Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cuando la venda cae por KuroAshi_ZxS

[Reviews - 97]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Marvel, así como sus personajes e historias, no me pertenecen.

Hola a todos! Lamento la demora en actualizar. Pero a cambio, creo que traje el cap más largo que había escrito hasta el momento.

También esta parte va dedicada a: Morlana , cumpliendo la petición que me hizo en un comentario de agregar a este personaje y que tuviera un momento con Steve. Quizás no lo hice de la forma que esperabas, pero más adelante te darás cuenta de porque lo hice así. Espero de corazón que te guste.

Les pido disculpas por el tiempo que demoré en contestar todos sus rew, prometo que intentaré hacer lo posible para que no vuelva a ocurrir.

Además, en muchos comentarios me he dado cuenta que me preguntan cuando iniciará el Stony. Como he mencionado en un par de ocasiones, yo me tomo mi tiempo en que se den las relaciones. Tony y Steve no estaban muy cerca, exceptuando en las batallas, por lo que pasará un tiempo antes que Tony se de cuenta de lo que siente. Mientras nuestro Capitán aún sea un niño no pasará nada entre ellos, pero cuando vuelva a la normalidad, la relación entre ambos se establecerá.

Menciones especiales a: JoshuaST, Morlana, natsu5, Khialyra kahyra26 y MiaRiquelme. Muchas gracias por comentar!

El chico había dicho tantas cosas buenas de él que lo único que podía pensar, es que quería convertirse en alguien así. En una persona que fuera capaz de proteger al resto como Steve mismo había mencionado. Alguien que lo protegiera a él, que lo cuidara y le diera el cariño que necesitaba.

Ya lo había decidido: haría lo posible y lo imposible para no defraudarlo. Y Anthony Stark siempre cumplía sus promesas: él sería su héroe.

xxxxx

Era tan pequeño, demasiado frágil para su gusto. Steve había pasado toda la mañana acostado en una cama demasiado grande para él, temblando producto de la fiebre y envuelto en una pila de mantas, intentando conservar el calor.

Tony había pasado por un buen susto una hora atrás, cuando el rubio había acabado por toser sangre; pero Bruce le había tranquilizado rápidamente, diciéndole que su garganta simplemente estaba un poco lastimada.

Su corazón se contraía en su pecho al verlo en tanto dolor, de cómo el pequeño le sonreía para intentar calmarlo, diciéndole que estaría mejor luego que durmiera un poco. Era una vil mentira, por supuesto, pero darse cuenta del enorme esfuerzo que Steve estaba haciendo para quitarle importancia a su condición y evitar que ninguno se preocupara.

El día anterior los síntomas de una potente gripe empezaron a aparecer, y el castaño no pudo más que maldecirse internamente por no darse cuenta a tiempo. Un par de estornudos, sus mejillas ligeramente enrojecidas, como parecía tan cansado que a duras penas podía mantenerse en pie.

Se sentía culpable, sobre todo porque había olvidado lo frágil que era su salud. Quizás para un niño normal dormir sin abrigarse, como había ocurrido cuando ambos habían compartido ese íntimo momento en su taller; así como pensar en que quizás pasar todo el día en ropa de dormir no había sido la mejor de sus elecciones.

Sea como fuese, la situación del infante no era la mejor. Había pasado casi toda la noche en vela, hasta que había decidido tragarse sus miedos y llamar a Bruce. Luego de la batalla contra Ultron el científico había desaparecido, un mudo mensaje para ellos que quería estar, al menos una temporada, solo y alejado del equipo. Había sido cuestión de tiempo antes de encontrar su ubicación, instalado en una zona apartada de América, así como estaba seguro que Bruce sabia de sus constantes investigaciones.

La situación estaba escapando de sus manos, y no podía dejar que cualquier médico se hiciera cargo de Steve. Podría dar información a los medios o a alguno de sus enemigos, sin contar que podría parecer extraño que un niño viviera con ellos. Los doctores que aún seguían a Fury eran de confianza, pero no con alguien con la debilitada salud del rubio y que, inexplicablemente, parecía haber perdido el suero.

De otra forma, el pequeño no habría enfermado de esa manera.

Para su asombro, Banner había contestado casi de inmediato su teléfono. Como había esperado, él estaba al tanto que Tony aún seguía vigilándolo; pero le sorprendió aún más que aceptara sin dudarlo volver a la Torre cuando le había dicho que la salud de Steve estaba en riesgo.

Ni siquiera sabía que ahora él era un niño, o lo que había pasado en los últimos días, y eso le dolía. Era una sensación horrible, porque de haber estado en su lugar y sin tener información alguna de su estado, seguro habría reaccionado diferente. Lo admitía, de haber ocurrido una semana atrás, cabía la posibilidad que incluso ni siquiera le hubiese importado.

