-Sí, él es Radamanthys Wyvern y serás su tutor- un hombre de cabello castaño se ajustó los lentes.
-De acuerdo- asintió Shun y el profesor se retiró tranquilamente.
-Bueno ¿Por dónde quieres empezar?- preguntó el joven rubio mientras no apartaba su vista de Shun.
-Mmm… No lo sé, ¿Por cuál te gustaría empezar?
-Mm bueno quisiera saber tu nombre.
Se estremeció ante esto y se acarició su pierna derecha ya que acababa de sentir una descarga eléctrica. Sus mejillas se sonrojaron y suspiró.
-Shun, me llamo Shun.
-Oh, ese nombre es hermoso.
-Como sea, vamos a empezar saca tu libro…- sintió la mano de Radamanthys recorrer su pierna- ¿Qué haces?
-Te me haces conocido.
-¿Ah sí?
-Sí, ¿Eres aquel chico que vi en el antro ayer? ¿Eres hermano de Ikki?
-¿Qué?
-Vamos, Shun te recuerdo muy bien. Estabas cerca del baño donde Aiacos estaba…
-Sí, si ya entendí- sus mejillas enrojecieron aún más, Radamanthys conocía a su hermano podría enterarse y estaría en serios problemas, tal vez el hombre más guapo que ha visto en su vida usaría esa información para obligarlo a tener sexo- por favor no le digas a mi hermano por favor te lo suplico hago todo lo que quieras pero no le digas.
Lo miró suplicante y Radamanthys tenía su mirada seria y suspiró.
-Mira Shun, yo no soy estúpido ni nada por el estilo. No te voy a chantajear con eso.
.¿Ah no?
-No. No quiero que te desilusiones de mí, no soy un vago- se acercó y acarició su rostro- me gustas desde el primer momento que te vi. Estaba fumando y tú bebías una copa virgen.
-Un momento ¿Cómo lo sabes?
-Conozco todas las bebidas.
-Pero…- no pudo seguir porque el rubio uniceja le robó un beso en los labios, era pasional y esa descarga de nuevo lo invadió, al sentir como la lengua de Radamanthys estaba invadiendo su boca- Rada…
-Shun…- jadeo y se separó de él unos segundos y volvió a besarlo y esta vez Shun correspondió abrazándolo. Atrayéndolo más, quitando el escritorio y los útiles y siguieron besándose, sus lenguas se acariciaban y sus gemidos eran muy intensos; eran dos amantes que se necesitaban aún más.
Apartó lo demás y acostó a Shun, se puso sobre él y se movía rozando su miembro con el del menor que gemía aún más, lo excitaba haciéndolo más rápido.
-Rada… más por favor- rogó y en los movimientos se quitaba la camisa permitiendo que el rubio se excitara más y más mientras el calor del momento iba en aumento, lo cual estaba dispuesto a darle con todo a su tutor. Tal vez Shun podría enseñarle las respuestas de las asignaturas pero él le enseñaría todo para sentirse muy bien.
-Shun…- estaba dispuesto a quitarle los pantalones pero el teléfono de Shun sonó lo cual hizo gruñir al rubio.
-¿Si, hermano?
-Voy saliendo de trabajar, ¿Estás en la escuela todavía?
-Si Ikki. Estoy dando clases particulares a…- en ese momento Radamanthys le besaba el cuello, cerca del la oreja, haciéndolo estremecer.
-De acuerdo Shun, disculpa pero comeré fuera asi que estarás solo un rato.
Sí, hermano. Cuídate.
Al colgar continuo con los besos y los labios de Radamanthys pasaban por su pecho y él quería gemir pero estaban en el salón de clases por lo que debía permanecer en silencio pero no lograba contenerse.
-Podrían vernos…
-¿Eso crees?
-Sí…
-Vamos al suelo…
-Pero hace frio…
-Con lo que haremos- el rubio rió- no creo que el suelo siga frio.
