Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Contigo nunca se que esperar por dark kirito

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Escrito en el móvil, errores son sin querer. Siento la demora pero estuve enferma, gracias por continuar apoyando este fic que tanto me cuesta pero adoro :).

En casa del director.


Inorah fué a preparar el desayuno en lo que dejaba descansar a su pareja y a su amigo. Si bien le inquietaba el que Jared fuese tan efusivo sabe que no es capaz de herir a alguien ni por accidente y es lo que conseguirá de intentar separarlos a la fuerza. Al castaño le dió igual puesto que no es como si le estuviese poniendo el cuerno a su pareja y si así fuese al menos es de su conocimiento. Si, una noche de precario descanso casi pulverizó su cerebro. Cerró los ojos y se desconectó por completo de la realidad.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En algún lugar.


Un hombre llegaba a un sitio que le sirve de guarida. Le recibió una mujer de aspecto descuidado y a la que odia pero mantiene a su lado como mero seguro. Si me mete en problemas siempre puede usarla para escapar. Una distracción, un juguete, un objeto pero no un ser humano.


-¿Y bien?-ella.


-¿Qué?-con fastidio.


-¡¿Como qué?! ¡¿Has encontrado a Kouryuu?!


-Lo vi, pero me fué imposible acercarme Inorah tiene compañía.


-Ese hombre siempre ha de causarnos problemas. ¿Por qué simplemente no te deshaces de él? Nos ha hecho sufrir lo suficiente.


-Cuidó del muchacho tantos años sin pedir nada a cambio.


-¿Vas a decirme que tienes arranques de moralidad? Si tanto te preocupa no debiste hacerle algo así. ¿Qué clase de padre usa a su hijo de esa manera? Es por tus estupideces que estamos metidos en semejante situación.


-Si tanto te molesta largate.


-¿Sin dinero? No llegaré ni al siguiente estado sin que alguien intente asesinarme. De saber que eras un hombre tan estúpido no me habría casado contigo.


-De adivinar que eras una basura de ser humano y me convertirías en lo mismo habría dado la media vuelta el mismo día en que te conocí. Soy tan patético que no me importa usar a Kouryuu como una garantía, porque no quiero morir.


-Es normal. Yo tampoco lo deseo. ¿Está mal hacer caso al instinto de preservación?


Si no fuera porque el rubio cabello le recuerda al chico haciéndole sentir culpable sin duda habría estrellado su puño en el rostro ajeno. Su pulso se aceleró violentamente, estaba perdiendo la paciencia. Ella continuaba con mil y un comentarios que solo le revolvian el estómago. Por lo que se giró ignorandola aún cuando le lanzaron algo que hirió su cabeza; y lo sabe porque un líquido caliente resbala por su espalda. Suspira y entra a su habitación o un intento de ello. Cierra la puerta con seguro y se tira sobre un viejo colchón polvoso para dormir.


«-Si pudiera regresar el tiempo haría algunas cosas de manera distinta. Si tuviese valor en el presente evitaría todo el dolor que voy a causar en Kouryuu. Pero lo siento, eres tu o yo. Lo que ocurra con la desgraciada que se dice mi esposa me tiene sin cuidado.»


Porque aún si hay arrepentimiento en su alma no es el suficiente para convertirle en un ser medianamente decente. Porque primero, luego y al final está su seguridad y nada más. A estas alturas la felicidad o alegría es un completo lujo.


«-Quizá es lo que merece un pecador como yo. Si supieras lo que te hice y pienso hacer y tuvieras la oportunidad de recriminar, ¿qué me dirías? ¿Me culparías? ¿Me odias? ¿O Inorah ha sido un mejor padre que yo?»


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la universidad.


Enek fué a la oficina del rector y le comentó lo ocurrido a este para que concediera un permiso especial a su amigo y no tuviese problemas con las faltas que tendrá. Narró todo con increíble seriedad aunque dramátizo un poco ciertos detalles para que este no tuviese oportunidad de negarse.


-Creí que lo perdíamos. Y todo por ser un héroe. Debió ver la sangre que...


-¡Ya entendí!-acomodaba sus lentes con ahínco, como si planeara incrustarlos en su rostro-Ahora retirese que tengo asuntos importantes que tratar. Le comunicaré la noticia a sus profesores y les pediré que mantengan los detalles en secreto. Siempre y cuando me haga un favor.


-Si claro.


-¡No venga nunca más!


-Sabe que es imposible, ¿cierto? Hay tramites respecto a mi educación que debo tratar con usted.


-Ah-suspiró-solo procura no hacerlo tan seguido, ¿si?


