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Escarlata celeste por dark kirito

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Notas del capitulo:

Yugi Oh! Pertenece a Kazuki Takahashi-sensei.

Escrito en el móvil, errores son sin querer.

Muchas gracias a Yayoi, Johan Andersen Gx, Yuzu!sere44, lady miau y a todos los que leen! Los amo!!!!!!!

 

El peli azul quedó recostado sobre la cama, herido, humillado y harto. Con un sentimiento en su interior que no hace más que causarle asco. Odia a la organización, detesta a la emperatriz pero aún así no posee los medios para oponerse a ella. Suspira, al menos no ha logrado hacerse del control de su alma, no puede obligarlo a matar a...¿con quién tenía que acabar? Bueno, no tiene importancia, seguro es uno del montón.

 

Decide tomar una siesta pues en verdad se siente terrible.

 

......................

 

Ha pasado una semana luego de ese fugaz encuentro con el rey supremo y el oji naranja pasea por los pasillos del palacio con una enorme sonrisa, maniática pero igual no le quita la belleza. Los hombres que pertenecen a la organización están confundidos, pues han sido informados por la emperatriz de que ha sido convertido en una simple marioneta. ¿Qué clase de muñeco se ríe y hace chistes? Claramente uno con control sobre sí mismo.

 

-Buenos días Jehu-le saluda un azabache.

 

-¡Hola Jun!

 

-¿Todo bien?

 

-¿Eh? ¿Por qué la pregunta? No ha pasado nada fuera de lo usual.

 

-¿Acaso olvidaste el último castigo de la emperatriz?

 

-Ja ja ja no hagas bromas, como si fuera a lastimarme, tiene mucho que sigo sus órdenes,  no tendría porque hacerlo, pero que conste que solo lo hago porque amo la guerra y nada más, ahora si me disculpas voy a la cocina a ver si puedo robar algo que tengo hombre.

 

El mayor solo miró con impotencia como se alejaba. El es un simple mago con energía común y fácil de sustituir, es por ello que fue encomendado al cuidado del chico. Si cometía un fallo simplemente podrían eliminarle. Pero no él, esas cosas jamás le pasan a los enfermos que no tienen corazón...el problema es que Jehu ha despertado sentimientos que creyó no tenía. Después de tantos años como el guardia de ese pequeño niño indefenso ha terminado por encariñarse al grado que le considera como su propio hijo. No tiene familia, quizá es tan solo un deseo reprimido, una ilusión de su subconsciente. Sin embargo está dispuesto a morir por un espejismo. Mientras esté en sus manos protegerá al joven del poder de Asuka y toda su organización, para que al menos no reciba más dolorosos castigos que hasta a él le duelen cada que lo ve llorar o tiene que curar las heridas inferidas con la espada o algún otro metal. Esa mujer sin duda es un monstruo.

 

.........................

 

La oji miel realizaba una caminata con destino a la biblioteca. Tiene curiosidad por saber con exactitud cuántos pueblos, reinos, países y demás hay en el mundo; pero de casualidad ha visto pasar a su casi esclavo. Todo este tiempo le ignoro olvidando su existencia. Solo esperando si bien le iba al chico a que recuperara la salud para enviarle a asesinar a su némesis. Pero su actitud le desconcertó. No debería sonreír, ella tiene o debería tener el control absoluto sobre su personalidad. ¿Acaso es momento de asesinarlo para que no se convierta en una carga y posible enemigo futuro? No, se niega a dejar ir tan valioso juguete, quizá es solo un efecto secundario; pero lo sea o no tiene que salir de dudas y no hay mejor para ello que su guardián.

 

....................

 

  Jun estaba en la biblioteca; si bien el Imperio de la Luz es un lugar frío y solitario tienen literatura de todo tipo, claro, esto solo con fines de estudio. Pero no importa, quiere leerle un cuento a su hijo, está consciente de que quizá es tarde y que el muchacho podría terminar reprochando su demora, pero aún así no puede reprimir sus ansias de brindarle un poco de felicidad. Mira el librero con ahínco y pronto ve uno que llama su atención, escucha pasos muy de cerca, los reconoce y decide tomar otro para ocultar su verdadero objetivo, la puerta se abre dando paso a la mujer que parece aplastarte con su sola presencia, la que te saca la verdad con una mirada a la que repudia con toda su alma. Se arrodilla y baja la cabeza con el semblante frío de toda la vida, aquel que emplea magistralmente. 

