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La Persona Que Es Para Mí por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Los personajes de Yu-Gi-Oh! no me pertencen, unicamente la historia y un par de personajes inventados aquí son mios, por lo demás, creditos al gran Kazuki Takahashi


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¿Será que me regala solo a Akefia? <3  

— ¡Ryou! —las orejas de Ryou se levantaron cuando escuchó la voz de su primo —bajen de ahí, vamos a seguir el recorrido.

—De acuerdo, ya vamos —le gritó de regreso, mirando hacia abajo —hay que bajar Bakura —lo miró.

El mayor se sonrojo ¿tenía que volver a abrazarse a Ryou para bajar?

-o-

Pasaron el resto de la tarde dando vueltas por la isla, realmente era más grande de lo que parecía, dando su espacio a los diferentes terrenos.
Se encontraron incluso con una pequeña camada de lobos grises que no superaban ni el año, lo cuales juguetearon alegremente con Duke hasta que una hembra llegó por ellos, dejándose acariciar del hanyou de Okami cual cachorra mimada antes de llevarse a las crías de regreso con la manada.

Bajaron a un desnivel que daba a entrada de una de las tantas cuevas de las que manaba el agua dulce que alimentaba el río. No se atrevieron a internarse bajo tierra pero la vista era maravillosa. La cantidad de agua era tal que ascendía un buen tramo hasta salir a la superficie y aun así fluía con suavidad.
Todo un fenómeno natural.

Alrededor las flores parecían tener colores más brillantes que el resto, su aroma era más intenso; los arboles crecían más altos y sus frutos se veían sumamente apetecibles; las mariposas y colibrís revoloteaban gustosas, incluso las abejas zumbaban pacíficamente.

Se cruzaron muy pocos grupos que paseaban como ellos, delatando la gran cantidad de espacio disponible. Había tanto para disfrutar.

Cuando el sol se acercaba a la línea del horizonte salieron al borde de la isla, caminando de regreso por la costa. La arena blanca y el espumoso oleaje que empezaba a reflejar los colores cálidos que nacían en el cielo fue el cierre perfecto para su recorrido.

Las chicas comentaron sobre el arrecife que había más allá de la zona donde desembocaba el río y todos estuvieron de acuerdo en que sería una de sus paradas al día siguiente.

Finalmente alcanzaron la zona de hospedaje justo cuando el rosa y el morado daban paso a al azul oscuro en el cielo, así como al hermoso brillo de los luceros.
Las farolas estaban encendidas, dándole diferentes tonalidades a los caminos y la brisa marina era suave.

Se veía muy diferente a como estaba esa misma mañana, se habían armado varios tenderetes, locales que despedían apetitosos aromas y aún faltaba para que estuviera listo.

Entraron al edificio correspondiente para poder alistarse para el festival de bienvenida. Nuevamente Alister trató de acercarse a Ryou pero de nuevo Malik saltó al rescate, jalando a Ryou de un brazo para ponerlo a su lado y empezar a acariciar tras sus orejas en un punto específico que hizo que la cola y orejas blancas se extendieran rígidas hacia arriba, mostrando todo su largo antes de que Ryou inclinara la cabeza en el hombro de Malik y su cola se enrollará en la cadera del mismo, gustoso de recibir su caricia favorita.

Alister torció el gesto ante lo acontecido pero se guardó su gruñido molesto y se quedó junto a Valón en su piso, viendo a su objeto de interés seguir subiendo sin prestarle la más mínima atención.

"Volverás a ser mío, Ryou"

— ¿Todo en orden? —preguntó el kitsune cuando se quedaron en su piso, viendo a las chicas subir.

—Sí, pero no tenías por qué hacer eso —expresó algo sonrojado.

Malik solo rio un poco ante eso y le guiñó un ojo antes de entrar. Ryou se sonrojó algo más bajo la curiosa mirada castaña de Bakura.

