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Cuando la venda cae por KuroAshi_ZxS

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Notas del capitulo:

Marvel así como sus personajes e historias, no me pertenecen.

Hola a todos! Lamento la demora en actualizar este fic, pues otra vez tuve que subir un cap en la madrugada. No tengo otra opción, al menos no mientras mi internet mejore. Esperemos que eso sea pronto.

Como una leve advertencia, en esta parte de mi historia varios personajes se culparán mucho a sí mismos. Sé que no es algo agradable de ver, mucho menos de narrar, pero como muchos otros detalles era necesario para este fic.

Menciones especiales a: natsu5, JustGinn, JoshuaST, Damocles, Abi y Kahyra26. Muchas gracias por comentar!

Tony no pudo evitar sonreír suavemente, intentando calmar sus nervios destrozados antes de fijar su mirada en el dios. Thor parecía aun avergonzado y sin duda culpable, una mezcla de emociones que no encajaba con su imponente presencia en lo más mínimo.

-Antes de empezar, debo darles mis más sinceras disculpas. Hubo un ataque poderoso en las cercanías de mi hogar, y mi reino requirió mi ayuda. Ese es el motivo de mi tardanza- el rubio durante unos momentos agachó la cabeza, en un claro signo de perdón- pero sin duda, hay algo de lo que me siento aún más arrepentido- lentamente, como si le costara decir sus siguientes palabras, Thor alzó la vista y la fijó con cuidado en Steve- la razón por la que el buen Capitán terminó en ese estado…es realmente mi culpa-

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Si no conociera a Thor, diría que era imposible ver a un dios tan imponente como él, pareciendo un cachorro regañado. Pero luego de ganarse las reprimendas de todos los Vengadores, de alguna forma el rubio se las había arreglado para que su expresión se viera aún más miserable que antes.

Solo Steve había logrado ese truco con él, pero eso no quería decir que en su compañero fuera menos efectivo.

Frotó sus sienes, en un evidente gesto de cansancio, pues literalmente habían pasado semanas buscando a un enemigo inexistente. Debido a los regaños, Thor aun no había explicado cómo es que su Capitán se había convertido en un niño de diez años, pero ahora que finalmente todos habían guardado silencio podría saber la verdad.

Y es que el dios no había escapado de la ira de nadie, ni siquiera de la suya. Que hablara con tanta  cautela y temor no era sorpresa alguna, pues algunos como Barnes y Natasha podían incluso amedrentar a un guerrero como él.

-Steven y yo, desde que empezamos la búsqueda del cetro de mi hermano, nos convertimos en buenos amigos- a pesar de la culpa que sentía Thor por lo que había hecho, en ningún momento desvió su mirada de sus rostros- es sin duda un honor poderme llamar compañero de armas y amigo del alma de alguien tan fuerte y valiente como lo es nuestro Capitán. Pero por sobre todo, podía sentirme totalmente a gusto con él- un leve rubor había aparecido en sus mejillas, pareciendo ligeramente avergonzado- Steven en cierto modo tenía los mismos problemas que yo para adaptarme a Midgard, y fue realmente un gran apoyo cuando me encontraba por estos lares-

A juzgar por los rostros de los presentes, a excepción de Sam o Natasha, nadie había esperado eso. Era cierto que Steve tenía una mejor relación con Thor que con el resto, pero había sido sorpresivo saber que ambos rubios tenían una buena amistad.

Imaginarlos a ambos vagando por las calles de Nueva York no era un pensamiento extraño, pero sí bastante doloroso. Al menos su líder había tenido allí a alguien para ayudarle a salir adelante en ese duro proceso de adaptación, un compañero del equipo que le había tendido su mano cuando ninguno más había sido capaz de ayudarle.

Todos, de alguna u otra forma, le habían dejado a su suerte. Y la culpabilidad se había acrecentado con fuerza en su interior.

-En una de las muchas veces que salimos con Steven, él me confesó sobre la tristeza que sentía ante su situación- al notar la expresión de confusión en sus amigos, se dispuso a explicar- lo mal que se sentía al no poder tener una relación mejor con ustedes, lo mucho que quería intentar ser su amigo pero no sabía cómo. Cuando nos conocimos no estábamos…bajo la mejor de las circunstancias- el dolor se hizo presente con fuerza en sus orbes, aun no podía perdonarse por lo ocurrido con Loki- es por eso que temiendo arruinar lo poco que tenía con ustedes…decidió simplemente ser su líder y mantener a raya sus sentimientos-

Ese, sin duda alguna, había sido un golpe para todos ellos. Desde que Steve se había convertido en niño, poco a poco se habían dado cuenta de sus errores. Pero que Thor les confirmara ese hecho, era más cruel de lo que esperaban.

