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error tras error~ por yuram-cham

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Notas del capitulo:

ok no pueden decir que no las amo y consiento.

¡8 MIL PALABRAS! osea son como 3 capitulos asi que no quiero escusas. 

por cierto el capitulo anterior fue editado solo le agrege unos detalles es opcional si quieren releero sino pueden seguir la lectura 

segun me dijo mi querida ivonne el maou o la personalidad de este se llama "ue-sama"  lo investige (por investigar me refiero a ir a google y buscarlo en imagenes cosa que funciono)

espero que les guste, sino pues ni modo xD

 

  El sol relucía asomándose en el final del horizonte, iluminando un poco el cielo azul que era cubierto por unas cuantas nubes a la distancia.

En la habitación real perteneciente al joven rey, este ya se había levantado para iniciar su rutina matutina, como las últimas mañanas, por alguna extraña razón su sueño se iba apenas el sol hacia su Aparición y esa suave cama se le hacía desagradablemente grande.

- ¿Qué diablos estoy haciendo?- se cuestiono el rey mientras miraba su reflejo en ese enorme espejo que adornaba su tocador.

Las palabras de ue-sama, su otra personalidad, se seguían repitiendo en su mente. ¿Sería capaz de atentar contra wólfram y kazuo? No, pero entonces ¿a qué se refería?

Cuando escucho decirle que el menor les pertenecía algo dentro de él se despertó, pero ¿Qué era exactamente ese sentimiento?

- ¿majestad?- sus pensamientos se vieron interrumpidos por la voz de conrad desde afuera de la estancia.

- adelante – accedió sin despegar su vista de su propia imagen.

- ¿nuevamente tuvo mala noche?- interrogo el castaño al notar las líneas negras bajo sus ojos y el rostro algo pálido.

- sí, quizás deba consultar a Gisela – comento el rey despreocupado del asunto.

- es buena idea, recuerde que su salud es prioridad – alego el mayor sonriendo como siempre lo hacía.

- ¿para quién llevas eso? – cuestiono al ver un cambio de ropa y lo que parecía ser una espada enfundada

- es para el joven murata, como llego ayer no tendrá ropa para cambiarse así que me dispongo a ir a entregársela en estos momentos- comento conrad notando como la sonrisa de Yuri desaparecía al nombrarlos.

Para el castaño era demasiado obvio que su rey estaba enamorado de su hermano menor, pero él no era quien para interferir en este asunto. El hacerlo podría tener un resultado más para mal que para bien.

- ah, haz lo que quieras- el moreno se encamino a la puerta pero antes de abrirla pareció pensarlo mejor – sabes… creo que te acompañare, después de todo kazuo es como mi invitado.

- si es lo que su majestad desea, vamos.

*

*

*

***Habitación de wólfram****

Un fuerte dolor recorría toda su columna, su espalda dolía ante el frio contacto de algo helado que traspasaba su pijama helando su piel. Los rayos del sol que se colaban por la ventana molestaban sus parpados que poco a poco se iban abriendo.

-¿pero qué…?-kazuo abrió sus ojos notando un ligero dolor en su espalda, su mirada se dirigió a ambos lados notando que estaba nada más ni nada menos que en el suelo - ¿Cómo llegue aquí?

Con el cuerpo adolorido por la incómoda posición se levanto tratando de no hacer ruido. Sus ojos viajaron al culpable de su mal despertar:

Ahí en esa enorme cama yacía un hermoso ángel estirado en la cama con las piernas y brazos abiertos. Una ligera sonrisa se posiciono en sus labios. Era increíble como una visión así podía alegrarle el día.

- serás un Ángel pero eres un demonio a la hora de dormir- reclamo suavemente sentándose al lado de la cabecera donde podía observar el rostro inconsciente del rubio con los labios semi abiertos.

Sin poder evitarlo dirigió su mirada por cada parte del cuerpo del menor, iniciando por sus largas pestañas, sus gruesos pero suaves labios, ese cuello blanco y terso, bajando un poco mas su visión estaba el inicio de ese desaliñado camisón tapado sutilmente por una sabana.

Con su mano temblorosa rogando que el menor no se despertara, retiro con mucho, mucho cuidado las sabanas para poder apreciar aun más el cuerpo del menor.

- me siento como un pervertido- pensó en voz alta, pero a quien quería engañar. Moría de ganas por tocarlo, por recorrer con sus manos cada parte. Mas sabía que aun no era tiempo, por el momento se conformaría con ver.

Cuando logro su cometido, todo su cuerpo se tenso, sus ojos viajaron lentamente por ese hombro descubierto ese pecho ligeramente visible, su cintura tapada por la prenda, sus hermosas piernas abiertas de par en par dejándolo apreciar un poco más de lo que esperaba.

El sonido al tragar saliva resonó en la habitación, era fácil pensar en solo observar pero una vez viéndolo sus sentimientos y su ansiedad creció de manera casi incontrolable.

- solo un poco, solo un… poco y ya- se dijo a si mismo subiendo un pie en la cama.

- mgh – un suave quejido del rubio lo alerto, mas este seguía totalmente en otro mundo.

- no me asustes así- reprendió volviendo su atención a las piernas del menor.

Sus manos temblorosas se dirigieron a la rodilla tocándola por un segundo, al ver que no había reacción en el rubio volvió a intentar pero esta vez con más osadía.

Lentamente se dio el lujo de acariciar esa hermosa piel descubierta. Su tentación crecía a medida que su control decaía.

- un poco más – se repitió subiendo sus manos lentamente hasta llegar al borde del comisión, nuevamente paso saliva observando el rostro del rubio. Se sentía como un violador pero sino hacia esto se arrepentiría el resto de su vida.

Volviendo a tomar coraje subió lentamente el camisón rosado hasta la cadera del menor. Sus ojos viajaron por las caderas y entrepiernas del mismo. Era tan esbelto, una leve prenda negra parecida a una tanga le tapaba.

Su morbo era casi incontrolable, deseaba verlo sin esta. Con las manos temblorosas se dirigió a cada extremo de la prenda donde estaba el nudo de esta tomándolas de las puntas volvió a mirar al rubio dormir.