-¡Sus deseos son órdenes señor!-se marchó con una increíble sonrisa al sentirse satisfecho.


«-¿Cómo es que siempre me dejo convencer por ese mocoso?»


Lloraba el rector para sus adentros.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


El peli negro rebosa de energía, sabe que ha ganado una guerra, aunque el pobre hombre no tenía la menor intención de seguirle la corriente. Pero de una u otra manera termina siendo arrastrado por él.


«-Hice lo mío Aginis. Recuperate pronto  y haz tu magia. Si es en compañía de Inorah, ¿qué mejor?»


Se dirigió al aula y tomó asiento despreocupadamente aunque centrando toda atención a los profesores pues con algo debe estudiar su amigo. Y los compañeros confiables no son. El de orbes violeta tampoco puesto que siempre termina por robar los apuntes ajenos pero por una vez en la vida quiere devolver un poco de lo mucho que le dan.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En el hogar del director.


Él y su hijo terminaban de preparar el desayuno.


-Vaya que te luciste Ryuu-maravillado.


-A ja ja ja-avergonzado-me ayudaron bastante tus indicaciones. Creo que soy bastante torpe pero vale la pena si le gusta a mami. ¿Crees que sea así?


-Estoy seguro.


-¿Deberíamos despertarlos? Seguramente están cansados.


-Opino lo mismo. Pero saltarse comidas es lo peor que alguien puede hacer. ¿No te lo enseñé?-con falso tono de reproche.


-¡Si!-animado-Iré por ellos.


-Sé cuidadoso. Aginis suele golpear cuando despierta.


El menor quedó clavado en el piso con expresión descajada.


-¿Es otra de tus bromas?


-Nop. Lo digo muy enserio. A veces tiene sueños no muy agradables.


-¡¿Y le has dejado con Jared?!


Fué corriendo tan rápido como sus piernas le permitieron, dejando en la cocina al pelirojo que estaba seguro de que nada ocurriría. Estan tan agotados que  a lo mucho podrán mover un dedo. Pero el rubio ha sido tan precipitado que ni tiempo le dió de explicar.


«-Es la parte que más me gusta de su personalidad. Se preocupa tanto por otras personas que es capaz de olvidarse de si mismo. Merece ser feliz. Espero estar haciendo bien mi trabajo. Con todos los problemas que tiene es complicado pero no es culpa suya. ¿Cómo un ser tan dulce terminó en una familia plagada de sabandijas? Aunque estoy seguro de que Aginis ya le tomó cariño. Otro que es extremadamente dulce. Rodeado de niños así me siento todo un abusivo. Pero ni modo, tendré que resignarme porque es mi preciada familia.»


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Poco después de abandonar las escaleras y recorrer un pasillo el rubio sintió un intenso dolor en el estómago que le hizo doblarse sobre si mismo y caer de rodillas al suelo. Pero este fué tan fugaz que lo atribuyó a su loca carrera.


Se reincorporó y tocó la puerta. Como es de esperar no recibió respuesta así que pasó encontrándose con una escena más que enternecedora. Los dos mayores tienen un rostro tan sereno y relajado que hasta da pena levantarles. El de orbes zafiro se acercó y estuvo a punto de remover a Jared, pero si se levanta bruscamente herirá al otro. Intentó lo mismo con el castaño a nada de tocar su hombro pero bien podría provocarle una fisura, lo que sea que signifique esa palabra, lo escuchó en el hospital. Caminaba nervioso de un lado a otro de la habitación buscando la solución a tan extraño laberinto.


-¡Ah!


Su mente le mostró una...un tanto extraña. Acercó su dedo y pico con delicadeza el ojo de Aginis. Hasta donde sabe no tuvo golpe alguno en esa zona. Como pareció no surtir efecto repitió el procedimiento.


-Mmm-la incomodidad despertó al castaño que le observaba adormilado-¿Kouryuu? ¿Qué ocurre?


-Papá hizo el desayuno. Yo ayudé un poquito. Si no es molestia...¿podrías bajar? En un rato te tocan los medicamentos y podrías sentirte mal de ingerirlos con el estómago vacío.


-Oh, no hay necesidad de explicar tanto. Con que me dijeras: Hey vago levanta tu culo y ponte a tragar, entendía.


-N-no puedo. Es una gran falta de respeto. Ahora perteneces a la familia.


