Capítulo 10:
En el futuro.
Tanto Peter como Remus llegaron a la sala apresurados, buscaron con la mirada a sus hijos, pero no los encontraron.
- ¿Alice? - llamo a la joven que estaba como piedra viendo el lugar donde se supone que debería estar, Draco y Hermione. La nombrada volteo a ver a su esposo quien llegaba seguido de los otros.
-Los niños desaparecieron en una luz- dijo como no queriendo la cosa -Según escuche de Draco, saco el Giratiempo de tu casa Remus, estaba jugando con él y cuando lo soltó se había ido llevándose a Hermione- hablo la pelinegra.
-Eso significa que…- empezó Peter temiendo terminar su oración, su pequeña Mione no podía estar sola en el pasado, ¿o si?
-Que tanto Hermione y Draco, están en el pasado con Harry- completo Tom sin mirar a nadie.
Todos en la sala, sintieron la temperatura bajar unos grados, si de por si un niño era difícil de regresar, ahora tenían a tres. James estaba a punto de matar a su esposo y a su mejor amigo, Peter se quería desmayar para que cuando despertara ver que todo era un sueño, Remus, él, realmente maldecía el día en que se le ocurrió hacer los Giratiempo.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En la actualidad.
Tom nunca había pensado en tener una relación sentimental con alguien, tal vez pensaba en casarse, pero amar a alguien, ni en sus mejores sueños, sin embargo, James se había metido muy dentro de él, y por alguna extraña razón se había alegrado al saber que iban a tener un hijo juntos, pero eso no evitaba que se aterrara de las sensaciones que el chico le causaba; muy en el fondo sabía lo que le pasaba, pero no estaba dispuesto a admitirlo, su orgullo era más grande de lo que llego a imaginar. Aunque eso no le abstenía de la impotencia que sentía cuando lo veía triste, la felicidad que le daba cuando el chico sonreía o hacia una de sus bromas, también le gustaba como consentía a su pequeño demonio, sabia en un futuro que ese mocoso sería un Slytherin, aunque también sabía que su hijo amaba a su papá tanto para quedar en Gryffindor si el merodeador se lo pedía.
Él se preguntaba cuando el sentimiento comenzó a crecer dentro de él, probablemente fue cuando lo vio desafiando a tres chicos más grandes que él, a pesar de que no pasaba de los once años con pocos conocimientos, y aun con eso consiguió la victoria. También podía ser esa vez cuando James estaba en tercero, le había dado su chaqueta, en un paseo a Hogsmeade, a una niña de Slytherin, recordaba claramente como le había sonreído, como una madre a su hija, mientras le arreglaba la bufanda y la chaqueta, después de eso se fue para volver al poco rato con una bebida caliente para ella y su amiga, ya que ambas se morían de frio.
¿Cómo una persona tan burlona e irrespetuosa, podía convertirse en alguien tan malditamente Hufflepuff en un segundo? Eso era lo que le cautivaba del león, si bien la mayoría del tiempo era un completo Gryffindor idiota, había momentos en los que actuaba tan Ravenclaw o Hufflepuff, y aunque el chico lo negara también era tan malditamente Slytherin.
Tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta que había chocado con alguien, arrugo el ceño, ya estaban en vacaciones de navidad, casi nadie estaba en el castillo sus amigos se había quedado en la sala común, observo a la persona y se encontró con los ojos avellanas más brillantes que alguien podía ver.
-Lo siento Riddle- se disculpó el joven acomodando a Harry en sus brazos, justo cuando estaba aclarando sus sentimientos este tonto venia y lo desconcentraba.
-Potter- contesto. Se quedaron viéndose en silencio hasta que James hablo.
-Por cierto, Lily y Remus encontraron un hechizo que podía mandar a Harry, Draco y Hermione a su tiempo- la voz del castaño sonaba apagada como si no quisiera dejar ir a su hijo. Algo hiso clic en el cerebro de Tom, ¿Acaso la razón por la que James estaba deprimido era por qué regresaban a Harry a su tiempo?
-Eso es bueno- respondió, tomando inconscientemente a su dormido hijo.
