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Elecciones del Corazón por LizzieVidal

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Notas del capitulo:

Ni Yu-Gi-Oh! Ni ninguno de sus personajes me pertenecen, estos pertenecen al gran maestro Kazuki Takahashi, a Naoyuki Kageyama y a Kamishiro Tsutomu♥.

Ya me estaba tardando en actualizar esto je >-< pero aquí está mel segundo capítulo n.n espero lo disfruten n.n 

 

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“Las mejores cosas llegan en el momento en el que menos te lo esperas”.

 

El día en la escuela había pasado terriblemente terrible, había sido súper aburrido y la única parte buena de todo había sido que Yuya había encontrado una distracción, el profesor de Geografía, eso estuvo bien ya que me dio material para molestarlo durante un buen rato y para molestarlo durante los siguientes días, pero de igual manera sería algo aburrido estar simplemente así.

Al salir de clases me fui junto a él oji-carmesí y al oji-amatista hasta llegar a la intercepción donde cada uno debía ir hacía su casa.

—Bien, parece que los veré mañana chicos -Mencioné sonriéndoles cálidamente.

—Sí, nos veremos mañana amigos -Mencionó Yugi sonriéndonos.

—Espero con ansias a mañana -Mencionó Yuya emocionado.

—Príncipe enamorado, tranquilo -Mencioné riendo.

—Moo Judai, déjame soñar tranquilo -Mencionó haciendo un puchero con el ceño fruncido.

—Ya, ya, te dejo entonces -Mencioné sonriendo.

—Buenos chicos, me voy que el abuelo me espera -Mencionó Yu despidiéndose de nosotros, nosotros hicimos ademanes de despedida.

—Yo también me voy, debo leer mucho hoy -Mencionó Yuya feliz.

—Un maestro como Hoshiyomi-sensei, eso necesitabas para aplicarte… quién lo diría -Mencioné sonriendo.

—¿Aplicarme? Que buena broma Judai -Mencionó riendo -Solo quiero tener unas cuantas excusas para acercarme a Hoshiyomi-sensei -Sonrió al pronunciar sus palabras.

—Debí imaginarlo… -Mencioné sorprendido.

—Bien, nos vemos amigo -Mencionó guiñándome dirigiéndose por la calle de su casa, yo lo despedí con una sonrisa y el típico ademán de despedida.

Después de despedirlos caminé pesadamente dirigiéndome a mi casa, la verdad es que no tenía ganas de llegar, pero debía hacerlo, aunque tal vez…

Muy a regañadientes de mi cabeza me dirigí a la plaza de domino, justamente fui a la sección de videojuegos, al estar dentro de esta comencé a revisar cada uno, había varios juegos nuevos que no estaban la última vez que había estado ahí con mis amigos.

—¡Increíble! -Mencioné admirando todo.

Seguí adentrándome hasta que me encontré con un viejo amigo de la infancia que jugaba calmadamente.

—¡Judai! ¡Qué gusto verte! -Mencionó el que había sido mi mejor amigo hasta la secundaria y luego habíamos tenido que separarnos por cuestiones de que se había cambiado de vecindario.

—¡Hola Sho! -Mencioné alegremente, tenía algo sin verlo y la verdad me daba gusto -Lo mismo digo, cuanto de tiempo -Mencioné sonriéndole.

—Y que lo digas -Mencionó sonriéndome -¿Qué tal va todo? -Cuestionó sonriéndome cálidamente.

—Por ahora todo bien -Mencioné sonriéndole cálidamente.

—Eso me alegra, ¿qué tal la escuela? -Cuestionó feliz.

—Aburrida como siempre, intento no quedarme dormido entre las clases -Mencioné encogiéndome de hombros.

—Tan normal en ti -Mencionó riendo -Como sea, ¿quieres jugar una reta de hockey de mesa? -Cuestionó sonriéndome feliz.

—Claro amigo, sería genial -Mencioné feliz, recordar viejos tiempos en los que solíamos pasar horas jugando Hockey de mesa era agradable.

—Entonces vayamos -Al escuchar sus palabras asentí y me dirigí junto a él a la mesa de juego.