-¿Y eso qué? No por ello vamos a empezar a fingir. Siempre seré tu madre, aliado y cómplice. No uses máscaras ante mi como no lo haré contigo. Ya tienes suficiente intentando seguir las expectativas de Inorah. ¿O crees que no me doy cuenta? Siempre y cuando no hagas algo que te lleve prisión te apoyaré. Bueno si terminas ahí siempre podría ir a visitarte.


-¿Lo dices enserio?


-¡Claro!


El menor se sonrojó y estuvo a nada de llorar pero en cambió mostró la más bella de sus sonrisas. La que emerge desde el fondo de su alma.


-Entonces cuento contigo mami.


-¡Así se habla! Ahora ve a cuidar a tu padre que no quiero que incendie la casa.


-¿No quieres que te ayude con Jared?


-¿De que hablas? Puedo con esto y más. No soy tan viejo.


Pero si necesitas algo no dudes en llamar.


-¿Con un grito de terror?


-Todo menos eso. Creo que paralizaría mi corazón.


-Ja ja ja ja supongo que me falta sentido común. Bueno, anda hijo mío que no tenemos todo el día.


-Uh si...


Se retiró dejándoles solos. El castaño entonces puso una expresión de dolor. Sintió que un sudor frío le recorría el cuerpo.


«-Que bueno que se fué. No quería que se diera cuenta de que estos dolores ya comienzan a molestar. Podría sentirse culpable. ¿Cuánto tiempo van  durar? Ah, supongo que no debería quejarme, es una suerte que aún continue con vida.»


-También deberías confiar en él, ¿no te parece?


-Así que estabas despierto. ¿Te gusta espiar?


-Para nada pero al picar tu ojo me pegó con el codo.


-Uy debió doler.


-No tanto.


-Y claro que creo en él pero echarle en cara lo ocurrido no significa necesariamente lo mismo.


-Me agradas. Sé que apenas nos conocemos y que es complicado confiar en desconocidos de buenas a primeras. Pero siempre he querido que Inorah sea muy feliz y sé que a tu lado lo será. Así que bien podríamos ser amigos.


-¿Acaso...te gusta?


-Ja ja ja ja, no es mi tipo.


-¿No te gustan los locos?


-Los hombres. Hace mucho me enamoré de uno y rompió mi corazón de la peor forma. Por ello hasta llegué a repudiar a la humanidad. Sin embargo cuando estaba en la preparatoria conocí a Inorah en su hospital. Me dieron una golpiza como pocas y meditaba seriamente sobre si debía o no acabar con mi vida. Entonces me dijo: "¿Por qué no estudias psicología? Entiende al mundo y entonces decide si lo odias o no."


-Wow, no sé que decir. Es un pensamiento tan profundo.


-Y finalizó con: "Cuando te gradúes tienes trabajo en el hospital."


«-¡Inorah es un manipulador!»


-Te aseguro que no es así. Puede parecer que influenció mi decisión pero en realidad me orientó a lo que más amo en la vida y con ello me salvó.


-¿A-acaso lees la mente?


-¿No te dijo que soy bueno en lo que hago?


-Tu si que das miedo.


-Lo sé-sonrió débilmente-pero es como cuando dicen: "De los errores se aprende" y creeme cuando digo que nadie lo hizo más que yo. Confíe en gente que no debí, me enamoré de un imposible y al final ese pequeño miedo a los hombres aún sigue en mi interior como un recuerdo doloroso que se niega a desaparecer. Pero, ¿sabes? No cambiaría nada porque todas las experiencias me convirtieron en la persona que soy ahora.


-Sería genial...


-¿Eh?-ahora si le tomó desprevenido.


-¿No que lo entendías todo?


-Eso creí.


Se miraron y comenzaron a reír, uno más enérgico que otro un lapso de tiempo algo prolongado. Aginis se sorprendió bastante al notar que ya no dolía tanto.


-Parece que estas mejor-el psicólogo.


-¿P-por qué?


-Al reír liberas endorfina y no es por nada pero lo hiciste con tantas ganas que creí que podrías desmayarte. Por suerte no fué si, ¿por qué luego que le digo a tu familia? Ahora vamos antes de que tu novio se haga ideas raras. ¿Puedes caminar o quieres que te lleve?


-No es necesario pero gracias por el ofrecimiento.


«-Este hombre en verdad da miedo. Pareciera que manipula la voluntad de uno. ¿Cómo es tan cercano a Inorah? ¿Será de fiar? Me parece un poco maquiavélico.»


El mayor se adelantó en el camino cuando un golpe seco hizo aparición y que no fué otra cosa que el rostro del psicólogo impactado contra la pared.


-¡Ay por dios Jared! ¿Estas bien?


-¿Eh? Si, solo tengo un poco de sueño.