El toque de la puerta lo hizo caerse de la cama con el corazón latiendo a mil por minuto ¿Qué estaba a punto de hacer? El ruido de la puerta siguió resonando en la estancia, aterrado miro nuevamente al rubio quien parecía no oír nada.

- gracias dios – volviendo en si tapo al menor y con algo de culpabilidad se encamino a la puerta abriéndola en el acto -¿Yuri? Y em… ¿conrad?

Frente a él estaba su “amigo” Yuri shibuya quien resulto ser nada menos que el rey de ese lugar y ex prometido de su Ángel. Junto a este se encontraba su “amigable” cuñado quien casi lo mata.

- buenos días joven kazuo – saludo conrad amablemente-  vine a traerle esta muda de ropa – informo.

- ¿ y wólfram?-cuestiono Yuri tratando de mirar al interior de la estancia mas el moreno no le permitía.

- durmiendo. Al parecer tiene el sueño algo pesado – comento kazuo desviando la mirada al recordar como descubrió eso.

- lo sé, dormí con él durante más de 5 años, se dé su manías por tirar a las personas de la cama, sé que no le gusta dormir del lado derecho por miedos que su infancia le infundo, se que si conrad no le levanta ni dios mismo le despierta, se que gruñe cuando siente calor pero dormir sin su camisón no es opción y cuando tiene frio nunca lo dice pero sus labios se tornan morados, se muchas cosas – la tensión entre Yuri y kazuo era más que visible.

Conrad haciendo caso omiso a la tensión entre su rey y su cuñado se adentro a la habitación para despertar a su hermano siendo seguido por los ya mencionados.

- wólfram, despierta- el castaño sacudió suavemente el hombro del rubio y este despertó dejando boquiabierto al menor de los murata.

- Mhm ¿Qué hora es?- cuestiono tallando sus ojitos haciendo que los presentes se enternecieran.

- aun es temprano, pero si quieres salir al pueblo es mejor que desayunen antes – sugirió el castaño.

- si – el menor se levanto de su cómoda cama notando una tercera persona - ¿su majestad? ¿Puedo saber el motivo de su estancia aquí?- cuestiono mientras alistaba su ropa de pueblo para cambiarse.

- ¿no puedo venir a ver como amaneció mi amigo?- cuestiono tiernamente el monarca con una sonrisa que hacía que el corazón del rubio latiera vilotemente.

El menor se dio la vuelta para evitar que su rey viera el sonrojo que enmarcaba su cara.

- ¡yo estoy muy bien Yuri! – interrumpió el moreno dirigiéndose al monarca  a sabiendas que este solo era un pretexto – tengo algo de hambre, que te parece si nos esperas en el comedor. No creo que este bien que presencies como mi prometido se viste – susurro esto último cerca del moreno.

- conrad guíalos al comedor – sin decir más salió de la estancia hecho una bestia.

¿Quién se creía él a venir a decirle que hacer o no? ¡Ni que fuera la primera vez que viera desnudo a wólfram! El hecho de que kazuo tuviera derechos sobre su amigo, porque eso era el rubio para él, le enfurecía.

*

*

*

Después de que el monarca se marchara de la estancia wólfram decidió ir a cambiarse al baño dejando que kazuo se vistiera en el cuarto.

- vaya, somos de la misma talla… bueno casi – kazuo usaba un pantalón negro ceñido a sus piernas, una camisa blanca de manga corta abierta en corte “v” y un cinturón Marrón que combinaba con los bordes de la camisa.

- esa ropa es de cuando era un adolecente la use un tiempo en la tierra- explico el castaño – ten

- ¿una espada? – el moreno tomo el arma que su “cuñado” le ofrecía extrañado del por qué.

- aquí no es como en la tierra. Si sales del castillo lo puedes necesitar

- entiendo – el moreno coloco el arma al lado de su pantalón para tenerla consigo

- wólfram sabe defenderse perfectamente pero nunca está de más una mano extra- comento el castaño sonriendo con ternura.

-¿quieres mucho a tu hermano verdad?

- el es mi tesoro – fue todo lo que respondió antes de que el nombrado saliera del baño ya cambiado con su típico traje de pueblo.

- andando que ya es tarde- ordeno el rubio marchándose de la estancia. Ambos chicos solo sonrieron con resignación mientras lo seguía.

Ese carácter rudo y caprichoso formaba parte del encanto que tanto les gustaba del rubio.

****************

Por los pasillos de pacto de sangre caminaba el gran sabio algo deprimido, había ido a levantar a su hermano después de que una de las empleadas le informaran que durmió con sir Bielefeld mas este ni siquiera estaba.

- ese hermano mío – se quejo haciendo un puchero.

Entonces el recuerdo de la noche pasada le hizo sonreír, amaba cada vez que se entregaba a su rey. Cada vez que este le hacía el amor hasta desfallecer. Ahora eran esposos pero si tan solo eso durara para siempre, si tan solo…

- no, tengo que ser fuerte ¡todo saldrá bien! - se dijo a si mismo negando con la cabeza – no podre callarlo durante mucho tiempo- medito a sabiendas de que cuando su condición saliera a la luz debería actuar rápido.

…l lo sabía, pronto su secreto seria revelado y cuando ese momento llegara no quería ver la reacción del rey. De solo pensar que lo odiara por ocultárselo le dolía pero era su decisión y de nadie mas

- ¡ahh! – un fuerte dolor en su cabeza le hizo sostenerse de la pared, todo le daba vueltas mientras un zumbido le hacía gritar de dolor. Era demasiado abrumador.

-¡su excelencia!- para su suerte Gisela pasaba por ahí y corrió auxiliarlo con su majutsu

Pronto el mareo seso y su visión se restableció.

- ah~gise.. la-san, me s-salvo – con ayuda de la enfermera logro levantarse aun con la respiración errática.

- ¿volvió a ocurrir? – cuestiono frunciendo el ceño preocupada por la respuesta.

- es normal, no tienes que preocuparte- negó el moreno tratando de marcharse pero la doctora se interpuso en su camino.

- usted sabe que esto no es normal, ¿ya hablo con su majestad shinou? ¡El tiene que saberlo!- alego la peli verde.

- el no tiene por que saberlo – negó el de lentes.

