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Contigo nunca se que esperar por dark kirito

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Notas del capitulo:

Muchas gracias a todos los que leen!!!!!!! >/////<

Luego de haber hecho mil y un tonterías con Enek, Kouryuu decidió volver a casa en compañía de este, que una vez se aseguro de que estaba a salvo se retiró del sitio con una gran sonrisa.


El rubio se recargó en la puerta con el corazón agitado ¡pero le hizo correr tanto! Simplemente era imposible que estuviera en mejores condiciones, pero fue divertido, mucho. Tiene bastante que no se siente de esa manera, sube a su habitación notando que no ha llegado Inorah, lo cual es extraño nunca le deja solo...solo...¿Hace cuánto que no lo esta? Pero esto lejos de atemorizarle le emociona. Como si pudiera vivir una gran aventura, sonríe con dulzura.


-Creo que la mayor hazaña que podría vivir en este lugar sería ponerle jugo al cereal-niega con la cabeza-aunque pensándolo bien es algo que hago de manera cotidiana.


Llegando a su alcoba se mete a al baño dentro de esta y toma una ducha, sale con una toalla en la cintura y seca su cabello, es una suerte que este no sea muy largo le llega un poco debajo del mentón, y aún así se tarda tanto en secar. Se retira el paño en su cintura quedando completamente desnudo y se viste con un pantalón de mezclilla negro y una camiseta blanca con los bordes rojos. Se tira en la cama, mira el techo y luego se pone de pie, ahora que el pelirrojo no esta siente deseos de hacer algo. En su afán de sobreprotección Inorah le ha limitado en muchos aspectos, claro ha sido todo con la mejor intención, pero a él no le agrada, le hace sentir un inútil.


Baja a la cocina y revisa los ingredientes, nunca ha cocinado, lo más seguro es que su primer intento se convierta en un total y rotundo fracaso, pero esta harto de ver como la vida pasa frente a sus ojos sin que pueda tomar nada de ella. No sabía como llamarle a ese sentimiento que ahora sabe es frustración, y lo ha descubierto gracias a nada más y nada menos que su querido amigo un tanto acosador Enek, es un poco raro aunque a opinión suya menos que él. Pero de algo esta seguro y es que en su vida había conocido a alguien más agradable y eso incluye con pesar a cuanta persona conoce.


Se pone un mandil azul cielo para no llenar su ropa de aceite, revisa la alacena y el refrigerador. Contempla todo con un poco de duda.


-Ya que nunca lo he intentado ¿qué debería hacer? He visto a Inorah miles de veces pero no es lo mismo mirar a hacer. Supongo que empezaré con algo sencillo.


...................


Media hora después el pelirrojo llega a su hogar y se sorprende al notar un exquisito aroma, se adentra al sitio y llega al comedor, se queda pasmado al ser testigo de un gran banquete, su favorito hamburguesa con papas fritas. Sus tripas comienzan a hacer un sonido extraño que le provoca el rubor pues el rubio le mira con sus ojitos brillosos espectantes.


-¿Tu lo prepararte Ryuu?


El mayor se dio un golpe mental. ¡Pero que bruto! Tiene apariencia casera es obvio que lo hizo.


-Si.


Sonrió como nunca de manera tan radiante que le contagió su energía.


-¡Voy a lavarme las manos y vuelvo!!!!


-Claro.


El hombre llegó en menos de treinta segundos, en parte por la curiosidad que le inspira el sazón de su hijo pero en su mayoría motivado por ese delicioso aroma que casi le hace babear. ¿Y cómo no? Con ese olor del pan recién tostado con mantequilla que incluso aún se derrite de la parte superior, la piña tan jugosa y brillante, la lechuga y el tomate tan frescos que casi podría jurar que han salido recién del huerto y esa carnita tan, tan ¡Ay por dios que se ha quedado sin palabras! Camina como zombie hasta la mesa.


  -Gracias por la cena.


