Cansado, no tengo más palabras para describir mi vida, tan monótono todo… todos… tan iguales.
Hoy nuevamente me reto la directora, dice que mi cabello no es adecuado para un instituto, obviamente me echo ya harta de mi comportamiento “inadecuado” ¡Por favor! Solo quiero tener mi cabello distinto al de los demás ¡¿es tanto pedir?!
A cierto, se me iba. Soy Arón Zaia y realmente no puedo decir mucho de mí, vengo de un orfanato, si algo cliché ¿no? Pero que voy a ser yo, la autora es muy imaginativa para estas cosas, en fin, podríamos decir que las encargadas de este opaco orfanato no son realmente amables, pero quien las culpa teniendo que cuidar tantos niños pequeños la paciencia se va rápido.
Las monjas parecen molestas, si volví a teñir mi cabello, no me gusta de color café, me gusta rosa, pero eso a ellas le molesta, pero no importa cuántas veces me digan que me lo vuelva a teñir no lo hare ¡es mi puto pelo! Y hago con él lo que se me dé la gana.
También mis ropas, algo es extraño, a pesar de que somos libres de vestir como queramos siempre escogen las ropas oscuras, como si no hubiera colores en esta vida, no me gusta, no me gustan en nada, con el tiempo el logrado tener ropas coloridas a mi gusto, muchas de estas vistosas, pero las monjas insisten en que no salga con ellas a la calle, solo atraeré problemas.
De mala gana acato sus ridículas reglas tan opacas, visto siempre una camisa, un chaleco negro y unos pantalones grises con zapatos negros. Algo que en verdad no me gusta usar, de entre la multitud siempre resalto, mi cabello, el me da una identidad propia al igual que mis ojos ¡resalto en algo! No tengo las mejores notas, pero estando tan oprimido ¿Quién las tendría? Me gusta dibujar, es relajante el expresarme con unos simples trazos, el poder llenarlos de colores me llena de emoción, es gratificante.
Salí más temprano de lo usual, son cerca de las seis y media de la mañana, es increíble lo vacía que están las calles… o casi, puedo ver como muchos adultos van con los ojos cansados y los hombros caídos asía sus trabajos ¿Por qué no sonríen? ¿Tan dura es la vida de adulto? No quiero ser adulto, solo tengo trece años y la gente me señala por ser quien soy, por disfrutar de mi vida, la gente me ve cada vez que paso a su lado ¡¿Qué les importa lo que haga con mi vida?! ¡Es mía, dejen de meterse en ella jodidos adultos, ustedes dejaron de lado todo para vivir como estúpidos zombis!
Bufe molesto, sujete la tira de la mochila mientras espero aquel bus que se supone me debería llevar a mi instituto, siempre llego tarde así que levantarme temprano una vez al año no es tan malo.
Mire a los lados, el auto bus no llegaba aun, veía el cielo esperanzado ce ver aquel color que se dice es hermoso, un bello celeste, oh un anaranjado hasta tal vez rosáceo ¿o era salmón? Pero esto era solo gris, un aburrido gris que me está molestando.
Bajo la cabeza, todo igual, todos iguales, ser un adulto es aburrido.
-Hum… aburrido… -murmure al aire, nadie me escucho como espere… creí…
-Ni que lo digas niño –dijo alguien a mi lado, levante la vista ¿joder alguien me hablo? Quede sorprendido, tenía el cabello increíblemente blanco ¡¿Blanco?! No es castaño, no es negro, no es rubio ¡Es blanco! Sus ojos son avellana ¡más claros que los otros adultos!
Me quede sonriendo como un idiota, su autobús llego y yo lo vi alejarse, irse de mi lado, no quiero que esta sea la última vez que nos veamos ¡no me rendiré como los otros idiotas! ¡No me conformare con una emoción que solo dure un rato! Lo encontrare, y estaremos juntos como en los libros que leen las niñas.