Comenzamos a jugar por un largo tiempo, ni siquiera me di cuenta cuando me habían dado las cinco de la tarde, era tarde y debía regresar a mi casa.

—¡Es tarde! -Mencioné mirando la hora en mi celular.

—Sí, aquí se va muy rápido el tiempo -Mencionó sonriendo.

—Ya lo creo -Mencioné soltando un suspiro -Debo irme.

—Ah, qué mal -Mencionó afligido.

—¿Tú aún no te irás? -Cuestioné impresionado.

—No, estoy esperando a mi hermano, se supone que ya no debe tardar mucho -Mencionó feliz.

—Entonces te acompañaré a esperar -Mencioné sonriéndole.

—Pero ¿no se te hace tarde? -Cuestionó frunciendo el ceño.

—Tranquilo, no pasa nada -Mencioné sonriéndole.

—¡Gracias Judai! -Exclamó feliz.

Habré estado esperando junto a Sho por unos diez minutos hasta que por fin Ryo hizo acto de presencia en el lugar saludándome.

—Hola Judai, Sho, siento la demora -Mencionó cruzándose de brazos.

—Hola Ryo -Sonreí cálidamente al saludarlo.

—No hay problema hermano -Mencionó el peli-turquesa feliz -Además Judai estuvo haciéndome compañía -Mencionó sonriendo.

—Bien, gracias por esperar con mi hermano Judai -Mencionó sonriéndome.

—Descuida, no pasa nada, ahora si debo partir -Mencioné sonriendo despidiéndome de los chicos, ellos hicieron ademanes de despedida.

—¡Nos vemos después Judai! -Gritó Sho feliz, yo asentí y seguí corriendo a la salida.

En la entrada del Mall al ir corriendo mientras veía la hora no me di cuenta que alguien iba saliendo cargado de cosas y cajas, terminé haciendo que todas estás quedaran en el piso.

—¡Lo siento, lo siento! -Exclamé apenado ayudándolo a recoger las cosas.

—Tranquilo, no pasa nada -Mencionó son una voz varonil y a la vez cálida.

—¿Cómo nada?, le ayudaré a llevar esto a donde lo vaya a colocar -Mencioné tomando un par de cajas sin mirar a la persona.

—Bien ya que insiste, acompáñeme a dejarlas a mi auto -Al escucharlo asentí y lo miré por primera vez, lo primero que me impresionó de él fue un parche que cubría uno de sus increíbles ojos de un tono azul naval que te podían hundir en ellos, también su sonrisa era perfecta, era un hombre completamente apuesto, sentí que me sonrojé al ver su hermosa sonrisa, nunca pensé conocer a alguien que con un gesto tan sencillo me hiciera sentirme apenado.

—Es-Está bien -Mencioné articulando mis palabras sintiéndome como una damisela enamorada, es que no todos los días tenías la dicha de toparte con alguien tan guapo como el hombre que estaba frente a mí -Por cierto, soy Judai Yuki -Mencioné pensando claramente y presentándome.

—Mucho gusto Judai, mi nombre es Jim Crocodile Cook -Mencionó sonriéndome cálidamente -Gracias por ayudarme.

—No hay problema -Mencioné sonriendo, él asintió y me guio hasta donde estaba su auto, era un jaguar F-Type en color negro con detalles rojos, era totalmente una belleza -Es un lindo auto -Mencioné impresionado por el acabado de los detalles.

—Si lo es -Mencionó feliz -Abriré la cajuela -Mencionó sonriéndome, yo asentí.

Cuando la abrió metimos las cajas y cosas dentro de esta, odiaba pensar que ahí había terminado nuestro encuentro.

—Bien, parece que ya es todo -Mencioné un poco afligido.

—Claro… disculpe Judai, ¿tiene algo de tiempo? Me gustaría agradecerle por ayudarme invitándole a tomar algo -Mencionó sonriéndome cálidamente.

—No, no se preocupe, no es necesario -Mencioné apenado -Además fue mi culpa tirar sus cosas.