  Emitió o eso cree porque esta más concentrado en esa porción tan sensual de comida, de acuerdo ya esta desvariando. El oji celeste ansía el veredicto, espera de todo corazón que sea sincero, lo aceptará aún si ha quedado fatal. Es del tipo de persona que prefiere  el dolor de la realidad al conformismo de una mentira. Debido al gran problema que tiene de adoptar múltiples personalidades es lo único a lo que puede aferrarse. El oji escarlata toma un bocado y...¿esas son lágrimas? ¿Tan mal le quedó? Estuvo a punto de bajar la cabeza avergonzado, el lo probó anteriormente y no le pareció que hubiera quedado mal.


  -¡Está delicioso!!! ¡¿Qué le pusiste? Se me hace familiar el sabor.


  -Salsa bbq.


-Oh, la añadiré la próxima vez que las prepare.


-¿En serio?


-¡Claro!


El menor volvió a sonreír y continuaron con la cena.


Durante ese tiempo Inorah se la pasó pensando en varias cosas. Principalmente en lo mucho que le ha subestimado; sin querer le ha dado una cachetada con guante blanco. Le ha demostrado que puede valerse por si mismo, no es necesario que le hostigue y vigile cada segundo. Puede brindarle la libertad que siempre ha querido darle, pero para eso...


-Gracias por la cena-articulo con tono serio.


-¿Pasa algo malo?


-Hoy me di cuenta de que he sido injusto contigo, pensaba que te protegia con mis acciones pero no es así. Solo te mantengo cautivo y no quiero eso para ti.


-Jamás lo he visto de esa manera.


-Porque eres amable y estas acostumbrado a este tipo de vida. Pero quiero que contemples el mundo por ti mismo, con tus ojos y no con mis palabras, por eso debo decirte algo.


-Me estas poniendo nervioso ¿qué puede ser tan malo? ¿Es sobre mis padres?


-No, sigo sin saber su paradero, lo siento.


-No te disculpes, se cuanto te has esforzado, pero entonces ¿qué es?


-Tienes una hermana.


-¿Eh?-abrió los ojos sorprendido-nunca la he visto.


-Eso no es verdad, siempre estuvo a tu lado, al menos hasta antes del incendio.


-¿Y por qué no la recuerdo?


-Supongo que por el mismo problema por el que te bloqueaste desde entonces.


-¿Ella está...?


-Viva.


Las mejillas del rubio se colorearon de un intenso carmín debido a la emoción.


-No creo que sea bueno que te ilusiones.


-¡Pero aún tengo familia! Bueno, a parte de ti que eres mi querido padre.


-Pero no creo que tenga muy buenas intenciones, veras...hace más o menos medio año me encontré con ella.


-¿Por qué no vivía con papá y mamá?


-Pasó algo parecido a lo que nos ocurrió a ti y a mi.


-Ya veo.


  -El punto es que la última vez que tuve noticias de ella se había marchado a Alemania por una beca que recibió por parte del colegio.


-¿Y qué te dijo?-le interrogó ilusionado.


-Me temo que no son buenas noticias...ella...te culpa de la muerte de sus padres.


El rubio sintió que todo el suelo bajo sus pies se hacia pedazos, haciéndole caer en un abismo que parecía no tener fondo. Sintió ganas de llorar ¿pero qué caso tiene? ¿Acaso soluciona algo con ello? Respira profundamente y encara a Inorah con valentía.


-No tengo idea de lo que piensa o lo que quiere hacer, pero no voy a huir, estoy cansado.


-Me siento orgulloso.


  -¿Y cómo se llama?


-Esmeralda.


  -¿Es mayor o más joven?


-Te gana por cinco años.


-Al menos ahora se que tengo una hermana-sonrió.


-Lo has tomado mejor de lo que pensé.


-Es porque estar contigo me dio el coraje de enfrentar mis miedos, además...


-¿Si?


-¡Creo que ya me dio sueño! Ja ja ja ¡Hasta mañana!!


Se retiró a su habitación a toda prisa sin darle oportunidad de debatir algo, pero es lo de menos. Kouryuu es su querido hijo y le entiende a la perfección, quien le dio el valor para dar el primer paso fue Enek.


Se levanta y limpia la cocina, se dirige a su alcoba, toma un baño y se tira en la cama dispuesto a dormir, suena su móvil.


-¿Bueno?


<<-¿Cómo te fue al contarle todo?>>


-¿Aginis? ¿Cómo sabes que lo hice?