Los hanyou se asearon y cambiaron primero, usando todos un atuendo medianamente elegante, nada muy formal pero todos lucían muy guapos. Los humanos se arreglaron después, la noche ya había caído en plenitud cuando todos estuvieron listos.

La música empezaba a sonar abajo, delatando que el festival ya daba inicio.

Yugi estaba cepillando el cabello blanco de su primo cuando Bakura y Marik -que eran los que faltaban- salieron de sus habitaciones.

—Gracias Yug —ronroneó el albino, levantándose del sofá.

—No es nada, Ryou —Yugi dejó a un lado el cepillo y estiró.

Ryou sonrió y se dio la vuelta, colocándose a espaldas de su primo, entonces colocó una mano en su cabello, aplastándolo un poco y haciendo presión sobre Yugi para tumbarlo, lo que provocó las risas de los hanyou.

— ¡Ryou! ¡Para ya! —Yugi se estremeció cuando la boca de su primo quedó a milímetros de su oreja derecha.

—Bueno, bueno, ustedes dos —trató de calmarlos Malik — pareciera que Yugi está en celo y Ryou trata de violarlo —dijo con gracias, aumentando las risas de Joey y Duke.

Ambos Motou se ruborizaron — ¡Malik! —se quejaron al unísono.

—Eres tan tonto —se quejó Ryou.

—No juegues. Yo no quiero ese tormento encima por ahora —se estremeció el neko.

—Ya estamos todos ¿bajamos o qué? —apresuró el rubio y todos salieron.

El lugar estaba listo. Las luces, la música, la comida, los juegos. El ambiente bullía de risas, cantos y jugueteos. La costa se veía hermosa, adornada con diferentes tonos de luces, provenientes de las farolas y había algunas personas jugando al limbo; había hanyou hembras con coronas de flores en la cabeza y collares a juego que simulaban bailar al estilo hawaiano.

Poco después los alcanzaron Valón y los demás, al igual que las chicas y cerca de las diez de la noche se reunieron la mayoría cerca de la tarima donde los recibieran más temprano para ver a varias chicas realizar una peculiar danza muy bien ensayada mientras algunos chicos hacían presentación de saltos, maromas, incluso de traga-fuegos*

Entre más avanzaba la noche, más atrevidas e incitantes eran las canciones que sonaban. Algunas parejas se retiraban "temprano" de regreso a sus habitaciones y otras muchas bailaban y bebían en la playa.

A media noche se dispararon grandes y coloridos fuegos artificiales, iluminando en estrellado cielo y atrayendo vitoreos y exclamaciones divertidas de parte de sus observadores.

— ¡Vamos a nadar! —exclamaron de pronto Mai y Tea, cada una con un brazo sobre los hombros de la otra y con una sospechosa sombra rosa sobre sus mejillas.

— ¿A nadar ahora? —preguntó Tristán.

— ¡Sí! —exclamó la rubia, agitando un poco sus alas —a esta hora el agua sienta de maravilla.

— ¡Mai! Pero ¿Qué bebiste? —reclamó Joey, cuando su amiga trastabilló y tubo que sostenerla en brazos.

— ¿Insinúas que estamos borrachas, Joey? —cuestionó Tea, tambaleándose un poco.

—Pero si apestan a licor —regañó Valón a Eiko, que estaba en el mismo estado, solo que ella aparentaba tener sueño, ya que estaba tranquila.

—Déjala Valon —trató de calmarlo —ni que nosotros no hubiésemos tomado —se encogió de hombros.

—Sí, pero no a este punto —miró a la peli-magenta, apoyarse en el hombro de Alister —será mejor que las llevemos a sus habitaciones —le dijo a Joey.

—Tienes razón —el de ojos ámbar cargó con gran facilidad a la rubia en brazos.

—Joey, bájame y vayamos a nadar —insistió Mai.

—Al único lugar al que vas a ir es a la cama, señorita —renegó Joey, luego miró a Duke, cabeceando hacia Tea.