-Pero dicen que es muy arriesgado, y no quiero que le pase nada a Harry, ¿no podemos simplemente dejarlos aquí? - pregunto a la nada el castaño -Lo he estado pensando desde que me dijeron- el oji-verde mayor arrugo el ceño “¿Desde cuándo sabes el hechizo?” pensó molesto.
-Desde hace tres semanas- contesto James, la pregunta no había sido del todo pensada.
- ¿Por qué no me dijiste? - el moreno se empezaba a enojar.
-Lo más seguro es que hubieras querido hacer el hechizo al día siguiente, pero yo quiero pasar las fiestas como familia y eso implica a los niños- el Gryffindor se encogió de hombros -Naturalmente mis amigos y yo (a excepción de Arthur, el solo está en año nuevo) nos quedamos en el castillo hasta el veintitrés, ese día vamos a mi casa, luego volvemos el veintiséis y luego el treinta volvemos a mi casa y regresamos el dos- explico el chico.
- ¿A tu padre no le molesta? - a él le molestaría si un montón de Gryffindor fueran a su casa a hacer desmadre.
-Mi padre nunca está en estas fechas- contesto -Por cierto, diles a tus serpientes que los esperamos a las 10:00 am en el despacho del profesor- Tom levanto la ceja extrañado. -No me estas poniendo atención, te estoy diciendo que van a ir a mi casa a pasar las fiestas- eso ocasiono que Tom lo mirara más extrañado.
-Te estoy poniendo atención, solo que…- su frase termino en el olvido cuando James hablo.
-De todas maneras, vamos a terminar siendo familia, así que no hay problema que vayan, bueno les daré la invitación formalmente, así que mejor no les digas- el chico sonrió alegre, el moreno solo pudo verlo por un largo rato, nunca se hartaría de ver a su león.
Dicho y hecho, las invitaciones llegaron al día siguiente, todas las serpientes estaban extrañadas, ¿Potter invitándolos a una fiesta de navidad? Sonaba raro y no solo de navidad sino también de año nuevo, se miraron entre ellos y se reunieron en la sala común.
- ¿Potter los invito? - pregunto Narcissa enseñándoles la carta. Todos asintieron.
-Aquí dice que vamos a estar del veintitrés hasta el veintiséis y luego de treinta hasta el dos- hablo Regulus - ¿Iremos? - pregunto curioso.
- ¿Tu qué opinas Tom? - el moreno solo los observo, pero no dijo nada, aunque no le parecía mala idea.
-Yo opino que vayamos- hablo encogiéndose de hombros Rebastan.
-Lo que quieres es estar con la sangre sucia de Evans- hablo Narcisa mirándolo con burla.
-Cállate Black- respondió el chico -Yo no tengo la culpa que el pobretón de Diggory no piense que eres linda- se defendió con malicia
- ¡¿Que has dicho?!- grito la chica ofendida.
-Lo que has escuchado, rubia teñida- le contesto el chico.
-Tranquilos- hablo Lucius -Entonces ¿Iremos? - todos se miraron y de uno a uno empezaron a asentir.
- ¿Seguros? - pregunto Bartemius -Digo es Potter-
-No tenemos nada que hacer y realmente no tengo ganas de pasar las fiestas en el castillo- hablo Severus mirando a su amigo.
-Pero…- el rubio no pudo rebatir puesto que la única chica lo fulmino con la mirada.
-Iremos, dicen que los Potter tienen los mejores jardines- explico la rubia su razón de ir siendo acompañada de Regulus, sus compañeros sabían que a esos dos le fascinaban los jardines.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Todos llegaron al despacho, donde se dieron cuenta de que los Gryffindor ya se habían ido a excepción de James que los esperaba con Dumbledore.
-Señor Potter sabe las reglas, el veintiséis a las 10:00 am sale el traslador- el chico asintió.
-Lo se director, y gracias- toco la taza y desapareció de ahí, aterrizaron en el patio de la Mansión Potter, el dueño de esta ayudo a pararse a Narcisa y a Severus (estos tomaron su mano con desconfianza) mientras les decía.
