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UN NUEVO Y CONOCIDO MUNDO por LILITH_HIWATARI

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Notas del capitulo:

Como verán hoy debería publicar el capítulo de Lobo Carmesí lamentablemente tuve un problema con un capitulo estoy atorada y pues en compensación adelanto el capítulo de este otro fic, disfruten y nos vemos en dos semanas con este, el próximo jueves con el del lobo.

 

 

Capítulo 4: El inicio de nuestra historia.

 

“Es nuevo y excitante 
¿Cómo imaginar que fuera así? 
No es un gallardo príncipe 
Pero algo hay en él que antes no lo vi” 

 

”No creo que debamos medir nuestra bondad por lo que no hacemos, por lo que nos negamos, por lo que excluimos y rechazamos. Debemos medir nuestra bondad por lo que aceptamos, creamos y a quienes incluimos”. Párrafo de la película “Chocolat”.

 

 

-          ¿Qué quieres Cameron?-  contesto de muy mala gana aquella chica, pues su teléfono no había parado de sonar toda la mañana.

-          ¿Aun sigues molesta nena? – la voz dudosa vino desde el otro lado de la línea.

-          Claro que no lo estoy, ¿porque lo estaría? no es como si mi novio se avergonzara de mi – dijo sarcásticamente frunciendo su nariz.

-          Ya te explique que no es eso, simplemente no puedes venir al evento, solo puedo llevar a uno de mis padres- se excusó intentado parar aquella pelea tonta.

-          Pero es una premiación con gente famosa quiero estar ahí- insistió ella realmente quería ir a esa clase de eventos, era una de las razones por las que realmente salía con aquel chico.

-          Lo sé cariño pero enserio no puedo – suspiro derrotado el - te llevare a cenar donde quieras ok.

-          No lo sé, no quiero ser un inconveniente

-          Tú nunca serás…. – pero esta le había colgado.

 

Cameron no había querido tener aquella pelea pero su amada novia se había puesto muy molesta cuando le dijo que no podría llevarla consigo al evento, ella realmente no lo había tomado bien, pero confiaba enteramente en poder contentarla, ya lo había hecho antes, regalos costosos siempre fueron una buena manera de lograrlo el realmente esperaba que funcionara otra vez, pues el cariño que le tenía a ella era grande.

 

-          Me engañaste – la próxima vez que se vieron luego de aquel evento su chica  no estaba muy feliz de verle, aun cuando llevaba en sus manos aquel ramo de rosas rojas.

-          ¿Qué?-respondió confundido viendo como las flores eran apartadas con gran ira.

-          Dijiste que solo podías llevar a un familiar y tu amigo Boo boo llevo a su novia, no mientas lo vi por televisión.

-          Solo tenía  dos invitaciones él es mayor de edad no necesita permiso de sus padres ¿Qué esperabas que hiciera? – el intento defenderse pero aquella chica nuevamente se había puesto agresiva ella arrebato el ramo de sus manos y lo arrojo al suelo en una rabieta.

-          Llevarme, es lo que hubiera hecho un buen novio – exigió luego de pisar una de las rosas – traerme flores no lo compensara.

-          Pero…

-          No Cameron estoy harta – se cruzo de brazos molesta - yo te acompañe a tu aburrido evento de motocross y ni siquiera puedes llevarle a un ridículo evento.

-          Cariño yo – Cameron le miro dolido el realmente se había divertido mucho en aquella exhibición, llegando a pensar que la joven también  pero parecía ser solo un error y ahora ella estaba muy molesta.

-          Vete – término para entrar nuevamente en su casa y cerrar la puerta en sus narices.

 

Aquel chico suspiro no entendiendo bien lo que hizo mal, no es como si él pudiera decidir muchas cosas en su vida, el aun tenía que depender de sus padres para muchos aspectos de su vida, además de que jamás pensó que su novia se molestaría por una pequeña ridiculez, al parecer se había equivocado, abatido pero agradecido de no recibir una bofetada o algo peor levanto el mal trecho ramo de rosas para regresar a su casa.

 

Esa noche su mejor amigo Boo boo se reía de el por skype tras contarle lo sucedido diciéndole que necesitaba buscarse algo mejor, Cameron solo  sonrió diciendo que jamás podría encontrar otra joven como aquélla que le quisiera solo por ser el, que soportara a su extraña familia pero sobre todo le apoyara en todo lo que hacía.

 

Ellos se reconciliaron, él le compro algo y ella feliz volvió a abrazarle, semanas después volvieron a discutir porque uno de sus llamados interfirió con una cita.

 

Después tuvo su primer desmayo.

 

Luego el cansancio le impidió ponerle atención.

 

La ultima vez no recuerda el por qué ella estaba tan molesta.

