*hatori*
Hoy viene chiaki a mi casa vamos a hacer el traje para el festival va a ser difícil, debo contenerme, al fin y al cado recién ayer terminó con su novio. Siento que debería decirle que yo fui la primera persona que lo besó. Sí, lo bese ese día en el pueblo justo antes de que se fuera pensando en que nunca lo volvería a ver. Quiero volver a hacerlo.
Suena el timbre y voy a abrir.
- hola tori, traje de todo para hacerte el disfraz, incluso la máscara – me dijo sacando d la bolsa una máscara igual a la del personaje.
- hola chiaki, pasa – le dije dejando un espacio para que pasara.
- con permiso… por cierto, ¿tienes algo para tomar? Estoy algo sediento
- claro – le dije yendo a la cocina – mis padres no vuelven hasta la próxima semana, podemos dejar algunas cosas desordenadas para mañana y volver a ordenar después del festival.
- ¡así no tendremos tantas cosas que hacer! En parte es un gran alivio – pero me dan aún más ganas de tomarte.
En un acto de valentía, mientras empiezas a coser parte de la tela, decido resbalar estas palabras a través de la fluida conversación.
- por cierto… acerca de yuu, ¿cómo estás con eso? – se tardó unos minutos en responderme, pero de manera calmada me dijo.
- mejor de lo que pensaba, efectivamente estaba un poco agobiado, lloré lo que había que llorar, pero ya me siento mejor – me sonreíste de esa manera que me enamoró desde el primer instante, y decido probar otra cosa.
- antes de él, ¿te habías enamorado de otra persona? – las mejillas de chiaki se pintaron de rojo y pensó unos minutos su respuesta mientras mi corazón corría a mil por hora esperando la respuesta.
- a los 5 años me gustaba una niña, pero supongo que no cuenta, y antes de llegar a tokio, un amigo se me confesó estuve bastante confundido durante semanas, al final, nunca resolví que eran esos sentimientos, nunca lo volví a ver, y supongo que él se olvidó.
- ¿tú lo olvidaste? – le pregunto con mi corazón latiendo muy fuerte.
Nuevamente se puso serio y miró a la ventaba, buscaba las palabras precisas como si fueran una aguja en medio de un pajar.
- nunca lo olvidé, nadie me ha hecho confundirme tanto, tal vez eso sí era amor y lo de yuu era solo cariño, ya no lo sé pero por ahora quiero fingir que no me importa y descansar de esto.
De ese modo, justo cuando había pensado por un momento confesar mis sentimientos y mi identidad, preferí no hacerlo.
*kisa*
Yo y yukina deberíamos estar haciendo parte de la escenografía para mañana, pero yukina…
- kisa lo siento – no para de llorar, y yo lo único que podía hacer era abrazarlo – dijeron que era imposible, y asqueroso que lo pensara bien que no era natural al final decidí irme, y no sé qué hacer.
- calma, deja pasar un poco de tiempo, y ahí intenta volver a hablar con ellos.
- pero…
- hasta entonces te puedes quedar aquí
- gracias kisa, de verdad eres un ángel – sus lágrimas se secaron un poco y empezamos el trabajo. Era difícil y largo, ya habían pasado varias horas.
Podía notar que de vez en cuando el príncipe me miraba de reojo, eso me ponía cada vez más nervioso, ya que yo hacía lo mismo. De repente, una de esas miradas alcanzó a cruzarse, él había terminado de hacer el último árbol mientras yo terminaba de pintar la cierra falsa de Jason.
Se acercó lentamente a mí, ni uno de los dos debió la mirada, para cuando me di cuenta, nuestros labios se habían unido, mi cara poco a poco se enrojecía. Era tan suave, tan dulce. Sus brazos rodearon mi espalda, y yo me colgué de su cuello. Empujó un poco mis labios con su lengua, y yo le permití la entrada, uniéndonos en un baile sensual y placentero. Nos quedamos sin aire, y él se separó, uniéndonos con un hilito de saliva.
- lo siento – me dijo – no puedo quedarme contigo – acto seguido se paró para irse.
