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Destino por shipa-chan

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Notas del capitulo:

Hola muchas gracias por sus dulces comentarios. Este capitulo consta de tres partes.

El aire era pesado, sentía como mi cuerpo quemaba,  era como si cada roce con la cama me incitara a retorcerme de placer, abrí los ojos extasiado, quería más, sentir como cada parte que era tocada por aquellas grandes manos me incitaban a pedir, a rogar por más de su contacto, su lengua recorriendo mi cuello era lava ardiente, espasmos de placer recorrían hasta la punta de mis pies, mi entrada rogaba por atención, se retorcía y humedecía con aquel liquido viscoso, lleve mis manos a su  cabello rubio necesitaba más, jamás me había sentido tan necesitado.

-Pídelo Arthur- susurro

Su ronca voz solo aumento más mis ansias de tenerlo dentro, gemí sonoramente cuando su lengua se introdujo en mi oreja , sentía como me sofocaba, intente  formular alguna respuesta, pero la insistente fricción de su miembro en mi entrada no me permitía pensar en nada más que inclinarme y meterla de una vez por todas. Su lengua recorrió mi hombro dejando un rastro de saliva, mordiendo suavemente mi piel.

-Vamos. Solo debes de decirlo- dijo burlón

Era tan frustrante, levante una de mis piernas y la enrede alrededor de su cadera, comencé a mecerme suavemente, un una muda petición. Abrí mis ojos encontrándome con otros de color azul claro, llenos de lujuria, me miraba como un depredador a su presa, pude ver como sonreía por mi estado.

¡¡DESPIERTA ARTHUR!!

Desperté de golpe, y uno muy duro a decir verdad, intente levantarme del suelo, sentía entumidas las piernas lo cual no ayudaba mucho, aturdido y somnoliento me logre sentar en mi cama, tarde unos segundos antes de darme cuenta de lo que había pasado.

-Oh por dios…es imposible-

Mire hacia abajo y descubrí  lo que me temía, estaba completamente duro, y ni mencionar aquella sensación viscosa en mi trasero, era tan bochornoso, tome una de mis sabanas y la enrede a mi cintura, di unos pasos fuera de mi habitación y un enorme mareo seguido de un dolor de cabeza me asedio, maldecía Antonio por su estúpido licor, en cuanto abrí un poco la puerta de mi habitación una luz cegadora me quemo mis valiosas neuronas, no pude evitar gritar de dolor, escuche como pasos apresurados se acercaban,  deje a un lado el hecho de que ahora me taladraba la cabeza y corrí hacia el baño, una vez dentro cerré.

-Hey pequeño ¿estás bien?-

El señor Roma se había ocupado de mi desde que se le arrebataron sus nietos, uno por ser omega y otro por ser un beta con complejo de alfa, ciertamente era agobiante cada vez que estaba cerca de entrar en celo, se la pasaba llenándome de mimos y rellenaba cada uno de mis alimentos con supresores, todo para evitar “accidentes”. Este fue uno de los tantos momentos en los que deseaba con toda el alma que no me conociera.

-Estoy bien…y deja de llamarme pequeño- odiaba cuando me trataba como un niño.

Escuche una risa y después sus pasos alejándose. Me senté en el retrete y comencé a sacar toda mi frustración, mientras acariciaba mi erección no puede evitar recordar algunos pasajes de mi sueño, era tan bochornoso, no lo iba a negar, esta no era la primera vez que he tenido esta clase de sueños, sin embargo esa era la primera vez que el sujeto teniarostro. Era algo extraño,  como  si  ya lo hubiera visto en algún lugar pero no recordaba.

-Ugh …Maldición-

Me vine en mi mano trate de ignorar aquel retortijón en mi entrada, podía sentir como se humedecía  de nuevo, me sentía tan vacío, trate de relajarme un poco antes de realizar mi aseo matutino, ciertamente apestaba, pero había un olor extraño que me atraía. No era idiota era claro que mi celo estaba cerca, así que antes de salir del baño saque un pequeño estuche oculto detrás de uno de los azulejos de la bañera, saque una jeringa y un frasco de vidrio, tome la dosis indicada y la inyecte en mi hombro.  El uso de supresores era lo único que me mantenía cuerdo y fuerte durante mis celos, es por eso que debía aumentar un poco la dosis cuando estaba cerca de mi ciclo.