 

-¿Qué se le ofrece mi emperatriz?

 

-Es sobre Jehu; últimamente le he visto sonreír como de costumbre, pero no debería ser capaz. Controle su mente y cuerpo con la intención de que dejara de pensar en Haou pues parece que ha logrado seducirlo con su energía, pero si se opone a mi no tendré otra opción más que sacrificarlo por el bien del imperio.

 

Si claro, como si le importara otra cosa más que ella misma, no en realidad no es por eso si fuera el caso no se lanzaría al frente en las batallas complicadas incluso poniendo en riesgo su vida. Es más como si tuviera una obsesión.

 

-Si lo que te interesa es que se olvide de Haou no hay problema, no lo recuerda. Así que no veo necesario el acabar con su vida-sonrió con maldad-después de todo tengo planeado mostrarle esto.

 

El azabache le extendió un libro, en su portada se leía "Métodos de tortura"

 

La mayor sonrió disimuladamente.

 

-Me alegra tener aún al pequeño de nuestro lado, te encargo como siempre su educación, se que obtendrás buenos resultados. Si ocurre algo fuera de lo normal quiero que me informes.

 

-Por supuesto.

 

De esa manera se marchó. El hombre se quedó mirando con asco el libro en sus manos. Solo un sitio enfermo alberga tal abominación. Vuelve a buscar el que en realidad le interesaba y se lleva ambos, por si las dudas y solo como pretexto a la rubia.

 

Sale del sitio para realizar algunos trabajos que le han encargado y cuando finaliza con ellos decide ir al aposento del peli azul, el llegar este le saluda como toda la vida pero curiosamente tiene miedo de que le rechace, vaya, así ha debido sentirse Jehu. Eso no hace más que incrementar su malestar.

 

-Tengo algo que quiero leerte.

 

-¿Qué es?-la curiosidad brillaba en sus pupilas-¿sangre, guerra, tragedia?

 

-No, de eso sabes más de lo que deberías, pero también hay cosas importantes que debes conocer.

 

-¿Ah sí?-le interrogo con incredulidad.

 

-Es este libro.

 

-Métodos de tortura, pues es lo mismo de siempre.

 

-¡No espera, me equivoqué!!

 

-Ja ja ja ja ja ja.

 

  El oji naranja se doblaba de la risa, pero no pudo evitarlo, la expresión de Jun es única, jamás le había visto así, ante sus ojos era un hombre frío, cruel y desalmado, se tenso. Se ha burlado por inercia pero bien podría costarle la vida. Está a punto de invocar alguna magia, si tiene que morir al menos dará pelea; pero se sorprende al notar una mano acariciar su cabello con suavidad. Se sonroja y cierra los ojos como niño pequeño, para luego estallar en carcajadas maniáticas, pero es que se siente tan extraño.

 

-Así está bien, son los sentimientos que debes conocer, la emperatriz es peligrosa y puede asesinarte, pero jamás podrá robarte lo que tienes aquí-poso su mano sobre el pecho de Jehu-guarda lo importante en este lugar y no permitas que nadie te lo arrebate.

 

  -Tendría que ser un idiota para valorar algo que de cualquier manera voy a perder.

 

-No es así-se sentó a un lado del peli azul en el lecho-me he dado cuenta de que tengo algo importante que no quiero perder.

 

-¿Y qué es? 

 

-Tú, eres algo así como mi hijo-le dijo con su característica seriedad.

 

-Ja ja ja ja.

 

Jehu solo volvió a reír con incluso más energía.

 

-Con esa cara parece mentira, seguro que algo quieres ja ja ja ja-su rostro cambio a uno bastante serio y hasta hostil-si intentas engañarme morirás en mis manos.

 

El mayor le abrazo de manera algo torpe al ser la primera vez que hace algo así, incluso exagero la fuerza y causó un poco de daño en el menor que lejos de incomodarlo le agrado.

 

-Jamás romperé tu corazón, lo prometo. Confía en mi y no tengas miedo.

 

-No tengo miedo-emitió molesto-¿Vas a leer o qué?

 

El oji naranja se tumbó en la cama boca abajo mientras colocaba sus codos en el lecho y sus manos en la barbilla admirando con atención al azabache.

 

-Y el cuento se llama "Las formas del amor".

 

-Suena muy tonto.

 

-Quéjate cuando lo termine, si de verdad no te gusta puedes golpearme.

