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Segunda oportunidad por Yusei156

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Notas del capitulo:

¡Feliz inició de año! 

Originalmente iba a actualizar antes de que empezara el 2017, pero pues con el ajetreo del día y lo demás no pude finalizar el fic, es por ello que vengo actualizando hoy. En fin nos leemos más abajo.

Sabía que era una mala idea, quizá una de las peores que pudiera tener ese día. Pero no podía negar el hecho de que ansiaba ir, hace poco le había llegado una extraña carta en papel rojo. Que provenía que su loco actual novio y deseaba no verse inmiscuidos en más problemas.


Seré breve. La propuesta de antes, tu y yo. En casa de lunático, nos la pasaremos bien.


Es cierto que le desconcertaba tal invitación poco formal pero no había que hacer. La tentación le ganaba. Anexado a la carta venía la dirección y la hora a la que debía de llegar, claro que el papel estaba encantado para que no cualquiera lo pudiera leer.


Le sorprendía que su enamorado se tomará tan en serio y con sumo cuidado su comunicación. Aunque por un lado era gratificante. Le gustaba saber que a pesar de que no supiera la situación en su hogar no intentará averiguar más. Tenía cierto sentimiento de alegría por su discreción.


La dirección la guardo con mucho cuidado mientras quemaba el resto de la carta, es que eso se podía llamar “carta”, comenzó a dar vueltas en su cuarto. Sabía que en esos días tenía que ir a la mansión Malfoy, que entonces sellaría por fin su trato con el señor oscuro y nuevamente pertenecería a los mortifagos, no podía evitarlo ya que era parte de su plan. Primero se inflirtraba a las filas enemigas mientras buscaba la forma de entrar a la Orden del Fénix mucho antes de que Dumbledore lo invite por primera vez.


Comenzó a hacer las maletas, regresaría a su hogar un par de días antes de volver a partir rumbo a Hogwarts. Primero la casa de Lupin y luego la mansión Malfoy, solo esperaba que no ocurrieran conflictos en casa con su ausencia. Solo le diría a su madre de su partida, sabía que no le importaba nada al estúpido de su padre.


-Me iré a pasar el año a casa de Lucius, regresare un par de días antes, para despedirme-no iba a esperar que le dieran permiso de nada. Lo único que recibía de su madre eran sus tiernas caricias y el financiamiento económico, al menos quería que no se preocupara por su ausencia.


-¿No pasarás Año Nuevo con tu padre y conmigo? Nos romperás el corazón-dijo su madre mientras lo veía con ojos suplicantes. Odiaba no poder tener a su familia junta aunque en el fondo sabía que todo era mucho mejor cuando su hijo no estaba, que su vida sería mucho más sencilla si ese niño no hubiera nacido.


Si bien ella era o había sido una maga muy poderosa no podía negar que en el momento en que vio la oportunidad de escapar con Tobías Snape a una mejor vida, lejos del idiota de su prometido Cygnus Black, lejos de sus padres controladores. Su vida había sido perfecta con él desde el comienzo, todo parecía que iría como miel sobre hojuelas. Hasta que nació su hijo.


El pequeño Severus, nombrado así por su abuelo. Les había hecho sentir que eran los padres más felices del mundo. A pesar de que ella era del mundo mágico jamás se lo había confesado a su esposo y temía que al momento de hacerlo este la dejara. Por eso siguió con la farsa hasta que su hijo mostró tener dotes mágicos y fue allí cuando toda la belleza había desaparecido.


Si bien su esposo no la había dejado, su vida no era mucho mejor. Tenía que soportar los maltratos de su ex amor para proteger a su hijo, con los años se había acostumbrado, pero en ocasiones solía pensar en que desearía no tener a su hijo, deseaba nunca haberlo tenido.


Ahora ese hijo suyo se iba de la casa solo para pasar con otra familia el Año Nuevo, le dolía un poco pero a la vez estaba aliviada, cada que no estaba las cosas solían ir mejor.


