Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Perfect life por hikari shindou

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 ¡Hola de nuevo!

Aquí estoy con un nuevo capítulo de esta parejita.Y muchas gracias a cierta personita por su comentario. Como ya lo había dicho me animaste mucho:*
¡¡Enjoy!!

 

Okey admito que hacerla de casanova con la Reina no fue mi mejor plan, pero quien iba a imaginar que era una completa amargada que odiaba a los hombres. Terminamos todos desnudos al filo de un alto precipicio conocido como el Valle de la muerte, todos a excepción de Hinahoho.

-          Su alteza, comprendo que fue una grandísima falta de respeto hacia su persona. Pero fui yo quien la cometió, es por eso que le pido que no obligue a mis compañeros a una condena que no les pertenece. – Exigí. Es como ya se lo di a conocer a la reina, es totalmente injusto que mi tripulación pague por algo que yo he cometido. Además, no podían matar a un niño como Ja´far ¿O sí? Esa era mi mayor preocupación sumándole una gran intriga ¿Cómo mierda termino con esas enormes cicatrices en las piernas? ¿Fue torturado en sus días como asesino? Tan sumido estaba en mis pensamientos que no me percaté que una dama se acercó a Spartos, susurrándole al oído provocando que el pelirrojo se sonrojara.

 

-          Las acciones del líder habla por toda su tripulación – Respondió la rubia sin misericordia alguna.

 

-          ¡¿Es que acaso usted no tiene algo de conciencia?! ¡Va asesinar a un pequeño niño! – Dirigí mi mirada al peliblanco, este se encontraba cohibido por la situación. Nunca lo había visto en esa condición, se miraba tan adorable. Aparentaba un niño conforme a su edad, lamentablemente no era una situación apropiada para comenzar admirar al pequeño. Hinahoho hizo un intento por liberarse de esas cuerdas, iniciando una pequeña pelea. Las mujeres se acercaron al más alto con sus lanzas, trate de acercarme pero fui ferozmente empujado chocando con alguien atrás. Gire mi vista y no era otro que Ja´far.  Mis ojos casi se salen. Al chocar con el más joven provoque que avanzara más hacia el acantilado. Exhale aliviado cuando estableció su equilibrio y se quedó a escasos centímetros de la orilla, pero mi alma se fue cuando el pedazo de tierra se desborono, dejándolo caer. Mis piernas actuaron por si solas y salte del enorme barranco para alanzarlo. Cuando lo hice lo abrace lo más que pude, logre girar para ser yo quien fuera el primero en tocar el suelo. Tal vez sea algo inútil intentarlo, pero ya nada perdía con hacerlo. Gracias al cielo caímos en agua, no les mentiré ¡Dolió como el infierno! Caer de esa distancia y a esa velocidad, todo ese impacto recayó en mi espalda-No me sorprendería que una enorme marca roja cubriera toda mi espalda- Cuando subimos a la superficie a tomar aire, lo primero que hice fue verificar que Ja´far se encontrara en buenas condiciones. Suspire aliviado: No tenía ninguna herida.

 

-          Menos mal que estas bien. – Dije calmado y sonriendo

 

-          ¡¿Bien?! ¡¿Te parece bien haber caído al Valle de la muerte donde prácticamente moriremos?! – Me grito alterado. Mi sonrisa se ensancho aún más, Ja´far no se había percatado que se aferraba con sus delgados brazos a mi cuello y sus piernas en mi cintura. Tal vez mi sonrisa no ayudo  mucho a su humor, vi como levanto su mano echa puño y mi rostro era su punto de impacto. Pero algo lo detuvo, captando nuestra atención. Eran un grito  proveniente arriba de nuestras cabezas, que cada vez se hacía más fuerte. Dirigimos nuestras miradas y no era más ni menos que Spartos. Había olvidado que él también sufriría el mismo castigo que nosotros. Tome la mano de Ja´far e hice que nos sumergiéramos. Debajo del agua mantuve mis ojos abiertos, viendo al pequeño delante de mí con los ojos cerrados con fuerza y su cabello plateado ondulando en el agua, sin soltar su mano nos conduje a la orilla.

 

-          ¡Chicos! Que alegría que estén vivos – Nos habló alto Spartos a la par que nadaba a nosotros.

