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Destinados por MAGG1827

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Notas del capitulo:

Y aqui esta el gran final para todos aquellos lectores que morian por saber como termino.

De nuevo, muchisimas gracias a Lucia por los nombres de los niños, y gracias a todas las personas que me mandaron sus hermosisimos reviews como muestra de apoyo, tambien a los lectores fantasmas que se que andan por alli escondidos.

Muchas gracias a todos. Espero que lo disfruten tanto como yo lo hice al escribirlo.

 

18 años después...

-Esto es un error-El Rey de Oriente mascullo entre dientes mientras su Omega rubio terminaba de abrocharle los botones de su siempre negro traje-Kazou debe estar confundido, Genos. Debe ser la edad-El calvo pudo ver como su Consorte rodaba los ojos y trataba de contener una risita-No es gracioso.

-Sí lo es, Saitama-La Reina madre de Oriente tomo el rostro de su esposo entre sus manos compartiendo un beso calmado y tierno-Sabes que esto tenía que pasar-El Alfa arrugo el ceño y se observo nuevamente en el espejo cuando Genos se movió a la cómoda terminando de arreglarse.

Lo que pasaría esa noche sería un error.

-Kazou no debería de crecer. Es más, ya lo decidí, el baile se cancela, hagamos de cuenta que su edad se quedo congelada en 17.

Genos soltó un suspiro y se preparo mentalmente para todas las miles de excusas que su Alfa estaba a punto de soltar con tal de evitar que su cría Omega más pequeña tuviese su baile de mayoría de edad, un baile donde conocería Alfas.

-Ya hablamos de esto, Harumi y Hikaru tuvieron su baile.

-No porque yo lo quise-Se cruzo de brazos y recordó que estaba que se moría cuando había comenzado el baile de dos de sus trillizos, pero ahora era diferente, esos dos sabían defenderse bien, fueron criados junto a un montón de Alfas, habían heredado el digno temperamento de Saitama. A pesar de ser Omegas eran autoritarios.

Kazou no. Kazou era tierno, lindo, ingenuo, con buena voluntad y siempre tenía una sonrisa resplandeciendo en su rostro, era el sol de la vida de su Padre.

Y ahora querían quitarle a su sol.

-Si es por ti nuestros hijos Omegas jamás encontrarían a sus parejas.

-Eso está bien, yo ya soy su Alfa.

-Su Padre Alfa-El rubio remarco el "padre" en esa frase con mucho énfasis y el calvo tomo asiento enfurruñado en la cama-Necesitan a un amante, un compañero, quizás Kazou pueda conseguir a su Destinado esta noche, estaría tan feliz que...-El Alfa no podía seguir escuchando las palabras "Kazou" y "Amante" en la misma oración.

-No sabes lo horroroso que es para mí tener que ver como el bebe más pequeño que tengo se mueve entre un montón de desgraciados pulgosos sin ningún tipo de valor, Kazou es un príncipe, merece lo mejor ¿Y si elige mal? ¿Y si se confunde? ¿Y si le hacen daño? Matare al que le haga daño a mi cría. Estos bailes de mierda no deberían de existir.

El rubio con la paciencia que sus casi 30 años de matrimonio le otorgaban se sentó junto con su marido en la cama.

-Si esos bailes no existieran nunca nos habríamos conocido Alfa-El joven se recostó del hombro del mayor y este dejo salir su gruñido de insatisfacción-¿Habría estado feliz de no conocerme?-Su unión lo golpeo y aunque sabía que Genos solo quería chantajearlo para que aceptara lo que ocurría también pudo sentir que su Omega necesitaba que lo mimara.

-Sabes que eres lo más maravilloso que me ha pasado en toda mi existencia, Genos-Miro fijamente a su Reina y compartieron un beso apasionado-Pero Kazou...

-Es un Omega que necesita el amor de un Alfa-Hizo una pausa viendo como los ojos de Saitama bajaban al suelo, no tardo nada en hacer que se miraran de nuevo a los ojos-Como yo necesito el amor de mi Alfa-El calvo suspiro besando la frente de su Destinado antes de enfocar su vista nuevamente en el espejo observando su reflejo-Será feliz y sino logra encontrar a su Destinado no aceptara a nadie más, esta tan fascinado con el tema como yo lo estaba en mi baile.

-Siento que me lo quitaran como a Harumi y a Hikaru, es la única cría Omega que nos queda Genos, es el más pequeño.

-Solo dale la oportunidad como con Harumi y Hikaru. Ellos consiguieron a sus destinados.

-¿Y que se vaya lejos como ellos? No quiero que también se vaya a mierdalandia.

-Inglaterra-

-Me da igual como se llame, están lejos.

-Pero felices ¿O te vas a hacer el que no recuerda como lloraron de felicidad al bailar con sus Alfas? Eran sus destinados y ya Hikaru esta...

-No, no me digas que esta embarazado otra vez-Un escalofrió lo recorrió de pies a cabeza al pensar en ese acto carnal ligado a algo tan inocente como Hikaru-Solo pensar que ese desgraciado lo monto me dan ganas de descuartizarlo.

-Dejarías huérfano a tu nieto.

-Sería el mejor papa-abuelo que pudiese pedir mi nieto-Genos no pudo evitar rodar los ojos con una sonrisa, había cosas que parecía que nunca cambiarían.