Sobre todo para Tony, quien no creía poder perdonarse nunca todo el daño que le había hecho al rubio. Tantas dispuestas, tantas peleas provocadas por un odio sin fundamentos. Estaba consciente que él había sido una de las principales causas por las que su Capitán había tenido tanto temor para acercarse a ellos: después de todo, el ingeniero le había repetido en incontables ocasiones como nunca encajaría dentro del equipo. Que un hombre del pasado, como lo era Steve, solo servía para ser su estratega y líder en el campo de batalla.

-Durante mucho tiempo pensé en las palabras de Steven, y quería ayudarle de alguna forma. Es mi amigo, no podía quedarme de brazos cruzados- un suspiro audible abandonó los labios de Thor, como si el peso de sus siguientes palabras fuera demasiado para poder soportarlo- cuando regresé a Asgard pedí ayuda de una buena señora que había sido amiga de mi madre, y pedí su consejo. Ella dijo que podría solicitar su problema, y feliz de aquella noticia, nunca pregunté como lo haría. Pensaba volver con ustedes para ver que había ocurrido, cuando el ataque me mantuvo en mi reino más tiempo de lo que había esperado- Tony notó sin dificultad como los ojos del rubio se anegaban en lágrimas, pero permaneció firme, sin derramar una sola de ellas- pero se los prometo, mis amigos, nunca habría aceptado su ayuda de saber que este sería el resultado. Nunca podré perdonarme haber hecho sufrir a Steven de este modo…-

Luego de esa confesión, no podían seguir molestos por lo que había ocurrido. El dios había tenido la mejor intención para poder ayudar a su amigo, llegando a recurrir a su gente para poder hacerle feliz.

Ahora, el castaño se sentía terriblemente culpable por haberle gritado. Era cierto, tenía razones para estar enfadado, pero si había alguien que tenía la culpa de su situación era él. De haber podido intentar hacerse amigo de Steve, Thor nunca habría recurrido a una solución tan extrema.

Sus amigos seguramente se sentían como él, a pesar que sus casos fueran diferentes. Bucky no había hecho nada debido a la perdida de sus recuerdos, e incluso las torturas que había recibido eran un buen indicio para saber porque no se había permitido confiar tan fácilmente en nadie, ni siquiera en Steve. Sam y Natasha, aunque no tenían una relación tan cercana con su líder, habían sido sus amigos, intentando ayudarle a salir adelante. Wanda siempre había profesado su cariño hacia él, el lazo de hermandad que se había desarrollado desde que se había vuelto una Avenger.

¿Y él, que había hecho? Nada, no había hecho nada porque era un cobarde.

-Pues creo que en algo tenía razón- con suavidad, fue Pepper quien se atrevió a romper el silencio. Esperó a que todos dirigieran su mirada hacia ella, consciente que tenía su atención antes de seguir adelante- si esto no hubiese ocurrido, a pesar de todos los problemas y sustos que tuvieron que enfrentar, finalmente parecen un equipo. Antes solía pensar que, aunque fueran tan compenetrados a la hora de defender al mundo, su relación parecía muy frágil y a punto de romperse. Gracias a Thor, su visión hacia Steve ha cambiado. Nada de esto, la segunda oportunidad que se les ha dado, sería posible sin él-

-Ella tiene razón- fue el turno de Natasha en tomar la palabra, colocando una mano en el hombro del dios, intentando reconfortarle- no fue tu culpa que todo acabara así, al contrario, nos has salvado a todos. Gracias-

Era bastante sorprendente escuchar que la espía le agradeciera a alguien, y aún más mostrar sus sentimientos hacia otras personas. Pero era algo que todos sentían, un profundo agradecimiento hacia el dios que no tardaron en demostrar.

Pero no fue sino hasta que el pequeño Steve se acercó a Thor, que este finalmente rompió en lágrimas. El chico era bastante astuto, y ya sabía lo suficiente como para entender la situación. Seguro el rubio también pensaba lo mismo que ellos, pero en vez de culparle, el infante simplemente lo abrazó.

-Yo no te culpo, porque sé que intentaste hacer lo mejor mí- a pesar de la suave voz del pequeño, todos fueron capaces de escuchar sus palabras- pero sé que a veces es necesario recibir el perdón ajeno antes de poder perdonarse a sí mismos- durante un increíble momento, Tony había estado seguro de ver de pie allí a su Capitán. Esas palabras, tan llenas de madurez y calidez, eran las mismas diría su líder en una situación como esa- por eso, te lo diré con sinceridad: te perdono, Thor-

Eso había sido suficiente para que los sollozos del dios aumentaran, pero a juzgar por su mirada, la paz y el alivio finalmente estaban eliminando la culpa de su corazón. A pesar de ello, conocían a Thor lo suficiente como para saber que no olvidaría esa situación durante un tiempo. Lo ocurrido con su hermano era prueba suficiente para saber el alcance de sus sentimientos.

