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BLACK INK por adler kid

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Notas del capitulo:

Hola a todos de nuevo, como lo prometido es deuda, aquí les traigo el segundo cap., algo que me olvidé mencionar la vez pasada, es con referencia al nombre de los capítulos; llevan un color en ellos, esto debido a que quise enlazar el color a cierta emoción del capítulo, el primero fue gris: que asocié a la melancolía y tristeza de Mycroft. A ver si adivinan a que hace referencia el color de este cap. ¡Ojalá lo disfruten!

Los suspiros son de aire y van al aire

las lágrimas son de agua y van al mar.

Dime mujer: cuando el amor se olvida

¿sabes tú a dónde va?

- Gustavo Adolfo Becquer. "Rimas". XVI.

-Terminamos, ya no puedo soportar esto Will-

-Nunca dije que entre nosotros hubiera algo, me disculpo si algo te hizo sentir así-

-Pero Will, nosotros teníamos algo. Yo te amaba Will-

- Tú no me amabas, amas mi fama y mi fortuna; además de los regalos que me obligabas a comprarte- William habló sin un dejo de dudas o emoción en su voz, las lágrimas empezaron a caer por el bello rostro de la joven modelo.

-Eres un desgraciado desconsiderado. No quiero volver a verte en mi vida-

La modelo se acercó con paso decidido hacia él y lo abofeteó con toda la fuerza que pudo poner en su mano.

-Qué amable, lastimando el sustento de un actor-contestó William con un notorio sarcasmo en su voz.

La joven salió llorando del camerino de William; en su camino se chocó con Greg Lestrade, quien al verla en ese estado solo pudo murmurar:

-Linda, para la otra no salgas con un actor porque parezca guapo y amable; averigua antes sus antecedentes- la modelo lo vio con el asombro reflejado en su rostro, por lo que Greg agregó- no eres la primera ni la última mujer con la que ese hombre juega-

El recientemente popular actor, siguió su camino, hasta el camerino de William. Al llegar tocó la puerta e inmediatamente esta se abrió.

-¿A qué viniste Graham?-

-Te dije que mi nombre es Greg, ¿cuándo superarás ese mal hábito tuyo?-

-Es más fácil recordar tu apellido que tu nombre, Lestrade-Greg solo suspiró; era esa actitud de William la que le ponía de los nervios.

-Recuérdame el porque nos volvimos amigos-

-Te ayudé dándote consejos para mejorar tu pésima actuación principal en la primera serie en la que participaste y en la cual yo interpretaba a tu mejor amigo-

- Ah, cierto, si no te conociera como ahora, aún pensaría que eres un gran actor que ayuda a los novatos, pero solo estabas intentando que no opaque a tu personaje, ¿no es así?-

-No puedo negarlo-

-Por cierto, deberías ponerte un poco de hielo en la mejilla, sino se inflamará por la bofetada-

-No es mucho, solo debo hacer que tomen mi otro ángulo del rostro- Greg solo negó con la cabeza, para luego salir de allí y regresar en un momento con una bolsa de hielo.

-Póntelo de una vez, tienes una entrevista junto a mí y no quiero grabar con alguien con la mejilla roja-

Ambos actores habían finalizado de grabar la serie policiaca del momento, por lo cual estaban hasta el tope de entrevistas.

-Ahora dime, ¿dónde estuviste ayer en la tarde y la noche? Espero que no hayas vuelto a tener un ligue de una noche-

-Fui a arreglar un asunto familiar- Greg se quedó con la boca abierta por la sorpresa.

-¿William Scott tiene familia?, pensé que no tenías a nadie o que ellos no vivían aquí en Londres-

-De hecho, mi hermano vive y trabaja aquí; el muy idiota no me hizo caso en lo que le dije y tuve que ir a su casa a consolarlo... Aunque no aceptó mi valiosa ayuda-

-Sea lo que sea que le haya pasado, fue lo suficientemente sensato para no hacerte entrar; tú seguramente hubieras empeorado las cosas-

-No es así-una larga pausa se instaló entre ambos hombres, hasta que Greg se atrevió a hablar.

