-Guerra...
La llamada finalizó, Alannis no le daría la oportunidad de rastrearlo en caso de que la policía estuviese monitoreando su paradero. Aunque no lo hacían porque Edgar sabe perfectamente la clase de hombre que es.
-Que sujeto-emitió el egipcio por fin.
-¿Estás bien con ello?-el actor preocupado-Es parte de tu familia, el hermano de tu esposa. Si algo le ocurre...
-Si, no me perdonará. No importa el resultado, al final es seguro que nuestra relación no será como antes. Da igual que mi intención sea protegerla al igual que a mi hija. El hecho de que la aparté y pasé por alto sus deseos es una realidad. Pero su seguridad es primero.
-Aún podemos devolverle los diamantes, me ofrezco para ello.
-No es una opción-tajante-Alannis no está solo. Es el líder de una organización, para manejar productos de semejante calibre, de considerable tamaño. ¿Cómo es que opera con total impunidad? Una vez caiga, otro tomará su lugar y la historia se repetirá. No, puede ser peor. Él al menos se aseguraba de hacerlo entre las sombras, para no convertir la ciudad en donde viven su hermana y sobrina en un infierno. Pero no todos los criminales tienen un corazón.
-Es cierto-Neyran-muchos se verán afectados por nuestra decisión. Ahora no parece muy importante, incluso podríamos encerrar o asesinar al actual líder y en menos de un año ver las consecuencias de nuestro error.
-¿Entonces qué haremos?-Enek-Ese sujeto debe ser muy inteligente si no lo han capturado, y más considerando que sus cómplices no parecen muy brillantes ¿O será parte de su plan?
-No. Mi cuñado es único, si solo empleara sus habilidades para bien. Mi esposa y él no tuvieron una vida sencilla. Pero ella le dió todo su cariño y apoyo. Simplemente no comprendo por qué se desvió tanto del camino.
-¿Le emboscaras?-el director.
-No-frunció el ceño-En momentos así desearía que fuera estúpido. Es tan escurridizo como el agua. En cierta ocasión Nizzah, mi esposa; me pidió que le buscara porque quería sorprenderle antes de su cumpleaños. Fué entonces que me di cuenta de que no le conocia un solo amigo y tampoco tenía idea de en dónde trabajaba. Me molesté mucho y justo cuando volvía a casa lo encontré saliendo de una panadería. Me saludó y como toda la vida tenía un presente para su hermana. Le pedí cuentas y me respondió con una sonrisa y un: "Gánate mi confianza y tal vez un día lo considere. Eres mi cuñadito y todo pero jamás se está del todo asegurado contra un robo. No puedo permitir algo así, si peleamos por dinero la haremos llorar, ¿o no? Desgraciado, supo en donde darme. Nizzah es el punto débil de los dos, al igual que Zaphiyel, mi hija.
-¿No tenemos más opción que esperar a que haga su movimiento?-el actor.
-Mucho me temo. Debemos tener cuidado hasta de nuestra sombra. No tardará, de eso estoy seguro. Teme que las aleje para siempre de él, buscará la manera de chantajearnos.
-¿Y nuestras familias?-Enek-Mis padres viajan constantemente y me preocupa mi hermana.
-Como dije con anterioridad es un sujeto discreto. Entre menos personas involucradas mejor. No, somos sus únicos objetivos además de Escarlata, la madre de Kouryuu.
-¿Han tenido noticias de ella?-Esmeralda, el otro negó-Vaya.
-Pero no te angusties, una vez se resuelva todo volverá por sus hijos...o eso me gustaría decir, sin embargo no creo que sea ese tipo de mujer. Luego de tantos años escapando imagino que buscará su libertad.
-¡Mamá no es así!-ella-¡No levantes falsos!-su hermano la tomó en brazos.
-Ya, ya. Edgar no lo dijo con mala intención. Solo quiere que estemos preparados para todo. Si la suerte está de nuestro lado volveremos a ser una familia-sonrió.
«-Aunque nos faltará papá.»
-T-tienes razón, gracias.
-¿Y? ¿Volvemos todos a casa y esperamos a que nos dispare o algo peor?-Neyran.