«-Ahora entiendo porque no le dejaron marchar. Si se mata solo.»


-Toma mi mano, vamos juntos.


El mayor asintió más para allá que para acá y casi fué arrastrado cual carrito de supermercado. Aunque por azares del destino lograron llegar al comedor. Donde el par casi se desplomó. Siendo atrapado el castaño por su novio y el amigo por el siempre confiable piso. Ni modo, no hubo tiempo de salvarle.


-Oh pobre Jared-el director con auténtico tono de preocupación.


Dejó a su pareja y despertó al otro.


-Lo siento Inorah.


-Eso debería decir. Has trabajado demasiado. Es enserio toma un descanso o te pondrás muy mal.


-Si mal ha de estar-Aginis-¿crees que semejante golpe no dejará consecuencias?


-No es la primera vez que ocurre.


-¿Eh?


-Puede que no lo parezca por su constitución frágil. Pero tiene buen aguante.


-Eso quiere decir, ¿que le entra a los golpes?


-Solo que sea como un saco de box porque es torpe como el solo.


-Gracias-el aludido con un deje de reproche.


-No me lo esperaba-Aginis.


-Para que veas que no soy tan maquiavélico como crees-al oji miel.


«-Ay mamá!»


El de hebras de chocolate ya no sabe que creer respecto al amigo de su pareja pero por lo menos es curioso. Además parece que Inorah hace y deshace con él, así que si hay alguien aterrador sin duda es él. Debió investigarlo pero cuando es tarde lo es y tampoco está dispuesto a echarse para atrás.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Esmeralda toma un baño, se arregla y se dispone a salir. Debe vigilar al tipo que acosa a su hermano a como dé lugar. Con uno de sus múltiples disfraces. En está ocasión es peliroja de ojos azules. Llega a la universidad y le sigue con la mirada de un lado a otro.


«-¿Qué tanto hace el tonto? Hasta pareciera que está perdido. ¿No se supone que estudia aquí? Y trae una sonrisa que incluso dan ganas de golpearlo. Debo quitarlo de mi camino pero no tengo idea de como. Si tan solo hubiese conseguido un permiso para portar un arma le disparaba y ya. "No es apta para ello." Si como no. Ni que estuviese loca. ¿Y si le aviento por las escaleras? Es todo un clásico no tendría porque fallar. Ah, pero podría sobrevivir y echarme la culpa de su torpeza. Ni que fuera culpa mía que aterrizara con la cabeza. Quisiera seguirle a su casa pero me dio la impresión de que la bruja de su hermana me notará. La única vez que lo hice me lanzó un cuchillo pensando que era un ladrón que quería entrar y por poco me deja sin hijos. ¿Qué diablos le pasa a la desquiciada? Supongo que no me queda más que tener paciencia. Todo sacrificio tiene su recompensa y el mío será estar junto a Kouryuu.»


Sonrió con ternura sentada en la rama de un árbol a por lo menos dos metros de altura.


-¡Bolita!-alguien gritaba.


Esmeralda se giró picada en su curiosidad cuando un impacto en pleno rostro le derribó cual premio de feria.


-¡Ungh!


Suerte que no tuviera pupilentes porque le dejan ciega.


-¡Ah gracias!-un chico que cogió el balón de football americano y se largó sin siquiera pedir disculpas.


La chica tenía ganas de menta...lizar algunas palabras ofensivas pero el dolor de la nariz con un líquido que casi fluía como fuente le obligó a permanecer arrodillada en el sitio sin ningún alma que se compadeciera de ella. Pero es algo que sabe, los seres humanos solo se preocupan de si mismos. Lo único que tiene es al querido y puro hermano que debe rescatar de tanto manipulador.


-¿Estas bien?-una voz masculina que le extendió un pañuelo.


-Si, gracias-lo tomó sin mirarle. No quería sentirse más humillada de lo que ya estaba.


-No lo creo. No es por ser insolente pero te surtieron con ganas.


-No sabes hablar con mujeres ¿cierto?


-Oh siempre lo hago de está manera con todos. Supongo que por eso dicen que soy raro. Vamos, déjame llevarte a la enfermería.


-No. Conozco a los de tu tipo, hacen un favor y lo cobran caro. ¿Un acostón? Estarás tan bueno.


-No soy así. Pero si tuviese la oportunidad de pedir algo sería que no le hicieras daño a Ryuu.


La peliroja se giró rápidamente y abrió los ojos al máximo completamente sorprendida.


-Enek. ¿Me estabas viendo?


-Solo cuando te caiste. Hasta ahora observe tu rostro.