<<-Tengo cámaras en tu casa.>>


Ante tal declaración se levantó y miró debajo de su cama, estaba pálido y no soltaba el móvil ¿Acaso había sido demasiado ingenuo?


<<-Ja ja ja te apuesto lo que quieras a que miraste debajo de tu cama, prometo que no hay monstruos ahí, y solo por si te queda la duda no puse cámaras ni micrófonos.>>


-¿Entonces cómo?


<<-Va a sonar bien raro, aunque no es que me importe mucho, pero por alguna razón y a pesar del poco tiempo que tengo de conocerte te entiendo. Quizá se deba a que somos muy parecidos. Tu proteges a Kouryuu y yo a Enek. ¿Y bien?>>


-Lo tomo mejor de lo que creí.


<<-Me da gusto, así te quitas un peso de encima y te concentras en lo que es importante.>>


-Gracias.


<<-Oh pero no fue gratis, no hago las cosas sin ganar algo a cambio.>>


-¿Quieres dinero? ¿Aparecer en la película?


<<-Puf, a ti si te hace mucha falta conocerme, no quiero nada de eso.>>


-¿Entonces?


  <<-Una cita.>>


-¿En plan romántico?


<<-No sé, todo depende. No sé que pensar respecto a ti, tal vez con el tiempo me gustes, pero por ahora solo quiero conocerte mejor.>>


El pelirrojo no supo que decir y solo atinó a ruborizarse. Tardó unos cinco minutos en procesar las palabras pero Aginis en ningún momento le presionó.


-¿Estas libre el domingo?


<<-Si.>>


-¿Te parece bien a las diez de la mañana?


<<-Con que madrugador ¿eh? Que sexy, me parece bien, pasas a mi casa, mis padres no van a estar.>>


  -¿Acaso quieres que hagamos el...?


<<-Voy a comenzar a pensar que tienes una mente cochambrosa, voy a estar ocupado por la mañana, será más sencillo si vas y de ahí nos dirigimos a donde quieras ir, no soy nada fácil si eso es lo que pensabas.>>


  -¡Ah no!


<<-Ja ja ja de verdad eres muy interesante, nos vemos.>>


-Que descanses.


<<-Tu también, y ya deja de estresarte, no quiero que nuestra primera cita sea en un hospital.>>


-Yo tampoco.


<<-Adiós.>>


La llamada finalizó y el pelirrojo se quedó mirando el aparato. No deja de pensar en Aginis, es curioso como le pone en aprietos con facilidad cuando es él quien se comporta de esa manera con el resto de la gente, pero no le molesta. De hecho le hace sentir que el castaño poco a poco se va convirtiendo en alguien especial. Frunce el ceño.


-¿Acaso me estoy volviendo masoquista?


Se tapa con las sábanas e inmediatamente se queda dormido. Ni el esperaba estar tan tranquilo después de contarle a su hijo que aún tiene familia.


........................


Después de la conversación Kouryuu se puso a leer un libro pues fue incapaz de conciliar el sueño, pero no por enterarse de que su único familiar quizá le odia, sino más bien no puede contener su emoción de todo lo que hizo hoy. Y no puede dejar de pensar en Enek, con solo unas frases y algunos detalles se convirtió en alguien muy querido, no puede esperar a salir de nuevo con él y conocer un poco más de ese enorme mundo del que le habla Inorah.


.......................


En casa del azabache.


Como toda la vida está con su hermana haciendo salvajadas, o más bien ella torturandole con sus bruscos juegos. Ahora le tiene en una especie de llave china, de la que sin importar cuanto forcejee no podrá liberarse.


-Sueltame...Derenia...me vas a matar.


-¡No hasta que le digas a Aginis que me haga el amor!


-¿Para qué si no te gusta?


-Porque es muy divertido molestarlo haciéndole pensar que si.


-¿Le dijiste algo raro? ¡Ay!


-Ya sabes que si.


-A veces me da vergüenza que seas mi hermana ¡Ay ay ay ay! ¡Sabes que es broma!


-¡Yo tampoco te lastimo enserio!-soltó a su hermano-de verdad, dile que te gusta.


