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CUANDO EL TIEMPO QUEMA por Sangre Samurai

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Notas del capitulo:

Diario de Loki:
"Es curioso como el amor te sube al cielo y te azota contra el suelo en un segundo. Yo estaba seguro que lograría que el dueño de mi corazón comprendiera que nuestro bebé es un motivo más para amarnos y no para distanciarnos... pero con tristeza veo que aún está lejos de asimilar mi embarazo y comprenderme...
Intentaré reconciliarme con él... ¡Oh, por todo lo eterno, lo amo mucho! Y este amor hecho carne en el bebé que llevo en el vientre, me dará valor para seguir luchando por él... que abra los ojos, que vea cuanto lo amo y que juntos lograremos vencer todos los obstáculos y ser felices...
¡Ah, por cierto! También tendré que hablar seriamente con Thor... no es que no le crea lo mucho que me aprecia, pero la forma que tiene de verme y seguramente de juzgarme, como todos hacen... me pone francamente nervioso..."
"Hoy es un gran día para luchar"
Loki.

Thor se quedó mirando la impresionante palidez de Loki cuando desmontó en los patios de la Academia. Reprimió su impulso de acercarse y enterarse que cosa le había sucedido por la simple razón de que no deseaba incomodar a su hermano y todavía le dolían sus palabras sobre la desconfianza que le tenía, el genuino interés del rubio por el muchacho, al parecer no era lo suficientemente bien valorado.


 


Giró sobre sus talones dispuesto a alejarse, pero no sin antes arrugar el ceño con extrañeza al verlo llegar junto a Balder y los guardias de Palacio. Si Balder continuaba mostrándose hostil contra Loki, entonces aquel corto viaje seguro no había sido nada agradable para el menor de los Odinson.


 


-Si te vuelves a desmayar será mejor que llames a un sanador y te vayas a casa- le dijo el segundo de los hermanos, sintiendo cumplido su deber familiar al auxiliarlo y acompañarlo.


 


¿Cómo era eso de que se había desmayado? Ahora la preocupación de Thor era mucho más grande, pero nuevamente se forzó a permanecer al margen. Loki no le dio las gracias a su hermanastro y simplemente, tomó sus cosas y le dirgió a Balder una mirada de rencor, hizo lo mismo con Thor, quien no la vió pero podía adivinarla por el pesado silencio que siguió a la recomendación del de ojos grises. Loki se encaminó al edificio de la biblioteca y Thor también siguió su camino en la dirección opuesta, acompañado de Balder, hasta los campos de tiro.


 


Con su ballesta al hombro, el rubio traspasaba sin piedad los monigotes de práctica. Certeros tiros en el corazón, en la cabeza y en la entrepierna de los blancos hechos de paja dejaban ver las intenciones que tenía metidas en el pensamiento: ¿Quién era el cobarde que había seducido a su pequeño hermano? ¿Quién le había endulzado el oído y lo había metido en su cama, robándole la inocencia y destrozándole la vida? ¿A quién culpar por las sonrisas burlonas y los comentarios apagados que se hacían a sus espaldas? Balder tenía razón... no podía acallar las voces que inventaban y propagaban rumores acerca de Loki a menos que se metiera a golpes con prácticamente todo Asgard.


 


¡Si llegaba a averiguarlo tomaría al canalla por el pescuezo, lo ahogaría sin piedad y exhibiría su cadáver en público! Pero antes de matarlo traspasaría su culo con un hierro al rojo vivo, le sacaría los ojos, le cortaría el miembro y se lo echaría a los lobos... cualquier escarnio era poco comparado con cada quemante lágrima que Loki derramaba por su culpa...