Hasta ahora, a finales de mi año escolar eh descubierto donde vive ¡Sí! Es un complejo departamental cerca del orfanato, siento como un logro se desbloquea en mi vida. Descubrí que no es muy vigilado, el conserje solo duerme en una cabina y no presta atención a los otros ¡puedo entrar como se me dé la gana! Espere hasta que llegara, llega a casa muy tarde y cansado, su bella piel ligeramente morena que solo contrasta con su cabello y convino con sus ojos está resplandeciendo ante la tenue luz que ilumina los pasillos. Lo veo detenerse un una puerta después de subir hasta el cuarto piso, me escondo viendo como entra a su hogar ¡Si al fin se cuál es su departamento!
No esperare más ¿me pregunto si robo mis papeles de la oficina de la directora podre venir con él? Quiero vivir con él, para siempre.
He, he, he, a estas alturas debes de creer que estoy loco, bueno ¿tal vez? Estoy loco de amor, amor por aquel hombre al que aún no descubro su nombre, bueno me las arreglare para saber su nombre.
Esta distraído, nuevamente en la parada de auto bus, con el resto de personas, ya se me es una costumbre espiarlo entre la gente ¿y si ya tiene pareja?... no importa, él y yo estaremos juntos, hu, hu. Me acerco con cuidado, estiro mi mano hasta donde creo que esta su billetera, la logro sacar ¡tengo que ser rápido! Saco el móvil con la cámara lista y le tomo una foto a su identificación, devuelvo la billetera a su lugar y me escondo entre la gente ¡Sí! ¡Sí! ¡SÍ! Tengo su nombre completo!
Zenón Ita, es un nombre extraño, al igual que yo, al igual que su aspecto ¡estamos echo el uno para el otro! Dice que tiene veintiocho años, es muy mayor para mí ¡pero qué importa! En el amor no existe la edad.
Ya llega el verano y con él las vacaciones, pero en esta estúpida ciudad no se nota, quiero salir de aquí pero… es ridículo…
Bien, esta echo, me volví a pelear con la directora, y creo que aquí nos quedamos ¿verdad? Ella insiste a que me tiñe el cabello a ese color tan aburrido, me niego nuevamente, ella está harta dijo que no volvería a pisar este instituto, que el próximo año me voy a tener que buscar otro ¿y a mí qué?
Bueno, tuve que llegar al orfanato con tal “maravillosa” noticia, que puedo decir, las monjas se emputaron pero de una forma increíblemente épica, es maravilloso ver la rabia en sus viejos y no tan viejos rostros, vamos que la hermana Ana el bastante joven ¿para que se echara a perder en un convento? Puede tener a cualquier hombre a sus pies, pero no, esta hay desperdiciando su vida alrededor de viejas locas que hablan solas.
Esa noche fue suficiente, las hermana mayor me quería cortar el cabello, vaya zorra que se hace la mosquita muerta ¡todos sabemos que se la comes al cura vieja zorra! Me logre soltar, y la mujer furiosa se hartó así que rápidamente se rindió, conmigo no podrán ¡Jamás!
En la media noche me cole a la oficina, papeles, papeles ¡Si mis papeles! Ahora solo debo llevármelos y ya, nadie me extrañara. Me gana la curiosidad, ojear algunos papeles no me vendrá mal.
Mi nombre, mi fecha de nacimiento, mis alergias, cosas comunes ¿con esto puedo buscar otro instituto? Pero… necesitare un representante… ¡Ya se! Mi amado, viviré con él ¿tal vez le moleste? Pero sé que nos enamoraremos, he, he, he.
Alguna vez me pregunte si tenía más familia, mi apellido es raro, lo sé y tal vez exista algún familiar que no conozca… mis ojos son raros, o por lo menos en esta ciudad lo son, es una gran metrópolis, pero a pesar de ser tan grande no hay muchas variedades.
Tengo todo, la poca ropa que me gusta “la ropa normal” que me podría funcionar en algún momento, los papeles y los pocos ahorros que no me gaste en dulces. Me visto con la ropa más cómoda que tengo, aunque creo que a la gente no le agrada mucho, dicen que es muy colorida pero ¿Qué importa? Ese es el chiste.
