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ESPECTRO ....DE AMOR L1 por Lory Backon

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Notas del capitulo:

Hola a todos!

Muchas gracias a los que leen y comenta! Bueno pues aqui esta nuestro capitulo doble de final de mes. Espero les guste.

Recuerden que tenemos dinamica para el segundo libro, pueden decir de donde nos leen, y que cosas les gustan  se vale decir todo hasta perversiones!

Un abrazo de oso.

Lory B.



- Samael por que me haces esto? Déjame! Suéltame! Suéltame Samael me duele!
- Debes dormir Theobald.
- No! No por favor! No!
- Theobald debes dormir.
- No! Quiero estar contigo, quiero ser como tu y estar despierto por siempre, Samael no me hagas esto! No me dejes solo....
Theobald alargo su mano en mi dirección y yo la envolví entre las mías, su mano suave y caliente se aferro a mi, entonces bese el dorso de su mano con delicadeza y este comenzó a sollozar.
- No!- Grito furioso.
Me levanté y fui por la aguja, la prepare como bien sabía hacerlo y regrese a su lado.
- Debes dormir Theobald.
- Maldito y mil veces maldito! Te odio Samael! Te odio!
Le baje el pantalón y este intento zafarse pero las correas eran siempre más fuertes y de una calidad suprema. Le encaje la aguja en el suave muslo izquierdo haciendo acopio de mis mejores técnicas para que no le causará mucho dolor pero este se revolcó en la cama profiriendo maldiciones hacia mi.
Una vez terminado el ritual deseche la jeringa y me senté a su lado.
- Ya, tranquilo Theobald, relájate , es necesario, es por tu bien.
- Lárgate maldito infeliz!
Me levanté siempre dispuesto a complacerle, cuando esté comenzó con los sollozos de nuevo.
- No! No! No me dejes, te lo suplico! Samael !
- Theobald dime que deseas y te lo daré.
- Hazme como tú.
- Eso es imposible Theobald, eres un humano.
- No! Yo odio a los humanos, yo ... Yo....
El sedante comenzaba a hacer efecto. Sus miembros se relajaron y yo me trepe a su lado en la cama.
-Quieres que me quede a tu lado?
Este asintió ya medio dormido y yo le acaricie las mejillas
- Samael, no me vas a dejar verdad?
- No Theobald, no te voy a dejar.
- Samael?
- Dime, Theobald?
- Hazme.....Como tú....Hazme un...Espectro. Soy tuyo...
Este había caído ante los efectos del sedante pero lamentablemente yo estaba más consciente que nunca. Theobald estaba realmente mal y no había sedante para mi.
En los últimos meses Theobald había atacado a más personas, había atacado a enfermeras, doctores, personal del hospital, su rabia hacia los humanos iba más allá de todo, incluso se había atacado a sí mismo, los espejos ahora eran algo prohibido. Esa tarde una de sus enfermeras creyendo que estaba sedado por completo le dijo que le ayudaría a sentirse mejor y comenzó a arreglarlo, su cabello, limpiar su rostro, la mujer al terminar le enseñó su reflejo en un espejo de mano y Theobald la atacó, con solo ver su propio reflejo humano, solo eso fue suficiente, la mujer a tiempo huyó despavorida gritando y yo aún a pesar de que era de día me lance a ver qué había sucedido, Theobald había logrado atrancar la puerta y rompió el espejo frente a mi, de inmediato hice acopio de todas mi fuerza demoníaca y derribe hasta el marco de la puerta sin importar lo que pensaran en el hospital, pero Theobald era rapido y se cortó la garganta de tajo cayendo en mis brazos.
Para su mala suerte estaba tan ofuscado que el corte no fue tan profundo e incluso su vida no corrió peligro en ningún momento, pero la cicatriz de las puntadas fue algo que quizás si le dolería.
Después de ese accidente decidí llevarlo a casa ya que este lloraba todo el tiempo pidiéndome esto y si era una de esas pequeñas cosas en las que podía complacerle lo haría.
En casa las cosas no mejoraron mucho, pero al menos estaba yo ahí para detener su furia y sus luchas que eran tan ardientes como fiebres de siglos antiguos aunque algunas veces Theobald parecía ser tan frío, que me sorprendió por completo como es que había logrado ocultar tanto en su mente, debí ser el espectro más idiota del universo al creerme toda esa dulce correcta y piadosa actuación de Theobald, el no era más que un niño pequeño, nunca había crecido, seguía siendo aquel pequeño que me había topado en Irlanda, aquel hambriento niño que por unos billetes había saqueado la iglesia.
Theobald se revolvió entre mis brazos, y su respiración se agito como una marea a la cuál había sido arrastrado yo....Tanto había odiado yo al mismo mar por lo que había sucedido con Allen, yo que me había alzado a exigirle a Sidney que debía tomar una decisión con respecto a su humano pero lejos de la asamblea pues perturbaría la paz de esta, tanto que había detestado a Allen e incluso a Sid por permitirle todos esos desplantes y actos de exhibicionismo, tantos deseos de que Sid matara a ese que se lo estaba comiendo vivo, " Por dios eres el Leviatán, pon al humano en su sitio, hazle saber quién manda" Si, ahora escucho esta canción todo el tiempo, no por que alguien mas me la cantara, sino por que mi propio fantasma se burla de mi y me la dice una y otra vez, pero ahora entiendo un poco más a Sid, ahora donde quiera que quisiera poner a Theobald este se llevaría mi corazón y por lógica tendría que seguirle, y aunque parezca cursi y chocante el lo vale, es una imagen divina del amor humano.