 

-          Valla que es un milagro – Susurro Ja´far molesto. Lo sujete de la cintura para alzarlo y sentarlo en el borde, pude sentir como se estremeció ante mi contacto.

 

-          Su…¡¡Suéltame!! – Exigió molesto, pero estando sonrojado no pude tomarlo enserio. Lo que sí hizo que lo soltara y que cayera nuevamente en el agua fue el rodillazo en mi estómago. Por tanta ternura olvide que tiene experiencia defendiéndose.

 

-                     ¡Oh! Ja´far, creo que Sinbad se lastimo en la caída – Escuche que menciono el pelirrojo una vez cerca de nosotros. Coloco su mano en mi hombro tratando de reconfortarme al verme doblado del dolor.

 

-                     No es para tanto. En un segundo estará bien – Dijo el peliblanco

 

-                     Bien. Entonces salgamos del agua – Yo seguí sin protestar a Spartos, pero el más joven de nosotros se quedó en el agua.

 

-                     Andando pequeño, si te quedas en el agua por mucho tiempo terminaras como una pasa – Le extendí mi mano para ayudarlo a salir, pero el tan solo la rechazo girando su cabeza y ese sonrojo en sus mejillas no pasó desapercibido por mis ojos. El pelirrojo me proporciono un codazo en las costillas, iba a comenzar a gritarle pero me hizo señas de que guardara silencio, señalo sus piernas y luego apunto al joven en el agua. ¡Es verdad! Sus cicatrices. Él no quería que las viéramos. Carajo, esta es una situación complicada ¿Qué puedo hacer? Si dejo que se quede todo este tiempo en el agua, bajo este infierno de calor podía enfermar, agregando que Ja´far es de piel muy sensible, si está demasiado expuesto al sol terminara con quemaduras. Mire a mi alrededor en busca de algo para poder cubrir su desnudez pero nada, absolutamente nada con que cubrir al más joven. Excepto…. – Lo lamento Spartos – Me observo confundido, lo cual aproveche para tomar parte de su turbante y rasgar una cantidad suficiente para rodear la cintura del más bajo

 

-                     ¡¡Ahhhh!! ¡Mi turbante! – Grito en llanto

 

-                     Toma Ja´far – Extendí parte del turbante que le quite a Spartos. El aludido se quedó mirando ese pedazo de tela confundido – Es para que te cubras. Sé que no ocultara toda la parte de abajo, pero al menos cubrirá algo, anda. Por favor, no quiero que te enfermes.  – Suplique. Lo cual funciono. Con una mirada que comprendí a la perfección me gire para no verle salir del agua. Y por parte de Spartos no tenía que preocuparme, estaba acostado en el suelo hecho un ovillo llorando por su turbante.

 

-                     Gracias… – Susurro apenado

 

-                     No tienes porque. Es mi deber como líder velar por mis acompañantes. – nuevamente observe su rostro, se encontraba sonrojado. Me preocupe que fuera por el tiempo que llevaba expuesto bajo el sol.

 

-                     ¿Ustedes con que se cubrirán? – Cuestiono intranquilo.

 

-                     De eso me encargo –Respondí alegremente alzando el pulgar para que confiara en mí.

 

-                     ¡Ni piense que le daré otro pedazo de mi preciado turbante! – Me señalo acusadoramente el pelirrojo. Tal vez me excedí con rasgar su amado turbante.

 

-                     Lo tengo cubierto. – Me miro desconfiado y no lo culpo. Me acerque a montón de hojas largas tiradas en el suelo, al parecer se asemejaban a las de una palma. Junte varias y como pude logre hacer un taparrabos. Cuando termine con mío le hice uno a Spartos. – Muy bien, ahora ¡Vamos a explorar estos territorios! – Hable entusiasmadamente – Tenemos que encontrar una forma de salir de aquí

 

-                     ¡Sí! – Gritaron de manera unísono

 

 ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

-          Tal como se esperaba del Valle de los Muertos – Dije completamente derribado. Pasamos un largo rato buscando una manera de salir de ese lugar pero fue imposible. ¡No había forma alguna de salir! No era el único que termino agotado mis dos acompañantes también terminaron agotados.