- ¿por qué no? – le insistí
*yuu*
- hacer un traje de este Jack no será tan difícil, solo el maquillaje será complicado, pero más allá de eso es ropa normal, aunque no podemos usar un cuchillo de verdad, debemos hacer uno, y será difícil hacer que se vea real - le dije a mi compañero
La verdad no tenía ganas de hacer nada, mi corazón estaba roto, en el minuto en que terminé con chiaki, me hice el fuerte para que viera mi determinación pero dolió de verdad dolió. Aunque ya no sentíamos lo mismo estar sin su compañía me afecta, me afecta mucho.
Empezamos a hacer las cosas, y de pronto a él le llega un mensaje no le tomo mucha importancia pero cuando me doy cuenta su semblante cambió de sobremanera, tanto que me preocupa.
- ¿pasó algo malo?
- n… - pero no pudo negarlo, y comenzó a llorar, solo reaccioné a ir y abrazarlo miré de reojo el celular, era un mensaje de un tal akihiko preguntando por unos materiales no me pareció tan raro, pero después seguí leyendo.
“ya terminamos el laberinto, está casi todo listo. Por cierto supe que te confesaste a misaki, quiero decirte, que desde hace una semana estamos saliendo. No lo molestes”
La verdad, si era algo cruel. Verlo llorar, recordar mis sentimientos y saber que chiaki de seguro estaba con el idiota de hatori pudo más conmigo y empecé a llorar con él. Estábamos abrazados y dolidos, desolados y perdidos, inconscientes y adormecidos, entonces, y sin motivo alguno lo besé.
Nuestras lágrimas se calmaron un poco, nos miramos y él entendió mi mensaje.
- será solo por despecho. – me dijo
- tu por misaki y yo por chiaki
*normal*
Ijuiin se colocó arriba de yuu, mientras sus lenguas danzaban de manera sensual y lujuriosa, cada uno pensando en la persona que amaban.
Ijuiin pasó su mano por debajo de la camisa de yuu, mientras éste se dedicaba a desabotonar la de su acompañante. Él castaño empezó a morder los botones rosados del cuerpo que estaba debajo de él, disfrutando de los gemidos que le arrancaba de la garganta. Bajó por su pecho hasta llegar a su ombligo y lo empezó a lamer, simulando pequeñas embestidas. Con su mano empezó a retirar el pantalón, y yuu hacía lo mismo con él.
Se separaron un segundo para verse, y se dieron cuenta de algo.
“hace ya un tiempo que no pienso en misaki/chiaki” pero decidieron ignorar ese mar de sentimientos confusos, ¿se habían enamorado de la persona que tenían al frente o solo era despecho? No lo sabían, pero por el momento solo se concentrarían en el placer.
Ijuiin encajó uno de sus dedos en la entrada de yuu, sacándole un pequeño quejido.
- ¿es tu primera vez abajo? – le preguntó de manera divertida
- cállate – le dijo jadeante y ruborizado “¿Qué es este sentimiento?” pensaba par así hasta ese minuto jamás se hubiera dejado hacer. Ijuiin estaba sorprendido también saber que él era el primero en hacérselo le hacía demasiado feliz como para ser un acto inconciente.
Colocó otro dedo mientras se terminaba de quitar la última prenda que le quedaba, colocó el tercero para hacerle el menor daño posible, no quería verlo sufrir.
Lentamente metió su deseo en esa estrecha y virgen entrada abriéndose paso con cuidado y ternura. Se quedaron un momento quietos, solo disfrutando el contacto.
- ¿puedo? Le preguntó al fin y al cabo era su primera vez abajo, y de seguro debía ser doloroso, sonrojado y apenado, asintió sin hacer contacto visual.
Las embestidas empezaron lentas y placenteras, el mar de sentimientos encontrados eran callados con cada gemido que recorría la habitación. Ijuiin había encontrado ese punto especial en el cuerpo del dibujante, y se divertía viendo las expresiones que provocaba en el joven al tocarlo ahí una y otra vez. Finalmente las paredes de yuu empezaron a apretar el miembro del mangaka cada vez más fuerte aumentando el placer de éste y anunciando lo que venía.
Se corrieron al mismo tiempo dejándolos exhaustos se separaron y se volvieron a mirar.
- esto fue solo por despecho
- solo por despecho
Pero ambos sabían que un nuevo sentimiento estaba floreciendo pero aún no era momento de sacarlo aún era muy pronto.