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Contigo nunca se que esperar por dark kirito

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Notas del capitulo:

Escrito en el móvil, errores son sin querer. Muchísimas gracias a Yayoi y a todos los que leen por el apoyo :3.

En el Palacio Rojo.


El dueño corta algunos champiñones sobre la tabla, con gran precaución y elegancia. Dejando boquiabierto a su chef en jefe.


-Listo~ puedes echarlos a la crema cuando gustes-sonrió.


-Eres increíble Neyran. Cada día se te dan mejor estas cosas.


-La práctica hace al maestro. Y últimamente mis comensales son la cosa más linda que pueda imaginar.


-¿Tu familia?


-Ni más ni menos. El hogar de mí hermano es mucho más ruidoso y agradable de lo que imaginé y su novio tiene un gusto culinario interesante y muy atrayente.


-¿El chico que pidió el refresco de cola al venir?


-Precisamente.


-¿Sabes? Estoy realmente agradecido contigo. En un restaurante cinco estrellas es muy limitado el estilo de platillos que se pueden preparar. Deben ser de alta cocina. Sin embargo me das la oportunidad de usar la imaginación o elaborar comida más tradicional. Me dió gusto el ver la expresión de ese muchacho cuando le llevaron el pozole. Es por esa razón que elegí dedicarme a esto.


-Bueno, siempre he tenido la idea de que es mejor contar con múltiples posibilidades al alcance. Habrá días que el cliente despierte con ganas de probar algo único, demasiado exótico o prehispánico. Es nuestro deber como proveedores del servicio llenar sus expectativas, ¿no lo crees?


-Si.


-Aunque el inventario es una pesadilla ja ja ja ja.


-Supongo que es lo que nos ha convertido en el mejor restaurante de la ciudad.


-Que no se te suba mi estimado~.


-¡Oh claro que no!-avergonzado.


-Ja ja ja ja. Por cierto, vi que estas desarrollando un nuevo platillo, ¿qué es?


-Ah bueno...gorditas de flor de calabaza. Pensé que sería indicado para el menú vegetariano.


-Oh, suena muy bien.


-Aunque necesito una segunda opinión con respecto al sazón. Siento que algo me faltara.


-Mmm, ¿qué te parece Aginis? Si alguien adora la comida es él.


-¿Quién?


-El chico del pozole.


-Ah, ¿crees que tenga tiempo?


-No se pierde nada con preguntar. Debería estar en casa, si es así iré por él y harás tu magia.


-¿Y si no le gusta?


-¿A dónde se fué esa seguridad?


-Tienes razón. Bueno, voy a terminar la crema de champiñones.


-Ve con cuidado~.


El menor dió un par de pasos para luego caer de sentón.


-¡Ay!


-Dije que fueras con cuidado~ hay manteca de cerdo en el camino.


-¡Que peligroso! ¡¿Dónde está el de limpieza?!


-¡A-aquí señor!


-¡Recoge el puto tiradero!


-¡A la orden! L-lo lamento, es solo que no me decidía entre limpiador de manzana, pino o limón. Sé que mi trabajo no es tan importante pero quiero que se sientan cómodos.


-Uh-Neyran-¿no te sientes mal?-al chef-Has bajado la autoestima del pobre muchacho. Es muy indispensable, gracias a él no te has matado, ¿cierto?


-Ungh...perdón, el estrés me pone un poco...


-No se preocupe, estoy acostumbrado a cosas como estas.


-Abusivo-Neyran.


-¡Perdón! ¡Lo siento! ¡Sentenciame si quieres pero no llores!


-No estoy...


-¡Tu ganas! Para compensar haré tu platillo favorito.


-¿Y quién paga los insumos?-el pelirrojo divertido.


-Uh.


-Bueno chicos, todo suyo. Tengo una llamada importante que realizar.


Salió de la cocina para entrar a su oficina. Tomó asiento sobre el escritorio y rápidamente marcó el número de Aginis. De seis intentos todos se fueron al buzón directamente.


-Que raro, ¿se le habrá acabado la pila? Mmm no creo, además si está en casa ya lo hubiera cargado-se comunicó a la mansión.-Nada, tal vez está con el novio-llamó al director.


-¿Bueno?


-Hola hermanito, ¿interrumpo?


-Estamos en un receso de quince minutos. ¿Qué se te ofrece?