 


Pero el pobre de Thor ni siquiera imaginaba lo que en realidad Loki pensaba: En la biblioteca existía un pequeño y bien escondido hueco en la pared, ese era el lugar que los novios y amantes habían elegido para intercambiar correspondencia desde meses atrás. Loki había dejado amorosas cartas para el dueño de su corazón, también sirvió de buzón para concertar citas y entrevistas de amantes y ahora, era el sitio donde un pliego de papel, cuidadosamente doblado, conteniendo una súplica desesperada, fue discretamente depositado:


 


-“Perdóname por enojarme contigo, comprendo ahora que esta noticia de nuestro bebé te tomó por tanta sorpresa como a mí... No te estoy exigiendo nada, solo que sepas que he decidido tenerlo porque ya lo amo, igual que amo a su padre. Si tú quieres, lo hablaremos con más calma… Tuyo. Loki.”


 


Esa era la pura verdad... el menor de los hijos de Odín, el más inteligente e irreverente, estaba simplemente muy enamorado del padre de su bebé... Para Loki no existía mas mundo que el que se le mostró cuando el amor tocó su corazón por vez primera, cuando las promesas y las palabras apasionadas entraron en su cabeza para no salirse jamás…


 


Él... siempre en la soledad, siempre el último en ser tomado en cuenta en casa y hasta por el protocolo real, de pronto era el objeto del asedio de un buen mozo, atractivo y bien valorado por las jóvenes de la sociedad Asgardiana… Se sentía querido, se sentía especial... por eso fue sencillo para Loki traspasar el umbral, ceder al calor y las caricias del pretendiente y convertirse en su amante... cada noche, desde la primera vez juntos, vibró y le juró amor, fidelidad, comprensión incondicional... Y nunca recibió tales promesas en reciprocidad, pero no le importaba, para eso creía que solo era cuestión de tiempo. Si se entregaba completamente, su amor sería adecuadamente valorado y correspondido, y esa fue su ilusión hasta la desafortunada entrevista donde la discusión interrumpió el sexo y llegó a la agresión física.


 


Fandral vió salir a Loki de la biblioteca, se cuidó de no ser visto por el ojiverde y se inmediato se dirigió hasta el pasillo alejado y al último estante donde el muchacho había estado. Con la agilidad de un gato, se escurrió sin llamar demasiado la atención entre los pocos estudiantes en el recinto en aquella hora de la mañana. Llegó hasta el hueco en la pared, movió el enorme y antiguo libro que lo ocultaba y encontró la carta... la tomó con mano temblorosa, y la leyó emocionándose hasta las lágrimas, reconociendo el cándido y total amor del pelinegro.


 


El corazón del esbelto rubio, futuro espadachín, se contrajo en una emoción que mezclaba el amor con la rabia, apretó el papel, sin importarle demasiado los cuidadosos dobleces iniciales y regresó el libro a su lugar...


 


-Dame eso...


 


La voz a sus espaldas hizo a Fandral estremecerse. Se volvió con presteza y encontró un par de ojos grises que lo veían con verdadera furia.


 


-Claro que no...- respondió, cambiando su semblante por el alegre y despreocupado gesto que lo caracterizaba- esto es privado.


 


-¡Entrégamelo he dicho!- rugió Balder (pues era él) haciendo un movimiento violento para intentar arrebatarle la carta al rubio, que lo evitó con otro veloz ademán y metió el pliego dentro de su pecho- ¡Con mil demonios de fuego!


 


-¿Para qué quieres esto? ¡No te pertenece!- declaró Fandral, devolviendo los bruscos manotazos del medio hermano de Loki y provocando que aumentara su rabia.


 


-Pero pertenece a nuestro hermano- agregó Thor, apareciendo tras Balder y hablando con voz severa, pero pausada- Entrégamela a menos que seas tú el destinatario...


 


-¿Y si lo soy?


 


-Si eres el padre del hijo que Loki espera, si te atreviste a golpearlo cobardemente y a abandonarlo en su estado... entonces quédate con la carta, juro que la pondré entre tus manos cuando tu cuerpo arda en la hoguera de tu funeral.