 

El peli azul sonrió y prestó atención.

 

La historia iba más o menos así:

 

Un pequeño niño de ojos y cabello azul llamado Aladdin se había visto involucrado en una guerra debido a que era el poseedor de un enorme poder, era un magi habilidad que poseían tan solo cuatro personas en el mundo, aún así él era especial. Una persona importante para el de ojos azules y cabello negro de nombre Hakuryuu se volvió su enemigo, así que él y otra persona de ojos y cabello dorado llamada Alibaba  intentaron detenerlo, no querían que iniciara una guerra. Pero todo salió mal, su compañero murió y él fue secuestrado y tomado como prisionero por otro joven de cabello negro y ojos rojos, Judal que era muy parecido a él siendo uno de los magos de la creación. Pero jamás sintió miedo, de hecho poco a poco comenzó a darse cuenta de que se estaba enamorado de su captor, y este de él. Esa fue la razón de que el azabache le tomara como prisionero, no quería que el otro joven le asesinara, era la única manera que tenía de salvarle. Como era evidente su ex amigo se dio cuenta de la relación que comenzó a surgir entre los dos, pero su amado se negó en todo momento a lastimarle incluso si tenía que traicionar al hombre que consideraba como su rey, el pequeño era mucho más importante. Lucho contra varios impedimentos y defendió su amor hasta que pudo formar una hermosa familia al lado del enano, apodo que cariñosamente le había dado. Al principio Judal tuvo miedo pues desde muy pequeño su familia había sido asesinada, no se sentía capaz por lo mismo de tener la propia. Con el paso del tiempo se dio cuenta de lo equivocado que estaba y que podía ser feliz.

 

-¿Qué te pareció?

 

  -Puras mentiras.

 

-¿Qué quieres decir?

 

-Suena muy lindo y todo, pero no es verdad. La guerra no se termina con amor, los conflictos con diálogo ni el odio con un beso.

 

-Al protagonista le pasó.

 

-¡Es ficción! ¡Eso no me va a pasar!!-respiraba agitado-¡No soy como el dulce pequeño! ¡Yo soy un asesino, nadie me va a rescatar!!!!!

 

  El peli azul invocó a su espíritu Emerald con la intención de asesinar a Jun, pero este ni quiera intentó protegerse.

 

  -¡Al menos intenta algo!

 

-No.

 

-¡¿Por qué?!

 

  -Confío en ti.

 

-¡¿Cómo puedes estar tan seguro de que no lo haré?!

 

-Porque te quiero.

 

El peli azul quedó en shock, su mente estaba en blanco.

 

-Largo.

 

-Pero...

 

-¡Que te largues!!!!!

 

El azabache obedeció, no es un buen momento para hablar con Jehu, una vez a solas este desintegro su magia y se tiro en la cama mirando al techo y con una enorme sonrisa para comenzar a reír con toda la fuerza de su alma.

 

-¿Lo oíste rubí? ¡Alguien me quiere!!!!! Ja ja ja ja.

 

-Rubí rubí.

 

Fue lo que el espíritu le respondió. El joven puede pasar de la ira a la risa, del odio al amor, de la tristeza a la furia en cuestión de segundos, todo culpa de la cruel infancia de la que ha sido víctima, se podría decir que está un poco loco. Pero es tan solo un niño inocente que inspira protección en otros, lo ha logrado con Jun, Rubí que con tal de continuar a su lado se ha convertido en un espíritu mágico y...Haou.

 

....................

 

En el reino de la oscuridad.

 

Luego del enfrentamiento contra Jehu y dejar de percibir su energía, el oji dorado se la pasó pensativo varios días, Yubel le dio su espacio pero terminó por desesperarse, pues no cuenta con la mayor paciencia del mundo.

 

Como casi siempre el monarca estaba en su despacho revisando varios documentos concernientes en su mayoría a las finanzas del pueblo y no pudo evitar emitir uno que otro muy ligero suspiro.

 

-¿Por fin me vas a decir?-preguntó el bicolor.

 

-No es nada.

 

-Si claro, supongo que "nada" te pone así de mal. Tienes esa expresión desde que volviste del ataque a ese pueblo. ¿Qué rayos pasó?

 

Sabía que mentirle a su consejero no era opción, lo entiende como nadie y no es la clase de hombre que guste de ocultar cosas, a menos que sea muy necesario y solo por un bien ajeno, jamás propio.

