Yugi, Ryou y Malik son tres amigos muy unidos, casi como hermanos, son transferidos a la preparatoria Domino, donde conocerán a nuevas personas, algunos más parecidos a ellos de que lo que creen. Deben aprender en quien confiar pues guardan un secreto muy peculiar, un rumor entre la mayoría de los humanos, un mito no tan ficticio como la mayoría de la sociedad cree
─Oigan, no sean maleducados ─dijo Joey, golpeando ligeramente con su puño la cabeza de Yami ─ustedes también preséntense.
─Ya vale, Joey ─el tricolor le apartó la mano, acomodándose el cabello ─me llamó Yami Atemu, un gusto conocerlos ─dijo amablemente, sonriendo al ver en especial a Yugi, luego giró a mirar a los otros dos.
Bakura levantó una mano a modo de saludo ─Bakura Thief ─se presentó ─bienvenidos ─dijo con simpleza.
─Marik Kuroi ─dijo al último, imitando al albino.
─Es un placer conocerlos a todos ─dijeron los tres nuevos, sintiéndose más en confianza con aquel grupo.
─Cuéntennos más de ustedes ¿por qué se cambiaron a mitad de curso? ─preguntó Joey, empezando a comer… después de todo era hora del receso, todos lo imitaron.
─Bueno, hasta el semestre pasado íbamos a diferentes colegios ─empezó Yugi ─pero convencimos a nuestros padres de ponernos en el mismo curso ─se miró con Ryou.
─Y como Malik cambió de domicilio y también tenía que cambiar de escuela optamos por entrar juntos a una nueva ─completó el albino.
─ ¿Viven cerca de aquí? ─consultó esta vez Duke.
─Si y nuestras casas también quedan cerca entre si ─respondió Malik.
─Aunque Yugi y yo prácticamente vivimos juntos en su casa ─sonrió Ryou.
─ ¿y eso por qué? ─preguntó Joey.
Ryou se encogió de hombros ─para estar solos casi todo el día preferimos estar juntos y Malik casi siempre está con nosotros pues de su familia trabajan todos.
─Los entendemos ─sonrió Joey ─mi hermana y yo pasamos mucho más tiempo en casa de Seto con él y su hermano que en nuestra casa.
─ ¿Tienen hermanos? ─curioseó Yugi.
─Sí, media hermana menor, solo por parte de mamá y es humana, su nombre es Serenity, tiene doce años ─miró a Seto.
─Mi hermano Mokuba tiene 10 años ─añadió el castaño de ojos azules.
─El resto somos hijos únicos ─comentó Duke ─excepto por Marik y Bakura.
─Mi hermano es el mayor, se llama Odion ─respondió el moreno.
─El mío igual, se llama Akefia.
─Nosotros igual ─corearon Yugi y Ryou ─Malik es quien tiene una hermana.
─Mi hermana mayor, Ishizu ─sonrió el oji-lavanda al mencionarla.
─ ¿Qué edad tienen? ─preguntó esta vez Ryou.
─16 ─respondieron Yami, Bakura, Marik, Seto y Tristan.
─15 ─dijeron Joey y Duke ─ ¿y ustedes?
─15 ─respondieron igual Yugi y Malik.
─16 recién cumplidos ─concluyó Ryou.
─ ¿qué les gusta hacer? ¿Algún hobbi? ─lanzó ahora Duke.
─Nos gustan los juegos, sobre todo los videojuegos ─respondió Yugi.
─ ¿A quién no, amigo? ─rió Joey.
─Es cierto ─apoyaron Yami y Bakura.
─A veces, también nos gusta cantar… cuando estamos solos ─reveló Yugi algo apenado.
─Claro, yo igual, la ducha de mi casa ama mis conciertos ─rió el rubio, contagiando a la mayoría de su risa.
A estas alturas ya todos habían terminado de comer y simplemente conversaban animadamente.
─ ¿Hay más hanyous en esta institución, cierto? ─preguntó de pronto Ryou.
─Sí, hay tres chicas ─respondió Duke ─dos en el salón A y una de segundo año*
─Mai Valentine de segundo año es una hanyou de washi* ─dijo Joey ─Rebecca Hopkins es una kuma-hanyou ─enumeró con sus dedos, luego le dirigió una mirada pícara a Yami ─y Tea Gardner, hanyou de kitsune*, es la novia de Yami ─dijo burlón. Yami frunció el ceño mientras Bakura y Marik se largaban a reír.