Tony solo tenía que recordar sus propias experiencias cuando aún tenía el Reactor en su pecho, como las pocas veces en que se había resfriado, había sufrido horribles dolores que aún le provocaban pesadillas. Y para alguien con la condición de Steve, debía ser decenas de veces peor…

Bucky les había contado que desde que le había conocido, siempre había sido así. Su infancia no había sido la mejor, pues los medicamentos no eran tan avanzados como ahora. Los pocos que existían, eran demasiado caros, y el poco dinero que poseían lo gastaban en comida.

Esa era la mayor razón por la que el rubio podía pasar semanas sin poder levantarse por su cuenta, preguntándose como había salido adelante cada invierno, prácticamente aislados en su pobre departamento producto de la nieve y las heladas.

Pensar que si Steve no hubiese sido capaz de soportar el proceso para transformarlo en Súper Soldado, quizás no hubiese soportado más de un par de años. Y si era capaz de sobrevivir, habría vivido en horribles condiciones, sufriendo al notar como su cuerpo se deterioraba con rapidez y no era siquiera capaz de salir adelante por su cuenta.

Sabiendo que un grave ataque podría amenazar a la Tierra una vez más, había escondido un Quinjet cercano a su posición, sabiendo que necesitaría transporte urgente si eso llegaba a ocurrir. Agradecía ser tan precavido en esos detalles, pues eso podría marcar una enorme diferencia entre las horas que Bruce demoraría en llegar a Nueva York.

El resto de la noche estuvo en vela, cuidando a Steve lo mejor que podía con la ayuda del resto. Barnes, Clint y Wanda se habían turnado para cuidar al pequeño, mientras que los demás se encontraban fuera hasta la tarde del día siguiente.

Para su suerte el científico arribó a la Torre Avengers en el amanecer, mirándose completamente agotado. Tenía la ropa desarreglada y llevaba una bolsa de lona en el hombro, seguro con las pocas pertenencias que había rescatado de su casa antes de seguir las instrucciones del castaño e ir en busca del Quinjet. Bruce se dirigió inmediatamente a la habitación del Capitán, mirándole con los ojos abiertos por la sorpresa al darse cuenta del “enorme problema” que Tony le había mencionado en su conversación.

Aceptó que el castaño le contara lo que había ocurrido desde que habían descubierto que su Capitán se había transformado en un niño, examinando al niño antes de escribir un par de notas con indicaciones y medicamentos que deberían suministrarle durante las próximas horas.

Ahora mismo el rubio se encontraba despierto, comiendo lentamente el almuerzo que Wanda le había preparado bajo las estrictas órdenes de Banner. El castaño se encontraba sentado a su lado, dando todo de sí para no quedarse dormido. Era ridículo que luego de tantos años siendo capaz de pasar días despierto en su laboratorio; ahora tras apenas diez horas manteniéndose alerta, se sentía extremadamente agotado.

Tal vez se debiera a que se encontraba muy tenso, y que no había sido hasta que Bruce había vuelto, se había permitido relajarse un poco.

Al parecer su cansancio era evidente, pues el infante le dio unos golpecitos en su brazo con suavidad, intentando llamar su atención. Steve parecía tan debilitado como él, con las mejillas aun sonrojadas por la fiebre, pero evidentemente mejor que en la madrugada.

-Tony, tú también deberías descansar- y ahí estaba otra vez esa expresión en su rostro, deseando por una vez ser lo suficientemente fuerte para poder negarse a ella- has…me has estado cuidado desde ayer, y no puede ser saludable que estés tanto tiempo despierto. Por favor, ve a dormir, yo estaré bien. Y si algo pasa te avisaré, es una promesa-

Era un poco divertido que dijera justamente eso, que era malo para su salud que estuviera tanto tiempo en vela. Eran las mismas palabras que le había dirigido su versión adulta tantas veces en el pasado, y contra su voluntad, una suave sonrisa nació una vez más en su rostro al notar su preocupación.

Cada vez eran mayores los momentos en que se daba cuenta de la razón tras ciertas actitudes o frases del Capitán, tal y como ocurría en ese instante. Al estar en el extremo contrario, de ser ahora él quien cuidara al rubio ahora que se encontraba enfermo, era una situación surrealista. Por el suero se suponía que eso no podía ocurrir, pero el destino era bien conocido por jugar con todo lo que él creía imposible.

Pero ahora podía darse cuenta de cuanto el soldado lo había cuidado, y que ahora era su turno de devolver el favor. Steve había estado a su lado a través de las borracheras y del tiempo en que la depresión le superó cuando Pepper le había dejado.

