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La manipulación de la serpiente. por kitsune_nya

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Notas del capitulo:

Discúlpenme por no actualizar antes, pero tuve problemas con el internet (culpa de mi hermano) Y no tenía ni tiempo de resolver eso por mis exámenes Parciales :'v 

 

proxima actualización el siguiente viernes.

 

respondere sus hermosos comentarios en el trascurso del día, gracias por todos y espero que dejen más. 

 

 

gracias por su comentarios 

Capituló 2: niño herido

 

.   Era un día nublado y descoloría en Londres Muggle, las nubes oscuras y tormentosas, acompañadas del furioso viento alertaban a cualquier residente locales a no salir de sus casas por las próximas horas, no al menos que quisieran terminar totalmente empapados. 

 

  Harry Potter corrió por la calle solitarias para huir de la lluvia furiosa que había comenzado a caer segundos atrás. Su tía Petunia lo había echado de casa hace algunas horas por la celebración de cumpleaños de su primo, y uno de los deseos de este en ese cumpleaños  no deseaba ver a Harry en su fiesta, pues no quería que sus “ amigos” lo vieran en su fiesta de cumpleaños o incluso en su casa. Harry suspiró con alivio cuando vio por fin la fachada blanca de piedra de la casa de sus tíos, y como ninguno de los autos de ninguno de los 2 estaban estacionado en la entrada. 

 

  Abrió la puerta lentamente para no ser escuchado por alguno de sus parientes (Aunque solo estuviera su primo y los amigos de este) al escuchar risas lejanas venir del segundo piso supo de inmediato que todos los invitados estaban viendo los nuevos juguetes de su primo y no bajarían pronto.   Camino hasta la cocina para poder tomar un poco de agua antes de encerrarse en su cuarto el resto de la noche, pero al momento de que cruzó el lunbral de la cocina no pudo evitar fruncir el ceño al ver el desastre  que estaba echa la cocina, desastre que seguramente terminaría limpiando el. El pastel de cumpleaños ya cortado y repartido yacía sobre la mesa, la cual están llena de vasos desechables vacíos, botellas de refresco vacías tiradas  y restos de pastel esparcidos por la mesa, como si alguien hubiera estado jugando con el pastel. 

 

  —Ese idiota corto el pastel de tia petunia antes de la hora — Exclamó mordiéndose el labio inferior —¿¡Cómo llegó eso al techo!? — Exclamó al ver los restos de pastel en el techo blanco. Lentamente dio media vuelta, caminando hasta la puerta bajo de las escaleras que lo llevaría a su habitación .

 

   Harry completamente empapado de pies a cabeza se dejó caer a su cama completamente derrotado, viendo con tristeza el piso de madera descuidada y con algunas tablas sueltas, metió la mano en su bolsillo y saco algo, entre sus dedos yacía los únicos recuerdos de su querido amigo, ahora convertido en cenizas que manchaban sus manos.   

 

—¡Harry! —La chillona voz de su tía llamo la atención de Harry, el cual levanto la cabeza para mirarla directamente. Su tía Petunia se encontraba parada justo frente a él. Harry nisiquiera había notado cuando había abierto la puerta de su cuarto ( o su llegado a  la casa) y se había acercado tanto a él. El desagradable color amarillo de su vestido casi lleva a Harry a fruncir el ceño, pero en vez de eso solo se levanto para poder mirarla —¡Te estaba llamando! —El solo asintio aún ido, la delgada mujer miraba con molestia a su pequeño sobrino, el cual parecía realmente distraído . 

 

  —¿Qué necesitas Tia? — Pregunto en un tono desanimado el pequeño, petunia frunció el ceño aún más (hasta lograr que su rostro pareciera como si se hubiera comido un limón entero) al ver como esos ojos profundos y verdes la miraban con desinterés.  