Llego a su departamento, increíblemente aun no llega, bueno me sentare a esperarlo, la cerámica de color blanco se extiende por todo el pasillo, estoy seguro que si corriera por él me resbalaría. Espere y espere ¿le abra pasado algo a mi amado? ¿Si vivimos juntos en que nos convierte? Tal vez una pareja, ¡un matrimonio! Si eso ¡Un matrimonio, seremos un par de esposos! Yo seré la amable y amorosa esposa y él era mi galante marido al que espero a que llegue a casa! Con la cena lista, y luego en la noche nosotros… he, he, he soy la esposa y como esposa lo voy a satisfacer en TODOS los bellos sentidos de la palabra.
Oh, me está entrando sueño, bueno una siestecita.
-Disculpa, enserio ¿puedes correrte? Quiero entrar a mi departamento –escucho que me hablan, comienzo a despertar y ver a quien está frente a mí, mi bello peli blanco.
-¿Eres Zenón? –le pregunto viéndolo fascinado, de más cerca es mucho más atractivo.
-¿Eh? Si… ¿Por qué me preguntas? –su cara muestra confusión, se ve adorable.
-Te eh estado buscando –me levanto y me pongo frente a él.
-y se puede saber ¿Por qué un niño me busca? –baja la mirada para verme a la cara, soy muy bajo, pero que importa eso puede ser beneficioso en el dormitorio, hu, hu, hu.
-Soy tu protegido, desde ahora viviré contigo –dije lleno de decisión, es lo primero que se me ocurrió, mira que llegar de repente y soltarse ser su esposa.
Estuvimos un largo rato discutiendo, yo quiero entrar, mi amado parece reacio a es, pero no voy a desistir, al fin acepta. Entramos, no es un lugar muy grande, tampoco que este muy lleno ¡pero no importa! Es como un departamento de recién casados, no hay mucho, pero entre los dos podremos formar un lindo hogar ente ambos.
Parece pensativo, está muy serio, su bello rostro se quedara marcado con aquellas marcas.
-¿Por qué estás tan callado? –dije para romper el incómodo silencio.
-Estoy pensando…
-¿En qué?
-en que mierda me metí para que estés decidido en vivir en mi casa –por qué me escape del orfanato ¿tal vez? Aunque ni loco se lo digo.
-Soy tu protegi –
-¡Sí que ya lo sé! Eres mi protegido, vivirás en mi casa –Que dulce suena esas palabras – ¿pero quién te ha dicho que voy a aceptar? –vaya, eres testarudo amor mío.
-No puedes rechazarme –claro que no puedes, estamos destinados a estar juntos ¡para siempre!
-¿Cómo que no puedo? Si se me da la gana te pateo fuera de la casa –vaya, que agresivo… pero eso… me encanta… lo adoro… estoy decidido vamos a estar juntos.
-Por qué… -me levanto, estoy seguro de mis acciones, le pido que se agache ¡es demasiado alto! Me pregunto si me levantara con sus brazos en medio del acto de amor que nos procuraremos, él se acerca a mí, está muy cerca de mi rostro, es tan hermoso, tan masculino y bello –No puedes alejarme de ti –le susurro, no aguanto tomo sus mejillas con mis manos, no abarco todo su rostro pero igualmente lo beso, carajos ¡sabe a gloria!
Se separa de mis labios de una forma brusca, que decepción, pero al menos me quedo con la alegría de sentir sus labios contra los míos.
-¡¿pero qué mierda crees que haces?! –dios ese temperamento ¡Lo adoro! Pone su brazo en su boca ¿acaso es la primera vez que lo besan? Va pero que estupidez digo, la impresión, pero que impresión eh dado.
-Soy tu protegido, soy tu amante, soy tu pareja, soy tu esposa, no puedes echarme como si nada –no pude evitar sonreír, suena tan lindo ser su pareja, aunque su cara muestra que esta, como decirlo… es una expresión digna de una fotografía, quiero conservar esa fotografía para siempre ¿pero para qué? Tenía muchas fotos en mi cuarto, es bastante despistado para ser mayor que yo, pero no importa, todas sus fotos se quedaron haya, de seguro que las monjas las pillan.
Pero no importa si pierdo las fotografías, lo tengo a él para mí y solo para mí. Porque yo soy su esposa y él es mi marido y no importa lo que la gente piense, él y yo estaremos juntos para siempre.
.://Continuara//:.