Tome mi decisión yo solo y regresé entonces a donde nuca hubiese deseado regresar esa misma noche, viaje lo más rápido que este cuerpo muerto le lo permitía y comprobé que había lugares que no cambiaban con el tiempo. Regresé a Irlanda del Norte donde todo había comenzado, la parte turística había cambiado para bien pero la parte cruda de Irlanda del Norte, la parte de donde yo había cortado esa flor seguía igual de envenenada y maliciosa o quizás ahora era peor. Yo sabía de memoria el camino a su casa pero antes de ir a ese lugar decidí darme una vuelta por aquella ciudad perdida de donde me lo había llevado esa última vez. De la iglesia solo se levantaban unas ruinas en pie, y para mi descontento ahí seguía el enemigo, sentado a los pies de lo que había sido la escalera, las mismas ropas viejas que asco.
Merodee a mi gusto por la noche pero no halle más que vicio, maldad y muerte. Regresé al pie de la iglesia y le mire con asco, no tenía por qué hablarle pero sentí deseos más aún así me refrene.
- Que querías contarme Belcebú?
- Por que me estás hablando?
- Por que no?
- No lo sé, ustedes son raritos.
Este sonrió y su blanca dentadura me causo ira.
- Quizás si lo somos, pero no seas tan severo con nosotros.
- No soy severo soy sincero.
- Como está el chico? Ha sido feliz?
- Cual chico?
- El pequeño que te llevaste hace 14 años.
- Que buena memoria tienes, no se supone que ustedes dejan de contar los milenios?
- Bueno me esfuerzo, pero cuéntame ha sido feliz?
- Mucho.
- Me alegro, sabes estar siempre al lado de entes como nosotros es un precio muy caro a pagar, pero bien lo vale si son felices pero... Tú lo has sido cierto?
- No le veo el caso a que converses conmigo.
- Yo si, hacía siglos que no hablaba con nadie pero ahora me apetece ejercitar mi conversación, vamos Belcebú no le niegues este placer a un enemigo.
- Bien - Dije fastidiado - Que quieres?
- Cuéntame de tu felicidad con el chico humano.
Me senté en medio de la noche a unos metros de mi enemigo y le conté sobre mi vida al lado de Theobald, detalles menores este escucho e interrumpió todo lo que le dio la gana, parecíamos dos viejos conocidos charlando pero éramos lo opuesto, éramos íntimos enemigos.
El sol casi despuntaba y yo no me había dado cuenta pues me había embelesado hablando de Theobald con aquel indeseable.
- Es tiempo de irme.
- Belcebú, aguarda un poco.
- El amanecer....
- Lo se- Me interrumpió- Lo se, pero escucha lo que tengo que decirte.
Voltee fastidiado y dije.
- Que deseas?
- Yo...Yo se que esta mal, que voy a cometer un crimen contra ti al ofrecértelo pero no tengo opción.
- Ah?!
- Si deseas salvarle en cualquier forma debes entregarte tu mismo primero, para salvarle a el, el chico no tiene tiempo, ha sido malvado y brutal y es por eso que estás tan enamorado de él y el tan enfermo. Es por aquello que tú debes entregarte a mi, descuida no pretendo que sea hora mismo; se que querrás intentar otras alternativas que de cualquier manera tendrían que ser, pero no tardes mucho en decidir que deseas salvarle pues no estaré mucho más por aquí.
- Que tonterías dices? Yo pedirte a ti que lo salves?
- No Belcebú no me lo vas a pedir , te vas a entregar a mi para salvarlo.
- Que estupidez, estás loco.
- Quizás- Sonrió de nuevo pero esta vez más apagadamente- Pero te esperaré y lo deseo ansiosamente aunque sea un crimen que tú esencia ya no esté por aquí, aunque se pierda.
Me marché de ahí molesto, como podía hablarme así, yo entregarme a el? Qué no se supone que la humildad era su principal cualidad, no acaso por eso todos los alababan allá arriba?