—Pero fue amable y me ayudo con ellas, no sería justo no responder de la misma manera, venga conmigo -Mencionó sonriéndome, no pude hacer más que ir tras él.

Entramos de nuevo al Mall y nos dirigimos a un restaurante de estilo elegante, entramos y Jim como todo un caballero corrió la silla para que me sentara, era perfecta la situación.

—Es un poco caro este lugar, ¿no es así? -Cuestionó inspeccionando los detalles del lugar.

—No tanto -Mencionó sonriéndome.

A los minutos llegó una camarera la cual no pudo evitar que se le fueran los ojos por Jim al verlo, era obvio, era guapo, era tan carismático y encantador, cómo podría evitar verlo…

—¿Qué van a ordenar? -Cuestionó amablemente sin dejar de ver a Jim.

—Bueno, yo estoy bien con un cappuccino express, Judai usted… no sé qué es lo que quiera… -Mencionó sonriéndome, rápidamente revise la carta buscando lo que estuviera menos caro, al final encontré que la malteada de chocolate era la mejor opción.

—Amm una malteada de chocolate está bien -Mencioné sonriendo apenado.

—En seguida les traigo su pedido -Mencionó guiñándole a Jim, en serio, ¿qué no les enseñaban modales a estas camareras?, además él venía conmigo, ¿qué le daba el derecho de coquetearle?, me sentí molesto.

—Bien y entonces, ¿qué me cuenta de usted, Judai? -Cuestionó sonriéndome.

—Por favor, hábleme de tú -Mencioné sonriéndole -Pues soy estudiante, voy en tercer año de preparatoria, tengo 19 años -Mencioné sonriendo.

—Bien Judai, entonces tú también puedes hablarme de tú -Mencionó sonriéndome, yo asentí apenado -Bien, yo trabajo para mi padre en una pequeña compañía, pero también soy maestro y tengo 25 años -Mencionó feliz.

—Ya veo -Mencioné sonriéndole -Debe ser cansado tener dos trabajos, ¿no? -Cuestioné impresionado.

—La verdad no, ambos trabajos me encantan así que es un verdadero placer tener ambos -Mencionó feliz.

—Es bueno saber que es así -Mencionó sonriéndole.

Mientras platicábamos la camarera había ido dejar nuestro pedido mientras nosotros seguíamos enfrascados en una agradable conversación, era muy encantador que pudiéramos hablar de diversos temas.

Sin darme cuenta la noche se había llegado y nosotros no terminábamos de hablar.

—Oh… Es muy tarde -Mencioné mirando la hora.

—Perdona por haberte robado de tu tiempo Judai -Mencionó apenado.

—Nada de eso, fue muy agradable -Mencioné feliz -Pero debo irme -Me sentí afligido al decir eso.

—Si tienes mucha prisa puedo llevarte -Sonrió al decirlo.

—No, ya te causé muchas molestias -Mencioné negando con mis manos.

—Ya te dije que no lo son, además no se me quita nada por hacerlo -Al final terminé accediendo.

Jim pagó la cuenta y salimos a donde estaba aparcado su auto, me abrió la puerta para que subiera y posteriormente subió él.

Durante el viaje hasta mi casa continuábamos hablando de más cosas, me contó que la “pequeña empresa” de su padre era nada más y nada menos que la gran empresa Hiro, que se especializaba en el comercio de productos para la fabricación de máquinas, eso explicaba el auto y la forma elegante en la que estaba vestido.

Cuando por fin llegamos a mi casa no me quedo más que despedirme de él, había sido una gran tarde a su lado, me sentía feliz solo por el hecho de haberlo conocido.

—Nos veremos después Judai -Mencionó sonriendo.

—Ojalá y sea así -Susurré para mí mismo -Hasta luego Jim -Mencioné haciendo un ademán de despedida.

 

Toqué mi corazón un momento al verlo marchar, latía fuertemente, realmente quería volver a verlo, quería volver a estar cerca de él.

 

----Continuará----

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Notas finales:

En el siguiente capítulo será el turno de Yu y de Mahad :$$ espero que lo esperen n.n hasta luego n.n 


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