-Ven, ya casi es hora-Tomo la mano de su Alfa y lo obligo a levantarse para salir al pasillo, todo sería perfecto y por mucho que amara a Saitama debía ignorar su opinión.

-Genooos...-

.

.

.

-No entiendo porque yo también tengo que ir-Hajime, el Omega y segundo hijo de Atomic estaba bastante molesto con la situación. Vio fijamente a su madre mientras el carruaje oscilaba tranquilamente por el camino.

-Vamos hermanito-Kuro se recostó de su hermano menor cubriendo al Cambiaformas Gato con su cuerpo más grande digno de un Gorila-Te divertirás-Tomo la nariz de Hajime y la jalo como solía hacerlo cuando eran pequeños.

-Es el baile del príncipe Kazou, yo ya tuve el mío y me quedo bastante claro lo que el destino planea conmigo. No voy a encontrar a nadie nunca.

-Los bailes son congregaciones de todas las razas para buscar amor, Hajime. Que sea del príncipe no quiere decir que no puedas ir-Lairon, pegado del pecho de su esposo no podía soportar que su hijo creyera que no tenía Destinado, había alguien para él, estaba seguro.

-No comiences con lo mismo mama.

-Si te sirve de consuelo, yo tampoco quería que vinieras-Su padre Atomic apoyo a su hijo y es que para Atomic era tan insoportable la idea de que su hijo pudiese conseguir a un Alfa como para Saitama. Lairon pellizco discretamente al Gorila y lo observo con ojos filosos.

-Todos los Omegas merecen asistir a los bailes-Remarco cada palabra viendo tanto a su Alfa como a sus hijos.

-Entonces también debimos traer a Youko-

-Tu hermano aun es muy pequeño, sería aburrido para él traerlo, no entendería la dinámica del asunto.

-¿Y fue mejor dejarlo solo?-Lairon suspiro y trato de serenarse, Hajime estaba muy sensible y cuando se ponía así era mejor darle espacio.

-No está solo, tiene a la guardia.

-Está solo-

-Ya basta Hajime, Kuro y yo queremos que disfrutes esto y ya verás que será una buena noche-Su madre dejo en claro que no aceptaría ninguna otra respuesta y un silencio se sumió en la carroza.

El Omega bajo la cabeza y se dejo abrazar por su hermano mayor, tenía 28 años, ya había tenido su propio baile y había asistido a muchos otros y nunca había encontrado a su amado, las posibilidades de que lo consiguiera en el castillo Costero eran nulas. Dejo escapar un susurro lastimero con un único pensamiento en la cabeza.

-No encontrare a nadie-

Kuro pudo escuchar a su hermanito y eso lo entristeció, sabia como se sentía Hajime, él también se sentía solo, tenía 30 años y nunca había encontrado a un Omega por el cual dar la vida como se lo había contado su padre cuando era un cachorro, levanto la vista y observo como ahora su madre peleaba discretamente con su padre por haber comentados cosas que no debía y podía notar cómo, a pesar de que peleaban se mantenían abrazados y nunca se separaban.

El amor de sus padres siempre lo inspiro para buscar a su Omega, para encontrar a alguien con quien compartir ese tipo de cosas lindas, alguien que lo amara y apoyara incondicionalmente, había asistido a varios bailes más que su hermano Hajime y parecía que siempre estarían solos, no sabía sí es que su sentido del olfato estaba atrofiado y por eso había pasado por alto a su pareja o si era como pensaba su hermano y el destino no los había enlazado con nadie más.

Abrazo con más fuerza a su hermano y deseo poder conocer a su Destinado, a un Omega que estuviese hecho para amarlo y poder corresponderlo con toda la pasión que tenia encerrada en su alma.

.

.

.

-¿Te lo imaginas Ken-nii? Encontrarlo y que nos miremos como si fuésemos los únicos en el universo y captar nuestros olores ¿A qué olería? ¿Nunca te lo has preguntado Ken-nii?-Kazou, totalmente vestido y listo para la ocasión con algo parecido a un hibrido de traje con vestido caminaba de un lado a otro totalmente embelesado con la idea de encontrar a su Alfa, tenía entre las manos el pequeño libro sobre Destinados que alguna vez leyó su madre antes de conocer a su padre y observo el techo de su habitación al momento de llevarse el libro al pecho y suspirar lleno de anhelo-Seguramente es increíble.

-Deja de suspirar como nena, Kazou. Sabes que la raza más fuerte es la nuestra así que si consigues al saco de pulgas de tu destinado seguramente será una serpiente o un león o peor... un gato-Kenji, Alfa Dragón y hermano mayor por dos años de Kazou era el más contemporáneo con el soñador Omega y a decir verdad, le molestaba que su hermanito estuviese tan embobado pensando en alguien que ni siquiera sabía que existía.

No es que él estuviese amargado por no haber encontrado aun a su Destinado, claro que no.

-No digas esas cosas, cada raza tiene sus propios atributos, mama me lo dijo-Kenji no contesto y el rubio no pudo evitar lanzarle un zapato a su hermano castaño-Además, es mi cumpleaños quita esa cara de estreñido, estas igual que padre.

-Porque yo sí entiendo a nuestro padre-El omega sonrió viendo a su hermano, este rodo los ojos irritado-¿Y ahora qué te pasa?