En ese momento apareció la sombra de su profesor y ellos fueron a acomodarse para guardar las apariencias y hacer como que habían avanzado.
-¿Cómo van?
-Vamos bien ¿Verdad, Rada?
-Aunque es muy difícil esto en verdad.
-No seas así. Puedes mejorar, anota más claros las oraciones.
-Perfecto. Vendré después.
Cuando él se fue, bien podrían continuar pero ellos decidieron que no era correcto continuar porque estarían jugando con fuego y en cualquier momento podrían quemarse.
A la salida, Radamanthys lo tomó de la mano.
-Quiero que vayas a mi casa, esta noche.
-Pero…
-Es por tu hermano ¿Verdad?
-Sí, podría llegar temprano y verá que no estoy…
-Mándale un mensaje, diciéndole que soy un caso perdido y que estarás enseñándome- y sonrió, estremeciendo a Shun. Shun sentía sus mejillas arder cada vez más pero aunque Radamanthys tenía pinta de vago era lo mejor porque era buen besador.
-Está bien, vamos.
Decidió ser un poco más rebelde y fue directo con él sin siquiera estar con Seiya, Hyoga y Shiryu. No era un niño pero tendría cuidado porque esa era la primera vez que lo hacía pero le encantaba él y era mejor hacer lo que le dictaba su conciencia.
La casa de Radamanthys no era como se la había imaginado pues el chico se vestía como todo un metalero pero su casa era de lo más sencillo y eso fue lo que le tranquilizó, al cerrar la puerta Shun veía todo con tranquilidad.
-Esperaba ver una casa diferente.
-Puede, imaginaba que dirías eso jeje.
Diablos, amaba a ese chico y eso que lo conoce apenas. Podría parecer desesperado pero quería disfrutar al máximo ese hombre.
-Vamos- lo tomó de la mano y Shun se dejó llevar y su corazón latía rápidamente y el calor corporal aumentaba. Estaba nervioso pero era lo que deseaba ¡QUÉ COMPLICADO!
-¿Shun?- Radamanthys lo vio temblar y lo tomó de los hombros- Si quieres, podemos…
-Estoy bien, es que… estoy nervioso. Pero…
-Mira, no pienso de esa manera te lo juro, si quiero aprobar pero, aunque me gusten otras cosas y soy algo difícil y que me gustes y te deseé no quiere decir que te quiera usar. Eres lo que siempre quise.
-Explícate.
Radamanthys Wyvern suspiró y se aproximó a él. No lo besó pero tenpia que ser sincero con sus sentimientos.
-Te conozco desde hace mucho tiempo porque tú eres el mejor de la clase, sólo había escuchado tu nombre pero no tu apariencia y cuando me dijeron te vi con ese tal Seiya jugando baloncesto y me gustaste, quería saber más pero nada más porque eres de esos chicos que se mantienen a raya y se portan bien. Y creía que nunca te vería, pero en el bar te vi y me esforcé para lograr que fueras mi tutor.
-Rada… Entonces…
-Sí, es por eso. Por eso es que me gustas y quiero hacer esto.
Shun no podía creerlo, el chico malo estaba pretendiéndolo y él ni en cuenta y ahora se encontraban en esa situación.
-Entonces… ¿Qué hacemos?
-Bueno…
-Ya sé. Si pasas todos los ejercicios que te faltan… lo haremos ¿Te parece?
-Perfecto.
Al ver a Radamanthys esforzarse por las tareas fue algo que lo sorprendió, no conocía bien a Radamanthys Wyvern pero era el malo para los estudios y de todo lo demás pero ahora que lo conocía no sabía ya, en que pensar. Caminaba mientras observaba los avances que no tuvieran falla y continuar enseñándole.
Al terminar Shun se dedicó a acomodar los trabajos con extremo cuidado porque mañana era el día de repaso y deberían estar preparados pero en ese momento siente los brazos de él rodeándolo y pasando sus labios sobre su cuello, electricidad recorriendo cada poro de su cuerpo y necesitaba liberarse, cerraba sus ojos disfrutando como el miembro de él rozaba sus nalgas y él seguiría disfrutando.