 

Para gran desagrado de petunia, Harry Potter lucia más sano de lo que recordaba la última vez que se había puesto a detallarlo detenidamente, cosa que no hacía muy seguido por el incómodo parecido del pequeño con su hermana, incluso su cabello tenía un tono más negro de lo normal, su ropa aún se veía vieja y le quedaba grande, pero ella sabía que ya no lucía como el esqueleto que se había dedicado a convertirlo por ya hace tantos años.        ¿por qué? Por qué petunia lo detestaba, él era la representación de las cosas que más odiaba en el mundo, de cosas que añoraba y nunca había podido tener y sobre todo de recuerdos amargos. Ojos verdes que le recordaban constantemente su derrota contra Lily, y su normalidad monótona a la cual había sido encadenada hace ya tantos años. La magia, algo que había añorado durante toda su vida y al no ser capaz de poseerla terminaría odiando y enviando siempre a cualquiera que la tuviera. Su belleza, algo que siempre había detestado de Lily era lo hermosa que era, ella siempre había querido ser más linda que Lily, el problema era que Lily era una ninfa angelical que había nacido con dotes que ella no poseía, siempre había odiado su propia cara sinplona, sin gracia y tan simple que nunca había logrado llamar la atención, eso y otros factores más hacían a Harry potter la representación de las cosas más detestable para Petunia. Pero a pesar de eso ella no lo odiaba, solo le desagradaba profundamente su existencia y no quería que fuera feliz, por qué Petunia quería que el viviera lo más miserable que pudiera.   

 

—¿Dónde está? — Pregunto en un tono desagradable, mientras examinaba el pequeño cuarto con su mirada afilada. Harry parpadeó confundido.

 

    —¿Dónde está que? — Petunia lo arrojó aún lado sin cuidado, sacándolo del cuarto, y con una fuerza que Harry no supo de donde saco en su esquelético cuerpo arrojó la cama hacia arriba. Harry hizo una mueca de horror mientras veía con el rabillo del ojo a su gordo primo, el cual sonreía triunfante al lograr dejarlo al descubrierto

 

.    Abajo de la cama se encontraba una hermosa valija color verde enorme, con toda la ropa que Draco le había regalado perfectamente doblada en su lugar, junto a ella había una de las tantas canastas de dulces que Draco solía mandarle, y que Harry había insistido tantas veces que pararan, un pequeño estuche con un lazo que Draco le había dado para su cumpleaños y que todavía no quería abrir y por último un abrigo grueso para el frío que le había regalado para sus noches más heladas .   

 

—¡Eso es!— Exclamó sonoramente El Niño, la mujer se cruzó de brazos con una sonrisa triunfante.

 

   —¡Pequeño ladronzuelo! ¿¡de dónde has sacado todas estas cosas!? — Harry palideció con miedo, pero de inmediato frunció el ceño al ver cómo su tía tomaba el estuche. 

 

    —¡Yo no e robado nada! — Exclamó El Niño con furia, mientras intentaba quitarlo el estuche.  

 

Petunia abrió el estuche para mirar el contenido, dentro había una sortija de oro con extraños grabados hermosos y una pequeña piedra color dorado. Una tarjeta negra con inscripciones doradas llamo la atención de la mujer «Feliz cumpleaños Harry» decia en una perfecta caligrafía.

 

   La mujer miro con codicia la sortija la cual parecía extremadamente cara. Pero, en el momento el que con su delgados dedos acariciaron la piedra de la sortija las inscripciones se volvieron Rojas y cambiaron totalmente.

            Petunia soltó la caja como si quemara ( y de echo lo hacía) retrocediendo con una mirada de absoluto horror.  

 

—¡Quién te dio todo esto! ¡Fue ese padrino inútil tuyo! — Exclamó con miedo, antes de callar y retroceder —¡No quiero ver tu cara en la cena! ¡puedes quedarte con esto si eso quieres, pero te quedaras encerrado sin comer hasta que lo tires tu mismo! — La mujer salió y volvió a encerrarlo, Harry tomó su regalo tirado en el suelo .   

 

—Nada sería mejor— Exclamó, mientras volvía a poner su cama en su posición original.  

 

  *pop*  

 

—¡La cena está servida, amo Harry ! — El pequeño niño sonrío al ver aparecer al elfo domestico Dobby, el cual por órdenes de su Dragón le había estado trayendo la cena desde hace muchos años, Harry se había sorprendido enormemente al ver al elfo por primera vez, pero después de tantos años se había acostumbrado totalmente a su presencia —Por órdenes de amito hemos preparado hoy, carne con patatas y pasta, pastel de carne , y por último una enorme taza de ensalada de frutas y todo acompañado con jugo de calzaba o si prefiere un poco de jugo de cereza y naranja —Harry asintio un poco avergonzado.