Cuando baje a la cocina me encontré con mi padre tomando su té y al señor Roma comiendo algunos huevosdeshidratados, su color jamás me agrado, según mi padre antes  estos  no eran de color verde con manchas grises, sino que eran de una yema amarilla y clara blanca al freírse.  Tome asiento y recibí gustoso la taza de café que me ofreció mi padre.

-Arthur-sabia claramente por su tono lo que venia

-Ya lose… Lo siento-

-Tuviste mucha suerte eh pequeño, a tu padre casi le da un infarto cuando un soldado te trajo totalmente ebrio.-

-¿Qué?-

-Arthur sabes que no debes exponerte de esa forma, ese soldado pudo darse cuenta de tu naturaleza-regaño mi padre, yo aún no  terminaba de procesar lo dicho

-E-espera ¿Qué soldado?-

-Valla sí que te pasaste de bebidas para llegar al extremo de no acordarte de nada.- exclamo divertido Roma

-Anoche llegaste en brazos de un soldado, te atreviste a pedirme que tocara su trasero.-comento avergonzado mi padre

-A decir verdad fue muy gracioso, ese pobre chico estaba rojo hasta las orejas-siguió burlándose mientras mi padre le reprendía

Fue cuando mi memoria hizo clic, recuerdos de ayer pasaron frente mis ojos, desde mi bochornoso tropiezo en el bar de Antonio hasta la parte en como estruje su duro y pomposo trasero. Oh dios mío, quería que la tierra me tragara,  me sentía tanestúpido y avergonzado, Roma se dio cuenta de mi estado y comenzó a reírse en voz alta.

Después de recibir el sermón de mi padre y algunas burlas de Roma me marche a mi trabajo, llevaba  mis gafas oscuras, había tomado algunas pastillas para el dolor de cabeza junto con mi dosis de supresores pero la sensación de marearme por cualquier destello aún estaba ahí, no note el saludo de Roderich, quería darme vuelta y dormir una larga siesta, pero había trabajado tanto para lograr que uno de los investigadores del centro de recrió  me diera acceso, no dejaría que algo como esto arruinara mis planes. Al llegar a las rejas mostré mi credencial, Vash me veía un poco sospechoso, seguí mi camino hasta estar frente a Emma.

-¿Arthur te sientes bien?-

-Estoy bien Emma, es solo resaca,  podrías darme la llave del laboratorio por favor-

-Claro…aquí tiene, tenga cuidado Francis está un poco voluble el día de hoy-

-¿La rana?-Emma soltó una ligera risa por el apodo

Seguí mi tan conocido destino al departamento de embriología, al entrar me descubrí dentro de una montaña de papeles, por un momento creí haberme equivocado de lugar, pero al darme vuelta para revisar que efectivamente ese era mi oficina  un grueso libro fue lanzado contra mi adolorida cabeza.

-¡Tu!-Francis salió de entre las montañas de papeles furioso- Te atreviste a dejarme solo justo al término de un ciclo, por tu culpa no eh salido de este horrendo lugar desde ayer.- El cabello del que presumía tanto estaba desordenado, tenía ojeras, y algunas manchas de sudor en su bata.

-Valla, realmente pareces una rana asquerosa en estos momentos.- tome asiento en miescritorio eh instantáneamente una muralla de papeles cayeron frente a mí

-Lo siento pero este es tu trabajo de ayer- tomo otra hilera y la coloco a un lado de la primera- Y este es el de hoy- se dio la vuelta y dejo otra más alado de las dos primeras-  Y esto es por haberme dejado solo con todo el papeleo.

-¡Qué demonios!- no podía reclamar, Francistenía razón por más que  deseara arrojarle los últimos papeles.

Cansado tome la primera carpeta, nombres, direcciones, antecedentes familiares, fotografías, resultados clínicos, todo absolutamente todo estaba en desorden, no esperaba menos de un alfa, comencé a archivar todo y seleccionar los mejores candidatos para el primer ciclo de los nuevos omegas.

El centro de recrió constaba de tres pisos, en el primero se encontraban el departamento de selección, departamento de embriología, departamento de farmacéutica, laboratorios, cuarto de vigilancia, recepción y cuarto de almacén.

El segundo piso constaba del área de descanso, área de maternidad, sala de parto, zona de incubación y dormitorios.

El tercer piso era la zona de reproducción, según Francis era una serie de pasillos con varias habitaciones, ahí eran puestos todos los omegas en celo.