-Entonces, ¿qué pasó con tu hermano?-

-Una ruptura-

-Fue mejor que no entraras a verlo, ¿es menor que tú?-

-No, es mi hermano mayor por 7 años-

-No sabía que tuvieras un hermano mayor-

- Y será mejor que no lo menciones, solo es una persona común y corriente-

-Sacaré mi guía telefónica entonces, si me dices el nombre de tu hermano, seguro lo encuentro allí-

-Aunque lo buscaras no lo encontrarías. Su nombre es Mycroft-

-Oh, sí que tiene un nombre de alcurnia... ¿por qué el tuyo es más común?-

-Mi madre decía que William era el nombre del príncipe así que debía usarlo con su hijito menor-

-No me sorprende, de todas formas, te comportas como uno-

William lo ignoró, era agotador para él conversar con otras personas, siempre se consideraba mejor que todos ellos y Lestrade había sido el primero que podía aguantar su actitud…aún no lo consideraba su amigo, pero sí un conocido cercano. Alguien de parte del staff llegó a buscarlos, salían en la entrevista en un par de minutos.

-Bueno, parece que es hora de comenzar- William se dirigió a la salida, seguido de Greg; tal vez más tarde volvería a usar uno de sus disfraces para visitar a su hermano.

Mycroft se encontraba en su turno del hospital. Todos notaban que algo le había pasado, su actitud estaba peor que nunca.

-Necesito ayuda con el paciente de la habitación 301, será su primera sesión de rehabilitación y necesito una silla de ruedas para él-

Nadie quería acompañarlo, su semblante era demasiado sombrío; un solo error y podían perder sus empleos. Mycroft se empezaba a impacientar, estaba a punto de ordenar a dos enfermeros al azar cuando dos mujeres se pararon delante de él: Anthea y Molly.

-Preferiría que me ayudaran dos hombres, en la historia clínica dice que es un poco agresivo en ocasiones-

-Creo que nos subestima jefe- Dijo Anthea, su rostro calmo y sin ninguna emoción en él.

-Creo que somos mejor que nada- agregó Molly de manera tímida.

Después de este incidente, todos en el área empezaron a dejar a Mycroft trabajar con las dos mujeres. Era preferible eso a verlo gritar a todos por su incompetencia. Al parecer el hombre de hielo estaba de vuelta, pero más gruñón que nunca. Nunca supieron a qué se debió el cambio que había sufrido meses antes, solo rondaban rumores al respecto: que había salido con el director del hospital y terminaron; que se había divorciado recientemente -aunque a nadie le constara que haya estado casado, no había nadie lo suficientemente valiente para preguntar-o que su familia había muerto; y cosas así.

Sherlock intentó ir a ver a su hermano en varias ocasiones, usaba unos lentes de gran fondo, una gorra que le cubría su frondosa cabellera y un abrigo largo, que lo hacía ver más alto de lo que era. Normalmente cuando actuaba o se presentaba en alguna entrevista usaba camisas ajustadas, chaquetas, pantalones de mezclilla y diferentes ropas de diseñador; teniendo un juego completo de ropa común y un abrigo largo negro que su madre le regaló años atrás, antes que empezara su carrera. Justamente esta última era la ropa que usaba cuando cambiaba de ser el gran actor William Scott, a ser Sherlock Holmes, un hombre en la mitad de sus veintes que iba a visitar a su hermano que trabajaba en el hospital como enfermero de rehabilitación. Nunca tuvo suerte de encontrarlo; se dio cuenta que este estaba evitándolo, por lo cual decidió tomar distancia un tiempo…después de todo sabía que, de alguna forma, su hermano superaría lo que había pasado, aunque le costara mucho tiempo. Se contentó con mandarle mensajes de texto a su celular de vez en cuando; nada fraternal, ni que sonara muy preocupado. Cosas como: Nuevo papel en la película tal, Recortarán personal en tu hospital, Lestrade fastidia demasiado… Casi un mes después, le llegó un mensaje con solo una frase: LO SIENTO. Inmediatamente se dio cuenta a que se refería y supo que podría volver a verlo pronto. Nadie dijo que un hermano menor no podía preocuparse un poco por su hermano mayor, pero no era que se sintiera demasiado pegado a él ni nada, eran hermanos y eso era todo.