 


Balder soltó la solapa del rubio, colocándose cerca de su hermano mayor y cruzándose de brazos, dispuesto a esperar. Fandral entonces compuso su postura, se irguió con elegancia, acomodó su camisa, alisó sus cabellos, finalmente atuzó su fino e incipiente bigotillo, apenas visible sobre los labios e hizo una exagerada y algo burlona reverencia.


 


-Altezas...- dijo, sin perder de vista a los dos príncipes- Quizá deseo seguir viviendo...


 


Entonces, su mano delgada sacó el papel de entre sus ropas y lo extendió hasta la mano de Thor. Balder intentó arrebatarlo, pero Fandral lo retiró con rapidez- “No es para ti, sino para el heredero”- agregó, volviéndolo a extender hacia Thor.


 


-Sabia elección, amigo mío- dijo el rubio más grande, tomando la carta e inclinando la testa con nobleza.


 


Fandral se fue, notando entonces que desde hacía varios minutos, todos estaban atentos a la inminente pelea que se había iniciado. Y al ver que concluía en términos amistosos, regresaron a sus asuntos sin mayor trámite.


 


-Las vergüenzas que Loki nos hace pasar- se quejó Balder, deseando leer ya el contenido de la carta- Pero si Loki dice aquí el nombre de su amante, entonces, querido hermano, el escarmiento que habrá seguramente acallará todas las murmuraciones...


 


-¿En verdad deseas inmiscuirte en los asuntos privados de Loki?


 


-¿Y no hemos venido a eso? ¡Por lo eterno, Thor! ¿Acaso Loki pensó en nosotros cuando cometió estupidez tras estupidez? ¡Terminemos con esto! Si tú no te atreves, déjame leer a mí y yo te digo a quien hay que asesinar, de una buena vez...


 


Thor miró a Balder con reproche. Ni siquiera pasaba por su mente tomar venganza de esa forma tan poco noble... si Fandral era o no al que buscaban, si se trataba de otro de los estudiantes, aquella no era una forma honorable de enterarse. Además, Loki merecía respeto a su vida privada, aunque a ellos no les gustara... acercó el pliego a una de las lámparas que daban luz y calor al recinto y el secreto del pelinegro se volvió cenizas.


 


-¿Tú crees que Fandral lo leyó, Balder?


 


-Claro que lo hizo... no es tan estúpido como tú de pasar por fuego esa carta. Principalmente si era para él... Ahora tendremos que torturarlo para que confiese.


 


***


 


Si Loki pensó que entrevistarse con su amante era el principio de una reconciliación, estaba quedando muy decepcionado de su terrible ingenuidad. Llevaba menos de diez minutos hablando con él y ya estaba llorando a mares... escuchando palabras duras, reproches directos y el mismo tono frío y cortante con el que terminaron tan mal un par de meses atrás.


 


-¿Cómo se te ocurre permitir que te vean dejar la carta? ¡Estuvimos a punto de ser descubiertos! Si Thor no fuera tan estúpidamente honesto... ahora mismo yo estaría viajando rumbo a Hel... ¡No sé por qué te dicen que eres inteligente! Desde que te descuidaste y quedaste preñado, solo has cometido errores. ¡De inteligente no tienes nada! ¡Solo llegaste a mi vida para darme problemas!


 


-Perdóname...- sollozó el ojiverde, triste y frágil como una mariposa en invierno.


 


-No comiences a llorar, por favor… Ya basta de querer chantajearme con tus falsas lágrimas. Imagina que sucedería si seguimos juntos… ¿Y si el día de mañana cometes otro error? ¿Qué hago entonces? No sé para qué querías verme, si ya todo está hablado entre nosotros.


 


-Solo deseaba que arregláramos lo nuestro...