- ¡se está muriendo! Cada día que pasa la posibilidad de-

-¡basta! – Grito tapándose los oídos- ¡no pasara nada! ¡Todo estará bien!

- su excelencia… - Gisela lo vio con pena -... Si usted quisiera yo podría-

-¡NO! sabes muy bien cuál es mi decisión respecto a eso, y de aquí no saldrá ni una palabra ¡me lo prometiste!- alego el menor con reproche.

- cumpliré con mi palabra, pero insisto en que su majestad debe de saberlo necesitan decidir si-

-¡ya basta!- volvió a interrumpirle no quería escucharle decir eso – es la última vez que te lo digo. Esta es MI decisión, si muero será porque así tenía que pasar. Con permiso – sin más se fue por el pasillo alejándose de la vista de la enfermera.

- su excelencia – susurro al verlo partir- se que debe ser difícil pero piense en shinou-heika el aun le necesita.

******************

El llanto bañaba su rostro, no podía comprender por qué el destino se empeñaba en hacerlo sufrir de esa manera. Ahora que había alcanzado la felicidad después de tantos, tantos años, el destino se encargaba de ponerle un reto aun mayor, uno que no sabía cómo superar.

- shinou, perdóname – rogaba en sus adentros. No quería morir y dejarlo solo pero la solución a su condición era aun mas inaceptable para él.

La vida se había empeñado en hacerle saber que nunca sería feliz sin importar en que tiempo fuera.

Su maldición comenzó antes de conocer a shinou cuando la gente le temía como si fuera una peste, una plaga que había que ser eliminaba. Luego conoció a su rey y se enamoro profundamente jurando pagarle con su lealtad eterna.

Tuvo que sufrir ver como su amor se casaba con Rufus para asegurar un heredero al trono, tuvo que ver como este no contento con poner esa barrera se sacrificaba encerrándose en esas cajas. Y su castigo seria reencarnar eternamente por lo menos hasta que cumplieran su misión.

Conforme pasan sus vidas, el amor nunca llego, hubieron hombres quienes quisieron hacerlo feliz, se caso en varias ocasiones pero siempre era lo mismo, su corazón se negaba amar a otro que no fuera su amado rey.´

Cuando por fin su misión se cumplió, creyó que sería el momento de ser libre. Confesó su amor esperando que como en los cuentos de hadas, ambos vivieran felices pero la realidad nuevamente le golpeo. Fue rechazado.

Ese día lloro como nunca, decidió rendirse, poner espacio de por medio y tal vez buscar nuevamente a una persona que le hiciera olvidarlo. Ahí fue cuando apareció Arthur, tan alegre, guapo y gallardo que le hizo sonreír por primera vez desde su rechazo.

Tal vez si se hubiera casado con Arthur cuando se lo propuso, si le hubiera dado una oportunidad ahora ambos estaríamos juntos y shinou no tendría que sufrir su posible perdida.

Pero ahora era inútil pensar en eso. Debía seguir adelante, ahora shinou era su esposo y el pasado debía quedarse justamente ahí.

- ¡bien! Todo saldrá bien – se repitió sonriendo. Haría que todo salga bien.

*************************

En la parte frontal del castillo pacto de sangre, wólfram y kazuo esperaban que les trajeran sus caballos para ir al pueblo, habían quedado de pasar primero por ropa para el moreno y luego verían los alrededores.

El silencio que reinaba entre ellos, como ya era costumbre, no era para nada incomodo. Kazuo miro por milésima vez al rubio y el parecido con esa mujer que dijo ser su madre era abrumador.

Nunca creyó que un desayuno podría ser tan cansado, primero las miradas pesadas de su amigo Yuri, las cuales por más que trataba de ignorar ahí seguían.

Luego su hermano regañándolo por dejarlo solo todo este día, por alguna razón le preocupaba este. Lo conocía mejor que nadie y había algo en el que no lo dejaba tranquilo. Más antes de preguntarle algo la aparición de esa mujer con curvas y escote atrevido le saco el aire.

¡Qué belleza!

Era 100% devoto a wólfram pero no ciego, tal vez por su gran parecido a su ángel se le hacia la mujer más hermosa que había visto, aun recuerda que creyó que era su hermana. Mas la noticia de que fuera la madre de ese tipo con el ceño fruncido, el del complejo de hermano (conrad) y su Ángel lo dejo fuera de combate.

Aun recordaba como esa mujer que decía llamarse ¿cheri-sama? Grito femeninamente al enterarse de que ahora era prometido de su ¿honey-chan?, bueno wólfram. Este solo la ignoro parecía estar acostumbrado a su actitud.

¿Sería buena idea empezar a llamarla suegra? ¿Mama?

- sus caballos – la voz de uno de los soldados le saco de sus pensamientos al oji azul.

- no te distraigas, si te caes no pienso detenerme – informó él rubio subiendo con maestría al animal.

- yo también te amo mi Ángel – contesto burlescamente riéndose en sus adentros al ver el sonrojo del menor.

Sin perder tiempo subió al hermoso caballo blanco con manchas negras y siguió a su prometido. Era una suerte que en la universidad tuviera clases de equitación y esgrima. Ahora al fin le servirían de algo ¿tendrían tiendas con pedidos por ecuaciones?

- te dije que no te distrajeras – el sonido de la voz del rubio le hizo voltear a mirarlo algo apenado.

- perdona, pero estoy algo nervioso – admitió kazuo desviando su mirada a los paisajes del alrededor.

- me pasa lo mismo – esos sorprendió enormemente al moreno – nunca me imagine haciendo algo como esto

-¿Por qué? eres hermoso, no dudo que hayas tenido miles de pretendientes- menciono esto último con un profundo recelo.

- los tuve, pero eran personas que solo se fijaban en mi posición nunca nadie me intento saber quién era el verdadero wólfram- “nadie excepto el” pensó en sus adentros.

- a mi me interesa saber quién eres – la mano de kazuo acaricio la mejilla roja del menor- quiero saber cómo es la persona con la que deseo pasar la eternidad

- a-apurémonos que se nos hará tarde- el rubio elevo el agarre del caballo acelerando el paso.