─ ¿Tu novia? ─consultó Yugi, extrañado de no ver ningún accesorio en Yami que identificara su unión con la hanyou.
─ ¡No es mi novia! ─gritó Yami entre molesto y avergonzado, soltándole un puñetazo a Joey en el hombro ─esa chica quiere conmigo pero ella no me gusta para nada, si acaso solo una amiga ─estableció serio, cruzándose de brazos. Yugi simplemente ladeó la cabeza.
─Acertaste en que había una de tu especie aquí, Malik ─le dijo Ryou.
Malik simplemente asintió, mordiendo el labio inferior de forma distraída.
─Y ya, que sepamos no hay ninguno en los salones de tercero ni cuarto año ─concluyó Duke.
En ese momento sonó la campana ─ ¿Qué? ¿Tan pronto? ¡Qué pereza! ─bufó Joey.
─Deja de quejarte cachorro, vamos ─Seto le tendió una mano, ya estando en pie. Joey aceptó el gesto, poniéndose en pie mientras hacía desaparecer sus orejas y cola igual que sus semejantes. Pronto todos se encaminaban al salón de clases.
Como el profesor aun no llegaba, esta vez Ryou se sentó en la banca junto a Malik, dejando solo a Yugi adelante. El pequeño neko no notó que Yami lo miraba de reojo.
El profesor de biología entró apresurado y con la cabeza prácticamente enterrada en un libro de ecosistemas marinos, se dirigió a su escritorio donde dejó su maletín y tomó un marcador para escribir en el tablero, aun sin mirar a sus alumnos ─saquen sus libros y formen equipos de dos, haremos un taller en parejas ─sentenció mientras escribía lo que posiblemente era el tema de la actividad.
Los tres recién llegados fruncieron el ceño ligeramente, Malik estuvo a punto de preguntar si admitía un grupo de tres* cuando Yami lanzó disimuladamente un papelito hacia la mesa de Yugi. El oji-amatista lo tomó curioso y lo desdobló con cuidado para leerlo “¿quieres hacer pareja conmigo para el trabajo?” Yugi se sorprendió un poco al leerlo, miró de reojo a sus mejores amigos antes de dirigir su vista a Yami y asentir quedadamente con una apenada sonrisa.
Para muchos fue una gran sorpresa ver a Yami tomar su mochila para levantarse de su asiento y cambiarse de puesto al lado de Yugi, donde sacó su libro de biología dejándolo sobre la mesa para dirigirle una pequeña sonrisa al tricolor menor.
La siguiente hora y media todo el salón estuvo trabajando en el taller, el tema era Ecología de la población, hablaba sobre las tasas de natalidad y mortalidad… o eso fue lo que entendió Yami, se entretenía más distrayendo esporádicamente a Yugi para charlar de cualquier cosa, ya fuese para decirle que tenía una letra bonita o para comentarle algo sobre el colegio.
Yami descubrió que, pasar tiempo con Yugi, era divertido.
─Ne ─lo llamó por enésima vez.
─ ¿sí? ─sorprendentemente Yugi no parecía molesto, de hecho le agradaba hablar con él. Jamás se había sentido tan cómodo con un humano.
─ ¿Tienes móvil? ─preguntó.
─Amm sí ¿por qué? ─respondió descolocado, dejando de escribir la respuesta.
Yami sacó de su bolsillo un celular táctil con forro negro y azul, lo mantuvo a nivel del escritorio por si acaso el profesor volteaba a verlo ─ ¿quieres que intercambiemos número? Podríamos escribirnos o hablarnos de vez en cuando ─propuso.
Yugi se sorprendió un poco ante la propuesta de Yami pero le sonrió apenado y sacó su móvil, de un modelo parecido pero con un forro morado y celeste, lo desbloqueó y cedió a Yami para que guardara su número mientras hacía lo propio en el teléfono del oji-vino.
Luego de terminar la clase los llevaron a todos al auditorio para que, con un discurso de bienvenida del director, se dieran por terminadas las clases de ese día.
─Ayyy ─se estiró Joey ─por fin, sentí el día eterno ─comentó mientras salían todos de la institución.
─ ¿Vamos a algún lado a pasar la tarde? ─preguntó Tristán.
─Lo siento hermano, pero yo le prometí a Serenity que la iría a recoger ─se disculpó Joey, mirando la hora en su móvil.
─ ¿Vendrán después a casa? ─le preguntó Seto.