 

  —Pensé que ya no vendrías más Dobby— Dijo en tono alegre.  

 

—El amito quiere que el amo Harry coma bien, y aunque Dobby no fuera ordenado por el amito, Dobby es feliz trayendo comida deliciosa a Harry Potter.... Dobby hablo demasiado, Dobby volverá por los platos más tarde— Harry no pudo decir nada antes de que el elfo desapareciera, dejándole el carrito con la comida aún hay. 

 

  ----------9 días después---------

 

  ------Callejón Diagon--------  

 

Draco Malfoy de 11 años caminaba junto a sus padres por las calles del Callejón Diagon. El callejón estaba abarrotado de gente buscando los útiles escolares para sus hijos, personas caminaban sin control por las calles. Draco vio con desprecio como la gente se apartaba para dejarles el paso, cuchicheaban sin la más mínima educación sobre ellos, y dirigiéndoles miradas de desprecio y prejuicio. Narcissa Malfoy miro con desagrado a los presentes, mientras Lucius simplemente se dedicaba a ignorarlos. 

 

  —Draco— lo llamo en voz alta su madre, sin dejar caer ni por un momento  su porte frío y altivo. Draco miro a su madre, la cual señalar la tienda de túnicas junto frente a él —Tu y yo iremos a la tienda de túnicas —. 

 

  —Madre, puedo ir a ver primero las escobas de carrera nuevas — Susurro mientras jalaba a su madre de la túnica, su padre lo miro con duda al ver la extraña actitud infantil de su hijo.

 

—Primero iremos a la tienda de túnicas Draco— Dijo su madre en tono neutral, pero Draco negó.

 

  —Pero madre — El Niño habló en un tono más alto de lo habitual, poniendo una cara suplicante.  

 

—Cyssy , Draco— Lucius llamó la atención de ambos —me adelantaré e iré a la librería, seguramente habrá una enorme fila, aprovechare y comprare un caldero y los ingredientes para pociones — Lucius habló en un tono neutral y sin emociones —Espérenme en la tienda de helados, los alcanzare en 30 minutos — Narcissa asintio cuando vio que Lucius se disponía a irse.

 

  —Narcissa Malfoy— Una  voz venenosa llamo la atención de Narcissa, la cual volteo para ver quién la llamaba. Una anciana vestida elegantemente miraba con desprecio nada disimulado a la matriarca Malfoy, Narcissa le devolvió la misma mirada, pero con más desagrado a la anciana mujer que ya conocía muy bien. Un pequeño niñito venía agarrado de su túnica escondiendo su rostro en un gesto tímido, Narcissa supo de inmediato que se trataba de su nieto Neville.

 

  —Abuela— El pequeño niño se escondió aún más atrás de las faldas de su abuela. 

 

  —Neville te alcanzaré en la tienda, adelántate — El pequeño miro algo cohibido a su abuela al escuchar la orden extraña, pero al ver la mirada furiosa en el rostro anciano el solo pudo asentir, despegándose con mucho esfuerzo de su pierna para comenzar a caminar calle arriba.  

 

—Que niño más adorable— Augusta Lombotton frunció el ceño con odio. 

 

  —No tienes derecho de hablar sobre el Malfoy. Tu asquerosa hermana no obtuvo suficiente castigo por todo lo que hizo — Escupió con odio —Mortifago — Susurro lo ultimo antes de dar media vuelta e irse.

 

  Narcissa bajo la cabeza, mientras apretaba los puños con rabia.  

 

—Vamos Draco— Susurro en tono desganado Narcissa —¿Draco? — Volteo la cabeza al no recibir respuesta de su hijo  —¿Draco ? — Miro a ambos lados con la mirada llena de nerviosismo al no ver rastros de su hijo. 

 

  -•-•-•-•-•-•-

 

  —Harry— Un hombre gigantesco y de aspecto bonachón llamo al pequeño niño de 11 años, el gigante hombre estaba cubierto por pelo marrón y rizado el cual salía por gran partes de su cuerpo —Bienvenido al callejón Diagon — Exclamó felizmente mientras abría la puerta al callejón. 