-Me alegra que ahora siempre te diriges con respeto hacia él. Recuerdo cuando papa te demostró quien era el Alfa de la manada-El castaño formo una mueca de desagrado y se cruzo de brazos-Sabes que lo necesitabas, eras muy desconsiderado con padre.

-Hablas como mama, deberías de dejar de pasar tanto tiempo con él-Desvió la mirada y Kazou dejo salir una risita.

Kenji había sido el único de los hijos Dragones de Saitama que aprendió sin ayuda a transformarse y volar a la edad 5 años, era un genio prematuro y astuto pero sus dotes y propia naturaleza lo llevaron a creer que él era el macho dominante de la manada. Saitama se lo había tomado con calma al principio pero después cada falta llegaba a un recipiente que se fue llenando gota por gota con cada desplante o acto irrespetuoso de su hijo.

Y la gota que rebaso el vaso fue cuando Kenji cometió el gran error de regodearse diciendo que su padre era un Cambiaformas tan viejo y senil que ya ni sabia como transformarse.

Era cierto, Saitama tenía muchos años sin la necesidad de transformarse, la última vez que se transformo fue hace mucho cuando enseñó a volar a Emi y a Tsuki pero ya que Kenji aprendió solo no vio necesario mostrarle a su hijo su gran forma de Dragón adulto y maduro.

Kenji creía, a sus 15 años, que era un Dragón más grande que su padre, que ya había alcanzado su máximo desarrollo, que sus escamas negras eran las más duras que existían y sus garras las mas filosas del reino.

Tenían que bajarle el ego al cachorro.

Saitama le dio su lección y Genos no intervino, sabía que Kenji tenía que respetar a su padre. Y sino lo hacía por las buenas entonces seria por las malas.

Y desde ese día en que el Dragón negro más gigante e imponente que había visto en su vida le había rugido en la cara y lanzado fuego supo que debía respetar, supo que él aun ni siquiera tenía cuernos y los de su padre eran casi de dos metros, supo que aun era una cría al lado de su padre por muy Alfa macho que fuese.

Unos toques en la puerta sacaron a los hermanos cada uno de sus propios mundos y vieron a sus padres.

-Estas bellísimo Kazou-Genos se aproximo al lado de su hijo y lo tomo de la mano para que el joven diera una vuelta con su rostro tornándose de bermellón-Todos se volverán locos al verte.

-Genos/Mama-Saitama y Kenji se quejaron por esas palabras, su lado de Alfa estaba muy reacio y molesto a dejar ir a Kazou.

-Ya dejen de quejarse-El rubio mayor fijo la vista en su otro hijo y frunció el ceño-No pensaras ir al baile con esa ropa Kenji.

-No voy a ir al baile, mama. Me voy a dormir, solo estoy acompañando a la princesita-Genos dejo pasar por alto el "Princesita" y observo fijamente a su hijo-No quie...

-Irás, tú también podrías encontrar a tu Destinado hoy.

-Sabes que el hecho de que padre y tú sean Destinados no quiere decir que nosotros corramos con la misma suerte.

-No hables como si llevases 100 años esperando a tu pareja. No te quejes, tu padre espero por mi dos mil...

-... Ochocientos veintitrés años, conozco la historia mama pero aun así...-

-Saitama-Genos observo fijamente a su marido quien seguía en el marco de la puerta y el calvo capto la indirecta.

-Complace a tu madre Kenji, solo asiste un rato, después puedes retirarte a dormir-El castaño suspiro y no pudo replicarle una orden a su padre, se levanto de la cama y camino directo a la puerta.

-Nos vemos en el baile Ken-nii-La voz cantarina de Kazou llego a sus oídos y solo atino a darse vuelta y sacarle la lengua a su hermanito. Sería una noche muy larga.

.

.

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El joven Kazou respiro hondo por lo que sería la quinta vez, observo fijamente las puertas que llevaban al baile, desde ahí podía captar los aromas entremezclados, los timbres de voz, el repiqueo de los zapatos, podía captarlo todo. Era digno hijo de Saitama.

Pero estaba muy nervioso, se pregunto si así se había sentido su madre en su baile, si sintió ese miedo de no encontrar a su persona especial, se pregunto si él tendría a una persona especial esperando del otro lado de esa puerta.

-Kazou-El príncipe salto y dio vuelta consiguiéndose con Satoshi y Yukiko. Respiro hondo viendo a su hermana mayor y a la pareja de su hermana. Yukiko era una Alfa y fue muy extraño cuando dijo que podía sentir que Satoshi era su Destinado, siempre pensaron que la pareja destinada era formada por Alfa-Omega pero su hermana era la excepción y el amor que sentían esos dos no podía ponerse aprueba.

-Yuki-nee estoy nervioso-Yukiko sonrió viendo a su hermano menor, el omega era la cosa más tiernita de todo el castillo.

-Tranquilo Kazou-La Alfa dio un paso adelante y abrazo a su hermano, el joven se sintió mucho más calmado con la cercanía familiar y se permitió relajarse-Tu Destinado está del otro lado de esa puerta y...-Tomo entre sus manos el rostro del pequeño-Lo amaras en el primer momento en que te llegue su olor y después todo será perfecto ¿Cierto, tesoro?

Yukiko le dio una mirada a Satoshi y este se sonrojo mientras asentía, era muy tierno ver a esos dos.