-No. Tengo algunos conocidos. Son mmm me prohibieron dar algunos detalles. Pero digamos que son más confiables que la policía. Me dieron algunos brazaletes que cuentan con rastreador. Alannis querrá secuestrar a uno de nosotros para sacarle información. Cuando eso ocurra tendremos la ubicación de su guarida. Como siempre ordena a sus secuaces que hagan el trabajo sucio, no lo notará hasta muy tarde. Es importante que todo el tiempo lo tengan con ustedes. Estoy seguro de que no es necesario explicar lo que ocurrirá si caen en sus manos completamente indefensos, así que no sean descuidados. Y lo digo especialmente por ti-al director.
-L-lo tendré en cuenta-avergonzado.
-Si se encuentran en problemas presionen el falso rubí al centro, es un botón de pánico. El apoyo llegará en cuarenta segundos si hay alguien cerca, pero si no es así no tardarán más de cinco minutos. Tampoco es para preocuparse, como dije, con esto sabremos su ubicación-le entregó el accesorio a cada uno de los presentes.
-Es todo. No tiene caso discutir más el tema. Conocen los pormenores y tomamos precauciones, estresarnos por el futuro solo nos pondrá paranoicos y aún tenemos una película que filmar.
-¿Vamos a trabajar?-Ryuu-¿Y si ataca al público o alguien del staff?
-¿Qué no pusiste atención?-severo.
-¡L-lo hice! Es solo que, ¿podemos confiar en esa predicción? Si entra en pánico...
-No, cuando se toca un tema distinto a su familia es un témpano de hielo. Es más frío y calculador que yo.
-Ungh.
-Ahora, si no tienen nada mejor que hacer. ¡Vayan al foro de grabación! ¡Descansaron lo suficiente!
-¿Yo también?-Neyran divertido.
-Es tu elección. Tienes el restaurante pero supongo que prefieres estar al tanto de tu hermano.
-Algo así y me preocupa Jared, sería la única víctima que no ofrecerá resistencia. Podría quedarse dormido.
-Para nada-este-me recupero bastante rápido. Y últimamente Inorah no me ha despertado con sus llamadas en la madrugada.
-Si que eres un caso hermanito.
-P-perdón.
-Pues manos a la obra-el de ojos rosas-Hay que complacer a los fanáticos de mi sobrino.
-Je je je.
Ryuu se aproximó para darle un abrazo a su tío pero este le evadió, desconcertándole.
-¿Te repugno? Cuando nos conocimos me dió la impresión de que huias.
-Nop, en verdad me agradas. Eres tan importante que no quiero ensuciarte.
-¿Eh? No ocurrirá por algo así.
-Je je je. Supongo que lo haré cuando esté listo. Lo lamento.
-No te preocupes, entiendo.
Se dirigieron al set. Jared llevó a Neyran en su auto, quería estar a solas.
-Oh eres perverso. ¿Quieres hacer travesuras en un espacio tan reducido? Lo lamento pero no soy de esos-el mayor.
-¿Por qué evitas a Ryuu?
-Ah~ sabía que no lo dejarías pasar. Si queremos ser pareja no puedes tratarme, no sería ético-se quejó.
-Ya no ejerzo.
-Tramposo, eso no indica que no seas un psicólogo.
-¿Y?
-No lo sé.
-Neyran.
-No, de verdad no sé. Lo hago sin pensar. Creí que le tenía miedo pero creo que es algo más complejo.
-¿Como si lo estuvieras protegiendo?
-¿De mi? Mmm no lo creo. Jamás le haría daño.
-Una parte de ti lo piensa. La pregunta es ¿por qué?
-...
-Por cierto, estas un poco pálido el día de hoy. ¿No prefieres quedarte a reposar?
-Estoy bien. Solo es un poco de anemia.
-Deberías cuidar más de ti y centrarte menos en los demás.
-Oh, no es común que alguien me regañe.
-No lo hago pero me preocupa que puedas enfermar.
-Hasta eso que tengo buena salud. Cosa de hermanos. O dime, ¿has visto que Inorah tenga fiebre o algo por el estilo?
-No pero de ser así iría con Edgar o Aginis.
-Me parece curioso que sean amigos. ¿Como te involucraste con ellos?
-Conocí a Inorah luego de una decepción. Fué quien me animó a estudiar psicología. Dijo que me hacía falta entender a las personas. Y vaya que tenía razón. Es difícil encontrar a alguien sincero, un libro abierto, como Kouryuu y aún así es en verdad complicado.
-¿Y yo?
-Aún me lo pregunto. Da la impresión de que no quieres que nadie se involucre en tu vida pero lo haces en la de otros. Al principio creí que huías de algo y si bien pensé que era de tu hermano no explica lo de tu sobrino. O que no te abras a mi, es como si te negaras a recibir cariño.
