Una, dos, tres. Han pasado tantas semanas desde que supe de la muerte de Asagi de las cuales ya perdí la cuenta, no salgo de mi habitación, mi madre es la encargada de traerme los alimentos y también trata de animarme cosa que le era imposible.
-Vamos hijo! por que no sales por lo menos al jardín? Hasta el cielo llora al verte así.
-…
Yo solo la miraba con mis ojos llorosos y después me gire a ver la ventana, desde hace semanas que no para de llover parecía un diluvio.
Un día por la mañana entro mi hermano Teru, primero abrió la puerta y con mucha timidez asomo su cabecita, al ver su acción le sonreí levemente y le dije que podía pasar, entro y cerró la puerta detrás de sí y se recargo en está mirando al suelo-puedes acercarte- le dije en un leve susurro, él corrió con sus aun torpes piececitos hasta la orilla de la cama, parecía que tenía algo que decirme pero no se animaba a contármelo.
-vamos, dime que pasa.
-…podrías…-dijo tímidamente-
-podría?
-podrías hacer que dejara de llover?-jugaba con sus pies mientras ocultaba sus manos en su espalda, yo reí levemente ante su pregunta-
-que haga que deje de llover? Y como podría hacer eso?-le pregunte siguiendo su juego, un juego de niños-
-Solo no llores más.
-quieres que deje de llorar?
-si, por que si tu lloras el cielo también, solo que lo llamamos lluvia, cuando yo estoy triste son las noches en que no hay luna, porque las nubes me cubren, y eso no afecta a nadie pero en tu caso, yo quiero salir a jugar al jardín y no puedo por la lluvia; aunque mamá dice que como somos hermanos debemos llevarnos bien, con esto estoy llegando a pensar que de verdad eres mi enemigo.
-enemigo?- no entendía, por qué sería su enemigo, en un principio creí que solo se trataba de un simple juego de niños y le seguí la corriente, pero con esto me ha confundido- porque sería tu enemigo?
-porque eres el día, el sol y el cielo azul juntos y yo soy la luna.
En ese instante entro Hizaki, lo regaño y se lo llevo antes de que yo pudiera decir una palabra, a que se refería con eso?, minutos más tarde llego Yohio, es el escudero de mi madre y por lo que veo también su hombre de confianza, es joven, unos cuantos años menor que yo, nariz pequeña al igual que sus labios, ojos medianos en tonos azules y grises, su cabello era plateado con blanco, su estatura es mediana, delgado y de piel blanca, portaba una armadura plateada, en algunas partes era de color rojo con amarillo.
-Su majestad-se arrodillo- con el permiso de su madre, al reina, le he traído un regalo, pero me temo que no podrá disfrutar de el por mal clima.
-qué clase de regalo?
-uno que seguramente le animara al verlo.
Me intrigo el saber qué clase de regalo se refería, así que, por fin, después de tanto tiempo me levante de mi cama y le pedí que me lo mostrara, el accedió y me llevo a las caballerizas y ahí se encontraba Whiteness, llore al verlo y corrí a abrazarlo, acaricie su rostro y sonreí.
-durante el poco tiempo que estuvimos en A´nogar pude investigar un poco sobre usted y descubrí que tenía este caballo, así que, pensé que podíamos mandar a tráelo y alegrarlo un poco.
-lo lograste, me hace feliz el tenerlo, es lo último que me queda de Asagi, el me lo regalo.
-eso lo desconocía.
-si hubieran sabido eso…lo hubieran traído?
-no lo se
Desde ese día inicie una amistad con Yohio, los días en un principio solo eran nublados, al menos ya no llovía y al final salía un poco el sol lo suficiente para dar esa pequeña sensación de calidez, nunca me imaginé que volvería a sonreír o dejar de pensar unos segundos en Asagi.
Siempre había una pregunta que le quería hacer a Yohio pero nunca encontraba el momento, en realidad creo que era que nunca me atrevía hasta ahora. Por qué Teru diría que soy su enemigo? Qué quiso decir con que soy el sol y el cielo azul, el día y el la luna?
Quien diría que tardaría cinco años en hacer esa pregunta, tarde cinco años en preguntarle al escudero de mi madre, mi amigo y ahora mi amante. Si Yohio es mi amante, aun que hemos ocultado nuestra relación.
Nuestra relación, si lo pienso bien no sé cómo inicio. Cuando me di cuenta de lo ocurrido él estaba acotado en mi cama desnudo y durmiendo, esa escena se repetía con más frecuencia, al grado de convertirse en algo norma, si era normal tener a Yohio en mi cama, que al despertarse me llenara de besos, que me dijera cuanto me amaba, que en las noches escuchara sus gemidos diciendo mi nombre mientras yo lo envestía una y otra vez. Él es muy cariñoso conmigo, yo lo atribuyo en parte a los años de diferencia entre ambos. Pero durante todo este tiempo yo nunca he sido capaz de decirle siquiera un “T e quiero” aún no he podido superar del todo la muerte Asagi, siempre ínsito y más en las fechas cercanas a su aniversario luctuoso que me permitan ir a A´ngor y visitar su tumba pero me ha sido negado, solo he deseado eso, ver su tumba, llorar en ella y así poder cerrar ese ciclo, así que siempre en esas fechas me aisló de todo, no salgo de mi habitación, no hablo con nadie, es como si retrocediera a esos días en los que no hacía más que llorar su muerte.