 

-          No es tan fácil de superar – Hablo Ja´far lanzándose aire con una hoja de árbol.

 

-          Los lados están cubiertos de hiedras venenosas, es imposible escalar. Tampoco parece que los animales entren o salgan de este lugar. No hay forma de salir de aquí. – Comento Saprtos derrotado, sentándose a un lado del peliblanco. Justo en ese instante mi estómago comenzó a rugir.

 

-          Ahora que recuerdo, aún no hemos comido nada desde que llegamos a este país. – Hablo el pequeño.

 

-          ¡Oh! Casi lo olvido. Yo tengo algo de comida. Los caballeros de Sasan siempre llevan algo de comida en su turbante. Es una costumbre en caso de quedarnos sin reservas. – En eso Spartos saco dos pedazos de carnes ¡Se veían delicioso! Pero lamentablemente solo eran dos. – Coman ustedes – Ofreció amablemente el pelirrojo.

 

-          No, es tuyo. Tú debes de comer al menos uno – Respondió afectuosamente, colocando un pedazo de carne en las manos del pelirrojo. Al principio se negó, pero Ja´far lo convenció. – Shin – Me llamo de manera tierna. –Tú también deberías comer, estas a punto de desmayarte de hambre –  Bromeo infantilmente

 

-          ¿De que estas hablando? No puedo quitarle la comida al chico más joven

 

-          Te lo agradezco, pero está bien. En mis tiempos de asesino, era normal no comer por varios días seguidos. Es por eso que puedes comer la carne. Estoy acostumbrado. No tienes de que preocuparte. – El pelirrojo dejo escapar lagrimas por la conmovedora historia de Ja´far. No les miento, sentí que mis entrañas se removieron  y no de hambre, si no que sentí pena por la vida tan dura que tuvo que pasar este niño.

 

-          Creí haberte dicho que velare por el bien de mis compañeros – Me levante del suelo – Además, ya no estás en esa organización. –  Le dedique una cálida sonrisa  – Mientras ustedes comen yo daré un último vistazo al lugar antes de que anochezca

 

~*~*~*~*~*JA´FAR~*~*~*~*~*

Observe como Sinbad se alejó de nosotros. Su acto me maravillo por completo estoy seguro que mi sangre se acumuló en mis mejillas. Entre Spartos y yo hicimos una fogata para cocinar nuestro alimento. Shin no tardo en regresar y nosotros dos ya habíamos terminado de  comer.

-          Lo mejor sería descansar  – Propuso el pelirrojo

 

-          Por mí no hay ningún inconveniente. Ha sido un día extremadamente largo. Mañana seguiremos buscando como salir. – No los contradije, estaba en completamente de acuerdo con ese par. Spartos no dudo un segundo en acomodarse en el suelo y rápidamente se quedó dormido. Una pequeña risa escapo de mis labios. Es chico no tenía problemas para conciliar el sueño. – Descansa Ja´far. Mañana será un lago día. – Me comentó Sinbad, desordenado más mi cabello, logrando que continuara riendo.

 

-          Claro. Descansa. – No dije más y él también se acomodó en el suelo. Listo para dormir. En cambio yo. Decidí tomar un baño, me sentía talmente pegajoso por el sudor. No lo pensé dos veces y me desprendí de la poca tela que me cubría y me metí de manera lenta al agua, sintiendo poco a poco esa refrescante sensación en todo mi cuerpo. Me sumergí por completo, nadando por debajo. Ahí me di cuenta que en ese lugar no habitaba ninguna especie de pez. Seguí explorando las profundas aguas, la noche no era impedimento para mí vista, la luna llena era una gran aliada en estos momentos.

 

~*~*~*~*~*SINBAD~*~*~*~*~*

No logré conciliar el sueño, tal vez por el calor, lo incomodo del lugar o por el simple hecho que en ningún  momento sentí cuando Ja´far se recostó. Me levante quedando sentado en la tierra, mi vista buscaba al pequeño peliblanco pero no daba señales de vida. Por un instante  entre en pánico, no fue hasta que mi dorada mirada vio la prenda cerca del agua. Me acerque rápidamente,  sin ninguna pizca de cobardía y duda me lance al agua en busca del tripulante más joven. Fue impresionante que al ser de noche podía ver de maravilla bajo el agua. No tarde ni una milésima de segundo en encontrarlo. Al parecer se encontraba explorando las aguas, pasando el rato…divirtiéndose. Nade hacía él y sorpresivamente lo tome del tobillo acercándolo a mí y quedado frente a frente. Por poco y suelta todo el aire que mantenía en sus pulmones, Cubrió su nariz para evitar que el aire se diera a su fuga. Señale arriba, dando a entender que saliéramos a la superficie a respirar. Al llegar, sus pulmones aclamaron aire puro.

