Recorría cada infinito pasillo, reparaba las sucias y mohosas paredes. Tan asqueroso, respiro profundo pero tan pronto lo hice comencé a estornudar, nauseabunda, sucia. Sería una mansión preciosa si por lo menos sus ventanas no estuvieran cubiertas por unas asquerosas cortinas.
-Amo Eren…- digo suavemente con mi rostro apacible -¿Cuál es la posibilidad de que empiece mis labores de manera inmediata?- lame bolas, ese debería de ser mi apodo.
- Cuando quieras, pero como lo habíamos acordado en un principio tendrás que usar un uniforme.- de nuevo esbozando esa patética sonrisa.
-Por supuesto – miro normalmente el pequeño vestidito negro, con bordados blancos
- Si quieres el puesto tendrás que usar esto por todo un mes, sino…-
Lo interrumpo fugazmente –No interesa mientras sea cómodo, si estorba con mi labores no dudare en modificarlo- mis manos se extienden para recibir el vestido, pero nada llega a ellos miro fríamente al amo de la casa.
- Jajaj era una broma no creerás que quiero ver a un pobre con ropa de chica, el uniforme está en el otro cuarto, por favor siéntete cómodo de usarlo como desees. Estaré en una reunión importante, llego al terminar tu turno. Así puedes volver a tu casa y descansar –
Miro incrédulo el vestido, tomo mi posición habitual. Miro con enojo sus ojos pero al mismo tiempo con suplica – Si no es molestia alguna, ¿podría quedarme en una de las habitaciones del sótano? - sus ojos me miran de abajo a arriba.
- Si quieres. Te lo encargo – escucho sus pasos alejarse para por fin abrir la enorme puerta, escucho otras voces y luego nada.
“Por fin solo”, chasqueo mi lengua y comienzo mis labores.
La limpieza es algo que debe ser completamente amado, son técnicas que no cualquiera podría aguantar, desde hacer maromas para limpiar las ventanas, saber la cantidad exacta para barrer y trapear el suelo. Recoger el desorden y etiquetarlo con nombres. Levantar las telas y ponerlas seguras de cualquier tipo de roedores. ¿Debería sentirme tan a gusto? Pero es inevitable querer tener el deseo de partirle la estúpida cara al imbécil de Eren, ¿cómo no? Roñoso, patético, estúpido, idiota, tantos adjetivos para ese cabeza hueca.
Peor aún saber que hago esto, para solo saber quién lo hizo. ¿Quién demonios sería capaz de lastimar a los Ackerman? No importa si debo volverme prostituta hare de todo.
Miro un enorme reloj en la pared- 6pm- se supone mi turno terminaría a esta hora, y ya termine de asear la casa, es hora del empleo de segundo tiempo.
Salgo lentamente de la mansión, miro a todas partes, no quiero que nadie me este siguiendo. Camino unos metros y por fin me encuentro con la calle más asquerosa y repugnante de todo el asqueroso mundo. Me coló a un burdel, me dirijo a la parte trasera y me pongo mi atuendo de trabajo, un venda en mis ojos y una extravagante peluca color cenizo.
Por Eren.
Otro día de negocios, como desearía ir a mi casa. La verdad es que ese Levi me da cierto sentimiento de curiosidad.
-Eren mira, el espectáculo empezó- miro con duda el escenario una bella mano blanca sale a través del telón, seguido una larga pierna blanca. No puedo evitar abrir mi boca, un fuerte sonido a vidrio roto me hace mirar hacia un lado. Lo que ven mis ojos es completamente increíble, todos y cada uno de los hombres del lugar están embrujados por las hermosas y perfectas piernas de esa mujer.
-Es increíble, solo tiene dos noches de haber trabajado aquí.- escucho el impresionante testimonio de una camarera. Vuelvo mi mirada hacia el escenario, todos comienzan a gritar un nombre.
-¡Videl, videl! –
Se asoma una cara, tiene parte del rostro tapado, solo puedo ver una enorme y bella sonrisa. Quiero ver sus ojos, pero la venda en esta no me lo permite, su bello cabello cenizo se balancea de lado a lado. El encantador movimiento de sus caderas y sin hablar de su espectacular y bien formado abdomen.
- Es hermosa….- veo como la joven me sonríe, siento que es a mí. Me pierdo en cada movimiento. Se acerca seductoramente a nuestra mesa, me besuquea el cuello. Todos me envidian.
La chica se aleja de mí, se acerca a Marco, y le hace lo mismo, el solo agita la cabeza y comienzan a cotillear.
- ¡Videl! – grita una chica desde el escenario, las luces se apagan y cuando quiero volverla a ver me encuentro con la sorpresa que ya es otra chica la que baila en escena.
Luego de unas copas más, y otro trato cerrado, camino pesadamente a mi mansión.
- ¡Levi he llegado! – no hay respuesta alguna – ¿levi? –
- Amo, disculpe no haberle contestado terminaba de arreglar unas cosas, me miro fríamente como lo había hecho desde esta mañana, es completamente diferente al Levi de unos días, ese tipo que parecía un vagabundo, pero que tenía esa llama de vida encendida en sus ojos ¿qué rayos le pasaba?
- No hay problema, iré a descansar – me mira fríamente, siento miedo
- Descanse amo Eren – mi corazón late fuertemente, todo transcurre en cámara lenta. Su cabeza se inclina un poco, sonriéndome. Tan seductor – estaré en mi habitación – cuando intente memorizar cada facción solo logre toparme con la fría expresión de duda en su rostro. ¿Qué había pasado? ¿Fue mi imaginación?