Capítulo 1 "La fiesta de Connor"
— Para que quieres que vaya contigo si vas a verlo a él.— Dicemientras le da una gran mascada al sandiwch en su mano.
La hora del almuerzo generalmente era un caos. La cafetería se llenaba por ruidos provenientes de todos lados. Las mesas se llenaban rápidamente con grandes grupos. Pero ellos al ser solo dos, ocupaban un rincón de alguna mesa cualquiera, preferentemente lejos de los grupos más gritones y de los del equipo de Rugby, quien sabe cuando usarían sus cabezas como balón en una arranque de adrenalina.
— Puede ser, pero eso no implica que no te divertirás— De su capucchino sale un aro de humo que choca directamente contra la cara de Levi, quien hace una expresión amarga al tan solo oler la esencia. Aline alarmada, aleja lo más posible la taza de la mesa.
— Lo siento…— Dice apenada.
Levi traga intentando disolver el nudo en su garganta. Asiente mostrándole una sonrisa forzosa que su amiga pudo notar que era solo para aparentar. Ninguno de los dos dijo nada más durante el receso.
Estaba seguro que en cualquier momento la casa caería sobre ellos. La música estaba tan alta que hasta los vidrios vibraban dándole la sensación de que iban a estallar cuando menos se lo esperará. No es que haya ido a demasiadas fiestas, pero en esa, a penas se podía caminar sin toparse con alguien de frente. Se debía abrir el paso a empujones para llegar a otro lugar.
Podía soportar hasta cierto grado la acumulación de gente, pero para su desgraciada la fiesta pasaba con creses el grado de personas que él soportaba, además estaba seguro que en su mayoría eran personas del instituto y apenas sí podía reconocer a dos o tres que veía en los pasillos.
Aline por otro lado, parecía estar disfrutando del asunto, se movía con soltura mientras atravesaba el mar de gente y cada vez que se topaba con alguien, este la saludaba de forma amistosa ¿desde cuándo se había vuelto tan popular? Definitivamente había estado más de una semana encerrado.
Al momento de llegar a la cocina, siente la mano de su amiga apretar su hombro con fuerza y ve que esta mueve la boca tratando de decirle algo, Levi se encoge de hombros dándole a entender que no sabe lo que dice. Desesperada, le hace disimuladas señas apuntando hacia el enfrente, donde un chico estaba apoyado contra la mesa. Tenía la mayor parte del cabello negro hacía un lado de la cabeza por lo que dejaba a la vista los aros en su oreja izquierda. La polera gris era una especia de musculosa que dejaba ver el tatuaje en su clavícula; que si Levi no se equivocaba estaba en latín, además el chaleco que llevaba encima no trataba de impedir la vista. El chico al percatarse de la presencia de más personas en el metro cuadrado mira en dirección a ellos.
Aline se queda prácticamente estática mostrando una sonrisa de piedra, se puede ver como se va poniendo más tensa a medida que Connor se acerca.
— Hola chicos— Se deja oír a penas.
— Hola— Devuelve Aline, mirando pasmada el rostro del chico. Levi saluda con un gesto de mano.
— Me alegro que hayan venido— Dice acercándose un poco más. Aline asiente sin quitar la sonrisa.
Connor le sonríe de vuelta, mostrando una sonrisa de revista.- ¿Quieren una cerveza?-Pregunta casi gritando al alejarse para ir al refrigerador. Aline asiente al igual que Levi ya que no sabía que más hacer.
Cuando Levi recibe la botella, ve como Aline comienza a soltarse al intercambiar unas cuantas palabras más con el chico. Decidiendo que sería mejor dejarlos solos, piensa recorrer la casa, cosa que descarta enseguida al tan solo poner medio pie fuera de la cocina.
Sin más remedio, se dirige al ventanal que da con el patio trasero de la casa. El jardín era bastante grande, sin embargo, no estaba a salvo de los fiesteros, aunque al menos se encontraban las que preferían estar fumando, en vez de estar gritando entre tanto y tanto.
Levi se aleja del grupo que se pasaba una colilla entre ellos, yéndose lo más lejos posible del olor. Sentándose cerca de los escalones, mira hacia el cielo estrellado. No es como si pudiese detener a voluntad los pensamientos de su mente, pero le gustaría, como le gustaría. Cada detalle le recordaba cosas que había pasado junto a esa persona, cada momento a su lado fue algo fantástico y su mente no parecía querer olvidarlo tan fácilmente.