El amanecer me sorprendió y tuve que refugiarme en una cabaña abandonada, que apestaba horrible a orines y humedad.
Por la noche fui a comprar un atuendo más propio, luego de eso me dirigí a ese barrio miserable donde sabía que aún quedaban restos de la prole de Theobald.
Una luz mortecina venía de adentro de la casa que estaba más horrible que nunca, la puerta ya no era de madera sino de un aluminio corriente , se había adherido el moho a las paredes y los vidrios de las ventanas estaban sino rotos quebrados.
Me pare afuera de su puerta por un rato pero sabía que mi presencia no pasaría desapercibida cuando salió una mujer de unos 40 años y se dirigió de manera hosca a mi.
- Hey usted que desea?
Yo voltee a verla, esas esmeraldas, eran muy parecidas a las de mi Theobald pero las de ellas se miraban sucias, apagadas.
- Buenas noches madame vengo a buscar a una señora que vivía antes aquí.
- Antes aquí han vivido muchos otros.
- Seguramente eso es cierto pero la señora que yo busco tenía muchos hijos entre ellos un amigo mío de la infancia, el se llamaba Theobald.
La mujer se puso rígida al escuchar el nombre de este y su gesto se tornó en uno familiar.
- Quien es usted?
- Un amigo de la infancia, ya le dije.
- De Theobald?
- Si.
- Mi hermano no tenía amigos.
- Así que es usted su hermana?
- Si, me llamo Ain, soy la mayor.
- Así que usted es Ain eh? Mucho gusto me llamo Lucius Amadeo.
- Mucho gusto- Contesto ella igual de hosca.
- Disculpe se ve que las cosas no han cambiado por aquí le molestaría ....- Le señale el interior de su casa y está me miro con desconfianza pero con un ademán me invito a pasar.
- Siéntese, desea algo de agua para beber?
- No madame estoy bien gracias, es solo que hacía años no venía por aquí y no sopesé las consecuencias de venir así de repente.
Por dentro era mucho peor la casa, el moho se había logrado colar y apestaba a este y a un hedor humano asqueroso.
- Dice que fue amigo de mi difunto hermano?
- Si, pero difunto? Como es eso posible?
- Theobald murió hace años o al menos para nosotros lo está, está muerto y enterrado.
- Entonces murió o no murió ?
- Nadie sabe, nadie quiere saber, yo no quiero saber, Theobald siempre fue un problema.
- En serio?
- No se como haya sido con usted; pero aquí en la casa era muy callado y reservado, nos odiaba a todos, incluida a mi madre que dio todo por el, incluso en su lecho de muerte se acordó de el.
- Pero su madre murió? No!- Dije con una buena actuación- Era una santa.
- Eso es cierto Señor Lucius, mi mamá era una persona muy buena incluso con aquel no se lo merecía- Está hizo una pausa que parecía que la llevaba al pasado tomo aire y prosiguió- Con mi padre, con mi hermano Ëige e incluso con Theobald, mi mamá fue muy buena con ellos y como le pagaron ellos? Con desdicha e infelicidad.
- Vaya, pero que terrible, cuénteme usted los detalles, cuando yo conocí a Theobald puedo reconocer que el era callado pero siempre se lo atribuí a que fuera tímido o falto de carácter.
Yo mentí pues sabía que Theobald sería todo menos falto de carácter .
- Nada de eso....A que edad conoció usted a Theobald?
- A los cinco años?
- Donde?
- Mis padres tenían una casa en Lenadoon Av. El sacaba la basura de mi casa, algunas veces ayudaba a mi madre con las bolsas del mercado, el y otros muchachos, mis padres les pagaban cosa de nada por esas tareas ya que muchas veces la maid no lo hacía bien.
- Entonces es usted un joven de sociedad?
- No madame en realidad nada de eso, quien en nuestra amada Irlanda lo es? Además mis padres no eran tan adinerados, como le he dicho les daban cosa de nada.
- Vaya! Eso es algo que yo no sabía .
