Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Contigo nunca se que esperar por dark kirito

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Escrito en el móvil, errores son sin querer. Muchísimas gracias a Yayoi y a todos los que leen por el apoyo :3. Oh tantos meses sin actualizar este fic, sé que no tengo perdón pero quiero dejar algo muy claro. No me tardo por la falta de lecturas o rw  (ya que considero no es el caso) o porque ejerza algún tipo de chantaje, no soy así. Se debe más bien a que los personajes se me van constantemente de las manos dificultandome avanzar, por ello decidí hacer más cortos los capítulos. Espero agarrarle la onda, como mencioné este es mi primer original y estoy aprendiendo. En verdad gracias para los que han seguido la historia y les prometo que estoy haciendo todo lo posible para terminarla lo mejor que pueda (sin apresurar, alargar o acortar la historia). Aquí les dejo la conti :).

Los orbes violetas irradian una ira imposible de contener, el dueño aprieta los puños intensamente, tragando el impulso de propinarle una golpiza al director de cine. Frunce el ceño de manera tenebrosa.


- Eres consiente de que Aginis te entregó lo más valioso. No puedes ir y decir de buenas a primeras que no lo amas.


El pelirrojo se reincorporó hasta quedar sentado, desviando el rostro a la derecha y sintiéndose peor que basura, se mordió los labios asqueado antes de intentar defenderse.


- Deberías entenderme un poco, con todo lo que ha pasado estoy confundido.


- Ay por favor, ni que fueras un escuincle. Desde el momento en que sabes utilizar la cosa entre tus piernas también puedes razonar como un adulto de pelo en pecho.


- No es momento para tus bromas.


- ¡¿Quién bromea?! ¡Confió en ti! ¡Tenía miedo de forjar relaciones! ¡Me costó mucho convertirme en su amigo y tu... ! ¡Lo heriste! Lo traicionaste y usaste como si fuera algo desechable.


- El hecho de que no lo ame no significa que pueda apartarlo de mi vida.


- Faltaba más señor caridad. Eres tan dulce que piensas hacerle el favor.


- E-Enek - el actor que no desea que el conflicto se haga más grande.


- No te angusties Ryuu, seguramente todo esto es plan de ese sujeto - inspira profundo - Desquité un poco mi ira, lo importante ahora es encontrar a Aginis.


- Edgar dijo que es difícil, el rastreador de mamá se rompió como te dije antes.


- Mmm e ir preguntando por las calles sin un plan es estúpido, y más considerando al maniático ese.


- Si lo dejamos en manos de Edgar... - el pelirrojo.


- Que cómodo, ¿no? Vas y pones la responsabilidad en manos de otro. Si se equivoca le echas la culpa y tu sales limpio.


- ¡Eso no es... !


- Curioso, ¿no? Como la apariencia y palabras de alguien te dan la impresión equivocada de una persona. Te admiraba por tu devoción a Ryuu, tan sobreprotector que casi llegaba a lo enfermizo pero bueno, así son los padres. Hoy sé que solo desempeñabas un papel. Mi novio no es el actor sino tu, también la razón de que no hallen la cura.


«- Eres como un maldito virus que lo enferma una y otra vez. Estaría mucho mejor lejos de ti, también Aginis y Neyran, posiblemente Jared y Esmeralda. Pudriste el corazón de Rafael. Me encantaría gritarlo, escupir en tu cara pero la gente no es estúpida. Son ellos los que deben tomar la iniciativa. Ay Aginis te fallé. Lamentarme no funcionará pero no permitiré que te vuelvas a hundir, eso te lo juro. »


- Entonces, ¿qué haremos? - el rubio - Mmm, ¿y si pedimos la cooperación de la prensa?


- Nah, esto se convertirá en un espectáculo. Dudo que Alannis se quede cruzado de brazos.


- Aún hay otra opción - Neyran que se une a la conversación - los "amigos" de Edgar. Es evidente que poseen medios, después de todo dudo que los rastreadores fueran muy baratos. No será inmediato pero es el único camino.


- ¿Y mamá?


- Habrá que confiar en su encanto.


- ¿Eh?


- Al bastardo no le sirve una víctima muerta. Además si no le tuviese un poco de consideración jamás le habría dado el teléfono.


- En eso tienes razón - el director.


- Aún tenemos lo que quiere no hay razón para entrar en pánico.


