Mis piernas tiemblan, un extraño hormigueo recorre mi piel, es extraño, nunca había sentido esto, mi corazón palpitando a una velocidad increíble, sudor frio recorriendo mi nuca y esa extraña sensación en la punta de mis dedos.
-debemos bajar al punto de reunión mas cercano, pronto amanecerá- anuncio uno de los hombres de Marcus
Debo estar hiperventilando, después de mi vergonzosa escena al salir de las minas, con qué cara miraría a los otros omegas, no puedo creer que me haya puesto llorar. Malditas hormonas, necesito descansar un poco antes de continuar, me cuesta admitirlo, pero estoy en mi limite, me sorprende que no haya colapsado a estas alturas. Trate de distraerme un poco, no importa como lo mire, debo decir que no tenia muchas esperanzas sobre lo que me encontraría fuera de la colmena, pero…cielos esto va más allá de lo que tenía en mente.
- ¿hice lo correcto? - murmuré en un suspiro
A mi alrededor había restos de lo que fue una vez una gran ciudad, cimientos de una civilización extinta, varias partes habían sido cubiertas por la vegetación, pero era obvio que no se encontraba completamente desierta, se que no era el único en sentir esta presencia, dentro de aquellos vestigios abandonados, podía sentir la mirada penetrante de algo aterrador, oculto tras las sombras, esperando salir en cualquier momento, Alfred y un grupo de exploradores desertores se encontraban cubriendo el perímetro, hasta el momento no había escuchado ningún disparo, lo cual solo me aterraba aún más, Marcus dijo que estaríamos pronto en una de las gurdas de los rebeldes, ahí nos reuniríamos con todos.
El clima es mas diferente de lo que creí, talvez por la adrenalina que sentí al salir de la mina no logre notarlo, pero ahora el ambiente es mas frio, el viento no es demasiado fuerte pero aun así es capaz de levantar un poco de polvo.
-Pronto llegaremos -Marcus se ha acercado y ha colocado su mano en mi hombro de forma fraternal- aguanta un poco más, pronto recibirás atención medica
-Gracias- no puedo negarlo más, estoy usando la poca energía que me queda.
Pasaron unas horas antes de que llegáramos al punto de reunión, algunos soldados y prisioneros se encontraban ahí, tenían heridas y rasguños en su cuerpo, entre el tumulto logre ver a Vash Zwingli el guardia de la entrada principal del centro de recrió, una chica de rasgos similares se encontraba a su lado, vestía ropas de la prisión, ahora entiendo porque no hubo mucha resistencia en su colaboración durante el ataque.
-Tenemos una hora antes de la salida del sol, ingresen al área con cuidado, no empujen y manténganse cerca del camino, si escuchan algo, ignórenlo y sigan caminando- la voz de un hombre corpulento comenzó a dar indicaciones
Debido a mi “condición” fui integrado al grupo de omegas, había varios que necesitaban una dosis del supresor por lo que se nos pidió ir primero, debo decir que no fue nada agradable volver a caminar por túneles, hubo algunos que intentaron resistirse debido a la claustrofobia, afortunadamente había algunos doctores del centro de investigación y los sedaron, por un momento sentí celos de que ellos fueran cargados por algún alfa, es estúpido lose pero el calor, humedad y constante s punzadas en mi región baja nublaba cada vez más mi juicio.
Es irónico que tuviéramos que seguir caminando asta llegar a la luz al final del túnel, creí que la guarida seria similar al exterior, algún tipo de cuarto semi destruido con moho, humedad y algún tipo de plaga recorriendo las esquinas, sin embargo me equivoque totalmente, sentí un estremecimiento cuando al salir vi lo una habitación blanca, a mi alrededor había personas con trajes plásticos cubriendo todo su cuerpo, iguales a los que los encargados de material peligroso utilizaban, nos llevaron a diferentes camillas donde nos analizaron y medicaron, recibí un vaso con agua y dos pastillas, más de uno se sorprendió cuando les mencione las dosis de supresor que em suministre, el que parecía a cargo del grupo de examinadores me llamo la atención por mi descuido.
Poco a poco fueron llegando los demás, me recosté en la camilla estaba demasiado cansado, mis parpados se sentían tan cansados, lo ultimo que escuche fue la voz aguda de alguien llamándome en la oscuridad.
Cuando desperté ya no me encontraba mas en la camilla, era un lugar completamente nuevo, se parecía al antiguo estudio de mi padre, estantes llenos de libros viejos, una gran pizarra con cálculos y fórmulas de alguna sustancia química, un gran escritorio con documentos apilados y ese peculiar olor a cigarrillo, una extraña sensación en mi pecho me obligo a levantarme de golpe de aquel mullido sofá.
-Deberías dormir un poco más-
- ¿Quién?
-te has vuelto mas delgado de lo que recordaba-
Esa voz, yo conozco esa voz, mis piernas fallaron una vez más, de entre las sombras una figura imponente salió, cabello rojizo, esa socarrona sonrisa y esos ojos tan parecidos a los míos.
-S.scot-
-Parece que no me has olvido hermanito-
Levante mi mano intentando tocarlo, debía estar seguro, yo tenia que estar completamente seguro de que no era un sueño, la punta de sus dedos toco mis nudillos y lo sentí, su calor y aspereza.