-Wah, así parece que soy tan uraño.
El otro se encogió de hombros.
-Aún cuando me gustaría, no tengo todas las respuestas.
-Ja ja ja, no te preocupes por eso. A lo mejor solo necesito convivir con la gente.
-Lo que será posible si no pones una barrera.
-Uh, odio cuando las cosas no fluyen con naturalidad.
-Así es la vida pero...al menos yo pienso apoyarte sin importar los errores que cometas. Neyran...
-¿Si?
-Estoy convencido de que eres el tipo de persona que le cae mal a otros. Que de vivir en otra época ya te habrían linchado.
-Uy pues muchas gracias. Tu tampoco eres un caballero cuando hablas de esta manera-molesto.
-El punto es que en verdad me intrigas.
-¿Ah si?
-Si.
-Vaya.
El psicólogo no dijo más y prestó completa atención al camino por un buen rato.
-¿Sabes? Últimamente he soñado contigo-Neyran-¿Crees que signifique algo?
-Espero que si-le sonrió-También te he visto mientras duermo.
-Oh. ¿Sexy? ¿Con poca ropa?-negó-¿Entonces?
-No me gustaría hablar de ello porque no es agradable.
-¿Y por qué no?-curioso.
-...
-Vamos, ¿que podría pasar?
-Una y otra vez...te mueres en mis brazos.
-Por eso te preocupas tanto por mi. Bueno, son solo sueños...
-Pesadillas.
-Cierto. Pues no tengo planeado ir a ningún lugar. Falta detener al tipo que asesinó a Rafael.
-¿Y después? ¿Volverás al extranjero?
-No me lo planteé. Quizá tenga motivos para quedarme. Mi hermano, mi sobrino y si todo sale bien tu-sonrió.
-En serio eres directo.
-Je, con Inorah me quedó claro que las insinuaciones no siempre son entendidas. Solo me aseguro de que no ocurra otra vez. Que raro-talló sus orbes.
-¿Qué sucede?
-Supongo que no dormí muy bien. Tengo algo de sueño. Je je supongo que me estás pegando tu pereza crónica.
-¿Te llevo a casa?
-No.
-Cierra los ojos, te aviso cuando lleguemos.
-Gracias.
-A la primera oportunidad, ve al médico. Necesitas que te revisen y receten algunos suplementos y vitaminas en caso de ser necesario.
-No creo que sea para tanto.
-Hazlo.
-Oh, ¿es una orden?
-Jamás te haría algo así.
-Je je je que dulce. ¡Bien señor! Como usted es mi amo lo haré.
-Eres inesperadamente obediente.
-No te confíes. Es un acontecimiento único-guiñó.
-Y más que suficiente.
Jared se detuvo en el semáforo y posó la mano sobre el rostro de Neyran haciéndole sonrojar.
-Mira solo tu interior.
-¡Si señor!
Arrancaron algunos segundos después y continuaron con el viaje. Para cuando Jared le miró ya estaba en brazos de Morfeo.
«-Y pensar que me haría caso. Critica la ingenuidad de Inorah y no es distinto. ¿O será porque está conmigo? Mmm, ¿no se durmió muy rápido? Ni a mi me ocurre. Suelo ser algo torpe y no coordinar bien antes de caer rendido.»
-No irás a un hospital, ¿cierto?
-Lo prometí, ¿o no?
-C-creí que...-sorprendido.
-Lo estaba pero tu voz me hizo reaccionar. Ahora señor mío-con burla-no hable más porque me distrae.
-Dulces sueños.
-Gracias~.
«-Confiaré en tu palabra. No rompas tu promesa.»
~_~_~_~_~_~_~_~
...
Alannis revisa la mercancía dentro de algunas cajas, en su guarida.
-¿Que opina señor?
-Si-dijo este-¿qué? ¿Por qué no me das tu punto de vista?
-B-bueno. Son algo diferentes al original pero no mucho.
-No mucho, ¿eh? ¿Lo comprarías?
-P-pues.
-En sencillo. Si o no.
-N-no.
-Oh mi estimado. Si tú no lo piensas adquirir, ¿cómo esperas que otros lo hagan?
-Ah...
-Los clientes podrían quejarse. ¿Sabes lo que dicen o no? Siempre tienen la razón.
-¿Qué hago con el producto?