 

-Me encontré a un chico.

 

  -¿Y qué? ¿Te gustó?

 

El mayor le observaba con atención como si intentara vislumbrar algo con esa interrogante, pero nada, su rostro no cambio ni un poco, los orbes dorados le miraban como toda la vida. El castaño nunca ha estado enamorado, al menos hasta donde sabe pero si lo está ahora es claro que no será fácil de descubrir.

 

-¿Y qué ocurrió?-preguntó el peli azul resignado.

 

  -Cuando llegué al pueblo gran parte de este estaba destruido, muchas personas ya...no los pude salvar. Cuando busque la fuente de todo me encontré a un joven al parecer algunos años menor que yo, él fue quien causó el desastre, me preocupa.

 

-No debería, es un asesino, lo que hace no es más que por mera diversión.

 

  -No lo creo, se veía triste, estoy seguro de que no disfruta su situación.

 

-Si tú lo dices debe ser cierto pero si estuviese en tu lugar no me confiaría; debes cuidarte, son muchos los que dependen de ti.

 

  -Lo sé.

 

-Entonces no hay razón para dudar.

 

El oji miel se quedó meditando las palabras de su consejero, entiende que lo dicho ha sido inspirado por la preocupación que tiene por él, pero en su corazón no hay dudas, tiene la firme intención de salvar al joven, solo necesita encontrarlo.

 

...........................

 

Jehu está recostado en la cama boca abajo mirando con mucha emoción a Jun, han pasado varias semanas desde que este le cuenta historias de todo tipo, sobre todo románticas y de aventura. Su relación se ha estrechado esto claro sin que los demás miembros de la organización lo noten los saben capaces de cualquier cosa. Durante el día entrenan varios hechizos, pero es la noche el momento preferido de ambos. Como siempre varios relatos, algunas sonrisas de ambos más visibles en el menor que el contrario y luego el descanso merecido.

 

Pero la felicidad no es eterna y la emperatriz se ha dado cuenta de que su marioneta se encuentra en perfectas condiciones, por lo que decide llamar al guardián.

 

-¿Qué se le ofrece?-preguntó el azabache con apatía.

 

-Quiero que acompañes a Jehu a tomar un territorio, es lejos de aquí, si intenta escapar solo mátalo.

 

-Como ordene.

 

El hombre se retiro del sitio sin notar la mirada de la emperatriz, solo desprecio en esos fríos ojos de hielo.

 

-Te lo advertí Jehu, no dejaré que tengas nada que te sea importante. Has sido un niño malo, por eso el mejor castigo es quitarte aquello que más amas.

 

..........................

 

La hora de dormir había llegado, como siempre el peli azul no podía dormir, su mente siempre terminaba recordando alguna de las atrocidades de las que era víctima.

 

-¡Aaaaaaaaaaa!!!!!!!!!

 

No pudo contener un grito de dolor al sentir que una espada le infringía una gran cortada en la espalda, pero no sangraba. Aún así su respiración era agitada y no podía dejar de temblar, que horrible pesadilla, no...un recuerdo, eso le ha sucedido más veces de las que quisiera haber presenciado. Aprieta la mandíbula con fuerza. Se siente frustrado al ser sometido con tanta facilidad. Se ha preguntado una y otra vez el cómo terminó en una situación así, pero conoce la respuesta, la misma Asuka se lo dijo. "Por que nadie te quiere, solo traes desgracias, por eso te abandonaron cual si fueras basura. No te confundas, solo a mi lado encontrarás tu destino." Un enorme odio se apoderó de su alma, caía en lo más profunda corrupción sin embargo su mirada quedó fija en el libro que le regaló Jun "las formas del amor."

 

-Porque te quiero-repitió el joven en voz alta recordando lo mencionado por su guardián.

 

  Lo tomo y durmió abrazado de él. Tenía la esperanza de que algún día pudiera cambiar y fuera libre, al lado del que siempre ha considerado como un padre aunque jamás lo haya dicho, el sueño llega a él que ahora muestra una hermosa sonrisa.

 

El sol le despertó por la mañana, estaba curiosamente renovado y muy feliz, el azabache le informó que tenían que invadir un nuevo pueblo, ninguno quería hacerlo.

 

  -¿Es necesario asesinar a gente inocente?-interrogó el menor.

 

  -Es probable que podamos convencerlos.

