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La manipulación de la serpiente. por kitsune_nya

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Harry se despertó sobresaltado. Miró con alarma alrededor, buscando la fuente del ruido que lo había despertado, pero al no percibir nada o a nadie en la habitación, la cual aún estaba en penumbras por la hora, el jovencito volvió a acomodarse entre la calidez de las sábanas y edredones para volver a dormir. 

 

El sonido de la puerta del baño abriéndose lo despertó de su sueño por completo, se movió un poco por arriba del edredón para ver quien era el que estaba despierto a esa hora, Asomando un poco mas la mirada por una grieta de sus sábanas para ver que hacía su compañero a esa hora. 

 

La figura angelical de Draco saliendo del baño lo sorprendió,  ya vestido y listo para salir. Harry miró la hora en el reloj de pared frente a su cama, eran las 5:30 de la mañana, afuera siguió oscuro y sin asomos de que fuera a amanecer pronto, pero Draco ya estaba completamente listo para el día. Neville Roncaba suavemente aún acostado de su cama, totalmente inconsciente de lo que pasaba dentro de la habitación. La figura de Draco se giró hacia el, Harry cerró los ojos fingiendo dormir. 

 

—Buenos días Harry— Susurro Draco, más para el mismo que para su compañero que fingía dormir. 

 

Harry mantuvo sus ojos cerrados mientras escuchaba como Draco buscaba las últimas cosas necesarias para salir. Tan pronto como escucho la puerta cerrarse atrás de el, salto de la cama, se colocó los zapatos y se puso la capa de invisibilidad encima .

 

Sentía curiosidad, después de todo  ¿que hacía Draco a estas horas de la madrugada saliendo de la habitación ? Corrió atrás de la figura fácilmente reconocible entre la oscuridad, el cual había convocado con su varita una luz mágica. Harry se sentía sorprendido por la habilidad de Draco de poder convocar una luz tan brillante sin titubear.

 

Los pasillos del castillo estaban solitarios y silenciosos, todavía no estaban las antorchas encendidas por la hora. Harry solo podía escuchar el sonido de sus propias pisadas y seguir la luz mágica de Draco para orientarse en la oscuridad que lo engullía por completa, más de una vez estuvo a punto de caerse al tropezar con el piso de piedra o sus propios pies. 

 

Algunos fantasmas le dieron los buenos días al pasar, parecían muy animados a pesar de la hora, la mayoría de los cuadros seguían dormidos, algunos enojados por la Luz mágica que proyectaba Draco y los despertaba, más de uno se dedicó a gritar insultos dirigidos al pequeño Malfoy, el cual los ignoraba sin detener su andar. Luego 15 minutos de caminar llegaron hasta los terrenos del castillo, Draco camino hasta el borde del bosque prohibido, donde se detuvo y se dedicó a observar el cielo.

 

Estaba un poco sorprendido, El niño no parecía hacer más nada solo miraba hacia arriba,  justo parado en la línea donde terminaba los terrenos de Hogwarts y comenzaba el aterrador bosque. 

 

Draco volteo en su dirección, sin verlo realmente, parecía estar viendo al castillo totalmente absorto. su bonito cabello plateado revoloteaba en el viento, su rostro blanco y lechoso tenía una extraña expresión llena de seriedad y madurez, no se veía cansado o fatigado, lucia bellamente relajado, sin dejar de mirar el cielo. 

 

 

Pasaron unos 50 minutos, nada ocurrió, ya Harry comenzaba aburrirse, nada interesante pasado, Draco se había sentado sobre una piedra, había sacado un libro de tapa negra y sin esperar más se había concentrado en su lectura sin prestar real atención a lo que pasaba alrededor. 

 

Harry sabía que debía ir a cambiarse para llegar temprano al gran comedor a desayunar y al fin dar inicio a su primer día en su amada escuela, pero no quería dejar a Draco solo o dejar de contemplarlo como leía tan concentrado. 

 

A pesar del aburrimiento latente en él,  ver a su amigo tan tranquilo, serio y maduro le llenaban de una sensación extraña. Con cuidado dio tres pasos atrás y retomó su camino hacia el castillo. 

 

 

Lo que no sabía Harry es que si solo hubiera permanecido alli unos 10 minutos más,  sería testigo de como una lechuza negra, hermosa y majestuosa se posaba Elegantemente en la mano de su amigo, dejando una carta de sobre negro antes de retomar su vuelo.

 

———- 

 

8 a.m 

 

 

Cuando Draco llevó al gran comedor  se sorprendió un poco de encontrar a Harry y a Neville esperando por el. Draco se sentó al lado de Neville pesadamente. 