Nosotros nos encargábamos de los casos de recesiones donde la mezcla de sangre daban algunos cambios de personalidad a las nuevas generaciones, como omegas con complejos de alfas o bien, betas con sensibilidades de los omegas,  pero ahora teníamos que lidiar con otro nuevo trabajo, el departamento de selección no se daba abasto con todas las peticiones de alfas interesados en el nuevo ciclo de apareamiento, por lo que repartían su trabajo a nosotros, ellos elegían a los alfas que creían eran mejores y nosotros nos encargábamos de recibir las muestras de los laboratorios para terminar la fase de selección.

Levante la mirada al reloj cerca de la puerta, habían pasado solo dos horas y aun no disminuían las tres montañas de papeles. Mire detrás para encontrarme con Francis, este se había quedado dormido sobre una de las tantas carpetas, comenzó a murmurar algo sobre  una entrada “húmeda” y caderas “candentes”, desvié mi mirada avergonzado, odiaba a ese tipo, tome uno de los pisapapeles de mi escritorio y lo lance hacia su hombro, debo decir que tengo una excelente puntería, ya queFrancisasustado resbalo y cayó sobre su trasero al frio suelo.

-Pero qué demonios te pasa cejon-

Ciertamente eso ayudo a disminuir la presión,  pasaron algunas horas antes de que Francis decidiera darse un descanso, dejándome completamente solo, seguí con mi trabajo,  veía rostros de jóvenes candidatos, otros eran prácticamente unos ancianos, rondando los sesenta años.

-Qué asco- murmure en voz baja

De inmediato los descarte, como era posible que  intentaran tener sexo con chicos de diecisiete o diecinueve años, era repugnante. Un dolor en el pecho me detuvo, la idea de solo pensarque uno de mis hermanos o mi madre tuvieron que pasar por las manos de algunos de estos cerdos, me asqueo. Intente serenarme, seguí ojeando algunos documentos, todos los que pasaban de los treinta eran descartados inmediatamente, pronto termine con dos de las grandes montañas depapeleo,  mi estómago comenzó a pedir alimentos, asique me levante  y tome todas las peticiones que hasta el momento eran rechazadas,  al salir pedí a uno de los guardias que le dijera  a Francis que volvería en dos horas. Camine un poco cansado hasta el departamento de selección, deje las peticiones rechazadas y me encamine  a la recepción.

-Arthur¿qué tal la resaca?- pregunto un poco divertida

-Ya no duele tanto…Emma voy a comer algo,  vuelvo al rato. –entregue la llave  del departamento y Salí, la luz de los focos me lastimo los ojos, había olvidado mis gafas en el escritorio.

Mande al diablo todo, no tenía ganas de regresar, Vash abrió la puerta y me encamine al bar de Antonio. Que mejor para curar la resaca  que una buena cerveza, pase frente al puesto de Heracles un beta  con complejo de alfa una vez que se enoja, compre un poco de Keftedes quesonAlbóndigas de carne picada sazonadas con hierbas. Seguí caminando hasta el bar, daba uno que otro mordisco a mis albóndigas, al entrar al bar todo era normal, la misma gente miserable que intentaba ahogar sus penas, buscando una razón para seguir con vida en este deplorable y casi destruido mundo.

-Hey pero si es el busca pleitos, espero que tengas mi paga porque no te serviré nada hasta que pagues lo que debes-exclamo enojado Antonio desde la barra.

-Cállate y sírveme algo para la resaca- saque mi cartera y page mi bebida junto con lo de la vez pasada

Hubo un lapso de lo que para mí fue un agradable silencio hasta qué la gran bocota de Antonio hablo.

-Heycejon, ¿es cierto que trabajas en el centro de recrió?- murmuro un poco desinteresado

-ja estas muy equivocado si piensas chantajearme con tu bebida barata- tome un sorbo de mi cerveza, el dolor de cabeza comenzaba a disminuir

-Nadie te ha pedido nada, es simple curiosidad, ya sabes hay un cliente que me pidió información y…-

-Pues búscala en otro lugar, tengo suficientes problemas como  para cargar con otros-

-Sí que eres desagradable-

-Y aun así buscaste mi ayuda-

-Jamás lo hice, solo fue una pregunta-bufo molesto, logrando hacerme reír

-Oh enserio-dije sarcástico

-Hahahahah, parece que alguien no aprendió la lección de ayer-

Estuve apunto de escupir mi bebida, o esa odiosa risa cínica, me sonroje al recordar los hechos pasados, sentí su brazo rodear mi cuerpo, Antonio comenzó a reír al darse cuenta de mi estado, es que acaso hoy a todos les daba por hacerme de su chiste.