-Todos tenemos días buenos y malos, no hay porque alterarse.
-¿Eso significa?
-Podemos comercializarlo como una imitación. No tendremos un margen de ganancias muy grande pero tampoco pérdidas. Soy un hombre de negocios después de todo. ¿Por qué no te tomas el resto del día libre? Necesitas recuperarte del estrés.
-G-gracias.
-No te fijes.
El muchacho se fué.
-Te has vuelto muy permisivo.
-¿Usted cree mi teniente?
-No. Basuras como nosotros no cambian.
-Ya sabes que hacer.
-Bien.
Alannis se quedó solo, cogió su móvil para realizar una llamada.
-¿Tienda de flores Azucena?
-Si. ¿Diga?
-Quiero que envie una corona a cierta dirección.
-Por supuesto...
Una vez finalizó, tomó asiento y miró el techo.
«-Me sabe mal causarle sufrimiento a la hermana de ese inútil pero no puedo pasar su error por alto. Además no es como que ella sea Nizzah.»
Cerró los ojos e imágenes del pasado se presentaron ante él.
Inicio del flash back.
Alannis despertó bastante temprano, ilusionado como todos los niños en esta fecha.
-Navidad.
Dijo con emoción y una sonrisa enorme. Su familia no es rica y no cuentan con el dinero suficiente para adquirir un árbol, ya no se diga los regalos o una generosa cena. Pero no importa porque el puré de papa que hace su madre ese día como platillo principal y único bien vale la pena.
Recorrió los pasillos de un hogar que prácticamente se cae a pedazos y al llegar a la mesa...
-¿Uh?
Nada. Rió ligeramente al pensar que a su madre se le han pegado las sábanas por primera vez y corre a su habitación a despertarle. A lo mejor puede ofrecer su ayuda como siempre ha querido. La realidad le golpea en la cara cuando no la halla ni a su padre. El viejo armario está completamente vacío. Es difícil imaginar que hasta anoche había alguien ahí. Comenzó a respirar cada vez más rápido y sus manitas infantiles a sudar. Su cabeza le dijo que sin importar cuanto les buscara daría con ellos, pero su corazón decidió mantener la esperanza. Entró a cuanto lugar pudo hasta llegar a la puerta, donde se dejó caer de rodillas.
-Nos han dejado-le dijo su hermana.
-P-pero mamá me dió un besito ayer. ¿Y-ya no nos quieren?
-Me gustaría mucho darte una respuesta, lamento no tenerla.
-Nizzah...¿qué será de nosotros?
-Estaremos bien, te lo juro.
Ella le acogió entre sus brazos y los pequeños ojos dejaron en libertad un montón de lágrimas, una cantidad que nunca creyó tener dentro de si.
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...
Volver a clases fué incómodo para aquel niño. Los amigos que solía tener e incluso jugaban con él le molestaban.
-Ey Alannis, ¿ya volvió tu padre o está comprando cigarros? Ja ja ja.
-¿Son tantos que tu mamá le ayuda con las bolsas? Ja ja ja.
-No sean crueles. A lo mejor vuelve con un montón de juguetes y dulces ja ja ja.
El de orbes plata se tragó el dolor y frustración. No es del tipo que arregle sus problemas a golpes. Jamás haría algún daño. Llegó hasta el baño y se dejó caer abrazando sus rodillas.
«-Volverán, aún si mis compañeros se ríen lo harán. Algo muy importante debió alejarles.»
Pronto escuchó algunos murmullos.
-Shiih, se dará cuenta. No hagan ruido.
-¿Y qué? Ya no tiene quien lo defienda.
-Esos son los chicos que más me divierten ja ja ja.
-¡Te encontré!
Anunció un niño de unos doce años. En su mano una cubeta. Alannis intentó correr pero la diferencia de edad es abrumadora considerando que hace poco cumplió los seis. El mayor tiene miles de aberturas que le permiten la huida pero alguien de naturaleza pacífica no cuenta con conocimientos de ese estilo. Sin más el desalmado le vació el contenido, pintura negra.
-Eso le enseñará una lección al presumido. Que no se sienta especial por su color de ojos.
Se marcharon y la víctima se acercó al lavamanos, incluso metió la cabeza pero entró en pánico al ver que aquella sustancia no cedía. Además del fuerte aroma que le provocó náuseas y un fuerte mareo.
-Papá, mamá...
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...
Casi un año más tarde.
-¡Yey casi es navidad!-un infante.