- Por favor continúe.
- Mi hermano Theobald era uno de los menores, desde que nació siempre fue muy raro sabe usted? Theobald no gustaba de jugar con los demás o al menos no con ninguno de nosotros, desde los tres mi hermano Ëige se lo llevó a la calle contra los deseos de mi mamá o del propio Theobald, mi hermano Ëige siempre fue un ingrato y además un vago, Ëige tenía 12 y Theobald 3 cuando se lo llevaba a pedir limosna, lo dejaba parado en alguna calle concurrida y le amenazaba con que si no llegaba a la meta lo haría apalear por mi padre....Otro que era una escoria, quizás eso lo heredó Ëige de el, por qué de mi madre jamás. Ëige regresaba por la noche por Theobald para dejarlo en la puerta de la casa y llevarse el dinero que Theobald había ganado mendigando y se lo gastaba en las parrandas.
- Quizás por eso Theobald se hizo de esa manera no cree madame?
- No señor, no lo defienda, podría aceptar que Theobald fuera arisco con Ëige o con el resto de nosotros pero con mi madre? Ella siempre le procuraba en casi todo.
- Si, es difícil no pensar en su madre como una buena cristiana.
- Ve a lo que me refiero? Theobald creció y se volvió más retraído y hosco con nosotros, su familia. Era como si desease que nos muriéramos para poder ser feliz. Sabe usted cómo yo y mi madre sabíamos todas esas cosas? Su silencio, nunca hablaba y ese silencio era más acusador, su silencio y su edad, a los cinco años no se que le habrá pasado pero comenzó a comportarse raro, comenzó a tener un apego a la iglesia genuino que le duró un par de años, ninguno de nosotros fue muy instruido en la escuela señor, pero Theobald decía que iba a aprender a leer pues quería leer la biblia, eso le dijo a mi mamá y está le enseñó a rezar, mi mamá tenía tantas esperanzas de que fuera una señal divina de que Theobald se convertiría es sacerdote que no dudaba al dejarlo horas y horas en la iglesia incluso cuando mi padre se lo llevaba a trabajar a la cuidad perdida, incluso a esa vieja iglesia que ahora se cae a pedazos iba y se metía las horas y mi papá lo sacaba a palos. Un tiempo estuvo muy obsesionado con un rezo que yo no entendía bien, bueno nadie, decía que le rezaba a un ángel; estaba enloqueciendo decían mis hermanos, incluso rezaba cuando mi padre lo apaleaba, creo ahí rezaba más fuerte- Dijo la mujer riéndose descaradamente y unas voces de culpa me sobrevinieron en ese momento, recuerdo haber ignorado su llamado, sus súplicas de que acudiera, ella prosiguió- Un par de meses después dejo eso de la religión, pareció que no le funcionó y volvió a ser el mismo hasta que una vez que mi papá le había castigado por no traer dinero a casa, lo mando a dormir la semana completa al techo sin comida, pero mi madre era un ángel y le llevo un poco de pan con agua en un tazón, no tenía más pues mi papá tenía bien contado lo poco que había, una de esas noches no sé a ciencia cierta que pasaría pero al día siguiente Theobald se veía más contento aunque mi padre lo matara a palos a el la sonrisa de los labios no se le quitaba.
Una especie de viento se coló por una de las ventanas rotas de esa casa hedionda mientras ella manchaba los recuerdos de algún otro que no era mi pequeño de ojos verdes.