 

******************

 

Abrió la puerta lentamente, realmente con algo de miedo pues no sabía que esperar, Jay le había dicho luego de aquella cita a la cual el se negaba a llamar cita, fue una salida como amigos nada mas, ok el caso es que Jay le había dejado en claro que no podía seguir evitando a Evie y su dichosa prueba de vestuario como lo llamaba, el debía enfrentarlo como hombre ya que al parecer aquella chica, intimidante por cierto se encargaba de diseñar y hacer la mayoría de la ropa de ellos, dios sabe porque, ¿acaso no habían escuchado hablar de las tiendas departamentales?, fue ahí cuando la realización le  dio como una bofetada, ellos no tenían, porque venían de la isla, de una prisión donde la ropa nueva seguramente era un lujo, el había leído el libro y estaba seguro que algo tan cotidiano como ir a comprar ropa para el cualquier día, no lo era para aquellos chicos.

 

Algo mas  arrepentido Cameron abrió la puerta, buscando alguna excusa por haber  aplazado aquel encuentro  un día mas luego  que ayer le afirmara a la peli azul que efectivamente iría a la dichosa prueba, antes de decir cualquier cosa una orden directa le cayó.

 

-          No hables, solo ve a cambiarte – Mal ordeno sin apartar  la mirada de su libro aquel que leía sobre  la cama su espalda pegada al colchón y sus piernas  sobre la pared en la cabecera cruzadas, ella  ni siquiera presto un poco de atención a Cameron.

-          ¿Dónde está Evie?- pregunto confuso  el puesto que la chica no estaba por ningún lado, mas aquella joven no emitió respuesta alguna por lo que de mala gana tomo la ropa que se encontraba en la otra cama y se metió al baño para cambiarse.

 

Un par de minutos más tarde Cameron salió vestido, unos short negros nuevamente adornaban sus piernas, una camisa de botones gris con lunares blancos abrazaban su pecho junto a un lindo chaleco negro con bordes rojos adornaban por completo el conjunto y era hermoso definitivamente hermoso, sino fuera por una pequeño detalle.

 

Los short.

 

Cameron realmente empezaría  a odiar los shorts, no es que  tuviera algo en contra de  ellos, pero definitivamente prefería los pantalones, eran mucho mas cómodos y dejaban expuesta menos piel, el no quería mostrar su ya de por si desnutridas piernas.

 

-          Carlos estas aquí – y ahí estaba la razón por la que vestía aquel conjunto, Evie  se adentro en la habitación llevando consigo un cesta llena de fresas  - creo que esta perfecto – dejo con sumo cuidado aquellas fresas sobre la cama de Mal justo a un lado de ella, quien se limito a girarse para empezar a comer dicha fruta - ¿Qué te parece? – pregunto emocionada la chica.

-          Me encanta – murmuro sin mucho ánimo realmente.

-          ¿Pero? – al parecer Evie noto su aprehensión pues ahí estaba la pregunta en sus labios.

-          Pero creo que luciría mejor si en vez de short fuera tú sabes un pantalón – susurro evitando mirar a la chica.

-          Carlos – y la voz nuevamente de aquella joven le estremeció, Cameron alzo la vista para observar como Mal  mordía con lo que para cualquiera podía ser sensualidad aquella fresa mas sin embargo a él solo  le provoco pavor- has estado muy raro últimamente – Evie se retiro luego de su confusión inicial para acercarse a tomar su pequeña libreta de bocetos donde comenzó de inmediato a cambiar el diseño de varios trajes a petición del chico - ¿Qué es? – y definitivamente aquella chica no debía darle tanto miedo, pero joder esta no era Dove, era Mal, la jodida Hada que podía matarle con un simple tronar de dedos.

-          No… no se dé que hablas – se cruzo de brazos, cometió un error, había empezado a sentirse cómodo en aquel mundo que olvido realmente el papel que debía jugar.

-          Dejaste el equipo de Tourney, el de robótica, no usas tus chaquetas mas – camerón de inmediato se tenso, el había sido descubierto, no podía imaginar lo que le pasaría cuando supieran que no era su amigo, joder el estaba muerto o al menos torturado por aquellos chicos –ni siquiera  usas tus colitas mas, y Dude no está pegado a ti… ¿qué pasa contigo? – y la mirada de aquella hada realmente era intensa, sus ojos parecían querer ponerse verdoso y el pánico se apodero de él.

-          Yo creo que es una buena idea – Evie le rescato de aquella intensa mirada ganándose la atención de inmediato – los pantalones le darían mas estilo – sonrió emocionada- tendría más margen para trabajar y…

-          Evie cállate -  pero parecía que Mal no iba a dejar zanjado el tema – incluso pasas menos tiempo con Jay… habla – y diablos Cameron estaba a punto de correr si no fuera porque nuevamente fue salvado.

-          Seguramente solo tuvieron una tonta pelea – frunció la nariz aquella chica molesta por haber sido callada - ¿no es así Carlos?

-          Yo… si – asintió deseosos de tranquilizar a la hada que le miraba aun sospechosa.

