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Contra el Tiempo por Alex100

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De golpe la esfera reapareció en medio de un campo, el césped parecía recién cortado y el aroma a tierra se hacía presente.

Ambos lobos dieron un paso fuera de la esfera y al salir completamente esta desapareció.

-No término de acostumbrarme a esto- menciona el moreno mientras corre a un árbol y vomita.

-Por dios Scott venimos a ayudar a ese torpe no a ti- menciona con asco el alfa.

-Lo siento, no me gusta viajar en esferas por el tiempo- limpiándose los restos de comida de la boca.

Ambos observaron a su alrededor pero parecían no reconocerlo, estaba frente a ellos un edificio color crema con jardineras alrededor, un pequeño letrero deteriorado de madera frente a él con dos soportes de concreto en sus laterales.

-Dónde estamos?- cuestiona el moreno mirando a todos lados.

-Creo que se en donde- caminando hacia ese letrero lentamente y el alfa detrás suyo.

-A dónde vas?- con tono ligeramente molesto del moreno.

Este no le contesto, solo siguió caminando hacia el letrero.

-Lo sabía!- gritando mientras brincaba como un niño.

-Que diablos sabias?!- comenzando a enfadarse.

-Estamos en Beacon Hills, el instituto- señalando el letrero.

-Bien y a donde se supone que tenemos que ir?- cruzándose de brazos.

-No conocí a Stiles hasta el prescolar- encogiéndose de brazos.

-Cómo diablos lo vamos a encontrar entonces?!, no perderé mi tiempo aquí contigo- se da la vuelta molesto- Diablos debí quedarme haya.

-Espera!! Podemos ir a su casa, me conto que nació aquí y su madre había adquirido su casa antes de que el naciera, debe de estar ahí.

-Pues no perdamos el tiempo, vamos- comenzando a caminar.

-Espera no iremos caminando o sí?

-Como pretendes que vayamos.

-Pues en carro?

-Y de dónde sacaremos un carro, espera mi camaro! A no llegamos en una maldita esfera y olvide traerlo!!

-Ya entendí lo siento- menciona el moreno cabizbajo.

El alfa solo le dedico una mirada de fastidio y siguió caminando.

Habían pasado minutos, la verdad no lo sabían con exactitud ya que el cielo parecía ocultarse con facilidad y las personas parecían no notarlos.

-Parecemos fantasmas- menciona Scott mientras divisa a las personas que pasaban a su lado.

-Al parecer nadie puede vernos- responde el alfa.

-Todo era tan distinto, no lo recuerdo de esta manera, las personas parecían más felices y tranquilas.

-No sabían de la existencia de los seres sobre naturales, mi familia trajo a esas criaturas al pueblo.

-Cuando llegaste al pueblo?- pregunta pero este no respondió- Tenemos mucho tiempo para conocernos, podemos hacerlo si quieres.

-No quiero- dice de inmediato.

-No puedes esconderte de todos.

-Si puedo.

-A caso nunca tuviste amigos- había sido la peor pregunta que había dicho pues este paro de golpe.

-No preguntes entendiste!!, estamos aquí por tu amigo, por nada más, no me interesa saber nada que no me pueda hacer salir de aquí ok, así que mejor concéntrate en encontrar a ese parlanchín y su compañero y saldremos de este mundo!!- se da la vuelta y sigue caminando.

-No tienes por qué molestarte, no te obligue a venir- tenía razón, pero aun así le molestaba hablar de su pasado.

Antes de que continuaran la discusión que comenzaba a formarse el beta camino rápidamente a una residencia color melón, vistas blancas y afuera se encontraba una pareja con un pequeño en brazos.

-Qué pasa?- pregunta el alfa al ver que este había avanzado.

-Donde está el niño más hermoso de este mundo, si cariño eres tú cielo- mencionaba la mujer con una radiante sonrisa.

-Hay que tomarle su primer fotografía Claudia- mencionaba el hombre que sacaba su cámara de su bolsillo del pantalón.

La mujer asintió y el hombre se colocó a un lado pasando su brazo por sus hombros.

-Es el- dice en voz baja el moreno mientras se encuentra a unos pasos de la pareja.

-Como estas seguro?- detrás de él.

-Conozco a Claudia por fotografías, es ella.

Se habían acercado lo suficiente para mirar al pequeño, un niño evidentemente hermoso, pestañas largas y chinas, una piel tan pálida pero a la vez tersa, unos ojos curiosos avellana y labios rosados, apenas y se veían los pequeños lunares en su piel.

-Por dios Stiles eras tan tierno!- grita Scott.

-Calla!- lo toma de la boca para que no lo escucharan pero era absurdo.

-Suéltame que no recuerdas que no pueden vernos- sacando la mano de su boca y prestándole atención al pequeño de nuevo.

El niño como imán voltio a ambos chicos sorprendiéndolos.