«- Estoy forzando la situación esperando que las cosas ocurran de la mejor manera. Aginis, resiste por favor. »


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


En la guarida.


Alannis fué a comprar de comer para dar privacidad al castaño, para que pudiera llorar todo lo que quisiera. Los reclamos de Inorah debieron doler mucho más de lo que admitió. El de ojos plata se arrepintió entonces de prestar su móvil. Siempre ha sido así, las pocas veces que ha sido bondadoso terminan de manera similar. Lo que está pidiendo no es complicado. Si le devuelven a su hermana y sobrina las cosas terminarían, bueno también se desharía de su cuñado pues mientras viva representa un peligro latente. Caminó por varias calles, buscando satisfacer el peculiar paladar de su invitado y una vez volvió se encontró con este lastimado del tobillo encadenado, a un grando tal que la herida sangra.


- ¿Qué intentabas?


- ¿No es obvio?


- Eres impredecible, de verdad. Te pusiste a llorar cuando Inorah te rompió el corazón, por tanto tiempo que se te hicieron unas ojeras. Luego te tiraste a suspirar y pensar en quién sabe que tonterías. Creí que te dejarías morir.


- Oh era mi intención en un inicio pero Enek me salvó arriesgándose. Sería un malagradecido. Además el imbécil de Inorah merece que le dé de puñetazos.


- ¿Ya no lo amas?


- Mis sentimientos no son una gripa que se quite solo porque me rechazó. Ya acepté que Edgar es el dueño de su corazón así que no pienso retenerle pero me humilló.


- Rencoroso, ¿eh? Únete a mi y hagámoslo infeliz.


- No lo odio pero si me gustaría lanzarlo de un puente.


- Eres complicado. Como sea, con esa herida te desangraras antes de salir.


- Pues muy mi problema.


- No del todo. No me gusta asesinar sin razón.


- Ajá.


- Es cuestión tuya el creerme o no.


Alannis dejó las bolsas sobre una caja, se perdió alrededor de treinta segundos y volvió con un botiquín. En un rápido y ágil movimiento encadenó al joven por el cuello en lugar del tobillo herido.


- ¡Rayos!


El castaño no supo ni cómo pasó. Para cuando cayó en cuenta había perdido la oportunidad.


- ¿Haces magia?


- Son más trucos mentales que no estoy dispuesto a compartir. Ahora guarda silencio, necesito concentrarme.


- Como si fuera ungh...


Todo valor que pudo tener Aginis se evaporó en ese momento. Estaba tan inspirado y lleno de adrenalina que no sintió mucho dolor. Bastó que su captor alzara la valenciana de su pantalón y retirara la calceta además del tenis para contemplar la horrenda cortada de quince centímetros que se hizo con el metal de la cadena.


- Oh dios...


Palideció y comenzó a sentir mucho frío a saber si por el terror o importante pérdida de sangre.


- No es tanta como crees.


- ¿A-acaso lees mi mente?


- Tengo la cualidad pero es más bien la voz de la experiencia.


- Ah si de todos los inocentes a los que has torturado.


- De las heridas que me hicieron aquellos a los que una vez llamé amigos.


- ¿Eh?


- Uno jamás sabe de que lado estará. Mi mentor, el hombre que me enseñó todo en este negocio, al que admiraba murió en mis manos.


- Ni por el mostraste un poco de respeto.


- Claro que no. Se metió en situaciones muy turbias.


- ¿Más?


- Los diamantes de Kouryuu son obra suya.


- Pero los quieres.


- Para que otros no hagan un mal uso, me corrijo estúpido.


- ¿Que otros?


- Cualquiera. Los bienes corrompen a la gente.


- Y a ti no.


- Mi estimado, jamás olvido mi origen. Nizah me ayuda a no perder el enfoque.


- ¿Qué hay del padre de Ryuu?


- No tenía nada en su contra, aquello no debió ocurrir. Ese hombre daba pena, nunca fue un buen elemento. Demasiada conciencia para mi gusto pero mi antecesor... era del estilo de entre más mejor.


Alannis limpió la herida, le puso gasas y varias vendas.


- Edgar ha tenido la delicadeza de cuidar a mi hermana, así que le haré partícipe de la misma cortesía.


- Gracias.


- Que masoquista.


- No seas idiota no por el secuestro sino, por curarme.


- Eres inesperadamente amable con alguien como yo.