- ah~ no importa a donde huyas te encontrare mi Ángel – susurro para sí mismo viendo con una sonrisa al menor

**************

En el despacho donde usualmente Yuri era sometido a la fuerza por Gwendal y Gunter a cumplir su trabajo como rey, este mismo se encontraba firmando papeles a voluntad propia dejando desconcertados a sus ayudantes.

- ¿su majestad? ¿Se encuentra bien? ¡Si algo le pasara ¿Qué sería de vuestro pueblo?! Ohh~ su majestad- lloriqueo Gunter como de costumbre

- no me pasa nada – respondió el moreno sin despegar sus ojos de los papeles –saben donde esta murata, no lo eh visto desde el desayuno

- informo que iría con su majestad shinou al templo, al parecer tenían asuntos que solucionar – explico el hijo de cheri-sama

 - entiendo – terminando de firmar el documento en su mano se lo tendió al mayor quien lo guardaría -¿Qué sigue?

- hace dos días llego esta solicitud – Gwendal le entrego la carta al rey

-¿Qué es?- cuestiono al recibirlo- esto…

- es una solicitud de matrimonio para usted – informo el peli gris mientras Gunter lloriqueaba en un rincón.

- ¿una candidata para matrimonio?- repitió incrédulo. Hacía años que no recibía una, tal vez era por estar con wólfram.

- sí, la joven es hija de uno de los regentes de las casas, es hermosa y al parecer cumple con los requerimientos para una reina – explico el mayor seriamente

- … matrimonio – se repitió observando la foto de la joven en cuestión, era hermosa no lo negaría, su cabellera color rojizo carmín, sus ojos azules y esa sonrisa cálida le hubieran impresionado en otro momento de su vida pero ahora… – recházala –ordeno despegando su vista de la foto.

- ¿Qué?- ni Gwendal ni Gunter podían creer lo que oía, Yuri, el que siempre quiso casarse con una hermosa princesa rechazaba siquiera el conocerla.

- lo que oyeron no quiero verla, mándele mi respuesta-  ordeno haciendo de lado la solicitud.

- ¿esta seguro? – cuestiono el mayor.

- ¿tengo que volver a repetirlo?- el tono serio y algo enojado del rey fue suficiente para callar a sus asistentes.

El moreno siguió firmando papeles en un intento de no pensar en su ex -prometido, que en esos momentos estaría muy feliz con kazuo en una “cita”  el solo pensarlo le daban un profundo coraje.

- majestad esta arrugando los papeles – la vos de Gunter le hizo darse cuenta de sus acciones.

El no era así… entonces ¿Por qué le molestaba tanta esta situación?

************************

En una de las boutiques más prestigiosas del pueblo donde se mandaban a coser, confeccionar y arreglar la ropa de los habitantes de pacto de sangre, un enojado rubio jalaba a su “querido prometido” con el afán de que este entrara en la tienda.

- ¡ya entra idiota! – el rubio jalo fuertemente del pelinegro quien estaba aferrado a una de las puertas.

-¡me niego! Odio las tiendas de ropas ¡es un trauma!- gritaba negándose profundamente.

- ¡pero si fue tu idea!- alego el rubio sintiendo unas inmensas ganas de quemarlo vivo.

- pe..Pero…  creí que iríamos a un mercado ¡no aquí!- con ambos brazos se aferro al objeto que lo mantenía a salvo de ese espeluznante lugar.

- kazuo murata, contare hasta tres y si no te sueltas hare que lo lamentes – amenazo el príncipe soltándolo.

-¡no lo hare! ¡Hazle como quieras! Esas personas no me medirán y usaran como su juguete – gritaba mientras negaba con los ojos cerrados.

- uno – comenzó a enumerar viendo como era vilmente ignorado – dos – las clientas que estaban a su alrededor viendo el espectáculo se alegaron del lugar conociendo de ante mano el carácter del rubio -…tres... Tu lo pediste.

- ¿Qué har..?- ni siquiera había terminado de hablar cuando vio como wólfram recitaba una palabras extrañas y de sus manos aparecía un - ¡león de fuego!- grito aterrado al ver que el “minino” le rugía y corría tras de él.

*5 minutos después*

- ¿ves no fue tan difícil?- wólfram miraba a kazuo con una sonrisa de superioridad.

- tengo un nuevo trauma, nunca volveré a ver los gatos igual – lloriqueaba el moreno recargado en un maniquí, su ropa estaba algo quemada y en algunas partes de su cuerpo se podían observar manchas de cenizas.

- buenas tardes sir Bielefeld – una de las gerentes del lugar se acerco al rubio saludándolos con una elegante reverencia.

- marianett – el rubio la saludo con una sonrisa – que bueno es verte.

- jaja lo mismo a ti wolf, veo que me trajiste carne fresca – kazuo se oculto tras wólfram jurando que los ojos de esa mujer brillaban.

- ¡claro! Es todo tuyo –esto solo aterro mas al moreno – quiero que le hagas un poco de todo, después mándalo al castillo  - ordeno gentilmente.

- tu déjalo en mis manos ¡será todo un galán! – la chica saco una cinta métrica y lo miro con una sonrisa de oreja a oreja.

-…. Esto no me gusta – alejo el moreno retrocediendo poco a poco a donde creía estaba la puerta.

- nada de eso – la mano del soldado le detuvo – ¡marianett empecemos!

*1 hora después*

- mátenme por favor – rogaba un kazuo tirado en el suelo con una aura deprimente rodeándolo.

- pff no seas enclenque, solo fueron unas tomas de medida – wólfram lo miro desde arriba algo divertido.

fue un infierno! Esa mujer no tuvo piedad de mí, me… me… ¡¡violo!!- grito atrayendo las miradas de las clientes -  por favor solo mátame y déjame en un baldío – dramatizo queriéndose morir de la vergüenza.

- jajaja eres un exagerado – wólfram se sujeto del estomago mientras reía ante la escena.

- hazlo otra vez – pidió kazuo levantándose del suelo

- ¿q-que cosa? – el rubio sintió como el mayor le arrinconaba a la pared mientras le miraba fijamente.

- ríe – repitió – es la primera vez que te escucho reír… es hermoso -  el mayor elevo su mano acariciando delicadamente la mejilla sonrojada del menor.