-Lo ves, él puede vernos!- con suma alegría- Hola Stiles, soy Scott tu mejor amigo- él bebe solo soltó una carcajada y murmullos.

-No te conoce aún- otra vez el Derek amargado.

Fueron minutos en los que los ojos verdes se posaron en los cafés, chocando y cruzando pensamientos distintos, el alfa no pudo evitar mirar su rostro, ver esa sonrisa tan grande que le brindaba dejando ver la escases de dientes que poseía.

Tenía razón Scott, Stiles era muy tierno de bebe pero jamás lo admitiría en voz alta.

-Como sabremos quién es su compañero?

-Supongo que hay que esperar, tendrá que aparecer frente a él, y cuando lo haga hay que retenerlo- responde Scott sin dejar de hacerle caras al pequeño.

-No pienso esperar toda su aburrida vida hasta que ese tipo aparezca, además como lo sabremos, siquiera tiene amigos?

-Claro que los tiene, a puesto que tiene muchos más que tu Derek!- molesto por la actitud del alfa, pero segundos después de responderle se había arrepentido pues este se había marchado.

Volteo a todos lados y no lo encontró por ningún lado, suspiro y volvió a prestarle atención a su pequeño amigo.

Por su lado el moreno se había marchado del lugar, una parte de él se arrepentía el haber accedido a ayudar a ese torpe humano, no necesitaba ese tipo de situaciones en su vida, suficiente tenía que lidiar con una manada que apenas y sabia trabajar en equipo y ahora llegaba esto.

Su mayor temor era encontrarse consigo mismo, su mayor temor era encontrarse a su familia.

Pero tenía deseos de verla, ver cómo eran esos momentos de felicidad antes de que todo se desmoronara en una sola noche, la noche en que su vida dejo de valer la pena.

Camino por las tranquilas calles de la cuidad, el sol en cuestión de minutos transcurría bajo sus ojos, eso le hizo recordar en las palabras de Ariadna, los días son cortos.

Llego hacia el parque central y en el centro de este se encontraba el de pequeño, tenía en ese entonces unos 5 años y su madre le compraba una paleta, veía la sonrisa de su madre, como sus mejillas aún tenían su color peculiar rojizo, las lágrimas no aguataron y salieron de sus ojos verdes, delineando su caída a través de sus mejillas.

Le partía el corazón volver a ver a su madre con vida y no poder abrazarla y decirle que lo lamentaba, que lamentaba el no haber estado ahí cuando la necesitaba.

Seco sus lágrimas y siguió observando hasta que llegó el momento en que había caído de la resveladilla mientras soltaba un fuerte grito y su madre acudía a su lado.

-Mama!!- gritaba el pequeño Derek.

-Tranquilo hijo mami ya está aquí- la mujer saco una curita de Batman y la coloco en su rodilla- Vez todo está bien, esta súper curita te sanara- el pequeño sonrió y la abrazo.

-Te quiero mami!- la emoción que sentía de aquel pequeño era la misma que ahora sentía.

"Te quiero mama" susurra palabras que jamás serian escuchadas, palabras vacías que permanecerían solo para él.

Se dio la vuelta y se marchó dejando a su madre detrás, no era el momento de pensar en el pasado, aunque estuvieran en él y era inevitable enfrentarlo lo mejor era no apresurarse a eso.

Al llegar de nuevo a la casa del humano se adentró aun sin entender como era que había llegado sin complicaciones, pero sin tomarle importancia llego hacia donde evidentemente era la habitación del castaño.

-Pensé que te habías marchado- menciona Scott sentado al lado del cunero del castaño.

-A donde podría ir, estoy atrapado en este mundo surreal.

-En realidad es verídico todo lo que pasa, solo que en tiempos distintos, pero me alegra que regresaras, sin ti no puedo ayudar a mi amigo- sonríe levemente.

-Hay que enfocarnos en encontrar a su compañero y salir de aquí, no debe ser muy difícil- arrimándose al pequeño que permanecía plácidamente descansando con sus ojos cerrados, no dudo en curvar un poco sus labios para después eliminar cualquier gesto y tomar asiento.

-No quiero perderlo- hablo luego de minutos el moreno.

-Es tu amigo, es lógico que sientas eso, pero debes comprender y entender que la muerte es normal en seres humanos y sobrenaturales, tarde o temprano tiene que pasar.

-Aun así es por mi culpa que esto paso, lo involucre en este mundo de seres sobrenaturales.

-Todos lo hicimos, Lydia y Allison también corren peligro, aunque sean hábiles siguen siendo humanas, por eso las protegemos.

-Eres un gran alfa Derek- esas palabras fueron un alivio para el mayor, le costaba creerlas pero aliviaban un poco su corazón.

La noche había llegado con rapidez y un día había trascurrido ya, esperaban que así fueran los posteriores a este pero no se imaginaron que la vida de ese chiquillo fuera llena de preocupaciones, sorpresas, secretos, emociones y momentos divertidos y tristes que verían en primera fila.


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