-Me gustaría mucho que Aginis probara el nuevo platillo del chef en jefe. ¿Me lo podrías comunicar?


-No ha venido al set. Últimamente tiene mucha tarea así que me dijo que iría directo a casa.


-Le llamé a su móvil y no contesta, tampoco le localizé en la mansión.


-¡¿Cómo?!


-No te alteres, asustarás a Kouryuu y Esmeralda.


-Tienes razón.


-Llama a Edgar y cuéntale lo ocurrido. Quizá todo esté bien pero de no ser el caso imagino que podrá rastrear el brazalete. Le hallaremos.


-Si.


-Bueno, dejaré de inoportunar. Si sabes algo, me cuentas.


-Claro.


Finalizó la llamada, tomó asiento en el escritorio para revisar algunos documentos y así poder distraer su mente. Al no funcionar se puso de pie y dió algunas vueltas por el sitio. Pasados siete minutos Inorah le llamó.


-¿Y bien?


-Edgar me informó que poco antes de preguntarle desapareció la señal del brazalete. La última vez que funcionó estaba fuera de la universidad. Pidió a un amigo de la policía que fuese a revisar pero...no lo encontraron.


-A lo mejor fué a dar un paseo.


-Su localizador...está roto-el mayor se sumió en un profundo silencio-¿Qué haré si Alannis le secuestró? ¿Y si le hace daño?


-No pretendo ser insensible, entiendo tu preocupación porque me siento igual pero si alguien está asustado ahora es Aginis, por su bien debes ser fuerte.


-N-no lo soy. Me derrumbo con facilidad.


-¡Lo sé! ¡Ya lo sé pero eres su príncipe! ¡Si no lo proteges, ¿entonces quién?!


-Pospondré la filmación hasta nuevo aviso. Necesito pensar. Debe haber alguna solución, ¿cierto?


-Eso espero hermanito, eso espero.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_


...


En la guarida de Alannis.


Llegó al sitio con su inusual cargamento. Le encadenó a la pared por medio en unos grilletes en las muñecas, sus pies logran apoyarse en el suelo con normalidad pero el muchacho continúa inconciente.


-Quién diría, creo que me pasé. ¿Sabes? Los chicos tienen el día libre pero pronto los conocerás. Aunque no te pierdes de nada. Son estúpidos como ellos solos pero en general no son malas personas. Imagino que tendrás hambre, ¿qué te apetece? ¿Lasaña, pizza de queso mozarela y jamón serrano? ¿Tus adoradas gorditas y refresco de cola? Si, te miré bastante. Nunca subestimes al enemigo por diminuto que parezca. Al menos tu no lo eres, me diste bastante pelea. Hace años que un golpe no me duele, incluso pensé que me habías fracturado una costilla. Imagino que los chicos buenos tenemos suerte endemoniada ja ja ja. Menos platica y más acción mi pequeño príncipe. Vuelvo pronto, no intentes escapar o te irá peor.


Salió dejándole sólo. Aginis reaccionó unos cinco minutos más tarde, abriendo los ojos lentamente.


-Mmm, ¿en dónde estoy?


Miró a su alrededor todavía un poco aturdido, no le resultó familiar.


-¿Qué pasó? Estaba en la universidad, iba por unas copias y, ¿luego? Ay ay ay-se quejó debido a una punzada en el pecho-Es verdad, ese maniático me atacó-se removió por lo que hizo ruido con las cadenas-Que mala pata, me secuestró y para variar me quitó el brazalete. No tengo manera de comunicarme con Inorah, Enek o Edgar.


«-¿Ya se habrán enterado? Espero que no se pongan histéricos. Escaparé, y de paso me desquito de ese imbécil. ¿Quién se cree?»


Su estómago gruñó.


-Tengo hambre. ¿Tendrán un paquete de chicharrones por ahí? Ah~ es inútil aún si fuera el caso no me puedo quitar esta porquería.


«-Tampoco estoy seguro de estar tan solo como parece. Puede que uno de sus cómplices esté encerrado en una de las veinte mil cajas. Que me dé un plomazo no es parte del plan. Si logro seducirlo a lo mejor baja la guardia. Uh, me cae tan gordo que es repugnante. Además con esa pinta dudo mucho que sea gay. Si lo hago y se ríe me matará de un coraje.»


Pasados quince minutos se aburrió.