Joey asintió ─ella me dijo que Mokuba también la había invitado ─se acomodó la mochila en la espalda ─te veré después.
─Entonces te espero, ten cuidado.
─Sí Seto, seré un buen chico ─dijo con gracia, empinándose para darle un beso en la mejilla ─nos vemos mañana amigos ─se despidió, retrocediendo de espaldas hasta llegar a la puerta del colegio donde salió corriendo.
─Hasta mañana ─respondió la mayoría.
─ ¿Cuál es el ansia Yami? Yo sé que nadie quiere estar en la escuela pero estás mirando a todos lados como si tuvieras delirio de persecución ─se burló Bakura.
─ ¿Estás buscando a tu novia? ─le siguió Seto.
─Cállense los dos ─regañó el tricolor ─me encantaría poder terminar el primer día sin que Tea me salte de la nada ¿podemos apresurarnos? ─pidió ‘amablemente’
Bakura y Marik soltaron la risa.
─Como sea, nos vemos mañana ─se despidió Seto.
─Te acompaño a casa Duke ─dijo Tristán, rodeándole los hombros con un brazo.
─Sí, hasta mañana a todos ─se despidió el lobo, tomando su camino con su novio.
─ ¿Vamos a mi casa? ─preguntó Yugi.
─Sí, mi hermana no llega hasta en la noche ─afirmó Malik.
─Pues andando ─apuró Ryou.
─ ¿Hacía que lado van? ─consultó Marik, Yugi señaló hacia la derecha ─creo que podremos seguir un rato juntos ─comentó al saber que era el mismo camino que él y sus amigos tomaban.
─Suena bien ¿nos vamos? ─apresuró Yami, caminando rápido hasta la puerta del colegio.
Bakura y Marik soltaron la risa, siguiendo junto a los tres hanyou.
─ ¿Qué tienes contra la pobre chica? ─se aventuró a preguntar Malik con algo de gracia.
─No te lo tomes personal ─dijo Yami, ya reduciendo el paso y recordando que Malik era de la misma especie de Tea ─es que se pone algo intensa ─suspiró con pesadez.
─ ¿Te ha ofrecido su amuleto? ─consultó esta vez Yugi.
─ ¿Qué? ─preguntó Yami.
─Como los colgantes que tiene Seto y Tristán ─explicó Ryou ─todos los hanyou tenemos un accesorio especial que representará la unión con nuestra pareja ─sacó de su bolsillo una sortija dorada con cinco dijes en la mitad inferior y el ojo de Horus grabado en un triángulo del medio. Bakura se quedó algo ido viendo el objeto hasta que Ryou lo guardó de nuevo, entonces agitó la cabeza, confundido por ese lapsus.
─Ah sí, era un collar con el dije de la Triqueta* o algo así ─recordó Yami ─la verdad me agrada usar accesorios ─enseñó su muñecas con varios brazaletes en ellas ─pero lo vi y no me gustó para nada.
─Eso quiere decir que no eres su pareja ─sentenció Yugi ─no solo los hanyou sentimos la conexión especial con nuestra pareja, el humano también lo percibe aunque en menor intensidad al principio, pero cuando entra en contacto con el accesorio se convierte en algo preciado para él.
─Ya sabemos porque Seto y Tristán NUNCA se quitan su cadenita ─rió Marik ya que Bakura estaba algo pensativo acerca de lo que había sentido al ver aquella sortija.
─Eso es interesante ─dijo Yami, genuinamente interesado ─Joey y Duke casi nunca nos hablan de las costumbres de su especie ─comentó.
─Bueno, nosotros no estamos acostumbrados a hablar tan abiertamente con los humanos ─respondió Malik.
─Bien, nosotros nos vamos por la derecha ─dijo Yugi, al llegar a una calle especifica.
─Nosotros seguimos recto por aquí ─se lamentó Yami ─ ¿nos vemos mañana?
─Claro, hasta mañana ─se despidió el oji-amatista.
─Hasta mañana ─le imitaron Ryou y Malik.
─Nos vemos ─se despidieron Bakura y Marik. Yami agitó la mano y ambos grupos siguieron su camino.
─Oye Fluffy ¿por qué tan callado de repente? ─lo molestó Marik.
─No pasa nada ─luego cayó en cuenta de las palabras del moreno ─ ¡y te tengo dicho no me llames así, pedazo de inepto! ─gruñó con el puño derecho alzado.
Yami y Marik no pudieron evitar reír por la cara de enojo de Bakura.
Continuará...