-Lamento que hayas esperado tanto- su mirada era melancólica
-Los gemelos…ellos-
-Liam y Cian fueron llevados a la ciudad principal después de mi escape- Sentí un gran alivio, la ultima vez que los había visto tenia solo 10 años, cuando ingrese al centro de recrió revise en todos y cada uno de los registros, me sumí en una completa angustia cundo no encontré nada de ellos, creí que habrían sido llevados a prisión o al centro de investigación.
- ¿Qué hay de Gronw?-
-Escuche que le dijiste que se mantuviera alejado- me ha ayudado a volver al sofá- “El pequeño conejo quiere meterse en la boca del lobo” fue lo que dijo cuando hable con el-ha sacado una luz pequeña de su bolsillo y lo ha hecho pasar por mis ojos
-No sabia que te había visitado en prisión- abro mi boca al sentir la presión de sus dedos en mi maxilar
-Me hablo sobre tu plan con el General Roma- ahora eran mis oídos los que sufrían de su “examen”
-¿Cuándo fue que escapaste?- su mano tembló por un instante, lo cual me sorprendió, el Scott que recordaba era alguien inmutable, de carácter tosco y altanero, orgulloso y engreído de su inteligencia, odio admitirlo pero de alguna manera eso me hizo admirarlo la mayor parte de mi formación académica
-Jamás lo hice…solo tuve algo de suerte-
-Pero el general dijo…
-Intento sacarme de ahí…pero los hombres de Iván me encontraron-ha tomado mi muñeca para revisar mi pulso-
- ¿Te regresaron?
-Jamás lo harían, un prisionero fugitivo solo tiene un destino- no lo dijo, pero era claro a que se refería
- Un desertor me ayudo a distraerlos, arrojo una bomba casera y degolló al soldado que me mantenía esposado- Una sonrisa cruda apareció en su rostro
- ¿Quién era?
-Un Medico del centro de recrió, llevaba años intentando revelarse, pero no había logrado juntar el suficiente valor hasta esa noche. - Un escalofrió recorrió mi espalda, creo que tenia una ligera idea de quien era este misterioso “héroe”
-Cómo sea… ¿Cómo fue que lograste salir de la colonia? -
-No fue fácil…me escondí varios días en los invernaderos cercanos a la antigua mina, poco a poco logre reunir un grupo de desertores del ejercito principal de Iván- se ha levantado del sofá y mientras caminaba hacia su escritorio toma notas en su pequeña libreta de bolsillo
-Con el paso del tiempo logré infiltrarme en los grupos de exploración, recorrí varios lugares buscando suministros y áreas seguras de mutaciones. -
- ¿Los has visto? Me refiero a las mutaciones
-Pesadillas…no…almas errantes, vestigios de la estupidez del hombre- el sonido de su libreta cerrándose de golpe me ha sorprendido – ¿Te gustaría verlas?
- ¿A qué te refieres? - su sonrisa me ha perturbado un poco, llevo instintivamente mis manos a mi estomago
- ¿Qué ocurre? ...ya veo crees que he perdido la cabeza- hace una pose algo dramática antes de volver a verme- Recuerda pequeño conejo, a los únicos de los que debes sentir una pizca de temor es a los bastardos que te colocaron en el centro de recrió-
-Si lo dices por los ciclos de reproducción no tienes que…- Su escandalosa risa me impide continuar
- ¿Enserio crees que la función principal del centro de recrió es la reproducción? - aun con esa socarrona sonrisa toma uno de sus cigarrillos y lo enciende, de alguna manera esto me trae recuerdos de mi padre
- ¿Por qué no me ilustras? Parece que sabes mas sobre el funcionamiento de la colonia que yo- dije de manera sarcástica a lo cual el solo contesto con una mirada sorprendida que se volvió feliz, posiblemente no creyó que le respondiera de esa forma
- El centro de recrió y el centro de investigaciones siempre han trabajado juntos, la fachada de “Asegurar el futuro de la colonia” es solo una dulce mentira- el humo del cigarrillo solo envicia mi alrededor- Lo que ellos buscan va mas haya de simples sesiones de placer sexual para aliviar el estrés de sus mejores soldados.
- ¿A no? - aprieto fuerte mis puños, se que lo que dice tiene cierta verdad, pero nunca me ha gustado escuchar como discriminan a los omegas
- Modificación genética- ha comenzado a pasearse por la habitación, el sonido de sus botas me pone los pelos de punta, me siento como un ratón acorralado por una feroz fiera- Logramos hacernos con documentos de uno de los colegas del encargado en jefe Yao, hablaba sobre como los experimentos en fase 2 y tres mostraban ciertos avances en cuestión de regeneración muscular y ósea, así como también sus sentidos para percibir su entorno habían mejorado 15 veces mas de lo normal
- ¿Experimentaban con prisioneros?
-En un principio así lo hacían, pero se dieron cuenta que estos experimentos fallaban o bien no tenían el resultado esperado debido a su condición de betas o alfas- se detuvo frente a mí y coloco nuevamente esa mirada melancólica- ¿Adivina quienes se convirtieron en sus ratas de laboratorio? - mi boca tembló y sudor frio bajo por mi espalda
-I..impossiblee-