-          De hecho Mal tiene razón – la voz de la princesita sin corona se empezó a volver mas y mas dulce – debes poner fin a esta tonta pelea Carlos – susurro su nombre con deleite, Cameron casi salta cuando sintió aquel aliento rozar su oreja no  había notado el momento en que aquella chica se encontraba a su lado – debes ir con el – ordeno la joven, Mal frente a él solo sonreía mostrado su dentadura perfecta, aquellos dientes puntiagudos – Besarle y decirle lo mucho que lo amas.

 

Cameron perdió totalmente el control después de aquella orden, una bruma parecía inundar sus sentidos, la necesidad de llegar con Jay y besarlo se hizo abrumadora, no recuerda haberse despedido o saludar a nadie en su camino, tampoco  recuerda cómo fue que lo encontró, lo único  que le importaba era llegar a él, a Jay para besarlo y cuando al fin lo encontró se vio llamándole necesitado y besando sus labios con anhelo.     

 

******************

 

En un segundo Jay estaba hablando con varios chicos del equipo junto a la puerta de la biblioteca y en el siguiente un muy cariñoso Carlos se abalanzo a   sus brazos para besarle, podía jurar que el niño estaba parado de puntas para alcanzarle, por lo que tomándole por la cintura para acercarlo a su cuerpo se agacho lo suficiente y profundizo aquel beso.

 

Aquel que sabia a gloria pues aquel niño parecía bailar con sus bocas, escuchado como sus compañeros hacían ruidos bromeando sobre aquéllos dos novios y como claramente se despidieron para no interrumpir a la pareja pero definitivamente toda su atención estaba en aquel chico que se encontraba actualmente comiéndoselo con la boca, con los labios, joder con su lengua.

 

-          Carlos – jadeo Jay cuando finalmente tuvieron que separarse, los labios hinchados de aquel niño pedían a gritos ser vueltos a besar y Jay iba a hacerlo enserio, el literalmente estaba a aun movimiento de tomar a Carlos y llevarlo a su habitación o al menos a un lugar menos publico donde pudiera deleitarse con su boca y lo hubiera hecho si no fuera por aquellas palabras.

-          Te amo Jay – aquella voz sonaba distante, vacía  totalmente muerta, Jay dejo de concentrarse en sus labios para mirar el rostro de aquél niño pues aquellas palabras le estremecieron.

 

La mirada perdida, casi brumosa en el rostro del pecoso le hizo arder en cólera, sin soltar su mano se dispuso entonces a repara aquel daño camino resistiendo el impulso de matar a medio mundo  a cualquier que se les atravesara pues en su brazo un muy cariñoso y meloso Carlos le llamaba, le decía lo mucho que le amaba, a su lado un  pequeño niño era víctima de un hechizo.

 

-          ¿Evie qué diablos has hecho? – Jay  azoto la puerta al entrar al cuarto donde aquellas dos niñas parecían ajenas a lo sucedió Mal seguía comiendo fresas sobre su cama y Evie limaba sus uñas sin prestarle atención.

-          ¿No se dé que estás hablando? – dijo sin emoción examinando sus uñas lo mas importante en ese momento.

-          Evie – gruño el moreno jalando a Cameron para que las chicas lo vieran- míralo.

-          Lo se luce divino- sonrió la joven ganando una risita de la hada que simplemente seguía comiendo fresas y leyendo su libro.

-          No es divertido, lo has hechizado – dijo molesto – el me ha besado frente a medio equipo de Tourney.

-          Deberías estar feliz entonces Jay- Evie aplaudió en el aire – al fin se reconciliaron - Jay se limito a mandarle una mirada de muerte.

-          Tal vez si no fueras un idiota  Evie no tendría que intervenir  - Mal llamo la tención hablando finalmente – esta pelea me da grima.

-          Ahora que están juntos de nuevo nuestra familia está feliz – dijo sonadora Evie – solo disfrútalo Jay y aprovéchalo durara un par de horas.

 

Pero la ira de Jay no se calmo en absoluto, salió de la habitación llevándose al niño quien le seguía como un cachorro justo antes de salir pudio escuchar como aquellas dos jóvenes estallaban en risas por su maldad.

 

El llevo a Cameron a su habitación le pidió esperarle ahí quien sumisamente accedió y luego  salió del cuarto para no volver hasta el día siguiente.

 

Cameron casi entra nuevamente en pánico cuando despertó al día siguiente con la misma ropa de ayer, en algún momento se quedo dormido mirando a la puerta en espera de Jay, y recordar su vergonzoso comportamiento.

 

Ninguno de ellos lo menciono.

   

******************

 

Evie caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela las clases había acabado y Mal se encontraba con Ben, ella debía encontrarse con Doug en una de las mesas del patio para su sesión de estudios cuando de pronto alguien le empujo dentro de un aula vacía.

 

-          ¿Jay qué diablos? – le empujo ella tras notar al moreno que la acorralaba contra la pared.