-          ¿Acaso estas demente? – Pregunto furioso golpeando mi pecho

 

-          Shhh No hagas escándalo, despertaras a Spartos – Coloque un dedo en mis labios, logrando que bajara su tono de voz – Sígueme – No espere respuesta, tome una bocanada de aire y me sumergí. No necesite voltear atrás para saber que Ja´far me seguía. Nuevamente nuestros pulmones exigían aire y salimos a la superficie. El menor se miraba confundido, queriendo una respuesta. Me reí. Sabía que Ja´far imaginaba que le enseñaría un nuevo descubrimiento.

 

-          ¿Qué…

 

-          Te traje hasta aquí para que tus intensos gritos no despertaran a Spartos  – Corte su oración. Sonriendo y provocando la furia del contrario siguiendo golpeando mi pecho

 

-          ¿No se suponía que ya estabas dormido? – Pregunto sin detener sus golpes

 

-          Eso lo diste por hecho tu solo. – Dije sonriente, logrando detener los pequeños golpes.

 

-          Bue…bueno. – Se trabo al principio, y mi imaginación no me engañaba fue por nervios que lo hizo. – Entonces no volveré a sacar conclusiones de manera apresurada. No debo olvidar que es un maestro del engaño.

 

-          ¿Eh? ¿Por qué dices eso?   

 

-          ¿Enserio lo pregunta? – Mi silencio fue mi respuesta para animarlo a continuar, que me explicara la razón – Es lo que siempre hace con las mujeres, las engaña con falsas adulaciones solo para conseguir lo que quiere. He de aceptar que en ocasiones nos ha beneficiado a todos en el barco, pero ¿Sabe? Hay un límite, pude que en una vez enamore a una joven, que esta se entere que usted no corresponde a sus sentimientos y por despecho amenace su vida. No debe subestimar a una mujer. Cosa que hizo y ahora nos tiene en esta situación – Ese niño… ¡Es más maduro de lo que su tierna apariencia hace creer! Sus palabras son todas ciertas. No podría contar con cuantas mujeres he coqueteado y nunca he visto necesario el contar con cuantas me acuesto. Sin duda alguna tiene toda la razón, por subestimar a una mujer terminamos en el Valle de la muerte arrastrándolo conmigo en esta desdicha.

 

-          Tienes absolutamente toda la razón Ja´far. Por altanero  hemos terminado de esta manera, pero esto no volverá pasar. Cambiare mi actitud por completo. Dejare de coquetear con cualquier mujer que se interponga en mi camino – Dije totalmente decidió – A menos claro que eso traiga beneficios al negocio. – Aclare rápidamente

 

-          ¿Es qué siempre piensa con el pene? – Me regaño el menor sorprendiéndome por lo directo que fue.

 

-          Wow Tranquilo pequeño, no es necesario tanta agresividad – Trate de clamarlo y mostrando mis manos en son de paz

 

-          Usted no cambiara – Susurro ¿Desilusionado?  Tal vez solo fue mi imaginación

 

-          Es imposible cambiar de un día para otro – Aclare mostrando un semblante serio.