De una u otra forma, siempre había estado presente incluso en la enfermedad.

-Yo…uhm…está bien, descansaré un poco- era difícil, muy difícil resistir a su mirada, por lo que acabo por ceder, aunque bajo sus propios términos- dormiré en el sofá de allí. De esa forma, si tu fiebre llega a subir, estaré a solo un par de pasos de distancia-

Estuvo a punto de gemir por la consternación al notar como el chico miraba durante unos segundos el mentado sofá, frunciendo el ceño antes de hacer un pequeño puchero. Parecía molesto por razones que no podía entender, como si no estuviera conforme con sus palabras.

-Pero Tony, si duermes ahí te podrías hacer daño. Deberías volver a tu habitación, donde tienes una cómoda cama- el castaño estuvo a punto detener sus palabras, de decirle que los sofás que compraba eran incluso mejores que su cama. No por nada pasaba más noches en su taller que en su propio cuarto- No tienes que quedarte conmigo ahora que necesitas más que nunca dormir…-

El genio suspiró quedamente, mordiendo su labio inferior mientras pensaba. Aún no sabía cómo reaccionar ante la actitud del pequeño, pues si bien antes había sido receptor de la preocupación de Steve, nunca su Capitán la había expresado abiertamente.

Una idea surgió en su mente, sabiendo que de todos los Vengadores, él era uno de los que tenía mejor resistencia a las enfermedades. Si, quizás acabara en el hospital por sus descuidos, pero casi siempre era por no tratar sus heridas o no dormir lo suficiente.

-Está bien, entonces haremos esto. Yo me quedaré contigo aquí, en la cama. Así estaré lo cerca para no preocuparme, y tu estarás tranquilo que yo descansaré lo suficiente- Tony le sonrió suavemente, alegre al ver como el rubio asentía de acuerdo con su propuesta-

Ni siquiera había transcurrido media hora, cuando Steve había acabado dormido entre sus brazos. La fiebre casi había remitido en su totalidad y los temblores habían desaparecido, por lo que se permitió acariciar su humedecido cabello y depositar un suave beso en su frente.

Tiempo después Bruce entro a la habitación, sonriendo ladino al notar como Tony abrazaba protectoramente al chico contra su pecho, ambos sumidos en un profundo sueño. El pelinegro apenas pudo evitar que una suave risita escapara de sus labios, pensando en lo irónica que podía ser la vida.

Iron Man y Capitán América eran conocidos por ser una pareja perfecta en el campo de batalla, dos héroes que se complementaban y que incluso podían anticipar los movimientos del otro. Pero cuando la pelea terminaba y volvían a ser simplemente Tony Stark y Steve Rogers, parecía que el odio latente que se profesaban salía una vez más a la luz.

La mayoría de sus compañeros lo veía de ese modo, sabiendo que mientras ambos fueran lo suficientemente maduros para llevarse bien cada vez que ocurriera una emergencia, no prestaban mayor atención a su relación. Aunque para Bruce, las cosas eran bastante diferentes.

Observar era una de sus mayores cualidades, pues al ser rechazado muchas veces por las personas, tenía que tener mucho cuidado a la hora de tratar con ellas. Hulk era un recordatorio constante de las peores decisiones que había hecho en su vida, y aunque muchos le aceptaban ahora, siempre existiría ese dolor latente en su corazón.

Cuando se había encontrado por primera vez con el rubio había creído que este le recriminaría por intentar copiar el suero, por creerse superior y no darse cuenta que este simplemente no podía funcionar con cualquiera. Que no por nada el Capitán era el único hombre vivo que lo poseía.

Había estado nervioso, pero contra todo pronóstico, Steve no le había juzgado. Era tan bueno como contaban en las historias que había oído de niño, pues el soldado solo había mostrado preocupación hacia él. Siempre cauteloso, con cuidado de no tocar ningún tema que le incomodara, le había preguntado sobre los problemas y dolencias que tenía desde que había experimentado por el suero.

Él lo aceptaba, como compañero de equipo y como amigo. No tenían muchas cosas en común como era el caso de Tony, o tenían una relación más profunda como era el caso de ambos espías. Pero eso a Bruce no le importaba, pues el Capitán le había dejado más que claro que siempre estaría a su lado cada vez que lo necesitara.

El científico no se había dado cuenta, pero desde que formaba parte de los Vengadores, quizás la aprobación de su líder era la más importante. Eran un grupo dispar, compuesto por las personas y seres más extraños y diferentes que Fury habría podido encontrar. Pero trabajaban bien, mejoraban con cada batalla ganada, y eso solo se debía a Steve.

Les había infundido confianza a cada uno de ellos, aceptando a nuevos en su equipo sin dudarlo un instante. No le importaba el pasado, solo que ahora intentaban hacer lo mejor para el resto, de defender a los que no pudieran.