- kazuo… - nunca nadie le había dicho siquiera parecido su sonrojo delataba lo que esas palabras habían causado en el – e-estamos en público – objeto al ver como el mayor se acercaba lentamente hacia él.

-¿y? eres mi prometido quiero que todo mundo lo sepa – sentencio tomando acercando su rostro aun mas al del menor haciendo que sus alientos se mezclaran en uno solo.

-ka..

-oh~ wólfram se me olvidaba co- la joven al ver la escena se puso colorada de pies a cabeza - ¡perdón! ¡no sabía que ustedes…! no se preocupen  ¡ustedes sigan! – la chica trato de huir pero la mano del rubio la detuvo.

- ¡no  tienes que irte!- alego muy sonrojado.

- ¿eh? ¡¿Acaso quieres que observe?! Digo por mí no hay problema pero wólfram no sabías que eras un exhibicionista –  kazuo no paraba de reír ante el rostro colorado y furioso del menor- ¡auch!- chilló la mujer al sentir el golpe del menor -¡eres un abusador!

- y tu una santa-  comento con sarcasmo el menor

- y de las que sudan agua bendita – reclamo ella sonriente- eso significa que ¿están saliendo? ¡Por qué no me dijiste nada! soy tu-

- marianett

- ya, dejen de pelear –intervino kazuo al ver que estos dos no llegarían a ningún lado – señorita, tal y como dijo wólfram es mi prometido pero apenas tenemos un día de ello – explico el pelinegro pasando un brazo por encima del rubio.

kyaa! ¡Yo tengo que diseñar el traje de novio! ¡Habrá boda!- grito como loca la chica.

- déjate de tonterías y mejor dime para que me buscabas – ordeno antes de que su poca y casi inexistente paciencia se agotara.

- pff necesitas que te den eh – murmuro la mujer sacando un paquete- kazuo deberías

- ¡marianett bontain! – grito furioso el demonio de fuego.

- ya, ya. Ten. Es el traje que me habías encargado el mes pasado ya llego –explico la joven entregándole un conjunto casual pero digno de su porte que wólfram había mandado pedir para su aniversario con Yuri.

- a ese… - balbuceo aun afectado por el recuerdo - déjalo por ahí, luego vendré a buscarlo – menciono tratando de salir de ese tema.

- ¿Por qué no ahorita? ¡Ya estamos aquí!- alejo el de lentes con una sonrisa

- ¡si wolf! Yo también quiero verte con el – secundo la chica sonriendo.

- no creo que – antes de dejarlo terminar entre la castaña y kazuo lo empujaron al probador.

-¡de ahí no saldrás hasta que estés cambiado!- ordeno la chica.

- son un par de idiotas – chisto el rubio resignándose a obedecer.

-muy bien ahora que estamos solos – sin que kazuo lo viera las tijeras de la chica estaban en su cuello amenazando con cortarlo ¿a que le recordaba esto? – dime exactamente qué quieres con wólfram

- ¿Qué..? ¿Eres pariente de conrad o qué? ¡Por que todos van amenazando por ahí – reclamo enojado el de lentes haciendo que una risa saliera de los labios de la joven - ¿Qué es tan gracioso?

- jaja nada, es solo que conrad se me adelanto, pero si sigues entero y aquí eso significa que eres de confiar – sentencio la oji azul retirando las tijeras de su cuello – perdona pero wólfram ya sufrió mucho por el rey quisiera maldecirlo e insultarlo pero no puedo.

-¿por ser el rey? –interrogo ladeando su cabeza.

-… no, porque es buena persona. Antes de que el maou llegara a este lugar la guerra entre humanos y demonios era algo de cada día. Pero con su llegada la paz y armonía reino en todas partes. Como rey no hay nadie que le gane- explico con admiración y respeto.

- ¿y como persona? – cuestiono interesado en las palabras de la chica.

- no lo conozco en persona pero por lo que oí y wólfram me platica… creo que tampoco es malo, antes de que el llegara wolf era una persona seria, amargada y sola… desde que el apareció pudo sacar todas esas emociones escondidas. Eso nunca se lo podre terminar de agradecer… su único error es no aceptar el amor de sir Bielefeld ¿le podemos culpar?

- pues no pero… - kazuo no sabía que decir, había escuchado esto de murata pero oír como su pueblo se expresaba de él, despertaba en él un sentimiento de culpabilidad, sentía que le estaba traicionando pero… no quería renunciar a wólfram… no podía.

- perdón dije cosas muy raras – la risa de marianett lo saco de sus pensamientos-  avísame cuando wolf salga del camerino iré por mi libreta para anotar los ajustes que hare.

- claro – el moreno al ver que la joven se alejaba se sentó en uno de los asientos de espera.

No pudo evitar pensar en lo que haría de ahora en adelante, no tenia duda que wólfram era la persona que siempre busco, pero ¿a qué costo obtendría el amor del menor? ¿Traicionaría a su amigo por amor? La respuesta quizás era sí.

Le dolía y mucho dado que él y Yuri siempre se llevaron bien, miko-san era como una madre para él y… ahora les estaba fallando. ¿Qué debía hacer? Se sentía un vil traidor. Si él no existiera quizás Yuri se daría cuenta de sus sentimientos y se casaría con wólfram pero…

El se negaba a ceder

- perdóname Yuri… pero en verdad le amo- susurro para sí mismo, ya lo había decidido y si tenía que pelear con su amigo por amor, lo haría.

 

- ¿ya viste ahí? – los cuchicheos de una chica  le saco de sus pensamientos

- ¿Dónde? ¿Ese joven? ¡Esta guapísimo!- secundo la segunda si no se equivocaba era una pelirroja.

- viene con…- la joven se acerco discretamente a la otra – von Bielefeld.

-¡¿Qué?! – la pelirroja alzo la mirada a donde estaba el, mientras kazuo fingía leer una revista que no entendía ni madres lo que decía

- así como me oyes, los vi entrar juntos y andar acaramelados – informo la rubia con claro sarcasmo.

- jajaja al parecer al no poderse echar al rey busco a un familiar de este – no sabía en que se basaba esa mujer para decir que era un familiar de Yuri ¿sería por el pelo? – ve a saber que le habrá tenido que dar para atraparlo

- ¡ja! Pues con el rey no le sirvió de nada – ambas chicas rieron – dudo mucho que duren siquiera el mes.