-Vamos, haz a madre sentirse orgulloso-Se acerco a la puerta y la abrió, todos los presentes enfocaron la vista en ellos y Kazou sintió su corazón en la garganta, Yukiko tomo la mano de su amado y tierno buhito y avanzaron hacia la pista de baile. El Omega cerró los ojos y dejo escapar un suspiro. Era su baile, debía disfrutarlo.

Abrió los ojos y sonrió suavemente, lo disfrutaría.

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No fue una sorpresa para Genos ver llegar a Atomic y Lairon, pero para Saitama sí.

-¿Qué hace ese mono sarnoso aquí?-Mascullo entre dientes el dragón y Genos suspiro preparándose para otra conversación sin sentido.

-Yo los invite-

-¿Por qué?-

-En el último baile acepte que no vinieran porque tú quisiste pero ahora yo quise que vinieran-

-Sabes que detesto a Atomic-

-Sí pero Lairon y sus hijos no tienen nada que ver-El calvo quiso replicar nuevamente pero fue detenido antes por sus nuevos invitados, según sabia, el gorila descerebrado había tenido otro hijo aparte de los dos que él ya conocía pero solo podía ver a uno y por su olor era Omega.

Los 5 se inclinaron con respeto, los Alfas más por obligación que por cualquier otra cosa y luego Lairon y Genos compartieron un abrazo, tenian años sin verse por la tonta antipatía que había entre sus esposos pero harían de cuenta que en ese baile todos se agradaban.

Hajime fue presentado formalmente antes los Reyes de Oriente, después de todo, Genos y Saitama lo habían visto nacer pero no crecer, al Omega le pareció que su padre estuvo mintiéndole bastante con respecto a la Legenda viviente, según su padre, el rey Saitama era un bastardo ególatra y sarcástico que gozaba de molestar pero cuando el calvo beso el dorso de su mano como lo haría un caballero le pareció que era un Cambiaformas agradable.

El Consorte Genos era tan bueno y amable como le había dicho su madre y el olor que desprendía era uno muy aplacador, estaba seguro que si se quedaba al lado de la Reina caería dormido como un bebe. Le pareció gracioso que su padre y el Rey estrecharan manos con tanta brusquedad y no se le escapo como los Omegas mayores dejaban rodar los ojos. Parecía que ese comportamiento era normal.

-Creí que Kuro también vendría-Genos no pudo evitar preguntar y sentirse decepcionado de no ver al primogénito de su amigo.

-Si vino, estaba detrás de nosotros...-Lairon busco el cabello negro moteado de amarillo de su hijo pero no lo consiguió, se encogió de hombros y siguió la plática-¿Y el príncipe Kazou?

-Ya pronto aparecerá, estaba muy nervioso.

-¿Cuántos hijos tuviste?

-Ocho-Contesto con una gran sonrisa y Lairon abrió los ojos sorprendido.

-¿Ocho? Yo tuve tres, Youko se quedo en Fukuoka, se aburriría si lo trajera, aun es muy pequeño.

A Hajime la conversación no le llamaba tanto la atención, si le sorprendía la cantidad de niños que tuvo el consorte pero no era para tanto, quiso irse a la mesa de degustación pero la mano de su padre lo detuvo.

-Si alguien te molesta...-

-Ya no soy un niño papa, puedo cuidarme-Atomic frunció el ceño y el Omega soltó un suspiro-Te llamare enseguida si alguien me molesta ¿Feliz?-El Gorila soltó su mano y dejo ir a su cría, a él no le importaba que tuviese 28 años, era una de sus hermosas crías Omegas, siempre serian sus bebitos.

El rubio se movió entre los Alfas y pudo notar como llamaba la atención de algunos pero no eran muchos, supuso que era por su figura un poco rellena, hacia mucho que había dejado de tener dietas estrictas, después de todo, estaba seguro que no encontraría a su Destinado ¿Para qué mantenerse en forma sino tenía a nadie por quien verse bien? Y sí ni siquiera había alguien creado específicamente para él mucho menos otro lo querría, nadie lo amaría tal cual era.

Y su edad era otro punto que lo hacía deprimirse, dependiendo de la raza los Omegas tenían una esperanza de vida y como tal también tenían una época en donde tener hijos no era tan difícil. La esperanza de vida de un Gato como él era de 150 años y su esperanza de fertilidad era hasta los 70 años.

Él era un omega rellenito de casi 30 años tan virgen como en el día que nació, sus posibilidades eran pocas.

Llego hasta la mesa y tomo varios bocados mientras enfocaba la vista en los bailarines al centro del salón, habían varios aromas fuertes y otros más sutiles y tranquilos. Subió la vista cuando noto como abrían una puerta doble y por ella entraba una Alfa con un Beta y dejaban a la vista a un Omega, que supuso seria Kazou, para que entrara lentamente.

El chico era muy bello, casi idéntico a su madre y se sorprendió bastante cuando vio como casi todos los Alfas se le acercaban a hablarle, varias esencias fuertes y amenazantes tomaron lugar en el salón y eso hizo que los impetuosos que se acercaron al príncipe fueran disminuyendo paulatinamente.

-Imbéciles-Una persona a su lado susurro de forma baja, lo miro por el rabillo del ojo y noto que era un Alfa, uno leopardo, con el cabello negro y ojos cafés, seguramente era hermano mayor del Omega, se pregunto por un momento si Kuro se ponía así de celoso cuando el tenia pretendientes-Disculpa-El Alfa lo llamo-Tu olor me parece conocido ¿Nos conocemos?

