Capítulo 8:
Bartemius Crouch estaba sentado debajo de un árbol, recordando lo que había pasado hace unos días con el pequeño Gryffindor que lo sacaba de quicio, tan absorto en sus pensamientos que tardó en darse cuenta que una niña caminaba sollozando y arrastrando un peluche de felpa, buscando a alguien, le restó importancia hasta que algo hiso clic en su cabeza, ¿Qué hacia una beba en Hogwarts? Justo en ese momento la niña lo miro con sus ojitos brillando de felicidad, Bartemius supo que estaba en problemas.
- ¡Papá! - grito mientras se le acerco unos cuantos pasos y luego se detuvo abrutadamente, para luego darse la vuelta, dejando que su cabello castaño le diera un aire misterioso, mientras caminaba en dirección al castillo, tenía que encontrar a Draco para después pensar juntos cómo salir de ahí.
Sin saber por qué, Barty se paró y la siguió unos cuantos pasos atrás, la niña arrugo el ceño al tiempo que volteaba a verlo con sus ojos marrones malhumorada.
- ¿Por qué me sigue, señor? - al rubio no se le había pasado el tono enojado de la niña, de cierta manera le recordó al suyo, pero no por eso le iba a dejar a una mocosa de 5 años de edad que le hablara así.
- ¿Qué estás haciendo en Hogwarts, mocosa? - contesto.
-No soy mocosa, señor, tengo nombre- le replico arrugando más el ceño, el Slytherin suspiro y observo a la niña en espera de que dijera su nombre, entendiendo lo que pedía, la pequeña hablo –Me llamo Hermione-
-Muy bien Hermione ¿Qué haces en Hogwarts? - pregunto extrañado.
-Busco a mi amigo- contesto segura –Es un niño más o menos de mi estatura, tiene el cabello rubio y ojos grises, se llama Draco- contesto la niña dándole información para haber si lo había visto.
-No lo he visto pero no debe de estar lejos- se iba a ir dejando a la niña sola, pero sin saber por qué se acercó a ella tomando su mano –Vamos a buscarlo- gruño molesto por su repentina acción.
-Si- susurro siguiendo su camino.
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-James yo no he perdido a ningún niño en el tiempo- le contesto el oji-gris con cautela.
- ¡Entonces ¿Cómo explicas a esos dos niños por no contar a Harry?!- le volvió a preguntar más enojado, lo único que el Black tenía que hacer era asumir la maldita culpa para poder matarlo y tener una excusa razonable para no ir a Azacaban por asesinato.
-James tranquilízate… Sirius todavía no ha perdido a nadie- le recordó Remus suspirando.
-Papi- llamo Draco hacia el oji-miel quien algo incómodo lo cargo siendo observado por Lucius.
-Pettegrew- llamo Bartemius mirando al león quien paso de blanco a rojo en un segundo, desde el incidente en la colina no lo había visto y por alguna razón lo extrañaba.
-Crouch- contesto situándose entre Remus y James, quienes miraban al oji-café desconfiados.
-Esta mocosa dice que es tu hija- le tenido a Hermione delicadamente, a ella no la podía tratar como a Harry, sin saber por qué esa niña era especial y no un demonio como él oji-verde.
-Pero Peter no tiene hijos- hablo Sirius extrañado.
- ¡No Peter! ¡No te desmayes! - grito Remus sin poder sostener a su amigo al tener a Draco en brazos, Bartemius reacciono rápidamente tomando a Peter de la cintura ocasionando que cayera encima suyo y que él apenas pudiera ponerse de pie.
-Valiente Gryffindor que eres- le dijo en un susurro, siendo escuchado por Hermione quien sonrió.
-Pero así lo quieres, papá- la niña acaricio ambos cabellos de sus padres.
- ¡¿Qué has dicho?!- gritaron los presentes a excepción de Barty quien solo pudo pasarle a la niña a Severus antes de caer desmayado, con Peter encima de él.
-Hay que ir con el Director- dijo frustrado James, no le importaba dejar a su amigo y a esa serpiente tirados a medio corredor.
-Hay que ir a la enfermería- contradijo la pelirroja mirando mal a su amigo -No podemos dejarlos así, Potter-
-Mejor a la sala de menesteres- opino el Black mayor -Si vamos a la enfermería tendríamos que explicar muchas cosas- los leones asintieron y el oji-gris cargo a Peter, dejando a Barty en el piso -Vayan con el profesor yo dejo a Peter- James arrebato de los brazos de Tom a Harry y luego se lo paso a Lily para ahora dirigirse a Severus.
-Snape me puedes dar a la niña- el castaño lo pidió muy amablemente.
-No- la niña era hija de Bartemius, por lo que no se las daría.
- ¿Disculpa? - James estaba enojado, no había dormido por las estúpidas pesadillas y ahora esta serpiente lo molestaba.
-Escuchaste perfectamente, Potter, Severus no te dará a la niña- hablo Regulus por primera vez, luego se dirigió al rubio en el suelo y lo cargo para luego dirigirse a la sala de menesteres siguiendo a su hermano, sabía que Lucius y Tom se encargarían de todo.
-Escuchen no estoy para sus estúpidos juegos, solo dame a la niña Snape, o puedes acompañarnos, realmente no me interesa, pero hay que ir a la maldita oficina de Dumbledore- Al ver que no se movían de su lugar su enojo creció más- Si no quieren ser el punto de mi ira más les vale moverse ahora ¡¿me explique, bola de bastardos?!- lo último lo grito asustando a todos excepto a Tom, quien simplemente le hablo.