~o~oOo~o~


Parecía que el tiempo era cada vez más lento, eran apenas las 9:28 de la noche y un inexplicable sentimiento de duda recorría por todos lados al joven Remus quien iba de un lado a otro buscando la forma de ayudar a sus padres con la preparación de la cena de esa noche. Si bien el que Sirius y Severus estuvieran invitados no formaba parte de su plan le ponía nervioso.


Los tres dormirían a su habitación ya que no era época de luna llena, pero eso solo empeoraba sus nervios. No quería que esos dos estuvieran en su cuarto, no sabía cómo debía de presentar a Snape frente a sus padres pero hacía todo aquello como un enorme favor para su amigo, aunque también quería ganar algo de esa experiencia.


Si sus sospechas estaban en lo cierto, significaba que no estaba solo, que tendría apoyo para lo que vendría en el futuro y quería convencerlo de que lo ayudará con su objetivo.


Sirius había llegado a su casa esa misma mañana para ayudar con todo. No era la primera vez que iba a su casa así que con él se sentía seguro, pero no quería ni imaginar cómo se sentiría que Snape estuviera rondando por todo el lugar. Al menos sus nervios se calmaban cada que veía la hora y de daba cuenta de que venía ya media hora tarde.


-¡No llega! ¡¿Puedes creerlo?!-preguntó sumamente enojado, pensó que sin duda alguna su amado acudiría a esa cita pero comenzaba a dudar. Quería verlo y no entendía bien porque. Sabía que sentía algo por él y se lo repetiría a sí mismo tanto como fuese posible. Quizá no fuera amor pero quería estar con el.


-Tranquilo, seguro se demora por la nieve-estaba intentando tranquilizarlo, se sorprendía que estuviera tan ansioso de pasar el fin de año a su lado. Aunque le causaba cierta alegría ver a su amigo ansioso y feliz.


-¿Parezco idiota? Al menos espero que se deje besar un poco-seguido de esto soltó una risa nerviosa, no sabía porque lo había dicho pero al menos estaba aliviado de que no lo hiciera en casa de James. Por alguna razón se sentía más cómodo de hablar de su “relación” con Remus que con alguien más.


El timbre sonó y parecía que el solo se había contestado su pregunta. Quizá correr hasta la puerta pero la señora Hope Lupin se le había adelantado, al abrir se quedó boquiabierto. Allí estaba frente a la puerta, Snape sonriéndole amablemente a la señora y al señor Lupin quienes habían ido a recibirlo.


Venía vestido con un saco negro, unos pantalones azul petróleo, tenía una camisa blanca. Se notaba que la ropa era algo vieja pero aún así se veía bastante atractivo.


Sin notarlo bajo lentamente las escaleras, se quería morir de los nervios. En realidad no tenía un plan de emergencia si las cosas salían bien. ¿Que iba a hacer? Ni siquiera sabía cómo presentarlo frente a los padres de su amigo.


-¿Quien es este jovencito? ¿Eres amigo de nuestro hijo?-preguntó Hope mientras le invitaba a pasar, sabía que su hijo tenía pocos amigos por su condición pero le gustaba la idea de que se llevará bien con muchas personas.


-Soy amigo de Remus, también de Sirius-contestó cortésmente mientras se adentraba a la casa. Pronto lo saludó el señor quien parecía más bien estar analizándolo con la mirada, como si no se tragara el cuento del amigo. Pero lo había dejado pasar.


-¡Remus, Sirius!-gritó su madre gentilmente para sacarlos de la habitación de su hijo, era la primera vez que su hijo invitaba a sus amigos a pasar el Año Nuevo. Aunque le sorprendía que James y Peter no estuvieran en aquel lugar.


-Severus…-dijo Sirius mientras se acercaba a saludarlo, le había dado la mano intentando contenerse. Por alguna razón quería correr y abrazarlo.


-Hola Black-contestó cortésmente, no sabía exactamente qué hacer. Le causaba nervios estár en un lugar lleno de gente en quien no confiaba y hasta se estaba arrepintiendo de haber ido a aquel lugar.