-Sabes jamás creí que eras de los que gusta manosear a los demás.-dijo burlón

-Y eso que solo fueron siete copas-comento aun entre risas Antonio

-Oh yo  recuerdo una ocasión en la que se comenzó a quitar la ropa mientras gritaba a todos los alfas que éramos una mierda- Gilbert salió del mismo infierno, ¿pero en qué momento había entrado?

-Bruder-murmuro molesto su hermano

-ehhh, así que esto es de todos los días- dijo un poco ofendido el de anteojos, detecte un ligero olor a molestia provenir de él.

-E-eso es mentira- dije nervioso, mientras le veía fijamente-Créeme por favor jamás lo he hecho…-tape mi boca antes de decir algo mas

-Oh vamos no es como si tuvieras que rendirle cuentas a Alfred – oh como odiaba la voz de Gilbert

-Es un buen punto- y ahora se leunía el bastardo español

-…-me quede sin palabras, sentía mis mejillas arder, ni siquiera sabía por qué había dicho aquello, Alfred solo me miró fijamente, mi silencio solo lo hizo dudar. Una sonora carcajada de Gilbert solo hizo más vergonzosa la situación

-El sorprendente yo no puede creer lo que ve, te gusta Alfred- bien ahora mi cabeza era un caos, pude ver cómo Alfred comenzaba a sonrojarse y miraba nervioso a otra dirección

-¿Eso es cierto?-pregunto, sentí como mi cuerpo reacciono ante su voz un poco chillona, y mi mente aun trataba de procesar lo ocurrido

Eso era el colmo, termine mi bebida de un trago, tome mi bolso y hui como un cobarde, no podía evitarlo, estar cerca de tantos alfas me inquietaba y ponía furioso, si había tardado una hora del bar al centro de recrió  ahora lo había recorrido en media,  llegue jadeando frente las grandes rejas, Vash me miro asustado, sacó su arma y vigilo que nadie viniera siguiéndome, al llegar con Emma sentí mi alma relajarse.

-Arthur creo que deberías descansar-

-No es nada Emma, podrías darme la llave  por favor-

En cuanto llegue a mi departamento, Francis ya estaba de mejor ánimo, se había duchado y arreglado un poco, me coloque mi bata y tome asiento en mi escritorio, nuevamente seguí con mi trabajo, fue en el quinto expediente que me encontré nuevamente contra aquellos ojos azules y rubio cabello.

-Alfred-murmure

Voltee discretamente hacia el lugar de Francis, parecía entretenido en uno de los expedientes, aproveche su distracción y comencé a leer, según los archivos, él fue criado en el centro de recrió, al menos eso explicaba sus ideologías “patrióticas”, su historia sanguínea lo hacía un buen candidato, se le había asignado recientemente al grupo de observación, pobre tonto era demasiado joven e inexperto moriría en el campo de batalla. Di un suspiro largo, seguí viendo su expediente, todo parecía normal, era el mejor en armas, estrategia y fuerza desu clase, me detuve en un pequeño párrafo de sus registros, esto era imposible…

-¿Gemelos?-mencione un poco en voz alta

Había escuchado de algunos casos como el de los nietos de Roma ¿pero esto?, el que un omega joven dé a luz un par de gemelos había sido lameta del centro de recrió, seguímirando sus antecedentes familiares, y descubrí la aguja en el pajar, su madre había sido una de las tantas víctimas del régimen de Iván al ser arrebatada de su pareja potencial, su gemelo había resultado un omega por lo tanto sus registros deberían estar en los expedientes del almacén, tal vez aún tenía una oportunidad.

-Oh parece que no tienes tan malos gustos cejon…y del grupo de observación eso es tener agallas- Francis apareció de la nada en mi espalda y ahora me veía pícaramente.

-Pero que rayos te pasa rana, ¿acaso quieres que me dé un infarto?-dije molesto

-Acaso me arias ese gran favor-contesto burlón

-¿Qué dijiste?-dije, comenzó a marearme un poco, tantas emociones en un día no eran buenas para mi condición tan sublime

-Nada, nada mi buen amigo-

-ja¿amigo?, te falto dormir rana-

-Pero que genio te cargas para ser beta, eres tan susceptible como un omega- me quede tieso ante su comentario

-P-pero que tonterías dices, vuelve atu trabajo-

Francis se dio vuelta ofendido, di un respiro hondo, había estado cerca, mire nuevamente el expediente frente a mí, tome el sello de rechazado y lo presione  en el archivo frente a mí.