 


-No hay nada ya, Loki. Te dije que solucionaras tu problema y preferiste quedar deshonrado. Pudiste conseguir el remedio para todo y no tuviste el valor de hacerlo… Eso solo me demuestra que eres demasiado egoísta y que no piensas en mí, solo piensas en ti y en tu comodidad. No quieres esforzarte y sufrir un poco para salvarte y salvarme... Ahora tienes que seguir adelante con lo que elegiste hacer. Yo ya no puedo hacer más por ti.


 


-No te estoy pidiendo que hagas nada por mí...


 


-¿Y entonces qué es lo que quieres? Yo no quiero hijos ¿Entiendes? Soy muy joven para atarme a esa responsabilidad...


 


-¿Ya no me quieres?


 


Aun en su punto mas bajo, en su desesperada situación, humillado, derrotado... Loki era seductor. Sus enormes y acuosos ojos de esmeralda, su pálida tez, sus gestos de niño extraviado, eran mucho para ignorarlos por completo...


 


-No digas eso... te extraño terriblemente...


 


-¡Yo también te extraño!- respondió de inmediato, colocando una luz de esperanza en su sonrisa esplendorosa- ¡Mucho te extraño!


 


-Te necesito horriblemente...- agregó el amante, colocándose la mano en el bulto de su entrepierna, dándose cuenta que la cercanía del menor lo ponía caliente.


 


-Estoy seguro que podemos encontrar juntos una solución...


 


-Bien... te espero esta noche a las once… en el roble viejo...


 


-¿En el roble viejo? Pero tenemos la cabaña que está en el jardín de caza de Padre...


 


-¡No me presiones, Loki! Vamos a vernos en un lugar discreto, fuera de los jardines del palacio, lejos de los guardias... y veremos que sale de esto... no adelantemos nada, hasta esta noche...


 


Loki esperaba un beso, al menos uno rápido y alzó el cuello y la barbilla buscando la ansiada caricia… el otro dio un pequeño paso atrás. Ya bastante comprometido estaba… sin embargo, el sabor de aquellos labios era algo que con gusto bebería mientras estuviera a su alcance y se decidió por tomarlos. Lo besó con suavidad, con algo de temor... no estaba muy seguro de hacer aquello y volver a arriesgarse, pero bueno… por tener a Loki de nuevo en sus brazos, seguro valía la pena arriesgarse.


 


-Estoy seguro que juntos encontraremos la forma de seguir… te amo...- susurró Loki, entornando la mirada, ciego de amor.


 


-A las once, mi hermoso gatito... no llegues tarde...


 


***


 


Esa noche, inmerso en el espejismo de creer en el amor, Loki volvió a ser feliz... llegó pleno de ilusión hasta los brazos de su amante, no hubo palabras previas, ni la profunda charla que estuvo imaginando durante cada minuto de ese día, solo las ganas de estar junto a él y sentir su calidez, de percibir su aliento y acurrucarse sobre su pecho, el mágico lugar donde quería sentirse amparado y en paz.


 


Tras esperar que el reloj avanzara, tras desesperar en cada clase que se le hizo más tediosa la que seguía a la anterior y tejer mil planes locos que daban solución a sus preocupaciones, sueños tontos que incluían la valiente decisión del padre de su hijo de reconocerlo y hacer valer su amor, enfrentando a Padre de Todo con valentía, hasta concluir que eso no era prudente y que huir juntos era la mejor opción, establecerse en un mundo alejado de Asgard y formar su familia bajo otras identidades, Loki llegó al viejo roble y se olvidó de todas sus intenciones de tomar acuerdos, echándose en los cálidos brazos que lo recibieron y comenzaron a acariciar de inmediato.


 


-¡Dioses! Sigues estando muy lindo... tienes la piel mucho más suave que antes...


 


-Mi cuerpo está cambiando... pronto se notará como me crece el vientre...- sonrió, llevando sus manos extendidas hasta abarcar la zona mencionada.