Duke suspiró —vamos Tea —el lobo se acercó a la castaña para cargarla, tal como Valon lo hacía con Eiko.

—No, déjame, lobito malo —se quejó la castaña mientras retrocedía hasta que se topó con el pecho de alguien.

—Permítanme —de un ágil movimiento, Malik sacó de balance a la chica, lo justo para levantarla en brazos.

—Malik... —la chica se sonrojó al sentirse en brazos del muchacho, el aroma familiar de su especie la mantuvo tranquila.

—Será mejor que vayamos todos a la cama ya —mencionó Duke.

—Ve con ellos Seto, te alcanzo apenas dejemos a las chicas en su piso —usando su cola, sacó la llave de su habitación del bolsillo de su pantalón para dársela a su pareja, cosa que Malik imitó.

—No te entretengas cachorro —ordenó el castaño, mientras se dirigían de regreso al edificio. Ya muy pocas personas quedaban fuera.

—Es increíble lo callado que esta todo aquí —comentó de pronto Valón mientras subían por las escaleras, moviendo sus orejas tenuemente.

—Eso es porque todas las habitaciones están insonorizadas —le explicó Raphael.

— ¿Por qué insonorizadas? —preguntó Marik.

El rubio mayor sonrió de lado — porque si no nuestras sensibles audición sufrirían con el concierto de gritos y gemidos —respondió como si nada, varios de los presentes se sonrojaron —apostaría a que, por lo menos, un tercio de las parejas que hay aquí están "apareándose" —dijo entre comillas, por no apenar más los presentes.

Bakura se dio cuenta de que Alister se inclinó a la oreja blanca de Ryou y le susurró algo que provocó una mala cara en el mitad conejo y que le regresara en el mismo tono algo que, pudo leer en sus labios, parecía “ni lo sueñes”.

—Bueno... —habló el oji-cian luego de un carraspeo —nos vemos mañana temprano —se despidió al llegar a su piso

—Claro, si estas señoritas no despiertan con mucha resaca —rio Joey.

—De ser así las dejamos —añadió Duke con gracia.

Todos rieron en acuerdo.

—Regreso en un minuto, chicos —dijo Malik mientras él y Joey seguían de largo.

—Está bien Malik —respondió Ryou, abriendo la puerta de su piso para que todos pudieran entrar.

—Bueno, buenas noches a todos —se despidió Duke, rodeando el cuello de Tristán con su cola —nos vemos en la mañana —avanzó hacia su habitación, jalando a su compañero coquetamente.

—Hasta mañana —alcanzó a decir el castaño, dejándose hacer con gusto, colocando sus manos en las caderas del lobo.*

—Buenas noches —imitó Seto, adentrándose en su habitación para cambiarse en lo que esperaba a Joey, tal como Marik.

—Duerme bien Yugi —Ryou abrazó a su primo, pasando su lengua por la mejilla del menor, y luego por una de sus orejas.

—Tú también Ryou, que pases buena noche —le regresó el tricolor, sonriente, antes de ir a su correspondiente habitación con Yami tras él.  

-x-

Joey golpeó con su pie la puerta del piso de Tea y Mai, pues se escuchaban pasos desde dentro.

— ¿sí? —les abrió una chica, como de su edad, de largo pelo negro, abundante y sedoso con algunas mechas moradas; orejas felinas negras con motas también moradas, así como su larga cola. Vestía un corto camisón de chándal, color lila —oh, cielos ¿se pasaron de copas? —preguntó con gracia, al ver a las chicas en brazos de los dos hanyou. Tea ya se había quedado dormida.

—Digamos que sí —dijo Joey, bajando a Mai pero manteniéndole ambos brazos alrededor de la cintura.

—Izzy ¿Cuándo subiste? —preguntó la rubia, un poco más calmada.

—Hace pocos minutos de hecho —le respondió mientras buscaba en la falda de Tea la tarjeta-llave, parecía tener cierto acento inglés muy camuflado, pues hablaba un perfecto japonés —déjala en su cama.