 

—Te despertaste temprano — Exclamo Neville alegremente. Draco se encogió de hombros. Se sirvió una torre de tostadas y comenzó a untarles mermelada de Fresa, Neville le dirigió un poco de chocolate caliente. Hacía frío afuera y el no se había ocurrido llevarse sus guantes.

 

—Tu nariz está roja —Exclamo Harry preocupado. Draco tomó un largo trago de su chocolate para calentarse. Draco asintió sin responder realmente, estaba cansado y tenía mucho sueño. Harry parecía querer hablar, pero fue interrumpido por un furioso Snape, el cual le entregó su horario.

 

—Come — Exclamo Snape ácidamente a Harry, el cual se sonrojó y continuó comienzo en silencio. En un gesto que sorprendió a casi todos, Snape sacó su varita desapareció el plato lleno de pancake con jarabe de chocolate y el chocolate caliente de Harry y acercó en cuenco con ensalada de frutas, huevos y salchichas hacia Harry y le sirvió un gran vaso de jugo de calabaza, todo sin dejar de lado esa mirada ácida en sus aterradores ojos oscuros. Por suerte no había nadie todavía en el gran comedor, a penas unos alumnos había llegado y se mantenían lo suficiente alejados para no presenciar el extraño comportamiento de Snape. Harry no dijo nada, solo se sirvió un plato de huevos con tocino y salchichas. Entonces Snape estuvo satisfecho y volvió hacia el resto de los pocos que había llegado para darles horario. 

 

——-

 

La primera clase del día era Herbologia, Neville Lucía emocionado y no dejaba de hablar de todas las cosas increíbles que había aprendido ese verano sobre herbologia. 

 

Cuando llegaron al invernadero vieron a la profesora Sprout, siguiendo insistentemente estaba Gilderoy Lockhart. El sujeto iba inmaculado con su túnica amplia color turquesa y su pelo dorado que brillaba bajo un sombrero igualmente turquesa con ribetes de oro.

 

Draco se sintió un tanto asqueado, ese tipo le tenía los pelos de punta. 

 

---¡Harry Potter! ---Exclamó de repente el hombre de rizos dorados. Paso de Draco y Neville y se dirigió hacia Harry. Draco giró su rubia cabeza tan rápido que un doloroso crujido se escuchó como queja del brusco movimiento, pero Draco ignoró esto y miró al profesor con fastidio.

 

---¿nos conocemos señor? --- escucho la Voz de Harry, educada pero confundida.

 

---Qué graciosa broma Harry--- el profesor río  de forma estúpida. Harry lucia aun más confundido que antes. 

 

Antes de que Harry pudiera decir otra cosa el hombre mayor lo interrumpió para hablar con su tono inflado ---Vaya que diste un gran espectáculo amigo mio. Es triste que no pudieras estar en mi firma de libros, será para una próxima. Enviare invitaciones para que tu y tu familia puedan ir a mi próxima firma--Harry que llevaba un libro en la mano, giro el reverso y se fijó en la foto de ese hombre. Su rostro lucia adorable mente confundido. 

 

 

---¿gracias? --- Contesto en tono cordial Harry.  Lockhart parecía complacido, no dejaba de sonreír de forma encantadora mirando a Harry fijamente. Draco, ya cansado de esa situación, decidió caminar hacia Harry y tomarlo de la mano para llevarlo hacia el invernadero.

 

---Disculpe profesor, pero tenemos clases ---Draco arrastró a Harry hacia el invernadero donde lo esperaba Neville. 

 

---Gracias Draco. Ese hombre me pone los nervios de punta--- Agradeció Harry. Neville asintió. 

 

---¿Vieron cuando se presentó en la cena? ---Iban a continuar conversando, pero fueron interrumpidos por la profesora la cual les grito por el comienzo de su clase. 

 

——

 

La clase habia sido estresante, esa asquerosas mandragoras habian atormenrado a la mayoria. Despues de clases mas de uno yacia desmayado, incluyendo a Neville, el cual torpemente no había cuidado bien sus oídos. Draco no se había dejado de quejar ni un momento del estado de su uniforme y lo mal que estaba su cabello, Neville lucia aún peor después de pasar toda la clase en el piso. Se bañaron y fueron a transformaciones. 

 

Durante toda la clase Draco se dedicó más a ayudar a Harry a recordar el año pasado entero que a hacer sus propios ejercicios, el resultado terminó en que había sido superado por Hermione al final del día. Hablando de la chica, está no había dejado de mirarlo con ojos de cachorro, desde que se había escrito antes de las vacaciones para despedirse, no se había vuelto a escribir. 