-¡Si! Santa me traerá la bicicleta de última generación que sale en los comerciales.
-Esa es suerte.
-¿Qué te dará Santa, Alannis?
-¿Eh? Ah b-bueno...
-Puft lo olvidé. El señor de la barba blanca no visita a los que no tienen padres ja ja ja.
Las escandalosas risas cubrieron por completo el llanto y clemencia que Alannis imploraba con toda su fuerza.
Ese día llegó a su hogar cabizbajo pero, cierto aroma proveniente de la cocina le sacó de sus pensamientos y corrió al sitio.
-¿Hermana? Eso que preparas es...
-¡Puré de papa! Aunque no te esperes que sea como el de mamá.
-Todavía falta un poco para navidad.
-Oh mi pequeño ingenuo. Ese día comeremos algo realmente especial.
-¿Más que el puré?-con su boquita abierta debido a la sorpresa.
-Oh si. ¿Adivinas?
-Mmm...
-Vamos~.
-¿Un pollo rostizado? Je je, creo que no.
-¡Si y no uno dos! Nos llenaremos hasta reventar.
-¡¿L-lo dices enserio?!
-¡Si! En el trabajo me darán algo llamado aguinaldo. Es más, te tengo un obsequio. Ejem-orgullosa.
-¿Eh?-le señaló una caja.
-Abrela.
-Una...bufanda. ¡Es muy linda!
-Feliz navidad hermanito. Nunca dejes de ser tan lindo.
-Te quiero mucho Nizzah.
-¡Yo también!
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...
-¡Ya me voy a trabajar Alannis!
-¡¿Hoy también?!
-Y mañana y pasado ja ja ja.
-P-pero te ves agotada. Necesitas descansar.
-No te preocupes, soy tan fuerte como una mula.
-Puedo dejar la escuela y ayudarte.
-Eso si que no. Yo tampoco me rindo, encontraré la manera de finalizar mis estudios no importa si me tardo. Debemos contar con lo necesario para el día que tengamos nuestra propia familia.
-N-no quiero alejarme de ti.
-Siempre podremos visitarnos.
-No. Eres todo lo que tengo.
-Algún día amaras mucho a alguien. Será un sentimiento diferente al que tienes ahora. Es posible que hagas muchas tonterías por esa persona. Pero te hará sonreír desde el fondo de tu corazón.
-Jamás habrá alguien así. Estoy bien a tu lado.
-Oh mi pequeño-tocó con suavidad su cabeza y sonrió-Bueno, falta muchísimo para eso. No hay razón para asustarse. Y ya me voy o me descuentan el día ja ja ja.
El niño miró la puerta cerrada con tristeza.
-Jamás, papá y mamá nos dejaron. No te haré lo mismo. Pero tampoco te impedire ser feliz.
~_~_~_~_~_~_~_~_~
...
Los años pasaban y su situación económica mejoró considerablemente, contrario a la apariencia de su hermana que envejeció abruptamente debido a su agitado ritmo de vida. Cuando Alannis entró a la secundaria le propuso poner un negocio, del que ellos fueran dueños. Un restaurante era buena opción, así tendrían que comer aún si no llegaban los clientes. Pero ella se negó.
-Todo saldrá bien.
Repetía la frase que a estas alturas se había convertido en una especie de maleficio o cadena para el joven que no se permitía un solo error en la escuela. Sus calificaciones eran perfectas, incluso figuraba en el cuadro honor. Sus compañeros, continuaron molestandole pues no maduraron ni un poco. Pero hizo oídos sordos. Las palabras no lastiman si las pasas de largo, el problema es cuando la agresión pasa de ser verbal a física. Y eso ocurrió en la primavera de su segundo año de secundaria.
-Ey Alannis, escuché que encontraron a tu padre en un basurero. ¿Era? ¿O le confundieron con desperdicios?-silencio.
El de ojos plata se giró en dirección a la biblioteca, esta vez la tarea es complicada y el maestro no es especialmente habilidoso para explicar, vaya dilema.
-Maldito arrogante. Me dan unas ganas de golpearlo.
-¿Por qué no lo hacemos?
-¿Estás loco? No quiero que me expulsen, tendré problemas con mis jefes.
-No le dirá a nadie.
-¿Quién te lo asegura?
-Piénsalo bien. Ha soportado muchos años de abusos porque no quiere molestar a su hermana. Tiene un severo complejo con ella.
-¿Hermana?