-¿Qué no hay nada divertido por hacer? ¡Al menos habla conmigo eco!-silencio-Hay demasiadas cajas para que funcione-Comenzó a chiflar-Fiu fiu fiu.


-Oh pues muchas gracias~ -Alannis que volvía de las compras-Coqueto.


-Estarás tan bueno idiota. Me hastie, punto.


-Mmm supongo que sería bueno traer una televisión, como casi nunca hay nadie, al menos mucho tiempo, no se me pasó por la cabeza.


-Ni te emociones que tengo muchas cosas que hacer lejos, muy lejos de aquí.


-Cuando gustes~ si es que puedes.


-Oh tienes un estupendo sentido del humor.


-Me lo dicen a menudo.


El castaño bufó, que ganas de darle un puñetazo, una patada también es buena opción pero por desgracia Alannis pretende conservar la distancia al advertir su intención.


-Tengo hambre-el de ojos plata-¿gustas?


-No-seco-Prefiero mil veces sobrevivir con una rata rabiosa a le que sea que tengas en la bolsa.


-Ese si que será un problema.


-No soy tan débil como para morirme por unos días sin comer.


-Si fuera mi intención no te hubiese ofrecido nada. Es más, me ahorraría muchas molestias. En algún punto se agotaría tu energía. Inconciente no eres igual de quejumbroso.


-Pues dame otra descarga y punto.


-Me pregunto si es osadía o estupidez.


-Soy osadamente estúpido. ¿Contento?


-Más o menos. Como mencioné anteriormente, es problemático que te rehúses. Compré más de lo que puedo ingerir, no tengo manera de calentarlo después y tampoco frigorífico. Mi hermana siempre dice que los alimentos son agradecidos y jamás se desperdician.


-Uh. B-bueno, desde ese punto de vista soy un maldito patán.


-¿Verdad?


-No ayudes. A todo esto, ¿qué hay?


-Hace unos días abrieron un local que vende tacos de carnitas. Pensé que podría ser de tu estilo.


-¿Maciza?


-Además de chamorro y un poco de oreja. Tienen verdura y salsa verde. En el camino pasé por un refresco de cola de tres litros y un paquete de vasos.


-Wah, deberían otorgarte el premio a mejor acosador del año. Nah, no me trago tu amabilidad. Seguramente tiene droga o veneno-entrecerró los ojos con desconfianza-¿Le escupiste o echaste un moco?


-Bien, me atrapaste. Un par, será divertido encontrarlos.


-¡Eres un cerdo!


-Y tu un menso. ¿Qué parte de la comida no se desperdicia no entendiste? Arruinarla es lo mismo. La valoro tanto o más que tu. Es muy triste resignarse a llenar el estómago durante meses con solo agua.


-Tú...


-Además me gusta aplicar el no hagas lo que no quieras que te hagan. Edgar cuidará bien a mi hermana y sobrina. Le hago partícipe de la misma cortesía. Además me agradas, no te elegí al azar.


-Me siento honrado. ¿Se puede saber la razón?


-No.


-Para mi que no la sabes.


-Si quieres pensar así, ¿quién soy para detenerte?


-¿Eres psicólogo? ¿Abogado del diablo? ¿Vendes ropa en el mercado?


-Un poco de todo.


-Vaya. Digamos que acepto. ¿Cómo se supone que lo haga? No me entusiasma la idea de que me des en la boquita y lo pase como pato.


-Es algo sencillo en realidad-le lanzó unas llaves a los pies.


-¿Y esto?


-¿Llaves?


-¡Ya lo sé!-ofendido-¿Qué abren?


-Tus esposas.


-No me contorsiono tanto.


-Será un juego. Desde un principio supe que era mala idea atarte de las muñecas.


-¿Por qué lo hiciste?


-Me gusta la manera en que decoras la pared.


-Muy chistoso.


-Lo digo enserio, saqué algunas fotos aprovechando tu desmayo. Tengo una como protector de pantalla. Mira-se la mostró.


-¡Borra eso!


-Ambos sabemos que no va a pasar.


-Uh.


-La comida se enfría~. Las reglas son simples. Encadeno uno de tus tobillos con acero forjado, si no me pateas te libero.


-¿Con qué?-le mostró una pistola-¿Y si fallas?


-No lo haré.


-¿Para qué las llaves?


-Es parte del plan de respaldo. Ya sabes, por si pretendes golpearme.