- No creo que seas tan mala persona.


- Insisto muchacho. Si eres un poco inteligente alejate de Inorah antes de que no puedas reconocerte.


- No necesitas repetirlo. Por mucho que me duela entiendo que lo nuestro no tiene futuro. Aún así será imposible olvidar lo mucho que lo amo.


- No será el único.


- Pero si el primero.


- No lo vale.


- En el corazón no se manda.


- Que mocoso tan tonto - decepcionado.


- Nah, considero que somos casi de la misma edad.


- Bueno, ahí tienes comida. Iré a dar una vuelta. Tengo negocios que atender.


- No asesines más...


- No tienes ningún derecho para pedirlo, por si fuera poco es algo que no siempre decido. Si alguien se mete en mi camino simplemente le elimino.


- Eres un hombre terrible.


- Y no me conoces. Bueno, llegó la hora de usar aquel regalito de uno de mis subordinados.


- ¿Eh?


- Edgar sabrá que no estoy jugando princesa Aginis.


- Odio que me digas así - molesto.


- Lo sé.


Alannis le lanzó un besó y sonrió irónico para luego retirarse. El castaño se levantó para coger la bolsa y se dispuso a comer. Por ahora no tiene un plan para escapar pero menos podrá hacerlo si permite que su cuerpo se debilite. Saborea las deliciosas quesadillas sin poder contener el amargo llanto.


«- Soy un imbécil. A pesar de todo espero que vengas por mi. »


- Inorah...


~_~_~_~_~_~_~_~_~_~_~


...


Casa del director.


Jared que llegó en compañía del egipcio abrió la puerta luego de que alguien tocara el timbre. Al salir no se encontró con nadie pero si un paquete de dudosa procedencia. Lo analizó con la mirada llegando a la conclusión de que no era peligroso sino más algo destinado a dar un mensaje. Lo tomó y llevó a la biblioteca donde se encuentran Neyran y su hermano.


- ¿Qué opinas? - el de orbes rosas.


- No tienen que mirar.


Sentenció antes de colocar las manos en la pequeña caja. En ella una carta y una bolsa. En el papel decía:


"- Para el estúpido director y los metiches.


La princesa Aginis se hará daño, intentó suicidarse un par de veces. Logré evitarlo pero dudo sea por mucho. Es muy frágil y después de esa llamada busca destruirse. Se los devuelvo si liberan a mi hermana y sobrina. Como muestra de mi buena voluntad les daré una noticia, Escarlata no está más en este mundo, no pierdan su tiempo. Ah y en caso de que lo piensen no fui quien dió la orden, era buena para meterse en problemas.


Con cariño, un simple amigo."


- A-Aginis intentó suicidarse por mi culpa - el pelirrojo.


- Lo dudo - el psicólogo.


- ¿Cómo sabes? Enek me dijo que lo intentó el día que se conocieron.


- No dudo que esta persona tenga estudios y bastante habilidad para controlar la mente de otros pero cometió un gran error al redactar la carta.


- ¿Eh?


- Le llamó princesa Aginis. No tengo idea de si es consiente pero el hecho de darle un apodo cariñoso indica que ha desarrollado algún tipo de afecto hacia él, también el daño, suicidarse, logré evitarlo y dudo sea por mucho, indica que está preocupado de alguna manera por su seguridad y para finalizar te culpa abiertamente de su condición debido a esa llamada.


- ¿Qué significa todo esto?


- No lo dañará.


- Pero Aginis.


- El pasado no representa su yo actual. Es un chico muy fuerte no dudo que esté herido pero considero que ocurrió al intentar escapar.


El pelirrojo suspiró aliviado.


- No cantes victoria - Neyran - Desconocemos el contenido de la bolsa.


Fué él quien lo cogió, abrió y mostró una voluptuosa cabellera. Los orbes de Inorah se abrieron en demasía para luego caer de sentón.


- E-Escarlata... Oh dios, ¿cómo se los digo a Ryuu y Esmeralda? B-bueno a lo mejor es una peluca...


- Puedo asegurar - Jared - que la dueña es humana, he visto esto en el hospital en el que trabajé.


- Cabe la posibilidad de que esté viva.


- No.


Y toda esperanza desapareció. ¿En verdad pueden confiar en que no dañará a Aginis cuando toma la vida de otra persona sin dudar?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).