 

  —Es increíble Hagrid —  Susurro con entusiasmo al entrar al pintoresco callejón por primera vez en su vida. las brujas y magos caminaban de forma apresurada, comprando todo tipo de objetos mágicos o útiles para sus hijos que futuramente entrarían a Hogwarts. Harry por un segundo recodo como Dragón le había descrito el Callejón Diagon por primera vez hace 2 años, cuando apenas había descubierto que era un mago. Se estremeció un poco cuando un recuerdo desagradable se filtró en su mente, el día en el que, acompañado de una tasa de chocolate  Dragón le había contado la horrible realidad de su pasado. Dragón siempre había sido honesto con el, y por eso mismo cuando él  le había pedido, Dragon le había contado la historia de sus padres de comienzo a fin, de cómo habían muerto para protegerlo a manos de un malvado, y que ese hombre había muerto en manos de él, cuando apenas tenía 1 año de nacido.    Recordó con tristeza como había llorado durante horas al escucharlo todo, era solo un niño, pero sentía un gran réncor hacia todas las personas que lo veía como una simple marioneta, obligándolo a vivir en un desván durante años, y tener que soportar el desprecio de sus familiares a los cuales aveces odiaba, Dragón le había prometido que después de entrar a Hogwarts no volvería a ese horrible lugar nunca más.  

 

—Hagrid ¿Por aquí hay una heladeria? — Miro con sus verdes ojos a su nuevo amigo Semi-gigante, el cual había sido bastante amable con él desde que lo había conocido, pero por ahora el solo quería reunirse con Dragón, no sabía si podía confiar en alguien más que no fuera su amigo no importaba lo amable que pareciera a primera vista.  

 

—hay una heladeria a unas calles de aquí, debe estar abierta ahora mismo — Harry asintio ante lo dicho por el gigante, Hagrid por el contrario continuó caminando despreocupadamente hasta llevarlo a la frente a la tienda de túnicas.  

 

—No creo que pueda pasar por esa pequeña puerta — Exclamó con tono bromista, con una sonrisa amable aún adornando peludo rostro .  

—Disculpe — Una bella mujer rubia los llamo a ambos mientras se acercaba caminando, vestía un vestido largo y elegante muy característicos de los sangre pura, su cabello rubio perfectamente recogió, Harry pudo notar en el rostro de la mujer la preocupación. La cara de Hagrid se deformó en una mueca de sorpresa .  

 

  —¿Señora Malfoy? — Pregunto con sorpresa. Narcissa Malfoy se veía bastante preocupada, apretó sus manos delicadamente mientras tomaba aire para no echarse a llorar en ese mismo momento.

 

    —Disculpe pero..... ¿Han visto a un niño rubio de 11 años por aquí? Mi hijo, no puedo encontrarlo — Hagrid negó de inmediato, sorprendiendo un poco cuando vio como la fría Narcissa Malfoy miraba con preocupación a todas partes. 

 

  —La ayudaré a buscarlo — Dijo con una sonrisa afable, los ojos del Semi-gigante brillaron con determinación, Narcissa lo miro con sorpresa, para luego pasar a una mirada de agradecimiento total, como si ella esperara otro tipo de tratos hacia su persona —Harry ve a que te tomen las medidas para tu túnica, yo por ahora ayudaré a la señora Malfoy a encontrar a su hijo —Harry asintio lentamente. Hagrid de inmediato se dio media vuelta, hablaba con la bella mujer rubia.

 

  Harry cuando vio que Hagrid había desaparecido de su vista, salió de la tienda caminando por las pintorescas calles llenas de gente.    Miraba de forma distraída los anaqueles de las tiendas sin prestar real atención por donde caminaba. 

 

  —¡Oh! — Choco contra algo duro.

 

  —Lo siento— Un niño rubio lo miro con vergüenza, El Niño también distraído había chocado contra el, dejando caer sin querer la gran cantidad de libros que llevaba en unas bolsas de papel. 

 

  —No te preocupes— Harry le sonrió, mientras lo ayudaba a levantar sus libros desparramados por el suelo. El otro niño se sonrojó con vergüenza

 

.   —Gracias — Tomo el último libro con algo de vergüenza —¿También irás a Hogwarts ? — Pregunto con timidez el pequeño niño.  

 

— Si, soy Harry—Harry le extendió la mano, pero El Niño al intentar responder a su saludo dejó caer sin querer una de las tanta bolsas con  libros  —¿a dónde vas? ¿Quieres que te ayude? — El Niño rubio se sonrojó violentamente mientras asentía.