-¿Cómo sabías que era yo si nunca nos hemos visto en persona y estaba de espaldas?


-Son hermanos. Tienen parecido y sin importar qué, le reconoceré toda la vida. Aún si me quedara ciego. Además aunque tengas disfraz como ahora saliste en las noticias. Y ante todo eres importante para él. Cada que mira tu foto en los noticieros se preocupa por como estarás. Me envió varios mensajes en la madrugada preguntandome si existe alguna manera de salvarte.


-¿El hizo algo así?


-¿Qué quieres? No me parece que tengas malas intenciones y mira que si te tengo algo de rencor por Aginis.


-Lo que haga o deje de hacer con mi vida es asunto mío. Así que pierdete.


-No lo lastimes.


-¡¿Qué sabes tú?!


-Lo suficiente para suponer que todo acabará mal de continuar con el mismo rumbo.


-Te quitaré de mi camino. Que no te quepan dudas.


-Si con ello dejas en paz a Ryuu y eliminas esos sentimientos que a nadie hacen bien, adelante. Soy más resistente de lo que crees.


-No quieras pasarte de listo mocoso.


-No me ganas por tanto.


-No tengo más que decir. Te voy a torturar de tal manera que supliques piedad.


Se puso en pie con intención de marcharse pero el peli negro le tomó de la muñeca con suavidad.


-Espera. Tu hemorragia no parece tener intenciones de ceder. Deja al menos que te dé algo.


-¿Otro pañuelo? ¿Un curita? Que clásico. Ahorrate los gestos de galán de cuarta que ya me los sé.


-Te di mi único pañuelo y jamás cargo con banditas. Mmm creo que debería intentarlo-le extendió un envoltorio blanco que colocó en la mano de ella.


-¿Q-qué es?


-Una toalla femenina ultra absorbente. Hay una chica en el baño que pide a gritos una así que fui a conseguirla pero como no sabía en donde daba vueltas de aquí para ella. Estoy seguro de que...


-¡Púdrete! ¡Eres el más grande imbécil que he conocido!


Se soltó y emprendió la huida a toda velocidad. Enek se quedó mirando el pequete en el suelo.


-Nah, todavía sirve.


Y se dispuso a entregarlo a su objetivo original.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Después de una amena convivencia y haber ingerido un desayuno de primer nivel. Aginis y Jared fueron a dormir nuevamente, claro después de que el castaño tomase sus medicamentos. Padre e hijo no tenían nada que hacer así que se pusieron manos a la obra para la limpieza general. La verdad es que luego del incidente se han sentido ansiosos y eso les ayuda bastante a relajarse. Lavaron ropa, trastes, barrieron, trapearon, movieron muebles, cambiaron focos fundidos, colgaron los cuadros arrumbados, tapiaron el techo y casi pusieron chimenea nueva y ese casi fué Inorah solo pues Ryuu no acaba de coser algunas cortinas abandonadas pero en buen estado. Cuando se les bajó la pila tomaron un descanso y miraron la televisión. No prestaban mucha atención solo personas aquí y allá. Productos en descuento y una telenovela que pasó sin pena ni gloria. El hombre miró a su hijo con curiosidad.


-¿Ryuu?


-¿Si?


-¿Es mi imaginación o ya no crees ser otras personas?


-Desde el accidente. Pero no sé, aún es demasiado pronto para sacar conclusiones.


-Tienes razón.


-Más importante. ¿Fueron tus amigos al hospital?


-Si, están contentos. Les hizo revivir viejos tiempos.


-Ya veo-su expresión se torno sería y melancolica.


-¿Ocurre algo?


-¿Te arrepientes de haber vendido el hospital? Sé que renunciaste a muchas cosas por mi.


-Todo lo contrario. Fué lo mejor que pude haber hecho. Jared tenía razón. Era una obsesión enfermiza por haber perdido a mi amada esposa y no haber tenido un hijo. No me daba cuenta pero con cada día que pasaba se pudría un poco más mi corazón. Luego la vida me regaló la familia que tanto añoré. Y sospecho que ser director de cine es mi pasatiempo favorito.


-Pero es tu trabajo.


-Oh no. Cuando lo disfrutas como yo no recibe ese nombre. ¡Hagamos muchas películas juntos!


-Sería genial. Me gusta mucho actuar. Gracias a ello conocí a Enek y es muy divertido. Espero que la próxima vez no tenga que lastimar a nadie de verdad. Quiero ser un buen actor, pero no por el trauma que tengo, si no por mi mismo.