 

-No creo que tengan intenciones de cooperar.

 

-Tendrán que, no tienen opción.

 

-Espero que todo salga bien.

 

-Yo igual.

 

Se trasladaron al sitio al que llegaron luego de un par de semanas; el oji negro le explicó la situación al líder del pueblo, un hombre llamado Amón. Este no cedió ante la diplomática amenaza si así puede llamarse de dos hombres, y solo se burló de ellos. De cualquier manera ¿qué podían hacer?

 

.......................

 

En el carruaje los dos buscaban alguna alternativa.

 

-Quizá si destruyo algunas cosas se den cuenta de que es mejor rendirse-emitió el oji naranja.

 

-Escapemos.

 

-¿Es una broma?

 

-No.

 

-Nos asesinaran, no tenemos lo necesario para oponernos a sus órdenes.

 

-Tú lo tienes es solo que no has sabido darte cuenta, hay algo que ella jamás te dijo, en este mundo hay tres...

 

Sus palabras no salieron más, agachó la mirada colocando sus manos en el pecho, el aterrado muchacho se acercó y le tomo en brazos, de la parte superior de su cuerpo no deja de salir sangre.

 

-Espera aún puedo...

 

-No te preocupes, es tarde-tocó con suavidad la mejilla del menor-al menos me hubiera gustado mostrarte la libertad...te quiero Jehu...deseo...que seas...feliz...tienes el poder...para lograrlo...-su mano cayó a un costado y cerró los ojos para siempre.

 

-¿Jun? No puedes...-le removía esperando inútilmente que despertara-¡Aaaaaaaaaaa!!!!!-miró furioso a su alrededor-¿quién?-emitió en un gruñido, sus pupilas desorbitadas y llenas de locura querían un responsable.

 

Salió de ahí rápidamente siguiendo la tenue presencia de alguien, el causante. Jun ha sido atravesado con una lanza sin que ninguno se diera cuenta del enemigo. Pasados algunos minutos le encontró, era mi más ni menos que el líder del pueblo que momentos antes había sido controlado por la emperatriz, y ahora estaba confundido parado en medio de la nada y sin saber siquiera como llegó ahí.

 

-Tú.

 

La voz de Jehu sonó extraña; no era odio, no era rencor, era algo más profundo y asfixiante. Al pelirrojo no le dio tiempo ni de pestañear, un rayo acabó con su existencia, reduciendo a la nada su cuerpo. "Solo atraes la desgracia" la frase de la rubia se repetía en su mente una y otra vez. No hay nada para él en este mundo, todo cuanto ama se perderá. ¿Para qué abrir su corazón si le terminarán abandonando como Rubí y Jun? En estos momentos de dolor es incapaz de escuchar el llanto de su lindo gato azul que intenta consolarle. Sin embargo jamás podrá volver a ver al azabache porque su alma se ha hecho una con la luz de la destrucción. Sonrió de manera perversa como nunca antes.

 

-Si las cosas son así...¡Lo destruiré todo!!! JA JA JA JA.

 

  Camino rumbo al pueblo en total y absoluta calma, invoco varios espíritus. Lanzaba bolas de fuego a las casas para hacer a la gente correr, mientras él se reía de sus torpes intentos sin mirarlos en realidad, su mirada tan vacía y fría como la de Asuka pero emite crueldad pues él aún posee sentimientos. Una mujer ha caído al suelo su esposo que le llevaba un poco de ventaja se da la vuelta para ayudarle, a un par de pasos de ella una bola de fuego le deja viudo. Jehu solo le permitió acercarse para quitarle lo más valioso frente a sus ojos. El hombre no dice ni hace nada, está en shock. El peli azul se siente asqueado ante tal muestra de cobardía que de cierta manera le recuerda a el mismo y le hace compartir destino con su esposa. Continúa destruyendo el sitio, jugando con sus habitantes. Mostrando un poco de esperanza para arrebatarla ante sus ojos, ha exterminado a más de la mitad, un niño de no más de tres años se ha cruzado en su camino, llora de manera tan fastidiosa que será su próxima víctima, alza la varita y alguien le toma del brazo por detrás dejando este suspendido en el aire.

 

  -Detente.

 

  La voz sonaba autoritaria, segura y serena.

 

-Suéltame-dijo sin voltear.

 

-Lo haré si te retiras después.

 

-No eres nadie para mandarme.

 

-No es una orden, es una petición.

