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Contra el Tiempo por Alex100

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Permaneció abrazándolo hasta que el pequeño callo rendido en un sueño, sentía su respiración tranquila y su corazón latir con una calma que jamás creyó posible. Con delicadeza lo acomodo en su cama y recargo su cabeza sobre su almohada, sus ojos permanecieron fijos en su rostro delicado y dudo en suspirar.

Como había llegado a eso?

Porque justo cuando su vida comenzaba a dejar de ser tan pésima esto le sucedía, estar en un mundo que parecía no conocer, presenciar una vida que no tenía idea había sido tan complicada casi como la suya.

Se sentó a la orilla de la cama y sostuvo su rostro con sus manos, dejando que todo se fuera, trataba de calmar su corazón, trataba de evitar lo que en ese momento sentía, tal vez era por el momento al ver al castaño tan vulnerable, tal vez solo fue la comparación que se hizo mentalmente con su vida, pero aun así no encontraba respuesta a que su corazón latiera un poco más fuerte de lo habitual.

Tras segundos después el moreno entro a la habitación, esta vez estaba sorprendido con sus ojos de par en par, el moreno al notarlo lo cuestiono.

-Que sucede ahora?- sin ganas.

-Toque la perilla, Derek esto cada vez está más extraño, puedo sentir las cosas- miro sus manos un momento y después continuo- A John lo pude sentir hace un momento, era como si..... Estuviera en verdad aquí.

-Eso no puede ser, se supone que nadie nos puede ver ni sentir- menciona un poco alarmado hasta que le encontró lógica hacia el castaño, volteo de inmediato y el pequeño seguía dormido, pero eso no pudo hacer que su duda creciera.

-Que sucede?- cuestiono al ver que el alfa miraba al castaño.

-Hace un momento hable con él y pude tocarlo.

-Que? Como?

-No lo sé Scott como quieres que lo sepa, a mí también me sorprende esto!

-Tal vez solo sea algo pasajero y si no y continua ellos podrán vernos y nos dificultara más el ocultarnos y buscar a su compañero.

-Ariadna no menciono nada de eso- se pone de pie y se aparta del chico.

-Que haremos Derek?, no podemos dejar que eso suceda!

El alfa no supo que responder, tal vez y eso sucedía porque el tiempo estaba avanzando y no había algo que les indicara alguna pista de su compañero, se tocó el puente de la nariz cansado y frustrado y después se dirigió a la salida.

-A dónde vas?- cuestiono al verlo salir.

-Necesito respuestas y aquí no las encontrare.

-Voy contigo entonces!

-No lo dejes solo, por ninguna manera se te ocurra dejarlo solo escuchaste- estaba molesto y no entendía el porqué.

-Estará bien, está dormido- echando un vistazo al pequeño.

El alfa más molesto se acercó a él.

-No lo dejes solo- sentencio con sus ojos destellando en rojo.

Ninguno menciono nada más y el mayor se marchó.

-Y a este que le sucede- murmuro molesto Scott.

-Más de lo que me imagino, estupideces!- menciono para el aire aquel alfa que corría por las calles oscuras.

[...]

-Ya han pasado varios días y no hemos sabido nada, que tal si no lo logran?- habla la pelirroja preocupada.

-Lo lograran Lydia, no hay que preocuparse- responde Deaton.

El castaño había permanecido todo ese tiempo en una habitación aislada del hospital por sugerencia de Melissa, su padre acudía a visitarlo diariamente y se quedaba adormir a su lado, sabía que veían su pasado sabrían lo estúpido que fue con su hijo, no se justificaba y tampoco se avergonzaba, pues ahora sabía que lo mejor que le había pasado era que su único hijo estuviera siempre a su lado, pero ahora el verlo tendido en aquella cama sin signos de mejoría lo mataban.

Malia por su lado iba dos a tres veces a visitarlo, no le importaba los reproches de los demás, a pesar de todo ella lo seguía amando, quería ver sus ojos de nuevo, escuchar su constante parloteo de cualquier lógica absurda, quería solo escucharlo, pero solo permanecía acostado mientras ella depositaba castos veces en sus labios entre abiertos.

-Que sucede si Stiles vuelve a pasar lo mismo?- cuestiona Lydia.

-Jamás regresara, tal como lo dijo Ariadna, el morirá.

[...]