Quizás fue lo ensimismado que estaba junto con la música que no dejaba oír prácticamente nada de lo que pasaba alrededor, que cuando sintió la presencia de alguien a su lado, da un pequeño brinco haciendo que un poco de la cerveza se derramara sobre su mano y sobre su ropa.
Iba a matar a Aline ¿no se suponía que estaba con Connor? Intenta quitar de forma inútil, la cerveza en su polera. Cabreado por interrumpir sus reflexiones, levanta la mirada para encontrarse con la risa de un chico que nunca antes había visto.
En seguida el enojo se disipa. El chico sentado a su lado era de cabello castaño con una gorra gris camuflándole gran parte de los rulos, vestía una polera negra que hacía notar que era alguien delgado, pero macizo. La camisa dejaba ver poco de los tatuajes que abarcaban sus antebrazos, pero los de sus dedos que agarraban la botella se podían leer con claridad “Life”
— Lo siente— Dice una vez controlado. La música era ensordecedora en la casa, tanto que el ruido llegaba hasta donde estaba Levi, sin embargo, las ventajas del patio era que también podías oír lo que decía una persona sin la necesidad de estar gritando.
— Está bien.— Pese a llamarle la atención, no sabe si confiar en que alguien le haya hablado de la nada o no.
— No, enserio lo siento.— Dice serio.— A veces puede ser algo cruel o cargante con la gente. No se suponía que iba a molestarte.
Levi enarca una ceja.— ¿Suponías?
La sonrisa vuelve al rostro del chico.— Vine con unos amigos, y se suponía que íbamos a pasarla bien entre nosotros, pero apenas pusimos un pie en la casa, se fueron directo tras las chicas.
— ¿Y no es a eso a lo que se supone que se viene?
— Claro— Responde— Pero creí que íbamos a divertirnos en grupo antes de todo, ya sabes, mirar a las chicas, luego decidir quién se queda con quien y bla bla.— Hace un gesto con la mano- Ya sabes lo típico.
No, la verdad no lo sabía. No tenía más amigos que Aline, y ella era una chica… de vez en cuando. Además a todas las fiestas que había ido, había sido por insistencia de ella, prácticamente lo había arrastrado a cada una de ellas, y en ninguna se dedicaba a mirar chicas precisamente. Asiente de igual forma.
— ¿Y tú qué?— Pregunta de repente. Al ver que Levi lo queda mirando sin decir nada.— ¿También te dejaron botado?— Explica.
Abre la boca al entender a lo que se refería. ¡Bravo Levi! Has lucido como un perfecto estúpido frente a él, seguramente ya piensa que eres retrasado. Cierra la boca, solo para volver a abrirla.
— Algo así— Dice mirando hacia el frente.
— Ya— Le responde llevándose la botella a la boca. Al mirar la cerveza del chico se da cuenta que estaba por la mitad, en cambio, la suya apenas si se había vaciado un poco, y todo por el brinco anterior.
Ambos se quedan en silencio por unos momentos, mirando hacia al frente. Levi miraba hacia las estrellas mientras el chico miraba hacia quien sabe.
— ¿Has venido con amigos o con novia?— Pregunta cargando su peso en los brazos que pone sobre sus rodillas.
— Más bien dicho amiga.-Le responde Levi.— No tengo novia— Añade sin saber bien el porqué.
— ¡¿Qué?! ¿Enserio?
Levi frunce levemente el ceño, sintiéndose levemente insultado, antes de poder mirarlo de forma mordaz, el chico vuelve a hablar.
— Es solo que, con tu pinta, pensé que tenías novia.— Confundido.
— ¿A qué te refieres?
— Vamos hombre. Un tío con tu pinta debe tener al menos una fila de chicas esperando la oportunidad de tenerte.
Levi ladea una sonrisa, encontrándole gracia. No creía poder tener ni a un chico tras él, menos a una chica.
—¿Y tú qué?— Pregunta Levi para desviar el tema de él.— Supongo que tu novia debe estar detrás de ti a cada paso que das.
El chico ríe haciendo marcar los hoyuelos en sus mejillas.
— Me boto
Levi queda helado, no pensaba que diría algo como eso. Esperaba algo como “la verdad es que me hostiga” o “No me deja solo ni para ir al baño” o algo por el estilo pero… que lo haebía botado ¿Qué tan loca debe estar la chica para dejar a alguien así?!
— Qué?¿Por qué?
La pregunta sale por costumbre. La expresión del chico, pasa de una amarga, a frustrada y amarga nuevamente. Rayos, no quería preguntar eso, es solo la costumbre.