-Hola Sev-le saludo Remus mientras se acercaba a él y lo abrazaba, para su sorpresa su abrazo fue correspondido. Sabía que la mejor manera para que sus padres no sospecharan era tratándolo como a cualquier otro amigo. Pero si preguntaban le costaría pensar en una mentira.


Remus tomó con algo de timidez la mano de su “amigo” para guiarlo a su cuarto, sabía lo incómoda que se podía poner la situación si tenía esos pares de ojos observando cada movimiento. No es que sus padres fueran sobre protectores pero no les gustaba nada que gente que en realidad no apreciara a su hijo les tomará el pelo, a final de cuentas habían tenido que soportar durante años a todos los idiotas que se habían burlado de su pequeño hijo.


La habitación era bastante grande, tenía su librero lleno. Una pequeña mesa que parecía ser su lugar de estudio, una cama individual que tenía encima un par de colchonetas. Los tres muchachos entraron en la habitación intentando mantener un buen ambiente entre ellos. Cosa un poco difícil pues por alguna razón se sentía tensa la situación.


-Bueno chicos, supongo que ustedes tiene que saludarse-dijo casi riendo Remus mientras cerraba la puerta de su habitación. No estaba seguro de que pasaba pero sabía que tenía que romper la tension de ellos, además no había podido evitar reír cuando vio a Sirius saludarlo de mano.


-¿Saludarse? No es como si necesitáramos besarnos para hacerlo-se notaba la indignación en su voz. Cosa que le pareció muy graciosa al licántropo pues su amigo no dudó ni un minuto más para lanzarse sobre y besarlo. En el momento que lo vio quiso hacer justo eso. Quería probar sus labios, quería poder sentir ese aroma que tanto le encantaba.


Tanto fue la sorpresa por aquel beso que terminaron cayendo a la cama, el Slytherin sabía que las cosas estaban mal cuando escucho la risa ahogada del otro gryffindor en el lugar. Quiso morirse de pena en aquel momento, pero simplemente no podía sacarse a su novio de encima.


-Es mi habitación muchachos, si iban a pasar así su fin de año al menos lo hubieran hecho en un hotel-dicho esto dejó de ocultar su risa, sabía muy bien que ellos debían de estar juntos el resto de la vida. Sobre todo cuando los veía así, felices.


-Quizá te tome la palabra-bromeó mientras se separaba de aquellos labios que poco a poco lo volvían adicto a su contacto. Se levanto y ayudo a levantar a su pareja, sabía que había sido extraño lo que su amigo acababa de presenciar y por ello se esforzaría por hacerle creer que era parte de la broma. Que se tomaba su papel muy enserio, aunque quizá quien lo viera no pensaría igual.


Ambos rieron, les divertía estar juntos y aunque no lo pareciera el que Snape estuviera con ellos no cambiaba tanto las cosas. Por el momento ni siquiera había dicho algo para llamar la atención de aquellos dos, quería pasar desapercibido si fuese posible.


-Dime Sev, ¿en serio quieres a este pulgoso?-preguntó mirándolo de forma sugerente, quería hacerlo sonrojar, y de paso averiguar si esa persona sentía algo por su muy apreciado amigo.


-Define querer-contestó mientras desviaba la mirada, algo avergonzado. No pensó que en serio el Black fuera a actuar de esa forma con solo tenerlo de frente, por un momento quiso desvanecerse, pero igual no lo hizo, había aceptado ir y ahora iba a enfrentar los resultados de sus actos.


-Justo como ahorita, el que yo quiera iniciar mi año contigo igual que tú conmigo, ¿acaso no significa que me quieres?-el tono burlón que uso combinaba perfectamente con la sonrisa pícara que le dedicaba, haciendo no solo enfadar al Slytherin por el comentario, también había conseguido ruborizarlo.


-Sirius 1, Severus 0-rió por lo bajo Remus intentando que el menor no los escuchara pero era inevitable, estaban en la misma habitación. Para su sorpresa pronto se encontraron los tres riendo.