-Todo a su tiempo mi pequeño. Pero estoy seguro de que lo conseguirás.


-Pondré todo de mi parte para que sea así-sonrió.


Por todas las personas que están al pendiente de él es que no puede darse el lujo de fallar, y porque sin duda el amor que le dan le brinda una misteriosa fuerza que le hace pensar que puede pasar cualquier barrera.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Derenia se la pasó revisando varios documentos y de vez en cuando se daba algunos descansos para continuar una de las muchas historias que escribe acerca de su hermano. Y si bien acepta la relación de este con el actor, lo cierto es que no puede traicionar la adicción que tiene por unirle al amigo. Una historia más de Enek y Aginis. Como siempre termina con rapidez pero eficacia sus labores y regresa a casa. Sus padres, desaparecidos. Rara vez les ven porque llegan muy tarde y se van demasiado temprano o se la pasan en juntas o viajes de negocios. Sin embargo ni ella ni su hermano tienen queja alguna puesto que han sido estupendos. Siempre están al pendiente de ellos aunque sabrá dios como le hacen. Incluso saben de la relación que Enek tiene con Ryuu, aunque no saben cual es su postura respecto a ello porque si bien expresaron que estaban de acuerdo, mencionaron que luego lo hablarían con más calma. Pero aún si se niegan Derenia está más que dispuesta a protegerles, aunque conociendo a sus progenitores está segura de que algo así no será necesario.


Va a su habitación para tomar una ducha y mantenerse fresca. Hasta ella se cansa y necesita preparar la comida para el torpe de su hermano. Y más porque este lo hace aún mejor que ella por lo que también es su rival.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


El oji violeta volvió a casa y encontró un delicioso estofado cortesía de su hermana.


-Ah caray, ¿qué no me tocaba hoy?


-Estas ocupado con la universidad para conseguir las notas para Aginis, ¿o no?


-¿Cómo lo sabes?


-Eres predecible. Pero no en todas coinciden, ¿cómo le harás para las demás?


-Oh para eso chanta...le pedí de favor a unos chicos que tenían pinta amable.


Ella arqueó una ceja dudosa de su moralidad pero mientras tenga resultados, ¿qué más da?


El móvil del peli negro sonó, un mensaje de un número desconocido.


4:00 Estas en compañía de tu hermana. Sería una pena que le ocurriera algo. La miro a través de la enorme ventana en tu sala.


4:00 Oh, ¿Cómo estas Esmeralda? ¿Se detuvo el sangrado?


Esperó contestación por varios minutos pero al no llegar decidió enviar otro mensaje.


4:15 No debiste rechazar la toalla femenina. Estoy seguro de que hubiese ayudado.


4:16 ¿Cómo sabes que soy yo? Y si dices que es algo como el poder del destino o una estupidez similar te mataré cuando tenga la oportunidad.


4:17 Claro que no. ¿Qué clase de tontería es esa?


4:17 ¡Eres un imbécil! No tientes tu suerte. Eres un estorbo. Haré que tu vida sea miserable. Desearas no haberte metido en mi camino ni haber conocido a mi hermano.


4:18 No sé que clase de persona crees que soy pero tengo múltiples arrepentimientos como todos. Pero definitivamente Ryuu jamás será uno de ellos. Puede ocurrirme todo e incluso estar en el más grande peligro y jamás le echaré de mi corazón.


4:19 Son palabras de alguien que ha tenido la vida fácil.


4:20 Quizá, no lo negaré. Pero soy sincero.


4:21 La vida se encargará de ponerte en tu lugar. Seguro que estaré presente para burlarme de ti. Es más, es probable que sea yo quien acabe contigo.


4:22 Si, no es una idea descabellada. Pero me gustaría más que fuéramos amigos. ¿Enserio estas bien? El golpe que te dieron no es ninguna broma. Dame tu dirección y paso por ti para llevarte al hospital.


4:23 Buen intento. En verdad eres hábil para engañar a la gente. No me sorprende que mi hermano haya caído, es demasiado inocente. Pero le salvaré pronto.


4:24 Entonces descubriras que puedo ser aterrador. Y no, no es amenaza. Nos vemos luego cuñada, muchos besos.


Tal y como esperaba no recibió un mensaje más. Si ella tiene la vitalidad necesaria para atacarlo quiere decir que está bien. Así que dejó el asunto por la paz y se dispuso a realizar sus actividades cotidianas. Incluso la tarea, cuando finalizó fué a ver a Derenia.


-¿Qué?-dijo está con hostilidad porque le interrumpió al escribir una escena candente entre él y su amigo.


