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¡OMG! ¡James es idéntico a ti! por Ana y Alex

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Notas del capitulo:

Los personajes son de J.K. Rowling.

lamentamos la demora de este capitulo.

 

Capítulo 5

 

Remus Lupin caminaba hacia la biblioteca, necesitaba hacer una tarea y encontrar la poción para su próxima broma, si bien no era muy amante de romper las reglas a veces era necesario hacerlo. Se sentó en una de las sillas que estaba en la ventana y lejos de la entrada del aula, dejo caer el pesado libro en la mesa y sin más empezó su lectura. Una hora, dos horas, y el rubio – castaño seguía en la misma posición solo que con más de 10 libros a su alrededor y su tarea enrollada en su carpeta.

 

-Lupin- saludo un joven sentándose enfrente del chico.

 

-Malfoy- respondió sin levantar la vista.

 

-Remus- le llamo el Slytherin suspirando - ¿Sigues enojado? - pregunto inocente.

 

-Estoy leyendo Malfoy- contesto gruñendo.

 

-Remus- le volvió a llamar luego de un rato de silencio, pero al ver que el Gryffindor no respondía gruño de frustración –Esta bien, lo siento no debí tratarte así cuando nos encontramos en el pasillo- el oji-miel sonrió victorioso detrás del libro y al bajarlo fingió una mueca de decepción.

 

-Solo eso, Malfoy, pensé que eras más detallista porque Sirius para disculparse me regala algo y promete no volver hacerlo, aparte de que, en ciertas ocasiones, me consiente mucho- lo último lo comento de manera lenta como si le agradara recordar esos momentos.

 

Lupin saboreo cada reacción que paso por la cara del rubio. - ¿Cómo que te consiente? - gruño molesto el Slytherin.

 

-Bueno Sirius es muy bueno, en muchas cosas- se paró de ahí dejando a su “compañero” más molesto de lo que estaba, realmente agradecía que Sirius sirviera para algo.

 

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James se encontraba sentado debajo de un gran árbol, su hijo jugaba con un juguete muggle que Severus le había dado. Suspiro pesadamente, realmente ¿Estoy casado con Riddle o solo fue una aventura de una noche? Miro a su hijo, pero no pudo hallar su respuesta, era mucho pedir que alguien le dijera que como pudo haberse casado con Tom Riddle, y hablando del Rey de Roma, el Slytherin se encontraba hablando con una joven de su misma casa, si mal no recordaba era de su mismo curso, era muy linda, de cabellos castaños y ojos como el cielo quien se le insinuaba muy descaradamente eso sin saber por qué lo molesto de sobre manera.

 

-Maldita hija de perra- susurro viendo como la chica le posaba su cabello hacia atrás de su oreja, aunque sonrió satisfecho al ver como Tom la miraba molesto.

 

-Papi, ¿A quien estas insultando? – El niño miro hacia donde estaba su padre y no le gusto esa chica por lo que parándose corrió todo lo que sus piernitas le permitieron para alegar a esa chica de su papa.

 

- ¡Harry detente! - le grito James quien le había seguido nada más verlo salir disparado en dirección a Tom.

 

- ¡Papá, papá! - grito el pequeño. Lamentablemente tropezó con una piedra y callo a unos cuantos pasos de empezar su carrera hacia su padre.

 

- ¡Harry! - grito James por lo que el perfecto volteo hacia esa dirección - ¿Estas bien?, ¿Por qué saliste corriendo? - regaño arrugando el ceño. El niño no contesto, estaba más ocupado mirando a su papá con tristeza y lágrimas en los ojos, “¿Acaso su papá ya no lo quería?, ¿Por eso se iba a ir con otra señora?” El llanto del pequeño no se pudo evitar por lo que apresurado James lo tomo en sus brazos, el pequeño lloro con más fuerza.

 

- ¡Papá ya no me quiere! - grito con fuerza, el castaño arrugo el ceño.

 

- ¿De que estas hablando, Harry? - le pregunto James tiernamente –Tu papá si te quiere- le consoló. “Oh bueno lo hará en unos años más” pensó para sus adentros. 

 

- ¡No es cierto, esta con esa señora fea y gorda! - grito señalando a la chica con la que Tom estaba, esta lo miro molesta y el prefecto algo divertido.

 

-Harry tranquilízate- le pidió James, el oji-rojo intento acercarse, pero al ver a la pelirroja llegar corriendo se detuvo abrutadamente.