 


-¡Oh, por favor!- dijo el otro, empujando a Loki de cara al tronco del anciano árbol, prácticamente aplastándolo con su propio cuerpo, encajándose de lleno en el trasero pequeño y redondo del ojiverde, para comenzar a frotarse de arriba abajo, con lascivia- No comencemos con estupideces. Es mejor hacer lo que hemos venido a hacer...


 


Loki cerró los ojos, quería interpretar aquella impaciencia como el hecho de que su amante realmente lo extrañaba y que aquellas bruscas caricias eran su forma de demostrarle todo lo que lo amaba. Intentó dejarse llevar, aunque era difícil sentir placer mientras una mano lo sujetaba del cuello y la otra exploraba bajo su ropa… acariciando ávidamente su blanco pecho, su abdomen y poco a poco, deslizándose cálida y ansiosa hacia abajo, se introdujo bajo sus pantalones.


 


-Te amo...- dijo Loki, buscando la forma de contactar no solo con el cuerpo, sino con el alma.


 


-Demonios...- dijo el otro, paralizando su mano justo en el área del vientre... de pronto, ante las palabras de Loki, la imagen de un pequeño ser gestándose dentro de aquel deseable cuerpo, un producto de sus relaciones imprudentes apareció para llenarlo de terror... ¿Y si a Loki se le ocurría delatarlo? Entonces sí que cambiaría su mundo, su futuro, sus amistades... todo se vendría abajo.


 


Soltó al menor y rechazó el abrazo que buscó cariñosamente.


 


-¿Qué sucede?


 


-Sucede que no deseo comprometerme más contigo... esto se acabó, Loki... acéptalo...


 


***


 


Thor comenzaba a aclararse respecto a lo que ver a su hermano menor le provocaba... siempre lo había querido, siempre había intentado que fuera un poco menos serio y un poco más sociable, le gustaba estar a su lado, pasar tiempo junto a él... eran claros sus sentimientos como hermano mayor. Aún cuando Balder llegó a vivir con ellos apenas unos años atrás, Thor siempre se sintió unido al menor, sobre todo cuando resintió el dolor de su madre al enterarse de la existencia de un hijo fuera del matrimonio, Odín lo llevó a vivir con ellos por puro capricho, y el consuelo que le indicó sentir a su esposa, era que el pequeño Balder no era el primogénito, que Thor seguía siendo su heredero y que las cosas no iban a cambiar... excepto por Loki, que debía sujetarse a su orden de nacimiento en la familia y quizá, en la mayoría de su edad, pasara de ser el segundo en la línea de sucesión, a ser el tercero.


 


Frigga podía o no estar de acuerdo, pero la voluntad de Padre de Todo no se cuestionaba jamás.


 


Los niños entonces eran muy pequeños para comprender, Balder pasó a ser un hermano más para los Príncipes y al crecer, Loki no hizo reclamo alguno. En su afán de lograr ser acreditado como un buen hijo, aceptó la imposición de su padre y guardó su lugar de acuerdo a lo que el protocolo indicaba. Frigga y Odín mantenían por eso una discusión discreta, pero Thor se daba cuenta de ello y sin proponérselo, influía con sus derechos de primogénito, en las decisiones de sus padres, manifestando lo mucho que apreciaba los consejos de Loki en el colegio, y lo mucho que lo apoyaba siempre cuando se trataba de tomar estrategias en los ejercicios militares de entrenamiento.


 


Odín llegó a dudar... tal vez era Loki y no Balder el indicado para convertirse en Consejero Real y segundo en la línea de sucesión al trono.


 


También con el pasar de los años, Thor comenzó a mirar a Loki con otros ojos... le parecía tan atractivo... tan sensual... sin proponerse ser intencionalmente seductor, Loki lo enloquecía con su voz, con su mirada, con su modo de caminar... ¡Adoraba hasta su olor! Por supuesto, el rubio nunca hizo conscientes aquellas sensaciones, ¡Cielos de Asgard!, era de su pequeño hermano de quien estaba teniendo todos esos pensamientos sexys... y eso definitivamente no estaba bien.