El azabache sonrió con dulzura.


-Ya deja de preocuparte, me haces sentir mal. Además él nunca me ha gustado, es más una gran y a veces extraña amistad.


-Que aburrido, supongo que tendré que dejar de insistir con él, solo le molestaba para que se diera cuenta de que te quiere, o algo así. Pero si no te gusta no tiene caso. Es increíble que no te guste nadie, incluso yo tengo novio.


-Oh pero si tengo a esa persona y tu siempre lo has sabido.


  -¿El actor?


-Si.


-No quiero romper tu corazón, eres mi hermano favorito.


-Soy el único.


-Como sea, no quiero que te lastimen, tal vez es un sueño, una ilusión, probablemente su personalidad no sea lo que crees, encima puede ser muy difícil acercarse a él, deben tenerlo sumamente vigilado-niega con la cabeza-olvidado, pensándolo mejor ¡me vale! Mañana mismo busco su dirección no se donde y te ayudo a forzar la puerta de su casa.


  -¿Que no es allanamiento de morada?


-¿Y qué?


-Es ilegal.


-Nah, unos cuantos días en prisión lo valen ¡Es en nombre del amor!!!!


-Ja ja ja ja siempre tan confiable, también eres mi hermana favorita.


-También soy la única.


-Lo sé-se acerca y da un beso en la frente de Derenia-te prometo que estaré bien.


-Más te vale Enek.


..........................


En casa de Aginis.


Muy animado va a su cocina y prepara la cena, es de noche algo ligero sería lo más recomendable. Pero después de todo es él.


Voltea una chuleta en un sarten, y solo se escucha como se frie este. Su corazón late con emoción conocedor de que en unos mínimos puede pegarle una mordida.


-No puedo creer lo extraño que fue el día de hoy, quizá no sea la palabra correcta pero ¿qué más da? ¿Sabes mamá? Hay un chico que comienza a gustarme un poco, tiene el cabello rojo eso me trauma porque se parece a ti en eso. Si lo sé, no quiero que me digas que tengo complejo de Edipo, no es así. Pero me llama la atención su personalidad, trata de hacerse el fuerte en todo momento y siempre se preocupa más por otros. Quiero ser su apoyo, que tenga un hombro en el cual llorar. ¿Que si lo quiero? Aún no, pero sospecho que solo es cuestión de conocerlo más-sirvió la carne en un plato acompañado de puré de papa y su amado refresco de cola.-¿Que no es saludable cenar tan pesado? Oh no te fijes padre.-corta la carne y antes de dar un bocado baja el tenedor a punto de llorar pero se contiene.


-Los extraño mucho...-respira profundamente-¡Bueno a comer!


Pero no recibió respuesta alguna, el sitio esta completamente en silencio a excepción de los sonidos que el hace con el tenedor.


..........................


Enek va distraído camino a la escuela, toda la noche soñó con su ídolo, de como iban a visitar miles de lugares pues se había convertido en su...


-¡Novio!


-Ja ja ja ja ¿otra vez soñando despierto?


-¡¿Aginis?!


-Oh no, soy Kouryuu, me he disfrazado de el para venir a visitarte.


-¿Enserio?-le miró sorprendido.


-Claro que no, soy yo. Y me sorprende que me hayas creído, cuando se trata de el caes en todo.


-¡Eso no es verdad!


-Ayer me metí a su casa y robe una de sus playeras, te la vendo por un precio modico.


El contrario saco su billetera.


-¿Cuánto sería?-su expresión era decidida.


  -Sabes que es broma ¿cierto?


-Es obvio-guarda su dinero con cierto grado de decepción.


-Ahora vamos a clases o ahora si que nos castigan, te has divagado completamente los últimos cinco días y no se porque pero siempre me echan la bronca.


Se gira pero antes de proseguir con su camino es detenido del brazo por Enek.


-¿Qué sucede?


-¿De qué hablas?


-Algo pasó, no te vez feliz.


-Estoy bien.


  -No puedes engañarme, soy tu mejor amigo.


-¡Mira Kouryuu esta dando autógrafos!


Pero el menor ni siquiera volteó.


-¿Y bien?