- jaja tienes toda la razón, yo fui testigo de la indiferencia con la que el rey lo trataba jaja ¡parecía que ni lo soportaba!

- jaja pues quien aguataría a el príncipe caprichoso, se cree la gran cosa. Como si linda carita pudiera superar lo que una mujer le ofrece –alego la pelirroja mientras pasaba una mano por sus “encantos”

 

El moreno estaba más que furioso por lo que acababa de escuchar, mas al levantarse se dio cuenta que no era el único que había escuchado a su lado estaba wólfram con la mirada agachada sus ojos estaban enrojecidos y sus puños apretados.

-… ¿podemos irnos de aquí? – solicito el menor.

- por supuesto, pero antes ve a quitarte el traje  – pidió el moreno acariciando la melena del menor.

Wólfram solo se dio la vuelta y se adentro de nuevo en el camerino para cambiarse.

El moreno se levanto de su asiento con el rostro endurecido y camino lentamente a donde las “doncellas” dialogaban aun del mismo tema.

- veo que estas jóvenes damas se divierten mucho – comento introduciéndose en la plática.

- ¡eh!

- disculpen que haya escuchado su tan… “entretenida” platica, pero ya que a ambas les gusta mucho meterse en la vida privada de las personas les aclarare algunas cosas para que dejen de andar de entrometidas

-¡como se atreve! ¡Vulgar! – chillo la rubia.

- me atrevo porque es a mi prometido al que han insultado – su voz se agravo - ¿vulgar? Entonces que será usted, quien no sabe cuando cerrar la boca. Para su deleite le informo que estoy MUY enamorado de mi prometido, y el no necesito abrirme las piernas como ustedes lo habrán hecho para retener a sus hombres

- ¡esto es una falta de respeto! ¡Llamare a un guardia de la tienda para que lo saquen!- alego la pelirroja.

- hágalo, me dará mucho gusto explicar la situación y qué clase de mujeres visitan este lugar – accedió el pelinegro con una sonrisa.

- no hay necesidad de eso – una voz a sus espaldas les hizo voltear.

-lady marianett – chillo la rubia reconociendo a la famosa diseñadora – este vulgar hombre nos ha insultado de la forma más vil ¡tiene que hacer algo!

- sí, esta gente daña la buena imagen de su boutique.

- tienen toda la razón ¡robet! ¡Elías!- llamo la mujer a los dos segundos los de seguridad estaban a su lado – quiero ahora mismo a esas alimañas afuera de mi tienda y ni se les ocurra dejarlas entrar otra vez- ordeno severamente la castaña apuntando a las jóvenes.

- como ordene

Ambos chicos las sacaron jalándolas de un brazo mientras estas gritaban y maldecían a diestra y siniestra siendo observadas por las empleadas y clientas de la prestigiosa tienda.

- ¡espero que esto sirva de lección para todas! – Hablo en voz alta la castaña dirigiéndose a sus otras clientas – no tolerare calumnias en mi boutique.

-… gracias, espero no haberte causado problemas – agradeció el moreno algo apenado.

hice lo que tenía que hacer, no puedo impedir que esa clase de rumores existan pero por lo menos en mi tienda no tolerare que hablen mal de wólfram-sentencio la oji azul decidida y algo molesta.

- se nota que lo quieres mucho – comento mirándola con admiración.

- digamos que es mi mejor amigo, me ayudo cuando todo el mundo me despreciaba por estar enamorada de un mestizo, en esa época eso era peor que la peste, y cuando el maou llego acabando con esas ideas, me pude casar con mi pareja – comento la chica con una sonrisa boba.

 

No muy lejos de ahí un joven rubio estaba escondido con lagrimas en los ojos, sus manos apretaban su pecho pero esas lagrimas no eran de tristeza sino de alegría, nunca creyó que kazuo le fuera a dar su lugar de esa manera.

El escucharlo enfrentarse a esas mujeres hizo que su corazón se acelerara a tal punto que le asustaba, le daba miedo lo que estos nuevos sentimientos podían significar, pero quizás si era kazuo… no sería tan malo volver  a enamorarse.

Suspirando, alzo su mirada y limpio sus lágrimas, colocando una sonrisa en su rostro salió de su escondite sin ser detectado.

- ¿Qué diablos paso por acá? – cuestiono notando el ambiente tenso que había en el alrededor.

- oh nada importante, mejor dime como te quedo el traje ni siquiera te lo pude ver puesto – reprocho la joven con fingido enfado.

- las mangas están algo largas solo es cosa de recortarlas – menciono el rubio

- oh ya veo – la chica anoto los cambios que el rubio le iba diciendo - ¿algo más?

- no, ya es algo tarde y aun tenemos que ir a otro lugar – informo el oji esmeralda viendo fijamente a kazuo.

- ¿a otro lugar? aun es temprano para comer – alego algo desconcertado el pelinegro.

- si es un lugar que quiero que conozcas – el menor se despidió de su amiga dándole las indicaciones faltantes.

- ¿puedo saber qué clase de lugar es?- volvió a cuestionar kazuo algo impaciente mientras se subían a sus caballos.

- no seas ansioso, es mi lugar secreto – la sonrisa del rubio le daba a entender que algo había cambiado, no sabía que era pero le gustaba

*

*

*

Llevaban cerca de media hora cabalgando, el paisaje pueblerino había quedado atrás dando paso a un hermoso prado, a lo lejos se veía el inicio de un bosque con arboles altos. Wólfram en todo el camino no había dicho ni una sola palabra y eso le inquietaba.

-¿falta mucho? – se atrevió a cuestiono al ver como se introducían dentro de ese espeso bosque.

- no, ya hemos llegado – informo el rubio deteniendo el andar de los caballos y bajándose del suyo propio invitando a su acompañante hacer lo mismo.

- ¿aquí?- interrogo incrédulo, a su alrededor solo había arboles ¿Qué podía haber de interesante ahí?

- sígueme – fue todo lo que dijo antes de comenzar a caminar.

Kazuo resignado a que no le sacaría información accedió en menos de cinco minutos un ruido comenzado y una brisa fresca llegaron a él, haciéndole sospechar de lo que el menor quería mostrarle.