 

-Harry- le llamo suavemente Lily quien había visto todo, el oji-verde volteo a verla –Tranquilo, tu papa si te quiere, solo que necesita hablar con esa señora fea y gorda por unos asuntos de la escuela, pero te ama, así que sonríe y límpiate esas lagrimas que tu cara es muy bonita- le pidió la chica con una sonrisa mientras lo tomaba en brazos.

 

-Vaya hacen muy bonita pareja- comento una Hufflepuff de primer grado.

 

-Sí, parecen una familia- hablo otra.

 

Tanto James como Lily se sonrojaron furiosamente y la pelirroja hablo.

 

-Solo somos amigos-

 

- ¡Oh vaya! Realmente deberían ser pareja, se ven bien juntos- volvió a decir la pequeña.

 

-Gracias- soltó James para zanjar el tema.

 

Lily miro a su amigo y después al Slytherin, quien la fulminaba con la mirada, “Vaya, no debí meterme”, James alzo una ceja al ver a su amiga revolverse incomoda.

 

- ¿Qué pasa hermosa? - pregunto el castaño, Lily solo miro de reojo hacia atrás por lo que volteo, “Oh mierda”, su futuro esposo los miraba con sus ojos carmín a todo su esplendor, apresurado tomo a la pelirroja del brazo al tiempo que la jalaba para dirigirse al castillo, antes de hablar con él, aunque una pregunta surgió en el Gryffindor ¿Por qué se molestaba tanto?

 

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- ¡Riddle va a matarme! - le grito la chica nada más llegar a la sala común, la cual estaba repleta.

 

-Lily, tranquilízate- le pidió el castaño –Vamos arriba- ordeno mirando a sus demás compañeros - ¡¿No tienen nada mejor que hacer?! - les grito, automáticamente todos volvieron a sus cosas.

 

Al subir, entraron a la habitación de James, al llegar vieron a Remus un poco molesto, pero al ver a la pelirroja un poco pálida, se levantó apresurado.

 

- ¿Qué te pasa, Lily? - pregunto preocupado.

 

- ¡¿Qué pasa?! ¡Pasa que Tom Riddle me quiere matar! - grito la chica.

 

-No te quiere matar- replico James, mientras dejaba a su hijo en la cama y arrugaba el ceño –Solo te quería torturar, aunque no sé por qué-

 

-Sera porque me dijiste “hermosa” y porque estaba celoso de lo que nos decían- le dijo Lily traumada.

 

- ¿Celoso? ¿Estamos hablando del mismo Riddle? - pregunto extrañado James.

 

- ¡Por Dios James! ¿Acaso no te diste cuenta de cómo nos miraba? - el castaño negó con la cabeza.

 

 -Vamos Lily, no creo que Tom este celoso-

 

- ¿Desde cuándo le dices “Tom”, Jimmy? – pregunto Alice entrando sin tocar.

 

-Gracias por la privacidad- gruño el chico en respuesta.

 

-Alice tiene razón, ¿Desde cuándo paso de serpiente rastrera a Tom? - cuestiono Remus con una ceja alzada.

 

-Yo no he dicho que ha pasado a Tom, te aseguro que en el futuro le seguiré diciendo, maldita serpiente rastrera y/o bastardo sin corazón- contesto James seguro de sí mismo mientras sus amigos lo miraban resignados.

 

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En la mansión de los Riddle´s se encontraba un Sirius con unos cuantos años más, mientras daba vueltas a la sala siendo observado por un furioso Severus, al cual había llamado luego de darse cuenta de que había perdido a su ahijado.

 

- ¡¿Cómo se te ocurrió pulgoso?!- le grito el Snape lanzándole un hechizo, el cual fue esquivado por Canuto - ¡Todo por estar con esa rubia! - acuso el moreno más enojado y algo celoso. Gracias a Dios la joven se había retirado hace ya un rato.

 

-Escucho celos en tu voz Severus- gruño el chico Black mirando a su ex–pareja –Aparte ¿Por qué insinúas que estuve con una rubia, podría ser una morena o pelirroja? – El Snape no contesto, sino que se limitó a lanzarle otro hechizo más molesto.

 

-Sectumsempra- susurro mientras señalaba a Sirius.

 

-Protego- articulo el oji-gris con rapidez.

 

- ¿Puedo saber por qué se están peleando en mi sala? - pregunto Tom recién llegado mirando a sus compañeros.

 

- ¿Dónde está Harry? - pregunto ahora James, mirando a los lados buscando a su travieso niño.

 

- ¿Harry? - empezó el Black, haciendo que ambos padres arrugaran el ceño –Bueno Harry esta… esta… ¿esta con Draco? - Snape se golpeó la frente con resignación mientras que en la cara de Sirius se formaba una sonrisa de culpabilidad.