-Qué puedo hacer? Como lo encuentro, como saber quién es?- estaba desesperado, sin saber que más hacer porque hasta ese momento se sentía atado de manos. -Ese estúpido mocoso tenía que pasarle esto, ahora mismo estaría con Braeden- sus palabras dolían, dolían más para si ya que no era lo que realmente deseaba.

Pero entonces que era lo que deseaba? Ni él lo sabía.

-Madre conocí a una chica, es mayor que yo pero le gusto- las palabras del pequeño Derek se escuchaban mientras él estaba en el patio trasero de la que fue antes la mansión de su familia.

-Que bien hijo, como se llama?

-Kate Argent.

Respondió con simpleza, olvidando que el amor de su vida Pagie tenía unos meses de fallecida, el solo escuchar su nombre le provocaba matarla, su olor, su falsa sonrisa le repugnaba, ella había acabado con todo lo que amaba, todo lo que le daba humanidad se había esfumado cuando Kate le arrebato a parte de su familia.

-Deberías de tener cuidado Derek, no deberías de confiar en cualquiera- menciona Peter.

-Ella es especial.

-Especial era Pagie, y mira lo que le paso- su voz era fría pero cierta, cuanta nostalgia le daba el no haberlo escuchado por extraño que pareciera.

-Peter!- recrimino Thalia al ver que su hijo salía a toda velocidad de la casa.

El tiempo pasaba demasiado rápido, veía los momentos más significativos de su vida pasar por sus ojos en un segundo, pero lo peor aún no pasaba y mejor se marchó, no quería ver cuando se acostaba con esa mujer.

El estar tan cerca de su familia le permitía aclarar sus dudas, pero esta vez pareció no funcionar, su cerebro seguía igual o peor a como estaba, confundido, confundido por un mocoso de 9 años que tiene aún amigos imaginarios, no lo culparía pues él lo menciono, pero aun así era absurdo que creyera semejante estupidez.

Por su parte Scott que en poco tiempo entrarían al Instituto, significaba que sus problemas estaban por comenzar, todo comenzaría a tomar su rumbo.

Suspiro pesadamente y miro a su mejor amigo recostado.

-Por favor Stiles tienes que despertar, no te puedo perder- sus ojos lagrimeaban.

Estaba por acariciar su mejilla cuando sintió la mano de su padre impedírselo.

-Quién eres?- sus ojos estaban llenos de ira- Porque estas en la habitación de mi hijo?- como era posible que lo viera?

-Yo.. yo – no sabía que responder.

Fueron pocos segundos en los que ya se encontraba del otro lado de la calle mientras varios oficiales custodiaban la residencia.

El alfa había llegado con rapidez al notar el cambio de los latidos constantes del castaño, supuso que estaba despierto y no dudo en correr hacia él.

Se paró delante de la casa y sintió un brazo que lo tiraba al suelo ocultándolo entre los arbustos.

-Qué diablos hiciste ahora Scott?!- estaba furioso.

-Yo no hice nada, te dije que esto empeoraría y así fue.

-Deja de decir estupideces- estaba por ponerse de pie cuando lo vuelve a tirar al suelo pero cae accidentalmente sobre él.

-Que ojos tan bonitos tienes- menciono el moreno.

-Déjate de estupideces y bájate de mí.

-No te dejare, no nos expondrás- se vuelve a subir encima.

-Exponer que?!- se estaba cansando de esas niñerías.

-Nos pueden ver!!- menciono impactando al de ojos verdes- Ya no nos podremos acercar más a él, por eso está la policía aquí, John me descubrió en su habitación.

-Y Stiles dónde está? Como esta?- la preocupación llegaba sin razón aparente.

-Está en su habitación, no lo he escuchado hablar con nadie.

El moreno levanta la mirada y efectivamente ahí estaba, sentado al pie de la ventana esperando, aguardando, pero a qué o quién?

Esa noche permanecieron afuera, mirando lo que sucedía, como el padre del castaño se acercaba a él y lo abrazaba fuertemente mientras le pedía perdón llorando, como el pequeño de nueve se convertía en un joven adolecente después de eso, como dedicaba cada día por las mañanas una mirada a su ventana como si mirara algo, como se estiraba y se metía a la ducha, como había cumplido ya los 15 años.

[...]

-Me estoy cansando de esto, parecemos fugitivos de la ley, bueno tú fuiste uno pero yo no- menciono inconsciente el moreno arrepintiéndose de inmediato- Bueno yo no quise.... Es que yo- el alfa lo miraba con su mandíbula sumamente apretada.