-¿Y consiste en?


-Jo, no creerás que te lo iba a decir, ¿o si? Además es obvio si analizas la situación.


-Pues para mi no.


-No esperaba que fueras tan...


-¿Sopenco?


-Inocente. Soy testigo de tu nulo sentido común pero esto es distinto.


-Empezaba a pensar que eras un sujeto más o menos cordial cuando te dió por insultarme. Las relaciones humanas no se te dan.


-Lo hacen, si no fuera el caso no habría llegado tan lejos. Es solo que no eres un cliente, por lo tanto no hay razón para ser hipócrita.


-¿Me has mostrado al verdadero tú?


-Si.


-¿Mucha gente lo conoce?


-Si y no.


-¿Uh?


-¿Pretendes que te vea como persona para cambiar tu situación?-silencio-No funcionará porque desde un principio lo fuiste.


-No te entiendo.


-No pido que lo hagas.


-Quítame la cadena y ponme la otra. No escaparé, con esa pistola ni como. Pero te aseguro que pronto me reiré de esto.


-Sería genial. No deseo ocasionarte un trauma. Ansío recuperar a mi hermana, es todo.


-Ni me digas. Me da un poco de pena y a la vez coraje. Solo un bastardo te priva de tu libertad.


-Muy sabio que no te confundas.


Alannis cambió las cadenas por una más larga.


-Así podrás ir al baño, como verás está a unos diez metros.


-¿No es demasiada libertad?


-Es imposible que logres romperla, por si fuera poco la bodega está diseñada de forma en que es más probable que te ahogues con ella o te caiga encima una de las cajas. Solo por si acaso, la mercancía de esta ocasión es muy pesada. Con una y no la cuentas.


-Sigo pensando que son muchas molestias por nada.


-Elegancia, comodidad y pulcritud ante todo. Toma una ducha o lava tus manos. Nada de vulgaridades como la botellita.


-Caray, y yo que le tenía un propósito al envase del refresco.


-Seguramente. Ya una vez le lanzaron algo así a uno de mis hombres. Es francamente asqueroso.


-Por primera vez estoy de acuerdo.


-Bueno, es hora de cenar.


-¿Puedo pedir un favor? Soy consciente de que no estoy en posición de exigir y que es muy estúpido mostar debilidad pero...


-Quieres llamar a Inorah.


-Si-en un murmullo.


-Bien, no quiero que esto se haga más grande. Y torturar a los amigos de mi cuñado no es mi pasatiempo favorito.


-Gracias.


-No te fijes.


~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la mansión.


El director se la ha pasado pegado al teléfono de su oficina. Sonriendo y fingiendo que todo está bien. Revisa las facturas de los nuevos trajes además de hacer una lista de la utilería. Tocan la puerta.


-Adelante.


-Hola papi.


-Hola Ryuu. ¿Ya te bañaste? Supongo, tienes el cabello húmedo. En un rato pido algo para cenar.


-Mi tío se encarga de ello. Me pidió que te avisara.


-Oh, muchas gracias-sonrió amable-Tengo que darme prisa con el papeleo o no terminaré a tiempo.


-¿Dónde está mamá?


-¿Eh?


-Es tarde y no ha llegado.


-En casa de Enek, les encomendaron un trabajo complicado y lo harán juntos.


-Que bien. Le llamaré a mi novio para desearles dulces sueños.


-No es prudente.


-¿Me dices la razón?


-Podrías interrumpir.


-¿Le ocurrió algo?-con lágrimas a punto de salir-¿Está herido?


-Mi amor, lo lamento. No quería preocuparte. Seré honesto. No tengo idea de dónde esté. Desapareció en la universidad.


-¿Enek?


-Aún no se lo he dicho.


-¿Levantaste una denuncia?


-No. Si lo tiene quien imagino no servirá. Edgar investiga con ayuda de unos conocidos mientras yo...me siento aquí como todo un inútil. Quizá esté asustado, llorando, o suplicando piedad. No, está bien, estoy seguro-entrelazó las manos ansioso-Debí ir por él. Sabía lo que estaba en riesgo y le di prioridad al trabajo. Tenía que ser firme con Edgar, decirle que nos tomaríamos unas vacaciones mientras todo terminaba.


-Mamá tiene responsabilidades, se atrasó por mi culpa. No le permitirían faltar más.