— Me dijo que no era lo suficientemente bueno para ella. Que necesitaba a alguien que fuera más atento con sus cuidados y necesidades.— Lo mira.
— Lo siento
Es lo único que se le ocurre decir.
— Descuida. Tarde o temprano iba a pasar, más vale temprano que tarde.— Parándose.— Bueno, voy a buscar a esos tipos antes de que se metan en problemas serios. Nos vemos.— Con un gesto de cabeza se da la vuelta.
Levi lo mira entrar por el ventanal por el que habían salido. Cuando lo pierde de vista, se da cuenta que no había peguntado por su nombre. Regañándose mentalmente vuelve la vista al frente.
No pasa mucho cuando siente un toque en su hombro. Era el momento de preguntar por su nombre, pero al momento de voltearse se encuentra con el rosto de Aline mirándolo con curiosidad.
— ¿Paso algo?
A lo que este niega.
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El cuerpo le dolía a horrores, tenía los músculos de la espalda y los brazos tensos. Se había quedado dormido con la mitad del cuerpo fuera de la cama. Quejándose se estira, haciendo sonar unos cuantos huesos.
La noche anterior, luego de que Aline lo encontrara, sostienen una pequeña conversación para posteriormente irse. Llegan a la casa de Levi. Ambos se tiran a la cama y se quedan dormidos enseguida.
Aline no estaba, por lo que tuvo que haberse despertado temprano y marcharse sin hacer ruido. Le sorprendió un poco no haber escuchado algo ya que bueno, Aline no era muy delicada cuando las personas dormían y ella estaba despierta. De todas formas se levanta como puede.
El día fue bastante tranquilo, siendo fin de semana aún le quedaba otro día para hacer nada. Para su mala suerte, tanta tranquilidad hacía que su mente pensara, y pensar era justamente lo que no quería. Sin poder evitarlo es nuevamente consumido por los recuerdos, cuando la fiesta del día anterior cruza por su cabeza, específicamente el chico con el que había hablado; parecía ser buena persona además de atractivo ¿Tanto como “él”? No sabría decirlo con certeza.
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Odiaba el comienzo de semana, casi tanto como odiaba los exámenes aproximándose. Todas esas personas como nuevas andando por los pasillos, como si hubiesen ido a un spa y llegados como nuevos al instituto. Él por otra parte, parecía más un zombie con problemas motores que a una persona, además su humor no era el mejor en especial los lunes por la mañana, no le gustaba saber que tendría que pasar una semana entera con tantas personas en un mismo lugar.
Aline se acerca a su lado mientras Levi continua maldiciendo mentalmente a las personas víctimas de su mirada plagada de odio.
— Vas hacer que te salga una arruga— Tocándole en medio de las cejas.
Alejándose del contacto, Levi chasquea le lengua.— Ya me lo has dicho.
— Y sigues sin entender
Dice caminando a su lado, pasan por el lado del grupo de porristas que hablaban tan alto que Levi tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no interrumpir en la conversación.
— Sigo sin entender porque te pones de tan mal humor los lunes.
— Es fácil, el lunes es el día que está más lejos del viernes y el viernes esta tan cerca del lunes. No es muy complicado ver la relación. -Acomodándose la mochila que caía producto de haber sido pasada a llevar.
Aline hace una mueca de desagrado al comentario de Levi.
— Pasando a lo de la fiesta Connor— Intenta alivianar el humor de su amigo— ¿Conociste a alguien?
Es cierto, no le había mencionado a Aline que había hablado con alguien, que había dejado de ser tan recluido por primera vez en una fiesta. Pero en vez de eso, había dejado que Aline hablara lo que había pasado con Connor durante toda la noche. No es que fuera muy importante lo suyo después de todo.
— Mmm… algo así— Dice entrando a la sala.
— ¿Algo así? No me basta con eso
Levi deja sus cosas sobre el escritorio mientras Aline le sigue de cerca, inconforme con la poca información recibida. Las clases aún tenían minutos para empezar pero mejor llegar con tiempo de sobra.
— Solo hable con un chico unos minutos. Una conversación trivial.— Restándole importancia. Aquel gesto parecía no haberle importado a su amiga, que lo mira con ojos brillantes.
— ¿Y? ¿Era guapo?— Pregunta ganándose una mirada asesina.— Qué, tengo curiosidad.
Antes de poder decir una palabra, algo llamo su atención. Entrando por la puerta entre el grupo de personas, estaba EL chico ¡¿Iban en el mismo instituto y él no se había dado cuenta?! Seguramente era nuevo, por eso no lo había visto…