 

-          ¡Eso ya lo sé! ¡¿Cree que para mí fue fácil el cambio que tuve que hacer?! ¡¿De pasar de un asesino a un comerciante?! ¡Por supuesto que no! – Grito completamente frustrado – Pero aun así lo logre. No fue fácil, me llevo mi tiempo acostumbrarme a esta nueva vida ¿Sabe porque lo logre? – Negué con la cabeza, sus palabras me habían dejado sin habla, tan solo me dedique a escucharlo – Puse de mi parte, realice un gran esfuerzo… – Su voz disminuyo drásticamente y bajo la cabeza evitando un contacto visual con mis dorados ojos. – ¿Por qué usted…. – Su pequeño cuerpo comenzó a temblar ligeramente – carece de voluntad? – Concluyo de manera triste. Si antes estaba sin habla ahora estaba completamente petrificado ¿Con tan poca fuerza de voluntad me miraba ante los ojos de ese niño? Un silencio se formó entre nosotros. Lo guíe a la orilla más cerca -pero alejada de Spartos-  lo senté en esta y Ja´far tan solo se dejaba hacer, pero sin mirar mi rostro. Así que con mis manos lo tome de sus mejillas y lo obligue a levantar la vista.

 

-          Ahora sé que te he decepcionado por completo. – Mi voz dolida rompió el silencio –Soy un completo desastre: Lo admito. Pero gracias a ti he abierto los ojos. Y es por eso que te prometo cambiar mi forma de ser, no solo por el hecho de que mi personalidad pude perjudicar a la tripulación, sino que también para darte una mejor imagen de lo que soy. Darte los motivos suficientes para que no te arrepientas de que no tomaste la decisión equivocada al seguirme. – Su semblante triste poco a poco cambio a uno alegre…con esperanza. Provocándome una sensación extraña dentro de mí ser – Así que por favor…. – Acerque mi frente a la del menor, cerrando mis ojos en el proceso – Te pido que me tengas paciencia…que me ayudes en esta metamorfosis que sufriré gracias a ti y por ti.

 

~*~*~*~*~*JA´FAR~*~*~*~*~*

Sus palabras tuvieron el efecto deseado en mí, sobre cada vibra de mi cuerpo y alma. Ese don que solo él posee logro que mis esperanzas depositadas en él no murieran. A simple vista se apreciaba que Shin es un hombre apuesto pero, verlo tan de cerca, como tantas mujeres han estado provoco un escalofrió en toda mi columna.

-          Y yo te prometo que siempre estaré ahí para ti. – No era necesario hablar alto debido a la cercanía de nuestros rostros.

 

-          Gracias pequeño – Susurro abriendo sus ojos y alejándose de mi frente. – ¿Sabes? Bajo la luz de la luna te vez aún más adorable de lo que ya eres  – ¿Qué si me sonroje? ¡Por supuesto! ¿Qué mierda quiere lograr con esas palaras? Como le gusta bromear a este idiota.

 

-          Qu…que estupideces dice Shin – Tartamudee al principio – ¿Acaso pretendes dejar de perseguir a las mujeres para centrarte en los hombres? – Comente burlonamente para que el bochorno de mi rostro disminuyera. Apoye mis manos en el suelo y así recargarme en ellas.

 

-          Jajaja Ahora eres tú el que dice tonterías, pequeño – Me preocupe por que de un momento a otro su rostro paso de estar alegre a uno serio  – ¿Sabes? Me has dado una muy buena idea – Parpadee confuso  ¿Qué es lo que pasaba por la mente de ese tipo? – A ti te desagrada el que yo sea todo un mujeriego ¿No es así? – Asentí con mi cabeza lentamente y él dejo escapar un suspiro cansado agachando su cabeza – Estarás apoyándome siempre ¿Verdad? – Nuevamente asentí ¿Por qué preguntaba lo obvio? – Perfecto – Creí que ese tema ya había quedado claro. No importa que – No te voy a mentir estar en abstinencia del placer va a ser algo sumamente difícil para mí así que… – Yo siempre – Deberás ayudarme con esa tarea  – lo apo…ya…re… ¿Eh?– ¿Te importaría ayudarme a saciar mi libido? – ¡¡¿Queeeeee?!! ¡¿Pero qué demonios?!! ¡¡Sinbad, eres un completo bastardo!! 

 

Notas finales:

¿Qué les pareció? ¿Sinbad es un demente por semejante propuesta al pequeño de Ja´far? ¿Lo consideran un pedófilo? ¿Lograran salir del Valle de la Muerte? Y si lo hacen… ¿Spartos conseguirá que la joven le haga caso?  ¿Merece un rr? ¡Son demasiadas preguntas! Jajajaja Espero y les haya gustado. Nos leemos luego :*
Xoxoxo 26.Jul.16


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).