-Estoy preocupado por Aginis. Quiero visitarlo. ¿Estarás bien? Aún estoy algo preocupado por...-se detuvo pues no es su intención herirla.


-Si es por el imbécil de mi prometido es asunto olvidado. Es un cobarde, te aseguro que no pondrá un pie aquí nuevamente. No sé ni que le vi. Supongo que el amor nos vuelve ciegos-apagó la computadora-necesito inspiración. Tiene rato que no le veo. ¿Podría acompañarte?


-¡Por supuesto!-emocionado.


-¿En verdad te alegra un poco de convivencia familiar?


-Es que tienes auto.


-Convenenciero.


El oji violeta sonrió con dulzura, ella suspiró y salieron rumbo al hogar del director.


Ya en el vehículo Enek iba agarrado al cinturón de seguridad creyendo que no habría un mañana.


-¿Q-quieres reducir aunque sea un poco la velocidad?


-¡¿Estas loco?! ¡Tenemos prisa!


-¡No es cierto!


-Tchi, se me atravesó un deportivo. Conduce como tortuga-bajó el vidrio de la ventanilla-¡Quitate hijo de...!


-¡Por dios Derenia si no nos matas provocarás que otro lo haga!


-No seas llorón-metió la última velocidad.


-¡Estaba en rojo!


-Casi en verde.


-¡Auxilio!!!!!


«-¿Desde cuando conduce como loca? Ah, ¿será porque mencioné el tema de su prometido? Ya me imaginaba que no se lo tomaría tan bien. Debe estar furiosa. ¡¿Pero que culpa tengo?!»


-Ah, tienes que salir en la próxima desviacion-se pasaron de largo.


-Si lo hago en la que sigue cortamos camino.


-¡Por ahí está la carretera!


-Cierto tsk-dió el volantazo dando un giró de ciento ochenta grados y metiéndose en sentido contrario.


-¿Q-qué no es ilegal? Suerte que haya pocos autos.


-Nah, no te fijes en pequeños detalles.


Él ya no dijo más. Dio por perdido el asunto con su hermana. Es claro que necesita ayuda psicologica. El problema es que no ha nacido el ser humano capaz de tratarla y ni lo hará.


El hogar del director se vislumbraba a lo lejos. La chica quitó los seguros antes de estacionarse, lo que hizo con un movimiento de película de acción. Por lo que Enek salió disparado a los arbustos que por fortuna sirvieron como amortiguador. Se levantó revisando si faltaba alguna parte de su anatomía, lo que por fortuna no sucedió y suspiró aliviado.


-Exagerado. Si nunca te he lastimado...de gravedad.


-Me quieres, ¿cierto?


-¿No se nota?


-¿Te digo o conservamos la amistad?


La mayor frunció el ceño. Así que él no tuvo más remedio que caminar rápidamente a la puerta y tocar el timbre esperando que abrieran pronto para salvarle la vida. Y llegó su ángel de la guarda.


-¿Enek?


-¡Ryuu!-se lanzó a sus brazos temblando-¡Un monstruo casi estuvo a punto de asesinarme!


-¿Ah si? ¿En dónde está? Solo veo a una linda chica de hermosa sonrisa.


La aludida tenía más cara de sicopata, pero el parecido con su hermano le convierte en algo tierno a la vista del actor de poco sentido común.


-¿Tu eres el novio?-en tono de cobrador de seguros.


-Si, mucho gusto soy Kouryuu.


-Yo Derenia. ¿Y Aginis?


-Arriba durmiendo. Pueden pasar si gustan.


-¿Por qué más estaríamos aquí? Por ti es seguro que no.


No quería ser grosera pero no le conoce salvo por televisión. Además aún siente que el "accidente" de Aginis no fué tal y que algo de culpa tiene ese chico de falsa mirada gentil. Por si fuera poco arruinó la que era por mucho su pareja favorita. Razones para odiarlo sobran. Pero en cuanto encierre a su ser infantil le dará una oportunidad porque quiere apoyar a su hermano.


Se adentraron a la sala donde Inorah estaba leyendo un libro.


-Buenas tardes Enek, señorita.


-Derenia, él es Inorah la pareja de Aginis.


La chica no escuchaba nada. Estaba embobada con ese monumento de hombre. Siempre vió al castaño como el semental del oji violeta. Por lo que jamás le pasó por la cabeza que su rol pudiese cambiar. Pero el director es...


-Wow...-observó a su familiar con algo de pena-lo siento pero Aginis ha encontrado a su media naranja.


