XXI—Prometer | hybrid!Lu
La calle se inunda de luces de distintos colores y formas, justo cuando la navidad está a punto de llegar. La nieve comienza a caer bañando las casas de un blanco casi resplandeciente, parecido a aquellas mañanas de un sol matutino. Bufandas y boinas rojas tejidas de suave estambre. En el centro de la ciudad un gran árbol deja ver una hermosa estrella situada hasta la punta. Y debajo del pino navideño, unos ojos almendrados se nublan. Está llorando, está esperando. Luhan, un pequeño con orejas gatunas espera a su dueño desde hace tiempo. Le prometió volver… Sehun lo prometió.
XXII—Temblar | violencia
Luhan ama temblar de amor, es la más enferma de sus debilidades.
Ama cuando Sehun lo azota por las noches contra la pared al llegar a casa. ¡Temblores tan hermosos!; un regalo del mismo infierno del cual ya no puede escapar.
Adora cuando Sehun le jala del brazo lo hace caer sobre el suelo, para patear su cuerpo entero. ¡Sus gritos clamando piedad son uno de los más bellos cantos celestiales!
Adicto a mirar su reflejo en los espejos. Sangre emergiendo de sus labios resecos y moretones. ¡Un dulce cuadro de amor!
Porque son temblores de un dulce amor enfermo.
XXIII—Ocultar | highschool!au
Sus audífonos en sus orejas sirven para muchas cosas, no solo para escuchar música. Las palabras de sus compañeros no taladran más allá de su tristeza, y los gritos de su familia no le hieren de más. Así oculta lo que siente a diario. A veces comparte sus baladas románticas con Sehun. A Luhan le fascina que ambos estén tan conectados cuando cantan al mismo tiempo. Cierto día, luego de varios golpes, Sehun, con el rostro ensangrentado le invitó a su cuarto. Ambos curaron su dolor cantando y gritando, mientras con una canción, ocultaron su desesperación por abandonar la vida.
XXIV—Perdonar | drama
Está harto de ser esa parte del rompecabezas con significado a por siempre y para siempre. Está cansado de perdonar los errores de Sehun. De ayudarlo a ponerse de pie cuando es Luhan quién se arrastra en el asfalto. Perdonar cada traición y cada mentira con los besos que su pareja le da luego de prometerle que cambiará. Porque en esa habitación, quien debe cambiar es Luhan, dejar de ser débil al placer que Sehun le hace sentir horas antes de haberle gritado, salirse y ser la compañía de alguien más.
Pero le perdona, y le perdonará siempre por amor.
XXV—Sacrificar | apocalyptic!au
Él le ama, más que a sí mismo.
Su piel se ve deliciosa, y es cierto cuando el dulce color rojo que transitaba en su interior sale como si se tratase de una gran cascada. Él bebe y come con ansiedad, porque tiene sed y hambre a la vez y porque Sehun lo ha permitido. Sehun sacrifica todo su amor por su vida entera. Y cuando Luhan le mira, sus ojos están oscuros, secos y a la vez húmedos, y se mira a sí mismo en el río en que se encuentra rodeado, ya no parece ni siquiera un humano.
XXVI—Caer | angst
Es una poza tan profunda; está oscuro y parece no tener fin, porque quizá no lo tiene; Luhan lo sabía. Los ecos de sus gritos mezclados con sollozos resuenan en la nada de aquella soledad concordada por lo doloroso de lo que un día le prometió, y lo que ya no será. Y él nunca supo en qué momento empezó a caer. Tal vez hubo sucedido desde mucho antes de respirar, de haber visto esa luz; la cual ahora es un punto apenas perceptible desde el fondo de su abismo sin fin. Esperando para volar, y de nueva cuenta: caer.
XXVII—Soñar | kid!au
Aunque su reflejo nostálgico se empapa en el vidrio, Sehun sueña despierto. Sueña con ser el mejor de los doctores. Mira el cielo romperse en cientos y cientos de cristales; sigue soñando. Soñando que es el mejor de todos en aquel hospital que una vez visitó. Los cristales se derriten en su ventana, desfigurándolo; pero sus sueños siguen intactos en su mente, porque si él hubiera sido el doctor que desea ser en el futuro, Luhan probablemente seguiría a su lado, y no encerrado en aquella caja de madera cuando en aquel día de verano, unos niños se lo arrebataron.
XXVIII—Golpear | !au
La primera vez que Luhan decidió entregarse al amor, no fue de la manera más normal. Fue algo extraño lo que Sehun le propuso; no obstante, le pareció divertido. Fue así, que cuando entró a la habitación de Sehun ni siquiera se impresionó. Al principio, cuando le taparon los ojos y sus ropas iban siendo quitadas, se estremeció. Intentó hablar, pero Sehun ya había metido algo a su boca. Después le siguieron bofetadas, azotes e insultos. Hasta que al fin fue sodomizado de una manera nada romántica, o como lo había soñado.
Luhan aún no entiende por qué le fascinó.
XIX—Caminar | fluff
Caminar es algo más que solo mover pies al frente.
Para Sehun y Luhan caminar es…
Un paseo cálido por el parque entre rosas rojas y margaritas veraniegas aun cuando los fríos otoñales las ha marchitado. Es tomarse de las manos en un día de primavera para empaparse de flores rosadas y blancas. Es un intercambio de sonrisas bajo las gotas cristalinas con un paraguas sobre sus cabellos húmedos. Es unión de labios bajo neviscas en un gélido invierno con luces y sosiegas melodías navideñas. Es un romance creciendo con cada paso y cada palabra, caminando siempre a la felicidad.
XXX—Condicionar | top!han, age-gap
Está gimiendo y llorando al mismo tiempo. Sus ojos ya no aguantan más y expulsan fragmentos, como si las embestidas fueran más que solo eso y acabaran por romperlo cuando algo blanco mezclado con rojo sale de su interior. Y es que a Luhan le encanta Sehun. Cambiar el abandono por la compañía. Luhan ama a Sehun, y no lo dejará, nunca.
“Te amaré por el resto de mis días, y nunca te dejaré, solo si me amas también” condiciona luego de la última embestida.
Y Sehun, a escasos 12 años se esfuerza por sentirlo también.
Por amarlo y desearlo.