De hecho durante nuestros primeros encuentros lo llegue a llamar Asagi, lo recuerdo perfectamente. Ya teníamos un mes con nuestros encuentros nocturnos, pero nunca decía nada, él tenía sus piernas enredadas en mi cadera, con uno de sus brazos se aferraba a mi cuello y su otra mano se enredaba con mis risos, el gemía y decía mi nombre mientras que yo lo envestía una y otra vez tocando aquel punto que lo hacía aferrarse a un más a mí, yo besaba su cuello, subí a su oreja y mordí su lóbulo, él podía escuchar mis leves gemidos, al final el se vino en mis manos y yo tiempo después dentro de él y fue ahí cuando le susurre a al oído “Asagi” en cuanto escucho esto su cuerpo se tensó y me separo de él, cuando lo hizo, me di cuenta de lo que había pasado y le pedía disculpas pues estaba muy avergonzado, el solo se levantó, vistió y salió de mi habitación sin decir nada.
Después las cosas se solucionaron el entendía que seguía sin superar lo de Asagi y puesto que él era muy importante para mí nunca lo olvidaría del todo, desde ese día nunca hable, nunca escucho una sola palabra en lo que duraba nuestros encuentros, en cambio yo escuchaba como repetía mi nombre una y otra vez y también el cuanto me amaba.
>> -La reina me mando a llamar?
-así es, piensas que aceptare al relación que tienes con mi hijo?
-…co-como-estaba sorprendido-
-cuando se trata de mis hijos no hay nada que yo no sepa, si crees que mi hijo tendrá una relación seria contigo te equivocas porque yo misma me encargare de que eso no pase, no acepto tu relación con él, espero que solo seas un desahogo, un simple juguete para mi hijo el cual su único fin es hacer que se olvide de Asagi, solo por eso no he hecho nada, porque has logrado que lo olvide…aparentemente. Tú y Kamijo no tendrán futuro, recuerda muy bien quien eres y quien es el, entendido Yohio?!-hablo con cierta molestia-
-…si, su majestad!-se arrodillo ante ella conteniendo las lágrimas-
-Recuerda que eres el rayo y él es el día. <<
-Yohio, quisiera hacerte una pregunta
-claro, su majestad.
-Por qué Teru dijo que él era la luna y yo el día?
- no lo sé- me contesto muy nervioso, porque se pondría nervioso por una simple pregunta?-
-te has puesto muy nervioso.
- no es así -desvió la mirada-
-claro que sí, ahora mismo evitas el mirarme-lo observe fijamente- y ahora no te lo pregunto como un amigo o tu amante, te lo pregunto cómo el príncipe que soy!- aun me costaba trabajo el acostumbrarme a tal hecho pero si tenía que hacer uso de este lo haría-
-…su majestad, usted sabe que la reina va todos los días a medio día a visitar alguna ciudad o pueblo cercano al palacio para ver que todo esté en orden, podría aprovechar para ir a su despacho y leer por coincidencia algunos papeles y despejar sus dudas puesto que yo no le puedo responder a su pregunta, yo me retiro.-se dio media vuelta y se marchó-
Yohio estaba muy nervioso y eso me intrigaba aún más y tal como dijo espere al día siguiente y en cuanto mi madre salió fui a su despacho, revise los cajones hasta encontrarme con un sobre que estaba dirigido a mi madre, pero pude reconocer la letra, saque la carta y lo que contenía dicha carta no lo podía creer, en lugar de tener una respuesta obtuve más preguntas.
“Nieve!
De seguro te sorprende e intriga que te envié esta carta, puesto que en la última que te envié te decía que encontraría a tu amado hijo y lo mataría.
Ha pasado bastante tiempo, cierto? Y he cumplido con mi promesa, solo una parte. No estaba en mis planes encontrármelo en un baile que ofrecí para los ridículos humanos comunes, al principio creí que sabía quién era tanto el cómo yo, eso si, tu hijo es la persona más hermosa que he visto, decidí tratar con él y me di cuenta de su ignorancia, además ocurrió algo que jamás me imaginaria. Me enamore, si me enamore de tu hijo, al que siendo un recién nacido quise matar, curioso no? Quien diría que la noche y el día se enamorarían? Él era una persona muy feliz con solo tener el cariño de su padre, Jeff, pero cuando este murió se tuvo que enfrentar a muchas cosas y viendo todo esto me compadecí y al final como dije me enamore, no solo en lo físico era hermoso también lo era en su interior, él también se enamoró de mí y nos hemos entregado mutuamente, ha estado en mi cama y estremeciéndose en mis brazos tantas veces que ya perdí la cuenta.
Él no sabe quién es su madre y el desea por lo menos saber su nombre, si está viva o muerta, es por eso que te envió esta carta, de otro modo nunca lo hubiera hecho y nunca sabrías que lo he encontrado. Así que, por que no vienes a A´ngor y conoces a tu hijo? Por qué no vienes y ves lo feliz que es al estar conmigo? Prometo no hacerte nada y sabrás que al mencionar el nombre de la persona que lo crio, que no estoy mintiendo y no es una trampa, Kamijo se alegrara de conocerte.
La noche.”
Firmo como “la noche” pero el sello era el de Asagi y como dije, reconocí la letra, sin duda era de él, leí una y otra vez la carta pero seguía sin entender porque se refería a mi madre como “nieve” y el “la noche” y también el hecho de que cuando era un bebe él quiso matarme.