-De verdad que no es nada.


-Así que no me vas a decir. Me parece injusto, yo siempre te cuento mis problemas y me apoyo en ti. ¿Por qué no puedes hacer tu lo mismo?


-Ya lo has hecho, hasta me da pena contigo.


-No tienes porque sentirte así, ya te lo dije somos amigos.


El castaño suspiró.


-Ayer por primera vez en mucho tiempo sentí que me hacían falta mis padres.


El oji violeta le tomo entre sus brazos para tranquilizarle.


-Si necesitas llorar hazlo.


-No lo haré...pero agradecería que nos quedaramos en esta posición un rato, me ayuda a sentir mejor.


-Claro.


Luego de varios minutos continuaron con su camino pero Enek se desvío.


-Voy al baño, te alcanzo en el salón.


-Claro, pero apurate, faltan diez minutos.


-Si llego, tu confía.


Y así el oji miel subió al aula mientras el otro se quedaba en el mismo sitio donde le dejo, mirando el móvil de su amigo que dicho sea de paso saco durante el abrazo.


-¡Gracias Derenia, sabía que aprender tus extraños hobies me ayudaría en algún momento! Si esta triste solo hay una persona que puede ayudarle.


Marca un número que sabía de antemano estaría en la agenda, suenan los tonos de espera.


<<-¿Bueno?>>-al otro lado de la línea.


-Hola Inorah, soy Enek y necesito decirte algo...


..............................


El castaño miraba por la ventana suspirando, aún no estaba del todo recuperado pero al menos ya no se sentía tan mal. No es alguien que guste de autocompadecerse, pero no siempre puede reprimir el dolor.


Metido en sus pensamientos no se da cuenta de cuando su amigo mete su móvil en su sitio, y claro se ha pasado el número de Inorah por si las dudas, porque solo tenía el de Ryuu. Se sienta en su sitio y se propone poner atención, hoy no le dará problemas a su amigo a como de lugar.


Los profesores le preguntaban a Aginis varias cosas pues es el alumno más inteligente pero este anda en la luna, así que el azabache es quien se mete a responder todas y cada una de las interrogantes. Sus tutores no le ven inconveniente alguno pues jamás le han visto tan participativo. De esa manera pasa todo el día y se dirigen a la salida de la universidad.


-Ah que tonto, se me olvido pasar por un libro a la biblioteca-Enek.


  -Pues vamos.


-No te preocupes, mejor ve a casa porque me voy a tardar mucho.


-A casa...


-Si me da tiempo te visito un rato.


-Esta bien...


El castaño continuó con su camino más deprimido que antes, hoy le hace mucha falta la compañía de un amigo pero si tiene cosas que hacer no quiere interrumpirlo, además el mismo dijo que si tenía tiempo iría a verle. ¿Por qué no insistir como de costumbre? Porque siente que en cualquier momento saldrán las lágrimas y no quiere causarle más problemas a Enek, más de los que ya causó cuando murieron sus padres. Camina sin prestar atención por lo que pasa de largo a la persona que le esperaba en la puerta.


-Que grosero, me ignoras como si fuera un desconocido.


  Se gira al reconocer la voz.


-¡¿Inorah?! ¿Qué haces aquí? Creí que nuestra cita era el fin de semana.


-Soy libre de caminar por donde yo quiera.


El castaño le miró sorprendido.


-¡Tengo cosas que hacer!


Ni el supo porque lo había dicho, tal vez se sentía demasiado vulnerable y tenía miedo de que el otro necesitara algún tipo de consejo. Porque estaba seguro de que hoy no podría ayudarle mucho.


-No me importa, esto no es una cita.-el pelirrojo.


-¿Ah no?


-No-sonrió-es "un secuestro".


Le tomo de la cintura y le colocó sobre su hombro, llevándole con mucho cuidado, aunque Aginis en ningún momento se resistió, estaba pasmado ante la naturalidad de ese hombre, jamás pensó que tuviera esa clase de fortaleza, en este momento no hay lugar en donde se sienta más seguro que sus brazos, y sin tener la intención cubre con sus manos su sonrojado rostro.

Notas finales:

Hasta la próxima los amo!!!!!! >///<


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