 

  —Gracias, voy a tienda de helados a encontrarme con mi abuela, ella dijo que si perdía nos encontraríamos hay — Harry asintió mientras tomaba la mitad de los libros para aligerar la carga del muchacho un poco.

 

  —Neville, Neville Lomboton — Se presentó luego de un rato de silencio —¿ A qué casa te gustaría ir? — Pregunto tímidamente tratando de comenzar una conversación. 

 

  —¿Casas? — Pregunto interesado —E vivido mucho con muggles, no sé mucho del mundo mágico— Neville asintió distraído. 

 

  — Veras, en Hogwarts existen algo llamado casas, mi abuela siempre a dicho que es una competencia para ver cuál es mejor, existen 4 casas en total, Gryffindor  la casa de los valientes, mis padre fueron a esa casa, Ravenclaw la casa para los curiosos e inteligentes, Hufflepuff los amigables y leales trabajadores, mi abuela dice que son débiles pero yo no creo y por último , Slyterin la casa de los astutos, inteligentes, a esa casa fue mi abuelo. Mi abuelo dice que haré amigos verdaderos si voy a allá, pero yo nunca podría entrar  —Harry asintio totalmente interesado.

 

      —Todas suenan demasiado bien — Exclamó totalmente interesado. 

 

  —Lo sé, es bastante increíble — Ambos rieron un rato —Mi abuela hizo una apuesta con mi abuelo, si entro a Gryffindor me compraran u sapo lo llamaré trevor, si entro a Hufflepuff mi abuelo me regalara una rata lo llamaré Louis, si entro a Ravenclaw mi abuela me comprara un águila la llamaré Darius y por último si entro a Slytherin, aunque mi abuela no lo apruebe, mi abuelo suele convencerla,  me regalaran 2 animales, un búho real que le pertenece a mi abuelo y un hurón albino que llamaré Alaxard —  Exclamó felizmente.   

 

—Es genial — Exclamó feliz Harry—Espero que caigamos en la misma casa — Neville asintió suavemente.  

 

—¿Y tú qué haces solo en un lugar como este? — Neville le preguntó mientras le ofrecía un poco de chicle que él aceptó con gusto.

 

    —Busco a alguien también, un amigo, dijo que nos veríamos en la heladería  — Ambos continuaron hablando mientras conversaban animadamente hasta que llegaron por fin a la heladería.    

 

P—Neville — Una anciana se acercó al par de niños — Déjame ayudarte con eso— La mujer saco su varita de su manga, y en un floteo de esta  desapareció los libros.

 

  —El es Harry abuela, me a ayudado con los libros — Exclamó El Niño rubio, su abuela asintio.   

 

—Es un placer jovencito ¿Tus padres ? — Pregunto al no ver a nadie cerca del niño.  

 

—Ahora mismo me esperan en la heladería — Augusta Lombotom asintio suavemente.  

 

—Entiendo, entonces Neville y yo nos retiramos, todavía hay compras que hacer antes de ir por helados. Esperamos verlo muy pronto jovencito, gracias por acompañar a mi nieto — La mujer dio media vuelta, y se dispuso a irse.

 

—Adiós Harry— Se despidio Neville — Nos vemos e Hogwarts —.

 

   Cuando al fin estuvo solo Harry solo pudo tragar saliva lentamente, mientras respiraba hondo, sus mejillas estaban algo sonrosadas por la vergüenza. Abrió la puerta lentamente, mientras asomaba la cabeza inspeccionaba con la mirada el interior de establecimiento. No había mucha gente, una que otra personas por aquí y por allá. 

 

  —Deberías  entrar ya, Harry — Una voz atrás de él lo hizo sobresaltarse levemente. Volteo la cabeza lentamente para ver quién se encontraba a sus espaldas. Era un niño palido y rubio, tenía el cabello era rubio platinado largo y suelto, tenía una bonita cara infantil y ojos plateados profundos. 

 

  —Lamento haberte echo — El Niño rubio puso una expresión completamente angelical, Harry por un segundo de sintio confundido, y se lo hizo saber a través de su expresión confundida —¡oh! lo siento, soy Draco Malfoy — Harry lo miro sorprendido por un segundo.

 

  —¿Dragón? — Draco solo asintió lentamente .  

 

Notas finales:

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