Snape sabía que debían de llevarse bien, al menos podía soportar de las inocentes bromas que hacía el licántropo. Además de que sin duda era el menos insoportable de los 4, incluyendo a su amor.


Bajaron a comer media hora después cuando la madre de Remus los llamo a los tres, no podía mentir pues estaba verdaderamente contenta de que su hijo tuviera amigos, aunque le causaba curiosidad el hecho de que los hubiera invitado en esas fechas pues eso jamás había pasado. Temían (o al menos ella) que uno de los apuestos muchachos fuera la “pareja” de su hijo, mientras que el otro solo servía de fachada para disimular.


La cena había pasado sin pena ni gloria. Las sospechas de la feliz pareja se vieron despejadas al ver a su hijo sonreír y es que solo querían eso para el. Solo querían verlo feliz, querían saber que no importaba la condición que tenía ese pedazo de cielo que había llegado a sus vida, lo único que deseaban era que estuviera dichoso y feliz. Que disfrutara tanto la vida que al recorrerla no tuviera ningún arrepentimiento, deseaban para el lo que todo padre quería…


-¿lo quieres?-su voz a pesar de ser un susurro se había escuchado en toda la habitación. Era imposible no hacer esa pregunta, sobre todo cuando veía a su amigo con la mirada fija en el rostro dormido de Severus. Después de la cena y convivir un rato se habían retirado a su alcoba. Remus estaba más que sorprendido por todo lo ocurrido. Tras la cuenta de los interminables segundo para cambiar de año la única razón por la que no habían sorprendido a sus invitados besándose es que sus padres estaban haciendo exactamente lo mismo.


-¿Quererlo? ¿Lo dices en serio?-en su interior quería reír hasta llorar, quería salir corriendo y no regresar, quería gritarle “¡claro que si!” Pero no estaba seguro si podría hacerlo, es por eso que ocultaba sus sentimientos en esas preguntas tontas.


-Claro que es en serio, llevas 15 minutos observándolo dormir. Si yo no estuviera en este lugar estoy casi seguro que lo comerías a besos-la seguridad se notaba en sus palabras, solo hacía temblar a Sirius.


-No sé si me lo comería a besos o no solo a besos-a veces quería dejar volar a su imaginación pero sabía en el fondo que si dejaba que eso sucediera quizá no tendría el temple para poder dejarlo, para romperle el corazón-Te diré un secreto, por favor no le cuentes a nadie. En serio creo que lo quiero, creo que pudiera ser más que solo quererlo pero tengo miedo.


-¿Miedo? ¿El gran Sirius Black?-se notaba el escepticismo en sus palabras, pero de cierta manera le hacía feliz saberlo-No tengas miedo si te enamoras de él quizá sea lo mejor que podría pasarte.


-Ahora creo…-suspiro por un momento, sus ojos estaban posados en los labios finos que tenía a Snape. No podía negar que se le antojaba besarlo en ese momento-creo que enamorarme de él no puede ser tan malo…


En ese momento Sirius no sabía lo mucho que habían significado aquellas palabras para el joven durmiente que sólo había fingido para escuchar su conversación.

Notas finales:

Espero les haya gustado a todos ustedes mis amados y no tan amados lectores (es una expresión, no se ofendan) y pues como había dicho antes ofreceré un regalo...bueno varios

 

1.- Al primer comentario haré un fan art de la pareja de su elección del fanfic (no me hagan dibujar un JamesxLili, onegai)

2.- Al segundo ideas sobre que pasara y claro que seran tomadas en cuenta para el fanfic, prometo ponerlas pueden ser cosas como... si quieres que Reg este con James o si les gustaría que mataran a alguien o algo, no se me ocurre nada de ejemplo .-.

3.-De aquí en adelante: Si llegarán a tener hijos ¿como les gustaría que se llamara el hijo de Sirius y Severus? ¿El de Lucius y Remus? O cosas así...

 

tambien es válido cualquier pareja extraña que se les ocurra jaja

 

Espero les guste este pequeño regalito 

¡¡Pasen un buen inicio de año!!


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