-Ay vamos, la conoces. Es la mujer que viene a firmar su boleta de calificaciones.
-¡No inventes! ¡Pensé que era su nana! ¡Está muy vieja!
Ese comentario hizo hervir su sangre. Nubló su juicio. Y así, se abalanzó contra el grupo. Cinco adolescentes en total y con nula experiencia en enfrentamientos. Aún así se las arregló para coger a uno de la camisa y le hubiese estrellado de cara en el pavimento si no fuera porque tres de sus adversarios le cogieron de los brazos.
-¡Con mi hermana no se metan bastardos!
-Oh, ¿quién diría que conoces las groserías? ¿Y con esa boca le das los buenos días? Debe estar muy decepcionada. Pues, ¿qué tipo de educación recibes?
-¡Pidanle perdón!
-Estarás tan bueno. Si logró pagar los gastos sola es porque le saca el dinero a sus amantes. No me rebajaré ante semejante despojo.
-¡TE VOY A MATAR!
-Primero tendrías que liberarte, ¿o no?-le dió un par de golpes en la mejilla a modo de burla.
Al no soportar la humillación la víctima le escupió, con gran tino cabe destacar, en el rostro.
-Te aseguro que es lo más estúpido que has hecho en la vida.
-Oh no, puedo ser peor-repitió la acción.
El otro se limpió con el dorso mientras un molestar estomacal se manifestó a manera de un retortijón de tripas.
-Y decir que un gusano me haría enojar. Muchachos, ¿qué les parece si salimos por el agujero en la barda norte? Tengo ganas de golpear cierto costal hasta que se destroce la garganta de tanto gritar.
-Muy buena idea.
-Por eso eres el jefe.
Una vez llegaron al sitio, el "líder" le dió una patada en el pecho.
-¿Últimas palabras?
-Jódete.
-Ah~. No debiste meterte con nosotros.
Alannis perdió el sentido en algún punto, para cuando despertó habían pasado unas dos horas. Agradeció como nunca que Nizzah estuviese trabajando y se levantó con gran dificultad escupiendo un poco de sangre y llevando la mano a su abdomen.
«-Que mal, creo que me rompieron algunos huesos. Será complicado fingir que nada pasa. Pero si voy al hospital la llamarán y no quiero preocuparla o causarle problemas. Estoy seguro de que una ducha lo arreglará todo. Uh es una lástima que mi casa esté tan lejos.»
O eso le pareció.
-Ja ja ja que gracioso. Justo ahora no recuerdo el camino a seguir.
Cayó de sentón lastimando su ya de por si maltrecha anatomía. Suspiró y se armó de valor y coraje para emprender el camino a su hogar. Le llevó cerca de media hora llegar a la parada de autobús, por fortuna el trayecto a partir de ahí es de tan solo cinco minutos, el cual casi fué una tortura porque la gente que no se detiene a pensar el porque de su penosa apariencia le empujó o aplastó en múltiples ocasiones. Ya en su destino dejó la mochila en su habitación y se metió a bañar.
-¡Waaaaaaahhhh!
El agua no fué gentil con su piel pues resultó algo más parecido al ácido. Aunque por fortuna de sus labios fué el único grito que escapó. Cuando sintió un poco de alivio se secó con una toalla y vistió apropiadamente. Salió por algunas vendas que pondría en las zonas no visibles y analgésicos, de esos que te venden sin receta. Su rostro estaba intacto, así que no tendría que inventar alguna excusa. Nizzah volvió a eso de las diez de la noche, para entonces el médicamento ya había hecho efecto y Alannis volvió a mostrar su perfección a la chica al prepararle un buen café que llevó a la mesa con la sonrisa más radiante del mundo...cuando su interior emitía terribles alaridos de agonía. Se movía con elegancia y agilidad aún teniendo tres costillas rotas, la muñeca derecha fracturada, varios dedos quebrados y decenas de hematomas imposibles de contar. Cada punzada de dolor y las palabras de aquel desgraciado se repitieron una y otra vez. Si sus padres no les hubieran dejado, ni el ni su adora Nizzah tendrían que pasar penurias y sortear obstáculos tan grandes. Ese día nació en su inocente y puro corazón el rencor.
Fin del flash back.
Alannis se puso en pie.
-Edgar, eres el hombre del que se enamoró mi hermana. No quiero hacerla llorar pero tu mismo cavaste tu tumba. No debiste robar el gran motor de mi existencia.