 

-No sabes lo que este estúpido pueblo me hizo.

 

-Tienes razón, desconozco tus circunstancias pero no por eso voy a dejar que asesines a gente inocente.

 

-¡No lo son!!!! ¡Han matado a mi padre!!!!

 

Ante la sorpresa el mayor no pudo evitar soltar su mano, el contrario se giró con rapidez para quedar de frente con la mirada dorada que no reconoció, o mejor dicho no podía recordar.

 

-Ven conmigo-dijo Haou.

 

-Si claro, no tengo intención de convertirme en tu prisionero.

 

-No quiero que lo seas, en todo caso mi invitado.

 

-¿Qué quieres?

 

-Ayudarte, estoy preocupado por ti.

 

-No necesito tu lastima.

 

-No es lástima.

 

-Me da igual lo que sea, no me interesa.

 

Se dio la media vuelta pero fue detenido del brazo por el castaño, aunque rápidamente se soltó de su agarre y le encaró.

 

-Escúchame bien, no tengo asuntos contigo así que deja de fastidiar, no arruines mi diversión.

 

En mayor le tomo de la cintura con una mano mientras con la otra sujetaba su mentón para obligarle a verlo a los ojos.

 

-Si disfrutaras el sufrimiento ajeno no tendrías ganas de llorar.

 

-Eres patético. ¿Tan necesitado estas de excusas que te dedicas a mentir? No me conoces.

 

-El que no se conoce eres tú.

 

  Sintiendo su orgullo herido el oji naranja tomo su varita y la apuntó al cuello de Haou que no realizó movimiento alguno, cada vez más fuerza era empleada hasta provocar una pequeña herida que comenzó a sangrar, Jehu quedó maravillado por el color escarlata del líquido y retiró su varita para acercar sus labios a la herida y besarla, se alejó del sitio con una sonrisa pero sus labios fueron tocados de inmediato por el mayor que limpio la sangre de ellos.

 

-Esto no es lo que buscas, quiero que vengas conmigo, dame la oportunidad de protegerte.

 

-¿Qué harás si me rehusó?

 

-Es decisión tuya, no pienso retenerte a la fuerza algo así no me haría diferente de Asuka.

 

-¿La conoces?

 

-Digamos que somos similares, pienso que tu también. ¿Te amenaza para que no abandones el imperio?

 

-En caso de que fuera verdad ¿qué harías?

 

  -Te salvaría.

 

  El peli azul se soltó del agarre poniendo distancia entre ambos y sonriendo.

 

-No soy una princesa que necesite ser rescatada, así que si me disculpas.

 

Le dio la espalda al mayor no soportaba esa expresión serena e incluso fría cuando él siente que su corazón se desgarra en mil pedazos. Prosiguió su camino pero una lanza de hielo le impidió dar un paso más.

 

-Retiro lo dicho, aún si tengo que llevarte por la fuerza lo haré, está claro que necesitas ayuda y no sabes cómo pedirla.

 

-Si quieres jugar por mí no hay problema; pero te advierto que mi energía es ilimitada, no me culpes si te asesino por accidente.

 

-No sucederá.

 

-Engreído.

 

El más joven frunció el ceño, en verdad estaba preocupado por herir al castaño aunque no sabía por qué, por eso intentó advertirle, pero es muy terco. No mintió cuando dijo que su magia es ilimitada. Hasta donde sabe solo Asuka posee dicha cualidad, no sabe que el hombre frente a él también la tiene pues la emperatriz le ha ocultado su existencia, y todo porque teme se convierta en su aliado.

 

-¡Vamos a divertirnos!!!

 

Sin previo aviso invocó varios tipos de magia, lanzando un rayo primero pero desapareció ante algo que parecía ser una barrera de un suave tono dorado del rey, le miró entretenido.

 

-¿Cómo le hiciste?-cuestiono cual niño pequeño-Asuka y yo tenemos mediadores ella su báculo y yo mi vara, pero tú no utilizas nada.

 

-Si vienes al Reino de la Oscuridad puedo responder tu duda.

 

-Buen intento, pero no-sonrió-eres muy divertido.

 

-Gracias-devolvió el gesto de manera casi imperceptible.