-Lo sé.


-Hallará la manera de comunicarse. Confió en él. ¿Por qué te cuesta tanto?


-Lo amo.


-Papi. No digo que estés mintiendo pero a veces tengo la impresión de que es necesidad y no amor lo que Aginis te inspira.


-¿Qué quieres decir?


-Justo eso.


-Él comentó algo similar.-pensativo.


Sonó el móvil que respondió inmediatamente.


-¿Diga?


-Inorah...


-¡Santo dios Aginis! ¡¿En dónde estás?!


-No puedo con la presión. Vivir asustado no es para mi. Lamento dejarlos a la deriva, más ahora que necesitan de todo el apoyo del mundo. Tal vez, algún día nuestros caminos se crucen nuevamente. Adiós.


-¡¿Tienes idea de lo preocupado que me tenías?! ¡No estamos jugando! ¡Te juzgue muy mal! Entiendo que tengas miedo, también yo, todos. Pero que seas tan egoísta, que decepción. Edgar jamás me dió la espalda. ¿Cómo le explicaré tu estupidez?


-Vaya que eres insensible.


-¿Quién?


-La pobre princesa Aginis mintió. Tu actitud deja mucho que desear. Francamente me pregunto qué te vió, no lo mereces. Dile a Edgar que más le vale devolverme a mi hermana. Ah y es inútil que me rastrees, borran mi registro. Adiós.-se cortó la comunicación.


-Espera-sonó el tono de línea-¡Aginis! ¡Maldición!


-Estaré en mi habitación si algo se ofrece-el actor con gran seriedad.


-Ryuu...


-No digas más. Fuiste demasiado cruel con mamá. Incluso lo comparaste con Edgar, que mal gusto.


-¡Lo encontraré!


-¿Por su seguridad o tu tranquilidad?


-¡Le ofreceré una disculpa!


-Falta que la acepte. Si estuviera en su lugar no te perdonaría. Sin embargo tienes mucha suerte, es de las personas más amables que conozco.


-Ryuu...


-No es necesario que te excuses-sonrió con tristeza-Te quiero y agradezco todo lo que has hecho. Daría mi vida para evitarte el sufrimiento, jura que lo haría. ¿Sabes? Siempre te vi como un gran y maravilloso hombre, fuerte y capaz de cargar al mundo en sus hombros. Es por ello que no quise darme cuenta. No, lo hice pero me escudé en ti por temor. Tu personalidad comienza a deteriorarse. El tú de antes no le hubiera hablado así. Llegó mi hora para crecer y dejar en libertad aquello a lo que tanto me aferré. Lo único que lamento es que Aginis se haya visto envuelto en todo. Debemos encontrarlo, esta no puede ser la última conversación que tengan. Estoy cansado, iré a dormir.


El muchacho se retiró. Inorah apretó los puños con mucha fuerza, a tal grado que encajó las uñas en la piel.


«-Soy tan imbécil, peor que eso, basura. ¿Cómo pude desconfiar de Aginis? Es cierto, no lo merezco pero eso no implica que pueda renunciar a él. No mentí cuando dije que no puedo vivir sin él. No imagino mi vida sin su sonrisa. Que horrible personalidad tengo. No causo más que sufrimiento a los que me han abierto el corazón. Kouryuu, Edgar, Iris, Aginis...perdón.»


Llevó las manos al rostro creyendo que lloraría, no lo hizo porque la vergüenza y culpabilidad que le aquejan son devastadoras.


~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la guarida de Alannis.


Este mira sin expresión en particular a su invitado que pica con nulo interés un taco sin decidirse a tomarlo.


-Tú novio no lo dijo de corazón. Estaba molesto, es todo-silencio-¿Me aplicarás la ley del hielo? Justo, considerando que estas aquí por mi culpa, que dudó de ti por mi causa.


-Se supone que las parejas superan los obstáculos apoyándose los unos en los otros pero Inorah siempre busca pretextos. Me quiere, de eso no tengo duda pero no lo suficiente para ser mi novio. ¿Sabes que es lo peor? Le dí lo más importante que tenía porque me asustaba perderlo. Ahora que lo pienso, le encadené a mi. Fui de esos que usan su cuerpo, ¿para qué? Ya...estoy sucio.


-¿Te refieres al sexo?


-...