- El acabose fue una ves que el desapareció por días, estaba de nueva cuenta castigado en el techo por haberse negado a ir a saldar una deuda en una cantina, nadie supo como escapó pero apareció unos días después con ropa fina y medicamentos, mi papá y mis hermanos mayores le dieron una golpiza preguntándole donde había estado y de donde había sacado todo eso pero, el se negó a hablar, en serio fue una gran golpiza, uno le cerró el ojo y otro le rompió una pata de la mesa en la espalda y bueno... Luego mi padre le llevo a la cuidad perdida, le dijo a mi mamá que Theobald se iría pues estaba muy mimado y necesitaba convertirse en hombre, madurar, mi mama tuvo que dejarlo partir, el último momento que estuvieron juntos mi mamá le abrió los brazos pero Theobald se negó a abrazarla más aún así mi mamá le metió entre sus brazos y beso su cabeza, le bendijo para que le fuera bien y Dios estuviera siempre con el; pero el muchacho no dijo nada....Ingrato! Se lo llevó al atardecer, no supimos por un tiempo de él hasta que después mi mamá quiso verlo y mi papá le daba excusas, eso no termino bien y mi mamá fue a ver a la cuidad perdida, al parecer la cantina se había quemado hacía unos meses y por lo que le dijeron con Theobald adentro; aunque nunca encontraron un cuerpo ni nada, no se que había sucedido pero mi mamá comenzó a enfermarse decía que Theobald no estaba muerto, que el diablo se lo había llevado... Sabe usted? Mi mama fue diagnosticada con tisis y de eso murió, pero en sus últimos momentos me contó que un hombre había venido a preguntar por Theobald justo un par de semanas o más después de que mi papá lo llevase a aquel lugar y que le dio dinero por el, que la bendijo y ella creyó que había sido un milagro; que un ángel había venido a ayudarla pero que había reflexionado mucho el asunto y había llegado a la conclusión de que no había sido un ángel sino el mismísimo Satanás quien le había dado ese dinero a cambio de la vida de su hijo. Mi mamá murió entre sus lágrimas y arrepentimientos por venderle a Satanás a su Theobald.
- Y usted que cree? De verdad cree que Theobald fue acogido por ese ser maligno?
- Yo no creo nada señor, mi mamá estaba delirando en esos instantes y casi todo lo que decía eran cosas vagas y sin sentido pero ....- Ella hizo una pausa para reflexionar su respuesta y continúo- Pero creo que si Theobald está vivo es mejor que se quede donde esta, lejos de este lugar donde no hay nada para el, ni nadie que desee que vuelva, el nunca fue como nosotros, no señor ya lo he dicho, el no quería ser parte de esta familia, lo mejor es que este muerto y que así se quede,que importa si se lo llevó un ángel o el mismo demonio, no serviría de nada el saber, no regresaría el tiempo para darle el consuelo en su lecho de muerte a mi madre, que lloró y murió en esa pena tan grande creyendo que le había vendido a su hijo al diablo por unos billetes.
- Entonces lo que usted quiere decir es que aún si Theobald estuviera vivo no le gustaría tenerlo aquí?
- Exactamente señor, Theobald ya no tiene familia ni vivo ni muerto, incluso no hay una tumba, es como si hubiera desaparecido, como si nunca hubiese existido y así quiero que se quede, yo no soy mi madre y suficiente tengo que soportar con que Ëige este en prisión de nuevo, que otros de mis hermanos sean unos vagos buenos para nada, soportar a mis hermanas las cuales viven aquí adosadas y no paran de tener hijos que no pueden mantener, más mi propia familia! No, uno más seria inconcebible!
- Pero no se ha puesto a pensar que quizás Theobald pueda estar enfermo o no se....Quizás los necesita.
- No! No es algo que me ocupe el pensamiento, acaso el se ocupo de eso cuando su madre lo estuvo? Mi mamá murió en la más absoluta miseria y pena, usted cree que me importaría que Theobald la estuviera pasando mal? Además solo sería una boca más que alimentar, más problemas y peor si estuviese enfermo, no! Mejor que se quede muerto... O acaso sabe usted algo que ha venido a decirme?