En el hospital en que trabajaba Mycroft empezó a circular un rumor más grande que opacó el que tenía relación con el pelirrojo; por el recorte de personal, al parecer tendrían un nuevo doctor en el área de rehabilitación. Uno de los doctores, James Payne, se retiraría y su puesto sería ocupado por un doctor más joven. Las enfermeras casi se volvieron locas con la noticia, intentando confirmar el hecho, pero sin lograrlo. Myc ya estaba harto de escuchar a las mujeres hablar de ello, solo era un nuevo médico, no un dios griego, por Dios. La primera vez que lo vio, no le llamó la atención, un hombre más bien común, de altura un poco corta para los estándares, cabello rubio y ojos azules. Acababa de llegar de su casa y ese médico era la novedad del momento. Escuchó parte de la conversación que se llevaba a cabo.

-Con el único con el que tiene que tener cuidado es con el hombre de hielo-dijo una de las enfermeras

-¿Disculpa?-

- Así le decimos al jefe de enfermeras del área; su nombre es Mycroft Holmes, pero todos lo conocen como el hombre de hielo-explicó otra enfermera, que parecía estar coqueteando descaradamente con el nuevo médico.

-Pues me encantaría conocerlo, es la primera vez que escucho hablar de alguien con un sobrenombre tan poco común-

-No tendrá que esperar mucho entonces- habló en voz alta Mycroft; en cuanto lo vieron, todas las enfermeras regresaron a sus puestos, nerviosas debido a que seguramente recibirían un reclamo luego.

-Mucho gusto, mi nombre es John Watson, seré el reemplazo del doctor James Payne- John estiró la mano, esperando que Mycroft correspondiera su saludo, pero el pelirrojo solo lo miró y le advirtió.

-No tenemos políticas en contra de que salgan dos personas del personal del hospital, pero quisiera que por un sentido de la responsabilidad del trabajo que va a ejercer, se limite a su trabajo y no intente estar ligando con las enfermeras ni las pacientes-John frunció el ceño, desconcertado por sus palabras, cuando Mycroft agregó- puedo ver que es un conquistador  con poca suerte, pero será mejor para usted que no haga nada indebido en este hospital, o yo me encargaré de que lo despidan-giró sobre sus talones y se dirigió al vestidor, dejando a John con la mano extendida y una mueca de incredulidad en el rostro.

-Si te preguntas si siempre es así, sí, lo es- dijo Anthea, con su usual expresión que en realidad no mostraba emoción alguna.

-Es bastante inteligente, parece capaz de ver detalles que otros no ven y a veces los usa para intimidar, pero no debe preocuparse doctor-le dijo Molly, intentando disculparse por su jefe.

-Me pareció algo extraño que dijera todo eso de mí solo con verme, pero supongo que personas así existen en el mundo- dijo John con una mueca de diversión en el rostro- al parecer va a ser divertido trabajar aquí- agregó, para luego mirar los rostros confundidos de Molly y Anthea y sonreírles, dirigiéndose a su nuevo consultorio.

“Hasta el más fuerte de nosotros necesita de la fuerza de otra persona con la que alimentar el realismo y la esperanza”

-Anónimo

 

Notas finales:

GRACIAS A TODOS POR LEER, Y NOS VEMOS DE NUEVO EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO. Por cierto, que el verde de este cap. alude al sentimiento de esperanza que tiene Sherlock. Dejen un comentario al menos, que eso alimenta a la escritora y la editora también: ¡Gracias Mafer!


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