 

Cuando salieron de comer fueron a una ridícula clase de defensa contra las artes oscuras, donde después de haber tenido que hacer un ridiculo cuestionario, Lockhart había abierto una jaula llena de duendecillos, los cuales Draco había tenido que petrificar con un petrificus totalus cuando uno de ellos había intentado coger a Neville.  Lockhart le había regalado 10 puntos a Slytherin, lo cual lo salvó de no ser hechizado por un furioso Draco. 

 

——-

 

Así pasó la semana. 

 

Durante toda la semana Lockhart se había dedicado a seguir a Harry y Harry a esquivar a Lockhart, y con Draco a punto de hechizarlo no ayudaba a la situación. Incluso Draco había tenido una fuerte discusión con Hermione por ese individuo y estos se había distanciado casi por completo. 

 

—Mi señor — Su padre se inclinó frente a él. Ya su cantidad de seguidores había aumentado exponencialmente, la mayoría atraídos por los horrores que les deparaba el futuro y lo aterrador de este. Sirius estaba allí, disfrazado de Orion. Las reuniones ya no se llevaban acabo en la oficina de su bisabuelo, sino en su mansión en Italia en plena sala de estar. 

 

 

—Gracias por venir — Exclamo de forma tranquila. Sonrió antes de levantarse de su silla —Sean bienvenidos mis amigos. Lucius yo no soy tu señor. Sepan que todo lo que vean aquí no será divulgado de ninguna forma. Me aseguraré de eso —Camino alrededor de los hombres reunidos en su hogar, la mayoría tenían un miedo latente al señor tenebroso y no deseaban otra guerra, habían sido convocados por estos mismo. 

 

 

Draco había escogió a los sangre pura que no fueran completamente fieles al señor tenebroso, de familias adineradas o solo que su familia fuera a caer en desgracia por los futuros sucesos de la guerra, no todos los reunidos aquí eran mortifagos, algunos eran partidarios de Dumbledore que caerían en la desgracia o extranjeros que había reclutado con la promesa de un buen tajo de pastel en el futuro. La mayoría atraídos por el individuo con conocimiento del futuro.

 

Draco había hecho un poco de trampa durante los últimos años cuando se refería a su fortuna, había utilizado sus conocimientos del futuro para amasar una gran fortuna tanto en el mundo muggle como en el mundo mágico. Todo comenzó hace 6 años con poción para la mordida del vampiro y hombre lobo que evitaba la adquisición de la enfermedad en las 2 horas siguientes de la mordida, no era una cura para los ya infectados, pero era la suficiente para evitar que las enfermedades mágicas fueran adquiridas tan fácilmente por la comunidad magica, ya poseía un contrato con el ministerio, el departamento de aurores y había podido abrir su propia fábrica en Londres, también se pedian a diario grandes cantidades para los aristócratas mágicos que poseían miedo a esas enfermedades, había creado una nueva poción para las cicatrices mágicas o manchas del maldiciendo antiesteticas o maldiciones que te volvían piedra, tomando ,como base los futuros descubrimientos de algunos colegas en el futuro que facilitaría la fabricación de pociones y las suyas propias, además de varias pociones de alta gamma para la belleza femenina y unas cuantas para la invisibilidad perfecta (la cual era un producto exclusivo para el ministerio inglés) juntos con varias pociones enfocadas al sector de la salud, incluyendo la poción para la memoria y la demencia senil pero estas eran costosas y muy difíciles de fabricar, había abierto otras tiendas diferentes en otras comunidades mágicas, la mayoría de pociones pero una que otra de ropa o perfumería e incluso una joyería de alta financiación en la Italia mágica y muggle, había  que contaba ya con 3 sucursales y aún en ascenso.

 

El  había contratado a su propia madre, Narcisa para que se hiciera cargo de estos negocios cuando el estuviera ocupado, su padre había estado nervioso pero al final Narcissa había hecho un gran trabajo, aunque su trabajo solo fuera diseñar las tiendas y sucursales y estar al pendiente de estas un poco, cuando se refería a lo estético y al personal, y claro, ayudar con la selección de las joyas, algunas exclusivas de su tienda, recibir a los diseñadores, junto a una planeadora ella llevaba acabo las reuniones y fiestas para las colecciones tanto en el mundo muggle como el mágico, aunque ella prefería confiarse con la comunidad magica y casi nunca iba a las reuniones muggles, su trabajo siempre era maravilloso.

 

 Con un seudónimo muggle había abierto una compañía de bienes raíces que ya poseía varios contratos y operaba en todo el Reino Unido y en los Estados Unidos, junto a eso invertido en diferentes empresas pequeñas las cuales se habían vuelvo bastante famosas y como accionista no tenía mucho trabajo acumulado.  Más de 6 años de trabajo duro habían dado fruto y aunque no fuera tan Rico como sus padres, era lo suficiente para no necesitar financiación de estos en  el futuro. 