-          No vuelvas a hechizar a Carlos- el fue directamente al punto sin ninguna delicadeza invadiendo todo el espacio personal de la joven – si lo haces yo…

-          ¿Qué, vas a golpearme? – bufo ella sin temerle a aquel que le lanzaba una mirada de muerte –suéltame – susurro con aquella melodiosa voz, aquel hechizo que doblegaba la voluntad de los hombres – ahora – mas el joven frente a él se limito a sonreír, su puño entonces golpeo con fuerza la pared detrás de ella sobresaltándole.

-          Tal vez eso sirva en los demás  - Jay se inclino lo suficiente para susurrarle al oído - pero olvidas que soy una serpiente- se alejo entonces para mirarle directo a sus ojos sacando su lengua para acariciar su mejilla – tus dulces palabras no me afectan.

-          No voy a disculparme – estrecho los ojos ella sin tragarse aquella advertencia, ella no aceptaría las tontas intimidaciones de Jay, no ella sabía perfectamente que era intocable.

-          Hablo enserio – Jay se acerco aun mas invadiendo su espacio - puede que seas la favorita de Mal pero a ella le importa una mierda Doug – amenazo mostrando sus dientes -si vuelves a hechizarle voy a traerte su corazón – susurro tras tomar una larga bocanada de su aroma -princesa – termino tomando uno de sus rizos y besarlos en una evidente burla saliendo del lugar.

 

Evie se quedo callada observando el espacio vacío donde Jay estaba minutos antes recordándose lo que era capaz de hacer dicho joven.

 

Ella no eran de las que se encaprichaban, de hecho no lo hubiera descubierto sino fuera un accidente, al parecer tenia ciertas habilidades no conocidas, así como Mal y su magia fuertemente escondida, la barrera mantuvo oculto varias habilidades de los niños, aquellos que heredaron de sus padres o que les fueron dados por quien los haya traído de vuelta tal vez accidentalmente, ella era hermosa y podía ver la envidia y odio en su madre cuando le miraba fijamente.

 

Estuvo muchas veces a punto de morir por estos celos.

 

Tras ser desterradas por la madre  de Mal, su madre cambio su actitud era totalmente sutil al principio casi no lo hubiera notado pero pronto se dio cuenta que para aquella reina ella era una completa amenaza, porque en cuanto más tiempo pasaba y toda la belleza de la reina se desvanecía para Evie esta florecía, lo peor de todos era que cada día era más hermosa tan parecida  a aquella blanca nieves, con sus hermosos labios carnosos y su piel aterciopelada y la reina malvada lo odio.

 

Por eso no le fue difícil para aquel hombre ganarse su confianza, no cuando le escuchaba quejarse de su madre, no cuando con promesas vacías le engañaron por completo.

 

Fue una total suerte que ellos se encontraran o ella lo creyó  así pues aquél hombre subió hasta su ventana para ocultarse una noche, aquélla vez no hablaron solo se miraron fijamente hasta que el desapareció, la siguiente vez el hombre regreso con un presente y desde entonces cada nueva noche de visita se convirtió en algo seguro.

 

Una  manzana, un pequeño pan, una baratija, pequeños  e insignificantes obsequios ganaron su corazón y al cumplir los 15 años aquella princesa se entrego por completo a aquel que considero la perfecta personificación de un príncipe.

 

Ella no le volvió a ver después de aquella noche, dolida y con el corazón roto Evie continuo con su vida, entonces había pasado un año y salió de su exilio, conoció a Carlos el pequeño genio que era abusado por todos, la hija de Maléfica, la cual luego de varios sucesos adquirió un extraño gusto por ella y a Jay el ladrón que les había acompañado en aquella fallida aventura.

 

Entonces descubrió nuevamente al hombre que pensó jamás volvería a ver, aquel que se emborrachaba en una taberna a la cual Mal le había arrastrado de mala gana por que tenia negocios que atender con Jay, cuando le vio el dolor en ella se incremento, los gemelos Gastón aquellos que andaban siempre a su alrededor últimamente  respondieron sus dudas de aquel sujeto.

 

Su nombre no importaba para Evie lo que verdaderamente  le importo fue saber como aquel era un experto en robar el único tesoro para una chica en la isla, solía tomar la virginidad de cualquiera pero a diferencia de otros el lograba hacer que la entregaran de buena gana, aquél hombre enamoraba a su presa hasta que esta le diera aquello por lo que muchos ahí pagarían mucho, el sexo era un gran negocio en la isla, pero ser aquel que podía tomarlo de aquella forma tan civilizada era una verdadera proeza, una burla y humillación más grande que ser tomada a la fuerza.