-Mejor cállate Scott- no discutiría al respecto.

El instituto era todo lo contrario a como lo recordaban, las paredes no parecían deterioradas, cientos de alumnos entraban por la gran entrada del centro, todos alborotados, se podía respirar el olor a excitación, sumisión, crema para espinillas y más pero no importaba, lo que les preocupaba era como permanecerían cerca del castaño sin ser vistos.

-Que haremos, si entramos nos descubrirán y todo saldrá en vano- menciona Scott.

-Hay que mirarlo de lejos- responde pero no había sido su mejor idea.

-Como lo observaremos, son demasiados los humanos haya dentro, además Stiles no lo conociste en el Instituto y era una pirinola andante, si de pequeño era un caos multiplica eso por cafeína y varios videojuegos.

-Y que propones- comenzaba a molestarse.

Lo piensa un momento.

-Disfracémonos!!- menciona entusiasmado.

-Pero que estupideces dices, de que me quieres decir, de dos lobos que acosan a un adolecente, eso no se usa ya!

-Pues mezclémonos, actuemos como adolecentes normales.

-Sabes que somos lobos, nos reconocerán en cuanto entremos- tenia lógica.

Cabizbajo continúa.

-Parecía una buena idea.

-Si no fuéramos lobos- su rostro se ilumino un poco.

-De verdad piensas que fue una buena idea!

-Basta Scott!!- le recrimina.

Comenzaban a desesperarse hasta que el alfa hablo.

-Haremos lo que dijiste, pero seremos lobos desterrados queriendo encontrar una manada, como siempre nos dejaras entrar y yo por complacer a los demás y aumentar el número de miembros aceptare y entonces estaremos cerca de ese mocoso.

-Como sabes que me parecerá buena idea que entremos?

-Eres Scott siempre lo haces, por eso Jackson entro.

-Y mira lo que resulto, trato de matarnos.

-La diferencia es que nosotros no lo haremos.

-De acuerdo pero como nos disfrazaremos?

-No pretendes que cree todo el plan o si- menciona el alfa.

-De acuerdo, habrá que visitar alguna tienda- mirando a los lados para después centrarse en su alfa- Creo que primero hay que cambiar ese look de rudo, esa chaqueta es tan típico de Derek Hale que te descubrirán y además hay que aminorar nuestro olor.

-Un baño de flores arreglara eso.

-No son flores!!!

-Lo que sea ahora no perdamos el tiempo- se encamina dejando que el moreno lo siguiera desde atrás, parloteando y manoteando sin importarle, lo importante ahora era estar cerca de Stiles.

[...]

-Scott de verdad es que no piensas en otra cosa que no sea ese tonto juego?- menciona el castaño al salir del auto.

-Bueno es que es genial, como olvidarlo.

-Hay cosas más importantes.

-Cómo qué?, como Lydia?

Los ojos le destellan al solo escuchar su nombre.

-Lydia por ejemplo es lo mejor que veras en tu vida pequeño Scott.

-Ni siquiera sabe tu nombre- menciona el moreno.

-Lo sabrá- en ese instante la pelirroja hace su arribo acompañada de su mejor amiga pasando al lado de ambos chicos con todo su destello -Hola Lydia que tal tú ..... y volvió a ignorarme- menciona mientras la chica desaparece en la entrada.

-Hazte a la idea que así será todo este tiempo en el Instituto- le da una palmada en el hombro y entran.

Tal vez el instituto no era de los mejores lugares para estudiar, pero si el mejor lugar para divertirse, distraerse y sobre todo hacer que tu vida cambie.

Justo al momento en que el timbre sonó llegaban aquellos misteriosos lobos, el primero tenía una porte aniñada, traía una gorra de lado, pantalones de mezclilla deslavados, playera con la S en grande de Superman y una no muy notable peluca color rubia que hacia resaltar su tez morena, el otro era un poco más alto y cabello corto, sin barba y lentes de pasta, pantalón azul y camisa blanca ajustada en las mangas, sin barba jamás pensarían que fuera Derek Hale.

-Y esos quiénes son?- Cuestiono el castaño al verlos acercarse a la entrada.

Parecía cámara lenta el como esos ojos verdes se posaron durante un segundo a aquellos avellana, como sus corazones estuvieron latiendo a la par cuando sus hombros se rozaron levemente, el aire parecía más liviano para el alfa, parecía sentirse más tranquilo al tenerlo cerca, pero eso jamás lo admitiría.


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