 


Pero, ¿Cómo evitar la erección automática al verlo en traje de baño? Las ocasiones en que se levantaba temprano cuando no tenía obligación de hacerlo, solo para ir a la piscina y verlo darse un chapuzón muy de mañana, porque Loki odiaba que el sol tostara su blanca piel, así que prefería las caricias de agua fría al amanecer, le provocaban endurecimientos que llegó a aliviar a mano... pensando en su hermano.


 


Adoraba espiarlo en su soledad, Loki buscaba estar solo tan a menudo que su hermano mayor ya le conocía todos sus rincones secretos, sabía donde le gustaba echar la siesta: bajo la sombra del manzano que crecía tras la enorme fuente de piedra. Le gustaba leer también muy cerca del sitio donde las aves cantaban y tenían sus nidos, ese sitio era el alféizar de su ventana. Loki gustaba también de esconderse en la biblioteca, en la antesala de las habitaciones de su madre y definitivamente en casi cualquier rincón del castillo donde pudiera evitar el bullicio de personas, dignatarios y ministros que diariamente iban y venían por Valhalla.


 


Pero desde que sabía que su hermanito, al que tanto quería y cuidaba, simplemente se escapó de su vigilancia para enamorarse, para acostarse con un tipo que evidentemente no valía la pena, y en fin, para dejar de ser niño y transformarse en adulto sin que se diera cuenta, el corazón del rubio comenzó a torturarlo... Quería estar a su lado a todas horas, quería mimarlo y darle toda la ternura que seguramente necesitaba, quería proteger al bebé que crecía dentro de él... en fin, quería que Loki se olvidara del otro y comenzara a fijarse en él.


 


No era correcto... no lo era... pero no podía evitarlo...


 


-Loki...- murmuró, encontrando al pelinegro sollozando silenciosamente, aislado del almuerzo familiar, solo como era costumbre…


 


-¿Qué haces aquí? ¿Por qué me buscas cuando te traté tan mal?- respondió el otro, limpiando sus lágrimas con el dorso de la mano y la manga de su camisa.


 


-Bueno...- dijo Thor poniendo una gran sonrisa en su varonil rostro- Nunca pensé que me lo dijeras en serio... Madre me ha dicho que puedes tener muchos cambios de humor y quizá digas cosas que en realidad no sientes...


 


-¿Por qué, Thor?- cuestionó Loki, sin ceder a la amabilidad de su hermano- ¿Por qué me tienes tantas consideraciones a mí, a quien nadie importo?


 


-¡Pero… importas mucho, Loki! Madre te ama con todo su corazón… y yo...


 


-Madre es una mujer increíble- lo interrumpió- con un gran amor para todos sus súbditos… pero ni siquiera ella ha logrado que yo le importe algo a Padre, o que los demás me consideren su amigo... siempre he estado solo, Thor. ¿Recuerdas mi cumpleaños cuando me di cuenta que todos los invitados asistieron por orden de Madre? Si no fuera por eso, ni uno solo hubiese llegado, ni un solo obsequio hubiese recibido...


 


-Yo recuerdo eso- agregó el rubio, sentándose en la hierba, a un lado del menor- Y tienes algo de razón. Madre invitaba siempre a los niños que asistían a nuestras fiestas... pero no solo a las tuyas, también a las mías era como una orden asistir... Y si tienes tan buena memoria, recordarás que yo te obsequié una capa de terciopelo verde, que yo mismo me escapé a la ciudad para comprártela y que me costó todos mis ahorros y un buen regaño por parte de Padre ¡Me castigaron dejándome sin pastel!