 

Jehu combinó magia de agua y rayo enviándola a su contrincante que la disolvió sin mayor problema. Realizó conjuros cada vez más elaborados, los comunes no pasaban de las cincuenta órdenes, pero los últimos iban del doble al triple de ellas; muy pocos podían hacer algo así, pues además de exigir inteligencia y concentración también implicaba el uso de mucha energía. La emoción en su ser estaba al límite, de verdad quería matar al monarca. El enfrentamiento se prolongó permitiendo que los sobrevivientes escaparan. La destrucción de los hogares no podía ser mayor considerando todo lo que el de orbes naranjas ya había hecho.

 

Un ataque aquí, y otro allá todos cortesía del peli azul que no dejaba de impresionarse con lo poco que se esforzaba Haou que daba la impresión de no protegerse, pero si está vivo es por algo. Nada más divertido que un enemigo difícil de derrotar. Continuaron por bastante tiempo, no se sabe con exactitud cuánto. Pero un relámpago les separó, ante ellos apareció la rubia.

 

  -Es hora de volver Jehu.

 

-No quiero, no hasta que lo mate.

 

Ni él supo porque se negó a obedecerle pero no quería apartarse del rey. Por primera vez sintió que queria actuar por sí mismo y no como una marioneta.

 

-No me dejas opción-dijo con seriedad.

 

Alzó su báculo y apuntó al peli azul, no lanzó energía alguna, pero este cayó al suelo de rodillas tocando su cabeza.

 

  -¡Aaaaaaaa!!!!!!!

 

El oji dorado no entendía del todo la clase de conjuro empleado pero igual no se quedaría de brazos cruzados; colocó una barrera alrededor del joven para bloquear la energía de la emperatriz.

 

  -Si te enfrentas a mi comenzarás la guerra ¿no se supone que buscabas evitarlo?

 

-No hay nada que pueda hacer ahora, no voy a cerrar los ojos ante lo que estás haciendo, has dañado gente inocente, ese chico es una más de tus víctimas.

 

-No es cierto, es un asesino ¿tienes idea de cuanta gente le guarda rencor?

 

-Si ha terminado por ser de esa manera es culpa tuya.

 

-Odio la arrogancia con que siempre hablas; crees saberlo todo, el que seas un poco diferente de mi no te hace especial.

 

-Tampoco te hace a ti el que seas distinta de los humanos.

 

-Tengo que eliminarte, ya no te soporto.

 

Sonrió diabólicamente y realizó un hechizo bastante complicado de hielo, elemento que es su especialidad; apareció una gran luz en el cielo al tiempo que se formaba una estrellas de seis puntas que señala el uso de "la magia extrema" uno de los tipos más poderosos que existen y que solo Jehu, Asuka y Haou son capaces de utilizar.

 

-¡Muere!!!!!!!!!!!

 

Para su sorpresa esta se disolvió, algo que debería ser imposible pues ni ella puede hacer algo así.

 

-Magia aberrante...

 

Dijo con furia. Hechizos que van en contra de las leyes de la naturaleza causando desastres cuando es erróneamente empleada.

 

Continuaron con el enfrentamiento, poco a poco la emperatriz perdía terreno; retrocedía sin poder hacer nada más que solo defenderse. Cayó al suelo casi de rodillas pues su orgullo no le permitió mostrar tal posición; el monarca se acercaba a ella, tomo su espada y...

 

-Ughn...

 

El rey emitió un pequeño gemido, sus ojos dorados se posaron en un costado suyo; una gran lanza de hielo le había atravesado, no fue Asuka le vigilo en todo momento, se desplomó en el piso girando el rostro para ver al culpable.

 

-Ja ja ja ja bien hecho mi pequeño Jehu, por fin has derrotado a mi enemigo.

 

Pero el peli azul no decía nada.

 

-Ven aquí, regresemos al imperio, dejemos que Haou muera lentamente mientras se desangra.

 

El menor se acercó a ella, su mirada estaba vacía, al parecer está siendo controlado, el hechizo de la rubia tardó en hacer efecto pero lo hizo.

 

Ambos se marcharon dejando al castaño herido que solo miraba con impotencia como el joven era retenido en un destino de que no deseaba.

 

-Jehu...

 

Repitió el nombre que escuchó de la oji miel para perder la conciencia y quedar abandonado en medio de la nada.

Notas finales:

Por cierto la historia que se menciona la de las formas del amor, es un fic mio del fandom de magi >////< Hasta la próxima y gracias por leer!!!!!!!!!!!!!!!!! Nos vemos el dos semanas, aunque ahora actualize antes del domingo :)


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