 

Draco había utilizado un hechizo parecido al de Sirius para hacerse cargo de sus negocios y no ser reconocido por nadie y así para el mundo había nacido “Evan Vion” un mago joven y amable que no tenía miedo de hacer negocios con los Muggles, aunque a veces se encontrara demasiado estresado por el trabajo y ya que Evan era solo un muñeco que no podía llevar acabo las finanzas o el control fiscal, todo el trabajo recaída en Draco o en “Jack Vion” su “padre”.

 

Cuando el trabajo que debía hacer era demasiado, aprovechaba todo lo que podía las vacaciones y sus momentos libres para que el trabajo no interfirieran con su vida o estudios más adelante, aun así era lo suficientemente capaz de hacerlo, aunque eso significará que tuviera que recurrir a asesores y poner encargados los cuales después de unas cuantas pociones y un pequeño lavado de cerebros, trabajaban eficientes y sin intenciones ruines. 

 

 

De hecho, un viejo contador muggle americano retirado había sido la salvación en sus negocios. El señor era inteligente y capaz, después de haber borrado su memoria y haberlo hecho pensar que el era un sirviente fiel de Draco, había tomado las riendas de su compañía y aunque el señor no había estado muy emocionado al principio, después de presentarle el Londres mágico él lo había ayudado bastante o al Draco mayor que se presentaba frente a él. El hombre había sido dejado por sus hijos en una asilo, aunque solo tuviera 55 años por su discapacidad en las piernas, resultado de un accidente, estos se habían encargado de destruir su fortuna y sus propiedades dejándolo en la ruina, cuando Draco se le había presentado para pedirle que lo ayudara el Muggle se había reído de él en su propia cara. Draco lo había secuestrado, le había borrado casi toda la memoria, le había dado otra identidad y lo había instalado en una gran mansión que tenía en Italia, le había puesto bajo su mando a varios elfos domésticos los cuales se encargaban de todo lo que se tratara sobre el hombre y de traerlo desde Estados Unidos al Reino Unido y hasta Italia donde residía la mayoría del tiempo. 

 

Jack estaba allí, sentado en su silla de ruedas y miraba a Draco fijamente, esperando a ver que seguía. El muggle era un misterio para todos, nadie sabía que era muggle y nadie lo sospechaba. El anciano de ya 59 años seguía tan vigoroso como Draco lo conoció y que no había visto en los últimos 5 meses, aunque Evan transmitía su voluntad y sus palabras no era lo mismo que estar en persona. Una elfina le había pasado una taza de té, el se mantenía a la distancia, escuchando la conversación tranquilamente. 

 

—Bueno, parece que este año habrá un gran escándalo que está muy ligado a Hogwarts —Hizo una pausa para mirar a sus seguidores —Este año se abrirá la cámara de los secretos — Exclamo con voz tranquila. La mayoría se estremecieron en su lugar —No se preocupen, esta situación me aseguraré de resolverla —Tomó un trago de su té mientras seguía hablando —Harry Potter está allí y puedo asegurarles que ningún jovencito saldrá herido por los acontecimientos que pasarán en los siguientes días. No se alarmen, sobre todo tu Lucius, tu hijo estará bien — Una sonrisa aterradora nació en sus bellas facciones. Lucius se removió incómodo. 

 

 

 —El diario ya está en su lugar —Exclamo Draco con una sonrisa extraña —En algún lugar, esa idiota debió dárselo a alguien. Ese alguien abrirá la cámara para el heredero— Sus ojos brillaron de forma extraña. 

 

————

 

Cuando Draco volvio a las 8 de la mañana ya no había nadie en el dormitorio. Harry había salido a las 5:30 de la mañana para practicar para la nueva temporada de Quiddich y Neville seguramente se había despertado tarde y había corrido a tomar el desayuno, eso explicaba la cama a medio hacer y el baúl abierto con la ropa desparramada. Lo bueno que había desayunado en la mansión o si no estuviera muerto de hambre. Atrás de él, Jack se mantenía parado del otro lado de la puerta magica que le permitía burlar la seguridad de Hogwarts. 

 

—Así que, así realmente eres — Exclamo Jack con su fuerte asentó. Era demasiado estadounidense. El pequeño y adorable niño rubio le sonrió con algo de ternura y el hombre mayor volvió a a reír fuertemente. 

 

—Tengo que ir a clases Jack. Seguramente ya perdí el desayuno y llegaré tarde a transformaciones —Exclamo Draco con fastidio. El hombre asintió distraído.

 

—Anda niño, nos veremos para los próximos balances. Estudia mucho niño mago— Se despidió antes de que la puerta se cerrara y desapareciera por completo. Draco se metió al baño para ducharse y ir rápidamente a clases. 

 

 

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