 

La ira en Evie nuevamente se hizo presente y la ansia de venganza empezaba a consumir su alma, pensó entonces en pedir la ayuda de los gemelos pero tras pensarlo mejor los considero poco fiables, no es que confiara mucho en nadie en la isla, entonces recordó a Jay, aquel joven que era parte de su grupo lo que fuera que vinieran siendo ellos cuatro, había notado el extraño comportamiento de este a su alrededor, él como siempre conseguía cosas para Mal y no parecía pedir nada, él como Carlos siempre acudía a el por ayuda, bueno realmente les había visto una vez besarse detrás de un callejón pero supuso que era parte de algún acuerdo, el definitivamente podría ayudarle, además estaba el hecho de que parecía cuidarla en todo momento, podía apostar a que el fue la razón de que todos aquellos acosadores se alejaron de ella, ella realmente recuerda ver a uno de ellos ser empujado por Jay a un aula vacía justo antes de intentar hablarle y bueno Jay siempre fue civilizado con ella, así que si definitivamente el le ayudaría.

 

-          Necesito tu ayuda – pidió ella luego de hallarse solos en la casa del árbol, Mal había recordado un encargo de su madre saliendo de ahí y Carlos simplemente les dejo para terminar las tareas de su madre advirtiéndoles en no tocar nada.

-          ¿Qué tienes tú que yo podía desear? – y ahí estaba la misma frase que Jay usaba cuando alguien le pedía algo, era automático en el por lo que no pudo evitar decirlo a la princesa que le miraba desde el otro lado de la habitación. 

-          Te daré lo que me pidas – ella se acerco a Jay quien aun se encontraba sentado revisando las partes rotas de los “juguetes” de Carlos - cualquier cosa – continuo ella, sentándose en su regazo tras mirarle intensamente.

-          No – Jay se limito a alejar aquellos brazos que ya rodeaban su cuello, el realmente no estaba de humor para salir a conseguir cosméticos o cualquier estupidez que Evie deseara en aquél momento, en su mente solo estaba Carlos y su maldito padre.

-          Sé que tienes un arreglo con Carlos – y aquello se gano la atención del chico quien dejo de intentar sacarla de encima -ni idea si Mal está metida pero quiero lo  mismo –Jay simplemente alzo una ceja ante sus palabras -no puedo darte mi virginidad pero aun puedes tenerme – acaricio suavemente el rostro del árabe que empezaba a considerar su oferta.

-          ¿Y dime princesa que es lo que necesitas? –sonrió luego de unos minutos, pues aquello podía ser una buena distracción para él, algo en que ocuparse además de pensar en querer matar a su padre, además Evie de alguna forma se había convertido en alguien importante para él.

-          Quiero que me traigas el corazón de un hombre – susurro la chica contenta de que Jay aceptara.

-          ¿Alguna poción? – sonrió el incrédulo tratando de pensar en el uso que ella podía darle a algo así.

-          Es lo justo, el robo el mío, quiero el de el – y la realización se hizo presente en Jay, una venganza de amantes, el realmente no  se quería meter en eso pero realmente Evie le estaba dando aquella mirada llena de dolor mal disimulada - tráelo y puedes tenerme después –y Jay se rindió porque sabía que después de la estúpida aventura con el ojo del dragón nunca podía negarle nada a ninguno de ellos.

-          Te tendré ahora y después de traerlo – pero Jay tenía una reputación que mantener además realmente estaba  estresado y necesitaba algo que lo distrajera - ese es mi precio – sentencio.

 

A Evie solo le tomo un par de segundos pensarlo para luego asentir, Jay le tomo ahí en la casita del árbol, justo antes de que Carlos regresara cansado por todas sus tareas, ellos no mencionaron nada después.

 

Una semana más tarde luego de ser señalado el sujeto, Evie nuevamente tuvo un visitante en su habitación, Jay escalo por la ventana para traer en una pequeña caja el corazón aun tibio de un hombre, ella no pregunto qué paso con el resto, si lo oculto o como lo obtuvo, se limito a sonreír saltando de emoción y le permitió a Jay tomarle nuevamente.

 

Cuando Jay abandono la habitación ella tomo nuevamente el corazón en sus manos para dormir con él en su cama, no le importo manchar las blancas sabanas en sangre, no le importo sentir como aquel órgano se descomponía, aquella princesita sonrió por su nuevo tesoro.

 

Aquel corazón quedo guardado en una fina cajita que Jay le consiguió días más tarde,  cuando Evie termino de decorarla esta era una copia casi exacta  a la caja donde su madre quería el corazón de blanca nieves, el no volvió a tocarle de aquélla manera nunca mas pero si algo necesitaba el siempre lo conseguiría para ella, nunca hablaron de aquello con nadie, ni siquiera Mal y por eso Evie en el fondo realmente le temía a Jay.

 

Ella no entendía  cómo es que su más reciente poder no funcionaba en Jay.