 

-Lo repetiré una vez más Canuto- dijo James sacando su varita - ¿Dónde está mi hijo? -

 

-Yo…- trago en seco al ver los ojos del castaño oscurecerse –Yo…- ahora empezó a sudar frio al ver los ojos carmín del ex-Slytherin –Perdí a Harry- susurro el joven esquivando por poco la maldición del ex-Gryffindor.

 

- ¡Maldición Canuto, ¿Cuándo será el día que no pierdas a mi hijo?!-

 

- ¡Y ¿Cómo quieres que no se pierda?! ¡Si cuando le dices quédate aquí parece que le dices ve a pasear a donde tú quieras!  - ambos amigos se miraron, uno enojado y el otro con miedo.

 

-Lo primero es encontrar a Harry, James- le recordó Severus, Tom había subido a la habitación de su hijo sin decir nada y al bajar, lo hiso con un objeto muy conocido para todos los presentes.

 

-Tom, amor- empezó meloso el castaño acercándosele peligrosamente a Tom - ¿Ese no es el Giratiempo que tenías en custodia y que, obviamente, lo escondiste en un lugar donde tú hijo no lo encontraría? -

 

-Probablemente- fue lo único que respondió causando que la furia del joven-adulto fuera a dar a él.

 

- ¡¿Cómo que probablemente, maldito bastardo sin corazón?!- le grito como en sus años de estudiante - ¡Maldita serpiente rastrera, no te dije que no lo quería en la casa! - el primer hechizo fue parado por un Protego silencioso - ¡Maldito estúpido, no te defiendas, imbécil, ¿Por qué diablos no pensaste en Harry? Estupido imbecil, idota ¿que no tienes sentido de la responsabilidad?! - lógicamente lo último siempre describía a un león no a una serpiente, pero obviamente nadie iba a contradecir a un muy molesto James Riddle, anteriormente Potter.

 

-James- le llamo suavemente el ex-Slytherin, el nombrado lo miro enojado, pero él pudo observar como en sus ojos había miedo y preocupación al pensar en donde podría estar su hijo o bueno en que era, él no era un estúpido, sabía que su hijo había viajado al pasado, pero la pregunta es ¿A qué año?

 

-Tienes que encontrarlo- le exigió el castaño –Tienes que encontrarlo- el solo pudo asentir y sin más el oji-café subió las escaleras en dirección a la habitación de su hijo.

 

-Llamare a los demás- hablo Severus mirando a su amigo –Ven estúpido pulgoso- dijo jalando a Sirius de la oreja en dirección a la biblioteca.

 

Tom suspiro al tiempo que subía las escaleras, entro a la habitación de su hijo sin tocar por lo que su esposo volteo a verlo y se secó con rapidez las lágrimas que caían.

 

-Siento haberte gritado- susurro.

 

-Siempre lo haces -contesto restándole importancia.

 

-Lo vas a encontrar ¿verdad? - pregunto como un niño mientras era abrazado torpemente por el mayor.

 

-Si James, voy a encontrarlo- prometió, se quedaron unos minutos juntos, abrazados sin que nadie los interrumpiera, hasta que escucharon dos gritos que los alarmo, pero al reconocer las voces, el Gryffindor solo pudo sonreír mientras que el Slytherin solo pudo suspirar fuertemente, lo último que quería era tener a un montón de Gryffindor y Slytherin peleándose sin hacer nada productivo.

 

-Vamos- le hablo James bajando las escaleras.

 

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James Potter, se encontraba caminando por los pasillos del gran comedor cuando sintió una mano en su hombro, al voltear se encontro de lleno con su profesor de encantamientos, aquel que no dejaba de acosarlo.

 

-Porfessor, ¿En que puedo ayudarlo?-

 

-James- se deleito con el nombre, saboreaba cada palabra, por primera vez el chico odio su nombre, no le gustaba para nada como el adulto lo llamaba.

 

-¿Qué quiere?- pregunto brusco y sacando disimuladamente su varita.

 

-¿De ti? Todo- le acaricio la mejilla suavemente, aunque la caricia fue detenida por el manotazo del Gryffindor.

 

-No me toque con tanta confianza, profesor- advirtió asqueado -Y si no quiere que le diga al director, déjeme en paz- se dio la vuelta caminando hacia su sala común, alerta de lo que le podían hacer.

 

-No se olvide que mañana tiene detención, señor Potter- alcanzó a escuchar James antes de dar la vuelta en el pasillo.

Notas finales:

Esperamos que la historia les haya agrado y esperamos que nos sigan leyendo.

Se despiden.

Ana y Alex


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