- llegamos – wólfram hizo a un lado unas ramas para poder ingresar - mi lugar secreto.

Delante del moreno una hermosa cascada con agua cristalina se imponía en medio del bosque , acompañada de un hermoso prado con flores, el sol apenas llegaba a su rostro a causa de las copas de los arboles haciendo del un lugar fresco y armonioso.

- es hermoso – fue todo lo que pudo decir el mayor maravillado.

- lo encontré en una expedición, no estamos muy lejos de la frontera y a veces necesitaba estar a solas… este lugar no se lo había mostrado a nadie

- ¿ni siquiera a Yuri?- cuestiono con algo de celos, a lo que rubio negó – entonces ¿Por qué me lo muestras a mí?

- no lo sé – el menor se sentó en el verde pasto invitándolo hacer lo mismo – solo pensé que… si alguien merecía estar aquí… eras tú.

-… ¿puedo tomar eso como una oportunidad para amarte? – cuestiono el azabache mirándolo fijamente.

-… eso significa que si hay una persona que me hará olvidarlo ese eres tu – sentencio el rubio mientras ambos se miraban uno al otro.

- lo lograre – el mayor se acerco lentamente a su rostro capturando los labios ajenos en un dulce beso, lento y tierno, sus labios apenas se rosaban, sus manos se entrelazaron aferrándose a una esperanza – me amaras, te lo prometo.

- hazlo, quiero amarte – una lagrima se deslizo por la mejilla del menor.

- lo hare – repitió borrando suavemente el rastro que esta dejo.

El cálido ambiente se vio interrumpido por el sonido de disparos a la lejanía retumbo en el lugar. Wólfram alarmado se levanto seguido de kazuo. El menor salió corriendo hacia su caballo mientras era seguido por el azabache.

-¿Qué está pasando?- cuestiono retóricamente.

- ¡es la frontera! – Menciono el rubio – hay habido ataques de humanos que aun se resisten a la alianza de paz,  conrad y sus hombres deberían estar ahí. – explico brevemente sin detenerse.

Al llegar donde sus caballos wólfram tomo las riendas más antes de subirse la mano de kazuo le detuvo.

- todo estará bien, tranquilo – solo entonces wólfram noto que estaba temblando.

- soy un soldado, estaré bien – sentencio sonriendo ya más calmado- ¡are!

******************

En el despacho del rey, este mismo se encontraba terminando de firmar papeles el sol comenzaba a descender de la cima del cielo. Mas sus pensamientos no se encontraban en ese lugar por algún motivo.

- listo ¿algo más?- cuestiono entregándole a Gwendal los papeles que acaba de revisar.

- no, esto sería todo por el momento – informo el sargento guardando bajo llave los documentos – mandare a que sirvan la comida.

- no tengo hambre, coman ustedes – menciono Yuri releyendo unos documentos.

Gunter había ido a revisar que todo estuviera bien para la hora de la comida.

- no creo que sea buena idea que descuide su alimentación – alego el mayor severamente.

- Gwendal, no tengo hambre pero cuando me dé les pediré a doria y las chicas algo ¿sí?- al parecer el mayor quedo más satisfecho con esa respuesta.

El toque angustiado de la puerta le hizo dirigir toda su atención a esta donde entro Gunter nervioso con una nota en la mano.

- a-ataque – explico tratando de retomar la respiración- habido un ataque en los pueblos de la frontera, conrad está ahí tratando de  lidiar con la situación pero al parecer son muchos solicitan refuerzos.

entiendo, Gwendal alista tus hombres. Si es conrad el que solicita refuerzos significa que es grave la situación – expuso Yuri levantándose dispuesto acudir también.

- su majestad no puede ir – negó el general – necesitamos que se quede aquí, entre conrad y mis hombres podremos con la situación-  explico.

- pero…

“Yuri” la voz de ue-sama le saco de la plática con el mayor quien lo miro extrañado ante el cambio de actitud.

“¿Qué sucede? Estoy en medio de algo”

“es wólfram… corre peligro”

-¿Qué..?

-¿sucede algo majestad?- interrogo Gunter preocupado.

“¡¿Cómo estás seguro?!”

“mi alma está conectada a la suya, el peligro lo rodea ¡debemos ir!” sentencio ue con dureza.

“¿Dónde se encuentra?”

“va camino a la frontera”

- maldición – ni bien lo vieron sus ayudantes salió corriendo des despacho siendo seguidos por estos mismos.

-¡majestad!- lloriqueaba Gunter.

Yuri sabía que no muy lejos del pueblo había un lago, si quería impedir que algo le pasara al rubio tenía que ser rápido.

- ¡me adelantare! Lleven los refuerzos – fue lo único que le escucharon gritar antes de aventarse a la fuente y desaparecer.

*************************

Lo que sus ojos veían no podía ser cierto, delante de ellos yacía una aldea cubierta de fuego, niños lloraban mientras llamaban a sus padres, los soldados trataban de combatir a los bandidos mientras otros escoltaban a la gente fuera de sus casas a un lugar seguro.

Kazuo miro a  todos lados horrorizado, una cosa era ver estas situaciones en películas y otra muy diferentes vivirlas. Su vista viajo rápidamente a wólfram él veía la escena con enojo, su mano saco su espada dispuesto intervenir.

-¡¿Qué haces?!

- ya te lo dije, vine ayudar no ha ser un estorbo – sentencio el rubio.

- no te dejare hacer esto solo – kazuo saco su arma – solo por favor no te alejes de mi

- ¡¿Qué hacen aquí?!- el grito de conrad les hizo voltear estaba algo manchado de cenizas.

- estábamos cerca vinimos ayudar- expuso rápidamente wólfram

-… evacuen a le gente- fue todo lo que dijo el castaño antes de ir a ayudar a sus hombres.

- andando

Tanto wólfram como kazuo corrieron donde iniciaba el pueblo para auxiliar a los aldeanos cuando un grupo de bandidos, tres en total, se interpusieron contra él a sus espaldas se oía los llantos de dos niños atrapados en una cabaña.

- infelices- gruño el rubio sacando una risa en ellos – kazuo yo me encargare de estos, ve por los niños.