 

Sin quererlo la primera vez que lo descubrió fue justo luego de la coronación de Ben, ellos había aceptado ser buenos y renunciar a todos los planes de venganza y poder, entonces Chad se había acercado a ella para “disculparse” que mas bien no lo parecía por lo que ella aun molesta, agitada y llena de adrenalina por el incidente le pidió amablemente que se perdiera en el bosque, ella no lo noto pero sus ojos habían sangrado a rojo y su voz se había vuelto solo un poco más dulce entonces aquél príncipe asintió alejándose de ella y saliendo del lugar.

 

Chad fue encontrado horas más tarde sucio y completamente confundido, recordaba a haber estado disculpándose, el no era bueno en eso cuando sintió la necesidad de ir al bosque y sin querer se había perdido, ella había sospechado entonces.

 

Después se dijo que solo quería  experimentar, ver si ella tenía algo que ver, así que ordeno a un joven hacer su tarea, el lo hizo, luego empezó a ordenar a más gente al azar hacer cosas ridículas para saber el alcance de su poder y todos accedieron.

 

Entonces Mal le descubrió y reprendió recordándole que ahora eran de los buenos y definitivamente hechizar a los hombres con su voz, porque solo funcionaba con hombres, no era bueno, el punto es que ella descubrió lo que podía hacer así como a controlarlo manteniéndole en secreto, esperando que nadie lo notara para no ser confundida con una amenaza y ser de vuelta a la isla.

 

Hasta que Ben lo descubrió y se limito pedirle que no usara sus poderes para el mal y así lo había hecho, hasta ahora, hasta que hechizo a Carlos y todo porque estaba cansada de verlo tan distante de Jay ella solo quería a su familia unida de nuevo.

 

Lamentablemente ninguno de aquellos niños entendía bien lo que era una familia.

 

 

******************

Camino nuevamente por fuera de aquella sala, siempre a la misma hora, siempre a tiempo para ver la rutina que ensayaban detrás de aquellos ventanales en la aula, la clase de danza a la que muy pocos alumnos de Auradon asistían, más que nada por el simple hecho de que el ballet era la enseñanza clave en ella, a muchos estudiantes les parecía tonto aprender a danzar de aquella manera por lo que la clase solo estaba repleta de niñas y alguno que otro chico que necesita los créditos extra o simplemente ansiaba ver a hermosas niñas en leotardo, ese no era su caso nunca lo fue.

 

-          Creo que deberías intentarlo – comento casualmente Jay una tarde luego de pasar por aquel salón,  tras observar nuevamente la mirada brillante de Carlos ante la danza.

-          ¿Qué? – Cameron estaba demasiado adentrado en sus estudios, el clima era perfecto para esa sesión debajo de la sombra de un frondoso roble, solo ellos dos en la mesa, en una cita de estudios totalmente inocente, el no sabía que Jay detestaba que le vieran estudiar en público y sin embargo lo hacía cada vez que el tenia algún problema en sus materias.

-          El club de danza eh visto como miras sus practicas – contesto poniendo especial atención a las reacciones de aquel chico que parecía realmente avergonzado, si es que el rubor en sus mejillas eran un indicio.

-          No – Cameron mordió su labio suavemente no sabiendo bien como explicar - no creo que sea buena idea – termino en un suspiro.

-          Eres mucho mejor bailarín que ellos definitivamente deberías hacerlo – alentó ocasionando que el pequeño frente a el le mirara ilusionado.

-          ¿Tú crees? – su voz sonaba dudosa pero a la vez esperanzada, realmente deseoso de aquello.

-          No voy a repetir lo obvio – rodo sus ojos el mayor causando aquella risa en el chico frente a él, un melodioso sonido que Jay jamás había escuchado pues realmente no recordaba oír a Carlos reír de aquella manera.

-          Tienes razón lo hare – asintió con toda seguridad aquel joven levantándose de inmediato para recoger sus cosas, aun estaba a tiempo para llegar antes de se terminara aquélla clase, aun podía convencer a la profesora de dejarle entrar o al menos audicionar para ser parte de sus alumnos.

 

Cameron corrió lo más rápido que sus pies le permitieron ignorando su mochila, pues Jay se limito a empujarle y asegurarle que él las tomaría de vuelta, a él le encantaba el baile, puede que tuviera preferencia por el break dance y aquello fuera Ballet más que nada pero el simple hecho de estar dentro de una clase donde le enseñaran aquello que era su pasión, además la flexibilidad y resistencia ganada con este baile siempre era bienvenida, por lo que no dudo en tratar de convencer a la profesora.

 

Al principio aquella mujer le miro con desconfianza, observo a un niño villano frente a ella pidiéndole bailar, a un chico delgado, pálido sin ningún buen aspecto, además recordaba escuchar en la sala de profesores como aquel niño era el mas enfermizo de todos, sin embargó tuvo que darle cierto crédito, había pasión en sus ojos, el ardiente deseo de bailar, un deseo que le recordaba a ella misma, así que le dio una oportunidad, solo una para que le mostrara lo que sabía hacer.