-Ah, Rada…
-Shun, deja eso. Quiero mi premio.
-Mmm… de acuerdo pero necesito que seas cuidadoso.
Seria cuidadoso con él pero también debería enseñarle que además puede ser muy apasionado.
Lo llevó directamente a la cama y sin más interrupciones lo desnudaba y Shun se sentía vivo. No era nada comparado con lo que habían querido hacer en el salón de clases, era un sentimiento más fuerte que sentía raro en las entrañas, como una especie de fuego en su interior y necesitaba cada vez más… Y además esta vez Radamanthys se dejaba ver y no como un chico malo, vistiendo siempre oscuro y buen conocedor de bebidas alcohólicas sino como le gustaba y eso era increíble.
El rubio se puso encima, entre las piernas abiertas de Shun que rodeó su espalda con sus brazos y besándolo metiendo la lengua, la pelvis de Radamanthys contra la de él y sus miembros volviéndose cada vez más duros y las piernas del más joven se acomodaban sobre sus caderas y los movimientos se hacían cada vez más intensos y aunque hacia frio el calor subía cada vez más que si continuaban se quemarían.
-Rada… Hazme tuyo…- pedía entre jadeos mientras lamía el lóbulo de la oreja de su alumno, eso quizá lo excitara. Pero Radamanthys sintió una descarga que lo tomó de la cintura para abrir más sus piernas y prepararlo.
-¿Qué haces?
-Me has provocado, quiero darte todo y quiero ser cuidadoso- y mojando con su saliva los dedos empezó a prepararlo y al meter las en la entrada sintió que era estrecho y lo volvió loco al instante y gruñó de placer haciendo que Shun arqueara su espalda y el placer le hiciera olvidar hasta quien era, además de ser puntual… ¿Debería mandar al diablo todo eso por unos momentos y disfrutarlo? La respuesta era sí y quería aprovecharlo ya.
-Asi… Asi…
Los dedos de Radamanthys recorrían su entrada y salían, entraban, salían continuamente y Shun sentía estar en los campos elíseos por unos segundos y lo único que podía ver era como su amante subía sus piernas a sus hombros para que el estímulo fuera más profundo.
-Shun… tu entrada… me fascina…
-Rada… mételo, estoy listo…- cerró más sus ojos y sintió como las manos del rubio salían y mientras lo distraía con besos pequeños en todo el rostro y Shun se sentía lo más amado sobre el planeta.
Poco a poco el miembro grande y duro de Radamanthys entraba sobre la dilatada entrada y solamente estaba la punta, haciendo que Shun aún con los ojos cerrados sintiera dolor.
-Con cuidado…
Podía escuchar los gemidos bajos de su amante mientras continuaba y al estar dentro por completo Shun sentía dolor y sin querer rasguño la espalda del rubio…
-Lo siento…- dijo él.
-No… perdón, te lastimé la espalda…
-Me gusta… Cuando quieras y estés listo me muevo.
-Sí, yo te aviso…
Pasaron varios minutos que no desperdiciaron pues estaban besándose cada vez más que las ganas aumentaban.
-Ya.
Con esa orden Radamanthys empezó a moverse cada vez más, más y más que la cama del rubio se movía y las piernas de Shun se levantaban a cada embestida y los gemidos llenaban la habitación… era algo que estaba dispuesto a soportar porque lo disfrutaba y eso era genial…
Lo hicieron de varias formas pero definitivamente la posición de Shun era cabalgar puesto que el miembro de Radamanthys era lo mejor que entraba y salía de su trasero que lo hacía gritar en pleno éxtasis…
-¡ASÍ!
Cuando todo terminó, Radamanthys lo llevó a su casa y aunque Ikki le dio uno de los sermones más aburridos, Shun no estaba arrepentido y estaba a dispuesto a seguir siendo el tutor de Wyvern.
FIN.