-Supongo que sí, nací aquí hace mucho-El muchacho sonrió y lo observo con aun mas curiosidad-Soy hijo del Emperador de Fukuoka.

-Eres Hajime ¿Cierto?-No le dio tiempo de contestar ya que estaba agitando su mano-Yo soy Takeo, seguro te olí cuando éramos unos bebes

-¿Y aun recuerdas mi olor?

-Me enorgullezco de tener buena memoria-

-¿Con quién hablas hermanito?-Dos Alfas rubias vestidas de cuero negro se acercaron a ellos y sus instintos de Omega le obligaron a bajar la cabeza, esas dos olían muy fuerte y su presencia era tan abrumadora como la de Saitama-¿Quién es?

-Es Hajime, el hijo de Atomic ¿Lo recuerdan? Ustedes tenían como dos o tres años cuando él nació.

-¡Oh cierto!-La otra rubia tomo la palabra-Tu hermano es unos meses mayor que nosotras-Observo alrededor buscando a alguien-¿Esta aquí?

-Si, Kuro vino con nosotros pero no sé en donde esta-

Fue la primera vez que el Omega se sintió tan a gusto en compañía de tres Alfas, comenzaron a bromear entre los tres burlándose de cómo su Padre Saitama calcinaba con la vista a todos los Alfas que se le acercaban a Kazou y de a ratos molestaba a Atomic llamándolo mocoso sarnoso. El rubio Omega soltó una risita y se dijo que quizás no fue tan malo venir al baile.

.

.

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Kazou no podía mentir y decir que una parte de él no disfrutaba de toda la atención que recibía, no podía salir de la pista de baile porque de inmediato ya tenía a otro u otra Alfa pidiéndole que le concediera la pieza, era bastante entretenido todo pero no captaba un olor que hiciera que sus piernas se volvieran gelatina.

Trataba de mantener su mente concentrada en la danza para así no desviarse con el pequeño gusanillo que le susurraba con malicia que su Destinado no estaba ahí, que no lo encontraría, que al final de la noche seguiría solo.

Observo a su alrededor en el salón y le pareció que ya había conocido a todos. Un enorme vacío se formo en su pecho.

Respiro hondo y termino otra de las piezas, ya le dolían los pies así que con amabilidad pidió un receso al próximo chico que quería invitarlo a bailar, fue por una copa y se sintió observado, tan horrorosamente observado, necesitaba serenarse porque si su padre llegaba a darse cuenta de que los Alfas lo estaban sofocando suspendería el baile y él no quería perder ninguna oportunidad de poder encontrar a su pareja. Un chico de cabello plateado se le fue acercando y Kazou fue lo suficientemente discreto como para encaminarse a otro lugar y así el chico dejara su insistencia.

El chico juraba que sentía que Kazou era su destinado, que podía olerlo pero el príncipe no captaba nada, era demasiado obvio que le estaba mintiendo. Podía ser cierto lo que decían sus hermanos de que era un soñador pero no era ingenuo, no se dejaría llevar porque alguno de esos chicos dijeran que eran su Destinado, que podían olerlo, que debían casarse. No.

Kazou se casaría con quien el sintiera que era verdaderamente su Destinado. Se fue hacia el balcón y una vez allí soltó una risita, recordaba la historia que le contaba su madre del día de su baile cuando su padre lo rescato del secuestro, sin querer camino hacia el mismo balcón pero se quedo un poco lejos de la baranda, no quería sufrir él también un secuestro. Su padre enloquecería.

Una ventisca lo golpeo con los arboles meciéndose y entonces inhalo un aroma...

Un aroma que hizo a sus piernas temblar.

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Kenji estaba consciente de que era un grano en el trasero cuando estaba de mal humor, pero no era algo que él pudiera controlar, su lado animal era bastante explosivo así que los demás tuvieron que aprender a acoplarse con su manera de ser. Suspiro por decima vez viéndose en el espejo, no quería ir al baile pero si asistía y su madre lo veía mal vestido o peor, su abuela lo veía mal vestido lo dejarían durmiendo en el jardín y lo obligarían a hacer guardias nocturnas por meses enteros.

Le molestaba bastante la leyenda de los Destinados, la aborrecía en realidad. Antes no era así. Antes, cuando era un mocoso como de 10 años estaba hasta mas obsesionado con el tema que el mismo Kazou pero claro, el fue mucho más discreto, le daba vergüenza que vieran que el único hijo Alfa Dragón Macho del Rey de Oriente creía en cuentos para dormir y suspiraba como nena pensando en su amado.

Los Alfas no tenían bailes a los 18 años como los Omegas, ellos se limitaban a asistir a las celebraciones cuando alcanzaban la mayoría de edad, sabía que era estúpido creer que porque aun no había encontrado a su destinado nunca lo haría, sabía que era estúpido estar frustrado por solo tener dos años buscando.

Era estúpido porque su padre espero dos mil ochocientos veintitrés años, sus hermanas Emi y Tsuki llevaban veintinueve y Takeo veintiocho. Sabía que era idiota que él con solo veinte años ya se diera por olvidado y fuera del radar del amor pero es que...

Algo dentro de él, algo, le decía que su Omega (o quizás Beta, considerando la suerte extraña de Yukiko) ya no esperaba por él, que ya se había resignado a quedarse solo, que ya no lo aceptaría.

