CAPITULO 7
Era tarde, se quedaron tiempo extra en el salón de los disfraces, tori declaraba su amor en cada oportunidad que tenía, mientras chiaki era un manojo de nervios. Había terminado con su novio hacía solo unas semanas, se reencontró, enamoró y se acostó con su primer amor. Se incorporó y vio cómo es que tori no dejaba de abrazarlo.
- ya deberíamos volver, ya está acabando la fiesta.
- tienes razón – le dijo, le dio un último beso y se prepararon para irse.
Durante el camino se fueron abrazados hasta la casa del castaño
*ijuiin*
Soy idiota, soy consciente de que yuu no ha superado a su ex, voy y me confieso, pero no lo pude evitar, el recuerdo de esa noche, y la broma que hicimos a akihiko como venganza, todo con yuu es perfecto.
Me quedo en una esquina del gimnasio en donde es la fiesta, tengo mi vaso en la mano, y no tengo ánimos de bailar. Se me acerca una de esas chicas que buscan llamar la atención con atuendos que no dejan nada a la imaginación, su voz chillona era insoportable, pero para cuando me di cuenta, estábamos bailando y coqueteando.
Seguimos así, una copa, otra y otra, y me siento algo borracho.
- ¿tienes novia? – me preguntó, le iba a responder pero…
- está saliendo con alguien ahora, si me permites – alguien dijo eso mientras me tomaban del brazo y me sacaban de ese lugar, enfoco un poco mi vista y…
- ¿yuu? ¿Qué haces aquí? – le dije algo cansado, y si debía ser sincero, no me sentía bien viéndolo tan rápido
En un principio no me respondió, y el alcohol en la sangre no era buena compañía.
- ¡qué diablos! – Le dije soltándome de su agarre - ¡me rechazas pero no me dejas coquetear con otros! ¿Qué quieres? – estábamos algo alejados ya de la escuela
- perdóname – quedé mudo por eso, nos detuvimos y él se paró al frente mío con su usual mirada seria – al principio no estaba seguro de que estaba sintiendo, y cuando te confesaste me quedé en blanco ¿puedo responderte todavía?
- claro – le dije ansioso
- quiero salir contigo – no esperé a que terminara su frase para abrazarlo con todas las fuerzas que tenía.
- te quiero – me costará decir “te amo” todavía, y a ti también, pero tomemos esto con calma.
*yukina*
DIIIING DOOONG
Aquí estamos nuevamente frente a la casa de mis padres. Quien abre la puerta es ayane chan, siempre me ha cuidado desde pequeño, era la sirvienta de la casa, pero después de tantos años ya era parte de la familia. Fue la única que me apoyó durante tanto tiempo.
- ¡kou kun! Tanto tiempo
- hola ayane
- ¿quién es tu amigo?
- kisa san, mi novio – pude notar que él se sonrojó un poco
- es un gusto – dijo él, es tan tierno cuando está nervioso
Entramos a la casa.
- tus padres demorarán un poco en bajar, pero ya vienen.
- está bien – dije – kisa san, voy a preparar algo en la cocina, puedes quedarte aquí si quieres.
- está bien.
*kisa*
La casa era realmente hermosa, me quedé en el salón esperando a que llegaran o yukina o alguno de sus padres, veo las fotos y entre ellas… ¡el último álbum de the Beatles! ¡los otros también! ¡toos en vinilo! Había otras bandas, era una colección realmente gigantesca.
- ¿te gusta la música? – me preguntó una voz desconocia
- ¡me encanta!
- me alegro, debes de ser amigo de… yukina – dijo con algo de desprecio, cosa que me molestó, pero no quería tenerlo de enemigo tan rápido.
- sí… ¡woow!, disco de the rolling stones
- es uno de mis favoritos – me dijo, y así coenzamos una charla muy amena, supe que nos llevamos bien al instante.
Pasados unos diez minutos llegaron yukina con su madre en un aire fresco, pero apenas yukina y su padre se vieron todo el clima agradable se fue.
- hola hijo – dijo con una mueca algo difícil de interpretar
- hola
Antes de que cualquiera diga algo, su padre lanzó el primer “ataque”
- he conocido bastante a tu amigo, tiene buenos gustos y buenos modales, seguro conseguirá una novia con la cual compartir su vida – eso hiso que las mejillas del joven de cabellos negros enrojecieran, ante la mirada intensa de yukina, kisa le dio el sí con la mirada.
- kisa san está saliendo conmigo (TD4W)
Eso sorprendió de sobre manera a su padre, pero lo que ninguno se esperó fue el comentario de la madre, que hasta entonces no había emitido juicio alguno.