-¿Hasta cuándo piensas encubrirlo? Miedo o no hiciste el amor con él porque lo deseabas, fuiste sincero. En cambio ese sujeto es lo suficientemente mayor como para saber a la perfección qué consecuencias pueden tener sus actos.


-Fué el primero.


-¿Novio o con el que tuviste relaciones?


-Ambos...


-Ya veo.


-Edgar no te dejará ver a tu hermana. No pierdas tu tiempo y acaba conmigo.


-¿Tanto duele?-silencio-¿Qué pasó con el chico difícil de hace rato?


-Se murió.


-Le engañaste. Estabas preparado para cualquier reacción que tuviera, ¿o no?


-No era un plan, solo pretendía obsequiarle un poco de tranquilidad. Es malo para lidiar con la angustia.


Alannis le tomó del mentón y clavó sus orbes en los dulces chocolates llenos de lágrimas.


-Demasiado ingenuo y soñador. Escucha. El mundo es mucho más complejo de lo que crees. Que alguien se case y viva con su primer pareja para siempre es prácticamente imposible. Abrirás el corazón decenas de veces, mismas que lo romperán. Eso te brinda experiencia, claro que con ello no estoy diciendo que te conviertas en un golfo, solo que entenderás mejor a otros y a ti. Inorah pudo ser el primero pero no el gran amor de tu vida. Mientras mantengas la esperanza serás capaz de escribir tu historia-le liberó.


-En verdad debo verme patético si a mi secuestrador le da por consolarme.


-No es algo que haga con frecuencia.


-¿Por qué ahora?


-Ah~ suspiró-Me recuerdas mucho a mi. Y si algo aprendí con él tiempo es que a gente como nosotros nunca les va bien.


-¿Por eso cambiaste?


-Supervivencia Aginis. No es tarde, únete a mi.


-Mamá siempre me dijo que no rompiera las reglas.


-Imaginé que dirías algo así. Vamos a comer o se enfriará más.


-Tienes razón. Gracias.


-¿Por el consuelo?


-Por los tacos.


«-Que Inorah se expresara así me dolió mucho más que la última vez. Supongo que mi corazón no sana como lo hacía antes. Encuentrame, hagamos las pases y abrazame de nuevo.»


«-Seguro está pensando en él. Inorah es un desperdicio de ser humano. De esos que lastiman sin darse cuenta, de los peores.»


-Al menos yo, soy honesto je.


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Por la mañana (viernes).


Las cosquillas en el rostro de Aginis le obligaron a despertar. Talló sus ojos y suspiró al darse cuenta de que, lo que pensaba era un sueño era muy real.


-Buenos días princesa-su captor.


-Es molesto que me digas así.


-Lo sé.


-No dormiste, ¿o qué?


-¿Te preocupa?


-Es perturbador.


-Lo hice.


-¿Con los ojos abiertos?-arqueó una ceja.


-A intervalos.


-No es como que pueda huir de todas maneras.


-Me sorprendería que lo hicieras.


-¿Entonces?


-Edgar y compañía están tras de mi. No puedo bajar la guardia.


-Debe ser muy pesado.


-Estoy acostumbrado a este ritmo de vida. Soy el líder de una gran organización criminal. Son muchos los que sueñan con arrancarme la cabeza. Contados los seres en que puedo confiar y se reducen a mi hermana y sobrina.


-Es muy triste.


-Nada de eso. Te ahorras muchísimas molestias. Tampoco ha nacido aquel que me despierte un verdadero interés.


-¿No tienes amigos, pareja?


-No.


-¿Y Edgar?


-¿Qué con él?


-Lo mencionas tanto que...


-Ja ja ja es mi cuñado, solo eso. En lo personal me desagrada. Es de esos que se piensan que siempre tienen la razón. Don perfecto, es irritante.


-¿No eres igual?


-Solo cuando se trata de negocios. En la intimidad soy bastante relajado.


-Son fuertes declaraciones.


-Eres un pervertido.


-O muy mal pensado-orgulloso.


-Tienes una curiosa personalidad. Eres muy distinto a mi, ninguno tiene padres pero...al menos los tuyos te amaron, los míos simplemente se aburrieron de la responsabilidad.


-¿Tu hermana no fué suficiente?


-Nizzah, así se llama. Ella lo es todo para mi.