 

Cameron logro impresionarla, aquel cuerpo no era el suyo, no tenia su resistencia, su flexibilidad, sus músculos tonificados necesarios para el danza, su memoria muscular y sin embargo se las arreglo para impresionarla totalmente, el entro  a la clase.

 

Cuando se encontró con Jay en la habitación aquel árabe no esperaba que ese niño saltara de emoción contra el para informarle que había sido aceptado en dicha clase así como para agradecerle su apoyo.

 

Evie le abrazo emocionada asegurándole completamente ser su diseñadora personal para cualquier recitar que tuviera.

 

Ben le felicito palmeando su hombre y asegurándose de conseguir todo lo necesario para que el niño estuviera en la clase, las zapatillas especiales, los leotardos, todo corrió por su cuenta.

 

Mal solo levanto una ceja ante la noticia lanzándole una mirada a Jay acusadora, ella realmente no estaba feliz por aquellos acontecimientos.

 

 

*****************

Aquel día Cameron se quedo hasta tarde en el salón debía practicar mucho más si quería participar en la siguiente presentación del grupo, si quería tener al menos un lugar en esta, por lo que quedarse después de clases se convirtió en algo cotidiana para él, lo cual era perfecto por que Jay pasaba por el tras terminada su práctica de Tourney,  seguía insistiendo en aquello del novio perfecto aun cuando Cameron realmente quería que lo diera por perdido.

 

Tenía que darle cierto crédito, Jay estaba demostrando verdadera tenacidad, además de aun cuando no recordaba mucho del día que estuvo bajo aquel extraño hechizo si había una cosa que recordaba, a parte del beso obviamente y era a un Jay muy furioso con aquellas jóvenes, Cameron también noto como aquel chico que debía totalmente aprovechar la oportunidad se limito a alejarse, fue como si le protegiera de sí mismo y no podía mentir aquello fue un gesto tan lindo, pues significaba que Jay le respetaba a tal grado de no aprovecharse de él, y si aquello no era suficiente el haber contado con su apoyo luego de renunciar al dichoso equipo de Tourney y a todo lo demás cuya desaprobación de las chicas era palpable era simplemente enternecedor.

 

Cameron casi resbala de la barra de apoyo donde se sostenía por tener aquél extraño pensamiento, por pensar en Jay y sus jodidos ojos hermosos, sus dientes perfectos y demonios aquélla sonrisa, este Jay no estaba resultando lo que debía ser, no  definitivamente debía ignorarlos.

 

Pero bueno  no podía negar que tener a alguien que cargara sus cosas, su pesada mochila más que  nada luego de su laboriosa rutina era todo un alivio, por que nuevamente aquel cuerpo tan débil aún necesitaba fortalecerse y mientras tanto se sentía como papel higiénico mojado luego de cada practica, sin embargo aquella tarde no fue Jay quien se presento en el salón, si no cierta hada de cabellos morados.

 

-          Hey Mal  - saludo cuando le noto ya a medio camino hacia el - ¿que esta… – pero fue cortado de inmediato cuando aquella chica tomo su mano en el aire y la retorció con fuerza - hay mi mano.

-          ¿Dónde está Jay? – cuestiono de inmediato mirando por el aula vacía.

-          No lo sé en ¿Tourney? – respondió intentando no hacer ninguna mueca ante el evidente dolor que aquella le infligía - puedes soltarme me lastimas.

-          Clase de danza – ignorándole levanto una ceja ante aquello - ¿por eso dejaste el equipo? – bufo.

-          No entiendo como esto es de tu incumbencia – y Cameron molesto por aquella actitud cambiante pues no había tenido ningún problema antes fue insolente- diablos vas a romperme el brazo – aquello le valió que Mal torciera su brazo más de 180 grados.

-          Mejor eso a tus piernas – la intensa mirada de la joven se volvió totalmente verdosa causándole un repentino terror - o después como bailaras- le sonrió amenazadoramente.

-          Mal – susurro ahora totalmente sumiso -por favor.

-          Dile a Jay que quiero verle – y con aquello soltó el brazo para alejarse del lugar.

 

Cameron se quedo ahí sobando su muñeca un rato seguro de aquel moretón que se formaría, Jay llego minutos después, cuando aquel chico termino de empacar sus cosas notándole deprimido.

 

-          Amigo lo que sea que le hayas hecho Mal soluciónalo casi me rompe el brazo – soltó de inmediato Cameron al sentir a Jay cerca, de forma agresiva, todo el dolor se había convertido en vergüenza y rabia, el no tenía nada que ver en cualquier pelea por lo que no entendía por que tuvo que pagarla.

-          ¿Qué? – Jay sonaba confundido pues no entendía lo que estaba mal, entonces Cameron se limito a rodar los ojos y mostrarle su muñeca donde un gran moretón ya se formaba.