Ese mismo día, el rubio se puso en contacto con la mujer que había realizado aquel hechizo, prometiéndole que al día siguiente, Steve estaría de vuelta a la normalidad. Sonrisas de satisfacción cruzaron los rostros de sus amigos, felices de saber que finalmente su Capitán volvería a la normalidad.

Tony no estaba muy seguro de como sentirse, pues si bien se alegraba de volver a tener a su líder entre ellos, también estaba consciente que extrañaría a su versión pequeña. Ese niño se había ganado un lugar en su corazón, y por él daría todo lo que tenía en la siguiente etapa de este largo camino: cambiar su relación con Steve, mostrarle cuanto le apreciaba realmente y darle el cariño que se merecía.

-¿Tony?- la voz del pequeño Steve llamó su atención, volteándose para ver que se encontraba en el umbral de la puerta, mirándolo un poco indeciso- ¿puedo pasar?-

-Claro, ven aquí, Stevie- el castaño abrió los brazos, permitiendo que el rubio se apoyara contra su pecho- ya es hora de dormir ¿no crees? Un par de horas más, y estarás de vuelta en tu tiempo. En tu hogar-

-Lo sé-el suave murmullo de su voz casi paso inadvertida para él, dándose cuenta del tinte de profunda tristeza que este poseía- pero ustedes también han sido mi familia, mi hogar durante estas semanas. No podía regresar sin despedirme, y tú eras el último. Bruce y tu son los únicos que permanecen despiertos durante toda la noche-

 Tal y como había dicho Steve, su reloj marcaba fielmente las dos de la madrugada. Una pequeña sonrisa se formó en sus labios, enternecido al notar como esta versión de su Capitán había llegado a conocerlos tanto en tan poco tiempo.

Tampoco era extraño que el chico decidiera despedirse de todos, trayéndole a su mente el amargo recuerdo de los minutos anteriores a que el soldado estrellara su avión en el hielo. La conversación con Peggy Carter había sido grabada para la posteridad, y aunque eran diferentes situaciones, no podía dejar de sentir que en el momento en que se separaran, perdería el niño para siempre.

Algo que en cierto modo ocurriría, pues al recuperar sus recuerdos, perdería inevitablemente esa inocencia y alegría contagiosa que esta versión poseía.

-¿Sabes, Tony? lo único que deseo en estos momentos es poder crecer, para poder encontrarme con todos ustedes- su corazón se aceleró ante sus palabras, separándolo un poco de si para poder ver su rostro- ya quiero ver el futuro, conocerlos, vivir a su lado. Sin duda te voy a extrañar, pero sé que pronto nos volveremos a ver-

-Solo debes tener paciencia, pero cuando menos te lo esperes, estaré de vuelta en tu vida- con ternura y suavidad acarició su salvaje cabello rubio, dedicándole una pequeña sonrisa- quizás tengas problemas conmigo, sabes lo idiota que puedo ser- esta vez logró hacer sonreír a Steve, recordando todos los momentos en que este le había visto hacer alguna estupidez o actuar imprudentemente- serán momentos difíciles, pero si hay alguien que puede seguir adelante, ese eres tú. Una vez me dijiste que era tu héroe, pero te diré un secreto: tú también lo eres para mí. Eres mi héroe, Steve Rogers, y no dejes que nadie te diga lo contrario- besó por última vez su frente, consciente que su tiempo se acababa y que si su líder volvía a la normalidad en esos instantes, sería un golpe duro para él. Lo mejor era que estuviera solo cuando eso ocurriera, sabiendo que la soledad y privacidad le ayudarían a entender mejor lo que había pasado durante esas semanas- pero prométeme una sola cosa: hasta que nos reencontremos, nunca dejes de sonreír-

Notas finales:

Espero les haya gustado, y desde el siguiente cap, Steve volverá a la normalidad. Sé que muchos me habían pedido que incluyera a Sam y Wanda, pero debido a que esta parte del fic ya la tenía planeada y no se me ocurrió como cambiarla sin hacer demasiadas modificaciones; les daré su momento más adelante. Lo lamento.

La próxima actualización dependerá del estado de mi internet, pero espero sea el fin de semana. Cuídense, nos vemos en la próxima!


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