 


-Y yo te llevé una rebanada enorme a escondidas- sonrió Loki a su pesar, recordando los buenos tiempos de la infancia- Y te di de comer en la boca porque solo teníamos un hueco pequeño entre la ventana y el balcón. Tuve que usar mis dedos para que pudieras probar el pastel...


 


-¡Y me lo terminé todo! ¡Quería comerte también los dedos!


 


-Es que no tienes remedio para comer dulces... como la ocasión en que también tuve que robar pan con miel y llevarte al cuarto de castigo… siempre lo pasabas castigado por pelear en el colegio...


 


Loki soltó una pequeña risa... cristalina, hermosa… y Thor se le quedó mirando a punto de babear, verlo feliz era sin duda su más grande logro.


 


Cuando el menor sintió el peso de la mirada de zafiro, guardó silencio y se sonrojó… el rubor en sus mejillas le pareció al rubio lo más encantador que había visto en la vida y redobló su mirada de borreguito a medio morir.


 


Loki se limpió el resto de sus lágrimas del rostro e intentó ponerse de pié para alejarse de su hermano, que francamente ya lo tenía bastante nervioso.


 


-Logré hacerte sonreír...- dijo Thor, deteniéndolo con gentileza- Es que no me gusta verte llorar... ¿Quieres contarme que sucedió con la persona a la que enviabas esa carta?


 


-Si la leíste... sabes de qué se trataba todo esto...


 


-No la leí. Lo juro por la sagrada vida de nuestra madre... Pero Fandral lo hizo... ¿Hay algo que quieras decir al respecto?


 


-No, Thor... nada...


 


Loki soltó su brazo del agarre de Thor y emprendió el camino de regreso a sus habitaciones. Entonces, el mayor hizo el último intento de lograr la confianza del quisquilloso muchacho.


 


-Fandral siempre te ha querido ¿Verdad? Siempre le has gustado y no tendría absolutamente nada de malo que él y tu fueran... ya sabes, pareja... Si tiene miedo de la reacción de nuestros padres puedes decirle que los dos cuentan con mi apoyo absoluto, que yo defenderé su relación aún contra la voluntad de nuestro padre y Rey... dile que no se esconda, me retracto de mi promesa de matar al culpable de tu tristeza siempre y cuando en verdad quiera enmendarse, y yo te juro que los ayudaré a estar juntos y que tu pequeño bebé nacerá y conocerá a sus dos padres, como debe ser...


 


Loki estaba muy conmovido por el desinteresado apoyo de su hermano mayor... Volvió a sentir el dulce espasmo que a veces nacía en su bajo vientre cuando estaba cerca de Thor y que le producía un calorcito delicioso que subía por sus venas hasta ponerle coloradas las sonrosadas orejas... Debía ser que la sensación era más intensa por efectos del embarazo, así que aceptó entonces que el rubio tonto y musculoso, simplemente lo había enternecido hasta las lágrimas.


 


Aunque las dos que escaparon esta vez de sus ojos, fueron de agradecimiento...


 


-Gracias Thor...- le dijo, regresando al lado del mayor e inclinándose hasta obsequiarle un tierno beso en la rubia testa- Eres en verdad un buen hermano... Ya no me siento tan solo, ahora tengo la certeza de que tú estás a mi lado y me comprendes, aunque tampoco puedas perdonar mis errores...

Notas finales:

Gracias por la recepción del fic y sus lindos comentarios, eso es mi paga por este esfuerzo.

A partir de hoy, el prefacio será una página del diario personal de Loki... ahí veremos lo fácil que resulta juzgar a las personas cuando se apartan de lo que dice la sociedad.

Como Padre soltero, Loki recibe el juicio brutal de las personas, que lo condenan y se burlan sin tomarse la molestia de fijarse en los sentimientos o en el dolor que están atravesando. Lejos de ayudar... hunden.
Seguramente alguna de ustedes lo habrá experimentado... yo sí.
Por eso lo sé.
Pero confiemos en Loki, seguro sabrá salir adelante con honor.


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