-¡¡estás loco!! Son tres y

-¡calla! Yo estaré bien, la casa se caerá en cualquier momento, esto es una batalla ¡haz lo que te digo!- ordeno el rubio al tiempo que invocaba su poder sacando a dos tigres de fuego.

-… cuídate por favor- susurro antes de correr uno de los bandidos quiso impedírselo pero el tigre de wólfram lo derribo con facilidad.

- ahora si humanos veamos si pueden contra el poder de un Bielefeld

 

Kazuo corrió hacia una choza humilde el fuego se esparcía por todo el tejado amenazando con caerse en cualquier momento.

-¡ayuda! – gritaba una niña aferrada a su hermano menor.

-¡esperen un poco! Los sacare de ahí – al tocar el pomo para ingresar este estaba caliente haciéndolo soltar en un instante- mierda – retrocediendo un poco de una patada logro abrir la puerta

- sniff mama ayúdennos – kazuo los buscaba tratando de guiarse entre el humo y muebles ardiendo que había.

No muy lejos debajo de una mesa estaban ambos niños la niña de ocho sostenía a un bebe de un año.

- ¡tranquilos! Estoy aquí nada les pasara – kazuo miro las frazadas del sillón y arrebatándolas con esas envolvió a los menores para sacarlos.

-¡señor cuidado!- grito la menor.

El moreno logro esquivar un espadazo de uno de los bandidos, rápidamente todo su espada chocando con la contraria, una confrontación inicio dentro del pequeño espacio.

El hombre trataba de matarlo pero kazuo al ser un as del esgrima le dificultaba su misión, el moreno al ver que la casa comenzaba a crujir dio un ataque distractor a su cabeza al tiempo que pateaba su costado dejándolo inconsciente.

Rápidamente corrió hacia los niños cargándolos en su pecho la mejor se aferro al mayor mientras cuidaba de su hermano, apenas salieron la casa se derrumbo cayendo sobre aquel sujeto. Kazuo corrió al prado saliendo del fuego donde estaban dos soldados y los habitantes para resguardar a los menores.

- ah… ah aquí esta..ran bien – su respiración errática nunca lo detuvo. Apenas dejo a los menores volvió al donde wólfram más en su trascurso se topo con una mujer embarazada apresada por uno de los sujetos. No lo tolero.

Su espada le atravesó el estomago a ese sujeto, matándolo en el acto. Acaba de matar a una persona. Pero… no se arrepentía.

- ¡Ponte a salvo!- la mujer le agradeció y dificultosamente llego donde los demás. Ahí estaría a salvo.

Su vista se guio a todas partes en busca de algún otro civil que ayudar al parecer la evacuación ya había terminado, ahora tenía que encontrar al rubio pero por más que buscaba no lo encontraba.

- ‘kazuo – el grito de conrad le tomo desprevenido.

-¡no me asustes así!

- ¿Dónde está mi hermano?- interrogo el castaño sin prestarle atención a lo dicho.

- no lo se, vine a resguardar a los aldeanos y no lo encuentro- en su vos se notaba miedo y desesperación.

-tranquilo, wólfram es un guerrero capacitado estará bien – el moreno asintió retomando su búsqueda al igual que conrad cada quien por un lado

- tienes que estar bien, mi ángel

*
*

*

No muy lejos de ahí  un joven rubio peleaba cuerpo a cuerpo con uno de los bandidos mientras sus leones se encargaban de los otros dos, nunca creyó que un humano le igualara en habilidades.

- sabes muñequita, este juego me está cansando – informo el maleante un hombre de complexión delgada cabellera rojiza y ojos azules.

- tsk pues muérete de una vez- wólfram ataco a su costado pero fue detenido por su adversario.

Un dolor agudo atravesó su cuerpo paralizándolo, sus piernas flaquearon haciéndolo caer, la espesa sangre que se escapaba de su costado le hizo darse cuenta de la situación.

- te eh dicho que no juegues con estos malditos – bramo una vos mientras sacaba el arma del cuerpo de wólfram.

- m-malditos – la sangre se escurría por sus labios.

- acaba con el nos vemos en el punto de encuentro – sin más ese hombre se fue dejando alejándose con otros al parecer era una retirada.

- que lastima, yo que quería jugar un rato mas – la sonrisa del pelirrojo  se ancho mientras alzaba su espada con el propósito de cortarle la cabeza.

-¡wólfram!- la vos de kazuo le hizo girar estaba muy lejos este corría con una expresión de horror en sus ojos haciéndole  sonreír seria un lindo recuerdo en su lecho de muerte.

El grito del pelirrojo retumbo en sus oídos, girándolo con las pocas fuerzas que tenia pudo ver como este era elevado por un dragón de agua a su lado estaba Yuri convertido en maou furioso.

- has osado lastimar algo que me pertenece, eso as de pagarlo con tu vida- el dragón se comió al hombre quien no podía respirar, una lluvia se extendió por el lugar apagando el fuego, el cuerpo sin vida de ese chico fue aventado como una basura al suelo.

- yu..Yuri – susurro wólfram antes de caer inconsciente.

-¡wólfram!- Yuri atrajo el cuerpo inconsciente del menor a su pecho mientras se lamentaba no haber llegado a tiempo, su mano se dirigió a la zona aplicando majutso.

- wólfram – susurro kazuo llegando al lugar, la herida del menor había sido cerrado por fuera pero aun estaba grave

no lo toques! –grito el maou mirándolo con enojo al ver que este se disponía abrazarlo.

es mi prometido! tengo derecho – exigió con el alma partida.

- tú tienes la culpa de esto, si yo hubiera estado con él nunca lo hubieran lastimado.

Kazuo quiso negarlo, gritar que él lo protegería pero no pudo, Yuri tenía razón, si hubiera estado el presente nunca habrían lastimado a wólfram. Sus puños se cerraron con frustración, debía encontrar la manera de defender a su ángel.

perdóname wólfram, juro que esto no se repetirá” había tomado una decisión, jamás nadie volvería a lastimar a su niño, de eso se encargaría él.

Continuará…..

 

 

 

Notas finales:

ok hasta el siguiente espero subirlo el sabado o domingo!


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