Ella me miro como intentando adivinar si Theobald vivía o había muerto, como si pudiera leer mi pensamiento pero era una vulgar humana, de nuevo esa culpa me sobrevino con tanta fuerza, y es que a que había venido yo aquí? Por que había pensado en devolver a Theobald? No era cuestión de que no le amase, de eso estaba seguro....Era acerca de que alguien pudiera cuidar de el incluso mejor de lo que yo hubiese podido, sabía que Theobald necesitaba a los humanos, a los de su especie y tuve quizás la vaga impresión de que su madre lo recibiría en el seno de una familia y le daría el calor y la protección maternal que el siempre necesito, ese amor que le faltó y yo les proporcionaría a cambio una vida más cómoda en el sentido monetario, Theobald y su familia verdadera jamás volverían a preocuparse por eso; pero... La verdad es que igual que si ella me hubiese lanzado puñetazos feroces o el brazo de alguno de sus su hermanos, la realidad humana había golpeado sobre mi, su hermana ejerciendo su libre albedrío había rechazado mi oferta sin saberlo.
- No madame, no se más que lo que usted me ha contado y mi propósito era venir a saber algo de mi querido amigo.
La puerta se abrió y entraron unos pequeños, eran unos cinco niños y dos niñas, venían armando un escándalo horrible con risas y gritos, mugrosos, hambrientos, la ropa rota o muy parchada. De último de estos entro un pequeño castaño de ojos verdes, mis ojos se abrieron como platos venía golpeado y con las mejillas mojadas.
- Que demonios le hicieron a Theobald?
Yo voltee a ver a la mujer y esta se sonrió de seguro había visto mi sorpresa.
- Ven acá....
La mujer lo tomo en brazos y dijo.
- Mira nada más? Qué pasó?
El pequeño me vio y muy al contrario de cuando mi niño me había visto por primera vez, este se llenó de miedo y se abrazo a la mujer.
- El es Theobald señor Lucius y como vera con el ya tengo mucho, mucho que cuidar...Los niños siempre nos dan más trabajo y un niño tan miedoso y apegado como este muchísimo mas trabajo.
Un niño, un niño miedoso y apegado, miedoso y apegado, ese era mi niño.
- Es su hijo?
- Mío? No! Mis hijos quien sabe donde andarán haciendo fechorías, el es hijo de mi hermana Lucile que ahora tiene 21 años pero no se contuvo en el deseo del amor, y por deseo de mi madre moribunda nombró a este niño Theobald, y mire el nombre no le va para nada! Quizás se parezca físicamente pero su carácter difiere mucho... Gracias a Dios.
La mujer abrazo al niño que no quería ni mirarme de lo aterrado que estaba y yo asentí.
- Es completamente diferente madame.
Consulte mi reloj y era más de la una de la mañana así que me disculpé.
- Siento haber sido tan inoportuno madame y agradezco profundamente su tiempo.
- Es ya muy tarde señor y el barrio no es seguro usted mismo lo dijo, si desea puede quedarse a dormir, quizás tenga que compartir casa con dos o tres personas pero es mejor a salir y ser presa de malhechores.
- Descuide madame ha sido muy amable eso es todo lo que precisaba.
- Pero...
Me dirigí a la puerta y ella dejo al pequeño en sus brazos en tanto los otros seguían en su barullo.
- Señor Amadeus.... Por favor dígamelo...
Yo la mire y me metí en su mente, ella no amaba a Theobald; solo deseaba saber si tenía que preocuparse por alimentar una boca mas, que le diría a su marido? Sería una golpiza segura... Sus demás hermanos... Tantos problemas!
- Madame no se nada de su hermano, perdón por afligirla con mi visita pero solo buscaba a un buen amigo que se lo trago la tierra pero como usted dice quizás sea mejor así. No volveré a importunarla.