Eso lo deprimía, pensar, tener la sensación de que esa persona que estaba hecha para ti no te aceptaría lo destrozaba. Moriría de dolor si su pareja no lo quería porque él estaba seguro que cuando lo conociera caería rendido a sus pies.

Cuando era cachorro estaba loco por encontrar a su pareja, quería saber lo que sentían sus padres, muchas veces, siempre en realidad, estuvo celoso del amor que tenía su madre por su padre, de su incondicionalidad, del brillo en sus ojos, del hecho de que cada beso que se dieran parecía que era el primero y último, esos celos fueron los que lo llevaron a ser tan mal hijo con su padre, le molestaba que tuviese toda la devoción de su madre. Estaba celoso.

Pero debía superarlo y fue su padre el que lo obligo a salir de su burbuja, después de todo su madre era el Omega de su padre, no suyo, era su madre, no podía acapararlo. Subió ambas cejas con ironía recordando la forma animal de su padre, el miedo que sintió por ser devorado o quemado. Recordó lo grande que su padre tiene los cuernos en la cabeza.

-¿A qué edad le salieron los cuernos, padre?-Había pasado dos meses desde que lo habían reprendido y el joven Dragón ya no se refería a su padre como "anciano" o "viejo" había aprendido a ser mucho más respetuoso.

Creyó que ya su forma de dragón estaba completamente desarrollada pero al verse con detalle noto que ni siquiera había un ligero atisbo de que le saldrían cuernos. Los de Saitama eran inmensos y deseaba que crecieran pronto.

-Mis cuernos...-El calvo proceso la pregunta y se obligo a recordar aquel acontecimiento hace casi tres milenios-Creo que comenzaron a salir cuando tenía doscientos años-

-¡¿Doscientos?!-Grito escandalizado, no podía ser que aun le faltara tanto para que comenzaran a crecer, su padre suspiro al verlo y decidió que sería amable con el shock de su hijo.

-Tienes que entender que nuestra raza está hecha para vivir por muchos años, hasta siglos, así que nuestro organismo se toma su tiempo para desarrollarse, ten paciencia, aun eres un bebe dragón Kenji-Le revolvió el cabello castaño al chico y camino perdiéndose entre el jardín.

Sonrió con esa frase en la mente "Aun eres un bebe dragón, Kenji" respiro hondo y se dijo así mismo que debía tener más paciencia, mas paciencia, no debía dejarse vencer tan fácil, su padre no se había rendido, sus hermanos tampoco y definitivamente el tampoco se rendiría, encontraría a su amado, aun cuando estuviese en el lecho de su muerte siglos en el futuro.

Salió al salón y le pareció extraño que no se oyera la música pero definitivamente si podía escuchar gruñidos y captar olores amenazante, se aproximo aun mas rápido y abrió con silencio una de las ventanas que daban al salón. Sus ojos se salieron de sus cuencas y comenzó a desprender feromonas amenazantes con lo que vio. Ahí

¡Ahí! Estaba la maldita serpiente rastrera de la que sus padres le habían hablado, estaba en su territorio y lo peor, estaba amenazando con un cuchillo el cuello de su madre, busco a su padre en el salón y lo vio con ojos rojos y asfixiando con feromonas a las personas que estaban cerca de él. Saitama dio un paso hacia adelante y la serpiente peli-azul corto un poco del cuello de su madre.

-No te acerques-Todos sus hermanos estaban igual de coléricos y noto como Kazou se mantenía detrás de un Alfa que lo protegía. Vio a su madre y pudo ver que estaba calmado, seguramente se mantenía así con mucho esfuerzo. Sí su Madre comenzaba a llorar o a mostrar su miedo su padre perdería los estribos, nada podría detenerlo de aniquilar a todos.

Kenji supo que debía hacer algo, se movió sigiloso, mientras escuchaba hablar con voz ronca a su padre.

-¿Tuviste hijos, Mask? Yo tuve ocho-Podía notar como su padre se iba relajando cada vez mas y supo que su progenitor sabia que él se encargaría de la situación, se sintió importante puesto que le estaba confiando la delicada tarea de eliminar la amenaza hacia su madre pero eso no impedía que sus ganas de descuartizar pedazo a pedazo a esa serpiente se aplacaran.

-No me importa cuántos hijos tuviste con tu zorra, Saitama-Respiro hondo ¡Oh! Como disfrutaría de matarlo-Mi vida se acabo desde que me cortaste la mano, perdí credibilidad y muchas alianzas.

-No debiste meterme con mi Omega-

-¡Tu no debiste involucrarte en mis asuntos! Investigue y ya que la única forma de matarte es matando a Genos pues... disfruta el espectáculo mientras puedas-La serpiente estaba esperando que el calvo reaccionara, que suplicara, cuando alzo el cuchillo para clavarlo en el pecho del rubio pero el Rey solo metió las manos en sus bolsillos y se mantuvo quieto-¿No intentaras algo?-Rio viendo al rubio tratando de asustarlo-¿Lo ves? No le importas a tu Alfa-Susurro con malicia en el oído de la Reina madre pero este se mantuvo imperturbable-¡Nunca le importaste!-Grito viendo fijamente a Saitama y este soltó un bufido por el comentario.