-          Y creo que realmente quería romper mis piernas – comento ignorando como aquel joven pasaba del asombro a la ira en solo un par de segundos -¿Jay? – mas antes de poder decir algo mas aquel árabe había salido corriendo del lugar, confundido   y aun dolido Cameron regreso a su habitación para un merecido baño y una tarde de descanso, ese día ignoraría sus tareas.

 

Jay encontró a Mal más tarde Ben estaba con ella sin embargo en cuanto este se acerco Ben mágicamente parecía alejarse, tal vez noto la mirada asesina de Jay o Mal le pidió dejar, como fuera que fuese Jay tenia vía libre para enfrentar a la hada.

 

-          ¿Qué diablos Mal porque amenazas a Carlos?- furioso Jay no tardo en soltar su malestar con la hada que le miraba indiferente.

-          Tocaste a Evie – dio como única explicación.

-          No debió hechizarlo – contrataco el.

-          La cosa es  - Mal se acerco al joven totalmente indiferente por entrar en aquel espacio personal -que si tocas lo que es mío entonces yo romperé tu juguete – explico tranquila, sin ningún atavismo de ira pero una amenaza en toda regla.

-          Creí que esto era nuestra familia – Jay mascullo con sus dientes apretando sus manos en puños a sus costados para detenerse de hacer algo más.

-          Lo es pero hay una enorme diferencia entre Evie y tu mascota – termino ella pasando su dedo índice por la barbilla del mayor y sonreír amenazadoramente.

 

Ben llego entonces sonriendo a su novia quien tomándole de la mano se alejo, Jay se quedo ahí tragándose aquella ira que emergía de su interior, el había olvidado lo posesiva que podía ser Mal sobre todo con aquella princesa.

 

La cosa era que Mal estaba olvidando el punto de su familia feliz, que en su interior la semilla de dolor que Maléfica había sembrado se estaba alimentando de la ira y la confusión, pero sobre todo del miedo.

 

La gente hace cosas estúpidas cuanto tiene miedo.

Notas finales:

Al parecer confirmado esta que Cameron ama el baloncesto, por otro lado me puse a investigar y tratar de leer en inglés, Cameron está soltero, la información parecía reciente y él está libres chicas y chicos, ahora bien la razón de la novia viene de mi necesidad de darle a Cameron una razón para querer regresar a su mundo y darle algo que lo ate además de su familia, por otro lado una amiga me conto que ella leyó en Face que la novia de Cameron lo seguía por twitter y terminando saliendo, ella me lo conto, y le creí mi error, como él tiene novia en este fic, pero como ya tranquilice a muchas bajen sus escopetas yo me encargare de ella.

Si no lo hace Jay primero muajajaj muajajaja. 

 

Así es amigos, se supone que los vampiros tienen control mental o algo así y ya que Evie tiene muchas similitudes con ellos decidí darle algo mas así que la voz de ella pude  controlar la voluntad de un hombre pero solo unas horas, tendría que ordenarle completamente para tener un efecto permanente, luego de revisarlo me di cuenta que más bien parece una sirena a un vampiro, por eso de que solo ataca a los hombre…. Pero no importa Evie es genial por lo que lo dejaremos pasar.

 

Por si queda alguna duda si la  caja que menciono es el mismo bolso que carga a todas partes.

 

Jay es inmune debido a  que es una serpiente y su hechizo solo funciona en seres de sangre caliente.

 

Referencias, referencias, yo misma me hago publicidad, el encuentro de Evie y su “amor” es el mismo que ella y Aladdin en el “Hijo de Jafar” jajaja mi otro fic, a que no se esperaban que Jay se acostara con ella, pues si, paso, recuerden que la isla es de lo peor, el sexo es solo una moneda de cambio.

 

Cameron se va enamorando yey, si pensaron que todo seria miel sobre hojuelas están equivocados, los chicos eran malos y crueles aun les cuesta ser buenos incluso entre ellos.

 

Mal tiene una extraña definición de lo que es una familia, de hecho ninguno de ellos lo entiende realmente, solo quieren estar juntos por que creen que así todo estará bien.

 

Pensaba en hacer este fic específicamente sobre Cameron, ustedes saben encerrado en otro mundo sus vivencias y demás pero cuando me di cuenta ya había escrito lo de Evie, así que a la mierda, claro que Cameron es lo principal pero si mencionare parte de la vida de los demás si es relevante, esa es la razón por la que el anterior capitulo es demasiado tierno y este mas agresivo, Cameron estaba viviendo la parte agradable al principio ahora viene lo bueno.  

 

No parece mucho pero que Jay le motivara para entrar a Ballet significa mucho para Cameron, decidí usar el Ballet porque es por lo regular una clase mucho más  popular en las escuelas de privadas, realmente es bueno para crear resistencia y flexibilidad.

 

La canción es definitivamente “Algo Ahí” de La Bella y La Bestia  no creo que  tenga necesidad de explicar el porqué. - https://www.youtube.com/watch?v=HokXEj3P51M

 

 

Deja una galleta si te gusto…

 


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