- bueno, alguien tan bien portado como kisa supongo que deberá de ser admitido en la familia – menos mal que no conocen i pasado pecaminoso.
- ¡no lo acepto! – gritó el padre
- pero papá
Ambos empezaron a pelearse, se intercambiaban gritos e insultos, pero una última persona interrumpió en el lugar.
- ¡señor! – dijo ayane, quien a pesar de las muchas primaveras que había pasado, seguía viéndose fuerte - ¡no olvide que está hablando de yukina! Ya es un hombre, y ha sido tan bien criado que jamás ha roto ni un vaso. Además, no podemos de decir que su novio no es un gran chico, que además comparte los mismos gustos que usted, dele solo una oportunidad.
- amor – dijo ahora la esposa – por favor – pero el seños de la casa aún no estaba completamente decidido, por lo que la bella mujer, quien heredó a su hijo su innegable belleza se acercó al pelinegro, quien estaba ya muy nevioso – por favor perdona a mi esposo, respóndeme ¿vas a cuidar de mi hijo?
- se lo prometo – le respondí sin dudar ni un segundo
El padre nos miró con desconfianza una última vez, para finalmente sentenciar
- si noto cualquier conducta extraña entre ustedes dos, pierden mi confianza para siempre.
*normal*
Llegaron a casa del chico de cabellos negros, pero no alcanzaron ni a cruzar el umbral…
- ¡de verdad perdóname! No sabía que todo terminaría así!
- está bien, no pasa nada, en parte sabíamos que algo así iba a pasar.
- pero estoy feliz, mis papás nos dieron una oportunidad.
- a cambio de no hacer nada extraño – aclaró kisa algo divertido, dintió como su seme lo abrazaba desde la cintura e imponía un demandante beso sobre sus labios.
- pues vamos a romper esa condición de inmediato – le dijo mientras lo empujaba hasta el sofá que estaba en la habitación – he soñado muchas noches con hacer esto, de verdad me he estado conteniendo – le susurró en el oído.
- ca-cállate – le dijo al pervertido de su novio mientras se volvían a besar perdiendo el aliento, se separaron para tomar algo de aire y volver a lo que estaba.
Kisa empezó a sacarle la camisa a su acompañante, y éste no se quedaba atrás metiendo su mano en los pantalones masajeando esa parte tan sensible suya.
- ¡espera! – dijo kisa san
- ¿Qué sucede? – le preguntó algo jadeante por la falta de aire
- es que… - dijo algo avergonzado – hoy sudé mucho por el nerviosismo, y no me he lavado.
Acto seguido yukina llevó a kisa en brazos hasta el baño, y abrió la tina dejando caer el agua tibia y seguir con el juego de las caricias, la ropa poco a poco desaparecía de sus cuerpos, quedando desordenada fuera de la tina.
- aaagghh, aahh
Los gemidos no se hacían esperar, y el vapor agotaba aún más la cantidad de aire. Yukina decidió dejar un rastro de besos, elevó las caderas de su amor, y empezó a degustar su miembro, mientras éste perdía la compostura por el placer. Yukina no alcanzaba a ver la cara de su adoración, pero veía su abdomen subiendo y bajando rápidamente en busca de calmar su respiración, pero fracasaba miserablemente ante las atenciones del príncipe de marukawa. No aguantó mucho tiempo más y se vino en la boca de yukina, quien se tragó su semilla como si de un dulce afrodisíaco de tratara.
- kisa san, te amo le dijo mientras introducía un dedo en su entrada, el uke no se quedaba atrás, y empezó a masturbar en miembro de su seme mientras le besaba el cuello. “no se si esto pueda entrar en mí, no es para nada pequeño” pensaba el joven para sí.
Yukina no aguantó más, quitó su dedo y metió lenta y tortuosamente su miembro, ambos empezaron a gemir desesperadamente durante la penetración, se quedaron unos segundos sin moverse, solo besándose y acariciándose mutuamente. El sonido del agua les aturdía todavía más, el vapor y la humedad les aumentaba el placer, y los gemidos hacían eco haciendo de todo algo aún más confuso.
Yukina penetraba a su novio con rapidez, pero con ternura y cuidado de hacerle año a la vez, amor, pasión, lujuria, el frenesí de sentimientos culminó en el clímax, viniéndose ambos al mismo tiempo.
- te amo
- yo también.
Se terminaron de bañar un frente al otro, kisa lavaba el pelo de yukina, mientras éste frotaba su espalda con la esponja, al terminar fueron a dormir, abrazados, por primera vez, enamorados.