-No hay nada que me importe más en esta vida que mi Omega, Mask. Recuérdalo-Hizo una pausa y Kenji supo que era momento de actuar-Pero para tu mala suerte no solo a mi me importa Genos.

En el momento que Mask iba a replicar sintió con dolor como parecía que lo estaban atravesando, bajo la mirada y sintió su ropa llenándose de sangre por la mano convertida en garra que le había traspasado el estomago, tosió escupiendo sangre y soltando a Genos quien de inmediato llego a los brazos de su Esposo sintiéndose seguro. La sonrisa en Saitama creció al ver lo que hacía su hijo.

-Debiste tener hijos Mask, nunca dejan de hacerte sentir orgulloso-El Cambiaformas serpiente cayó de rodillas y subió la vista buscando a su atacante, los ojos rojizos de Kenji lo observaban como un cazador a su presa-El es Kenji, no es el mayor pero sin duda fue el más apegado a su madre-El joven Dragón transformo ambas manos en garras y Saitama abrazo a Genos con más fuerza, nunca debió tocar a su esposo, nunca-Mátalo Kenji

Al instante la cabeza de Amai salió volando, su cuerpo se desplomo contra los azulejos del suelo y comenzó a destilar un río de sangre. Pero los invitados no se pudieron relajar, Kenji aun tenia los hombros tensos y seguía destilando feromonas ácidas, el chico seguía sumido en rabia. Genos quiso acercarse a su hijo pero Saitama se lo impidió, él sabía lo peligroso que podía ser acercarse cuando un Dragón estaba fuera de sí, el mismo lastimo por accidente al tatarabuelo de Mumen en un arranque de molestia.

Y todos los presentes aguantaron la respiración cuando Hajime, lentamente, muy lentamente se fue acercando al muchacho, había algo en los ojos del Omega que dejaban ver lo que pasaba y cuando su mano toco el hombro de Kenji y este se movió para atacar, todo se detuvo en la mente de Kenji, estaba petrificado, como si algo lo tuviese embelesado, viendo fijo al Omega, su cuerpo se relajo de inmediato y sus garras desaparecieron.

Jamás podría levantar una mano ante tanta perfección.

El dragón cayó de rodillas al suelo y cuando sus ojos volvieron a ser cafés sonrió sin poder creer que ese Omega oliera a los lirios que siempre amo desde que era un niño, Hajime también se arrodillo y subió las manos para acunar el rostro del Dragón, el primer contacto se efectuó y de inmediato supieron que eran destinados. Kenji atrapo a Hajime entre sus brazos y cerró los ojos sintiéndose completo, el calor, el aroma, la presencia, todo en ese hermoso hombre lo tenía fascinado, por primera vez en su vida se sintió completo.

-Si esto es lo que siente mi padre cada vez que sostiene a mi madre ya entiendo porque nunca lo quiere soltar-Se separaron y Hajime totalmente encantado y motivado subió el cuello dejándolo a la vista del Alfa con la clara intención de querer ser marcado por él pero entonces una presencia se aproximo y Kenji al instante coloco a Hajime detrás de él para protegerlo.

-Suelta a mi hijo-Atomic no quería aceptarlo, sabía que le quitarían a su cría, pero no quería que fuera tan rápido.

-Son Destinados mocoso, no los molestes-Saitama debía intervenir, sabía que algo podía salir muy mal sino ponían al gorila en su lugar.

-Aparta a tu lagartija de mí hijo, Saitama-Hajime se aferro a la camisa de su Alfa maravillándose con poder sentir unos hombros tan anchos y su olor a canela pero no debía dejarse llevar, debía hacer algo para que su obtuso padre no lo apartara de su recién encontrado amor pero Kenji le tomo la delantera. El castaño se arrodillo y desde su posición alzo el mentón con todo el orgullo que tenia.

-Emperador, le pido cordialmente que me conceda la mano en matrimonio de mi Destinado-Tsuki y Emi saltaron de emoción empujándose la una a la otra sin poder creerlo y Takeo no podía dejar ir la sonrisa de incredulidad, burla y felicidad que tenía en su cara. Su amargado hermano menor estaba llevando a cabo uno de los rituales más viejos y obsoletos de la historia.

Pedir la mano en matrimonio era algo que ya no se hacía, en los bailes era el Omega el que tenía el control de todo, el diría ante todos a quien elegía, a cuál de los presentes había elegido, sin consultar a nadie, era su pleno y total derecho como Omega. Pedir la mano de un Omega a su padre era un callejón sin salida, el Alfa padre jamás cedía y las uniones no podían llevarse a cabo pero había que destacar que no existía otra prueba de respeto hacia la opinión del padre más grande que esa.

Toda la decisión caía en Atomic y si el decidía que no quería que su hijo estuviese con Kenji así seria, aunque fuesen Destinados no podrían estar juntos.

Hajime se llevo las manos al rostro y aguanto las ganas de llorar, nunca creyó que encontraría su Destinado, nunca creyó que alguien lo aceptaría, que a alguien se le iluminarían los ojos al verlo, que alguien lo abrazaría con tanta fuerza y ahora estaba allí, hincado, pidiendo su mano, haciendo algo tan arriesgado y lo que más calaba en su corazón era que lo hiciera al instante de conocerse, ni siquiera habían intercambiado nombres y ya ese Dragón pedía permiso para enlazarse con él.