Durante años, e incluso en la actualidad, se le había rendido culto al Capitán América por ese motivo. Era una persona honrada y honesta, pero contrario a lo que muchos creían, no era perfecto.

El soldado podía equivocarse, pero no tenía problemas en disculparse cuando se daba cuenta de sus errores. Tenía sus problemas y estaba tan roto como ellos, pero eso solo les demostraba que era una persona. Tan vulnerable como todos en el equipo.

Bruce lo había notado casi desde el principio, aunque para su decepción, al parecer había sido el único. Con el tiempo Clint se había dado cuenta de ello, a la vez que otros como Sam y Wanda, al menos tenían presente que su líder era tan humano como ellos.

Steve le había salvado en más de una manera, le había permitido confiar nuevamente y abrirse al resto. Gracias a ello ahora tenía una familia, y si bien había decidido exiliarse por un tiempo producto de la culpa; sabía que ahora también tenía sus responsabilidades tanto como héroe, así como miembro de los Avengers.

Estaba al tanto de la vigilancia de Tony, razón por la que no había dudado en contestar su teléfono sin ver siquiera quien llamaba. Mientras escuchaba había tomado parte de sus pertenencias, guardadas en una bolsa de lona que tenía lista para estas emergencias. Pero grande había sido su sorpresa, por no decir pánico y miedo, al escuchar que quien se encontraba en peligro no era otro que su Capitán.

Raudo había vuelto a Nueva York, pero nada le había preparado para ver al rubio convertido en un niño. Sus amigos aun no tenían idea de quién era el culpable o como había ocurrido, pero había optado por dejar todas sus dudas atrás y concentrarse en ayudarlo.

Él era una especie de médico en su equipo, y aunque todos habían pasado por su consulta, Steve lo había hecho en contadas ocasiones y casi todas eran por alguna bala incrustada en su cuerpo. Extraerlas sin que el chico pudiera siquiera ser sedado era un procedimiento delicado, y cuando el soldado no podía hacerlo por su cuenta, acudía a él.

No negaría que le hacía feliz saber que confiaba tanto en su persona, pero solo ahora podría devolverle aunque fuese una mínima parte, de todo lo que había hecho. Y es que le debía demasiado…

Y era realmente una ironía que el resto se diera cuenta de lo que se escondía bajo su fachada justamente por ese incidente. Ahora era un infante, pero nadie se había detenido a pensar que Steve era un niño cuando se había unido al ejército.

Era tan joven, pasar por tanto dolor y tantas pérdidas para luego tomar esa decisión suicida sin quiera dudar. Un niño que estaba perdido en su ciudad, una que era la misma pero que a la vez había cambiado tanto. Alguien que necesitaba que lo guiaran, pero que había seguido con la frente en alto, asumiendo el mando del equipo sin quejas ni reclamos.

Había tanto peso en sus hombros, y aunque técnicamente tenía más de noventa años, el chico aun ni siquiera cumplía los treinta. Era el menor, y a la vez el segundo mayor del grupo, solo siendo superado por Thor.

Alguien que de un momento a otro había perdido absolutamente todo, y que se aislara del resto era solo una consecuencia que había surgido de su afán por luchar por su cuenta.

Ahora las cosas cambiarían, pues no estaba solo en esto. Se había dado cuenta que todos querían ayudar a su Capitán, y si antes Bruce no había dicho nada, es porque no sería una relación de mutua confianza si él les contaba todo y habría sus ojos. Ellos debían entenderlo solos, o de otra forma el ciclo podría repetirse en un futuro cercano.

Pero mientras intentaban arreglar la situación, siempre podían mimar al chico un poco más. No sabían lo que pasaría en un futuro, cuando Steve volviera a la normalidad, pero siempre cabía la posibilidad que recordara lo ocurrido. Y si eso era así, tenían que esforzarse para ganarse su confianza desde ese instante.

De demostrarle que era más que Capitán América, que todos amaban a la persona bajo el traje. Que Steve Rogers era importante e irreemplazable, para todos y cada uno de ellos.

Notas finales:

Espero les haya gustado, y como se han dado cuenta, poco a poco el equipo se está dando cuenta de lo que hay bajo la máscara del Capitán y está intentando arreglar sus relaciones con él. Cualquier duda, sugerencia o petición pueden dejarla en sus comentarios, las recibiré con gusto e intentaré cumplirlas.

Aún sigo un poco ocupada, por lo que el día exacto en que traiga el siguiente cap no se los podré dar. Pero si alguien sigue mi otro fic, lo subiré más tarde o mañana en la mañana. Cuídense, hasta entonces!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).