-Bueno como vieron estos son los jardines, tengan la confianza de pasear por ellos cuando deseen- empezó a caminar en dirección a la casa (sin ver la mirada de fascinación de Regulus y Narcisa), cuando estuvieron en la puerta esta se abrió mágicamente. -Bienvenidos a la mansión Potter, les guiare a sus cuartos-
-Está actuando muy sangre pura- susurro Bartemius a Lucius quien asintió.
-Eso es porque lo soy, Crouch- el castaño le sonrió divertido al ver las caras de los jóvenes Slytherin -Tengo la misma educación que ustedes, aunque no lo parezca- siguieron caminado y James les explicaba los lugares (las serpientes se empezaban a acostumbrar a estar ahí y más porque el oji-café los hacía sentir en casa, hogar que ellos no tenían)
- ¿Quién es ella? - pregunto Regulus mirando el retrato de una mujer de unos cuarenta o cincuenta años, de cabellos negros y ojos cafés que demostraban amabilidad. Al escuchar la pregunta el heredero de los Potter observo el retrato con añoranza y tristeza.
-Dorea Potter, mi madre- contesto luego de un rato.
-Se ve que es una mujer muy hermosa- hablo ahora Severus.
-Fue- corrigió el Gryffindor, al ver las miradas continuo -Falleció hace cinco años, ¿continuamos? - pregunto algo brusco y todos asintieron. Pasaron por muchas salas, el castaño les mostro la casa desde la cocina hasta el ático, aunque Tom se dio cuenta que no nombro la sala de música. Luego los dejo en sus habitaciones en el segundo piso.
-Sus habitaciones son las del lado izquierdo- señalo las puertas -La mía es la cuarta de derecha a izquierda, del lado derecho, si necesitan algo pueden buscarme ahí, sino estaré en los jardines, sus habitaciones no las acomode, deduje que ustedes quisieran elegirlas, aunque te recomiendo la última, Regulus tiene la mejor vista a los jardines- el chico levanto la ceja -Tu hermano me dijo que te…- su frase quedo interrumpida cuando se escuchó a Sirius gritar.
- ¡James, deja de estar perdiendo tiempo y ven a hacer la comida! - el nombrado suspiro ignorando a su amigo y checando la hora, 12:34 pm, obviamente Canuto ya tendría hambre.
-Bueno cualquier cosa pueden llamar a Poppy, es mi elfa domestica- esta apareció haciendo una gran inclinación a los chicos que estaban en el pasillo.
-Poppy estará a su servicio, señores y señorita, Poppy puede ofrecerles algo para comer o beber- todos negaron con la cabeza -Entonces Poppy estará encantada de ayudarles a desempacar las maletas- Narcisa asintió.
-Por supuesto Poppy, podrías ayudarme- James asintió a lo dicho por la Black.
-Cualquier cosa estoy en la sala, Poppy podrá llevarlos ahí, sino recuerdan el camino- aseguro el chico.
- ¡James tenemos hambre! - gritaron ahora Sirius y Frank.
-Señorito James, ahorita hago la comida- el chico negó con la cabeza mientras se inclina hacía su elfa.
-Poppy en primer lugar es Jimmy, solo Jimmy, en segundo lugar, no te preocupes por la comida, la hará Mila, al cabo unos sándwiches le llenaran, en tercer lugar, sabes que no te debes de esforzar mucho, tu salud es delicada- al ver la cara de la elfa sonrió más, sí que a Poppy le encantaba preocuparse -Haremos esto, Mila cocina la comida y tú la cena- la elfa suspiro y asintió.
-Si señorito James- su sonrisa se amplió más, Poppy nunca le dejaría de decir “señorito”.
- ¡Maldita sea James, apresúrate! - volvió a gritar Sirius, enojado James contesto, parándose
- ¡Si tienes hambre prepárate algo, maldito perro inservible! –
- ¡Deja de estar coqueteando con Riddle y dame de comer! - esa frase hiso sonrojar al Potter quien enojado replico:
- ¡Ven y dímelo en mi cara imbécil de mierda! – Tom miro al chico con una ceja elevada en forma de burla.
