿Qué dices? Ahora si claro, estas de novio con ese chico, deberías invitarlo como tu pareja y así ella no se hace falsas esperanzas”
-¿Quieres ir conmigo mañana a casa de mi hermano a almorzar?
La pregunta de Eliot fue algo extraña… solo supo, que asintió aun pensando en que extraña situación se encontraba ahora.