Malik así lo hizo, Joey acompañó a Mai a su habitación, esperando a que se metiera al baño y se lavara un poco la cara —las dejo a tu cuidado… ¿Izzy?

La pelinegra sonrió —me llamo Isabella —extendió su mano —pero pueden llamarme Iza, mucho gusto —respondió con coquetería.

—Joey/ Malik, e igualmente —respondieron ambos, el rubio apretando su mano, mientras que el peli-cenizo, más caballerosamente, la tomó y beso el dorso de la misma, ganándose una sonrisa aprobadora de la pelinegra —hasta mañana.

—Que pasen buena noche, muchachos —los despidió la pelinegra, junto a la puerta, esperando a que ellos bajaran por la escalera para cerrar la puerta e ir a ver como estaba Mai.

-x-

— ¿Seguro que esto no te incomoda? —preguntó Yami, sentándose en la cama, ya ambos tricolores en pijama.

—Estoy bien Yami, no te preocupes por mí —le restó importancia, pasando suavemente una de sus manos por su oreja izquierda.

Yami lo miró algo embobado, recostándose en la cama. Luego de uno o dos minutos de silencio, Yugi se levantó para apagar las luces —duerme bien, Yami —se despidió, acostándose bocarriba y cubriéndose con las mantas. Entre medio de ambos, había algo de espacio libre, y un par de cojines.

—…que descanses Yugi —respondió, acomodándose en su sitio sin acercarse demasiado para no incomodar al chico pero si retirando uno de los cojines.    

-x-

Luego de ambos albinos se cambiaran, Ryou se acostó primero, acurrucándose de perfil en un lado de la cama —Ya puedes quitarte la sortija si quieres.

—No me molesta, suelo dormir bocarriba —a Ryou se le escapó una sonrisa, viéndolo tumbarse a su lado, pero dejando cierto espacio entre medias —… ¿Puedo saber que te dijo Alister antes de irse?

— ¿Te diste cuenta? —Bakura asintió —cuando Raphael dijo lo de que muchas parejas seguramente estén… ya sabes —movió la muñeca —me susurró “tú y yo podríamos entrar en ese porcentaje ¿qué te parece si te acompaño a tu habitación?” —relató, haciendo una mueca que delataba inconformidad total.

Bakura frunció el ceño, indignado por ello. No sabía porque le molestaba tanto todo lo que involucrara a Alister con Ryou pero ni quería ni se pondría a analizarlo por lo pronto.

— ¿Qué le dijiste?

— “Ni en tus mejores sueños”

—Bien dicho, es un desvergonzado.

—Lo sé —Ryou ahogó un bostezo en la almohada, su cola quedó completamente extendida en la cama a su espalda —buenas noches Bakura —dijo adormilado, provocando una pequeña sonrisa en el mayor.

—Dulces sueños, Ryou —le regresó, acomodándole unos pocos mechones que enmarcaban su rostro y se quedó así, hasta que el sueño lo acogió.

-x-

Malik entró en su habitación de forma sigilosa, tratando de no hacerse notar a Marik, por si este ya empezaba a quedarse dormido. Cerró la puerta en el mayor silencio que pudo y miró a la cama, el mayor estaba tumbado de lado en un lado de la cama, dejando un espacio considerable en esta y girado hacia el borde de la misma. Malik sonrió un poco y caminó hasta el lecho, donde levantó con su cola, la almohada para sacar el pijama que había dejado allí con anterioridad y se dirigió al baño para cambiarse.

Todo en el mayor silencio que pudo, cosa que no le fue muy difícil, después de todos los zorros son muy agiles.

Finalmente apagó la luz y salió del baño para acostarse en la cama, se acostó del lado que casi pegaba a la pared y se quedó quieto por la pena que le daba compartir cama con un muchacho que alteraba los sentidos. Por suerte, el peculiar aroma del aire acondicionado evitaba que el aroma de Marik llenara toda la habitación y le hiciera perder la cabeza, en especial cuando se dio cuenta de que el mayor aún tenía puesto su collar.