-Señorito James, ese lenguaje no es apropiado, mucho menos si hay invitados- hablo Poppy.
-Si Poppy- los Slytherin que se mantenían al marguen la pequeña conversación mientras James aceptaba el regaño apenado.
- ¡James, jodido idiota, ya baja! –
-Ya ve Potter, si no Black no va a dejar de gritar- Rodolphus hablo tratando de que el Potter se fuera.
-James, si quieren pueden decirme James- luego se retiró, en busca de su mejor amigo para matarlo lenta y dolorosamente.
Los invitados se miraron entre ellos, luego se encogieron de hombros, pero al tratar de meterse a la habitación (ya escogidas por ellos), Lucius, Bartemius y Tom salieron algo a apresurados al escuchar los gritos preocupados de los Gryffindor, seguido de sus amigos.
- ¡Draco no te duermas ahí! - grito Remus a punto de llorar.
- ¡Hermione aléjate de la orilla! - la voz de Peter estaba llena de pánico.
- ¡Harry Riddle! - regaño el oji-café - ¡Ni se te ocurra jugar ahí, jovencito! -
Al llegar a la sala, vieron a los tres niños encima del candelabro, a más de cinco o seis metros del piso, el pequeño rubio se acostó en unas de las ramas, mientras que la niña estaba tratando de bajarse calculando la distancia del suelo hasta ella, el moreno estaba subiendo por donde se amarraba, se dirigía al techo, mientras que ellos jugaban, a los leones casi se les cae el alma.
-Harry- susurro Tom preocupado - ¿Cómo diablos subió allá? - pregunto mirando al castaño.
-No lo sé, de repente estaban arriba, Alice dice que Harry los tele-trasportó- respondió ausente -Tom, haz algo, Tom- el nombrado solo vio cómo su hijo se resbalaba y empezaba a caer, gritando asustado - ¡Tom haz algo! - le pidió James alterado, sacándolo del trance apunto a su hijo, quien estaba a menos de dos metros de chocar contra el piso y hechizo:
-Aresto Momentum- el castaño se agacho tomando a su hijo con las lágrimas cayendo con rapidez, mientras él niño se aferraba a él llorando. -Mobilicorpus- apunto a Draco y a Hermione, dejándolos en el suelo. Rápidamente Remus y Peter los tomaron cerciorándose de que no tuvieran ningún daño. El dueño de la mansión miro al perfecto de Slytherin y sin dudarlo se lanzó a sus brazos con Harry en medio. El oji-verde sentía el temor del león, el casi perder a su hijo si le había afectado como para que se agarrara con fuerza a su túnica, sin ningún comentario lo cargo estilo princesa y subió hacia la habitación del castaño, cerró la puerta tras de sí y acostó al oji-café que seguía aferrado a su hijo siendo respondido de la misma manera por él bebe.
-Potter- llamo suavemente, el chico no reaccionaba seguía en shock -Potter mírame- ningún movimiento -James, mírame- le puso una mano en la barbilla, sus ojos cafés chocaron con los verdes -Está bien, Harry está bien- asintiendo torpemente dejo de apretar con fuerza al niño quien dormía profundamente con sus manitas aferradas a la camisa de su papá.
-Casi lo pierdo- susurro el castaño -Casi pierdo a mi hijo, todo por no cuidarlo- “¿Tan mal padre era?”
-Pero no lo perdiste- le hablo Tom -Y no eres mal padre- le consoló realmente sin saber cómo, el oji-café lo miro sorprendido, pero al ver la incomodidad del joven Slytherin, solo poso una sonrisa mientras se jalaba los cabellos desesperado.
-Gracias por salvarlo- el oji-verde lo miro un momento y contesto.
-También es mi hijo- era la primera vez que el Slytherin aceptaba su paternidad cosa que sorprendió a ambos, sin embargo, el castaño no hiso ningún comentario, solo dejo que el tiempo pasara, mientras el tarareaba una canción acariciando los cabellos de su hijo, hasta quedarse dormido. Al despertar horas después, lo hiso con la sensación de que Tom se acababa de ir hace poco.