-Sé que me lo agradecerás-murmure bajamente

Tardamos cinco horas en acabar con todo, antes de que el departamento de selección nos diera las gracias Francis ya estaba coqueteado con la encargada. Tome mis cosas y deje mi bata en la silla de mi escritorio, había sido un largo día, tal vez si me daba prisa podría dormir unas horas antes de tener que volver a levantarme. Deje mi llave con chico travestido de acento polaco. Vash ya no estaba en la reja había sido relevado por otro, de porte rudo, traía puesta una máscara y me veía con cara de pocos amigos. La luz de los focos en la calle se había atenuado simulando la noche, pensé ir por un último trago pero di media vuelta ante la idea de encontrarme nuevamente con aquel americano. Alo lejos vi una sombra que se movía de un lado a otro, parecía perdido, solté un suspiro cansado al saber de quien se trataba.

-Te has vuelto a perder-dije una vez se dio cuenta de mi presencia aquel “extraño”

-Por supuesto que no, solo Salí hacer unas compras para el almuerzo-

-¿Almuerzo? Roderich son las doce de la noche- este solo se sonrojo y miro a otro lado, reí un poco por su reacción.

-De acuerdo, si me perdí, Gilbert me estaba molestando y trate de huir, no sé dónde rayos estoy.-

-¿No fue tan difícil cierto?

-¿Vas a ayudarme ono?

Camine en compañía de Roderich, no dejaba de hablar sobre los acosos de Gilbert y sus vulgares modales, fue frustranteasí que deje de escucharlo, necesitaba pensar en un plan, pronto  iniciaría un nuevo ciclo, los omegas jóvenes serian removidos de sus dormitorios y serían llevados a la zona de reproducción, por un momento me sentí mareado, pero no tome importancia había trabajado más de lo normal para mi condición , y además mi celo también estaba cercano, mi padre y  Roma tenían el plan de escape, usaríamos túnelesconectados con la superficie, el único problema sería  el ayudarlos a escapar, y por si fuera poco el hacerlos razonar, Alfred era un claro ejemplo de lo que enfrentaría una vez me lograra infiltrar, el falso “patriotismo” infundado por Iván solo  causaría problemas, y como si fuera poco estaba el riesgo de ser atacado por alguna de las mutaciones.

Cuando porfin llegamos a casa de Roderich, un demonio de cabello plateado y ojos cual carmín nos miraba enojado.

-Señorito se puede saber qué haces con esa rata de biblioteca-parecía un niño celoso- no me digas que los prefieres de ese tipo-murmuro molesto

-No tengo porque darte explicaciones, solo eres un acosador-Roderich parecía nervioso, intento encontrar sus llaves pero estas cayeron al piso, me incline y laslevante.

-Nos vemos Roderich, estoy demasiado cansado para pelear- le di lasllaves y seguí mi camino

Pude escuchar como Gilbert me insultaba y amenazaba con no tocar su propiedad, y más fuerte Roderich le decía que dejara de armar un escándalo. Solo unos cuantos metros y podría descansar en mi suave cama, al entrar a la casa me di cuenta de que  las luces estaban apagadas menos una, me dirigí al vestíbulo y ahí me encontré con mi padre platicando seriamente con Lovino el nieto de Roma.

-Lovino-murmure sorprendido

Se suponía que había sido arrestado cuando falsifico los exámenes clínicos de su gemelo, aquello era tomado como traición, y como mínimo se ganaba el exilio, ¿cómo escapo?

-Parece que aun sigues siendo un gorrión que busca su libertad ehh-dijo con sarcasmo

-Lovino dime,¿has visto a Scott en la prisión?-pregunto preocupado mi padre

-…no…-

-Ya veo…-poco a poco la luz de los cansados ojos de mi padre se apago

-¿DóndeestáRoma?-intente cambiar de tema

-El abuelo fue hablar con algunos contactos de la prisión-

-¿Fueron indulgentes?-pregunte extrañado

-Esos malditos no son indulgentes con nadie….me dejaron por la sencilla razón de que ya no hay lugar, tomaron mi delito como algo del pasado-

-Roma está encargándose de callar a los soldados que le trajeron-

-Soborno-dije ácidamente

No me agradaba la idea de tener que recurrir a tratos sucios, pero sí de esa forma se logró la libertad de alguna de las tantas víctimas de Iván, no me importaría romper más reglas de las que ya he roto.

Después de unos minutos llego Vargas que no dudo en ir a abrazar a su nieto, me aleje de la escena y subí a mi habitación, dormí unas horas antes de volver a mi rutina.

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado, Nos vemos en el siguiente.


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