— ¿No me vas a dar las buenas noches? —estaba tan atento a sus pensamientos, que soltó un respingo cuando Marik se giró en la cama y le miró, hablándole en broma.

—Oh, amm, no quería molestarte por si te estabas quedando dormido —se excusó, ladeado la cabeza hacia él para mirarlo tambien.

Marik flexionó un brazo para apoyar su cabeza en una mano y conversar de forma más cómoda — ¿Qué tal con las chicas?

El kitsune se encogió de hombros —dejamos a Tea y a Mai en sus camas y salimos enseguida, su compañera de piso estaba ahí —explicó, jalando un alargado almohadón afelpado para abrazarlo y colocarlo bajo su cabeza, al acomodarse de perfil.

Marik sonrió — ¿te incomoda esto? 

—No… es un poco extraño porque no nos conocemos de mucho, pero no es la primera vez que duermo con otro chico —se encogió de hombros sin más.

Marik torció un poco el gesto — ¿has tenido novio antes? —consultó como si no le importara.

Malik negó con una sonrisa —Yugi y Ryou —explicó sencillamente.

—Ya veo —musitó de forma distraída, mirando por sobre la cabeza del hanyou.

— ¿Qué pasa? —Malik ladeó la cabeza lo que su posición le permitía, tratando de descifrar lo que su acompañante miraba — ¿quieres tocar mis orejas? —trató de adivinar, con una sonrisa divertida.

Marik se sonrojó un poco al verse descubierto —no quiero molestarte.

Las orejas de Malik se inclinaron un poco en su dirección —está bien, hazlo si quieres.

Marik se sorprendió, llevando dudativamente una mano hacia su cabello —el otro día dijiste que no te gustaba que lo hicieran —recordó.

—A pocas personas se lo permito —se mordió el labio inferior cuando la cálida palma presionó su cabello, entre medio de sus orejas, y empezó con suaves caricias que le erizaron el pelaje y le provocaron ahogar un jadeo.

—Son suaves —mencionó quedadamente.

—Gracias —murmuró, arrullado por los mimos, al punto que su cabeza cayó un poco más cerca del pecho del mayor —un poco más abajo —añadió sin darse cuenta, su cola empezó a menearse arriba y abajo.

Marik sonrió de lado, con más confianza deslizó sus dedos tras la oreja derecha, acariciando con cuidado la base de su oreja, el sosegado que escapó de la boca de Malik los apenó a ambos por lo que no se miraron a los ojos pero el mayor continuó su acción.

— ¿Marik?

— ¿sí?

—Que tengas dulces sueños —deseó, sabiéndose al borde del sueño, acurrucándose más en su lugar, sintiendo aun las caricias en sus orejas.

—Que descanses Malik… —respondió el mayor, acomodando su cabeza contra la del hanyou, quedando ambos muy juntos.

Marik se quedó allí, acariciando el sedoso cabello hasta que el mismo se quedó dormido.  

Continuará…

Notas finales:

*en plan, David en la primera película de Lilo & Stich.

*Hay una imagen de esta escena, pero como no se poner imágenes aquí, pueden ir a verla en el capitulo subido en Wattpad. 
¡Viki! Usé aquí uno de tus dibujos, dándote tus (obviamente) respectivos créditos. Ve a verla si quieres (de paso lees la antoación que hice) y espero que te haya gustado el capitulo ^^

¡Lamento la demora! Hasta yo me sentía mal sin escribir. 
Hubo una semana que me sequé sin ideas ¡y a la siguiente ya estaba entrando a parciales de nuevo! Os juro que no sentí cuando paso el segundo corte, ahora mismo rezo por mis notas ¡recen por mi tambien!

Saludos, os amo muchisimo a todos

 

¡Ja ne~nya!


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