Un cálido sentimiento se instalo en su pecho y no pudo evitar llorar de la emoción, después de tantos años de pensar que nunca encontraría a nadie el destino le daba a un guapo y joven hombre como pareja. Se arrodillo junto con el castaño y lo abrazo siendo recibido enseguida por el Alfa, observo a su padre y pidió a todos los dioses que lo ayudaran.

Quería estar con él y moriría de tristeza si su padre se negaba.

Cuando la pedida de mano se efectuaba no había vuelta atrás, todo quedaba en manos del padre, era una tradición tan vieja como la misma leyenda de los Destinados. Atomic frunció el ceño y vio como su hijo se aferraba a los hombros del castaño, sintió la cercanía de Lairon y fue Hajime el que le dio el golpe de gracia.

-Por favor pa-papa... Es mi Destinado-Beso los labios de Kenji y este juro que jamás había sentido que le robaban el alma en un beso-Por favor, no-no me niegues ser fe-feliz.

Había escuchado suficiente. Atomic suspiro y vio fijo al pretendiente

-Bien...-Hajime sonrió y estuvo a punto de volver a besar a Kenji cuando Atomic volvió a hablar-Pero el cortejo durara 5 meses.

-¡¿Qué?!-

Los dos chicos se quejaron pero ya no había vuelta atrás, era eso o nada, aceptaron a pesar de todo y se apartaron de Atomic para poder charlar.

-¿Cuál es tu nombre?-Kenji no podía apartar la vista de ese rubio y su corazón zumbó como un tambor cuando vio que las mejillas del Omega se teñían de rojo. Era todo un primor.

-Ha-Hajime-Hizo una pausa y observo a su prometido a los ojos-Y usted es el príncipe Kenji-sama ¿Verdad?

-Solo Kenji-Hubo una pausa y el Alfa no pudo evitar tomar las manos de Hajime, le hormigueaban, sentía que necesitaba tocarlo-¿Me concederías esta pieza Hajime?-El Omega juraría que renació en ese instante con todas sus emociones teniendo una revolución dentro de él. La sonrisa y ojos brillosos de ese hombre lo enamoraban. Asintió sintiéndose querido.

Hajime levanto la mano para que Kenji la tomara pero antes de eso el chico la llevo a sus labios y dejo un beso que casi provoca un infarto en su Omega. No había duda, sería el hombre más feliz en el mundo a partir de ese momento.

Saitama sonrió feliz viendo danzar a su hijo con su amor recién descubierto y también estaba orgulloso que se hubiese mostrado tan respetuoso aunque el sarnoso de Atomic no merecía tanto respeto a su parecer, cuando el espectáculo del primer baile de una pareja Alfa-Omega fue calmándose se acerco a Atomic para molestarlo, desde su posición pudo escuchar a Genos y a Lairon.

-Seremos familia-Ambos Omegas estaban felices de unir sus casas y tal parecía que él tendría que aprender a tolerar al gorila sarnoso.

-¿Qué se siente saber que mi hijo es el Alfa de tu hijo? ¿Eh?-El Emperador volteo a verlo con rabia en su mirada y cuando iban a comenzar a discutir una persona se posiciono al centro del salón llamando la atención de todos.

El mundo de Saitama se detuvo cuando vio que era Kazou.

-Oh no, esto no puede estar pasando-Saitama mascullo entre dientes negándose a creer lo que veía.

-Muchas gracias por haber asistido a mi cumpleaños y quiero darle mis felicitaciones más sinceras a mi hermano Ken-nii por haber encontrado a su Omega... yo también quiero compartir algo importante-Hizo una pausa y aspiro para llenar su pecho y proclamar su decisión-He elegido a mi Alfa-Saitama no sabía si llorar o lanzarse por el balcón y abrió los ojos con horror al ver al chico estirar su mano y llamar en silencio a alguien, cuando vio que era el hijo de Atomic casi vomita su estomago-Elijo a mi Destinado Kuro-sama-Tomo la mano del Alfa y se sonrieron antes de ver al público-Como mi futuro esposo y padre de mis hijos.

Saitama dejo salir un quejido lastimero ligado con rabia y deseos de estrangular a Kuro.

-Ese gorila sarnoso no-Miles de ladrillos le cayeron encima al ver como su hijo comenzaba a besar al otro gorila sarnoso y un tic apareció en su ojo cuando vio lo cariñosos que se estaban poniendo. Esta era la peor pesadilla que había tenido en todo su jodida vida-Calcinare a ese saco de pulgas.

Genos se puso a un lado de su Alfa y Lairon hizo lo mismo, ambos Omegas sabían que sus esposos estaban pasando por una crisis existencial. Ambos rubios estaban contentos, si antes unirían sus casas ahora era definitivo que serian una gran familia.

Saitama suspiro y apretó los puños con rabia, si ese gorila de pacotilla lastimaba a su bebe, él lo haría sufrir.

Y cuando por fin estaba comenzando a aceptar la idea de lo que pasaría sintió el brazo de Atomic en sus hombros.

-¿Y... que se siente saber que mi hijo es el Alfa de tu hijo?-El calvo apretó los dientes con fuerza.

-No tientes tu suerte, mocoso-

FIN

 

Notas finales:

Y ya, al fin termino. Me rei mucho con todo lo que escribi. Espero que les haya gustado. Moa la pareja que hie con KenjixHajime, son hermosos. Muchas gracias de nuevo por haber leido la historia.

Att MAGG1827


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