En tan solo segundos imaginó miles de situaciones donde el de orbes de miel terminaba destrozado por el otro y sonrió perturbadoramente. Aunque en su corazón siempre será fiel a la pareja de toda la vida. Los amigos universitarios.


-Mmm quizá deba ponerle algún nombre. Nah que flojera.


-¿Derenia?


-¿Eh?


-¿Qué si me acompañas a verlo?


-Pues vamos.


El grupo fué a la habitación del pelirojo abriendo la puerta. El castaño reposaba sin más, se veía tan tranquilo y hermoso que por poco su pareja se lanza al ataque aunque puso contenerse.


-¿Y Jared?-el actor.


-¿Estaba aquí?-el azabache.


-Le pedí lo revisara para descartar cualquier daño.


-¿Y?


-Parece que no hay problema. Como los dos estaban cansados le pedí que se quedara a dormir. Estaba preocupado porque vive solo y podría sufrir algún percance en el camino. Según yo estaba aquí. No le vi salir...


-¿Y si es sonámbulo?-la chica.


-Oh, nunca ha tenido ese tipo de problemas.


Todos se quedaron mirando inquisitivamente en el más profundo silencio. Hasta que escucharon unos ronquidos y que claramente no provenían del castaño.


-¿Jared?


Su amigo que le buscaba pero no lograba hallarle.


-Me parece que el sonido viene de ahí-Derenia señalando debajo de la cama.


-¿Eh?-los otros tres al unísono, se agacharon y efectivamente ahí estaba.


-¿Cómo llegó?-el de ojos zafiro.


-Supongo que Aginis le tiró, de vez en cuando tiene mal dormir-el novio-¿y cómo lo sacamos? Podría pescar un resfriado de continuar así.


-Es sencillo. Bola de babosos.


Derenia se agachó, le cogió del tobillo y tiró con fuerza dejandole a la vista de todos. Sintió un escalofrío recorrer su espalda. Estaba tan dormido que incluso parecía muerto y con ese color de cabello idéntico al suyo y al de su hermano representaba su más grande miedo. Se arrodilló preocupada.


«-¿Enek?»


Le tomó por los hombros para revisar su estado cuando este se reincorporó, provocando un sonido hueco cuando su cabeza y la de ella chocaron sin más. El impacto fué brutal cuando menos y la chica cayó al suelo inocente.


-¡Oh por dios!-el hermano.


-No te preocupes, es una leve contusión-un poco de hielo y...-el ex médico.


-¡Ese no es el problema! ¡Derenia parece buey! ¡Aguanta de todo si está así tu amigo...!-le miró, únicamente daba alivio a la parte herida frotando-¿Eh? Ah, ¿eh?


-¡Su legendario aguante! No tiene rival-el pelirojo.


-Huyan.


-¿Por qué?-el actor.


-Nunca le ha ocurrido algo similar. Estoy seguro de que su orgullo estará dañado y se desquitará con el primero que vea. Es mi hermana, por lo tanto es mi responsabilidad.


-No te dejaré solo-Ryuu.


-No es para tanto chicos, fué solo un accidente-el psicólogo.


Antes de que pudieran pensar, la víctima despertó y cogió a Jared del cuello con fuerza. Él la miraba confuso, ella con una sonrisa diabólica.


-¿Sabes qué sonido produce el plástico burbuja?-él negó-¿Qué te parece si lo averiguamos?


Todos dejaron de respirar. Esto parece película de terror.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


A unas cuadras del hogar de Inorah.


Un rubio caminaba con gran apatía.


«-Creí que si le visitaba por la tarde habría una oportunidad de llevármelo pero parece que cada vez hay más gente. No tengo tiempo. Esos sujetos me encontrarán, necesito dinero. ¿Pero cómo le hago para sacarle de ahí?»


-Uy si, Kouryuu esto Kouryuu lo otro-un chico en un callejón-ya me tiene harto mi novia. Ni cuenta se da de que estoy a su lado.


-Te entiendo-otro-no tengo idea de lo que sus fanáticos le ven.


-Ojalá no existiera-uno más.


El hombre detuvo por completo su caminar. Él es su padre, el ser que de una u otra manera le dió la vida. Quien debiera protegerle. Pero sus ansias de vivir son tan fuertes que sumergen la culpabilidad en un sitio que prefiere no mirar.


-No pude evitar escuchar su conversación.


-¿Qué quieres viejo? Mejor piérdete.


-¿Y si les digo que tengo la solución para que el mundo no vuelva a saber de el nunca más?


-Oh, ¿enserio?


-Pero necesito su ayuda...

Notas finales:

Gracias por leer!!!!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).