Ella asintió sin creer mi respuesta, sabía que había algo en mi que no dejaba a su consciencia tranquila.
Salí de la casa y voltee a verla, sus esmeraldas y mis ojos chocaron violentamente, sonreí y saqué mi cartera.
- Disculpe si la ofendo madame pero ...
Ella vio mi intención y sus ojos se abrieron como platos al ver mi cartera repleta de billetes.
- Que hace señor Amadeus?
- Por favor acepte este regalo por ser tan buena ...
- No! - Su gesto se tornó entre enojado y confuso- No! Por favor no me lo ofrezca.
- Por?
- Por que no quiero que sea de esta manera...
- Madame- Suspiré en una forma tan humana que casi me lo creo- Madame por favor véame bien, tengo el tipo de un ángel o un demonio?
Ella me miro y asintió.
- Bien no insistiré pues, pero de verdad era un gesto de corazón hacía la hermana buena de un amigo que me resguardo del peligro.... Disculpe madame una última pregunta , su padre?
- El señor al que él le vendió a Theobald, el de la cantina, le corto las piernas con una sierra, y la lengua con una navaja debido a que pensó que Theobald y el le habían causado todo ese mal, perdió todo, su negocio, su familia, todo su capital, decía que había cerrado un gran trato millonario cuando le hizo eso a mi padre, le dejo una nota que decía " no volverás a cerrar un negocio si no puedes hablar y no volverás a entrar por uno si no y puedes caminar", había enloquecido y dijo a todos su desgracia, pero, invenciones de alguien poco cuerdo... Mi padre vaga por ahí arrastrándose señor, aquí no es bienvenido.
Guarde mi cartera, di media vuelta y camine unos pasos cuando ella dijo...
- Espere! Quizás me haga falta un poco de su.... agradecimiento, usted sabe los niños...
Sonreí; los niños eh? Di media vuelta y saqué la misma cantidad exagerada que le había dado a su madre años tras.
- Lo se, lo se, no es mucho pero ....
Ella asintió y sus ojos se tornaron codiciosos cuando vio que si era mucho.... Seguí avanzando, había tomado mi decisión .
Regresé a Londres a la noche siguiente y lo primero que hice fue ver a mi propio miedos y apegado.
- Samael! Samael! - Dijo lanzándose a mis brazos- No vuelvas a dejarme! Me muero! Me muero sin ti!
- Ven aquí!- Bese sus labios, su cabeza y lo acune entre mis brazos. El cerro sus ojos; y sus palabras, que siempre parecían frías como hielo, se tornaron las de aquel pequeño que había conocido en aquel lugar y lo hacían arder como alcohol al fuego.
Todo lo cálido, todo lo helado, todo lo pasivo, todo lo rápido, todo lo calmado y todo lo furioso que pudo ser Theobald ahora era un pequeño niño en mis brazos y como había decidido quedarme con el, si su cuerpo no podía permanecer como el de un niño su mente si lo haría.
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- He venido a hablar contigo.
- Supongo ya tomaste una decisión eh?
- Ya.
- Estás seguro de que podrás con ello?
- No lo sé .
- Es irreversible entrar a una mente humana.
- Lo se.
- Será irreversible lo que deseas hacer.
- Lo se pero él tiene mi corazón; con 19 o con dos años lo tiene.
- Entonces hazlo Samael, veo en ti amor y convicción, algo que es inusual en un hijo de Belcebú... Puedo preguntar?

- Es esa forma en que el me dice las cosas, en que me las muestra, cuando me dice que soy suyo, y el me muestra que es mío. Es incluso lo que él no dice, pueden ser golpes de furia con el puño cerrado o lágrimas de amor, las dos van bien conmigo-Dije encogiéndome de hombros.

-Los humanos son algo inusual y dulce, no lo crees?

 

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