-¿Por qué convertirse en criminal? Ella pagó tus estudios. Pudiste convertirte en un abogado de renombre o el mejor contador del país, no creo que te falte astucia para ello. Sin embrago te fuiste por la vía fácil.


-Es sencillo juzgar a otros.


-¿No te gusta tu actual estilo de vida?


-Claro que me gusta. Tengo los recursos y poder necesarios para hacer casi lo que quiera. ¿Y sabes por qué nadie me detiene?


-Has comprado a la policía.


-Más o menos. Se corrompieron antes de mi llegada. Simplemente aproveché las fallas del sistema. Si han de convertirse en mis enemigos porque un bastardo se sirve de ellos entonces, me convertiré en un bastardo mayor.


-Y lo dices tan orgulloso. Es la primera vez que conozco a un maldito que no finge ser lo contrario.


-Con los socios muestro al yo poco paciente y severo, con mi familia al dulce y cariñoso a ti el relajado pero todos representan el mismo ser.


-Actuas conforme a la situación pero no pierdes tu esencia.


-Ni más ni menos.


-¿Cómo es posible?


-Es resultado de la práctica y equivocación.


-Tengo un conocido con un problema de personalidad múltiple. Ni el mejor psicólogo ha podido hacer algo al respecto.


-Preguntas como si tuvieras oportunidad de hacer algo.


-Voy a escapar tarde o temprano. Si obtengo algo de ti es probable que no te guarde tanto rencor.


-Hablas del actor ese, el hijo de Inorah, ¿cierto?-silencio-Nunca le traté directamente. Tendría que hablar con él para hacerme una idea pero dudo que sea incurable. Todo tiene solución, excepto la muerte.


-Vaya, te expresas como todo un hombre de mundo.


-Lo soy. Hay pocas cosas que desconozca. Especialmente si se trata de la mente humana-sonrió perversamente-Es imperativo poseer un mapa de la sique de estos para poder colocar "las minas" que fragmenten al enemigo. Un líder debe contar con la fortaleza para mandar con puño de hierro.


-Tu hermana y sobrina...


-Son mi debilidad pero también lo que me mantiene como una persona. Un monstruo ebrio de poder inspira más lástima que otra cosa. Además no soy tan descuidado como para permitir que todo el mundo conozca mi talón de Aquiles. Para la mayoría son mi fachada.


-No debió ser fácil.


-Por increíble que parezca, lo fué. Te sorprendería el alcance que una simple frase puede tomar. No, lo sabes. Es justo lo que te ocurrió con Inorah.


-Te encanta echar sal a la herida.


-Je je fué sin querer.


-¿De verdad? No pareces ni un poco arrepentido. Para mi que no tienes conciencia.


-Sería mejor para ti...


-¿Qué?


-Dejar a Inorah. Ese sujeto será tu perdición.


~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En casa de Enek.


Este despertó muy temprano. Se alistó para ir al colegio, desayunó, se despidió de su hermana y justo cuando pasaba por el parque que está por su casa vislumbró a su pareja.


-¿Mmm?


Corrió hasta detenerse frente a él.


-Ryuu, no es que encontrarte tan temprano no sea lo mejor que pudo ocurrirme pero, no es conveniente que andes paseando. Ese sujeto puede atacar en cualquier momento. Si te lastima...


-Se llevó a mamá.


-¿Eh?


-Aginis no volvió a casa.


-Oh por dios.


-Ayer llamó a Inorah y...


-Te enojaste con tu padre por algo que dijo-asintió-Jamás le nombras así.


-Nunca imaginé que pudiera ser tan cruel.


-¿Qué ocurrió?


-Bueno...


~_~_~_~_~_~_~


...


En casa del director.


Este baja por las escaleras convertido en un despojo luego de una noche de mal sueño.


Pronto se escucha el timbre.


-¡Ya voy~!-Neyran.


Abrió y dos chicos se adentraron al lugar.


-Hola sobrinito, Enek.


-Hola-le saludaron cordialmente al unísono.


-Si buscas a Aginis el no...-el director.


El pelirrojo abrió los ojos desmesuradamente al ser tumbado al piso luego de una violenta patada en el estómago propinada por el de ojos violeta.


-¡Eres el más grande imbécil de todos! ¡Aginis en verdad te ama!


-Pero yo...no.

Notas finales:

Que ganas de golpear a Inorah! Pero bueh, ya ni modo. Gracias por continuar leyendo! :3.


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