-Potter-
- ¡Eso también va para ti, bastardo sin corazón! - le informo.
-James- llamo Lily suavemente, al ver que el castaño había perdido la razón, ni siquiera el llamado de Harry logro tranquilizarlo.
-Nada de James, Evans, quiero que esto termine para poder dormir un par de horas- le interrumpió para luego caminar hacia su destino. Los alumnos llegaron a la oficina y Lucius dijo la contraseña.
-Caramelos de Limón- la gárgola se movió y entraron apresurados.
- ¿En qué puedo ayudarles? - hablo Dumbledore cuando entraron.
-Parece que no fue Harry el único que vino, señor- dijo Remus, al ver que James se recargaba en un librero mientras cerraba los ojos, suspiro cansado al ver así a su amigo.
- ¡Oh vaya! - el director miro a los niños y asintió con la cabeza –Deduzco que necesitamos saber quiénes son- saco dos pergaminos –Me permiten- Remus y Severus asintieron a pesar de que el ultimo no estaba muy de acuerdo. En los pergaminos se empezaron a formar nombres que empezaban con “Draco Lucius Malfoy” y “Hermione Jean Crouch” pero lo que les llamo la atención a ese grupo de jóvenes no era el primer nombre, más bien eran los que seguían, que hacían referencia a los padres de ambos niños.
- ¡Oh no! – grito Lily sorprendida al ver las líneas de ambos niños –Remy- llamo al ver al chico quien miraba al pergamino, luego al pequeño rubio y terminaba con Lucius, el recorrido lo hiso como 10 veces hasta que harto, el Malfoy mayor tomo al licántropo del brazo para acercarlo a él y besarle en los labios, al separarse Remus estaba sonrojado y Lucius lo miraba con ternura.
James sonrió de lado al ver a su amigo feliz, solo esperaba que Sirius no pegara el grito al cielo cuando supiera quien era la pareja del licántropo.
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Bajo de las escaleras adormilado (luego de ir con el director había ido a la enfermería a hurtar una poción para dormir sin soñar, para después acostarse en su cama), vio llegar a sus dos amigos, Lunático y Canuto, levanto a la ceja ¿Cuál era la razón por la que venían discutiendo?
- ¡No voy a dejar que ese rubio teñido te ponga las manos encima! - le replico Sirius al perfecto de Gryffindor, el castaño negó con la cabeza, divertido.
- ¡Sirius acepta que me voy a casar con él! - le pidió Remus fastidiado. Para muchos esa escena era de celos, ya que todos pensaban que el oji-miel era pareja no-oficial del heredero Black. Para Cornamenta era pura preocupación de que alguien le hiciera daño a Remus ya que Canuto también solía hacerle un teatrito cuando algo no le gustaba o sabía que iba a salir lastimado.
- ¡No voy a aceptarlo! – Harry y Draco miraron a su padrino divertidos, les encantaba ver al Black sufrir.
-Disculpen- llamo el castaño parando la réplica del licántropo - ¿Qué les aparece si discuten esto en la habitación? Es vergonzoso verlos pelear como viejo matrimonio- dio la opción el líder de los leones, sus dos amigos asintieron algo apenados y los tres se dirigieron arriba.
- ¿Por qué el, Remus? - pregunto Canuto buscando una razón lógica para lo que le dijeron.
-Es mi pareja, Orión- contesto serio, para los presentes era sabido que un licántropo solo tenía una pareja en la vida y al parecer su lobito lo había encontrado.
-Entonces Sirius, déjalo, si el Malfoy lo daña, va a enterarse como mande al hospital a esos tres matones- Remus se le lanzo encima sonriendo, agradeciendo que el castaño lo haya aceptado, volteo a ver a Canuto quien suspirando también lo abrazo.
-Si te daña lo mato, me escuchaste, no me importa si me terminas odiando- le amenazo el Black.
-Sí, Sirius- acepto el perfecto-prefecto.
-Bueno tenemos que ir a ver a Peter y tengo que conocer a Hermione- interrumpió James, caminando a la sala de menesteres con su hijo en brazos -Dime Canuto- el nombrado volteo - ¿Qué te traes con Snape? - pregunto saliendo de la sala común sin ver a su amigo, pero se imaginaba la cara pálida que pudo haber puesto.
- ¿De qué hablas? - pregunto nervioso, el chico.
-Bueno has estado muy cerca del últimamente- le comento desinteresado, aunque por dentro se moría de curiosidad.
-Nada, ¿Qué podría tener con Severus? - cuestiono, sin darle importancia.
- ¿Desde cuándo es Severus y no Quejicus? - el castaño volteo a ver a su amigo con una ceja alzada -Pensé que se odiaban- la risa de Remus hizo sonrojar a Sirius quien solo volteo hacia un lado apenado.
-Solo son encuentros casuales- acepto el Black.
-O sea ¿Si tienen algo? - pregunto Remus asombrado.
-Solo son encuentros casuales- gruño el chico para luego apresurar el paso, dejando a sus amigos con una cara de sorpresa, ambos sabían que significaban “encuentros casuales”.
- ¡¿Estas saliendo con Severus Snape?!- grito sin poder evitarlo, Cornamenta.